Antiguamente en Rioja ninguna persona poda desplazarse en el pueblo a media noche,
porque a esa hora sala de la laguna de Rupacucha una enorme pierna gruesa e irregular con un pie en forma de abanico, era la pierna embrujada que caminaba a saltos y persegua a patadas a los transentes nocturnos en busca de placer, hacindoles correr aterrorizados hasta sus casas. Luego retornada a la laguna hasta la noche siguiente, exigiendo una regla de vida: El dia para trabajar y la noche para descansar