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antropologia americana TUT FANAMEKICANU Di GEUUKAMIA & HISIUIIA, 2009-2013 PRESIDENTE Prof, Héctor O., Pena Argentina VICEPRESIDENTE M.Sc. Bruce W Presrve UA 'SECRETARIO GENERAL MS. Saningo Borero Mais ‘Colombia COMISION DE CARTOGRAFIA COMISION DE GEOGRAFIA (Argetina) Prenente: Prof Hector 0.1 Pena Vicepesdente Vicepreidente: (Cel Rodrigo Marana Nadal (pordesiana) COMISION DE HISTORIA COMISION DE GEOFISICA ‘Gr (Costa Ric) President: Presidente Dra. Mari Cristina Mick Seatamacchin Dr. Waker Femander Rot Vicereidete: Viceresident: Dr. Carls de Ames Prado acer IM. Se Walter Montero Ponty COMITE DE ANTROPOLOGIA Y ARQUEOLOGIA ‘Coordnador: Dr resto Vargas (México) Sra. Vitoria Caso Rots Se Fredy Bra Pana Prot, Amit Nr Pola Marca Camas Paresty Pen ‘De Mize Corer Guerero ‘Le. Gerald Zahing Stocher Rep Dominicana Sr Ferando Merb Lazer Se Cares Esetan Deve Urapuay Prot Etuardo Acoma y Lam Vesenele ‘Le Rodrigo Nave Alejandro Lie armando bartra’ campesindios. aproximaciones a los campesinos de un continente colonizado do Yucatin estaba en manos de 200 propietarios, frbol y era vendido cor la medida en que los sacri justificados. Lo demas es asunt + Comeoeletnicn:pritinam200W yahoo comm tuna entrevista realizada en 2007, el vicepresidente de Bolivia, Alvaro Gar- Es una revuelta simbolica en las mentes y en las percepciones de las personas. Evo significa el quiebre de un imaginario y un horizonte de posibilidades restrin- sido a la subalternidad de los indigenas” tre uno y otro planteo trascurren misma: en las sociedades indigena sustentada en el de la emancipacién. Y ut forman las mujeres y los hombres dé conémica en la comunidad agraria y suscita el trajin de los campesindios, historia. magnas narratvas y los ran paulatinamente desertados por no dar razon del mundo realmente existent. En la izquierda naufrag6, entre otros, el dogma de que cursibamos la ‘mayor: la del determinismo histérico providencialista, Un mito ideols- ‘gico compartido por los creyentes del tanto en versién capita- lista: un reino futuro de opulencia lual, como en versién socialista: un reino futuro de opulencia ‘cuando las prospec tivas fatale, los futuros prepagados, las clases elegidas y los cheques posdatados a cuenta de bienestar se desacreditan, caen en desgracia también los histrionismos estelares y los grandes discursos histicos, ah loriadis y Alain Touraine, les de izquierda que en Ia se- 4 ROLETIN DE AXTROPOLOGLA AMERICANA « 44 -ENERO.DICIEMBRE 008 YY no es casual que Thompson sea historiador, porque las clases se conforman politicamente en largos procesos histéricos y se aprehenden intelectualmente a lases tienen efectos sociales, centre otros, y dejan huellas ‘ocupan, pero la clave de su son capaces de conformar {Gor Sfemplo ae easionalmosy is ‘context, la ria a fas tentaciones reduocionistas y la postulacién de un repertorio de movimientos y actores de diferente calibre y més comprensivo que el de las clases canénicas, hubiera sido un avance neto en el pensamiento social. Lastima que en el camino se perdieran ciertas dimensiones que siendo ‘consustanciales a las clases ya no lo son a los actores debutantes. clases son entes globales aun si se actual scala nacional, regional y local. Podriamos decir, parafraseando a Immanuel Wallerstein, que por su contenido las clases de un sistema-mundo como el capita- lista, son clases-mundo. Las clases son también entes histéricas, no sdlo como producto de un mis o menos prolongado devenir, sino como gestoras de futuro. Y |a historia que construyen —aun si a veces los resultados discrepan de los prop- sitos pues, ya lo sabia Sartre, estén marcados pot Ia contrafinalidad— es por su perspectiva una historia mundial, como lo es el sistema en que se gestan. idad historicidad de las clases que no se reducen a un deber ser, a un uramente deductivo, pues las sucesivas globali sobremanera los flujos materiales y espirituales que recor pero también de inter- internacionales obreras, dcratas, socialistas, social- sdemécratas, socialcrstianas, de mujeres, de pacifistas, de estudiantes. 10 €8 este quiza el movimient 10 BOLETIN DE ANTROPOLOGIA AMERICANA « 44 ENERO-DICTEMBRE 208 sgularidad que escapa al modelo normativo; construccién de icado capaz de estar en concordancia con una realidad més ‘ética; nueva ruptura de las redes del sistema: y vuelta a esta formulacién, que el “modelo normativo™ no contiene tini- del juego, como quisieran algunos, sino también una hipétesis sobre la estructura del tablero y sobre la naturaleza de las piezas que en él se mue~ ven, es decir una teoria de la sociedad y de la historia. Una clase excéntrica Para quienes hemos elegido el mundo rural como tema predilecto y a los peque- fos productores agricolas como apuesta, seria pérdida grande el abandono del st necesaria puesta al dia, porque los ya aiejos -oncepto clase campesina reverdecieron el reseco Por muchas razones resulté innovador ese ajetreo intelectual, entre ellas por- que mientras que burguesia y proletariado podian deducitse de una matric eco- ‘nomica simple, los campesinos se sustentan en una base compleja y mudable, de tes clases es que el proletariado y la burguesia son centrales mientras que los ‘campesinos se ubican en los mérgenes, son periféricos. Ademas de que, a dife- rencia de los proletarios, los nisticos nunca han sido vistos como predestinadas los salvadores de les, de modo que esto fuera poco, las clases canénicas lo son de la modernidad mi ue, en cuanto a sus raices, el campesinado aparece como premoderno. ‘mente, del proletariado se dice que es una clase progresista que mira al porvenit yy abomnina del pasado —al que juzga infame prehistoria— mientras los campe- xin modo conservadores, pues afioran el pasado, dudan del pro- ichizan el porvenir. Resumiendo: los proletarios van en pos de una ‘utopia racional mientras que los campesinos y los indios persiguen un mito... Mito que es también utopia, pues para ellos la preservacién del pasado cconstruccién del futuro —que representan valores distintos pero no jerérqui- cos— son igualmente vinculantes. Conclusién insoslayable de tod ‘campesinos como clase —a ellos de pensarse como campesinos— tenemos que ‘categoria misma de clase social. Y si resulta que pes Plano los risticos rasos no caben, pues listima por Hay que decir, también, que la presunt tuna clase con pasado pero igualmente con futuro, es deci historicamente viable, no anterior es que si nosotros queremos pens: 1 igual se puede ganar que perder. AI ido deper de, cuando menos en parte, de la participacién de los apostadores en el propi Proceso de autoconstruccién clasista, Sostener que el campes trabajar aqui y ahora para que lo sea. Y si no se pudo... ins, que lo bailado nadie nos lo quit, o designa un jugador de nado a pulso su lugar er todo es pertenecer a una « e8 semejantes, compartir un pas par de un proyecto comin, puesta de futuro. Los campesinos no nace Se hacen campesinos: se inventan a si mismos como actores colect vos en el curso de su hacer, en el movimiento que los convoca, en la accién qu ‘atifica una campesinidad siempre en obra negra. Por si quedara duda de que la condicién campesina no se agota en un modo d Producir y de convivir, una de las organizaciones latinoamericanas mas represer tat campesinado como clase, el brasilefio Movimiento de los Si compuésta principalmente por marginados urbanos y rurales que quic ren ser campesinos y han decidido luchar por ello, No es por lo qué é ¥y Social por lo que han eegide wvanzada de! movimiento campesino mi se autonombran campesinos desde hace rato les cuesta trabajo adoptar el 300 mil ugricultores fi res rurales que, segin ‘maiio. Més aun, se molestaban si alguien los llamaba campesinos: especie nistic propia de otros paises latinoamericanos, que no del suyo. Hizo falta una nuev 12 BOLETIN DE ANTROFOLOGIA AMERICANA + 4 ENERO-DICIEMBRE 2008 ‘ofensiva expropiadora emprendida por el agronegocio; fueron necesarias heroicas luchas en defensa de la tierra, como la de Santiago del Estero a fines de los ochen- ta del siglo pasado: hubo que esperar a que se fueran conformando numerosas reionales 9 proviniaes que en 2005 x ntgaron en socialidad y —eventualmente— conformar ut desde hace mucho, la clase campesina que tack ‘agrarias. Globalidad de la que da razén no ta ‘modo que para documentarla someramente, {to a un apotegma proverbialmente nistico. Ita comunicacién por red para tomé la insurgencia maya de los primeros veinte encabezada por Felipe Carrillo Puerto. Y el flujo ideolégico también va de regreso, pu i ‘erra y Libertad” reaparece en México en incluye la tierra como posesién colectiva de 'a— lo han ido consensuando entre todos en los ires y venires de una historia prolongada. smpre acosados por un orden fiero qué se las tiene sentenciada, los campesi- ‘nos se organizan para resistir. En In base estin lia y la comunidad, que en ‘un mundo host devienen trinchera y parapeto, pero sobre ellas se edifican orga- res de la Hamad: los animaba a todos: la oryanizacién car ) puede dar origer spende de las cone 1M. BOLETIN DE ANTROFOLOGIA AMERICANA + ENERO-DICIEMBRE 2008 ARMANDO BARTRA [CAMPESINDIOS. APROXIMACIONES A LOS CAMPESINOS. 18 16 BOLETIN OF ANTROPOLOGIA AMERICANA « 44 ENERO-DICHEMHRE 2008 representa mejor el ancestral rito de la tauromaquia los paseos con mariposas del ecologismo de cuento de ccockiste con la pequefia y ne aronegocio, yen cara ded del passin ARMANDO BARTRA CAMPESINDIOS. APRONIMACIONES A LOS CAMPESINOS... 17 ismo, lo que no obsta para que tenga la prof terica que le lenario evhos. Ventajas de tener un otigen prec ‘Asi como los labriegos eambian de rostro para persist diversos en el espacio. En una misma época y hasta en un mi pero del que forman parte también y por derecho propi ‘es no directamente agricolas participan de la forma de vi parten el destino de los labradores. Porque los mundos carn ‘en miniatura donde hay division del trabajo, de modo que para formar parte de cllas no se necesita cultivar la tierra, también se puede ser pequefio comerciante, ‘matancero, fondera, mecénico de talachas, partera, peluquero, operador del café internet, maestro, cura, empleado de Ia alcaldia.. Cuando en el agro hay empresas asociativas de productores, son campesinos sus trab agroindustriales, sus técnicos, sus asesores... Y si les forman organizaciones econémicas, sociales 0 estatal, nacional, o internacional, se integran al gr clase de los campe- 1 BOLETIN DE ANTROFOLOGIA AMERICANA + 44 evERO-DICIEM ORE: 2008 ros y profesionistas que animan dichos agrupamientos, cualquiera vida. Pero algo esta cambiando: lo que fuera priva- piiblico y alzando la voz. No sélo icas, también emerge poco a poco su na cosmovisién que descentra la hasta ahora domi agro y que a primera vista le son ajenos. Asi campesino en las redes de protecci cuencia éinica, que establecen los migrant yen 8 combinar tiempos de austeridad y momentos de derroche, que remi= tucesin de periodos de escasez y de abundar hay en el pensamiento mégico, en el Y 3 que al irse erosionando el cimiento socioeconémico de su reproduccién rio’ mediador entre el capital y la naturaleza —funcidn ‘como in ‘en su habitat rural durante siglos no necesariamente se pierden sino poran al equipa ral de Ia diispora y reverdecen en otros iaS y comunitarias de sobrevivencia que icin precaria y discontinua, que es lo que por lo general Desarticulada la base material que soportaba su pote conformacién como clase No sélo el campesino de aqui es distinto del de allé, sino que no es igual el ccampesino de ayer que el de hoy que el de mafiana, Ahora bien, esta pluralidad ARMANDO BARTRA (CAMPESINDIOS, APROXIMACIONES A LOS CAMPESINOS... 19 de dénde? yo percibo dos origenes: uno en los modos diversos de relacionarse con Ta tambig que resulta un polimorfismo socioeconémico extremo que va del trabajo a al autoconsumo, pasando por la agricultura comercial ocasionalmente ‘multicolores. hombres y mujeres heterodoxa, pero no por ello ‘Ser campesino en tierra de indios Si el campesino son los muchos campesinos y su construccién como clase es ‘cuento de nunca acabar, cl campesino especificamer ras originari ido por la migracién en un ambito anglosajén y otro latino, {fragmentado en devenas de estados nacionales a veces hechizos, y fracturado por | economia politica entre un prepotente norte imperial y un escamecido sur ter ‘cermundista nuestro continente es diversidad extrema y con frecuencia enconada, Variedad que no impide la lenta vocacién continental. Y de nuestras diferencias compartimos la izados. Hace 500 aos fuimos invadidos y esto nos marcé a Los americanos de hoy provenimos sobre todo de la poblacién originaria, de la ‘migracién europea y de los afticanos traidos como esclavos. Pero amerindios, criollos, mestizos, mulatos 0 zambos en nuestro origen esti una urticante expe. ‘iencia de conquista y colonizacién que dejé su impronta sobre la sociedad conti- rental, aun la de aquellos paises con escasos vestigios de los originarios y de los. transterrados a fuerzas. “Como en toda sociedad colonizada —escribe Romana Falcén—, el ancho y oscuro fondo de la pirémide social fue ocupado, primordialmente, por aquellos ‘cuyas raices se hunden en culturas anteriores a la conquista. Aunque con el correr del tiempo (los paises) se fueron haciendo intensamente mestizos en lo étnica y lo lernos. son producto del capitalismo y smo. Sélo que hay de campesinos a campesinos y los, s. Los campesinos de por aca son, en irk que no todos tienen porta poco cuando de la clase campesina ccho— ésta tiene una base socioeconémica comp! todos los que de ella forman parte comparten el ‘nen: no todos los campesinos producen alimentos pero la cuestién alimentaria les compete como clase, no todos interactian con ecosistemas muy si no es que contradicciones y a veces se expresan en antagonismos mis o menos los: proverbialmente el que existe entre quienes se desempefian como los pequeiios productores que son parte de sus emplead 8 y en particular ent les y variopintos campesinos, hheterogeneidad, los subalternos rurales coparticipan de socialidades semejantes y ‘comparten enemigos. Subestimar las diferencias en el seno del campesinada es tacticamente peligro- 80. pero sobrestimarlas conlleva un riesgo estratégico: en rusa de 1917 fa incapacidad de la corriente de la hegeménica corriente bolchevique del ido comunista para organizar a los trabajadores de! campo, que a la postre representados por el Partido Social Revolucionario, resulté del incorrecto de Leni clases rurale: y si Comunista Chino, durante la guerra ir el comportamiento de los diferentes sectores {a poblacién rural. En ARMANDO MARTA (CAMPESINDIOS. APRONIMACIONES A LOS CAMPESINOS. 2, ‘Nuestra América, es patente el papel protagénico que en la Bolivia revolucionaris estén teniendo los campesindios, como lo son las diferencias que existen entre indios y mestizos, entre incadescendientes y otras etnias, entre quechuas y ayma ‘as, entre aymaras pobres y acomodados, entre otros. El indio americano es al principio una invencién de la Corona Espaiola Categoria impuesta con fines tributarios pero tambié sormorales pues suplantaba denominaciones autéctonas y establecia una del trabajo y tuna jerarquia social de naturaleza étnica y base comunitaria. Junto a los indio: fueron apareciendo rancheros, granjeros, colonos; labriegos pequefios y media ‘nos que por lo general no eran indios pero tampoco campesinos propiaments dichos. Entre nosotros —que no conocit 1 campesinado feudal del ancien regime ‘europeo— el concepto de campesino, habitualmente asociado al de obrero, desig. nna una clase de las sociedades poscoloniales y es obra de modernidad. Su uso st extiende por el Continente al calor de las mudanzas que arrancan hace un sigk ccon la Revolucién mexicana, trance iniciitico que con la nueva Constitucién y I Reforma Agraria, inst del latin y de la tradicién europea, y no, por ejemplo, cal de aitos més tarde en Bolivia, donde “con la Ré ‘de su especitfica id de este. que lo descubre como su raiz mis profunda Recuperada su verdadera faz, en ‘canos debutan como tales en el escer con los pueblo: Nevo movimiento rural deviene con pertinencia y justicia ut i campesino e indio. Convergencia plural perc ismos pero sin renunciar a sus particularidades ‘campesina” que agruy ellas 84 americanas o caribefias, haya aos, ene corazén de nuestro continente, en el cruce de caminos e historias que es Cen troamérica, La insostayable presencia de lo étnico en el curso modemo de Latinoamérie: ‘se manifests de bulto en las revoluciones agrarias del pasado siglo y después en ¢ ENERO-DICIEM ARE 008 22 OLETIN DE ANTROPOLOGIA AMERICANA « 44 | porque aun en gma encar- las etnias amerindias que sobrevivieron pero también en la duradera mi- nada a los pueblos or que reproduce et propios del rea hasta en la lucha de clases, pero que han estado presentes en las agitaciones cam- Pesinas cuando menos desde el siglo Xi europeo, cuando los herejes recuperaban al ismo primitivo para demandar la igualdad y los milenaristas e recomenzar, una ruptura con el estado restauracion de la pureza 0 de la potencia 8 quienes no mo Profecia ciemtifica de la inevitabitidad del socialism. Pero cua ARMANDO BARTRA CCAMPESINDIOS. APROXIMACIONES ALOS CAMPESINOS... 23 sujeto libertario no es una clase moderna: el proletariado, indios, que reivindican 500 ais de resistencia, ‘te— que la lucha se lene de imagenes, sentimientos, pasado profundo; es previsible y deseable que Ccardcter no solo terrenal sino también simbyico. iado. Me decia hace unos meses Alejan- es Viceministro de Tierras en el gobierno de Evo Morales: ‘o-social de la revolucién agraria es enorme, pero tam- ( ue es aiin mas profundo en los pueblos io, los campesindios de América —como de Turingia que seguian a Tomas la de simbolos donde la utopia se traviste se ritualice y cobre un a tierra, Madrid, Alfaguara, lo cl cazador y el chismoso”, en Contruhistorias, la otra mirada ‘nim. 7, México, septiembre 2006-febrero 2007. Federico Engel Castoriadis, Comelius 2008 EI mundo fragmentado, La 1934. La guerra de campesinos e Faleén, Romana 2003 “Prélogo”, en Florencia E. Mallon, Campesino y nacién. La cons ‘Terramar Fai nit de Mésico y Peri poscoloni Paoli José Francisco y Enrique Montl 1977 Elsocialismo olvidado de Yucatin, México, Siglo XX1 Shanin, Teodor 2008 “Licdes camponesas”, en Eliane Tomiasi Pulino y Joao Edmilson Fabrini (organizadores) Campesinatoe teritéris em disputa, Sao Paulo, Editora Expressao Popular Sironneau, Jean Pierre 1986 “EI retomo del mito y lo imaginario sociopolitico”, en revista Casa del Tiempo, nimero extraordinario 63, 64, 65, abril, mayo, junio, México, Universidad Auténoma Metropolitana >. CIESAS, Colegio de San Luis tores.

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