Cmo, para qu y dnde se juega - Jara/Mantovani

CMO SE JUEGA?

Para el nio JUGAR significa comprometerse con su hacer, sin embargo para el adulto ha sido
siempre relajacin o distraccin. No es posible jugar sin conviccin.

La desvalorizacin social del JUEGO dificulta la explicacin de cmo jugar. No hay ningn
mtodo para jugar. Cada sujeto jugar segn el desarrollo alcanzado en su preparacin
individual, actoral y cultural.

Puestos en funcionamiento los mecanismos intrnsecos del JUEGO: analoga, imitacin y

auto-ilusin, hay que comprometer todo el CUERPO, dejarse arrastrar por la cadena de
acciones sin perder la capacidad reflexiva que permite recordar las reglas del juego y
cumplirlas, que es el camino para saltarlas despus.

PARA QU SE JUEGA?

Se juega para que el actor conozca el s mismo y obtenga placer de su tarea escnica.

Se juega para manipular los objetos y los fenmenos de la realidad externa y ponerlos al
servicio de la realidad interna.

Se juega para intentar resolver los conflictos surgidos en esa relacin entre lo interno del
individuo y su exterior.

Se juega para mostrar al mundo cmo un sujeto cualquiera lucha contra su exterior y lo vence.

Se juega para hacer resaltar la tensin dramtica que comporta el vivir y trascender la realidad
interna -preocupaciones, anhelos, dudas, deseos, sueos, intenciones, ideologa- a un foro
externo de nuestra realidad, el pblico.

Se juega para que el ACTOR desarrolle su creatividad y pueda abordar con mejores
posibilidades el aprendizaje de cualquier tcnica.

Se juega para que el espectador tambin obtenga placer.

DNDE SE JUEGA?

Se juega sobre lo MATERIAL, haciendo que el entorno existente se incluya en la ilusin. Se

juega, por tanto, en una zona ilusoria en la que el actor hace fsico su imaginario. Es en esa
zona donde se crea una nueva realidad que l genera, pero que al mismo tiempo es posesin
del imaginario del espectador. Es el espacio de la comunicacin, es ese nuevo espacio
presente producido por un ser humano, el actor, ante otro ser humano, el espectador.

Se juega en esa tercera zona de experiencias en la que no hay exigencia y en la que todo es
posible. En esa zona en la cual el JUGADOR es el motor que combina sus cadenas de
imgenes con sus acciones fsicas para producir al espectador una visin diferente de lo real.

Se juega en un amplio e imaginario tablero, en el que el espectador ya no puede quedar

pasivo ante el hecho teatral y se ve involucrado porque su propio imaginario est participando.