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nee eo 4S0.\95 SUSy HannajSegal ae " INTRODUCCION A LA OBRA Sol. f doutega DE MELANIE KLEIN , rae ___RUOTECA ID México ‘Titulo original: Introduction tothe Work of Melanie Klein W, Heinemann, Londres ‘Traduccién de Hebe Friedenthal 150.195 Segal, Hanna SEG Tndroduceén a Ta obra de Melanie Klein 1. ed, 16% reimp- Buenos Aires: Paidés, 2008, 128 p.; 20x14 em. (Psicologia profunda) ‘TraduciGn de: Hebe Friedenthal ISBN 950-12-4024-X I."italo- 1, Psicologia Profunda I" edicién, 1965 16" reimpresién, 2003 coos ri ln Seder ei ras ee ae rcedinint,omprenis a repeat tata ine Spicothan oan © 1065 de todas Ins ediciones en castellano Editorial Paidés SAICF ‘Defensa 599, Buenos Aires ‘email. literaria@editorialpaidos.com.ar Ediciones Paids Thévica SA Mariano Cubf, 92, Barcelona Baitorial Paidis Mexicana SA Rubén Dario 118, México DP ‘Queda hecho el depésito que previene In Ley 11.728 Tinpreso en la Argentina. Printed in Argentina, Impreso en Grafica MPS ‘Santingo del Estero 838, Lanis, Buenos Aires, fen febrero de 2003, ‘Tirada! 1500 ejomplares ISBN 950-12-4024-X sslasenoay UNIVERSIDAD ADOLFO IBANEZ| BIBLIOTECA INDICE Pag, Presentaciin de ta yersién eastellana ... ° Libros de Melanie Kies Apradecimientos 1s Tneroduerién oss. eeseeee 1B 1 Fantasia cece 19 ML La posciin_exquio-paranoide ar) MI, nvidia 43 AV, Peicopatologia de ta posiciin cesquizovparanoide "7 V. La posicidn depresiva secsssseeesinseeee TL Vi. Defensas maniaeas 0... cesses 85 VIL, Reparacién seven wa VILL Los ctadion tempranos del complejo de Edips 107 Closrio a PRESENTACION DE LA VERSION CASTELLANA La obra de Melanie Klein, una de las piedras fundamenta- icio del conocimiento psicoanalitizo, ha Tlegado a ser conocida por los lectores de habla castellana a través de la in_de varios de sus libros. ‘Sin embargo, Ia comple- iqueza de los conceptos desarrollades por la teorfa Kieiniana resultaron s6lo.accesibles en forma completa a un jtado de personas: aquellas que pesefan una larga experiencia en el campo de la labor psicoanalti _Estos conceptos son los que se refieren especialmente a los eros estadios del desarrollo del yo, a la existencia de re- laciones de objeto tempranas, 2 Ia influencia de la angustia a partir del nacimiento, a la postulacién de dos etapas. fund: ‘mentales (con sus posiciones esquizo-paranoide y depresiva) tn In evoluciga metal y emocional dello, « le aplicacibn consecuente de las teorias frendianas acerea de In fantasin ine de este libro, que cumple con la finalidad de esclarecer el con- tenido de las ideas Kleinianas, permitiendo que se las pueda apreciar en todo su valor. En la actualidad, en que el psico- anilisis ha traspasado las fronteras del consultorio_ psicoanal tico, es indispensable que Ia teoria de Melanie Klein esté all aleance de los médicos, psiquiatras, psicéloges, socidlogos y estudiantes de diversas disciplinas. Este ha sido el espiritu con que su autora, Hanna Segal, ha escrito este libro, destacando que sus capitules no pretenden 10 HANNA SEGAL sustituir, de ningin modo, la lectura de las obras de Melanie Klein, sino que sélo podrén ser aprovechados si se los considera como “guia” para su lectura ulterior. En mi opinién, este in- tento se ha visto coronado por el mayor de los éxitos, ya que ha logrado exponer en forma sumamente clara y didéctica lo medular de los eonceptos Kleinianos,ilustrndolos con el aporte de valiosos ejemplos clinicos provenientes de su experiencia cen analisis de nifios y adultos. Hanna Segal, analista didactica del I de Londres y mi Internacional, discipula y eficaz colaboradora de Melanie Klein, ha Ilegedo a ocupar, a pesar de su juventud, uno de los puestos ‘mis destacados en la asi llamada “escuela kleiniana” de psico- anilisis. Sus numerosas contribuciones en articulos publicados, aportaciones a los Congresos Psicoanaliticos, rencias han tenido siempre una excelente acogida por su ori- sinalidad. Tnvitada especialmente por la Asociacién Psicoanalitica Ar- gentina, visits Buenos Aires en dos oportunidades. Desarrollé cursos y seminarios sobre las teorias psicoanaliticas de Melanie Klein, dejando una impresién duradera por la capacidad y pro- fundidad con que impartié sus conocimientos. Deseo destacar finalmente la meritoria labor cumplida por jones de la Asociacién Psicoanalitica Argentina en la supervision de la traduecién del libro, especi mente en Io que a la terminologia técnica se refiere. Le6x Grinpene sea LIBROS DE MELANIE KLEIN Esta bibliografia incluye s6lo los libros escritos por Melanie Klein. En el International Journal of Psycho-analysis, 1961, vol. XLU, pigs. 7 y 8, se puede encontrar Ia lista completa de 10s y_articulos. 1932, The Psycho-analysis of Children (Londres, Hogarth; New York, Grove Pres, 1960). Traducciones, Die Psychoanalyse des Kindes (Viena, Internat, Psycho- analytischer Verlag, 1932). EL psicoandlisis de nifios (Buenos Aires, Hormé, 1964). 2da. wdicién. La Psychanalyse des Enfants (Paris, Presses Univ. de France, 1959). 1948. Contributions to Psycho-analysis, 1921-1945 (Londres, Hogarth). Versién castellana: Contribaciones al_ sic andlisis, Buenos Aires, Hormé, 1964. 1952. Developments in Psycho-analysis, Ed. J. Riviere (Lon- res, Hogarth). Versién castellana: Desarrollos en Psi- coanélisis, Buenos Aires, Hormé, 1962. 1955. New Directions in Psychoranalysis, con P. Heimann, R. Money-Kyrle y otros (Londres, Tavistock; New York, Basie Books). Versidn castellana: Nuevas direcciones en psicoandlisis, Buenos Aires, Paidds, 1965. 1957. Envy and Gratitude (Londres, Tavistock; New York, Basic Books). Versin castellana: Entidia y gratitud, Buenos Aires, Nova, 1960. 1960. Las emociones baisicas del hombre (Buenos Aires, Asoc. Paicoanalitica Argentina, 1960). 10961. Narrative of @ Child Analysis (Londres, Hogarth; New York, Basie Books). Versién castellana: Relatos del psi- coanilisis de un nizo, Buenos Aires, Paidés, 1961. 1963. Our Adult World, and Other Essays (Londres, Heine- mann; New York, Basic Books). AGRADECIMIENTOS Este libro es una exprestén de mi deuda para con la dic funta Melanie Klein. ‘Agradezco a mis pacientes su cooperacién con la labor analitica, y en particular a los que me permitieron utilizar su ‘material ‘como ilustracién, ‘Agradezco a varias generaciones de estudiantes del Instituto de Psicoanalisis de Londres el estimulo que me proporcionaron con sus preguntas. critieas y sugerencias. Agradezco también a la Sta, Betty Joseph y al Dr. Elliot Jaques sus valiosas sugerencias y sus criticas. También re- cibi gran ayuda de la sefiora de Jean Mac Gibbon, quien cola- bord en la revisién final del manuscrito y en la lectura de pruebas, y compilé el indice, ‘Agradezco a mi esposo su ayuda y apoyo en todas las tapas de mi labor. HS. INTRODUCCION Este libro se basa en una serie de clases que dicté durante varios afios en el Instituto de Psicoandlisis de Londres. Como muchas veces los estudiantes me pidieron cupias de las notas Gque utilizaba para Tas clases, cre{ conveniente publicarlas en forma de libro. El propésito del curso era presentar las contribuciones de Melanie Klein s la teorfa y préctica psicoanalitcas. Como estaba destinado a slumnos de tercer afio del. seminario psico- analitico, se suponia que conocian exhaustivamente a Freud. En ocho clases sélo es posible describir en forma bastante sim- y esquemética las contribuciones tedricas de la sefiora Klein, pero como las teorias. psicoan: provienen de le experiencia clinica y su objetivo es esclarecer material clinico, confio en que los ejemplos les mostrarén més acabadamente, Las clases son introductorias: no sustituyen, por supuesto, sbliografia correspondiente. Se laa puede, sf, F como guia de lecturas. En el texto no se incluyen re- porque resultarian demasiado numnerosas, pero se adjunta a cada capitulo una lista con Ia bibliogral i nente, Hice una excepeién con el capitulo “Psicopatologia de Ia posicién esquizo-paranoide”, porque en este caso In con- tribucién del Dr. W. Bion ocupa una posicién Gnica, y yo uti licé su propia terminolo El orden de los capitulos es el que finalmente adopté para las clases. En cierto modo, el desarrollo de la teoria psicoana- litica siguié un curso inverso al del desarrollo del individuo. El estudio de los adultes neuréticos evs a Freud « descubri mientos relacionados primero con la nifiez y luego con la in 2 Sto se mencionsrdn articules relacionados con la obra de Mela pie Klein, ya que los estudiantes utiizaron Ia bibliogratia analitica tlisica en los primeros afioy de su formacion analitca, 16 HANNA SEGAL fancia; y cada descubrimiento sobre los estadios mis tempranos del desarrollo fue enriqueciendo y esclareciendo el conocimien- to de los posteriores. En forma similar Melanie Klein descu- bri, al trabajar con nifios, que tanto el complejo de Edipo como el superyé se manifiestan claramente mucho antes de lo que se suponia; al proseguir sus investigaciones Ileg6 a las rafces tempranas del complejo de Edipo, Inego # sus formula ciones sobre la posicién depresiva, y por iltimo, sobre la po- sicién ecquizo-paranoide. Si se presentaran en orden cronolé- ssico las contribuciones de Melanie Klein, se veria mucho mis claramente cémo se vincula su obra con la de Freud, y se podria seguir paso por paso el desarrollo de sus teorfas, Decidi, sin embargo, adoptar otro enfoque, pues mi experiencia docente Ja conveniencia de comenzar con la temprana infan- cia y tratar de describir el desarrollo psicolégico del individuo tal como ahora lo vemos. La dificultad que plantea presentar cl material en este orden es que debo comenzar con las fases del desarrollo en que los fenémenos psicoligicos estin mas ale- jados de nuestra experiencia adulta, son mis dificiles de esta- iar, y, por consiguiente, como era de esperar, mis discutidos. No obstante me decidi por esta forma de encarar la presenta- ccién porque considero que ya hemos acumulado suficientes co- nocimientos, y que nuestra teoria abarca ya tantos aspectos, que se justifica el intento de presentarla globalmente. Como todos los capitulos, excepto el iiltimo, se dedican a describir los fendmenos de las posiciones esquizo-paranoide Aepresiva, creo que sera itil desde el comienzo tratar de dilu- cidar el término “posicién”. En un sentido, la posieién esquizo- wide y la posicién depresiva son fases del desarrollo. considerarse subdivisiones de Ia etapa oral, ocupando la primera los tres 0 cuatro primeros meses y_siendo seguida por Ia dltima en la segunda mitad del primer aio. La posicién esquizo-paranoide se caracteriza por et hecho de que el bebe no reconoce “personas”, sino que se relaciona con objetos par- ciales, y por el predominio de la ansiedad paranoide y de pro- ccesos de escisién 2. El reconocimiento de la madre como objeto ing por escisién cuando el texto no indica 2 Se ha traducide «pli fen cudntas partes se ha dividido al objeto o al yo, y por disociacion ‘cuando indica elaramente que se lo ha dividido en dos partes. Splitting proviene del verbo, o split, que signifiea hevder, partir, eparar, divi ‘ir, desdoblar, descomponer, ete. [T)] visi INTRODUCCION ALA OBRA DE MELANIE KLEIN 17 total marca el comienzo de Ia posicién depresiva, que se ca- racteriza por la relacién con objetos totales y por el predominiv de integracién, ambivalencia, y ansiedad depresiva y culpa, Pe- ro Melanie Klein eligié el termino “posicién” para destacar que el fenémeno que estaba describiendo no era simplemente una “etapa” o “fase” transitoria, como por ejemplo la etapa oral. “Posicién” implica una configuracién especifica de relaciones objetales, ansiedades y defensas, persistente 2 lo largo de la vida. La posicién depresiva nunca lega a reemplazar por com- pleto a la posicién esquizo-paranoide; la integracién lograda nunca es total y las defenses contra el conflicto depresivo pro- ducen regresin a fenémenos esquizo-paranoides, de modo que el individuo puede oscilar siempre entre ambas posiciones. Se puede encarar cualquier problema que aparezca en estudios posteriores, como, por ejemplo, el complejo de Edipo, con una auta esquizo-paranoide o depresiva de relaciones, ansiedad y defensa, y pueden surgir defensas neurdticas en una persona- lidad esquizo-paranoide 0 maniaco-depresiva. La forma de in- tegracién de las relaciones objetales durante la posicién de- presiva queda como base de la estructura de Ia. personalidad. Lo que sucede en el desarrollo posterior es que las ansiedades depresivas se modifican y atemperan_gradualmente. Giertas ansiedades paranoides y depresivas siguen siempre activas en Ia personalidad, pero cuando el yo esté suficiente- mente integrado y durante la elaboracién de la posicién depre- siva ha establecido una relacién relativamente firme con la realidad, los mecanismos neuréticos van sustituyendo poco a poco a los psicdticos. De este modo, segin Melanie Klein la neurosis infantil es una defensa contra ansiedades paranoides y depresivas subyacentes, y una forma de ligarlas y de elabo- Tarlas, A medida que continéian los procesos integradores ini- ciados durante la posicin depresiva, disminuye la ansiedad, y Ja reparacién, la sublimacién y Ia creatividad reemplazan en gran parte a los mecanismos de defensa tanto psicdticos como neuréticos. Cariruto I FANTASIA ‘Feusei al tema de la fantasia para el primer capitulo de este libro porque ereo que se pueden resolver muchos equivo- cos aclarando este concepto y Ia forma en que se lo emplea en psicoanalisis, especialmente en la obra de Melanie Klein y sus colaboradores. Algunos psicélogos solian objetar Ja descripeién freudiana de la mente calif al parecer, ya que el psicoandl bre. Querian decir que cuando Freud formulé ciertos concep- tos, como por ejemplo el de superyé, parecia considerar que la ‘estructura mental contenia objetos antropomérficos, 0 de forma humana; si se comprende el concepto de fantasia incons- ciente, esta objecién desapareceré. Cuando describe el super- y6, Freud no quiere decir que nuestro inconsciente contenga realmente un hombrecito, sino que ésta es una de nuestras fan- tasias inconscientes sobre los contenidos de nuestro cuerpo y nuestra psique. Freud nunca se refiere especificamente al su- peryé como a una fantasia; sin embargo, esta claro que esta parte de la personalidad se debe a una introyeccién —en la fantasia— de una figura parental, una figura parental fanta- seada, distorsionada por las proyecciones mismas del niffo. Algun: criticaron del mismo modo Ia des- cripefén Kleiniana de los objetos internos. Pero aqui sucede lo mismo, estos objetos internos no son “objetos” situados en el cuerpo o en Ia pique; como Freud, Melanie Klein esté des- cribiendo las fantasias inconscientes que la gente hace sobre Jo que contiene. En su obra, M. Klein amplié mucho el con- cepto freudiano de fantasia inconsciente y le dio mayor impor- 20 HANNA SEGAL, tancia. Las fantasfas inconscientes estén siempre presentes y siempre activas en todo individuo Es decir que su presencia no ¢ indice de enfermedad ni de falta de sentido de Ia realidad, ‘asi como no lo es la presencia del complejo de Edipo. Lo que determinard el estado psiquico del sujeto es la naturaleza de estas fantasias inconscientes y su relacién con la realidad ex- terna. Freud no elabora sus concepciones sobre el origen de las fantasias inconscientes ni la fase del desarrello en que apare- ‘cen por primera vez, y cuando describe fantasias inconscientes especificas, generalmente se refiere a las que surgen después del segundo 0 tercer afio de vida. Segin Melanie Klein, la fan- tasia inconsciente es la expresién mental de los instintos y por consiguiente existe, como étos, desde el comienzo de la vida. Por definicién los instintos son buscadores-de-objetos, En aparato mental se experiencia al instinto vinculado con Ja fantasia de un objeto adecuado a él. De este modo, para cada impulso instintivo hay una fantasia correspondiente. Al deseo de comer, le corresponde la fantasia de algo comestible aque satisfaria ese deseo: el pecho. Lo que Frend describe como realizacién alucinatoria de deseos” se basa segiin Melanie Klein en que una fantasia inconsciente acompaiia y expresa al impulso instintivo. Por ejemplo, el bebe somnoliento que mueve Ia boca con expresién placentera y hace ruidos de suecién. 0 se chupa los dedos, fantasea que esti realmente suecionando o incorporando el pecho, y se duerme con la fantasia de tener el-pecho-que- daleche realmente dentro de si. En forma similar, el bebe ham- briento, furioso, que grita y patalea, fantasea que esta realmente atacando al pecho, desgarrindolo y destruyéndolo, y experien- cia sus propios gritos que lo desgarran_y lastiman como el pecho desgarrado atacéndolo en su pronio interior. Por con- siguiente, no siente solamente una necesidad; puede sentir tam- Dian que sus contracciones de hambre y sus propios gritos son tun ataque persecutorio en su interior. Crear fantasias es una funcién del yo. La concepcién de Ia fantasia como expresién mentat de los instintos por mediacién del yo supone mayor grado de organizacidn yoiea del que pos- tula Freud. Supone que desde el nacimiento ei yo es capaz de establecer —y de hecho los instintos y la ansiedad lo impulsan 1 establecer— relaciones objetales primitivas en la fantasia y INTRODUCCION A LA OBRA DE MELANIE KLEIN 20 en la realidad. Desde el momento del nacimiento el bebe se tiene que enfrentar con el impacto de Ia realidad, que comienza con la experiencia del nacimiento mismo y prosigue con innu- merables experiencias de gratificacién y frustracion de sus de- seos. Estas experiencias con Ia realidad influyen inmediata- mente en la fantasfa inconsciente, que a su vez influye en ellas. La faniasfa no es tan sélo una fuga de Ia realidad; es una con- comitante constante ¢ inevitable de las experiencias reales, en constante interaceién con ellas. Se puede ver un ejemplo de fantasias que influyen en la reaccién ante Ia realidad en el caso del bebe irritado por el hambre que, en vez de aceptar el pecho, sé apaita de él y no quiere mamar. En este caso, el bebe puede haber hecho la fan- tasia de que ha atacado y destruido el pecho, al que siente ahora malo y atacandolo a su vez. Por eso, en el momento de la mamada, cuando reaparece el pecho externo real ya no Io siente como un pecho bueno que lo alimenta, sino que sus fan- tasias lo han distorsionado convirtigndolo en un perseguidor terrorifico. Estas fantasias se pueden observar fécilmente en cl juego de nifios muy pequefios, asi como en el juego y verbs lizaciones de nifios algo mayores. Pueden perssstir en el in- consciente de los nifios ¢ incluso de adultos, causando dificul- tades en Ia alimentacién. ‘Algunos analistas creen que estas fantasias surgen después y se las proyecta retrospectivamente a la lactancia, Sin duda es Gta una hipdtesis adicional innecesaria, ya que hay una congruencia notable entre lo que podemos observar en Ta con- ducta de lactantes y fantasfas que se expresan realmente cuando se aleanza el estadio del juego y del lenguaje, o material ana- Titico del consultorio. En casos més complicados es posible ver cémo, aunque se pueda percibir y observar correctamente la reali cia causal que se atribuye a los acontecimiento nada por fantasia nifio cuyos padres tienen realmente una mala relacién y pelean. Segrin se traslace a menudo en el anilisis, el nifio siente que esta mala relacién es el resultado de sus propios deseos de que los padres se peleen, y cree que al atacarlos con su orina y heces ha embrollado y arruinado la relacién entre ell Si bien la fantasia inconsciente influye y altera constante- mente Ia percepeién o la interpretacién de la realidad, lo in- 22, HANNA SECAL verso también es cierto: Ia realidad ejerce su impacto sobre la fantasia inconsciente. Se la experiencia e incorpora, y ejerce fuerte influencia sobre la fantasia inconsciente misma, Tome- ‘mos por ejemplo al bebe que empieza a sentir hambre y trata de sobreponerse mediante la alucinacién omnipotente de poseer tun pecho bueno que lo amamanta: la situacién sera radical mente distinta si se le da de mamar pronto que si se lo deja con hambre durante largo tiempo. En el primer caso el bebe sentir que el pecho real que le ofrece la madre se funde con el pecho fantaseado por él, y su propia bondad y la del objeto bueno le parecerin firmes y duraderas, En el segundo caso se sentiré avasallado por el hambre y Ia ira, y en su fantasia se acrecentaré la experiencia de un objeto malo y persecutorio, con el resultado de que su propia ira le parecerd més poderosa ‘que su amor y el objeto malo mas fuerte que el bueno. Este aspecto de la interrelacién entre fantasia. inconsciente y verdadera realidad externa debe tenerse muy en cuenta cuan- do se quiere evaluar la importancia del ambiente sobre el desa- rrollo del nifio. El ambiente tiene, de hecho, importantisi efectos sobre la infancia y la nifiez, pero no es verdad que sin un ambiente malo no existirian ansiedades ni fantasias.agre- sivas o persecutorias. La importancia del factor ambiental sélo se puede evaluar correctamente si se tiene en cuenta cémo | interpreta el hebe en funcién de sus propios instintos y fan sias. Una mala experiencia real se hace mucho mis importante cuando el bebe ha tenido intensas fantasias coléricas en las que atacaba el pecho, ya que dicha experiencia le confirma, no sélo su sensacién de que el mundo exterior es malo, sino también su sensacién de que él mismo es malo, y su creencia cen la omnipotencia de sus fantasias malevolentes expe- riencias buenas, por otra parte, tienden a disminuir la ira, a ‘modificar las experiencias persecutorias y a estimular el amor y Ia gratitud del bebe y su creencia en el objeto bueno. Hasta aqui hemos insistido en el papel de la fantasia como expresign mental de los instintos, en contraposicién con a concepcién que considera a la fantasia sélo como instru- mento de defensa y medio de escapar de la realidad externa. Pero las funciones de Ia fantasia son miltiples y complicadas, y Ia fantasia tiene un aspecto defensivo que se debe tener en ‘cuenta, Como el objetivo de Ia fantasia es satisfacer impulsos instintivos prescindiendo de la realidad externa, se puede con- INTRODUCCION A LA OBRA DE MELANIE KLEIN. 23 siderar que la gratificacién proveniente de la fantasia es una defensa contra la realidad externa de la privacién. Es, sin embargo, mis que eso: es también una defenea contra Ia reali- dad interna, Cuando el sujeto hace una fantasfa de realizacién- de-deseos, no esté evitando solamente la frustracién y el reeo- noeimiento de una real también esta (lo que es incluso mis importante) defendiéndose contra la realidad de su propia hambre y de su propia ira, 0 sea, contra su realidad interna. Ademés, algunas fantasias se pueden uti- lizar como defensa contra otras fantasias. Un caso tipico es el de las fantasias maniacas, cuya finalidad principal es impedir que aparezcan subyacentes fantasias depresivas. Una tipica fan- tasia maniaca es la de que el Yo contiene un objeto ideal de- vorado cuyo “resplandor”? cae sobre el yo; ésta es una defensa contra la fantasia subyacente de contener un objeto irreparablemente destruido y vengativo cuya “sombra”® cae ineonseiente com> defensa nos preguntamos cuil es exactamente su relacién con los ‘mecanismos de defensa. En pocas palabras, la distincién reside cen Ia diferencia entre el proceso real y su representacin men- tal detallada, especifica. Por ejemplo, se puede decir que en tun momento dado una persona usa como mecanismo de defensa los procesos de proyeccidn e introyeccién. Pero la persona mis- ‘ma experienciara dichos procesos en funcién de antasias, y en ‘esas fantasias se expresa lo que ella siente que esta incorpo- xando dentro de si o poniendo fuera de si, la forma en que lo hace y los resultados que atribuye a estas acciones. A menudo los pacientes describen cémo sienten el proceso de represién, por ejemplo hablando de un dique dentro de ellos que podri estallar bajo la presién de algo similar a un torrente. Lo que un observador puede describir como mecanismo, la persona rismna lo siente y describe como una fantasia detallada EI material siguiente presenta un ejemplo mis complicado: Un paciente que habia comenzado su anilisis hacia poco tiempo hha traducido self por Yo, reservando “yo™ para 1a designacién de Ia instancia psiquica. Self (Wo) alude a todo 10 que es asimilado 2 uno mismo, cn referencia a la oposicion Yo — noyo [T. 2 Abraham: Breve estudio del desarrollo de la hbido, 2 Freud: Duelo y melancolia, 1917 ry HANNA SEGAL solia legar tarde, faltaba a menudo y olvidaba gran parte de Jo que se habia analizado, Durante algunos dias podiamos realizar tuna labor analitica bastante itil, pero luego reapareceria con escasos recuerdos conscientes de dicha labor y ningin efecto de ella en su personalidad, como si hubiera obliterado el proceso entero y sus resultados. ‘Tanto para mi como para mi paciente era bastante claro (y hasta merecia ponerse rétulo al proce- s0) que en la situacién analitica estaba utiliaando como de- fensa los mecanismos de escisién y negacién. Un dia Ilegé tarde, perdiendo exactamente la mitad de la sesidn. Dijo que se habia extraviado en Loudon Road, una calle cercana a mi casa, y alli habia pasado la primera mitad de la sesién. Asocié Loudon Road con “Las Brujas de Loudun”; parecia haber escindido Is ian analitica de modo de poder preservar una buena 1 cién conmigo durante la mitad de Ia sesiin en tanto que la mala relacién, escindida y apartadat con una “mala” bruja amalista la habia transportado fuera de mi, a Loudon Road. Po- cos dias después surgié una oportunidad de interpretarle su relacién con el pecho, y en ese momento tuvo una fantasia muy vivida. Se vio de pronio tomando un cuchillo enorme, cortando mi pecho y arrojéndolo a la calle. Tan vivida fue la fantasia que el paciente se angustié mucho. Se pudo comprender entonces que lo que se habia hablado en términos de un proceso de esci- sin y negacién el paciente lo habia sentido en realidad como una fantasia extraordinariamente vivida, Habia sentido real ‘mente el proceso de escisién como tomar un euchillo y escindir —cortar— uno de los pechos de su analista. Habia sentido también que arrojaba ese pecho a la calle y que a continuacién ese pecho se convertia en la “bruja” de Loudon Road. La nega- cin de sentirse perseguido por su analista Ia vivié como cortar el vinculo entre los dos pechos, el bueno y el malo. Después de esta sesign, disminuyeron mucho la escisién y la negacién y pudo asistir regularmente al anilisis Esta experiencia, como muchas otras, confirma el hecho de que generalmente es ineficaz interpretar mecanismos de defen- sa hasta tanto aparezca la oportunidad de interpretarlos en fun- 4 Se ha traducido split off por la expresién “escindida y apartada”, para designar el resultado de un proceso en el que despuer de una cision se aparté o separé © ais una de Ine partes escindidas (por cjemplo: mata relacién escindida y_apariada, cnvidia.excindida y 5, tereer Sten escindida y apsrtada). [1 INTRODUGCION A LA OBRA DE MELANIE KLEIN 25 ign de lo que el paciente realmente siente que Ie esta haciendo con ellos al analista en la transferencia, a sus otros objetos o a partes de su yo, y hacerlos de este modo significativos para él. ‘A veces en los suefios de los pacientes podemos observar claramente esta relacién entre fantasia inconsciente y mecanis- ‘mos de defensa. Veamos dos suefios relatados por una paciente durante Ia sesién anterior a mis vacaciones. En el primer suefio se hallaba en una habitacién oscura donde se veinn dos figu- ras humanas paradas una cerca de Ia otra, ademas de otras personas més borrosas. Las dos figuras eran exactamente jgna- les, pero una de ellas parecia apagada y oscura, mientras la otra estaba iluminada. La paciente estaba segura de que ella era la finica que podia ver a la figura iluminada —la que era invisible para Ins otras personas del suefio. Esta paciente utilizaba mucho los mecanismos de escisién, ‘én ¢ idealizacién, Esa misma semana habia tenido opor- id de verme en una habitacién lena de gente, situacién inusual para ella, y en relacién con el sueiio asocié que las dos figuras me representaban. Una era Ia persona a quien todos podian ver en Ja habitacidn lena de gente, pero la otra era “su analista”, que le pertenecia sélo a ella. Sentia que no le impor- taria que tomara vacaciones mas de lo que le habia importado 0 le habia provocado celos el verme con otras personas, ya que tenia esta especial relacién conmigo, que nadie compartia. En este primer suefio esti claro que maneja sue erlos, pro vocados tanto por haberme encontrado entre otras personas como por las vacaciones analiticas, mediante escisién e ideali- zacién; ella posce la analista iluminada, idealizada, que nadie Te puede quitar. En el segundo suefio una nifiita sentada en el suelo recor taba papel con unas tijeras. Se guarfaba el pedazo cortado y el piso quedaba cubierto de papelitos descartades que otros ni- fios recogian afanosamente. El segundo suefio es una version 1mds completa del primero; muestra cémo sentia realmente esta cescisién e idealizacién. La escisin esta representada por el acto de recortar. Ella es la nifita que ha cortado de su a ra recortada que, como Ia figura iluminada del primer uefio, representa la parte buena de la analista, Las personas que en cl primer suefio sélo podian ver a la analista de figura oscura estén representadas en el segundo por los nifios que solo tienen los papelitos descartados. La escisién del primer sueiio 26 HANNA SEGAL, Ja vive claramente en el segundo como ataque, como cortar realmente a la analista en una parte ideal y una parte sin valor; y lo que en el primer suefio esté representado como idealiza- cién lo vive en el segundo como robar y retener para sf los mejores pedazos recortados de su. analista. El segundo suefio muestra claramente que esta paciente sentia los procesos de cescisién e idealizacién como una actividad muy agresiva, voraz y culpable, Cuando consideramos Ja relacién entre la fantasia y los mecanismos de introyeccién y proyeccién se aclara en cierta ‘medida la compleja relacién existente entre fantasia inconscien- te, mecanismos y estructura mental. al yo como un “precipitado de catexias de Este precipitado esta compuesto por EI primero. de dichos objetos descrito por Freud mismo es el superyé. El andlisis de tempranas rela- cciones objetales proyectivas e introyectivas ha revelado fan- tasias de objetos introyectados en el yo desde In més temprana de los pechos ideal y persecutorio. Primero se introyectan objetos parciales: el pecho y luego el pene. Después se introyectan obj la madre, el padre, la pareja parental. Cuanto més temprana cs la introyeccién, més fantésticos son los objetos introyectados, ¥ mis distorsionados estin por lo que se ha proyectado en ellos. A tedide gue prosign ol drarola y an errno emia le realidad, los objetos internos se aproximan més a las per- sonas reales del mundo exterior. m EL yo se identifica con algunos de estos objetos: identifica cién introyectiva. Estos objetos son asimilados por el yo y contribuyen a su desarrollo y caracteristicas. Otros permane- ccen como objetos internos separados y el yo mantiene relacién con ellos (el superyé es uno de estos objetos). También se sien- te a los objetos internos en relacién mutua; por ejemplo, se siente que los perseguidos internos atacan al objeto ideal tanto como al yo. De este modo se va construyendo un comple- jo mundo interno. La estructura de la personalidad esti deter- minada en gran parte por las fantasias mas permanentes del yo sobre si mismo y los objetos que contiene. El hecho de que haya tan estrecha tura y fantasia inconsciente es importantisimo: es esto lo que hace posible influir en Ia estructura del yo y del superyS me- INTRODUCCION ALA OBRA DE MELANIE KLEIN 27 diante el andlisis. Pues justamente al analizar las relaciones el yo con los objetos, internos y externos, y al modificar las fantasias sobre estos objetos, es que podemos influir esencial- ‘mente sobre Ia estructura mas petmanente del yo. ‘Como ejemplo final tomaremos un suefio de un_paciente en su primera semana de andlisis, que ilustra la relacién entre fantasia inconsciente, realidad, mecanismos de delensa y estruc- tura yoica, Se puede tener Ia seguridad de que este paciente nunca habia leido- literatura analitica ni habia oido hablar de estos conceptos. Por supuesto, tampoco conocia el concep- to de superyé. Se hace esta aclaracién porque si_no se po- dia considerar este suefio con mucho escepticismo. El paciente, que era oficial naval, sof con una pirdmide. La base de la irdmide estaba constituida por multitud de rudos marineros, jan sobre sus cabezas un libro de ore muy pesado. naval del mismo ran- go que el paciente, y sobre sus hombros un almirante. El almi- ‘el paciente, parecia ejercer a su modo tanta presiOn a, e infundir tanto temor, como Ia maltitud de ma- rineros que formaban Ia baso de Ia pirimide y presionaban desde abajo. Después de contar este suefio, dijo “Este soy yo, éste es mi mundo. El libro de oro representa la ‘Regla éurea’, el camino en el que trato de mantenerme. Estoy eplastado entre la presién de mis instintos y de lo que quiero hacer, y las pro- hibiciones provenientes de mi conciencia moral”. Avuciaciones posteriores le permitieron identificar al almirante con su padre. Pero este alimirante, representante de su padre, era muy dis- tinto del padre real que recordaba. El hecho de que el almi rante fuera tan fuerte y temible como los marineros, represen- tantes de sus instintos, mostraba que la severided del superyS se debia aqui a In proyeccién de sus propios instintos agresi- os en su padre. Podemos ver aqui Ia interrelacidn entre fa tasia y realidad externa, pues la proyeccién altera un aspecto de la realidad: Ia verdadera personalidad del padre. Su princi- pal mecanismo de defensa, Ia represion, est representado en Ta fantasia por Ia presién combinada del almirantesuperys y del oficial naval-yo, que tratan de dominar a los instintos. La es- tructura de su personalidad esti también claramente represen: tada por las tres capas: Jos instintos pujando hacia arriba, el superyé, presionando desde arriba, y su sensaciin de tener sv yo apretujado y restringido entre los dos, También podemos 28 HANNA SEGAL, ver claramente Ia actuacién de Ia proyeccién y de Ia introyec- cién: proyecta su agresién en el padre, y la introyeccién del padre forma su superyé. Todo esto —estructura y mecanismos mentales (proyeccién, introyeccién y represién)— lo presenté el paciente mismo en su sueffo. Y euando dijo “Ese soy yo, éste es mi mundo”, puso en evidencia que estaba describiendo sus fantasias sobre si mismo y su mundo interno. BIBLIOGRAFIA aoa Henan “Cain, Funtoy of tnsoecton and roecton in Early Infancy" Developments in Pachovenarc (Cap. 1) Yenson cstellana: Deserrtos en fuismndiae, Buenos Nite, Hor me 1962 Susan fsaacs: “The Nature and Function of Phantasy”, Developments in Prchoanabyis (Cap. 3) 1). vol 29 (908, Hey. eenion tasillna: Deserelor en Pacosnasig, Buenos Aires Hering, 1862 Munir Ktsne “On the Development of Mental Functioning 2). Oh he Cae of gh min Rn Ian ty", Developments in Pychorney (Capea) FJ. va 17 138 Hay verti’ canellna: Deseralln eh Micoondlis, Wuenos “ive Hormé, 1962. " Cariruto I LA POSICION ESQUIZO-PARANOIDE, Crome seri en l capitulo anterior, el concepto de fantasia inconsciente tal como lo utiliza Melanie Klein implica mayor grado de organizacién yoica del que suponfa Freud. La discu- sién que sostienen los analistas sobre el estado del yo en los primeros meses de la infancia no se reduce a una cuestién de mutuos malentendides o diferente utilizacién del lenguaje. Se trata‘ de una verdadera divergencis, muy importante, sobre ‘cémo son realmente las cosas. Por supuesto, las experiencias atribuidas al bebe dependeran del cuadro que se tenga de su yo en cada etapa. Para que una descripcién de los procesos jmplicados tenga sentido, debe comenzar describiendo al yo. Segiin Melanie Klein, hay suficiente yo al nacer como para sentir ansiedad, utilizar mecanismos de defensa y establecer primitivas relaciones objetales en la fantasia y en la realidad. Esta concepcién no difiere por completo de la de Freud. Al- gunos conceptos de Freud implican, al parecer, Ia existencia de un yo temprano. Freud describe también un mecanismo de defensa temprano, Ia deflexién del instinto de muerte, que oct: rre al comienzo de la vida, y su concepto de realizacién-aluci- natoria-dedeseos implica un yo capaz de establecer una rela- cin_objetal en la fantasia, Suponer que desde el principio el yo es capaz de sentir an- siedad, utilizar mecanismos de defensa y establecer relaciones ‘objetaies no significa que al nacer el yo se parezca mucho al de un bebe bien integrado de seis meses, no digamos al de un niio o de un adulto plenamente desarrollado. Al principio el yo esté muy desorganizado, pero de acuerdo con Ia orientacién general del crecimiento fisiolégico y psicol 30 HANNA SEGAL gico tiene desde el comienzo la tendencia a integrarse. A veces, bajo el impacto del instinto de muerte y de una ansiedad into- lerable, esta tendencia pierde toda efectividad y se produce una desintegracién defensiva, de la que Iuego se dira mas. Por lo tanto, en las primeras etapas del desarrollo el yo es lébil, se ha- Ia en estado de constante fluencia, su grado de integracion varia de dia en dia, y hasta de un momento a otro. EL yo inmaduro del bebe esté expuesto desde el nacimiento 4 la ansiedad provocada por Ia innata polaridad de los instin- tos —el conflicto inmediato entre instinto de vida e instinto de muerte. Esti también inmediatamente expuesto al impacto de la realidad externa, que le produce situaciones de ansiedad, por ejemplo el trauma del nacimiento, pero también le da vida, por ejemplo el calor, amor y alimento provenientes de la ma- dre. Cuando se ve enfrentado con Ia ansiedad que le produce cl instinto de muerte, el yo lo deflexiona, Esta deflexién del instinto de muerte, descrita por Freud, consiste, segin Melanie Klin, en parte en una proyeccién, en parte en la conversion del instinto de muerte en agresién. EL yo se escinde y proyecta fuera su parte que contiene 4 instinto de muerte, poniéndola en el objeto externo original: el pecho. Es asi como el pecho —al que se siente conteniendo gran parte del instinto de muerte— llega a experienciarse como malo y amenazador para el yo, dando origen a un sentimiento de persceucién, De este modo, el miedo original al instinto de ‘muerte se transforma en miedo a un perseguidor. A menudo se siente que Ia intrusién del instinto de muerte en el pecho escin- de a éste en muchos pedazos, de manera que el yo se encuentra ante multitad de perseguidores, Parte del instinto de muerte que queda en el yo se convierte en agresién y se dirige contra los perseguidores. Al mismo tiempo se establece una relacién con el objeto ideal. Asi como se proyecta fuera el instinto de muerte, para cvitar la ansiedad que surge de contenerlo, asi también se pro- yecta Ia libido, a fin de crear un objeto que satisfaga el im- vo del yo a conservar la vida. Lo mismo que pasa ‘con el instinto de muerte, pasa con la libido. El yo. proyecta parte de ella fuera, y la restante la utiliza para establecer una relacién libidinal con ese objeto ideal. De este modo, muy Pronto el yo tiene relacién con dos objetos: el objeto prima- rio, el pecho, esté en esta etapa disociado en dos partes, el INTRODUCCION A LA OBRA DE MELANIE KLEIN 31 cho ideal y el persecutorio, La fantasia del objeto ideal se Fesona con experiencas gratificadores de ser amado yam mantado por Ia madre externa real, que a su vez confirman d cha fantasia, En forma similar la fantasia de persecucién se fusiona con experiencias resles de privacién y dolor, atribui por el bebe a los objetos persecutorios. Asi, la gratificacién, no s6lo satisface Ia necesidad de bienestar, amor y nutricién; también se la necesita para mantener a raya la aterradora per- secucién. A su ver la privacién se convierte ro sélo en falta de gratifcacién, sino también en amenaza de ser aniquilado por los perseguidores. El objetivo del bebe es tratar de adquirit y guardar dentro de si al objeto ideal, ¢ identificarse con éste, que es para él quien le da vida y lo protege, y mantener fuera el objeto malo y las partes del Yo que contienen el instinto de muerte. La ansiedad predominante de Ja posicién esquizo- paranoide es que el objeto u objetos persecutorios se introdu- ciran en el yo y avasallardn y aniquilardn tanto al objeto ideal como al Yo, Estas caracteristicas de la ansiedad y de las rela- ciones objetales experienciadas durante esta iase del desarrollo Ievaron a Melanie Klein a denominarla posicién esquizo-p noide, ya que la ansiedad predominante es paranoide, y el es tado del yo y de sus objetos se caracteriza por Ia escisién, que es esquizoide, Contra la abrumadora ansiedad de ser ariquilado el yo de- sarrolla una serie de mecanismos de defensa, siendo probable- mente el primero el uso defensivo de la introyeccién y de la proyeccién. Hemos visto que, como expresién de los instintos y ala vez como recurso defensivo, el yo se esfuerza por intro- yectar lo bueno y proyectar lo malo. Pero no es ésta la tnica forma en que se utilizan la introyeccién y Ia proyeccién. Hay situaciones en que se proyecta lo bueno, para mantenerlo a salvo de lo que se siente como abrumadora maldad interna, y tuaciones en que se introyectan los perseguidores incluso se hace una identifieacién con ellos, en un intenlo de controlarlos. El rasgo constante es que en situaciones de ansiedad aumenta Ja disociacién y se utilizan la proyeccién y Ia introyeccién para mantener a los objetos persecutorios tan alejados como sea posible de los objetos ideales, a la ver que se mantiene a ambos bajo control. La situacién puede fluctuar répidamente, y sen- tirse a los perseguidores ora fuera, dando la sensacién de una 32 HANNA SEGAL amenaza externa, ora dentro, produciendo temores de cardcter hipocondriaco. La escisi6n se vincula con Ia creciente ideatizacién del ob- jeto ideal, cuyo propésito es mantenerlo bien alejado del obje- to persecutorio y hacerlo invulnerable, Esta idealizacién extre ma se vincula también con la negacién magica omnipotente. Cuando la persecucién es tan intensa que se hace insoporta Dle, se la puede negar completamente. Esta negacién magica se basa en la fantasia de total aniquilacién de los perseguido- res, Otra forma de utilizar la negacién omnipotente como de- Jens contra In pereoucin exceiva ov Helizar al objeto per seguidor mismo, y tratarlo como ideal. A veces el yo se identi- Fien con este objeto poetdo-ieal Este tipo de idealizacién y negacién omnipotente de la persecucién se ve a menudo en el anilisis de pacientes esqui- zoides, que en su infancia fueron “bebes perfectos”, que nunca protestaban ni lloraban, como si toda experiencia hubiera sido En la vida adulta, estos mecanismos conducen iscriminacién entre lo bueno y lo malo y a fijaciones en objetos malos que deben ser idealizados. mecanismo de defensa, extremadamente importante durante esta fase del desarrollo: 1a identifieacin proyectiva. En la identificacién proyectiva se escinden y apartan partes del Yo y ‘objetos internos y se los proyecta en cl objeto externo, que queda entonces peseido y controlado por las partes proyec- tadas, e identificado con

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