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EL HOMBRE UNIDIMENSIONAL

La sociedad en la que ahora vivimos industrializada e institucionalizada ha llegado


a ser lo que es actualmente gracias a las grandes revoluciones y cambios que
hemos vivido durante la historia del mundo, podramos decir que hoy en da los
derechos son inalienables, que son respetados y estamos progresando como
humanidad, pero la triste realidad es que no. Los derechos y garantas son letra
plasmada y muerta que no se ejerce como la libertad de pensamiento, de expresin;
son opacados por la produccin de grandes empresas.

Pensamos que somos libres por ser un pas democrtico que delega
funciones a los aparatos que regulan y rigen el pas, pero seguimos sometidos a un
sistema poltico que nos direcciona a un callejn sin salida, ni libros ni educacin, lo
nico que nos predican es el consumir y ayudar a subsistir a las empresas que
abarcan y acaban cada vez ms con los recursos naturales.

Hemos dejado que la tecnologa tome nuestro lugar en el mundo, desde el


trabajo: sustituyndonos y convirtindonos en simples manos de obra, es un
avance la tecnologa para el crecimiento intelectual del hombre?, o es un retraso
de la humanidad hacia la ignorancia? Herbert Marcuse en El hombre unidimensional
menciona a la sociedad libre como: libertad poltica significara la liberacin de los
individuos de una poltica sobre la que no ejercen ningn control efectivo, la libertad
intelectual significara la restauracin del pensamiento individual absorbido ahora
por la comunicacin y adoctrinamiento de masas, la abolicin de la opinin
pblica junto con sus creadores.

Somos realmente libres o nos hacen creer que somos libres? No tenemos
control de nuestras vidas ni de nuestras decisiones, estamos sujetos a la economa,
que cualquier cambio en la situacin financiera mundialmente afecta nuestro
trabajo, salud, educacin, salarios; estamos sujetos a la poltica, los representantes
del gobierno juegan con los impuestos y nos engaan mediante los medios de
comunicacin creando cualquier cosa que les convenga a ellos, sin importarles la
opinin del pueblo.

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