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ILADA

HOMERO
CANTO SEXTO

Magnnimo Tidida! Por qu me interrogas sobre el abolengo? Cual la generacin de


las hojas, as la de los hombres. Esparce el viento las hojas por el suelo, y la selva,
reverdeciendo, produce otras al llegar la primavera: de igual suerte, una generacin humana
nace y otra perece.

Hctor, t eres ahora mi padre, mi venerable madre y mi hermano; t, mi floreciente


esposo. (p. 134)

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