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DESCENTRALIZACION, REGIONALIZACION ¥ NEOSUBSIDIARIEDAD Jorce Tata VaLpes* 1. SOBRE LA “DES-DESCENTRALIZACION” |. En materia de descencralizacién y regionalizacién las. reformas Bconsticucionales de 2005 confirmaron, desde un punto de vista contextual, flo que yaes un lugar comiin entre los especialistas en Derecho Constitucional Ey Adminiscrativo: en Chile no existe descencralizaci6n ni tegionalizacién, 10 a lo més, desconcentracién administrativa!, El andlisis objetivo de la mativa en vigencia y de la préctica de gobierno interior ~con algunas excepciones en el plano de cicrtas municipalidades— demuestra que este ¢s el bito en que hay mayor diferencia entre discurso oficial,y realidad. Aunque el pafs heredé de la dicradura via el D.L. N° 575, de 1975, el esquema atin jigente de divisién del territorio en regiones, seria un chiste referitse a la materia afirmando que esa increfblemente fuerte dictadura fuc la que logrs ransferit podera las regiones, despojando de poder al centro. Como lo hemos licado en obra ya antigua?, los regimenes fundados en la doctrina de la ‘seguridad nacional tuvieron una visién simple y puramente geopolitica del ‘tema, usando sea la descentralizacién, sea la concentracién del poder en funcién de sus necesidades y visién de los problemas de seguridad. En ‘concreto, ya via de ejemplo, en Brasil, estado federal, concentraron cl poder, EY mientras que en Chile, descentralizaron. El efecto prictico en el suelo patrio fue tener un gran dictador y trece pequefios dictadores, a nivel de gobierno nal. Luego, el tinico interludio pro-regionalizacién se produjo en el ‘gobierno de Patricio Aylwin, cuando atin ol pragmatismo de las nuevas elites “Profesor de Derecho Constcucional, LLM.,Phd., Divector (Decana) Escuela de Derecho Universidad Arcuro Pra, de Yau 2 "Vea, Cea Bats, Jos Luis, “Elsistema constitucional de Chil, Sincsis erties”, Santiago, 1999, ™. pi, 285ty Rics, Laueieo, “El Pats Descentralizado que Chile necesita ser para el Bicentenaio",en”A dee aos de la creacién de los gobicrnos regionals", Subrdere y Universidad de los Lagos. Santiago, 2005, pigs. 63 y 2 rama VauDEs, Jorge, “El terorismo de Estado”. México, 1980 168 Jonce Tapa Varnes politicas se inspiraba en los principios que habian di la gesta pro- demoeritica, Hoy dia, en lenguaje un tanto gatopardesco, s6lo se reforma lo qne yaestd reformado cn Ia prictica ~lo que no siempre es una mala técnica— y se roza levemente todo aquello en que Ja oposicién mantiene su intcrés politico por conservar la estructura de poder heredada de la dictadura. El capitulo XIV sobre “Gobierno y Administracién Interior del Estado” es el ‘inico-junto con el Tribunal Calificador de Eleccionesy Banco Central-que no fue objeto de interés 0 preocupacién directa de parte de los constituyentes Esto es notorio a propésiro de eleccién def Senado, a tatz de a reformay slo por via consecuencial se introduce un nuevo inciso al actual art. 110 de la CPR, inciso que establece que “la creacién, suspensién y denominacién de regiones, provincias y comunas; la modificacién de sus limites, asi como la fijacton de las capicales de las regiones y provincias, sern materia de la ley orginica constitucional”. En realidad, el nuevo inciso tercero del art. 3°, conforme al cual “Los érganos del Estado promoverin el forcalecimiento de Ja regionalizacién del pais”, produce el efecto contratio, debilita la regio nalizacién, A no mediar el mantenimiento de la relacién entre eleceién del Senado y las regiones, éstas habtian perdido una cnorme parte de su importancia. Pero s{ ban perdido su cardcter de base institucional del pats, dado que el capitulo I no establece de modo directo y perentorio su existencia como fornia de divisién del terrivorio pattio. Hoy se limita a hacer wna reco- mendacién al respecto, ditigida en forma vaga y atin mas debilitante, a “Los <érganios del Estado”, sin aludir de modo directo al Poder Legislativo. 1.2. El estudio de la situacién conduce a una evocacién constante de la “ley de hierro de la oligarquéa” expiiesta hace ya tiempo -en 1911 por R. Michels,* y manifestada en la formacién de fuertes y cerradas elites al interior de los partidos politicos y la burocracia, proceso autojustificado por la necesidad de organizar, operar, y evitar la paralizacién producida 2 nivel de toma de decisiones por los métodos propios de un sistema democritico de gobictno. Probablemente lo acontecido durante el gobierno de R. Lagos es el mejor ejemplo de esta tendencia inherente al fancionamiento de las estruc- ‘utas politicasy puede medirse, en términos normativos yempiricos, evaluan- doel profundo cambio habido en materia de descentralizacién encre el primer afio de su propio gobierno —que consistié en una afirmacién rotunda de que se progresaria y profundizaria en la materia y lo acontecido realmente en el resto de su petiodo. No impostando lo que haya pensado el Presidente en le materia, las lites olightquicas “des-descentralizaron” el pais, reduciendo los gobiernos regionales ¢ Intendentes un listado de desconocidos que ripi- 3 Mics, Reber, “Poliial andes’, New York, 1958, Descmerrauzacto damente debian mandar el Presic les Ministeriales La “ley deh ‘ambito por la ex cado porlaempr iago y no en s6lo para estar ce surol de poderes tendencia cent relaciones econé biocednicos que pasando por Bue puertos centrales propios partidos gan de y se supor Santiago funcior sravitacional tran caida. Elepilogo regionales, débile propio y que, vire texto de protestac 2 fuertes patrones Acesea altura s delademocracia nj a descentraliz: pongan en prictic “Alzagen, yin se marin ce deet done ene Derecho ne cole s00 sss que se he dud on claves Bases de ptr d be prec por Tes tenia sud dine Toe distin seores de Sigados, y reforaré b ‘mimo pace democcitien Yat ele oginica come Arango dc cansnciont fy digas en jeri in (Diposcién canst sélo se reforma lo una mala eécnica— zatiene su interés e la dictadura, El del Estado” cs el inco Central-que osconsticuyentes, ela reformay sélo ual art. 110 de la denominacién de nites, asf como la materia de la ley reero del art. 3°, ortalecimiento de debilica la regio- enece eleccién del cme parte de su cucional del pats, orio suexistencia ahacer una reco- ebilitante, a “Los Legislativo. 2 constante de la en 1911— por R. selives al interior ustificado por la ducida a nivel de 2 democrético de »deR. Lagos es el nto de las estruc- »piticos, evaluan- sn entreel primer n rotunda de que o realmente en el | Presidente en la s, reduciendo los wocidos que répi- fy DESCENTRALIZACION, REGIONALIZACION Y NEOSUBSIDIANEDAD 169 E damente debfan aprender que “el Ministro mandaen todo lo que rendria que p mandarl Presidente del Gobierno Regional”, y quc los Secretatios Regiona- les Ministeriales son secretarios del Ministro, no de la Regién. La “ley de hierro de la oligarquia” ha sido elicazmente ayudada en este ‘mbito por la existencia de poderosas variables, como el centralismo practi- E cado por la empresa privada, cuyas principales oficinas y ejecutivos tesiden en Santiago y no en las regiones en que se encuentran sus explotacionés, ello no sélo para estar cerca de los centros estatales de decisién, sino para desempediar E: su rol de poderes fécticos completando el cuadro de x politica nacional. Esta tendencia centralista del sector privado recibe impulso adicional de las relaciones econdmicas, financieras y comerciales en la parte de corredores bioceénicos que conforman la “banana”, que se extiende desde $20 Paulo, pasando por Bucnos Aires, para terminar en Santiago y Valparalso y otcos puertos centrales. Confluyen en esta forealeza del centralismo, por iltimo, los propios particos politicos, aunque dos tercios de sus patlamentarios proven- ; gan de y se supongan representar a las regiones. Convertida en megalépolis, Santiago funciona como un “black hele” cuyo poder centrifugo y fuerza sravitacional transforma a las regiones en un simple cinturSn deasteroidesen caida, Elepilogo dramético de este proceso es el coro de las sociedades civiles ~ regionales, débiles, inorgénicas, de actitud tradicionalista, sin pensamiento propio y que, virtualmente colonizadas por la ideologfa centralista recitan un texto de protesea contra el poder metropolitano al ticmpo que actian conforme 4 fuertes patrones de dependencia, que perciben como insuperables, Acesta altura se torna indispensable recordar que, tal como es la préctica dela democracia lo que ensefia, cimienra y desarrolla lasociedad democritica, ni la descentralizacién ni el regionalismo se desarrollarén mientras no se pongan en précrica.“El retroceso en materia de descentealizacién y su vincu- Al arg, pri dea cnn de pricpo plead el conic ee piace cx cat dc ect, spent cop jun con dlc a ‘Soci eosionl florid, cca ice tl so ena dee ‘ne tre Dc Ineacorly Dee nero y no recon de dat sans shavers inne rs nan asin roe Aue we dado en igen, gor concen ene or sos pln rs pipes de oe dhe buat pur dd oman essen de cine ied aot, fl prs por Troe Teyana el de pris pltco yr mienbie del Coe, sa ‘thane urs dzoaionando capsid Ge ngrepenad de ls Citar con ees ie dior toes de mse sce manne tsi asad paren “de ‘Sundry sor ech cligiuce dio parieryo ser nse Ee Se thane pce demotion program Hondo alr miembros cl po carats ‘ark iy opine consti que modibqe hr dienacipcones tego y ea eae * alzango de constcacén formal, ya que su aprobacién requiere un quérum de tes quros de senado- ‘ay diptalon en eric dail in qui eqerido en gree paseo la Comtii- San CDiguiSn senso codigo segunda, sands). Ve sb eos pnt fe 170 Jonce Tar Vauots lacién con las causales de la actual transicién incompleta obligan no sélo a esperar sino a explorar con anticipacién nuevos caminos conceptuales, val6ricos ¢ instrumencales, aptos para una constinucién siglo XXI verdadera. mente inclusivay participativa, que coloque mayor mimero de decisions mis cerca dela gente y la democracia més cerca del autogobierno. Entramos.as{en clcampo de la subsidiariedad, considerada como principio politico arquitec- t6nico de carécter general y universal. 2. ANTECEDENTES DE UN CONCE?TO CLAVE: NEOSUSSIDIARIEDAD, 2.1. A fin de facilitar el ulterior desarrollo y aplicaciéa del principio de subsidiatiedad dentro de os procesosde reformas, modernizacién y democra- tizacién del Estado, oftecemos una sintesis de la forma en que el principio ha sido definido y aplicado, doctrinatiamentey en Derecho Positivo, primeroen Chie y luego en el marco del proyecto de Constitucién Europea aprobado por los gobiernos que participan en la UE en octubre del 2004. Elconcepto de subsidiariedad es perfecramente conocido para losjutistas en ‘sus significados no doctrinales 0 ideolégicos sino técnico legislativos. ‘Tanto en Derecho Procesal o Penal, como en Derecho Administrative o Derecho Econémico, voces como “subsidio”, “subsidiariamente” o “cn sub- sidio” aparecen de modo frecucnte y comin en algunos de sus tres ms habi- ‘wales significados®. El vocablo puede referrse, primero, ala entrega, general- mente por el Estado, de ayuda en dinero, bienes materiales u otros benefi- cios, como éxenciones o devoluciones de impuestos, tasas y cangas equivalen- ‘es: en segundo término, a la accién que algtin érgeno, autoridad o persona XXL verdadera- ledecisiones més Entramosasfen olitico arquitec- ARIEDAD del principio de ciény democra- ecl principio ha tivo, primeroen ropea aprobado 304. para los jaristas ico legislativos. dministrativo © ante” o “en sub- s ures ands habj- nurega, general- u otros bencfi- wrgas equivalen- ridad © persona rcer término, a ui, auxiliar 9 a de “empresa stas acepciones Chilemade 1980 yur cano, Ed. 2000, K, dad y principio de ira de Covarrubias, sa de a mayora de DISCENTRALIZACION, REGIONALIZACION Y NEOSUBSIDIARIEDAD m acerque al significado del principio de subsidiariedad, sigue siendo ;metodolégicamente itl distinguir entre el sentido récaico juridico tradicional “subsidiariedad” y su significado iusfiloséfico. Dicho de otro modo, hayuna A lo largo del siglo XX, el concepro de subsidiariedad excendié su existencia al campo de le filosoffa del Estado y del Derecho y, finalmente, al “ambiro de la economfa. La multiplicidad de campos en que se lo encuentra Jeha otorgado cierta fama de ambivalencia, aunque su definicién en abstracto F no presenta dificultades, Se trata de un principio rector de carécter organi- zacional y de naturaleza politica y juridica que se aplica a la distribucién de manera natural 0 fle consagracién juridico-politica definitiva del concepto. Este reconocimiento entralizacién ejecu- ‘como base fundamental de la dstribucién de comperencias se produce induso si ificar una “delega- Fla Constirucién, por efecto de los plebiscitos nacionales, no entrare en vigencia. n of powers”, cn el ‘Puede afirmarse que, de tener lugar tal rechazo, lo seria debido, entre otras causas . . principales, a que la Constitucién no le ha dado atin toda la importancia y Suropea.en materia FF seguridad que los pucblos reclaman al nivel regional y local, en una pugna ‘ldusula de Fiexibi- snismo latente para 0s €asos en que su evisto fos mecanis- lecido. Ladecisin Comisién y previa inacabable entre sociedades nacionales y burocracia bruselense. 4, LA VERSION CONTEMPORANEA DE SUBSIDIARIEDAD: DIVISION TERRITORIAL DE COMPETENCIAS. Ee 4.1. Dos trabajos recientes ~aparte los ya citados en bibliografia publi- = cada el 2004 en la materia por este autor'*— profundizan, en la direceién que interesa, el tema de la relacidn entre, de una parte, el principio de sub- sidiariedad y, de otra parte, la descentralizacién y regionalizacién'5. Bstaesla petencias de le Uaién se gs por los principiar de Woogie perspectiva vigence en Europa, en donde ka subsidiariedad pasé a formar par- or Ena rin det comparada —__ . ot objetvar dela acciin ‘WTama Vanes, Jonge, “Descencralizacin y subsidiariedad en la 6poca de la globalzacién”, en ribs nianbel cen lvesigacn Jura, aclad de oi uies Sac N® 6 ar 006 UPSA, Sats se enti oa losers de deb Sexes, «dent en open ain dea plicarin et principio de 1 Nes efevimosa *Repereusones del principio de ubsiariedad en (a pottca nacional cps de subsidiariedad, Unida Europea”, Alftedo Rocaronr Nicotat, Barcelona, 2005, disponible en Inunet, ys “Efecos ho princpioconarrelo [> delaglbolizacitn enel egionasmo yealasoberanin”GURVTz iukecte, Uivecidad del Pats Vasco, 3 2000, también disponible en Inremet, Veise también aricalos de Jont Marts Aaa Lcens, “El de la accién de a Unig, preci de lvitiedad: noel de cena vr deh ainsi”, 3 ‘rabojo preseutad al Congreso “Nuevas Fronceas def Descenralzaisn y “EL piincipio dk adconel Peotocolosobre sitonomais eal en [a docting y en la jurispradencia del Tribunal Coosttacional, Universidad Europea de Madrid, Ne 8, 1998, 178 Jorce Tana Vasnés te de la filosofia de Ja UE en sus telaciones con los Estados miembros, y es objeto de muchisimos tabajosde alto nivel centifico en los distintos paises.'° Deeris de esto se encuentra también una diferencia de visién en lo que se refiere al rol dei Estado y de la sociedad civil frente a los sectores més de- primidos de la poblacién: mientras en Europa Ia idea de subsidiariedad va aparejada con las de coordinacién y solidaridad, en América valece la tendencia a identificar subsidiariedad con privatiza Lasetie de documentos producidos porla UE que introducen el principio de subsidiariedad —desde el Acta Unica Europea de. 1987 que lo aplica de forma iplicita hasta los Tratados de Maastricht y de Amsterdam, pasando por documentos clave come las proposiciones de fa Comisiém presidida por J. Delors, Ia Declaracién de Birmingham de 1992, y las Conclusions del ‘Consejo de Edimburgo de 1993 se inspiraron inicialmence en su nexo con el federalismo y la aspiracién de una Europa federalizada; pero posteriormen- te las referencias ala idea se conectan al protagonismno que van asumiendo los centes territoriales de los Estados con éstructura descentralizada, como conse- ‘cuencia del andlisis de su propia posicién en el contflicto enue el centralise de Bruselas y las competencias tradicionales de los Estados miembros. La primera mencién expresa y formal se da en el preémbulo del ‘Tratado de Maastricht, firmado en febrero de 1992, en el cual los Estados miem- brosdeclaran estar “Resueltos a continuarel proceso decreacién de una unién cada ver. mds estrecha entre los pueblos de Europa, en la que las decisiones se tomen de la forma mds préxima posible a los ciudadanos, de acuerdo con el principio de subsidiariedad”. Corresponde al articulo 3B del Tratado la consagracién del principio como norma propiamente juridica y rectora dela Unién, al establecer que la Comunidad, en los casos en que no ejerza competencias exclusivas, “interven- dré, conforme al principio de subsidiatiedad, sélo en la medida en que los objetivas de la accién pretendida no puedan ser alcanzados de manera suficjente-por los Estados miembros y, por consiguiente, puedan logratse mejor, debidoa la dimensién o alos efectos de la accién contemplads, a nivel comunii Fl desarrollo definitive del principio se logsari en el Protocolo N° 30, selativo a los principios de subsidiariedad y proporcionalidad, incorporado al “Tratado de Amsterdam y vigente por tanto desde el 1° de mayo de 1999. Nos interesa destacar de entre los 13 aparcados del Protocolo N° 30, el apartado 3, que afirma “que la subsidiatiedad es un concepto dindmico que permite tanto TS Gonniese al expect el enudioylistabibliogeficarealizadas por A.Crucuarsoensuobmeya 3 cada DescenTratizactiny, Re ; laampliacién como de fas circunstancias taiadebe ir acompai $e cumple con las exige idad. E En efecto, el estudir g nerse de intervenir ¢ ea capa de atender positivo del términe autoridades menor teficacia una devermi Otra perspectiva competencias ent ipalmente fue articulo 1° inciso ter tical nos remite a BE fcomunicaris) quese pele x fin corresponden ala i= TW Vease ChicknsRo 1 1 Veare Cass, Debors 29Véze Bumo, Alber ee Tama Vetoes aiembros, y es intos pafses.6 acina atin pre- enel principio te lo aplica de dam, pasando presidida por aelusiones del nnsn nexo con sosteriormen- asumiendo los como conse- elcentralismo iembros. del Tratado stados miem- ideunaunién sdecisiones se senerdo con el del principio ablecer quela vas, “interven- da en que los ys de manera -edan logearse aplada, a nivel -acolo Ne 30, ncorporado al de 1999. Nos lapartado 3, permite ranto anno-en suobraya ESCENTRALIZACION, REGIONALIZACION ¥ NEOSUBSIDIARIEDAD 479 Bi ampliacién como la restrccién de la intervencién comunitaria dependiendo fic las circunstancias que rodeen cada supuesto. Por ello, cada norma comuni- 2 debe ir acompafiada de los motivosen quese basa con vistas ajustificar que ample con Jas exigencias de los principios de subsidiariedad y proporcionali- es decir, que la accién de los Estados no es suficiente para alcanzar los etivosy le actuacién comunitaria puede logratlos mejor, demostrando ello Pediante “indicadores cualitativos 0, cuando sea pasible, cuantirativos"”. 4.2. Su propia naturaleza politica y valérica otorga al principio una sme flexibilidad en lo concesniente al modo de intexpretarlo y aplicato. efecto, ef estudioso se encuentra primeramente con una interpretacién iva y otra positiva de subsidiariedad, especialmente en la expresién ado subsidiatio”. Conformea la primeracs deber del poder central abste: se de intervenir cada vez que el grupo intermedio o fa autoridad periférica Bee: capaz de arender eficazmente sus necesidades, mientras que en el sentido sitivo del término, el poder central debe intervenir cada ver que los grupos o autotidades menorescarezcan delos mediosnecesarios parallevarcabocon Eeficacia una determinada accién'®, ‘Otra perspectivaes la que distingue entre sentidos horizontal yvertiéal de diaciedad. El primero estd referidoa la definicidn de relaciones y division competencias entre Estado (sociedad politica) y sociedad civil, yes el que incipalmente fue acogide por la Constitucién chilena de 1980 en su iculo 1° inciso tercero. En cambio, el uso de la subsidiariedad en sentido sical nos remite a las relaciones existentes al interior del aparato estatal o blico encre sus distineos érganos, que determinan su nexo jerdrquico y la isin de facultadesencre cllos, como en la relacién existente entre gobierno traly municipio autSnome. Fs este el alcance més novedoso ¢ importante hoy tiene el principio de subsidiariedad, que lo vincula directamente con Bos procesos de descentralizacién y federalizacién!? y que sera la perspectiva tentral de cste trabajo, Ademds; la nocidn de subsidiatiedad adquiere distinto Fslcance segiin la visidn ideol6gica o politico doctrinaria desde la cual sela use. EExiste una version social cristiana, wna corporativa de tonos fascistas, y otra liberal de subsidiariedad”, Por ota parte, existen autores para quiencs és W Cucasano, Alia op. cit pig, 111. El principio de proporcionalidad,rambién de carder rain a lor demas demorcacos, cxige una adceuaciin de los medios o devisiones a fos fines cnmuriteis) que se persiguen. Obligaaveificar, primecoslosmedios queseemplean paraalcanzar fn comesprtden ala imporcncia de coe fn, sagunedo, si son acocmos paras consecurin. TS Vase Corcnanto LAZARD, Alicia, ap. cic, pigs. 37. 42,43 y 102. 1 Vease Cass, Deborah, op. cit, pi. 1108. 2 Vase Basso, Albee (1978), "Les grands couranes dela philosophic du droit et de 1B”, Pax pps 395 sey Goran Fass, Simone (1997), “Les princes philosophiques du dre poise Fy oder’, Pais, pgs. 9585 180 Jorce Tana Vanots. ep Descarrenizacion, un principio de Derecho Natural?!, mientras que en circulos de la UE se lo sabilidades enere | considera como principio de “buen sentido o de sentido comin”. f BE cucoridades polic El principio de subsidiariedad se proyecta, en cuanto principio general de En cuanto prin organizacién social, en al menos tces planos: el politico, el econémico y el valor superior d juridico, Esta potencialidad suya revela que ha trascendido el umbral de las visiones particulaces o subjerivas para convertise en un principio general de E sustantivo de devee derecho y ciencia politica, Como magistralmente lo express J. Delors, “La E apoya ea una serie subsidiariedad asf actualizada es liberada de sus pesos hist6ricos, ideolégicos Gel reparto de funcic © confesidnales, y aparece como una invitacién a repensar las selaciones, i deniro de un contexto de més grande autonomla y 2 desplegar de modo permanente un equilibrio entre ka libertad de las personas y de las diferentes, entidades existentes (autoridades locales y regionales en el marco del Estado nacional; Estados en el marco de la sociedad internacional y en particular de ‘conjunwos regionales) y la autoridad necesaria y rutelar del Estado matural- mente a cargo de la seguridad, de la cohesiGn social y de la regulacién global de la economia”. El principio de subsidiariedad se inserva en el texto normativo, bien con cardcter general, bien de forma particular con respect a determinadas mavcras. En ambos casos, su funcién serd inspirar tanto la divisién y atribucién de competencias permacentes, cuanto el ¢jercicio de las mismas en el funciona- mientoordinario delos 6rganosrespectivos. Generalmentesupondrilaexisten- 4 “facultades de gok cia de un dmbito de compecencias compartidas entre érganos de diferente Bis ca materia de po jerarquia o naturalera; pero ello no ser4 necesariamente asi en fos casos en. que do que no cab el principio inspira al propio poder constituyente y se expresa en diferentes wentracién de formas y con respecto a distintas instituciones en el mismo texto de una Carta ‘apoyada con tran Fundamental. ates del poder cen ‘Normalmente, el principio supondré una distribucién de funciones entre autoridades de distinto nivel hecha de acuerdo con la capacidad de actuar de cada uno, comenzando por el 6rgano o entidad més cercanoal ciudadano. La raz6n de esta regla se encuentra en la comprobacién de que entre Estado ¢ individuo, si de una sociedad pluralista se trata, existe “una multiplicidad compleja de cuerpos intermedios trabados entre sf, dentro de los cuales el individuo es la unidad de base y las autoridades poliricas las unidades de 4 orden. El principio de subsidiariedad viene a organizar el reparto de respon- tribunales. correspo E debern tener en cu 7B Vea Sweuez Acasra, 1. (1962), “El principio de la funcién subsidiasa”, en Revisa de Eamaios Politicos 121, pig, 38. "2 Galifiaivo dado aesteprincipia porla propia Comisién Europea en“Opinin formal sobre | Unign Politica”, Bol. CE suplemento 2/91. 2 Enel Infrae “Detiicin y limites del principio de suinidiatiedad”, del Conssjo de Earn cen Comines at Régions d'Europe, No 55 (traduccion del aur) Esnadios Tranafronters sce Tania Vatots dela UEselo Gn", ipio general de sonémico y el umbral de las pio general de J. Delors, “La 2s, ideologicos Jas relaciones sgat de modo as diferentes ro del Estado 1 particular de stado natural- ulacién globat tivo, bien con vadas materias. atribucién de nel funciona- adrélaexisten- 's de diferente as casos en que ten diferentes > de una Cara incionesentre de actuat de siudadano. La sntre Estado ¢ multiplicidad 2 los cuales el s unidades de to de respon- iat, on Revise de ini formal sobre conse de Europa, Bi Pertenece a la esencia de la descentralizacién que el Estado central, en r2ACION, REGIONALIZACION Y NEOSUBSIDIARIEDAD ilidades entre los componentes de esa sociedad y, sobre todo, entre las roridades politicas pertenecientes a distintos niveles”™ ®.. En cuanto principio juridico, deriva su fuerza rectora de su relacién con valor superior del mundo de la axiologfa juridica, la justicia. No es, por nto, s6lo una norma técnica de divisién de funciones; cs un principio astantivo de derecho y no una simple regia técnico juridics o legislativa. Se cen una serie de criterios que podriamos calificar de “abiertos” y orienta reparto de funciones, pero no distribuye matemiticamente los campos de rervencién, En su aplicacién los agentes politicos, los administrativos y los wunales correspondienres, y aun las instituciones de la sociedad civil, Hicberdn tener en cuenta no sélo los crivetios “objetivos” sobre los que apoya Fis idea, sino también coda una serie de circunstancias de indole ms bie itica o histérica. 5. SUBSIDIARIEDAD, DESCENTRALIZACION ¥ SOBERANIA 5.1. Suele entenderse por descentralizacién la asignacidn o difusién. de iones y poderes desde una auroridad central hacia Srganos de gobierno Fégionalesy locales.”> Enfatizamos el hecho de que se trata de la transferencia facultades de gobierno”, por tanto, de la capacidad para adoptar decisio- Ges en materia de politicas y con significativo grado de discrecionalidad, de redo que no cabe confundir la descentralizacién con una mera oncentracién de facultades administrativas, aunque ella sea profunda y spoyada con transferencias importantes de recursos financieros prove- entes del poder central. garde hacerlo todo, deje. otros Srganos que hagan codo aquello paralo cual ‘caricter descentralizado los coloca y los dota mejor, democratizando la én de poder y de gobierno mediante el acercamiento de fa toma de fdecisiones a aquellos que deben ejecutarlas y asumirlas. Como lo hemos sresado en otro articulo”, toda real descentralizacién exige que los propios Factores tertitoriales se constituyan en un subsistema politica, com funcién represenrativa y con capacidades y niveles de eficacia que hagan factible y enna Ali op. ce pg. 27 2 Se prnim exe concep a inglés de “devolion” cin prc de que e idioma ings sda cope avo“ ecentizaion”, que dfinide como a delepcino rexiccin de poder Ince rnd por un gbiemo cnt aavoridades gional © cles . Yeas "Decent, diplomacny arsdiplomacia enn epoca dela lobe, en este Esuios Transfronterins N° 1, 2005, INTE, UNAP, Iquique, pig 28. 182 Jonce Tara Vannes legitimen le teansferencia de poder que debe hacer el Estado central, Con la cooperacién de las distintasinscicuciones dela sociedad civil, las instixuciones degobierno regional deben desarrollarse al maximo y asumir un efectivo lide- razgo regional. Este, un enfoque clisico de la naturaleza y propésitos de la descenttaliza- ign, debe ser examinado hoy introduciendo en el andlisis los distintos tipos 4 E debe admit tanto de efectos que en la institucién produce la vigencia del principio de t pasan a asumir en, subsidiariedad. Este tiltimo, en su época usade como factor deestructuracion directa en Chile de del Estado federal, pasa ahora al campo del propio Estado unitario para explicar el cémo y para qué de una importante transferencia de poderes internos. No sélo introduce en el campo normativo la distincién obligada entre sociedad politica o Estado y sociedad civil o grupos intermedios, sino 4 : que wasciende y modifica la propia nocién de una y otra y culmina en una El principio de subdivisién de la sociedad politica. Obliga a distinguir entre el Estado en cho positivo en el c: ‘cuanto nucleo central, centralista y con poderes de alcance nacional, y los i ‘cuerpos intermedios de cardcter politico administrative u érganossubnacionales de gobierno. Esto abarca las municipalidades y gobiernos regionales 0 provinciales dotados de real autonomia. En esto tiltimo consiste, propiamen- tc, la neosubsidiariedad. 5.2. Podria plantearse la duda de si, dados los efectos que provoca la vigorizacién de la descentralizacién por aplicacién del principio de subsidiariedad, no estariamos ance el peligro de un desmembramienco del Estado y de una relativizacién, si no abandono, de la nocién de soberanta”. En realidad, el principio de subsidiariedad presupone el Estado, no puede existir sin su conttario. Dada esta relaci6n dialéctica, el Estado cumple la | esencial tarea histérica y légica de superar el estado de naturaleza, un estado decosas quieni siquiera los partidarios dela nocién negativa de subsidiariedad, < podrian aceptar sin riesgo de perder el objetivo central de su forma de Estas estudios cor racionalizacién del poder. a las siguientes ¢ Pero es indudable que la subsidiariedad modifica la nocién absoluia de 4 =P Creutso dc los raz soberania, atiadiendo una nueva dosis de relativizacién al concepro, ya . Es indudable ¢ limitado por las formas contemporineas de las relaciones econémicas inter- nacionales y dela defensa delos derechos humanos. Et hecho es registrado pot el texto de la actual Constitucién chilena precisamente al reconocer la madmen autonomia de los cuerpos intermedios. Este reconocimiento supone aceptar 4 tiende cist a ind dero la ciencia ju la nueva forma de« nuevas aplicacion 7 Vege wbre el particular Aumecur, GuRUTz, “Diversidad Cultural y reorganizacin del poder pollis", Universidad de Pais Vasco, 2000. Ponencia presntada Simposio Diversidad Calural y ‘Conscrucciin Europea. Barcelona. 2000, central. Con la forma de limitacién del poder soberano, el que resulta condicionado por as instieuci Bbsbligacién de reconocer y apoyar a los cuerpos intermedios para que in efectivolide- Bicinomamente se dediquen al logro de sus fines especificos. Vistas ast las , debe resultar obvio que quien postula ef principio de subsidiariedad a descentraliza- ralimitacionesal candcterabsoluto dela oberania y, consecuencialmente, distintos tipos admicir tanto las Funciones que los érganos subnacionales de gobierno | principio de a asumir en matetia de generacién de normas cuanto la aplicacién estructuracién 4 raen Chile de normas juridicas de otigen supranacional. unitario para sia de poderes | xci6n obligada 6. ConcLusiones armedios, sino imina en una EF bl principio de subsidiariedad fue tempranamente convertido en dere- +d Estado en Fo positivo en el caso chileno, esto en relacién con el tratamiento del tema sacional, y los Bhrvel de derecho comparado. El art 1° inciso 3° de la CPR euvo una re- ssubnacionales ccién que, quetida 0 no por los autores del texto, superé desde el primer : tegionales 0 Biomento el limitado campo en que se colocaban os mismos, es decir, la 4 imitacién de fanciones entre Estado y particulares en materia cconémica. « propiamen- generalidad de la concepcién y redaccién da al principio un alcance ue provoca la itado dentto de los marcos naturales de su razén de ser’. principio de Es posible concluir que muchos juristas y otros especialistas chilenos sramiento del insideran implicitas en el concepto constitucional actual de subsidiariedad, esoberaniz’”, virtudes arquitecténico-institucionales que ha encontrado cn él la exitosa ‘do, no puede opea contemporinea. Por ello, es posible vaticinar que en el periodo ddo cumple la idero la ciencia juridica dedicard mucho de su tiernpo y paginasal estudio eas uit estado fela nueva forma de entender el principio de subsidiariedad y alos efectos de Oe li Hess nuevas aplicaciones. bsidiriedad FEE Estos estudios tomarin sin duda en consideracién, como “hechos de la su forma de 1a”, las siguientes conclusiones, alas que se llega de modo natural siguien- io el curso de los razonamientos procedentes: nabsolura de 1. Es indudable que la subsidiariedad modifica la nocién absoluta de concepto, Ya nia, en cuanto poder supremo originario y no condicionado, afadien- micas inter- ‘egisteado por reconacer Ja 7 Bia dea ha sido econocida ya por mtores chilenas, nororiamente aunque ad passim, por CAs, ‘poneacepur 4 rien entiende existir una indudabl relacin ene subsidiaciedad dena pare, y descenulizacion ¥ Teconcenttaga dels otra Laida cxa twmbign preenteen el abajo deP.Carvajalsabreconsociacisn fen), ALTHUSNS, y es aludida, con cits de SacCES y Banner, cn una tals de magise. en preparacién, Gr, Covarntmns.sobre“El principio consttucional de subsidirieded sw apliacin eiterpreacion ‘end nat del Estado empresario™ _ inacign del poder S ” Eerudiosy proposicionesemanadas dels SUBDERE (Subseerearlade DesarlloL Regionalizacién ‘sided Cull y EF ie Minicese de Toveron) que seis large enmarcar, han usado con freevencia el eoncepto de “ubsiariedad en el sentido que le ba dado la Constcucién Europea. 184 Jonce Tarts Vatnes do una nueva dosis de eclativizacién al concepro, ya limitado pot las formas contempordncas de las relaciones econémicas internacionales y de la defensa eles derechos humanos. Elhechocs registrado pore texto de la actual Cons. titucién chilena precisamente al reconocer la autonoméa de los euerpos intermedies, lo que supone aceptar otra forma dc limicacién del poder soberano, Vista as las cosas, debe resultar obvio que quien postula el prin-

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