Lleno de curiosidad, el muchacho sigui preguntando:
Est muy lejos Grecia? De dnde vienen? Qu pases
han recorrido? A dnde van? La nia responda todas sus preguntas y le dijo tambin que se quedaran algunos das en Pars. -Dnde guardars el carro? -volvi a preguntar el mu- chacho. -Nos han dicho que en Auxerre hay locales libres. -Pero eso no es para ti. Es un lugar peligroso.Con quin viajas? -Slo con mi madre; pero ella est enferma. -Entonces debes ir a casa de Grano de Sal. Es el pro- pietario del campo Guillot, donde no tendrs nada que te- mer porque lo cierran de noche. -Es muy caro? -No. En este tiempo no. Adems, all el burro encontrar alimento. -Est muy lejos? El muchacho le respondi que no y le explic el camino que deba tomar para llegar hasta all. Perrine le dio las gracias y entr a su carro a repetir a su madre lo que le haban informado. Antes de salir nuevamente, se inclin junto a ella y le dijo: -Hay varios vehculos con toldos en los que se lee "F- bricas de Maraucourt", y debajo aparece el nombre de "Vul- frn Paindavoine". Es extrao ver esa inscripcin tan repe- tida. -Eso no tiene nada de extrao -respondi la madre.