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Mi intención principal en esta monografía es establecer y demostrar una serie de paralelos
entre los libros Don Quijote de la Mancha de Miguel de Cervantes y The Neverending Story
de Michael Ende; específicamente el elemento del “libro dentro del libro” y cómo éste
ficción, personajes ficticios luchando contra la voluntad de sus autores, autores múltiples, e
instancias en las cuales ocurren referencias circulares donde la historia se repite una y otra
vez.
No debe ser coincidencia que Michael Ende haya escrito una historia como The Neverending
Story: Ende ha sido un profeso admirador del escritor cervantino Jorge Luis Borges, y Borges
a su vez ha sido uno de los estudiosos de Cervantes más ávidos y acertados a la hora de
Ende y Cervantes, sin embargo, no comparten mucho más en común. Michael Ende pasó
artistas censurados por la dictadura nazi (incluyendo a su padre, Edgar Ende, pintor del
nutrido en las artes, participó de batallas militares como parte de la armada española e incluso
fue tomado como prisionero por argelinos. Lo que sí tienen en común en su trasfondo es: su
evidencian en los textos a tratarse en esta monografía; como también, que ninguno de los
Ende escribió The Neverending Story en el 1979, texto acogido por el público como una
historia para niños y nada más. Desde entonces ha tenido que luchar – infructuosamente –
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para que se le considere como un escritor serio. The Neverending Story, al igual que sus otros
Neverending Story, por su dragón de la suerte con aspecto canino. Poca gente reconoce la
verdadera magia de estos dos textos: son libros acerca del libro; su línea temporal es borrosa
en momentos, circular en otros; sus protagonistas se sumen en sus mundos de origen literario
Hay que despojarse del vértigo que puede causar el retorcimiento y jugueteo constante del
tiempo y el espacio para poder disfrutar a cabalidad de los puntos donde ambas novelas se
encuentran y se acompañan. Debo admitir que me tomó más de una lectura de esos álgidos
capítulos VIII y IX del tomo I del Quijote para reconocer las similitudes entre éste y The
Neverending Story; pero, una vez hecho el enlace, comencé a encontrar más similitudes y
paralelos fascinantes.
Nuestros protagonistas podrían ser un punto de encuentro seminal: ambos personajes son
realidad que los rodea – y definitivamente olvidar es su propósito, una vez observamos su
Don Quijote ha optado por sumirse en su fantasía de un solo golpe y porrazo: un día decide
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ser un caballero andante tal como aquéllos que tanto ha admirado en sus amados libros de
caballería; entonces es cuestión de armarse de los elementos que refuercen su nueva empresa
sus libros y fantasías, los límites entre ambos mundos reforzados por la autoridad de los
adultos en su vida. Su fusión con el mundo de Fantastica – el cual ha avistado desde el borde
de las páginas de The Neverending Story – ocurre mucho más paulatinamente, siendo gran
En ambos casos, nosotros como lectores podríamos perder esa raya que divide la realidad de
la ficción: Don Quijote nos ha parecido un loco desde un principio y lo tildamos como tal con
“- Yo sé quien soy – respondió don Quijote - ; y sé que puedo ser no sólo los
que he dicho, sino todos los Doce Pares de Francia, y aun todos los Nueve de
la Fama[...]” (1)
¡Qué reafirmación de la lucidez de Alonso Quijano puede ser más clara! Aunque es una cita
confirma la locura del Quijote - podemos también interpretarlo como la capacidad del Quijote
convertirse en Don Quijote es meramente un acto de pura voluntad: él desea ser el Quijote,
Con Bastian, el caso podría aparentar un poco más complicado, ya que nos parece un niño
bastante centrado en la realidad; pero nos arrastra con él en su “locura” en la cual poco a poco
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se va haciendo parte de la historia interminable, y cruzamos con él al “otro lado” a través de
la vorágine cíclica que se crea cuando la Emperatriz pide que se le cuente el cuento una y otra
vez. Hasta el momento, Bastian se había mostrado reacio a la idea de que él pudiera ser parte
En el “otro lado”, tanto Bastian como Don Quijote se convierten en autores de sí mismos.
Don Quijote tiene la idea desde el principio de que sus aventuras habrán de ser registradas
por un sabio encantador y así se ha creado para sí mismo la figura de Cide Hamete Benengeli,
sin haberlo nombrado. Su primer gesto de autoría es narrarse a sí mismo las primeras palabras
“Yendo, pues, caminando nuestro flamante aventurero, iba hablando consigo mesmo y
diciendo:
“-¿Quién duda sino que en los venideros tiempos, cuando salga a la luz la
verdadera historia de mis famosos hechos, que el sabio que los escribiere no
ponga, cuando llegue a contar esta mi primera salida tan de mañana, desta
espaciosa tierra las doradas hebras de sus hermosos cabellos [...] , cuando el
famoso don Quijote de la Mancha, dejando las ociosas plumas, subió sobre su
Bastian también se convierte en autor de sí mismo, no tan literalmente como Don Quijote,
más bien a punta de deseos: la Emperatriz le otorga todos los deseos que se le puedan ocurrir
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nos percatamos de que sus transformaciones son todo lo que él siempre ha deseado ser:
apuesto, fuerte, valeroso y ágil. Bastian es autor tanto de su mundo como de sí mismo: otra
cuando toma entre sus manos la Segunda parte de don Quijote de la Mancha:
El primer libro de Don Quijote y esta segunda parte – representando la versión fatula de
la Mancha. No creo que haya una experiencia más desconcertante que enterarse a ciencia
cierta que uno se ha convertido en un personaje ficticio. Ciertamente, en ese momento Don
Otra instancia en Don Quijote que nos sirve de premonición - y primer trago - del “personaje
manuscrito antiguo del Quijote, lee la historia desde el principio nuevamente: este personaje-
autor se tiene que haber leído a sí mismo leyéndose, como una suerte de espejo dentro del
espejo. Sin querer, se crea una especie de momento cíclico, un instante interminable, como la
inicial de The Neverending Story: al Atreyu acercarse al segundo portón hacia el Oráculo del
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Sur, se percata de que es un espejo que refleja el verdadero yo de quien se mira. El reflejo
“What he saw was something quite unexpected, which wasn't the least bit
terrifying, but which baffled him completely. He saw a fat little boy with a
pale face – a boy his own age – and this little boy was sitting on a pile of mats,
Bastian gave a start when he realized what he had just read. Why that was
him! The description was right in every detail. The book trembled in his
hands. This was going too far. How could there be something in a book that
applied only to this particular moment and only to him? It could only be a
“La edad mostraba ser de cincuenta años; las canas , pocas, y el rostro,
Quijano, la descripción del personaje nos deja un poco fríos, ya que fácilmente se podría
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Obviamente nos encontramos ante un serio problema de identidad por parte de estos
personajes: Don Quijote se reafirma una y otra vez en su identidad como caballero armado,
en el segundo tomo:
puede olvida, a Dulcinea del Toboso, yo le haré entender con armas iguales
que va muy lejos de la verdad; porque la sin par Dulcinea del Toboso ni puede
Claro está, en gran parte este distanciamiento es ulteriormente un mecanismo por parte de
no ser quien uno cree ser se encara ante un despliegue feroz de la realidad que existe fuera del
propio libro.
Atreyu encuentra su verdad en la figura de Gmork, una criatura tenebrosa que no pertenece ni
a Fantastica ni al mundo real. Gmork habla acerca de la realidad de los seres de Fantastica, y
fácilmente podría estar hablando de todos los que habitan dentro de las portadas del propio
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texto:
“ '[...] when you get to the human world, the Nothing will cling to you. You'll
be like a contagious disease that makes humans blind, so they can no longer
distinguish between reality and illusion. Do you know what you and your kind
[...]
'You ask me what you will be there. But what are you here? What are you
No es accidente que se haga alusión al título del libro: con sus palabras, Gmork crea un
marco de referencia que se repite a nivel de Bastian como lector agazapado en el ático de su
escuela y que - ¿por qué no? - también nos podría incluir a nosotros. Bastian es lector, pero
también es parte del libro que estamos leyendo, también es parte del universo al que alude
Gmork. ¿Y nosotros?
necesita que un niño humano le otorgue un nombre nuevo, de lo contrario enfermará y morirá
“Her life isn't measured by time, but by names. She needs a new name. She
keeps needing new names. [...] she has had many names. But they're all
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forgotten. Over and done with. But without a name she can't live.” (8)
Es un problema del cual están conscientes los habitantes de Fantastica, y lo toman como su
realidad incuestionable. Nos hallamos ante un mundo entero que sabe que sólo es producto de
consorte, el Viejo de la Montaña Errante. Acerca de él, ella dice: “'He is like me [...] because
he is my opposite in every way.'” (9) Vemos rasgos de creencias orientales: el ying yang y los
dioses del panteón hindú, por poner ejemplos. Y cuando finalmente lo conoce cara a cara:
“'Here I am.' Her voice echoed as in a large empty room – or was it another,
much deeper voice that had answered her in the same words?” (10)
autores, creadores y administradores del mundo de Fantastica – e incluso nos puede evocar
deseos que va haciendo para reconstruir a Fantastica. No deja de ser un niño normal hasta
mucho luego que se adentra en sus aventuras en Fantastica, y luego sólo se convierte en
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Ante una crisis de identidad tal y, más importante aún, a modo de una toma y manifestación
de control por parte del autor/los autores, los personajes se rebelan ante la voluntad de los
autores mismos. Según Ruth El-Saffar (y referenciado por JamesParr en Don Quixote: An
Anatomy of Subversive Discourse), la tensión entre autor ficticio y personaje es lo que presta
intercambios incrementalmente intensos entre Bastian y los personajes que llevan la trama en
el libro son lo que lleva a ese punto eje en el cual la historia se traga al lector (Bastian) y lo
A cry of terror passed through the ravine and echoed from side to side.
Ygramul turned her eye to the left and right, to see if someone else had
arrived, for that sound could not have been made by the boy who stood there
Could she have heard my cry? Bastian wondered in alarm. But that's not
possible.” (11)
Estas interacciones entre Bastian y lo que vive en la página escrita ante él son lo que llevan la
trama durante los primeros doce capítulos. Primero hay renuencia por parte de Bastian, un
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Don Quijote, por su parte, sustituye a su propio autor en un principio, pero luego él y su
equivoca, cuando sucede algo inexplicable o cuando no les gusta el rumbo que están tomando
Rucio.
Sancho y Don Quijote expresan desagrado, incluso desprecio, por su propio autor. El
conocimiento de estos personajes del Quijote acerca de su autor incluso los lleva a sentir
temor:
historia de vuestra merced con nombre del Ingenioso Hidalgo don Quijote de
Sancho Panza, y a la señora Dulcinea del Toboso, con otras cosas que pasamos
nosotros a solas, que me hice cruces de espantado cómo las pudo saber el
capaz de conocer todo lo que hay por conocer de sus andanzas con Sancho Panza. Lo
justifican con la conjetura de que este sabio encantador es un moro y que, como tal, ha de ser
engañoso y de poco fiar. La tensión entre estos personajes, incluyendo al propio “autor” Cide
Hamete Benengeli, continúa a través de toda la obra: Don Quijote y Sancho se quejan del
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autor que les tocó, Cide Hamete también se lamenta de la labor tan aburrida... La verdadera
Los personajes de la historia de The Neverending Story (aquellos que viven en Fantastica
Viejo de la Montaña Errante (Old Man of Wandering Mountain): un personaje mítico que
vive enclaustrado en una torre, eternamente escribiendo la historia de The Neverending Story.
Bastian para darle un nuevo nombre, decide visitar al viejo en la montaña. Es una acción
distancia le presenta todo tipo de argumentos para disuadirla de la visita aunque, a pesar de
“'Old Man of Wandering Mountain,' she said aloud. 'If you don't want us to
Entonces uno se pregunta quién de estos dos personajes tiene la autoridad máxima, o si existe
una autoridad suprema por encima de la voluntad de estos dos, y sólo están interpretando una
Viejo de la Montaña Errante, autor de todo Fantastica – se discutirá más adelante. Aún así, la
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proactividad de la Emperatriz contrasta marcadamente con la rebeldía pasiva de Bastian
contra lo que le está sucediendo: él no puede creer que pueda ser parte de la historia que lee,
Las figuras de los autores también imponen su voluntad de modo más manifiesto. Donde
Cide Hamete Benengeli se queja de lo aburrida que puede ser su tarea de anotar las crónicas
de Don Quijote, el “supernarrador” demuestra su suprema autoría mediante los títulos de los
“[...] vio que del Toboso hacia donde él estaba venían tres labradoras sobre
tres pollinos, o pollinas, que el autor no lo declara, aunque más se puede creer
que eran borricas, por ser ordinaria caballería de las aldeanas; pero, como no
Michael Ende hace lo propio en The Neverending Story: también hace alusiones a historias
que no son parte del propio libro, como prometiéndonos un premio que nunca se materializa.
De ese modo se garantiza total control, el máximo poder sobre la trama completa.
Las referencias circulares son el elemento más atractivo de estas dos narrativas: en Don
Quijote son más sutiles, pero más poderosas precisamente porque no están visibles a menos
que se aplique un ojo crítico. En The Neverending Story, la mayor referencia circular abarca
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Ya había mencionado la ocasión en la cual el segundo autor encuentra los viejos pergaminos
del Quijote y al él leerlos sólo podemos presumir que tiene que haberse leído a sí mismo, ya
que estos papeles contenían la historia completa del Quijote. Otra referencia circular se
No es tan evidentemente circular como el lector leyéndose a sí mismo, pero es un ciclo tanto
escribiendo hasta que él muera, pero entonces nunca tendrá final porque ¿después de su
muerte quién lo terminará? Igualmente lo podemos ver como un ejercicio en futilidad, pero
me agrada mucho más la idea de que es un libro en constante escritura y composición: lo que
va sucediendo se escribe, y quién sabe si este libro de Ginés de Pasamonte contenga alusiones
a sí mismo.
Otra auto-referencia del libro la podemos ver en el capítulo XLIV del segundo tomo:
“Dicen que en el propio original desta historia se lee que, llegando Cide
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El libro hace referencia no sólo a sí mismo, sino a su propia traducción: no sólo es libro,
No ha de extrañarnos estas referencias en un libro como el Quijote, incluso las podemos ver
mismos y a su contenido. Cervantes nos dio la primera pista de estas jugarretas de autor
desde el prólogo del primer volumen: un prólogo que se trata de los problemas que él tuvo y
En The Neverending Story la referencia circular no la prevemos tan fácilmente: el título nos
da una idea de qué esperar, y aún así podemos tomarlo de primera instancia como un título
Al llegar al capítulo XII nos topamos entonces con una sorpresa para la cual ni la misma
adaptación fílmica nos ha preparado (tristemente, han suprimido esta fabulosa dimensión tan
determinante en el libro):
“He was not really writing. His stylus glided slowly over the empty page and
The Childlike Empress read what was being written, and it was exactly what
was happening at the same moment: 'The Childlike Empress read what was
being written...'
'Everything that I write down happens,' was the answer [...]” (19)
Primero nos encontramos con unas alusiones que parecen sacadas casi directamente de las
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páginas del Quijote: el cálamo supremo que en el Quijote tiene voz propia, aquí lo vemos con
movilidad (y tal vez voluntad) propia, y escribe todo aquello sellado en el destino de sus
personajes. También vemos la sazón de Ginés de Pasamonte: se escribe todo lo que sucede ...
“'Are you and I and all Fantastica,' she asked, 'are we all recorded in this
book?'
He wrote, and at the same time she heard his answer: 'No, you've got it wrong.
Aquí también pareciere que Michael Ende arrancó palabras del Quijote, especialmente del
capítulo XLIV del tomo II. El libro dentro del libro: es un concepto mágico que predata al
Quijote y podemos remontarnos a las historias del medio oriente grabadas en Las Mil y Una
Noches. Con el pasar de los siglos, sin embargo, la idea del texto matriz no pierde su
potencia.
“'[...] tell me the story from the beginning, word for word as you have written
it.'
'If I do that, I shall have to write everything all over again. And what I write
[...]
The Old Man wrote and said: 'If the Neverending Story contains itself, the the
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world will end with this book.'
[...]
At that point the story began all over again – unchanged and unchangeable –
and ended once again with the meeting between the Childlike Empress and
the Old Man of Wandering Mountain, who began once again to write and tell
Estas líneas preceden a una vorágine de palabras en las cuales Michael Ende nos ilustra de
manera muy explícita la forma en que se re-redacta The Neverending Story, incluso nos
tuerce la perspectiva y lo vemos todo de adentro hacia afuera, como si Bastian fuese la
fantasía y los habitantes de Fantastica lo estuviesen leyendo a él. Esta vorágine violenta
desata la unión de dimensiones – no hay mejor modo de explicarlo – y Bastian puede cruzar a
Sólo resta destacar el hecho de que la estructura de ambos textos se compone de múltiples
instancias temporales y de autoría. El Quijote resulta ser una composición de varios autores y
puntos de vista: los que otrora son personajes a merced del control del supernarrador, se
a veces nos cuesta igualarlo con el autor Cervantes – queda en el anonimato desde el prólogo
orden, siempre habrá algún detalle que desafíe este intento. El propio Cide Hamete
también. En los momentos en que se pierden los textos – Capítulo VIII, Vol. I y final del
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Volumen I, por ejemplo, – se nos tuercen los detalles y nos cambian las presunciones acerca
de quién puede ser el autor original de la obra. ¿Es un moro anacrónico del siglo XVI? ¿Es un
godo archicristiano?
tenemos a todos esos autores intermedios ficticios que nos confundan hasta hacernos olvidar
al verdadero autor de la obra que tenemos enfrente. Las instancias en que los personajes se
toman la palabra autorial, sin embargo, son lo que nos hace entender que The Neverending
Story es la historia del libro – al igual que el Quijote, según lo comprende Maurice Molho.
Este sentido en el Quijote se establece en el punto en el que se pierde el texto en el Cap VIII.
En The Neverending Story se establece desde mucho antes, cuando podemos empezar a
percibir que Bastian es parte del libro. Eventualmente se cimenta esta percepción con la
Las distintas instancias autoriales en el Quijote, según la apreciación de R.M. Flores, sirven
para resaltar la habilidad del propio Cervantes para ser autor, traductor, historiador, copista y
narrador (entre otras funciones). Michael Ende, sin embargo, me parece que ha creado esta
de Cervantes. Probablemente ha quedado tan fascinado por la idea del “cuento dentro del
Hace falta ser un lector aficionado para lograr sumergirnos en la trama de un libro, pero toma
un autor excepcionalmente talentoso y amante de la magia y la locura para lograr que - más
allá de absorbernos en la narrativa – los lectores sintamos que somos parte de ella y
comencemos a dudar de nuestra propia naturaleza. Como bien lo dijera Jorge Luis Borges:
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“Si los caracteres de una ficción pueden ser lectores o espectadores, nosotros, sus lectores o
espectadores, podemos ser ficticios” (Jorge Luis Borges, “Magias parciales del Quijote”)
Tanto Cervantes como Ende nos presentan historias cuyos protagonistas son ávidos lectores
que se sumergen en la fantasía de los mundos que consumen. Ambos autores también nos
presentan libros fantásticos que se contienen a sí mismos y nos provocan un vértigo delicioso
sin fin. Ambos autores, Cervantes como precedente y maestro de Ende, nos han colocado un
espejo ante el cual nos vemos y, como lectores, honestamente no podemos decir si somos
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Notas: Bibliografía de citas
(1) Miguel de Cervantes, Don Quijote de la Mancha, Vol I, Cap V, pp. 125
(4) Michael Ende, The Neverending Story, Cap VI, pp. 106
(5) Miguel de Cervantes, Don Quijote de la Mancha, Vol II, Cap XVI, pp. 156 – 157
(7) Michael Ende, The Neverending Story, Cap IX, pp. 150 – 151
(12) Miguel de Cervantes, Don Quijote de la Mancha, Vol II, Cap IV, pp. 57
(14) Michael Ende, The Neverending Story, Cap XII, pp. 190
(15) Miguel de Cervantes, Don Quijote de la Mancha, Vol II, Cap IX, pp. 96
(19) Michael Ende, The Neverending Story, Cap XII, pp. 192
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Bibliografía
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Ende, Michael. The Neverending Story (traducido por Ralph Manheim). USA, Penguin
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Borges, Jorge Luis. “Magias parciales del Quijote.” Otras inquisiciones (1952): pp. 75-76
Borges, Jorge Luis. “Mi entrañable Señor Cervantes.” Papel literario de El Nacional (1 de
agosto de 1999) Disponible en: http://www.analitica.com/Bitblio/jjborges/cervantes.asp
[consulta: 31 de marzo de 2010]
El-Saffar, Ruth. “The Function of the Fictional Narrator in Don Quijote.” Modern Language
Notes 83 (1968): pp. 164-177
Fernandez Mosquera, Santiago. “Los autores ficticios del Quijote.” Anales Cervantinos Tomo
XXIV (1986): pp. 47 – 65
Flores, R.M. “The role of Cide Hamete in Don Quixote.” Bulletin of Hispanic Studies Vol
LIX. Liverpool University Press (1982) : pp. 3 – 14
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Historias cruzadas de novelas hispanoamericanas (1995): pp. 92 - 108
Locke, F.W. “El sabio encantador: The Author of Don Quixote” Symposium, 23 (1969): pp.
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López-Baralt, Luce. “El Quijote: una invitación a la locura” Primer Congreso Internacional
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Español (2003)
Martín Morán, José Manuel. “La débil autoridad del padrastro del Quijote.” Actas del Tercer
Congreso Internacional de la Asociación de Cervantistas (1998): pp. 277 - 295
Martín Morán, José Manuel. “Autoridad y autoría en el Quijote” Signoria di Parole. Studi
offerti a Mario di Pinto. (1988) : pp. 347 – 363
Molho, Maurice. “Instancias narradoras en Don Quijote” Modern Language Notes 104
(1989): pp. 273 – 285
Parr, James. Don Quixote: An Anatomy of Subversive Discourse. Newark, DE, Juan de la
Cuesta (1988)
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