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La noche viene por m

majestuosa,

imponente,

embriagadora,

alucinante.

La noche viene y yo estoy aqu

rendido,

al borde del camino,

moribundo,

sumido en el pantano

araando con mis manos los ltimos resquicios de humanidad

flotando entre paralticos

con la mirada perdida

el sentido olvidado en algn lugar

la mochila al hombro

y unos cuantos cigarrillos liados

poemas en mi bolsillo

palabras por todas partes

recuerdos enfermizos

dolor, miedo, angustia

calma,
tormenta

la noche es ms de lo que aparenta.

La noche viene por m

y yo me entrego a ella

con pasin desatada

escribindole como a una musa ms

entra tantas,

t,

entre todas.

La muerte viene por m

y yo la invito a una copa.

Me habla de su vida,

me pregunta por la ma

me dice que resista,

que an no es momento.

Le digo que me ayude,

que la vida se puso en mi contra.

Me dice que est tranquilo

que es parte del juego.


Los das transcurren

veloces

como una bala disparada en la sien

fugaces

como viento de otoo

incapaces

de imponerse.

Y as corren los das, llevando consigo

el presagio

de que la noche se acerca.

Y que viene por m.

Y por ti.

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