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52 Del Rio, P. y Alvarez, A. (1992). ‘Tres pies al gato: significado, sentido y cultura cotidiana ‘en la educacién. Infancia _y Aprendizaje, ndmeros 59-60, pp. 43-61 2. CONOCER PARA VIVIR O VIVIR PARA CONOCER: LA BATALLA DEL NINO POR CONSTRUIR UN MUNDO CON SENTIDO. Si uno realiza una impecable arquitectura de mediacienes instramentales y simbélices -para hacer representacionalmente fei yase- auible algo que posiblemente:parecia dif © imposible en educacin, poede sentise qui 24 orpullose, pero en absoluo confiedo, Pue- de ocurrir muy bien que el perfecto mecanisme mental externo, que ese andamia- je educativo-cultural perfeco de a eoncien: ia, no consign que el nifio se involucre, y petmanezea tan init e intocado como mu- hos juguetes eostosos después de le noche de Reyes. Ademis deun buen disco de pro- cesamiento extemo € interna, es preciso con tar con los caprichos del nif, que no ¢s un ordenador —0 no es s5lo un ordenador— y ied se niegue a procestr [Nuestra segunda linea de investgacin tie ne que ver con este problema (y quia el or den no 8 casual, el propio Vygotski estaba en sus tltimos meses de vida preoeupado con 41 una ver crlahaber wanzaco un slacisn para el problema de la representaciéa y la composicionalidad simbelics), Porque sila concepcisn de las mediaciones sociales y de los instrumentos psicolégicos puede aportar tuna idea clave pare la génesi cultural y ex tema de ls funciones psicolbpcas, no deja de ser una solucign parcial, El nif es activo Y no se limita a incorporar procesos, meca rismos o contenidos lo hacé como algo pro- pio y vital y en la medida en que puede ser propio y vital 1a perspectiva histérico-cultural, no sélo ‘eventa poss con que se constrayen las com perencias o ficionespsicoldgicas cognitvar nds importantes incorporands¢ interirizan- do operadores propios de determinadas acti vidades como e! lenguaje oral, la eseritur, ln tabla de rultiplicar, ls planes, ete. Tam: bign cuenta con la evidencia de wna divers dad grande de motivos influidos por la cultura, de modo que se supone que se cons- ‘ruyen los motivos y se realiza toda una ar. uitectura sociocultural de ls intenciones y Jaemocién, dels que podriamos consider funciones directives. ese a ese reconocimienta, lo cierto esque estamos ante un problema antec] que conta- mos con peor ingenierfa, Poe eso noes de ex trafiar que, igual que sus colegas oceidentaes, los psicélogos histrico-culuralessoviticos se ocuparon mucho de subrayar las caracte: risticas generativas y las virtudes educativas de aquelas actividades que desarrollaban las funcfones del primer tipo denomindndoles actividades principales o rectors (Vid. Leon ties, 1981, © Markova, 1984) , ocupindose bastante menos de las actividades —accivi- dads significativas— que logaban construc clones del segundo tipo En otro lugar (del Rlo y Alvarez, 1990 y cenpreparacin, Alvarez, 1990, Alvarez y del fo, 1990a), hemos expuesto las caracterist cas de las actividades rectors y significa vas y su actuacién en la Zona de Desazvollo Préximo y en los contextos reales. To que nos gustarfasubrayaraquf es la preocupacin ca- siimonogaifica en psicologia de Ia educaciSn yen muchos sistemas educativos por esos ob- jetivos exclusivamente cognitives dela eh cacién, o por esas actividades retoras,segin se trabaje desde la perspective cognitive de construccin o eprendizaje mental interno o desde la pesspeciva sociocultural de génesis sos objecivos cognitivos som los més ca- ractersticos de los sistemas educatives for mules y la descontextualzacén —capacidad de abstraccién, — metaconocimiento conceptual su objetivo psicoligico princi- pal. Come decimos, la propia perspectiva so ciocultural ba tenido con frecuencia una visién educativa imiteda a ete objetivo y una fe implicta en une progresién o linea his 53 rica Gnica de la cultura hacia cotas progresi- vas de descontextualizacién y desarrollo cognitive. Pdrfamas decir —irdnicamente y sin deseo de ofender a piagetianos ni a histérico-cultureles— que Ix psicologta hhistérico-cultural ha puticipado del optimis- ro pitgtiano de una constraceién endive ‘ional hacia a abstrecién, aunque invveando ‘como cause factores exigenos y sociocul rales ‘Un primer hecho a notar es que, —Io gue ya se a dicho del programa piagetiano— (Ce- rretero, 1980; del Rio, 1986) el cuadro es de masiado simple y bonito y las construcciones cognitives no llegan siempre felizmente até. sino —y aqui los hisérieo-culturales pueden invocar con holgura earencias de const:uociSn sociocultural externa pars explicalo~ Pero, yendo un poco mis lejos, deberiamos decir «que ese programs cognitivo no explice toda la pelicula, La historia de la educacién pre- senta un largo rosario dela irrelevancia de lo escola, del fraceso de muchos escolares, del frecvente desenganche de nifos y nifas (és Jos primeros) de ese programa de descontex- tualizacin, como ys hemos seBalado en 170 lugar (del Rfo, 199). Sila escuela puede en feneel sertireerazonablementeorpulloss del desarrollo alo largo del iempo y las culturas de un creciente programa de construcién de Jas funciones de conocimiento su ejecutorie, como proveedora de modelos de vida, como constructor de la arquitectura emocional y direccional del nifioes macho menos estable y a veces muy discutibe. EI problema es que la psiologta educati- va en general —y la socioculzural en parte también han olvidado con feeuencia que ef sujeto humane no procesa por process, (6o- ‘po parecen haber asurido los primeros mo- delos cognitivos muy influldes por et paradigms informacional de corte més tele fénico y menos bicligico y cibernético] sino ‘que procesa setuando y pars aetoa, process viviendo y para viv De modo que, para el sujetoactvante el tzbujo cogntiva nose js fice sino inserto en una actividad com ent- do, El psicélogo educativo y el edueador pien- san en conoeimientos que transmitir y fun conan al nivel de la represeatacién dlescortatuliacta El samnopizna en 0 tividades a realizar y funciona al nivel de la acc comtextbalzada, Es un digo dil Gueee trata de alder siempre con qe el io olvide su idioms de sete prapmtico y tprenda el idioma represencionly smb lico del maestro y se convierta en un infor- imivra en la aepeion de Miler George Milly, uno de los fandadotes de le psa fa copniti denominaba con cn fr fninereducinita «los ordenadores «on oe dinformivece, Ef onto Tia vii utilizaba un término parecido pero sdlo ar reerie los ioe y hombres ocr Gentes in pessninio cot pues tacos tbat aoa Sees fara Tgets ook Gem tie deo festicns ine ec ds Soon Ce deen hectares ce oat tevoler dein handise¢ ds dew cero como de ead, per ajc de lox ‘eeu us bert on peut de ms Detenlun frome da chaneyys mt pce cttar nro deol Aco elclana ences cote ot my fai Al spe inde to coopera lees Shc Paap ort Hanes) be wey shoe poss hae de Tne BD. ool EL jefe Tuiavii subrayaba en los blancos cicascarctecatins dea eduenién que nos tienen bien pat cuacterizar ee problema dela fake de conaraceléa de at funclones afetvs, laa de set en edacacion, Se fala Teal que el abo ocidental oc be. sa ena especialacdn de mod qu todo et tmande bece une fle cond acer slo te dio trabajo»— y pierde el sentido global de Ja actividad y con ello la diversién, —lo que cps scars ede bs expel mismo el trabajo europeo supone con frecuen- cla que !a actividad es'simbélica y ef cuerpo ‘no trabsja janto con el espfritu, lo que quita vitalidad al auropeo; y sobre todo e! trabajo dees muesli dal abo que ads oie comanided tegen ti conociniont deta emativo, completa 3 bofunda, de ob cred Shido extn ar vis, Tall sbzaye tony bien oe efectos negativos dele descontexsaiain D4

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