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EL AMOR Y LA SIERRA

Cabalgaba por agria serrana,


una tarde, entre roca cenicienta.
El plomizo baln de la tormenta
de monte en monte rebotar se oa.

Sbito, al vivo resplandor del rayo,


se encabrit, bajo de un alto pino,
al borde de la pea, su caballo.
A dura rienda le torn al camino.

Y hubo visto la nube desgarrada,


y, dentro, la afilada crestera
de otra sierra ms tenue y levantada

-relmpago de piedra pareca-.


Y vio el rostro de Dios? Vio el de su amada.
Grit: Morir en esta sierra fra! DENTRO DE M

Con los ojos


altamente asomados a la noche
contemplo las estrellas
y, dentro de m,
en el ro incansable de mi sangre,
las siento y las descubro
reflejadas,
luminosas y hondas,
como si mi entraa fuera
el mismo cielo
en dondeAmistad es lo mismo que una mano
que en otra mano apoya su fatiga
y siente que el cansancio se mitiga
y el camino se vuelve ms humano.

El amigo sincero es el hermano


claro y elemental como la espiga,
como el pan, como el sol, como la hormiga
que confunde la miel con el verano.

Grande riqueza, dulce compaa


es la del ser que llega con el da
y aclara nuestras noches interiores.

Fuente de convivencia, de ternura,


es la amistad que crece y se madura
en medio de alegras y dolores
La amistad es una rfaga de peces luminosos,
y te arrastra
hacia un ocano feliz de mariposas.

La amistad es un plair de campanas


que invocan el aroma de los cuerpos
en un jardn amanecido de heliotropos.
La amistad es una rfaga de peces luminosos,
y te arrastra
hacia un ocano feliz de mariposas.

La amistad es un plair de campanas


que invocan el aroma de los cuerpos
en un jardn amanecido de heliotropos.
La amistad es una rfaga de peces luminosos,
y te arrastra
hacia un ocano feliz de mariposas.

La amistad es un plair de campanas


que invocan el aroma de los cuerpos
en un jardn amanecido de heliotropos. estn ardiendo.

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