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traduccién de maria teresa poyrazian y nora rosenfeld de pasternac Vi congreso de la internacional comunista primera parte | tesis, manifiestos y resoluciones CUADERNOS DE PASADOY PRESENTE primara edicién, 1977 ediciones pasado ¥ presente impres0 y distribuide por siglo xxi editores, 5.0, ‘ave. Cerro del agua 248 - maxico 20, df derechos reseniados conforme ¢ 10 ley Impreso y hecho en mexico printed ond mode in mexico INDICE LA TAGTICA DE LA LUGHA DE “CLASE CONTRA GLASE” ENV EL VI CON- (GRESO, DE MILOS AJEK 1. Origen de Ta tictica de “clase contia clase”, 7% 2. El vx Congre- 30 de la Comintern, 19; 3. Del vr Congreso’ al'x Pleno del etc, 27; 4. Bl advenimiento del fascismo como praca de la “teosia ‘del socialfascismo”, 45; 5. La biisqueda de una salida, 60 Vi CONGRESO DE LA INTERNAGIONAL COMUNISTA ‘MANIFTESTO DEL VI CONGRESO DE LA INTERNACIONAL COMUNISTA TESIS SOuRE 1A SITUACION Y LAS TAREAS DE LA INTERNACIONAL, cOMUNISTA Introdueeién, 96; 1. La economfa mundiat y su tentes, 97; a1. Las relaciones iatemacionales y los problemas de “politica’extranjera”, 100; mt EI poder de estado de a burguesia y el reagraparaients e las fueraag de clase, 102; xv. La lucha de clases, la socialdemo- catia y el fascismo, 105; 'v. Los paises coloniakes y la revolucién, china, 109; "vs. La’thetica y las tarcas fundamentales de lo Inter- nacional Comuoista, 112; vis. Balance del trabajo: los éxitos, los stn y Tastes ‘Ts divers sesioves, 139) gu Zacha por Ja Tinea lenfnista y por la unidad de ta fntemuacional Comunista, 128; Resolucién, 230 ‘TeSIS SOBRE LA LUCHA CONTKA LA GUERKA IMPERIALISTA Y LA ‘TAREA DE LOS COMUNIStAS 1 La amenaza de guerra imperiaista, 131; 1. El proletariado ante Ta guewca, 136; at. El proletavado y el ejétite, 162; tv. I proleta- riado ante el problema del desire y la lucha contra el paclis imo, 175; v. Las lagnnas del taboo y Tas tres de Tos partidos co sistas, ‘TESIS SOBRE EI, MOVIMTENTO REVOLUCIONARIO. EN LAS COLONIAS Y SEMICOLONTAS 1, Inteodnecién, 168; u. Rasgos csenciales de In economia en las ccolonias y de a politica colonial impeialista, 195; mi. Estrategia y ‘ictica commmistas en China, ta India y similases'patses colonials, 205; rv. Las préximas tareas de los comunistas, 223, RESOLUGION SOBRE LA SITUACIGN EN LA UNION sovrérTeA YIN mt ren (b) ) 131 188 2483 6 frprce PROGRAMA. DE IAA INTERNACIONAT, COMUNISTA Tatraduccitn, 247; 1. El sistema capitaista mundial, sa evolucibn Yeu inevitable ruing, 250; 1. La canis general del capitalsmo y It Jpimera fase de la revoluciin mendial, 258; an. El obeetiro final de inka Compt ere conus mundial, 26,1, etlodo de tranicién del capitalisno al socalismo ya ditadur Gal prokctarado, 26%; v. Ls detadra de. prletaiato ex Is ox ¥ ls revlacign‘sciatiea internacional, 2907 vi. La eststega yt Ucties de Te Internacional Comenist’ ep la lucha por Ta died del prota, 296, LSTATUTOS DE LA INTERNACIONAL COMUNISEA. 1. Diposciones generale, 3115 , El congeso mupdil de lx Ine temacional Cominsta, 31%; 1m. El Comte Bjeutiy dea ter Tacional Comania ysis Sganoy, 315; 1. La Comivgn inter Sonal de Contol, 315, ¥. Las relatos cette Ms cco de Intemacoral Comnista y eve, 310 249 a LA TACTICA DE LA LUCHA DE “CLASE CONTRA CLASE” EN EL VI CONGRESO MMMLOS MAYER 1, ontcEN Dz La TAGHICA DE “CLASE CONTRA CLASH” En 1927 se inicia un nuevo gio a Ya izquierda en la orientacién politica de la Comintern, que contiuvard én los aftos sucesivos. El cambio obedece a diversos motives que actian al mismo tiempo, in- terrelaciondndose e inflayéndose recfprocamente, Revulta muy diff cil ordenarlas por su importancia, No obstante, puede decirse que ninguno de esos motives pado por si solo provocar xa cambio tan serio. Uno de fos més importantes fue el hecho, ya recordado, de que la politica del frente tnico no dio Tos frutos que esperaba la Comintern En los documeutos del movimiento comunista de aquellos afios se invoca la tesis de un giro a Ta derecha de la Segimda Internacio nal y de Amsterdam, una tesis que refleja fenémenos reales. Con Ja desaparicidn de la'tendencia aa izquierda en la Tuc, desaparece de escena el iinico factor importante que, en Ia Internacional de Amsterdam, apuntiba aun acuerdo con los sindicatns sovieticos como primer paso para el restablecimiento de la unidad sindical intemacional, En, ese momento algunos partidos socialdemécratas estaban en la oposicién y consideraban Ia posibilidad de un retorno a los gobiemos ‘de coalicién (y ello sucede en 1928 en Alemania, y en 1929 en Gran Bretafa, Dinamarea y Checoslovaquia). Con” tinuaba asi la colaboracién de esos partidos con el estado burgués (constitucién de la policla pmsiana) que pronto aleauzaria niveles insGlitos* En Polonia, los medios de derecha del vrs prosiguieron colaborando con el réyimen de Pilsudski. 4 Brandler seftale especialmente este motivo; véase K, H, Tjaden, op. cit,, p. 1/134. ® Un ejemplo del alto nivel de esa colaboracifn to da el atbitraje de Severing en el problema salial de la industria metalézgica en Renania-Westfalia. El 26 de octubre de 1928, cuando el consejero del bibunal supremo det Lard ue actuaba como fibitro de Ta contzoveria— dispuso un aumento de st Jano de 6 pfenning la hora, los empresatios respondieron cow el cient. El go- hier de! Reich envid entonces a Severing como su propio Sthitro, y éte am 16 la docisin relativa al aumento salatial a partir del 19 de enero de 1929 (vase E, Eyck, Storie della Repubblioa di Weimer, ‘Tarin, 1965, pp. 538-40) 17) 8 “CLASE CONTKA CLASE” En términos generales, puede decirse que en la evolucién del movimiento socialdemdéerita de esos afios prevalecié la tendencia de derecha. Otro aspect ide la cuestibn. es la existeneia de una co- rriente de izquierda vinculada al centrismo de posguerra, que pre- dominaba en Austria y Nomuega, ¥ que estaba representada en Ita- lia por los maximalistas, en Gran Bretafia por &) Independient La bour Party (sr), en Polonia por el Bund y en Alemania por los socialdemécratas sajones. La comiente de izquierda avin no habia logrado su unidad: el acercamiento entre los sindicalistas ingleses y Sovidticos fue criticado por Otto Bauer que atribuy6 a los prime- ros la responsabilidad de ayodar ingenua e inconscientemente a los bolcheviques en sus preparativos de guerra.” ‘También cn 1929 se produce cierto movimiento a la derecha de la tendencia de izquier da: el tc pone fin a su patticipacién en el Comité anglosoviéti- co y el Partido Obrero nomego se une con la socialdemocracia de derecha (aunque permanece fuera de ls as). No obstante, el cam bio no era sustancial, Con excepcién del tw, las posiciones de la comtiente de izquierda de la ws siguieron siendo las snismas de los afios precedentes. En diciembre de 1927, se reunieron en Parls 1e- presentantes del Partido Obrero noruege, de los maximalistas ita. Jianos y del Bund, quienes se pronunefaron a favor de la reorgani- zacién de una Intemacional politica y una Internacional sindical nmnidas. Pero la 10 y Ia as sec Ta idea de una Interna- cional politica y el intento de acescamiento entre la rst y la 15m fracasd como ya habia sucedido meses atris. Los socialdemécratas de devecha y de izquierda siguieron criticando abiertamente a Ta ‘Unién Sovietica y haciendo propaganda en fayor de los menchevi- ques y los socialists revolucionarios. Sustentaron una posicién cri tica con respecto a los métodos de Iucha. de la ver(b) y en toda la Comintern. En algunas circunstaneias, tales hechos empcoraron las, relaciones entre las dos corsientes principales del movimiento obre. ro. Ta mala disporicién de la 1¢ para con los socialdemécratas de izquicrda exa estimulada también por el hecho de que entre estos tiltimos habia no pocos ex comnnistas En la decisién relativa a la orientacién politica ulterior influ xin también los cambios producidos en la situacién intemnacional FI 25 de mayo de 1927 el gobiemo britinico rompe sus relacio- nes con la Unién Soviétiea y trata de inducit a ottos paises para que sigan su ejemplo. La posicién de la mss se agravé en segui- da con la rupiura de los comunistas chinos con el Kuomintang. Aunque no existia ninguna amenaza concreta de guerra, se produ. 2 0, Banes, “Det Kongress in Massel”, en Der Kempf, 1925, un. 8/9. 4 Inprekor, 11 de abril do 1928, n, 657. “CLASH CONTHA CLASE” 9 jo nn clima de miedo a la guerra ® entre los dirigentes de la vxr(b) y de la Comintern, Y ese clima fue un terreno fértil para las po- Siciones radicalizadas. Los acontecimientos de Italia, donde Ia dictadura fascista habia asumido una forma totalitaria, influyeron depresivamente en todo el movimiento internacional: el gobierno habia disuelto todos los partidos antifascistas, suprimido la prensa opositora y encarcelado a muchos jefes de los partidos antifascistas (entre los comunistas: Gramsci, Terracini, Scoccimarro y otros). ‘También influy6 desta vorablemente sobre la evolucién ulterior de la politica del frente nico de la Comintern el hecho de que el bloqueo antifascista re- sult6 ineficaz para derribar al xégimen fascista en su momento de crisis mis grave al producirse el asesinato de Matteotti. Una deplo- seble consecnencia de Ja politiea oportunista de los reformistas fue la disolucién capituladora de la ConfederaciOn del Trabajo dispues ta por sus jefes en enero de 1927.* : En julio, también en 1927, se produjeron sangrientos incidentes en Viena.’ El gobiemo sofoc6 violentamente las manifestaciones obreras y la socialdemnocracia decidi6 retirarse ripidamente de 1a Iu. cha. No obstante, la fuerza de Ta explosién espontinea favorecié Ja tendencia a sobrevalorar la combatividad del Pe europeo.? En cnanto al partido comanista alemfn, el més importante de la 1c en el mundo capitalista, una clave notable para la eleccién de su orientacién posterior surgia de su composicién social: el par- tido tenfa posiciones muy débiles en las grandes fibricas y la ma- yoria de los afiliados y simpatizantes eran desocupados u obreros de pequefias fébricas. Entre los proletarios mis miserables siempre existieron tendencias fuertemente extremistas, utdpicas desde Inego.* © Vésse L. Schapivo, The Communist Perty of the Soviet Union, Lon dues, 1960, pp. 303304 KE, MeKenzio, Comintern and. world rvelution 19261995, dee Nuea Yok, 1964p Laz," ©], Sie, Mest yeorjchore « sltthon, Prags, 1947, 1 Tia rooién del petiim, dl ent, » Bic Ge’ Splenbné de 1927, detinia come. opottunsta Ia opinién segdin fa cual los hecs de Viena eran Simpls tumullos,afireéndose asimismo que los tamaltes se. habion. transfor snado em una, invuereciba que, en caso de &xito, hubiean podigo eulminar en Ja dictadura del proletarade. Kin la misma reschacin, Tne scontecimientos de julio se definen como la bancarreta dat austromarsismo. (El texto dela res0- Tucién.figaea en Inprekor, 1927, n. 100, pp. 2155 y 28) * Véase W. Ulbicht, Zur Geschichte der devtsion Arbcterbevegng, Bet lo, 1954, ve 4, pe 396; Partetag sen, p. 202: intenencion de. Reneuberg. Por ot ‘paite, a0 seria justo. buscar ln lea de divisim entre el xeo y el ‘00 dyante Ie estabiliacion cn cl sector ecouto; entonees, en tana sere de cases, también os obreros cabfads de las ramuas bien remneradas se ‘nclinaban en sa mayoria hacia las comuistas. xem se convierte en “el 10 “CLASE CONTRA GLASE” ‘También influyé fuertemente en el avance a la izquierda la pre- fon del bloque de oposicién et la ver(b). La evolucién en la orientacién de la Comintem en 1926 © inmediatamente después, fampoco podria comprendese sin tener presente la nueva fase de la Incha interna en el partido bolchevique entre la msyoria del bur6 politico encabezada por Stalin —que por el momento habia hecho suya en sustancia I plataforma de la derrotada oposicién de izquierda—, y el ala derécha, dirigida por Bujarin Por consiguiente, las causas del giro a la izquierda de la polti ca de la sc eran extremadamente complejas. Y la nea politica que cristaliz6 en 1929 no era la Gnica altemativa posible. El pro- ceso de su claboracién y afirmacién se desarrolla durante las Iu chas ideolégicas condicionadlas por fuertes clementos instrumentales y en el terreno de una democracia de partido notablemente res- tringida. Por Jo demés, en esas luchas y esas discusiones, los fren- tes no eran estables: en los primeros pasos hacfa la izquierda con- tuibuyeron fuerzas que un afio después trataron de detener el mo- vimiento en esa direccién, Por iiltimo, a comienzos de 1927 vuelve a proponerse la tesis se- gin Ja cual Ta politica de los socialdemécratas de izquierda era més peligrosa para Ios comunisias que la conducta de los socialde- mécratas de derecha. Esta opinién es expresada eu marzo, en ol congreso del xxp, tanto por Thalmann como por Ewert? Sélo se opone a ella la tendencia de izquierds..* ¥ no mucho tiempo des- pués, en mayo de 1927, la misma tesis se repite en la resolucién del VIII Pleno del cera. En esta sesolucién, el frente tinico se reduce a la colaboracién con los obzeros socialdemécratas de iz- quicrda, mientras que en la confrontacién de los jefes de izquierda se afirmaba: “[...Jes necesario criticar en los més duros términos, incluso a los jefes mAs sinceros de la oposicién de izquierda de la socialdemocracia y dentciar, ante los obreros que atin los apoyan, st 101 de mistificadores” 3 Un segundo caso de giro a la izquierda lo constituye ia téctica dlectoral del por, Para las elecciones de abril de 1928 el parlamen- to aprobé en junio de 1927 (después de una larga preparacién) wma nueva ley que disponia la creacién de un colegiado uninominal y pattido de los desocupados” sinicamente durante la evils econémica, Véase Ol'Feditheim, Die KPD in der Weimarer Republik, Offenbach, 1948, p. 200, * Parte Eten, pp. 58-60 (Thélmann) y 13233 (Evert) 20 Wiibee se svn and der ke Mg der deacon Nbcterbews sung", en Die Tnteretonate, 1 abul 1927, pp. 210-213; J. Walcher, “Noch thals die xr in der lioke Pliget”,ibider, 1 junio 1927, pp. 326 y s 33 KI y dokunentach, p. 707, 2 Tbidem, p. 708, “GLASE CONTRA CLASE” u el desarrollo de Ja cleccién en dos vueltas. Uno de los motivos para Ta adopeién de ese sistema era quitar el mayor nimero posi- ble de representantes a los comunistas. En esa situacién, surgi en el partido francés tna fuerte tendencia a utilizar la tictica de los bloques electorales con los socialistas, como se hacia en las elec ciones administrativas. Pero el Ejecutivo de la Comintern tenfa una opinién muy distinta y el 2 de abril de 1927 envié una carta de instruccioaes al ror en base a la cual el partido no debfa formar un frente con la sF10.2 La lactica que preconizaba el cee no se_impuso féciimente en 1 partido francés. La apoyaban ‘Thorez y Treint; Heuri Sellier y Jean Renaud se oponian a ella. Doriot, Bernard y Barbé trataban de debilitar el principio del rechazo del acnerdo con los socialistas mediante la admisién de excepciones. También en la conferencia nacional, a comienzos de 1928, Ramette, secretario de la regién wor te, expresaba la preocupacién de que la’ masa de electores socialista no habia comprendido la tictica del rer. Por dltimo, la téctica propuesta por la Comintem se aprobé en la reunién del ce del 9 de enero de 1928, por 23 votos contra 13. El partido propuso a la sti 1m frente en escala nacional, pero a condiciém de que los socialistas renunciaran a todo acuerdo con Tos tadicales. Una con- iciéa que resultaba inaceptable y los comunistas ya sabfan que cl sero iba a rechazar la propuesta. Para esa eventualidad hablan de- cidido no retirar sus candidatos en la segunda vuelta, incluso co- iiendo el riesgo de que fueran elegidos diputados bargueses en vex de diputados socialistas.. Las excepciones debfan someterse a la apro- bacién del Ejecutivo, Los iniciadores de la nueva téctica electoral del ror fueron dos exponentes del oxic, HumbertDroz y Togliatti, y a su punto de vista se plegé incluso Bujarin,* que un aiio después se estorzaba ex frenat la ulterior posicién a la izquierda, No puede decirse to- davia que la posicién de Bujarin fucra rigida: en el XV Congre- so del vxr(b) declaré que la téctica electoral del vor “no exclu Ye, en cas0s especiales, propuestas de frente popular y el voto por 13 Histoire du Parti conimuniste frangais, Manvel (en alelante Manuel), Pa- 5, 1964, p. 201; J, Fauvet, Histoire du Parti Communiste francais, Pais, 1964, pp. 78, 81-2; G. Walter, Histoire du Parti comauniste Sromgaiy” Paris, 1943, p. 183; J. Hombert-Dror, Ie contrasto ta Uintemazioncle ¢ i PCI, ‘Mién, 1969, p. 248, 34 G. Walter, op. cit, p. 190; M. Thotez, Oeuyres, Paris, 1950-1952, v. v1, p. 65; Manuel, p. 203; J. HumbertDroz, op. eit, ‘pp. 24142; Histoire du Parti ‘communiste franeais, Ed. Veridad, Paris, 1960 (en adelante, Histoire du POF-Veridad), v. 1, pp. 138-39. 2 “cuasE CONTRA CLASE” los candidatos socialistas on los lugares d Ges 10s candidatos reacoionarios”. La fragilidad de la posicién del csc se manifesté después de la primera vuelta de las elecciones francesas al surgir Ja amenaza de que ni siquiera en la segunda vuelta el ror pudiera conguistar un solo mandato. La direceién del partido bolcheviqne y Stalin en par- icular se plegaron al acuerdo con Ia sexo en casi todas Tas circuns- cripciones. En cambio, se opuso a ello el secretariado latino (Humbert- Droz, Barbé), y el resultado fne un compromiso: los comunistas debian acordat con tos socislistas el retiro tecfproco de las candida- fturas en una decena de casos. Pero el telegrama de Ia Comintern al partido francés, enviado vie Beslin, munca legé a Paris. ‘Tasca sugiere la hipétesis de que el telegrama llez6 a Berlin firmado por fanuilski, por temor de que un viraje tan imprevisto pudiera sus- citar confusiones.** La segunda vuelta de las elecciones se desarroll6 en 265 colegios electorales en los cuales los comunistas habfan obtenido, en la pri- mera vuelta, 425 751 votos: esta vez. s6lo lograron 231794. Las ma yores pérdidas, a rafz de la divisién de secciones del nuevo sistema electoral, correspondieron a los partidos obreros. Ello produjo un enfriamiento de Tas relacfones entre los socialistas y el ror. Un desplazamiento hacia la izquierda se verificé por lo demés en el XV Congreso del partido bolchevique, realizado en diciem- bre de 1927, tanto en el informe principal preseatado por Stelin como en la informacién de la delegacién del partido en el Ejecati- vo, presentada por Bujarin. Sc hablaba alli de la defeccién del cen- ‘to socialdemécrata, sobze todo del austromarsismo, de Ia necesidad de modificar la téctica del frente tiico de modo de orientarla a Ja lucha por su creacién en las bases, de la necesidad de una Iv cha més intensa contra la socialdemocracia, en particular contra Ios “titulados izquierdistas”. Los partidos comunistas de Francia, Ingla- tera, Alemania y Polonia debfan demostrar sobre todo en las elec- ciones que eran los énicos partides obreros, Los consejos de Lenin a Tos comunistas britinicos con respecto a la posicién a asumir en las eleeciones fueron considerados superados por Bujarin, que tam bién se pronueié contra Ia consigna del control de Ia produceién y de las nacionalizaciones. No obstante, entre las dos_posiciones habia una moderada diferencia de matiz: mientras que Bujarin sos tenia que junto con el aumento del partido comunista se observaba tm aumento de Ta socialdemocracia, Stalin hablé solamente de los ade tuvieran posibilida- 28 J. HumbertDioz, “Loci de Moscou" d Paris, pp. 24142; XV seed vr (b), p, 594; Annali Feltrinell, 1966, pp. 510-11 (Quaderni di Tasca), 2G. Walker, op. cit, pp. 191-195. “CLASE CONTRA CLASE™ B Gxitos de los comunistas y de la disminucion de Ja autoridad de Jos partidos socialdemécratas en las grandes masas obreras.° El cambio de tictica electoral del pcr y los discursos més impor- tantes del XV Congreso del vxr(b) no significaban ain, de todos ‘modos, la existencia de una tendencia a la izquierda definitivamen te cristalizada en la 1c. Humbert-Droz, en Ja mencionada carta @ ‘Togliatti del 8 de abrit de 1928, expresaba el temor de que el pcr cayese en enores de inquierda, después de la critica del Ejecutivo, y citaba como ejemplo Ia declaracion de huelga de los mineros por parte de la cory, sin nna preparacion adecuada y sin nna valoracién correcta del momento. ‘A smo tiempo le informaba del estado de la discusién sobre politica sindical, con respecto a Ta cual exis- Han tres corrientes: Lozovski, presidente del tsk, proponia la fun- dacién de uniones sindicales rojas, Tomski, presidente de los sindi- catos sovigticns, se orientabs “hacia la liquidacién de ja influencia de nuestros partidos y de nuestros sindicatos revolucionarios”, micn- tras que la comisién sindical de ms (presidida por Humbert-Droz) sostenia tun punto de vista intermedio entre las otras dos posiciones. No ebstante, por las formulaciones de la carta se dednce que la comisién Wevaba la Incha principal contra Lozovski* El primer cambia en 1a politica sindical se produce en cl IX Ple- no del cric, en febrero de 1928. En la resolucién sobre el proble- ma sindical se afirmaba: “Es necesario movilizar a las masas tras Tas consignas comunistas, trabajar para realizar nuestra tictica en las organizaciones sindicales y, al mismo tiempo, desenmascarar en to- dos los niveles Ja posiciéa traicionera de los seformistas y, en con diciones favorables, organizar hnelgas en contra de Ja voluntad de la burocracia sindical f...]:” La resolucién fijaba, para los partidos comunistas, la tarea de expresar con més precision y claridad “la propia linea politica, que es radicalmente distinta de Ia de los re- Formistas, tanto en fo referente a los problemas generales (guerra, relaciones con la Unién de Repéblicas Socialistas Soviéticas, China, India, Egipto, ete.) como en lo que atafie Jos problemas de la lu- cha cotidiana de la clase obrera [. ..]”. No obstante, en el documento se admitia qne en los Ingares donde grandes estratos de masas obre- ras siguieran a jefes reformistas, podia ser necesario proponer_a ellos dl frente tinico en escala nacional y local** El IX Pleno fijé des- ‘puls la tictica electoral de los partidos comunistas francés y_bti Yénico en el sentido ya sefalado. Bl segundo de ellos se empeiiaba & XV seed VEP (B), pp. 562, 592594, 45 ce 1s Jamaboebooe WPennerasto tre Finternaiondle © PCh 1922-1928, Mis, 1969, p- 246. 7 SKU y dobumentsch, pp. 750, 757-758 i4 “GLAS CONTRA CLASE” & presentar el mayor mimero posible de candidates. La mayorla de fa direccién del Partido Comunista de Gran Bretata, en el pe riodo preparatorio y durante el transcurso del IX Pleno, se opiso a Ts nueva tactics (Campbell, Inkpin, Murphy), mienttas que la minorfa (Pollitt, Dutt) la acogié favorablemente.*? 34 linea del IX Pleno se mantenfa atin dentro de la politica del frente nico, ademis se acentuabu la tendencia a la izquieida y so inclufan formulacioncs que podfan representa: un punto de partida Para opiniones de esténl extremismo. Es lo que sucedié mis tar. de despues de] VI Congreso de la 1c, Inmediatamente después del IX Pleno det cere se realizé el IV Congreso de la Internacional Sindical Roja, cuya resolucién fue la mis moderada, la mas pre dente de todas las posibles interpretaciones del IX Pleno. Ke cl documento se afirmaba la posibilidad de discutir la unidad sindica) internaciona] ucluso en la etispide. Nuturalmente, después de la Gisolucién de) camité anglo-soviético un éxito eventual era con deradlo poco probable. B] frente tnico de las bases (en el campo sindieal) se entendia como frente iinico “en las organizaciones fa. feriores ‘de los sindicatos reformistas”. Después, la resolucién con. ¢cetaba el principio de Ja conduccién auténoma de las buelgas en las siguientes directivas: “Es preeiso tomar conciencia de que [| €8 necesario abandonar Tos discursos pomposos que no conducen ‘a hhechos coueretos (Ios frecuentes “paros generales” en los paises la. {inos como Francia, Fspafia y otros); en caso de rechazo de parte de la unién (sindical) es preciso iniciar intempestivamente la atcifn ¥ si hay en las masas au entusiasmo notable es preciso copat le direccién de la Incha en el comité de huelga; debe afirmarse el Principio de que los érganos particulares para la diteccién de las huclgas deben ser clegidos y no designados. por las uniones refor. mnistas; no se debe jugar con las huelgas (Francia); no olstante, luna vez gue se produce Jz huela, hay que conducitla con la ma Yor decision; no hay que evar la lucha hasta el completo agota- tniento de los buelguistas; si eso octriese, hay que interrumpit Ja Inuelga a tiempo y absclutamente en orden (hay por ejemplo huelgas que dnran diez, doce meses a pesat de que dntante ese tiempo Jos huelguistas son zemplazedos por cumitos).” * Por otra parte, en el TV Congreso del 1sn se manifestaron expre 22 LJ, MacHarlane, ‘he British Communist Party, Londies, 1966, p, 195 2 Beschtiese Resolutionen und Aufrufe des 4. Kongrew wer Raten’ Ceyerk schaftrinternationate, Mossi, 1928, pp. 19, 15, K. T Tjaden, Sinuter nd Funktion der “KPO Opposition” (KPO}, Meiscabeim am Glin, 1964, p. UI/138, hha Tamado Ta atencién sobre To contradictorio de las resluciones del TV Gon reso del ase “CLaSE CONTRA CEASE” 15 ones que apuntaban mis a la izquierda que el pasaje citado de hn redlucion En polémica con Heckert, entre otros, Lozowki re chazé Ja idea segin la cual los comunistas, eon su trabajo entre Jos obteros reformistas, podian lograr que estoo éltimos forzaran 1 sus propios jefes a la lucha contra los capitalistas (idea expresada en Ia consigna ‘“Zwingt die Bonzen”), Segiin Lozevski se trataba de esperanzas sin fusdamento porque Jos jefes seformistas ya no eran capaces de condicis lucha alguna contra In burguesia® La posicidn hacia la izquierda cn 1927 y comienzos de 1928 se produce como resultado de discusiones y estudios, sin llegar a Io- has entre fracciones. También intervinieron indudablemente inte reses institucjonales (isn) y no carece de importancia la Tucha den- tro del partido botchevique entre Stalin-Bujarin por una parte TrotskiZingviev por lz otra, No obstante, tras la detrota de ta oposicién de izquierda, recomenzs la lucha entre Stalin y Bujarin, que determing, cada vez en mayor medida, la evolucién de la tc: tica de la “clase contra clase”. La evolucién del Partido Commnista de Alemania tuvo una signifi cacién de primer orden en la orientacién politica de la Comintern, Et pasaje a la nueva tictica determiné una diferenciacién gradual Después del congreso de Essen, el ala derecha conquisté determi. nadas posiciones con respecto al ala izquierda encabezada Por presidente del partido Thélmann, Los principales representantes de] ala derecha, Brandler y Thalheimer, seguian en la Unién Soviética —enspetiadis en observar Ta disciplina del partido— ys partici pacién en la vida partidaria se limitaba a la actividad periodistica La septuagenaria Clara Zetkin, que no habfa abjurado de sus pro: pias ideas de los afios 192324, trabajaba sobre todo en el cusc, y en 1924 ya no formaba parte de los orgenismos ‘axis dl os en en fue elegida para ef Comité Central, pero n0 para el Burd Paltcs ‘Tashien etusban en Alemania, Walcher, Bottcher, Frd- lich, Enderle y otros partidarios de Js orientacién de derecha, que ‘ocnpaban puestos especialmente en los organismos sindicales del co. En un principio ellos habian rechazado la tesis de ue el mayor peligro ert ta soclalcemocracia de izquierda y velan con preocupa- cién la tendencia a la direccién auténoma de los huelguistas en contra de la voluntad de la direccién de las organizaciones sindi- cales reformistas. Puesto que la pugna terming con la derota de la derecha, no es posible pasar por alto sus ideas, desarrolladas du- rane al bienio 192728, : 3 ogrcheks = Vee IV Kongres priser. 17 marta opret 1928 g, Stonogrte oteet. Resolatsl poreaovteia, Moses, 1928, p- 290, 16 “CLASE CONTRA CLASE” La expresién mis concreta de la plataforma de derecha es el pro yeeto de programa de accién elaborado por Brandler en colabora- cién con Talheimer en 19273" Dicho proyecto justficaba la nece- sidad de esclarecer la relacién entre Tas reivindicaciones inmediatas y el objetivo final: “La tarea del programa de accién consiste en unir las reivindicaciones inmediatas y las finales y en hacer derivar las primeras de las segundas. El programa de acciém exige tam- Dién, como resultado de las reivindicaciones inmediatas (Salarios, orarios de trabajo, etc.), una serie de beneficios que resulten com: prensibles para las’ masas de trabajadores sobre la base misma de sus dificultades y de sus necesidades cotidianas, sobre la base de su madurez actual, medidas que para ser Mevadas a la prictica im- pliquen una intervencién en el sistema econémico capitalista y un cucstionamicnto del dominio de la burgnesia. Se trata de reivindica- ciones y beneficios provisionales, pero no en el sentido del Progra- ma de Erfurt, que las consideraba realizables atin en el marco del estado burgués, se trata de reivindicaciones que si se introducen y afirman en la lucha pueden dar Iugar a otras: a la lucha final y a las consignas finales.” En el campo politico, Brandler definié como consigna sintetiza- dora (Sammellosung) la del gobierno ober y campesino, y en el campo econémico, la del control de la produccién: “Control de Ja produccién por parte de los obreros, es decir eliminacién de los capitalistas 0 de otros encargados de la direccién de las fAbricas, asuncién de la direceién de la produccién y regulacién del intercam- dio de mercancias por parte de las organizaciones de los trabajadores.” La consigna del control de la produccién —como iba a demos trarlo la experiencia sucesiva— era evidentemente e} punto débil del programa brandleriano, Las otras resultan, sin embargo, rclevantes a la luz de In experiencia posterior: constituyen un intento de re solver més decisivamente la telaci6u entie la actividad diaria y el abjetivo socialista. Dicha soluciém es atin hoy uno de los princi- pales filones para penetrar en el movimiento obreto en Occidente, Las ideas del grapo de derecha representaban una alternativa de voli en el xep y el motivo por el cual no se impusicron no deriva en absoluto desu bajo nivel ideoldgico. El Buré Politico del xpp rechaz6 el proyecto de Brandler, alegan- do que en €l se mezclaban el programa y la tictica, que no era ni cl uno ni la otra, que derivaba de una linea politica erénea en Ta cual “se cancela la perspectiva de la insurreccién revolucionaria, el problema de la dictadura del proletariado pierde su propia profan- 2 Véawe K.H. Tjaden, of. eit, p. 70, “CLASK CONTRA CLASE” W didad y se anula la linea de demarcacién entre el estado proletario, y el estado burgués, pues uno y otro se confunden”, ‘También se rechaz6 el esfuerzo de Brondler para nnic las reivindicaciones in- mediatas con el objetivo Final, cosa que, segin el Buré Politico del ep, no era posible obtener “con la supresién de las diferencias en- fre ‘ian programa general y un programa de accién, sino sélo cuan- do de una consigna de acciém y de un programa de accién surgen consignas propagandisticas que’ sélo_ en situaciones revohacionatias se convierten en consignas de ac EI neto rechazo de las propuestas de Brandler no contribuyé al desarrollo de la teorfa y de la capacidad politica, desarvallo que constituia la condiciéu para el éxito de ta actividad en favor del frente nico. En un punto, pues, la controversia entre Brandler y al Buré Politico se referia directamente a Is politica del frente vin co: las relaciones con a socialdemocracia de izquierda, Brancller afirmaba que “[...] en ciertos momentos la ideologia centrista pue- de ser para los obreros una etapa en su marcha de] reformismo hacia ef comunismo”, El Burd Politico reaccioné con esta frase “El centrismo no €s wna etapa, un puente que va del reformismo a} comnnismo, sino una barrera erigida para cerrar a los obreros conscientes el camino del reformismo al comunismo.” Ast, una vi sién de conjunto era rechazada con ima yisién unilateral, cierta- meate con la intencién de defender la tesis del Congreso de Essen que sefilaba a la izquierda de ln sccialdemocracia como el peli gro mayor.** La derecha era una minoria en el XPD, atinque no por eso carecta de importancia, La mayorfa det partido no era realmente homogénea. Un buen ntimeto de dirigentes, que no sc identificaban con el ala derecha, se distanciaban cada vez mas (aunque no visiblemente) del ala izquierda. Las diferencias entre este grupo y la izquierda se evidenciaron por primera vez en el IX Pleno del cixc, en el cual Thilmann tabl6 abiertamente de las discrepancias entre el Buss Politico y Ta seccién sindical del oc. El informe verbal del IX Ple no no se publics. No obstante, es sabido que al témino del ple natio se realiz6 una reunion comin de las delegaciones alemana y soviética, en la cual justamente se manifesté la diferencia en el seno del Buré Politico. Sélo puede reconstruirse un cuadro de las discusiones en base a las menciones que hizo cada uno de los par- 24 HL, Brandler, “Beitrige 2u einem Aktionsprogrannn fir Deutsohlend”, en Die Kormmunitisshe Internationale, 1928, nn, 1-2: “Antwort an dex Cenoisen Brindley’, ibidem, pp. TSI, 85, $7, 61, 54, 45, 106. Bl avtor de la sexpocsta fue E. Meyer (v. la carta de’A. ‘Tasca all secotariado del ver del 18 de diciem: bre de 1928 en Annali Peltinelli, 1966, p. 595, 18 “CLASH CONTRA GLASE” ticipantes en medio del fragor de la lucha entre fraceiones, y por ello mismo no puede ser completo, EI motivo de ls controversia fue Ia posicidém a asumir en el en- frentamiento con la derecha. Mientras que ‘Thiilmann era patti dario de una posiciéa dara, Ewert y Eisler no eran de la mistaa opinién: reconocian Ia necesidad dé una lucha ideolégica contra Tos puntos de vista de la derecha, pero se oponfan a la adopcién de medidas disciplinarias en la confrontacién con los sostenedotes de esos puntos de vista, Hwert fue apoyado por Meyer, Eisler, Eber lein y otros; ‘Thalmann por Neumann, Remmele, Ulbricht y otros. Es dificil determina hoy cul era la relacién de fuerzas. Segdin Lenz, Thiilmann contaba ‘con la mayoria del Buré Politico, mientras que la minotia estaba con Ewert#® Pero en realidad no s6lo se trataba del problema de la posicién dura o moderada a asumi contra la derecha. La orientaci6n de Ewert y sus compafieros, de hecho se acercaba més a las opiniones de la derecha que a las de ‘Thalmann, Resulta evidente que en el congreso de Essen —si no antes— existia una Iucha secreta de fracciones en el mrp, En el VI Congreso Ulbricht acus6 a Ewert y sus amigos de haber frus- trado el plenario del oc de julio de 1927 para comegir las decisiones del congreso de Essen sobre la izquierda socialdemécrata, de haber intentado conquistar Ja mayoria mediante la ampliacién de la se- cretaria politica, de haber propuesto a Brandler y Thalheimer como candidatos al parlamento del Reich, y de haber sefialado a los “iz- quierdistas” como cl mayor peligo en el IX plenario del ce1c.®® En Ta reunién comin de las delegaciones soviética y alemana, Ewert, Eisler y sus compafieros fueron acusados de mostrar tole: rancia (Duldsamkeit) con la derccha, Segin el relato posterior de ‘Thalmann, en aquella reunién Stalin previé que si Ewert conti nuaba ast se convertiria en el centro de todos Jos derechistas!" El resultado del encuentro entre las dos delegaciones fue un acuerdo cuyo elemento esencial era Ia condenacién del “peligro de Werecha” y de la tolerancia con ella. Ewert y Eisler firmaron el documento con Ta condicién de no ser acusados alli de agentes de esa “toleran cia", De la delegacién alemana slo Hausen relusé firmar el acuer- % Ly, (J, Leng), “Dic Pattfonm des Versohnestuns", en Die Tntemationale, 15 de diciembre de 1928, p. 830, TE hocho ex coufimmady por Tveit en si itervencién en cl VI Conguso de la 10 (V1 Kongies, v. ly pp. 3885389) Pera ls mayoa en favor de ‘Thalmann no era demasaio sila tomo se. de imostré en seguids; fue deciva Ta influencia del grupo en el poder en Is direc. bp del vxP (B) 2 V1 Kongrets, vol. pp. 458-459, = Ibidem, woh, p. GD “CLASE CONTRA CEASE” 9 doz* Asi, en Ia direccién del xeo se fue formando alrededor de ‘Ewert un’ grupo que Inego fue lamado de los “‘conciliadores”. La oposicién de los conciliadores y de los derechistas, que se desarrollaba sobre el fondo de la lucha entre Stalin y Bujarin, dio origen probablemente al impulso para el intento de reconciligeién con los representantes de I izquierda expulsados en los afios 1925- 1926, Bstos fondaron el + de marzo de 1928 una organizacién de- gminada Leniobund (Liga de Lenin), con el objeto de oombatir “el oportunismo y ¢l stalinismo” en la Comintern. El xen decla- 16 incompatible la adhesién a dicha organizacién (a 1a onal Tlamaba Maslowbund, Liga de Maslow) con la pertenenciz al partido. Pero el 4 de mayo el Presidium del care envi6 una carta a los fundadores del Leninbund en la cual les proponfa la readmision en el xep a conidicién de que condenaran Ia actividad de Ia organizacion y acep- taran las decisiones de la 1¢ y del xp. El ec de este partido hizo suyo este punto de vst, Sin embargo, Maslow y sus amigos re chazaron el ofrecimiento#° 2. EL, VI CONGRIGO DE LA COMINTERN La contioversia entre los izquierdistas y los conciliadores se mani: festé con toda su amplitud eu el VI Congreso de la 16 en j de 1928, El VI Congreso represents otto paso hacia la limitacién de la politica del frente “nico. El programa de la 10, adoptado por el Congreso, se expresaba asl: “La Hictica del frente nico como me- dio de lucha victoriosa contra el capital, de movilizaciéa clasista de las masas y de desenmascaramiento y aislamiento de los jefes vefor- mistas ¢3 pues parte esencial en la tactica de Ia Intemacional Co- imuinista durante todo el perfodo prerrevolucionario.” El programa admitia la consigna temporaria slo en_una situacién revoluciona- ria, La resolncién aprobaba Ia tactica fijada por el IX plenario del % Véase Lz. (J. Lenz), “Die Plattform des Versbbaertums”, cit, p, $30 HY texto del acuerdo fe. publ Jebmikofte far Zeitgoeohiotte, feel ido por primera vez. por H, Weber en Vierto 168, n. 2, pp. 207-208. Clara Zetkin hizo una in contra cl acuerdo en’ una catta de tone amistoso que envié a lin Picck. TE] texto de la conta a Pieck aparecié, por una indiscrecién, en el Vorwérts del 16 de julio de 1929 y fue publicado después en Gegen den Strom e1 27 de julio de 1929, La autesticidad de la carta fue confiumda por | Zetkin en una declatacién ‘al Vorwarts el 19 de julio de 1929 (declaracion también publicada en el citado anieulo de Gegen den Strom). = E. Colletti, Die Kommunistiche Parte! Devtsohlands 1918-1933, Mi im, 1962, p. 148. 20 “oLASE CONTRA CLASH” ‘cro: “Psta téetica que cambia la forma de la téctica del frente linico, no modifica decisivamente su contenido sustancial, La agu- dizacién de Ta lucha coutra la socialdemocracia traslada. decidida. mente el frente tinica a fas bases, y no libera a los comunistas de Ja obligacién de distinguir Los obreros socialdemécratas, que se equix ocx sincerantente, de sus jefes socialdemderatas, que campien ef papel de lacayos del imperialismo; por el contrari hace mis impe- tative ese deber.”° Pero mientras el IX Pleno adinitia afin Ja pro puesta de frente nico a los jefes socialdemécratas, la resolucion del VI Congreso guarda completo sileucio a este respecto: “Ahora dicbemos realizar la téctiea del frente tinico en la mayoria de los casos solameute en la base. No debe hacerse ningin Wamado a Jas ceutrales del partide socieldemédcrata y sdlo en casos excepcis- nales podri admitise tal vez una invitacidn a alguna organizacién local de un partido socialdemécrata. Como linea principal, en cam- hbio: Tamado a las masas socialdemécratas, a los simples obreros sociaidemdcratas,"® Se iba asi también mds allé del limite fijado por el V Congreso: no sélo se abanconaban los acuerdos con los organismos centrales de los partidos socialdemécratas, sino también Jos llamados a ellos dirigidos y sélo en casas excepcionales xe ad- ‘itian los Namados a Jas organizaciones locales. Segiim esa concep: cin el frente Gnico debi entenderse como unidad de accién con obreros socialistas (0 sin partido) por separate 0 con pequefios gru- pos al margen de sus organizaciones partidarias o sindicales. La fra: se recién citada de Bujarin no era, es cierto, parte de Ta resolucién, peto de hecho constituyé una directiva para la politica de la 10 du ante algunos aiios después, en une época en gue Bnjarin ya no fotmaba parte del Ejecutive de la Comintern, E] programa de la 1c iucluia también Ja tesis segin Ta cual Ta socialdemocracia de izquierda constituia la fraccién més peligrosa de Jos pattidos sociakdeméeratas,” £1 posterior desarrollo de Tos acon- tecimientos demostrs que las divergencias se habian producido con respecto a este problema. A raiz de nn discurso de Stalin de abril de 1929, esa idea no figuraba en el proyecto de tesis claborado ‘por Bujatin para el VI Congreso, apareciendo posteriormente la mo- Gificacién introdueida por la delegacion del vxe(b).” 20 VF Kongress, vol. vt, p. 79. Byjan fue ol prsidente de Ja romiion gue elaboxd el programa de la 1c ede a. 2 9 Tbiden, vol. Ya, pe 6. BV. Stain, Spite ve xh pp. 30, 32 [Obras x5, pps 22} En eb archivo de ‘Tasta' se conscran i notas hechas por éste y por Tathemer con feferenin al proyecto, Se dice cou zepecto a ia tess sobre el uso alternativo a Los cambios de Hinea resultantes del VI Gongreso y de los me- ses que lo hablan precedids sc relacionaban con ef andlisis general de Ja situacién. (Fero esa relacién era mds que compleja.) En la resolucién, la evolucién mundial posterior a 1918 se dividia en tres periodos: después del periodo de crisis de posguerra del capitalismo venia en £923 “un perfodo de gradual estabilizacién relativa del sis- tema capitalista” gue Ja resolucién caracterizaba por el aumento de influencia de Jos partidos comunistas (aunque las cifras demostraban Jo contrario). E) aumento del nivel eoondinico prebélico en la Unita Soviética yen el mundo capitalista constitus, segxim las tesis del VI Congreso, 1s iniciacién del tercer periodo que era caracterizado asl: “Para el mundo capitalista, este periodo es el de un rapido des emolvimiento de la técnica, un intenso crecimiento de los cartels, de los trusts, de las tendencias del capitalismo: de estado y, conjum tamente, el de un poderoso descnvolvimiento de las contradicciones de Ja economia mundial, moviéndose en formas determinadas en todo el curso anterior de la crisis del capitalismo (mercados redu- cidos, existencia de la Unién Soviética, movimientos coloniales, agu- dizacién de las contradicciones internas del imperialismo). Este te cer periode, que ha agravads particulacutente la contradiccién exis- tente entre el crecimiento de Jas fuerzas productivas y la reduccién de los mereados, hace inevitable una nueva fase de guertas entre estades imperialistas, de guerras de estos ltimos contra la uass, de gnerras de liberacién nacional contra los imperialistas y sus inter venciones, de gigantescas batallas de clase. Al agudizar las contradic- ciones internacionales (contradicciones entre los paises capitalistas y Ja uss, ocupacitn militar del norte de China como comienzo de su desmembramniento y de la Incha entre los imperialistas, etc.) y las contradicciones internas en los paises capitalistas (tadicalizaci6n de las masas obreras, intensificacién de la lucha de clases), al desencadenar Ios movimientos cofoniales (China, India, Egipto, Sitia) este periodo conduce fatalmente, por un nuevo deseavolvic miento de las contradicciones de 1a estabilizacién capitalista, a un “CLASE CONTRA Clas! de Tas alas dotecha ¢ ioquiesds de la, socialdemorracia y sebre Ia izquionds cconsiderada su fracciém mis peligecsa: “‘Wsto es objetivamente cierto, Peco la fonnulaciby tiene el defecto de concebir a Ja actividad socialdemdcrata como tum teatro de titeres que on operador oculty hace aparecer altemativamente ex. a escena{...[ la siequierda» soeialdemécrata ya 0 es nna

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