pierre bourdieu
jean-claude passeron
los herederos
los estudiantes y la culturaTrastccdn de Marcos Mayer pierre bourdieu
jean-claude passeron
los herederos
los estudiantes y la cultura
KK kissoo
il
“ilo veirtune editores argentin
TTucumén 1621 7" x (€10R0aAG), Buenos Aires, Argentina
‘ilo velntuno edtores, aa. do 6:
(Cerro de! agua 248, Delegacin Coyoacin (04310), DE, México
alo velntiuno de eapafe editores, 2.3,
€/Menénder Pda, m1 (28006) Madrid, Espa
et nergy, pal dana cade du Programe ie
4 Det Vitra Om, Bnf t ttion
(be Ministre de Affe anges du Servic Cid
(etambstoe de Pens Aen
ta obra, pblicada en el marco del Programa de Avia
sh Edie Victoria Ocampo, ha sido beneficial cone yo
del Ministero de ArantorExtranjeroey del servicio cultural
de lambada de Francia en Argentina,
Bourdieu, Pierre
Los herederos os estudiantes yla cultura / Pierre Bourdieu y Jean
Glaude Passeron, - 2a ed. Buenos Aires: Siglo XXI Editores Argentina,
2009. // 216 p. ; 21x14 cm. (Biblioteca clisiea de Siglo XX1)
‘Traducido por: Marcos Mayer
ISBN 978-987.629.067.8
1. Sociologia de fa Cultura. I, Passes
trad, IN. Titulo, // CDD 306
Jean-Claude IL Mayer, Marcos,
‘Titulo original: Les hits. Lr éudisnss ele ele,
1964, Les Editions de Minuit
2008, Siglo XXT Editores Argentina S.A.
Edici6n al cuidado de Ricardo Sidicaro
Disefio de portada: tholon kins,
Tred, arg. 2008,
2 ed. ang. revisada: 2009
ISBN 978.987-629.067.8
Impreso en Artes Graficas Delsur // Alte. Solier 2450, Avellaneda
fen marzo de 2009
Hecho el depésito que marca la ley 11.723
Impreso en Argentina ~ Made in Argentina
Indice
La sociologia segtin Pierre Bourdieu, por Ricardo Siticaro
Advertencia
1. Lacleccion de los elegidos
2, Juego serio y juego de lo serio
8. zAprendices 0 aprendices de brujo?
Conclusion
Apéndices
‘Apéndice 1. Los estudiantes en Francia
Apéndice 2. Algunos documentos y resultados de encuestas
{nice de temas y de nombres
Ix
u
47
al
101
15
7
11
183La sociologia segin Pierre Bourdieu
: por Ricardo Sidicaro
A.cuarenta afios de su primera edicién francesa el libro de Pierre
Bourdieu y Jean-Claude Passeron Les Heritiers, les étudiants et la cultw-
1 se ha convertido en tun moderno clisico de la sociologia que inte-
resa tanto por sus conteniddos como por a estrategia analitica que pro-
pone. Por cierto, la combinacién presente en ese texto de formas
rigurosas de investigacién empirica con una reflexién conceptual,
ue insertaba los andisis en una teoria novedosa sobre las sociedades
modernas y sus conflictos, motivé su atraccién. Los estudios sobre
Jos sistemas escolaresy la prcticasculturales, emas predilectos de las
primeras investigaciones del grupo formado en torna a Bourdieu,
rompieron con los encuadres habituales para tratar esas cuestiones
al remit la explicacionesa la dinamica del conjunto de la sociedad
;més espeeificamente, alos mecanismos de violencia simbslica que
legitiman las relaciones de dominacién y de desigualdad social. Le
var dicha éptica a Ambitos de Ia vida social donde las personas par
cipan casi totalmiente libres de prevenciones al compartir las creen-
cias de que se trata de instancias al servicio del interés general o de
{que favorecen el progreso de todos por igual supuso introducir una
‘isién critica en dominios en los que se asentaban significativas it
siones sociales ¢ individuales.
La difusién inicial de Los Herederos encontr6 plblicos distintos y
con expectativas contradictorias: En el movimiento estadiantil del
‘Mayo francés de 1968, muchos leyeron el libro como la denuncia de
un sistema escolar y universitario cerrado al acceso de las clases po-
pulares y que servia para beneficiar a los hijos de los sectores pri
legiados. Los especialistas en sociologia de la educaci6n, sobre todo
* paris, Minuit, 1964
EWinock, Michel: Le sce des ntlectuas, Pa
+ Seu, 1997, p. 582,x RICARDO SIDICARO
aquellos que buscaban las reformas de las instituciones educativas,
reaccionaron contra una interpretacién que juzgaron demasiado es-
tructural y que no parecia dejar espacio a las mejoras parciales y ob-
Jjetaron la invasi6n “sociologista y reproduccionista” de los bourdieu-
sianos,? que estimaron incompatible con la defensa de Ia educacién,
piiblica.‘ Como muestra de que las perspectivas conceptuales de Bour-
dieu no se articulan en armonfa con los entnciados de los actores, es
suficiente mencionar la explicacién propuesta en su libro Homo aca-
demicus sobre los acontecimientos de Mayo del 68, muy distinta a las,
interpretaciones propuestas por los estudiantes entonces movilizados;
por otra parte, el autor no s6lo rechazé reiteradamente pensar en tér-
rinos “reproduccionistas”, sino que, ademas, participé de la elabo-
raci6n de ideas para reformar las instituciones educativas para tratar
de neutralizar en alguna medida los efectos estrvcturales encontra-
dos en su investigacién;® en cuanto su posicién sobre la defensa de
la educacién piblica, cabe sefialar que en los afios noventa, en su im-
puignacién intelectual al neoliberalismo, sus andlisisrelacionales lo
‘mostraron contrario a la interpretacién ontol6gica de los sistemas
educativos, alos que juzg6 necesario resguardar en tanto dimensio-
nes de acceso a lo universal a pesar de operar en la reproduccién de
las desigualdades sociales
El objetivo de esta breve presentacion es abordar las ideas de
Bourdieu sobre la utilidad politica y social de la sociologia, una de las,
preocupaciones centrales de la concepcién expuesta en sus investiga-
S Véase Van Haecht, Anne, La escula va a examen, Preguntas a a silo de
(a educacién, Buenos Aires, BiblosMifio y Davila, 2002.
“ Sobre las instrumentaciones ideoldgicasintentadas a partir de wna lectu-
sa descontextualizada de Bourdieu pars tratar de fundamentar la realcacion de
refornoas neolberales de la educacién publica en Latinoamérica, véanse las per-
sinenteseitcas de Rubinich, Lucas, La conformaciin de un clima cultural. Nebr
smo yunivesdad, Buenos Aires, UBA-Libros del Rojas, 2001
Bourdieu, Pierte, Homo academicus, Paris, Minuit, 1984, cap. 5, Le moment
cxtique.
“Efe las partcipaciones de Pierre Bourdiew en comisiones para proponer
reformas de la edwcarién, a mas conocida es la del Collége de France, que en
1989 prodyj el informe "Principies para una reflexién sobre los contenidos de
LASOGIOLOGIA SEGUN PIERRE BOURDIEU x
ciones més eruditas y en muchos articulos e intervenciones en foros
académicos y sociales. El corpus es amplio y permite resaltar los linea-
‘mientos fundamentales de sus pesiciones, asi como situar algunas dis-
cusiones vineuladas, directa o indirectamente, con el tema escogido.
La sociologia como critica social
‘Transformado en socidlogo de moda en su momento mas cues:
tionador, y cuestionado, Bourdieu obtuvo una alta popularidad en al-
‘unos ptiblicos que parecieron considerar que usar palabras bour-
dieusianas constituia un signo de dstincién, que daba una tonalidad
renovada a ideas, posiciones y desempefios que, paradéjicamente,
habian sido analizados y desmitificados por la sociologia bourdieusia-
za. No fueron pocos los intelectuales del viejo marxismo economics:
‘a, los un tanto mas moclernos etnometod logos, los profesores de le-
tras pasados a los estudios culturales o tos consultores de ciencias de
la educacién que intentaron reconvertir sus capitales originarios tra-
duciéndolos a las nociones acuiiadas por Bourdieu. Sin duda, todos
encontraron en el socidlogo francés consideraciones tedricas que ne-
cesariamente debfan molestar sus intereses 0 que revelaban el senti-
do de sus disputas en los campos en los que participaban, y al asumir
las formas discursivas bourdieusianas contribuyeron a neutralizar, ba-
jo definiciones mas 0 menos vacias, su potencial heuristic y critic.
‘La recuperacién que hizo la prensa comercial de algunos textos de
Bourdieu, a quien present6 como un sociélogo parisiense, rebelde y
sensible a los temas de la pobreza, de la exclusion social o de la glo-
balizacién, lo situé en tos sistemas de pensamiento déxicos, que hacen
banales yaceptables los mecanismos de dominacién social, ya los que
Bourdieu solia dirigir frecuentes y fundadas eriticas.
‘ensefianza", publicado en Bourdieu, Pierre, Capital ultra, escudayexacio social,
‘México, Siglo XXI, 1997, pp. 120:144, Una versin ditintaycon un lenguaje mas
bourdieusiano fue edtada por el Collége de France, Pars, 1985, com el titulo Pro
positions our Uenseignement de Taveni.Elabre dla demande de Monsicut le prisidente
ela Republique ares profseurs du Collie de Prancex RICARDO SIDICARO
Muchas de las objeciones formuladas a las teorfas de Bourdieu
parecieron estar inspiradas en lecturas formalistas, favorecidas por
sus propios restimenes de sus conceptos principales, repetidos con li-
‘geras variaciones en varias oportunidades. A pesar de haber previsto
los riesgos de ese estilo de interpretacién y de insistir en la necesidad
de rechazar las falsas dicotomias, los cédigos del lenguaje operaron
cen tanto reglas opresivas y de poco sirvieron sus frecuentes aclaracio-
nes, correcciones y precauciones sobre el problema: “seria necesario
vitar totalmente el hablar de los conceptos por si mismos, exponién-
dose a ser esquemético y formal a la vez"? La consecuencia fue una
difusién de sus ideas que, a la vez que resaltaba el formalismo de sus
‘conceptos sistematicos, dejaba de lado las intesesantes tramas tedri-
cas y empiricas con las que construyé sus explicaciones socioldgicas
Asi, equivocadamente, sus contribuciones pudieron verse como més
interesadas por las cosas de la ligica que or la Ligica de las casa, repro-
‘he que ditigia frecuentemente al formalismo de muchos economis-
tas, de cientistas politicos y de socisiogas.
Por el contrario, las perspectivas teéricas de Bourdieu, adaptadas
alas necesidades de la investigaci6n, y sin ser totalmente compartidas,
¢stimularon la produccién de nuevos conocimientos en practicamer
te todas las disciplinas de las ciencias sociales. Los investigadoresjéve-
nes hallaron en su obra conceptos y métodos para “entrar”, a veces
‘con hergjias, en campos de las ciencias sociales reacios ala innovacién
yen los que las repeticiones de los “estados de la cuestién” operan co-
mo verdadesos mecanismos de control del Bstado sobre la cuestion. Proba-
blemente, la invtacién a pensar sobre tos usos de la ciencia y sobre las
reglas del mundo académico y de la educacién fueron elementos que
incidieron en la ambigtiedad que, en muchos casos, generé la recep-
cidn de sus trabajos. En sus teorias estaban expuestas, desde sus ini-
cios, muchas de las consideraciones que llevaron a Bourdieu a incre-
‘mentar stt participacidn en la arena publica, uniendo la accién
"
8 Boudon, Raymond, Lidéooge ou origin dvi recues, Pas, Fayaed, 1986,
. 228, Para Boudon, el estilo expositivo de Bourdieu deberia entenderse como,
lun conjunto de recursos retéricos para neutralizar“eficazmente los efectos mi.
0s potencies de ss teat", p. 227,OK RICARDO SIDICARO
‘pesimista con respecto a la posibilidad de crear una sociedad mejor,
ms justa”. En otro de sus textos, Alexander planteé un tema suge-
rente para pensar el lugar que asigna Bourdieu a las practicas y a los
bienes culturales y lo criticé por rebajar su estatuto al de un elemen-
to de las relaciones de dominacisn y de desigualdad social, lo que dis-
minuia su significado en la construccién de lo social.”
Para qué sociélogos?
Las perspectivassocioligicas de Pierte Bourdieu abrieron mil
Sples debates en el campo de las ciencias sociales, ylo que pudo limi
tarse alas discusiones sobre teoriasy métodos se encontr6, desde un
primer momento, totalmente articulado con sus propuestas sobre la
uilidad politica y social de los conocimientos producidos por Ia dis-
ina, Mis tarde, sus intervenciones en la arena pablica, preocep-
do por enfrentarlsiniciativas y las consecuencias de las poitcasneo-
liberals en los més dsimiles ambos de la vida socal lo condujeron
2 participar en publicaciones, en foros yen discusiones con actores
en fos que intenté llevar ala prctica sus prédicas sobre la relacién
entre la sociologiay las luchas sociales. En muchos de sus escritos de
Ja década del 90 sobre las urgencias politicas no slo allané sx extilo,
Sino que, ademas, perdi6 en profndidad para situar los temas que
Jo convocaban, bimitando sus respuesta a cuestiones mucho més in-
rmediatas que las abordadas en momentos anteriores.
Frente a una sociedad que se desestructuraba, las teorfas de
Bourdieu y el ofcio y las predisposiciones acumuladas en tas con-
cionessociohstrieas preccdentesparecieron poncr Kmites aa cons
trucidn rigurosay sistemtica de nuevos objetos de investigacion ya
t Alexander, Jllrey, Fn de Stic Socal Theory. Relativism, reduction, and the
robe of reason, New York, Verso, 1905, p. 192
Alexander, Jeflre, "Sociologia eultural o sociologia de la ew turd? Hada
‘un programa fuerte para la segunda venttiva de la sociologi” (en colaboracién
‘con Philip Smith), en Alexander, Jeffrey, Sciolgia cultural Formas de clasifccion
(os secedadescompljas, México, Anthropes, 2000, pp, 44-47.
"4A SOCIOLOGIA SEGUN PIERRE BOURDIEL ood
jas preguntas sobre la adecuacién permanente de los conceptos. Sus
textos y reflexiones sobre el neoliberalismo se dedicaron a combatir
las iniciativas politicase ideolégicas de quienes se beneficiaban o ab-
dicaban ante los nuevos poderes pero, por el mismo cardcter del cam-
‘Po politico-en que éstas contribuciones se hicieron, tuvieron las mar-
fas de las argumentaciones en él desarrolladas. Por otra parte, en
temas tales como el de la mundializacién (o globalizacién), sin una
Inbor de indagacidn cientifica sobre los numerosos tipos de realida-
desy efectos nacionales y regionales, e! pensamiento asociado ai cam-
o politico, sea en sus particularidades francesas 0 europeas, no pro-
Porcionaba sino un estrecho conjunto de anilisis y observables
fempiricos con la consiguiente dificultad para elaborar conceptos ge-
nevales.*
En La miseria del mundo, los bourdieusianos describieron bien la
declinacin de las anteriores estructuras sociales y el desconcierto de
Jos actores que habjan incorporado habitusen las conformaciones so-
ciohistéricas precedentes, ahora en crisis o en vias de desaparicion.*”
Eras mismas situaciones anteriores del perfodo de apogeo de la inte-
{gracién social, con sus mecanismos “suaves" de desigualdad y de de-
rminacién, con el Estado benefactor y la escolaridad que prepara pi
18 el pleno empleo, con los partidos conservadores y socialistas
coincidiendo en la preservacién y la ampliacién de las regulaciones
plblicas, habian sido las investigadas por Bourdieu y sus equipos
cuando forjaron sus originales perspectiva tesricas
Seguramente, después de tastos cambios sociales, econémicos,
politicos y culturales, después de las muchas lecturas que se realiza.
rin de a obra de Bourdieu, para hallar conceptos que conduzcan a
‘nuevos conocimientos y no a la repeticién escolistca, surgirén inves-
tigaciones sobre las estructuras y las acciones sociales caracteristcas
% En Bourdieu, Pierre, Las estructura sociales dela economia, Buenos Aives,
‘Manantial, 2001, e desarrlln proposiciones que van ual del tema de intes-
‘igacién punteal que indican I eventual intencién de abordar en una indagacion
de largo aleance las nuevas formas de dominacién econémica mundial
* Al respecto, véase Bourdieu, Pierre, "La dimisin del Estado", en La mise
‘ia del mundo (com la direccin de Pierre Bourdieu), Buenos Aires, Fondo de Gul
tura Econémica, 1999, pp. 161-166.200d RICARDO SIDICARO
de las sociedades transformadas por el neoliberalismo y las politicas
dde mundializacin o de globalizacién. En cuanto alas ideas de Bour-
dieu sobre la utilidad politica y social de la sociologia y de los cono-
cimientos desmitificadores por ella producidos, no es arriesgado su-
poner que el tema ha ganado una extraordinaria actualidad en las
sociedades occidentales de alto y mediano desarrollo econémico, so-
cial y cultural, ya que en ellas las relaciones de dominacion y de desi-
ggualdad social, asi como las diversas formas de violencia materiales y
simibélicas, asumieron, en comparacién con el perfodo del capitals
‘mo integrador, una presencia y un significado muy superior.
Agreguemios, por tltimo, que en las sociedades en las que se en-
ccuentran institucionalizados los estudios e investigaciones de sociolo-
sa, las fracturas sociales y elitistas que produjeron las politicas neoli-
berales no crearon las mejores condiciones, objetivas ni subjetivas,
‘para la asimilacién orgénica de los socislogos a las profesiones liga-
dasa la reproducci6n de los sistemas de poder politico, cultural 0 €¢o-
némico. Con la “dimisién estaal” a la realizaci6n de politicas pibli-
cas de integracién social, también se redujeron los espacios de
participacién de los socislogos en “la mano izquierda del Estado”.
No seria sorprendente que en las situaciones de redefiniciOn que son,
‘prapias a todas Las esferas de actividades de las sociedades contempo-
réneas, crezca el mimero de aquellos que se formulen la recurrente
pregunta “:Para qué socidlogos?" y que discutan la respuesta de Pie-
sre Bourdieu,
Buenos Aires, 2003
5 Eider, p. 168,
Este ensayo se basa principalmente en un conjunto de investiga-
nes que hemos realizado en el marco del Centro de Sociologia Eu
ftopea y cuyos resultados completos han aparecido por otra va, a par~
tir de estadisticas provistas por el INSEE y el BUS, y basindonos en
studios monogrificos o preinvestigaciones realizadas por nosotros
6, bajo nuestra direccién, por estudiantes de sociologia de Lille y de
Parfs, constituidos en grupos de trabajo o de manera aislada: el cono-
‘emiento entre estudiantes (GTU de Lille), la ansiedad ante los exi-
‘menes (por B. Vernier), un intento de integracién (GTU de Lille) el
ecio entre los estudiantes (por G. Le Bourgeois) el estudiante visto
por los estudiantes (GTU de Paris), el grupo de teatro antiguo de la
Sorbona y su piiblico (GTU de Paris).
Si no hemos recurrido més que excepcionalmente a otras inves-
Ligaciones referidas al conjunto de la poblacién estudiantil o a otras,
facultades (los estudiantes y la politica, los usuarios de la biblioteca
luniversitaria de Lille, los estudiantes de medicina, las estudiantes), en
resumen, si los estudiantes de letras ocupan un lugar particular en
‘nuestro analisses, como se ver més adelante, porque reflejan ce mo-
do ejemplar la relacién con la cultura que hemos tomado como obje-
to. Finalmente, no ignoramos que al elegiraislar un andlisis que pri-
vilegia lo cultural dentro de un conjunto de investigaciones en curso
sobre la cultura y la edutcacién, nos exponemos a aparecer reduucidos
aun Ginico universo de cuestiones posibles. ¢Pero no es necesario co-
rrer ¢se riesgo para comprender el problema fundamental que el en-
foque ritual del tema logra casi siempre disimular?
Pierre Bourdieu y Jean-Claude Passeron, Les tudiants ot leurs eudes, Cahiers
du Centre de sociologie européenne, publicackin de la Ecole pratique des hau
tes études, Mouton et C*, Pars, 1964,
2x. infra, p201. LA ELECCION
DE LOS ELEGIDOS“Entze os inion de Norteamérica, eh comportamiento del vsionari era
altamente refinado, El joven que no habia ‘elegide todavia una vision’ era
hhabitualmtnte enviado a escuchar los numerosos relatos de las visiones que
hhabian tenido los demés hombres, relatos que describian en detalle el tipo
de experiencia que debia considerarse como una ‘verdadera visién’ y elt:
po especial de circunstancia (...) que daba validez a un encuentro sobrenz
I visionario el poder de cazar, de le-
taal y queen conseccna cone
Car adel na empress poererayassuesamente Ase es oa
2 pest de ques lato wo aban deals sore qu habla ito lr
‘that. Un amen mica profunidad aca pct carament qc
‘i nora a expecencia mea dererdeamentacebles cua
ta quela ture an un métedo culdaeramente tendo para comer
‘ar para cera aia iherenca de npetenencinsasocieda de one
Chieror. En principio, nvada en Insotedad estab adda po una
sn cement scan, pete dogma vein el tal navn ea una
cxpercncia mica no pein que todo joven pada busca y encontrar
taba contaalanceata por el sett my caaesament ard,
feria dolo qu const una edadra vison, Lojvenes qe ese
ban ent en aso del poser dean eae en sled, a
{pet ycomarss sons alorancianos odes pr queveles smc
Sno eran miemboo des amias de ie ques von no ea tenn
waRcaRerMeAd, Continuites in Cultural Evolution
I
cAleanza con comprobar y deplorar Ia desigual representa-
cin de las diferentes clases sociales en la ensefianza superior pa-
ra cerciorarse, una vez mds, de las desigualdades ante la educa-
in? Cuando se dice y se repite que no hay mas que el 6% de hijos
de obreros en la ensefianza superior, zhay que sacar de esto la con-
clusién de que el medio estudiantil es un medio burgués? O cuan-
do sustituimos el hecho por la protesta contra el hecho, gacaso no
nos esforzamos, la mayor parte de las veces con éxito, por persua-
dirnos de que un grupo capaz de protestar contra su propio pri-
vilegio no es un grupo privilegiado?
Sin duda, en el nivel de la ensefianza superior, la desigualdad
inicial de las diversas capas sociales ante la educacién se muestra
ante todo en el hecho de que estan muy desigualmente represen:
‘adas. Pero habria que observar que el porcentaje de estudiantes
originarios de las diversas clases refleja S6lo de modo incompleto
la desigualdad educativa, siendo las categorias sociales mas repre-
sentadas en la educaci6n superior al mismo tiempo las menos re-
presentadas dentro de la poblaci6n activa. Un célculo aproxima-
tivo de las posibilidades de acceder a la universidad segiin la
profesién del padre hace aparecer que van desde menos de una
posibilidad entre cien para los hijos de los asalariados agricolas a
cerca de 70 para los hijos de industriales y a mas de 80 para quie-
nes provienen de familias donde se ejercen profesiones liberates,
Esta estadistica hace evidente que el sistema educativo pone obje-
tivamente en funcionamiento una eliminaci6n de las clases mas
desfavorecidas bastante mas total de lo que se cree. Pero es menos
habitual que se perciban ciertas formas ocultas de la desigualdad
ante la educacion, como la relegacién de los nifios de clases infe-4 PIERRE BOURDIEU YJEAN CLAUDE PASSERON
riores y medias en ciertas
en los estudios.
.ciplinas y su retraso o estancamiento
En las posibilidades de acceder a la ensefianza superior s¢
lee el resultado de una seleccién que se ejerce a todo lo largo
del recorrido educativo con un rigor muy desigual segrin el ex
‘gen social de los sujetos. En realidad, para las clases més des-
favorecidas, se trata de una simple y pura eliminacién. El hi-
jo de una familia de clase alta tiene 80 veces mas chances de
‘entrar en la universidad que el hijo de un asalariado rural y 40
veces més que el hijo de un obrero; sus posibilidades son in-
‘luso el doble de las de alguien de clase media. Estas estadisti-
‘eas permiten distinguir cuatro niveles de utilizacién de la en-
seiianza superior: las posibilidades de enviar a sus hijos a la
facultad de las categorias mas desfavorecidas son hoy mas que
‘nada formales (menos de 5 chances sobre 100); ciertas catego-
fas medias (empleados, artesanos, comerciantes), cuyo por
centaje ha aumentado en los tltimos afios, tienen entre 10 y
15 posibikidades sobre 100. Luego se observa una duplicacién
de las posibilidades en los sectores medios (casi 30 posibilida-
des sobre 100) y una nueva duplicacién en los sectores supe-
ores ylas profesiones liberales, cuyas posibilidades se acercan
al 60 sobre 100. Aunque no sean consideradas conscientemen-
te por los interesados, estas variaciones tan fuertes en las posi-
Dilidades educativas objetivas se expresan de mil maneras en
cel campo de las percepciones cotidianas y determinan, de
acuerdo con el medio social, una imagen de los estudios supe-
riores como futuro “imposible”, “posible” o “normal” que se
‘convierte a su vez en determinante de las vocaciones educati-
vas. Un integrante de clase alta, con més de una posibilidad sobre
dos de concurrir a la facultad y que siente a su alrededor, ¢ in-