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ARTE Y JEROGLIFICOS MUISCAS LISANDRO AUGUSTO OCHOA INTRODUCCION Antes de entrar a estudiar las repr cidas por nuestros primitivos, deseo clari teéricos sobre Ia naturaleza del arte en general en relacién con el arte entre los primitivos. ‘Muchas veces heros sido levados a pensar en el arle como una manifestacién aislada o des-relacionada del espiritu humane, o de Jas demas manifestaciones de él debido a la influencia de manuales demasiado especializados, que insistiendo en los valores del detalle, (que de ninguna manera trato de minusvalorar) han descuidace una visién co-relacional y sintética de todas las manifestaciones del espi- ritu humane. Cuando emprendi el estudio de los jeroglificos chibchas, ellos me ‘motivaren eh el sentido de ahondar un poco mas en el conjunto de tradiciones, mitos y en general en el acervo cultural que este pueblo dejé. Por eso me lancé al estudio de su teogonia, que necesaria- ‘mente me llevé a entender mejor su cosmogonia y sus mitss en gene- ral. Y asi, bien pertrechado con ese acervo de datos anopolégicos y culturales, me laneé a pensar sobre las figuras que me ofrecian los Petroglifos. Primero me perseguia-la idea de captar el sentido, o mejor la significacién profunda de ese cémulo de signos, pero luego y a base de mucho meditar, legué a la conclusién de que. el significado de ‘esos signos no era ni mucho menos lo mas importante de ellos y que su sentido no se agotaba en su significado, y esto preciscmente por- ‘que son una obra de arte. 8 Entonces capté la necesidad de determinar el concepto de “obra de arte” en contraposicion con la obra meramente significative, eye estudio debe caer en el dmbito de lo cientifico. Quizé. algin dia un investigador profundo llegue a poder des- ifrar el significado de los petroglifos indigenas, ufilzando un estricto método de investigacién cientifica al estilo de Bacén de Verulamo, constatando la presencia frecuente de un determnado signo en un lugar y relacionando el contenido del signo con:'a funcién que ese lugar pudo cumplir en Ia cetividad vital del indigena chibcha. Tam- bién habré quien se lance a estudiar la frecuencia de uso de un signo particular en él conjunto de los demas y su presencia en determina- dos objetos llegando asi a la conclusién de que su significado sea algo relacionado con el uso que se le daba al objeto en’ cuestién, ya fuera’ utilitario, ritual, comercial u omamental. En fin, me serfa largo describir las diversisimas formas que se podrfan utilizar en la Investigaeién de los signos y de los jeroglificos indigenas, métodos que yo en parte coméncé a utilizar al abocar él estudio de esos jero- slificos, Pero yo creo que anda descaminado quien intentando hacer arte, ircunscribe ‘su trabajo’ a, esa significacién estricta, y quiere hacer que e808 signos se transformen en, las letras de un libro abierto, en don: de se consigne el mundo cultural de los indigenas, Y adn quien Ile- gara a esa deseada meta no habria adelantado quiz4 mucho, en la comprensién del verdadero sentido de esos obros de arte. Le suce- deria como a quien hallando una nuez, se queds con la céscara y desprecia el corazén, La obra, de arte’ adquiere su sentido total dentro de la_visién general y sintétiéa del mundo cultural de un pueblo, Solo dentro de esa visién peculiar, que ha sido llamada por algunos el. ‘Weltanscha- ung" {aunque la palabreja pose mas una significacién racional), se puede encontrar el puesto, la funcién, el sentido que una obra ad- quiere para un pueblo. Los obras del espirity humano estén intimamente correlaciona- das, querémoslo © ne, aunque la técnica y la. especializacién hayar fratado de probar le contrarie y hayan construide ese hombre unidl mensional, se bérbaro técnico, contra el cual se ergufa el gran Orte- ga y Gasset; y solo. dentro de esa correlacién, adquiere sentido cual- quier tealizacién humana. Con el fenémeno humano pasa algo. asi como Io que logran realizar los paleontélogos, que con el mas mini i I FIGURA 1 0 mo huesecillo de un animal antidiluviano, lo reconstruyen totalmente y determinan aun su sexo, edad y la fuente princpal de su alimen- tocién. El hombre, su mundo, su cultura, se descubren a través de las més minimas realizaciones que haya dejado y consecuentemente, solo se entienden estas minimas realizaciones en relacién con el complejo total de su mundo cultural, animico, religioso, etc, que antes llamé ‘Weltanschauung’, para no usar la palabra ‘Cosmovisién’ que ha ad- quirido en nuestro medio una clara significacién filoséfica y por ende légica, dejando a un lado la valencia emotiva y fentéstico-maravillo- sa que hay como ingrediente importante y por demés, peyorado (se- gin nuestras categorfas occidentalistas de hombres modernos), en cada civilizacién, en cada cultura y muy especialmente, entre los primitivos. Es decir el fenémeno humano no puede ser encasillado en me- ros principios Iégico-racionales como se ha intertado hacer desde Aristételes en todo el mundo occidental; hay dentro de los humanos ‘otro valor que la razén no puede medir precisamente porque como a Don Quijote: La razén de la sinrazén que a su razén se hace, de tal manera su razén enflaquece, que con la razén se queja de la fermosura y afanase el pobre caballero por desentrafierle el sentido que ro lo hallara ni entendiera el mesmo Aristételes (1). El arte, como el amor, tiene sus razones que la razén no conece. Por eso empobrecen el arte los filésofos y los cientificos que han in- tentado reducir a puras férmulas lo que de por si se mueve en el campo de lo infinitamente plurivalente y simbélico. 1 — EL LENGUAJE MITICO En este trabajo voy, primero, por eso, a demestrar, o a tratar de demostrar que el lenguaje menos imperfecto, por cuanto totalizante de lo humano, es el lenguaje mitico-simbélico, Veamos entonees, cuéil es ef porqué de Ia inestitud del lenguale humano normal. La explicacién a esa dificultad que tiene todo len- (1) Don Quijote, 1. 1. Unevenams Honest mm guoje, para expresar la realidad adecuadamente, esté en el hecho de que la realidad sea: — un todo — interrelacional — orgénico —e inefable, En efecto, es imposible prever el sentido total que una cosa ha tomado para cada uno de los individuos que Id observen y que han usado de ella, Por deirés de toda significacién exaéta, hay una carga de sentido que cae dentro del campo de lo infini ‘cosa en si, no se agota por fanto, en esa sign valente (perdén por la palabreja}; ‘mesa’ es lo mismo para mi que para el antfpoda que en este momento se sienta a su mesa y elabora Un trabajo, pero detrds de ese significado concreto de mesa, hay toda una carga emotiva, toda una serie de imaginaciones, vivencias, sim- bolismos, que en cada caso son enteramente diferentes, la esencia de una cosa no puede ser reducida a lo que se ex: presa a través de su nombre, como lo pretendia Aristételes, Platén y en general los légicos griegos. Esto lo ha estudiado sltimamente Alfred Korbzybzky en su obra acerca de la légica novaristotélica, Puede que el nombre de las cosas abarque su esencia (en sentido tomista-aristotélico, porque hay facetas de'las cosas que no se con- sideran como esenciales en la cosa y que yo no considero ‘aéciden- tales’ en forma alguna}, pero su existencia, su ipseidad, el valor que la cosa toma para cada uno de los individues huthanos, que se co- loca frente a ella, las vivencias que evoca, los simbolismos de que es Portadora son entera y absolutamente diferentes, no solo para cada 089, sino del nombre de la cosa misma. No podemos decir, que lo ‘esencial’ (en sentido de més impor- tante) de la mesa esté dicho en su nombre, ni-siquiera esté incluido en el, ‘concepto-abstracto-mental’ de cada objeto, eso seria peyorar crasamente todas las realidades que hay mas all de lo puramente consciente-Iégico-racional. No podemos afirmar tan sencillamente, que el campo que se extiende més alla de nuestras percepciones légicas, © de nuestras. codificaciones mentales-practicus, sea rrenos valioso que lo que est mas acé, lo consciente, normal, pragmético. Yendo mas allé me atreveria a afirmar que los valores de lo consciente-perfectivo-filoséfico (en el sentido aristotélico) son los me- ros importantes en el campo total de lo humano. 2 Parcializa-y deforma: el con: "to del: honbre, todo aquel investigador que resvelva reducir a férmulas, lat mente humana.” Por ‘eso fracasé la asi llamada ‘filosofia perenne’, porque no puede ha- ber un concepto de hombre ‘perenne’ ni puede haber una persona- lidad ‘esténdar’; ni puede haber una situacién humaria “perenne”. Por e0 ha fallado la sicologia que ha tratado de reducir al hombre a tn mecanisme de estimulo respuesta (s-r, 0 sea el behaviorismo, 0 a caracteriologia que. ha intentado esquematizar el modo de ser del hombre y reducirlo a uha serie de casillas.estrechas. FIGURA 2 Joroglfio de 1a Pledra Grande de’ "Bl Carraca”., Hacienda ‘de Tequondama en Soachs. Semeja un hombre, ellendo. de una planta de maiz, Obsérvese que ex unz mano lleva dedos en Ia otra no: Pero volvamos al tema:del mundo que rodea.cl hombre y eémo este-lo transforma: al. proyectar sobre 61 cualidades que le son pro- plas como la inefabilidad. ‘Sigamos analizando la ‘comprensividad' ue el hombre tiene del mundo ly perdén por la otra palabreja). Arriba habiamos dicho que es imposible expresar.el sentido completo de. una cosa, a través. de una palabra, de su nombre, por medio del rudimentario lenguaje que usamos. 1 — Primero,.por lo que arriba deciamos: que el hombre ha pro- yectado su inefabilidad sobre.el mundo objetal. El hombre que es ine- fable. por. naturaleza y por fuerza de su ipseidad, ho tornado la césd, el mundo que lo rodea' en una realidad también inefable, pluri-vo- lente. Ha habido, un proceso de: proyeccién: de las caracteristicas ‘de lo humano, en el: mundo no-humano (si el hombre se ha cosificado, las cosas, se han. ‘hominizado’; he ahi el grave problema de nuestra actualidad, el: hombre ha construide monstruos, que ahora lo esclavizan, lo’ dominan-y amenuzun con extermninurlo, es el dominio de lo objetal-hominizado, 2.— Segundo portue cada individue ha cargado su mundo que le rodea y dentro de él, fas cosas'de uso diario (y las que nunca Usa ‘Usneuattan Huanctoros a también} ‘de un seritido inexpresable y esto ltimo ‘porque tiene va! lor solo desde ef drigulo de la perspectiva'de la persona. Es interesante pensar que quizé las cosas que menos usamos, y precisamente a ellas, Ios cérgamos a menuclo de un sentido extrafio © extrafiamente valioso. Me llama la atencién en este memento el cul- to @ lo’ antiguo, a lo que antafo se usaba, pero que hoy ha sido desplazado por la técnica, jCério depositamos en esto un extrafio ca Fife y lo atesoramos, precisamente porque ya no se usal 2A qué se debe el extrafio atractivo que ejercé sobre ciertas per- sonas el misterio. de los desvanes oscuros, llenos de cachivaches vie- jos y empolvades?, epor qué: regresan las -modas antiguas?, gen dénde radica la tazén de nuestro orgullo al-decir."esto pertenecié a mi, bisabuelo’?; estos son todos temas interesantes. de-estudio y creo que corroboran lo. que vengo diciendo del ‘extrafio sentido’ que da- mos a clertas cosas.por fuera de lo simplemente pragmético. 3 — Le tercera’ tazén, es que los cosas se reldcicnan’en una red cada vez mas cémpleja, ¢ inextricable, por medio dé relaciones qué son inexpresables ‘en nuestras simplistos y exiguas expresiones ‘lin: Gilsticas, en nuestros deficientes’cédigos seménticos 0 de’ la comuni- eacién. No quiero decir que el lenguaje del hombre sea obsolete y absurdo, Simplemente trato de demostrar que es limitado y deficien- fe, porque el hombre marcado por la maldicién de ‘Babel; dentro’ de la cual. fue condenade a vivir, tuvo: que codificar su lenguaje, coar- torlo, cercenarlo, limitarlo, inventar un lenguaje artificial, univoco, aunque con. él matara. la: realidad poética, castrara su propia ex: presividad y deformara, el. bello mundo que lo rodea, so pena.de no entenderse con sus congéneres. La maldicién de Babel esté en que él liombre se vio obligado a Usa, ceondenado a usar ese lenguaje rudimentario © incapaz, auii ard expresar con él realidades trascendentes, aun para uss no tan Pragméticos, ni tan utilitarios; es decir que fa maldicién de Babel esté.en que fue condenado a olvidar el verdadero lenguaje humano: el nico lenguaje con el cual le hubiera sido posible expresar ade- cuadamiente la realidad y. su interioridad de ser superior, de animal superior; fue condenado a usar para todas. las. circunstancias, ese lenguaje de semibestia, que ha, perdurade, variado, complicado, a través de la historia, pero que no. ha podido hacer trascender del todo, (los infentos mas logrados de trascendencia son: lat lirica y el lengue- je mitico-simbélico). Los hombres olvidaron el lenguaje divino de los " corigenes, por querer ser como dioses. Por eso hay que volver a las fuentes, he ahi la importancia que, hoy por hoy, esrén dando todas las ciencias y todas las artes al regreso ai las fuentes. Pero hablélbamos de los redes de relaciones qu? las cosas tejen entre si, cuya expresién se ha tornado en un problema complejo para tl lenguaje. Sucede, con todas las palabras, lo que con ciertos térmi- nos correlativos, (solo que, con estos cltimos, hemos podido aprehen- der una de sus relaciones, la més patente]. En efecto, cuando decimos “segundo’, nos referimos tdcitamente a ‘primero” y a todos los demés cordinales; cuando decimos ‘hembra’, hacemos referencia involunta- ria, pero imprescindible, y por demas esencial a ‘acho’; pensemos en los términos de: ‘padre’, ‘hijo’, ‘relacién’, “dependencia’, etc., en los que aparece més claramente su cualidad de relativos, Todos los iérminos del lenguaje humano, hacen una u otra dase de relacién, en algunos més patente que en otros; y los estamentos de esta rela- cién no se mueven solo en el campo objetal sino que las principales correlaciones que tenemos estructuradas los humanes, las han descu- bierto los investigadores en el campo que he querido llamar ‘subje~ fal’, para no confundirlo con lo que tradicionalmente se entiende por: “subjetivo' y que yo no creo que sea lo mismo; es decir esas corréla- ciones se mueven en el campo de lo emotivo, lo inconsciente, y no se pueden detectar como una entidad independiente del hembre que las concibe o las percibe. Dado por sentado fo anterior, entendemos cémo el hombre ha intentado cada vez ser més exacto en la expresién de estas realida- des, sin lograrlo nunca del todo, es un vano intento por definirse, por definir el mundo, por someter la realidad a su deminio, por captor su esencia profunda y tratar de expresarla, sin Iegrarlo nunca. Es una vana persecusién tras de la esencia de las cosas, para quedarse cl final con solo les pingajos de algo que fue asi, pero que ya es de otra manera. Recordemos la epistemologia bergsoniana y las ideas del eterno cambio de Herdclito, 4 — Hemos Hlegado « la evarta razén por Ia cual el lenguaje humano no es adecuade para una expresién comprehensiva de la realidad y es esta razén el hecho de que tanto el hombre que obser- Ya y trata de captar toda Ia realidad que es observacia, como Ii rea lidad misma, cambian. Entlendo aqui ese observar como un tomar posicién frente a... Todo va cambiando continuamente, es la ley del eterno devenir, nunca bajamos a bafiaes al mismo rfo, ni nos Univesoms Howantencs % | | riouRa 5 chinsninthoguar ‘Asta de tz crest? sumergimos en las olas de un mismo mar, porque’ cada und de las ‘veces que nos acercamos a sus orillas, es mucha el aguc que ha trans currido bajo los puentes y por el cauce de los rios hacia el mar. Lo Gnico que nos consuela en medio de esta relatividad cuasi- absolute, es la ciclicidad de la historia, La historia del hombre es retornar a. un tiempo primigenio, al tiempo mitico, a las ‘fuentes’, co- mo lo decfa arriba. La historia de la humanidad es un repetirse i fico de acontecimientos. El transcurrir de la historia del mundo es comparable al transcurrir de Ia historia del teatro siempre la repeti- cién de las’ mismas obras, pero con actores diferentes cada vez y cada vez ante pUblicos diferentes. El hombre para defenderse de la invasién de lo infinitamente relativo, de lo infinitamente:ambiguo, de lo absolutamente cambiable, traté de asir la realidad y estacionar- a, como arriba lo habia dicho (por medio de sistematizaciénes men- tales légico-racionales, de leyes, de 3s, de nonmas). Desgra- ciadamente la imagen que esta sistematizacién estéitica dio del mun- do, fue una imagen diseccionada, parcializada, y por cemés muerta. Se traté de decir que el mundo de Ia vitalidad infinite, se podia ‘aprehender por medio de una esquematizacién estética y helada. El hombre en su soberbia creyé que el viejo daguerrotipo, le aseguraba el dominio de a juventud (erey6, como Aureliano Buen- 6 dia (2), que con la daguerrotipia podria retratar a Dios, o come los actronautat soviéticos, sa imaginé que llegando al espacio extraterres- fre, se.encontraria con Bios); pero el personaje del deguerrotipe mu- Fé y pasé ai ser otra cos y hoy el viejo'retrato no es sino una ve~ tusta y destefiida imagen de algo que fue pero que ye no es, ni seré. Bergson ante este problema, negé por eso la capacidad de la mente organizativo-légica para captar el mundo y seivindicé con mu- cha razén, la valencia. de la por él llamada ‘intuidén’, 0 sea ese tratar de teterse dentro de la. realiddd de'la cosa para captar-su esencia que es devenir y pot ende no tratar de expresar Ia esencia, por medio de un veeablo falaz, simplista e inadecuado. Ahora vamos captando porqué el lenguaje mitico es mucho mas ‘adecuado para la expresién de una realidad artistica, por ser un lenguoje total, que el lenguaje comin y corriente, El hombre ‘mitificador’ (el primitive o en la actualidad, en la época moderna, el religioso} (3) es un hombre que posee una visién mas orgénica del mundo, porque dentro de su ‘Weltanschauung’ todas Jos realidades obtienen una organicided, © sea una relacién orgé- nea las. unas con las otras, que constituye una verdadera visién sin- {étieo-correlativa, de todo lo que le rodea en el. presente, con el par sado, con el futuro y ain més, con el mas alla. Y dentro del presente, rno solo con lo fenoménieo, sino con la realidad profunda de! mismo hombre 'y la’ esencia profunda de las cosas; Ia clencia profunda de las ‘personas y todo lo que se sale de su-estrecho campo visual geor ‘grGfico o temporal, de sv ‘horizonie’, también queda dentro de esa sintesis-co-relativo-mitica. - Esta visién, creo yo, constituye algo superior a una, simple visién porcializada de lo objetal. (por ejemplo: la. visién de la realidad que dan las leyes de la naturaleza y su estudio, la ley o la ciencia que estudia las exactas mediciones 0 sea: la matemética, la codificacién. de la: realidad en forma de signos mono-valentes, et:-) Acordémonos del-anhelo constante de todos los filésofos y cientificos a través de toda la historia de la humanidad, por obtener ese.'Weltanschauung’, del.cual vengo hablando. Por ejemplo Sécrates alrededor de la ‘polis’ Donte alrededor de la idea central de la vida en el, més allé, Teilhard de Chardin alrededor de la evolucién del mundo hacia una teofanta, (@) Glen Afios de Soledad, p50, (@). Mircea Eliade, Lo Sagrado y lo Profano., etc. Es por fanto esta visién, algo supetior a la visién del cientifico especializado, que se ha cerrado y circunscrito sv vislén.a-un campo especifico, especializado, parcial de la realidad cercenando asi la sintesis verdaderamente humana, que en éltima instancia salvaria al hombre. Recordemos la idea de Ortega y Gasset y de Unamuno que claman contra el hombre especializado, pero salvaje. (cfr. Welleck. y Warren ‘Teoria Literaria” p. 288 ss.) He citado incidentalmente la idea de salvacién del hombre o través-del arte, quisiera tener més tiempo para desarrollar esta idea. Porque {a salvacién del hombre no se daré sino cuando el hombre ‘Yotalizador' veaen su hermano, el hombre, un ser hamano, es de- cir: lo vea en su totalidad y no como una mera ficha © como un ob- jeto, Recordemos al respecto lo que prevenia Gabriel ‘Marcel de la cosificacién del hombre por el hombre. Es decir la salvacién del hombre vendré dé una visién sintética de si mismo, sintética pero total, en relacién integral zan su hermo- rio, con el cosmos y con la divinidad (eacaso eso no fus lo que apor- 46 Cristo en un momento clave de la historia de! mundo?: una visién integral de todas las realidades de la época acorde can lo sagrado). Este hombre actual que se multiplica, que se estorba, se.odia y 30 autodestruye, solo encontraré su salvacién cuando capte el sentido profundo de lo mitico. Il — EL HOMBRE: SER MITIFICADOR Qué es lo que mueve al hombre a mitificar, «1 construir mitos? Eso 08 lo que vamos a tratar de analizar aqui, en este capitulo; qué necesidad interior tiene el hombre de construir mitos, qué lo mueve irse de lo puramente pragmético. EI hombre, movido por un afén de infinito, de totalidad ha de- seado siempre, abarcar realidades més allé de las que le rodean i mediatamente. y constituyen su ‘horizonte vital’. Siempre ha tratado de saber qué hay més alld de las imagenes que le traen sus sentidos. ‘Ademds siempre se ha preocupado, por darle alguna trascendencia «1 lo.cotidiano, alo pragméttco, y ha querido ver algo més en las co- sas que su valor uti Es por eso que el hombre a través del mito se difsrencia.de los animales, que no han deseado jamés abarcar realidades mas allé de 8 as inmediatamente aprehendidas. gCudles son estas realidades que el hombre se ha preocupade por abarcar, que ha intentade hacer suyas? — el conocimiento del més all = el conocimiento y el dominio del futuro I dominio del pasado y su total aprovechamiento — el conccimiento profundo de a conciencia ojena y de la propio — todo esto enfocado al dominio del mundo que'lo rodea, por la. posesién de. poderes extrahumanos 0 scbrenaturales, — y con ello obtener la satisfaccién cabal de todos sus cnhe- fos, que se resumen en uno: el deseo de infinito, la angus- tia de infinito, ya sea en la vida (vida inmortal) yaren el co- nocimiento [sed de saberlo todo) ya sea en el goce delimun- do (sed de poseerlo todo y dominarlo todo} ete. ? ‘ 5 4 , A v6 on cel pees Pues bien este deseo del hombre de salirse del campo puramen- te pragmatico, fo leva a constituir lo simbélico a construirlo en un proceso mediante el cual una realidad cualquiera se va cargando de sentido y adquitiendo el poder de remover emotivamente al indi- viduo 0 al grupo social. Mircea Eliade (4), hace la comparacién de la agricultura como un proceso puramente utilitdrie, enfocado a la consecusién de alimentos, y como un rifo, enfonces pasa al campo de To ritual y de lo mitico. Lo mismo pasa con la pintura:y an yo me atreveria a afirmar que la pintura en los primitives carece de cual- (@ Mircea Eliade, lo Sagrado y lo Profan, p. 24. quier enfoque o finalidad utilitaria y solo se realiza con un motivo ritual y mftico. Mas adelante cuando hable del sentide de las figu- ras rupestres entre los chibchas tendré ocasién de volver sobre el te- ma y estudiar cémo el significado de las figuras en sentido utilita- tio, no agota el sentido mitico de las mismas. Y diré en‘onces que el sentido mitico es quizé més importante que el mero significado de comunicacién. Pero volvamos al proceso mediante el cual el hombre construye lo mitico, © construye el mito. Cuando digo ‘hombre’ me refiero a los grupos. sociales primitives, que no a un solo individuo, porque los mitos son eformaciones de la mente colectiva y no de la fantasia efervecente de un solo autor. Y ahi esta otro valor del mito que lo eleva por encima de las eformaciones sonambulescas de Ia literatura individual; quiza por eso hay Ia tendeneia en la actualidad de retor- nar al mito, a la obra colectiva. Deciamos entonces cémo un objeto determinado va siendo car gado de sentido trascendente en mayor © menor grado por una co- lectividad y va siendo dotado ce determinadas caracteristicas que lo sacan de fo comin y lo elevan a una categoria extraordinaria, que luego veremos es cvasi-divina o mitica. El objeto en cuestién se ha vuelto un: ‘simbolo'. Este proceso de simbolizacién 0 de eclosién simbolizante es quizé lo més importante que debe tener en cuenta un luo que desee entrar a estudior realidades como: los petroglifos chibchas. Y esto por tedo-lo dicho anteriormente. Ml — PROCESO MITIFICADOR Precisemos en cuanto sea posible los pasos de este proceso mi- tificador. Ya hemos determinado que en el hombre hay una actitud mitificante que surge de su ansia de infinito, que se transforma en sed. de totalizacién, chora veamos detenidamente los pasos del pro- ceso de. simbolizacién, mitificacién y trascendencia totalizadora que puede seguir un objeto cualquiera del uso diario, hasta ser insert do en el mito. Sobre la actitud mitificante ya han hablado los sicoanalistas, los antropélogos, los estudiosos de las religiones, ete., aun los filéso- fos, y por Ultimo los criticos de la literatura, etc. Es decir este fend- 80 = meno tan humane, de la mitificacién, y del, ‘simbolo’ (que entre, pa~ tSntesis, est de moda) ha sido una mina. muy recursive, En condlusién’ se ha’ encontiddo que el elemento del ‘mito, el clerento fundarnental de la red mitiéa, 'es el ‘simbolo'; por'eso d este deben partir todos'los estudios de lo mitico. Es necesatio’ deter minar las caacteristicas' del ‘simbolo” para lograr captar 1a esencia del mito. ‘Aunque cada ciencia hd logrado obtener para siting imagen del mito y por ende del simbolo, que se adecde a sus Investigaciones y @ sus necesidades, en él fondo la realidad de la-zual’tratan ‘es la trisma y ello nos obliga a concluir, qué cada ciencia hace un aporte Utilizdble por'las demas; de donde el arte puede muy bien servirse de los oportes hechos ‘por la antropologia, el siccanélisis, etc. Sin embargo es importante’ advertir que el arte no puede ni debe: dete- nnerse a considerar el ‘simbolo’ como una realidad puramente antro- polégica o sicoanalitiea, El simbolo-es segiin Craig La Driere (5) (The American Bookman} un objeto que refiere a otro objeto o que remite a otro objeto, pero que también puede reclamar atencién-por dereche propio, en cali- dad de representacién. Es por eso que el simbolo abre la realidad hacia un campo més am- pplio-que el mero signo.que la limita y la determing, por eso-el:signo std circunscrito al campo. de las ciencias’ exactas y cualquier campo de las ciencias humanas que se desarrolle en la primera abstraccién {abstraccién matematica). En cambio el simbolo adquiere una. reso- ancia mucho mas amplia porque tiende a englcbar el fenémeno humano, es por eso también, por lo que el simbolo se sale del cam- po de lo puramente intelectual 0 racional, para ser comprehendido por lo volitivo, por lo emotive, concretamenté en Ia ‘emocién estética’, que el simbolo es capaz de producit; por eso el simbolo entra de lleno en el campo del arte, y alli entra como la realidad fundairiental, como arriba lo decta. El sustrato material; para usor una frase escoléstica, del mito y por ende del simbol6 es la ‘realidad’ misma, De allf, en. virtud.de Una fuerza extrafia ‘del observador que arriba:‘hobia citado, surge integro y palpitante el mito. El hecho real del mito y del simbolo es el mismo, aunque con una serie infinita de matices que le da su esen- (@) Graig La Driere, The American Bookmamn, Xp. 12-4 (1940). ‘Uweresamas Hence ‘aL FIGURA 5 Ploncha XIV ¢) Piedras de’ Facatatv 1 — Et nimero de plancha hace referencia a ta eoleccién de gribados chibchas rent: ‘dos 'por Miguel Triana cia simbélica (y precisamente ello]; estos matices son los que. las, cia se disputan. Pero en el fondo hay un mismo proceso, surgido de una misma actitud humana ante la realidad y dltimamente de la idéntica esencia humana, objeto del cémulo:de ciencias que'se dispu- tan la Gltima palabra acerca de lo humano. Deseo por eso, anotar un esquema, quizé simplista, del proceso de mitificacién, para buscar luego esas fases en los milos que not cecupan.: Advierto.que poseo un. anélisis del. mito de la creatién de los ‘Desana’ en el cual utilicé ese método, o sed segui los pasos que describiré més abajo, con gran resultado. Al ‘Popol-Vuh" también lo someti a esta clase de anélisis y quedé muy satisfecho, No trans- cribo los andlisis porque me haria muy prolio, y quizé ya no tocan sino en forma muy incidental, cof el tema que nos interesc:.en este momento. Entonces, el. proceso de mitificacién’ podria esquematizarse en 1¥es pasos fundamentales que son: 1. —-Convivir con la realidad ambiental, dento de la cual hay una serie de hechos que se nos impone y que constituyen una moti- vacién para prender en el hombre esa ansia de totclizacién que arri- ba citaba y explicaba; en el caso espectfico de Ics chibchas seria: — las lagunas que son tan importantes en la geografia del te- rritorio muisea, — las chozas y su construcc — Ia serpiente que abundaba en la épocd de los chibchas al- rededor de las lagunas, — el agua como un elemento que rodeaba el pueblo y que era vital en la vida, por ser tan abundante en la geografia y en el clima, — Ia estrella vespertina, ete. El chibcha al convivir con esta serie de objetos y otros muchos, escogié por alguna circunstancia, digna de, ser analizada, estos y con ellos tejié el mito, en este caso espectfico el mits de Bachué, que voy a resefiar a continuacién para que se vea cémo se enlazan los ‘objetos en una red que constituye el mito, Posteriormente haré un canélisis més profundo del 2. — El segundo paso fundamental en el proceso de mitificacién serfa romper el marco puramente realistico © pragmético de la rea- lidad, de los significades utilitarios, para constitu el simbolo con e503 objetos que han sido cargados de sentido trascendente, llamé- mosle ‘meta-sentido’. ‘Asi los dos personajes legendarios se convierten en serpientes, después de haber cumplido su: misién civilizadora sobre la tierra y asi regresan a la laguna, como a continuacién lo veremos, cuando re- sefiemos el mito. 3 — El tercero y dltimo paso en el proceso de mitificacién ¢s la organizacién de los simbolos en un conjunto estrucurado o red, que constituye el ‘mito poético’. Veamos cémo opera ésto en el mito chibcha de Bachué, la diosa primigenia que salié de la laguna para procrear el género humano. La estructura misma de la leyenda es un mito sideral, en el cual Bachué se puede asimilar a la luna y su hijo a Ia estrella vespertina. Como es de elemental astronomia, aunque de rara observacién la Tuna aparece siempre con la estrella vesperal més 0 menos cerca, y. ‘Unmars Hesenteeh 8 ésta se va haciendo més brillante a medida que Ia luna crece, 0 al contrario. En lo cual pudieron ver los primitives poetas chibchas un bello origen de su raza y asi asimilaron el hecho al mito, después de las transformaciones del proceso mitificador, Realmente la poesi fs mitégena y por eto esta profundamente emparentaca con la rel gién. ‘Veamos ahora el mito tal cual exi fa entre los primitivos: Dice Ia leyenda que el pueblo de Iguake estaba c orillas de la laguna de! mismo nombre. Bachué salié de ella 'y sac3 luego a un nifio como de tres alos del seno de la laguna. Cobré la arilla y cons- truyé una choza donde vivié con el nifio hasta'cuando estuvo grande este Ultimo. Se cas6, entonces con él, y fue tan prolifica, que sus par- tos eran de cuatro y més. individuos a la vez, los cuales poblaron el Iguake. Cuando ambos estuvieron viejos regresaron.a Iguake y rev- riidos todos los habitantes, Bachué les una platica y los ex hort6 a la conservacién de la paz dentro de costumbres morales como les habia ensefado, y el culto a los dioses; se despidid \uego y tanto ella como su hijo-marido se convirtieron en serpientes y se hundieron en las aguas. Bachué hizo después numerosas apariciones’ milagro- sa en diversas formas, segin las cuales recibié un nombre diferente cada vez, come Chia que se asimilé con la [una. Cuando aparecié una deidad masculina ensefiando bajo la forma de Bochica, Bachué se ‘aparecié de nuevo para oponerse al predicador y tomé el nombre de Huitaca, Juschabaia o Juschaguagua. Tenemos entonces cémo el mito es la eclosién de todo un pro- ceso en el que la luna, Ia estrella vespertina, el agua de las lagunas, las serpientes, las normas morales etc., son objetos que han sido re- lacionades.y asi cada cval ha obtenido su puesto y por ende su ex- plicacién dentro del ‘horizonte’ intelectual del indigena. Estos obje- tos han sido eargados de sentido y Iuego relacionados en una red que €5 precisamente el bello mito de Bachué la diosa ratz de la raza. IV —LO COTIDIANO EN EL MITO DE LOS CHIBCHAS Cada pueblo ha Hegado a constituir un legado artstico diferen- te. Esa diferencia puede aprehenderse en sus raices més hondas, es- tudiando el proceso imaginativo-simbélico que fermina por producir el mito, como arriba lo vefamas. Si la imaginacién es la facultad mas especificamente ortistica, cosa que por razén del tema de este trabo- 8 jo, mal nos.queda explicitarlo aqui, la facultad dela imaginacién @¢ Ia que en Ultima instancia selecciona.el ubjetv cue es tomade eo mo:base para realizar sobre él.el: proceso que hemos descrito y termi nar insertandolo en el mito. 2 Pero seamos mas explicites. Expliquemos mas en detaile el des- carrollo del proceso y hagamos una serie de consideraciones que nos llevan a entender mejor la visién césmica particular de eada pueblo en relacién con su arte picté Ya vimos cémo-la imaginacién lige determirados aspectos de la realidad, determinados objetos del ambiente cotidiano y sobre ellos acumula' ‘sentido’, los carga emotivo-simbélicaments. “Cuando digo la imaginacién, me refiero a Ia-imaginacién colectiva, es decir, ‘de un pueblo en general; porque el autor de los mitos no es una per- sona en’ particular’ sino un ‘pueblo en general a través de muchas generaciones: Esta és Ia diferencia’ mas importante que hay que tener en cuenta entre [a literatura y la mitologic. Cada pueblo pues, elige diversas realidades; o mejor elige diver 508 objetos, esas son los facetos de realidad que mas le impresionan, g aiff “inn gS) Oey FIGURA 6 Pioncha 2111 Piedras de Facatativa. ‘Unveneme Busco 85 Quisiera.-hacer, una. investigacién profunda para, saber por .qué_un pueblo determinado carga de sentido una serie de realidades, mien: tras otro pueblo escoge otras diferentes. Del estudio del conjunto de esas realidades ambientales que un determinaco. pueblo ha insertado en sus mitos;.y la forma cémo las haya insertado podemos extraer datos importantisimos para construir el ‘Weltanschauung’ particular de ese. pueblo: y asi comprender en conjunto, en sintesis, todas, las manifestaciones culturales de ese: pue- blo: dado. De ese, conjunto de objetos, del que he hablado, y de su insercién en el mito se puede aprender mucho-aceren. del proceso imaginativo-simbélico-mitico, de cada pueblo determinaco, Otra cosa digna de observarse os, que a través de este método sé pueden encontrar las constantes miticas 6 los ‘bases-constantes-mit cas".0 seq, los. objetos © realidades que han sido seleccionaclos, una y otra vez, por los diferentes: pueblos para iniciar sus procesos miti- ficadores. Es decir, dentro del acervo de objetos.que los pueblos hon insertado en sus mitos, hay un cierto. nGmero que aparece frecuente- mente, ese es el nmero que yo. llamo ‘objetos-bases-simbélico-mitico: En el estudio de ese conjunto'de cosas veriames a forma dife- rente como’ cada pueblo mitifica-una misma realidad; (pongo por ejemplo la res entre los egipcios y:entre los hindues). Dentro de este nGmero podriarios'inclvir ciertas realidades que no faltan'en ningin mito: por ejemplo: — al sol la luna — los fos — |os fenémenos atmosféricos Y en general [es cuatio elementos principales (alte, agua, tierra, fue- go). Gastén Bachelard ha hecho un estudio profunde acerca de la Presencia de los simbolos poéticos de estos cuatro elementos en la poesia (6), yo creo que seria interesante estudiar la posicién de la cultura general de un pueblo, no solo de su arte, ante cada uno de eos elementos. Estoy seguro que encontrariamos cultu-as ‘ecuomor- fas’, “geomorfas’, ‘piromorfas’, etc... , Todas estas son inquietudes que’ se me vienén a Ia cabeza mi- rando_ los glificos de las. pinturas, rupestres chibchas. De, saber, por (©, Gastin Bacholard, Psicoandlisis del Fuego. el anélisis de:los mitos,.a cuél de estas clases de culturas pertenece Ia chibeha, se haria més fécil eaptar el sentide profunde de los jero- alificos. Este, es por eso, el criterio que nos debe guiar er el estudio de los. simbolos: en los ‘mitos de los’ chibehas y en sus jeroalificos. Yo comprendo que es unvestudio exigente, dificil, ambicoso, porque se trata de extraer de esos ‘monumentos artisticos’ la significacién pro~ funda de sus formas, es decir se trata de ver a través de ellos lo mas humano de sus autores: su capacidad de simbolizacién artistica, En~ tre paréntesis, advierto mi repugnancia en llamar ‘primitivas’ esas pictografias rupestres de los chibchas y en general a esas culturas indigenas y quizé sea mas respetuoso y aplicable el nembre de autéc- tonas, que por es0, trataré de seguir usando Solo a base de una interrelacién del estudio de los mitos autéc- tonos y las manifestaciones pictéricas de este pueblo, podremos Ile- gar @ obtener una verdadera sintesis y unas directrices firmes, me~ diante las cuales introducirnos al mundo cerrado de eos pueblos au- téctonos. Para mi, la auténtica visién adecuada de estas culturas es una visién sintética de todas sus manifestaciones, por exo deseo re- lacionar los mitos de los chibchas con sus. pinturas rupestres. Recor- demos que el que mucho analiza pero no llega a sintetizar es como ‘aquel, sabio chino que al recibir un reloj occidental de regalo; quiso ‘oprender su funcionamiento y asi lo desmonté cuidadssamente pieza por pieza. Aprendié exactamente el sistema de funcicnamiento, pero no pudo volverlo a armar. Mi méxima preocupacién al abarcar estos studios mitico-pict6ricos, es por eso la adquisicién de una gran sin- tesis. No puedo decir que lo haya logrado, pero si puedo decir que estoy en camino de lagrarlo y esta es la causa por la cual al abordar cualquier hecho pictérico en los. chibchas, he hablado de arte, de seméntica, dé pintura, de horizonte mental de un pueblo en, relacién con su medio vital, etc. Pero quien traboja ton estos materiales se puede decir que tra: baja con las ufas. Después de observar detenidamente, a través de mucho tiempo, las grafias y los diferentes petroglifes, me di cuenta de la cantidad de datos que nos faltan para acercarnos, ast sea con el bagaje més rudimentario, al arte autéetono. Asi, por ejemplo, es légico suponer' que todos esos grabados, datan de fechas diferentes, a través de los cuales sufrié 0 tuvo que sufrir una evolucién la mentalidad del pueblo que los produjo. Sin el ‘Unemamus Huta st IGURA 7 Ploncha 2301 Jerogtfica de la Piedra de Seboys dato preciso de la época de su origen es imposible determinar el gra- do de evolucién de cada una de las grafias, es decir, el puesto que ‘ocupa dentro de una supuesta evolucién. Por eso es importante un analisis « base de algin procedimien- to que determine la edad de cada una de las grafias, sin este dato es como dar palos de ciego, cualquier intento de andlisis. Otra necesidad bésica es poseer los mitos y tradiiones en una buena edicién que respete hasta lo més profundo las palabras y modismos eriginales de los autores naturales chibchas, para poder estructurar su visién eésmico-sintética partiendo -de los! datos que ‘aportan-los mitos, come arriba lo explicaba., Hoy por hoy poseemos nociones rudimentarias .de los mitos cosmogénicos..indigenas que hemos recibido a través de las deformaciones de los cronistas espa- fioles de la conquista. Es a su ver necesario saber el lugar exacio de la colocacién de las rocas, en el medio geogréfico vecino donde se hallen los petrogi fos, pues es légico que los lugares geogrifices y los accidentes na- turales tienen mayor © menor valor significative de acuerdo a sus ca- racteristicas y a su ubicacién. Es légico pensar que una roca cimera tendré grabados referentes al culto, quizé, al sol; en cambio una roca en la cual se llevaran a cabo las transacciones comerciales ten- dré.qui26, otra clase de grabados; una roca cercana a una laguna y ofa cerca de Ia cual pasa un rio o una calzada de piedra de un camino poseerdn como es légico, signos de diverso significado, qui 24 relacionado con los accidentes que la rodean, Otra falla es que no poseemos la colocacién de las grafias en la roca ni su orientacién en relacién de unas con otras, asi pues no se puede saber cudles tienen un simbolismo ascendente o descen- dente, pues. no sabemos si la figura esté colocada en forma hor zontal, vertical o inclinada, Aunque este dato se puede deducir mu- chas veces de Ids reproducciones que se consultan. Consciente de todas estas limitaciones, me voy a lanzar a espe- cular sobre ‘los petroglifos chibchas. En ese especvlar, sigo algunas Pautas que me evitan disquisiciones sin sentido. Eis paulas son: 4) hago siempre afirmaciones provisionales y huyo Je todo dogma- fismo, como el de cierfos autores que he consultado, y que sin demostrar hacen afirmaciones de causas y efectos. b) me preocupa ante todo descubrir relaciones de 0 mitico con lo pictérico, pero advierto de antemano, que lo que digo es, por lo dicho arriba, casi traido por los cabellos. Dado por supuesto lo anterior me voy a lanzar.en el terreno del ‘andlisis de los bellos, petroglifos. Pido por lo tanto que se mire con benevolencia el esfuerzo que se hace sin disponer de as mas elemen- tales bases de procedimiento cientifico. V.— MITOS CHIBCHAS Voy a hacer una relacién ast sea somera de los rritos de los chib- chas, porque su contenido nos va a servir luego’ para tratar de. ver alguna semejanza entre las imagenes miticas y las que nos muestran los petroglifos. Chimininkikagua: En el principio era la nada oscura. Cuando Chimininkikagua lo quiso, abrié su seno y de 6) salieron unas ‘aves negras por cuyos pices derfamébase'la luz. Ast ocurrié la pri- mera aurora. Luego el Innombrable cred a Sué (el sol) y a Chia (lo luna}, mache y hembra, y con ellos brillé la segunda aurora. Ellos eran y siguieron siendo los doses de la creacién y la renovacién per- manente, después que el Dios supremo los encendié a cada uno en su, lugar’ como dos antorchas y les asigné sus respectivas heredades el dia y la noche.. Otro mito, que podria ser un complemento de este refiere cémo el mundo estaba en tinieblas y solo existian dos seres: el cacique de Iraca y su sobrino el de Ramiriqut..Ellos hicieron a los ‘Unemeamus Huntateeh 20 Bo gaa [OR WwW Gn Reed, Plancha XLVE ‘igurassueltas on paquofas piodras de “Colegio Tuya, hombres de batro y alas mujeres de junco y bejucos, y luego los animaron ‘con’ su"soplo. Pero la tierra estaba a oscuras, y el cacique de Iraca rogé @ su sobrino que fuera’ a’buscar la luz. Ascendié este al cielo y se convirtié en el Sol. Aun habia mucho, tiempo de tinié- blas y entonces'el catigue de Iraca ascendié al firmamento y se torné en luna. Bachué: Arriba hablamos del mito de Bachué en forma muy conciss, segtin algunos historiadores, el mito habla de que la laguna qvedabe en una montafia,de donde las dos divinidades bajaron al pueblo de Iguake. Esto hace suponer gue'el pueblo’ ya existia:: Otros mencionan que’ ella”y su”hijo-marido lo fundaron y I> poblaron,-y posteriormente la raza solié toda dé alli, caso en el cual: las divi- niidades no pudieron bajar al pueblo de Iguake: porque no exist. En ocasiones se habla de que la luna Chia era hermana-esposa.del digs sol, Sua. Bochice: “Airado Chibchakén 0° Chibchacén —el dios de’ los cul- tivos y protector de los hombres— de la maldad de las ciaturas, hizo Hover sobre la sabana hasta inundarla completamente. Los hombres aterradés imploraron a los dioses, y Bochicd se aparecié sobre'el arco- itis y con su vara de oro rompié las rocas que hacfan de dique para ropresar el diluvio: por alli se precipitaron las aguas a formar el Salto de Tequendama. Requirié Ivego a Chibchakén, y castigé sv crueldad ‘con Ia tarea de cargar sobre sus hombres la tierra-mundo, que antes descansaba sobre cvatro guayacanes. Memqueteba: Un extranjero bondadoso que llegé del oriente, de larga barba y vestido talar, venfa en un animal desconocido; les en~ sefié las industrias y las reglas morales, Usaba un béculo en forma de cruz, Después de varios afios de fecunda estancie entre los muis- cas, desaparecié por un lugar que en su recuerdo se Ilamé ‘Sugdn ‘Moxe’ ‘el desaparecido'. Antes de partir dejé la promesa de que re- gresaria d consolar a su pueblo. Nemkatakea: EI dios del arte y la alegria, se llamaba Nemka- takoa o también Fo. Su nombre forma parte etimolégica de Fu-quene, Vivia en perennes borracheras y danzas a veces se ocupaba en violar las doncellas en lo profundo de los bosques. Se le representaba con un costal de arroz al cvello. Chibchakén: Atras lo nombramos. Pero veamos ahora el mito del diluvio v otto mito del diluvio. Se dice que Are ceé los hombres; pero no los hombres de hoy, sino otros malos, que fueron extermina- des por una horrible sequia. Después Are fabricé nubes con las cor- tez0$ de los érboles, y Ia lluvia inundé la tierra largamente y Ia ferti- liz8 de nuevo. Entre las fuerzas de la naturaleza, los temblores, se le atribuian a Chibchakén, que era como el sostén de la creacién, cuando se cansaba de cargarla sobre un hombro la trasladaba al ‘otro y ahi estaba Ia explicacién de los movimientos de la tierra tan bruscos en ocasiones, (terremotos). Voy a resefiar a continuacién una serie de leyendas que tam! formaban parte dela cultura del pueblo chibcha y que de una u ‘otra manera tenfan relacién o tienen relacién con las pictografias. Tanto la cosmogonia como la resefta de las leyendas fue estractada de una serie de articulos que Enrique Quintero Valencia publicé en septiembre de 1970 en el suplemento dominical de El Espectador, bajo el titulo de “Apuntes para una teogonia raiza Fomagata: Literalmente quiere decir el ‘principe féo' y era un zaque zoomorfo con funciones de demonic. Este zaque malgentado y ervel, era de fuerza hercilea, pues Sua lo habia castrado. Tenia Un sole ojo, cuatro orejas y cola; estuvo gobernando por el terror du- ante cien afios, y al morir exhalé una nube hedionda, que cubrié ‘Ueemageas Hecatanch a acne Ln Piers. @ tbo @ FIGURA 9 Figure que representa ui dcto de acoplamianto sexual huorano, toda Ia tierra, marchité las flores y apesté a las mismas fieras. Este dios borrachin y feo se divertia escondiendo los rios debajo de la tie- tra, y clerto dia devoré a tres luceros, con lo que enojé a los otros dioses. Quiso huirles y por eso se escondié en el abismo de Simijaca, pero el crour de las ranas asustadas lo denuncié. Se escondié en los volcanes, en los bosques, en’ las cavernas, y Ia néturaleza misma lo denunciaba; por ditimo se escondié en las nubes, pero Quemuencha- tocha, el dios del aire, lo derribé de una bofetada. Segtn la leyenda, Fomagata convertia en animales repugnantes @ los que miraba; su constitucién era heradlea'con un solo ojo en la mitad de la frente (fig. 5). Goranchacha: El cacique de’ Guacheté tenfa una hermosa hija, que fue fecundada por un rayo de sol y parié una esmeralda; la ge- ma se transformé en hombre al que llamaron Goranchacha, hijé del sol, quien fundé la dinastia de los zaques, hijos del sol. 92 Hunzahéa: Era un guerrero invicto e invencible, unié el imperio colecando bajo su vara a zaques y'zipas. Se enamoré de su hermana y para consumar su amor abandoné el trono y huyé con ella, Cuando fomaron a sus hogares, perseguidos e injuriados por doquier, fueron ‘mal recibidos por su propia madre que habia rechazado la pareja porque habjan transgredido las leyes y las costumbres. En la rifa familiar por un movimiento brusco se rompié un recipiente de licor de maiz; este corrié por el suelo dando origen al que después se llama- rfa pozo de Donato. Velvieron @ partir guiados por una flecha que el héroe lanzé a los cielos.'En una caverna, la hembra parié un hijo que fen brazos de Hunzahéa se convirtié en piedra. Siguieron huyendo desesperados, y partieron al valle de Chiapa y hacia 2! Tequendama. Hunzahic atravesé la corriente y en el momento en que tendia el brazo a su amada, para que hiciera ella lo mismo, fueron transfor- mados en dos grandes rocas, que ain permanecen all EI Arbol Quimulé: Existia eri Ia regién del rio Son Juan, al sur- este de Antioquia, un drbol, el més viejo y mas alto del mundo, pa- dre de la creacién entera, y-eterno en su duracién. Mas alto que las més altas nubes, sus frutos dorados eran las estrellas, y su inmensa rafz era la ratz del universo. Un dia el arbol murlé, por no se sabe qué accidente, y junto a su rafz lloré Pipinté, el Oltimo cacique. Con la muerte del Quimulé entré la muerte: en el mundo y fueron infelices los hombres. Sobre sus rafces se celebraban los duelos y desafios, se concertaban. los matrimonios y se celebraban. los, juramentos y cere- monias sagradas. Heros visto pues la mentalidad mitica de los chibchas cSmo se desarrolla y abarea la. realidad que los rodea. Asi ellos han logra- do. explicar de miltiples maneras su origen, (nétese que varios mitos hablan del origen.de la raza, esto es. digno de tene’se en cuenta y ‘obedece quiz, a que el mito primitivo fue desintegrado en varios}. También han: elaborado los indigenas la explicacién de. los fenéme- nos naturales, han tornado amigable el agua de las lagunas que tanto abundaban en su territorio, pues a ellas se les,atibuye el pri tivo poder generador.de la raza y se les asimilaba con la residencia de los dioses. Asi el chibcha se mueve en medio de una série de fe- némenos conocides y familiares, se mueve en medio de un mundo sacralizado y que en cierta medida‘ha dominad, pues. ha-entendido {a su manera) y ha integraco pues lo ha insertado en su visién mi- tica, Cuando Ilueve el: primitive: sabe que detras-esti.el dios, de los cultivos y si aparece el arcoriris sabe que Bochica ha reternado a visi- ‘Unomenmie Hoscstecs 9 FIGURA 10 Signo de ta, piedra de ta, presccritura figura 17 que,se ropite en variaalineas 34-8: Signo de le miema pledra, on ta ttima linea. oon Signo de lz misma pledra en la novera tines. As {gual al anterior on 1a octave tines, ‘Semejante'a foe deme en la cuarta tinea, nla primera lines de la mse pledta ol signe rimero 12, S Sign quo lamamos 8b few 4 tar d su pieblo, si cuando "hay temblores el indigena ‘bendice ‘ol dios Chibchakén que aunque cambie'de hombro ‘siempre sigue s0s- teniendo el mundo, ete: ew ae En las: paginas que siguen hago un anélisis de los petroglifos como lo vengo. prometiendo desde el principio del. trabajo. También ‘afiado el. mapa. de, la, regién. que habitaron los indigenas de raza chibcha, Pero anjes deseo anotor un andlisis de un petroglifo que fray Jacinto Zamora (8}, encontré y elaboré, con base en las figu- ras de los. rocas de:Fusea. “Aunque no estoy de acuerco con ciertas conelusiones de fray Jacinto, voy a transcribir el anélisis porque se me hace interesante para el trabajo que estoy elaborando, EI anélisis del cual hablo es en verdad interesante y podria ser una introduccién para-¢l.conocimiento de los petroglifos; antes decfa (@) Zamora Jacinto, La Historia dél Hombre ' que no estaba de acuerdo con algunas de las condusiones, pero me referia al hecho de que en verdad no se halla explicaca el petroglifa ‘en totalidad, pero me voy a permitir afiadir que hay muchas de.las figuras del petroglifo en cuestién que se repiten una y otra vez en otros petroglifos, intentaré por eso aprovechar el significado que les da el Padre Zamora para determinar la significacién de los otros pe- troglifos, por lo menos parcialmente, en los cuales aparecen los sig nos a los que me refiero. Después de este preémbulo €s bueno que entiemos en materia: En una de las més bellas y tipicas haciendas de la Sabana de Bogoté, ‘Fusca’ vinculada a la vida del libeftador, que alll pasé va- ros perfodos de descanso se encventran valiosas finturas de los in- digenas primitives de la sabana en enormes bloques'de piedra (fig. 4), Fray Jacinto Zamora observé atentamente las figuras en cues- fién, cuyo color es rojo y Ivego, segtin dice, consultS en innumerable cantidad de documentos de los conquistadores y an se atrevié a ‘averiguar entre los indigenas de la regién (cosa que entre paréntesis me parece obsoleta, por razones obvias). Los dibujos que encontré Fray Jacinto son de color rojo, voy a transcribir algo que sobre el particular dice Luis Duque Gémez, al ha- blar del arte rupestre en la Sabana de Bogotd: "Los ideogramas es- t4n hechos con pintura roja, blanca y negra, como en casi todo el ‘arte rupestre primitivo... se hicieron generalmente utilizande pin- turas de origen mineral, © bien grabando directamente el signo so- bre la roca’. Podemos prescindir de la del color en el sentido de los ideogramas?, no me atrevo a decir que si, porque a pesar de ser solo tres los colores usados por los primitives en Ia alti- planicie, y en general en toda Ia repdblica, se puede muy bien co- legir que cada color tuviera una utilizacién simbélica especial. He ‘chi una de las primeras incégnitas que me surgieron al leer la des- cripcién que Fray Jacinto hace de las grafias de ‘Fusco’. El fraile concluye que la pictografia se refiere al origen del pue- blo Chibcha descrito © segin el mito de Bachué. Es pues necesario tener presente el susodicho mito para’seguir la explicacién de la gra- fia. La pintura la descifra Fray Jacinto de derecha ahi concluye que esa es una sefial del origen ati chibcha o de los pobladores de América. Yo creo que debemos abste~ ‘Uveme Hiseneer 95 eros de lanzar cualquier afirmacién en este sentido, que antes que explicitar el contenido nos distraen de la finalidad primordial que nos hemos propuesto. Para facilitar més el entendimiento de la pictografia la dividi- remos © nomenclaremos como lo hace el eclesidstico con unos néme- ros convencionales como se ve en el dibujo: 1 — Se ve la figura de una mujer de cuya’ cabeza sale un nifio (rombo con dos extremidades y und liniecita en el interior). Fray Ja- cinfo ve en este simbolo la figura de Bachué con su hijo-marido, cuando salia de la laguna de Iguake. Obsérvese que la cabeza de la mujer 0 su pecho es una figura romboidal que tiene el lado dere- cho curvo y en vez de una liniecita en el interior tiene tres. FIGURA 11 ‘Rocas en la margen det rio Ramiriqu. 2 — El mito dice que de cada parto Bachué daba a luz muchos hijos. Aqui vemos que del primer parto dio a luz cinco hijos, to- dos varones, si atendemos a la indicacién del sexo que nos hacen 96 las liniecitas .en el, centro: de los rombos. Es-digne de notarse que el. rombo.eritre los chibchas aufrié.una corie de variaciones en tu representacién, que merece la pena estudiarse; equé significado in- temo tendria? Més adelante tendré ocasién de anolizar diversas re- producciones ‘romboidales, (fig. '13) seleccionadds de muchos petro- glifos. Fray Jacinto 'explicd; que segiin los cronistas, los rombos que representan los cinco primeros hijos de Bachué son de tamiafio’ mayor que. los restantes del petroglifo, para significar.que los primeros en- gendrados de la divinidad tuvieron una estatura cigante. Es digno de notarse que entre todos los pueblos, los primitives seres poseen caracteristicas de grandeza, de gigantismo etc., recordemos la Biblia. Por eso sin corroborar lo que dice el eclesiastico no I> niego tampoco. 3 — En los’ partos siguientes nacieron de sels en seis, dice Frey Jacinto, pero deseo advertir que hay un trigngulo grande y un signe ‘como una. inclinada entre las secuencias 2 y 8, que Fray Zamora no explica, réspecto de las cuales no puedo decir nada. Solo puedo afir- mar que la’ F inclinada aparece una y otra vez en los petroglifos, como el que se reproduce en la plancha Xill (fig. 6) de las publica- das por el sefior Miguel Triana en reciente publicacién del Banco Popular, en la: plancha XIV (fig 5) ‘aparece la misma figura: de la XIll que incluye la’F de la cual: hablames, en la plancha XLVI-(fig. 8) ‘se ve esta misma figura cerrada en el extremo derecho arriba. En la plancha en la que més abundan signos muy semejantes al que nos ocupa en la XXV [fig. 11) sita en las rocas que ocupa la margen de recha del fo Ramiriqui. En el'lindo jeroglifico que se reproduce en la plancha: XXVI fig. 12] eparecen estos mismos signcs, esta vez sf en forma idéntica aunque orientados en dos diretciones (véase la repro- duccién). Esto es todo lo que podemos decir de esa enigmatiea figura, Respecto del tridngulo me atrevo a decir unas cvantas cosas que son: en primer lugar el triéngulo aislado no lo he logrado encontrar ‘en muchos petroglifos, pero compuesto con otras figuras sf. De donde deduzco que puede tener un significado neto que ha sido incorpora- do a varias figuras para asi componer también significados. Por ejem- plo véase el triéngulo en él acoplamtiento humane que reproduzco fen a figura 9, de la cual deduzco que el tridéngulo puede tener re- lacién con el origen del ser humano, en verdad debemos pensar que la figura humana casi siempre se hace surgir de figuras triangulares ‘© romboides, que son semejantes en extremo (fig. 18). Investigando ‘Dromenmn Hosein or d Vee “omen ees FIGURA 12 rita ixquiorda del rio Ramurigul (figures dispersas) detenidamente la piedra de grafias encontrada por Jaime Gutiérrez Lega (véase en la figura 17) pude contar cerca de una quincena de {ridngules con una liniecité a'modo de cola o de otras formas, pero como ‘adelante hablaré de la posibilidad de una escritura entre los naturales, por ahora vuelve a las grafias de ‘Fusca’ con Fray Jacin: to Zamora. 4,— Deciamos que en los partos siguientes al primero, Bachué dio a luz seis individves, cada vez, dos mujeres y cuatro varones, los cuales fueron recorriendo los caminos y poblaron la tierra, En la gra- fia se ven por eso lineas en zig zag, que indican las. peregrinaciones de la raza de Bachué. 5 — La figura que se ve bajo el nimero cinco, dice Fray Jacinto gue se llama en lengua chibcha ‘queta’ y significa vivienda y labran- za, y significa en la grafia el momento en que los pueblos descen- dientes de Bachué se establecieron en un lugar. fijo y alii fundaron sus viviendas y sus labranzas. Sigue ahora el fraile con la explicacién de lo que se halla bajo el ndmero seis, pero es de anotar que entre el cinco y el seis se ven varias figuras de cuyo significado no nos habla el buen fraile Zo. mora, yo me remiti al petroglifo de la ‘posible escritura que antes cité ffig.' 17} y alli encontré figuras de notable parecido con la que en @l petroglifo de ‘Fusca' (fig. 4) anotamos bajo el némero —5b— pe- 98 ro vuelvo.a repetir que como de este petroglifo hablaré mas adelante alli me ocuparé de los signos que contlenen alyuna semejanza con los ya estudiades. Sin embargo no resisto la tentacién de advertir lo siguiente: el signo que se ve en el petroglifo de Fusca es semejante ‘al que ocupa el puesto —9— de izquierda a derecha en la primera linea del petroglifo de la pre-escritura, (fig. 17) salvo una linea, la céncava superior del petroglifo de la pre-escritura; y a su vez este Gltimo es muy semejante a otros que se repiten a lo largo del petro- glifo salvo en una linea que en este caso es Ia inferior (véase la fig. 10). 6 —Avanza’el proceso, de organizacién y formacién del pueblo chibcha —sigue diciendo el fraile— con la fundocién de la primera comunidad de viviendas construidas de acuerdo con la gréfica, bajo el niémero seis, que serian bohios colocades en posiciéh circular al- rededor de la vivienda del jefe, pero carentes de todo cercado por el ambiente pacifico que entonces predominaba. 7 — Por dltime aparece el pueblo ya formado, construide den- tro de un cercado como defensa, tal vez debido a guerra entre di- versos pobladores. Pero yo afiado que asi como se quedan:ciertos signos sin expli- cacién. cosa. muy, légica, asi también en cierto momento: el proceso de explicacién parece un tanto forzado y traido por los cabellos, sin dejar de reconocer que puede tener mucha verotimilitud, en efecto: Ja figura femenina con un nifio en la cabeza es indiscutible, pero lo ‘que yo no logré averiguar era si‘el nifio habia. salido de Ia laguna en brazos de Bachué 0 en su cabeza. Otra cosa que me llama la atencién es que evidentemente la figura humana siempré fue significada con figuras triangulares © romboides, que fueron posterior evolucién de Ia figura de la cana (fig. 14), que en los dibujos sirvié para asimi- larla al ser humano. ‘Més adelante descomponge ciertos petroglifos y'saco de ellos to- das las figuras romboides en cuestién, mirando estos gréficos dete- nidamente se ve cémo'la figura fundamental fue evolucionundo des- de una semejonza realista hasta una estilizacién posterior que luego va haciéndose cada vez mas miltiple y quizé su significado se haya enriquecido {fia 13 y fig: 14). ‘Atés habla hablado de los objetos que cada pueblo o nacién carga de sentido, Es decir los objetos que saca de Ia realidad om- biental en la que vive y los hace adquirir una significacién especial y los inserta.en el mito. ‘Usomomas Huntin 99 FIGURA 19 x xX Ceo, ‘Acta de la ereacion? Piedra del vind, Soacha. BSvaiised Transformaciones suceslvas de la ana y det rombo. Todo puede llevarnes a la conclusién de que esos objetos que hhan sido traspuestos al terreno del mito sean a su vez los que més ‘$e reproducen en los petroglifos, como en el caso de la figura humana Y Ia de la rana, Esta asimilacién de los simbolos gréficos y de los Imiticos nos podria llevar mas facilmente a descifrar los primeros. Confieso que ese intento no se ha llegado a llevar a cabo, asf smo confieso que es una labor de mucho tiempo, de mucha’ pa- ncia y de no lanzarse en vericuetos hermenéuticos por la primera impresién. Por eso lo que en las paginas que siguen voy a hacer es un humilde ensayo, pero dejando intacto el material para quien en una tesis doctoral desee hacer algo mas de fondo. Es decir, me fo a poner en manos del que lo desee un instrumento de trabajo que quizé le pueda servir. Como arriba decia me impresiona la presencia de tantos signes romboides semejantes a la estilizacién y posterior ornamentacién de 100 la figura de la rang. Veamos lo que Miguel Triana dice al respecto que puede ilustrarnos sobre el purticular El estudio de los mitos demuestra que Ia vida de los. chib~ chas estaba consdgrada desde.la cuna hasta el sepulero, a lo providencia de la buena diosa Sia [Sia quiere decir laguna y tra la personificacién de la diosa de les aguas). El carifioso ito del agua debié de merecer entre sus adora- dores una gran diversidad de ceremonias y festivos aspectos, de Ios cuales queda un rastro perdido en los nombres de algu- nos sitios: Siecha, Suasia, Siachoque, Cacasia, Tobasfa. De este rito fundamental se desprende toda Ia mitologia chibcha. El mito de Bachué: madre de los hombres, el de Bo- chica su protector y organizador social, el cle Cuchavira que en fl arcoriris les prometia perdén de las lluvias y la enhorabuena de las madres, todos son hijos del agua viva, como divinidad placentera y benéfica (9). De ahi que la rana sea divinidad 0. su simbolo y como pro- viene del agua, simbolo humane también. Teniendo a la vista los mitos chibehas quse hacer esta lis- ta de. objetos que fueron. cargados de sentido por los naturales del altiplano pues estoy seguro de que un anélisis acucioso de festos elementos nos puede llevar por una. pista. segura, sino para Ta completa dilucidacién del enigma de los petroglifes, por lo menos si hacia una comprensién mas vasta.y:més profunda de fa cultura y del ‘noumen’ crtistico de los naturales de estas re- giones. Comencemot per él mito de CHIMININGAGUA. Que en resumen es como sigue: ol printipio de todo fue el dios Chiminingagua quien Gre6 la luz, que guardaba en su vientre [en efecto e| nombre.quiere decir ‘vientre de luz’) y la:difundié por todo.el mundo por medio de unas aves que fueron con haces de, uz en la punta del.pico volando sobre la tierra y asf esta se iluminé por primera vez. Objetos simbslicos: Noche: que existic antes que todo lo demés de Ia, creacién hu- biese aparecido o hubiese sido creado. (@ Miguel Triana, Civilizaelin Chibehs, p. 68. Vsovenaeas Hosein 101 FiGURA 14 $43 ZS KHKIOOOKLDD O e Y Q Y Y Y § {igsras vomboi oss tornados on me i Beaves | Bd chester eyise ae Seacvia Wine ee \ ier ‘0 Mf ts Redea eb SCaveacs on la hactenda * Tequendemo’ en Seacha, ‘Amanecer: fue el hecho que se produjo cuando Chiminingagua mandé las aves a difuminar Ia luz sobre la tierra. ‘Aves negras grandes: antes se habia dicho que también el dios era deserito como un vientre de luz, ahora se le llama ‘una cosa gran de’ y se agrega que, tenia la luz en su interior. Aliento 0 cire: lo que las aves negras grandes fueron echando por los picos y se fue tornando asi el mundo luminoso. Sol: se dice que era el cacique de Ramiriqui, quien o peticién de su tio el cacique de Sogamoso, se subié al cielo y convertido en sol ilumina el dia. Luna: se dice que a su vez el cacique de Sogamoso viendo que Jo noche quedaba a oscuras se subié al cielo y convertido en luna se torné en la luminaria de la noche. Sogamose: cuyo cacique era muy Importante por ser descendien- te del que convertido en luna iluminaba la noche. Ramiriqui: ciudad importante por haber sido su cacique el que convertido en sol iluminaba el mundo. Tierra amarille: o arcilla fue 1a materia prima de la cual los ear ciques de Sogamoso y Ramiriqui hicieron a los hombres. Yerba alta con el tronco hueco: se dice que la materia prima de Ja cual los antedichos caciques hicieron a las mujeres fue de esta es- pecie de junco. La interpretacién que hace Luis Duque Gémez es digna de tener se en cuenta: Se'trata seguramente de un ave rapaz, aguila o eéndor, a juzgar por la morfologia de tales representaciones, (se refiere a las diademas de oro halladas en el dea muisca, hey guardadas en el museo del oro del Banco de la Repdblica) que scn muy naturalists, El dguila en la cultura de los Andes Centrales aparece como un ave mitica, creadora, de la luz, encarna el simbolo de la autoridad su- prema. En la estatvaria de San Agustin las diacemas de algunos per- Sonajes, seguiramente mandatarios, aparecen adernadas con motives omnitomorfos, que deben interpretarse como la representacién de agi fas, las cuales descienden sobre las cabezas de las dignatarios de la tribu, para asistiros con sus luces y para protegerlos, como lo hicie- ron cuando. iluminaron el mundo, segin el mito de Chiminingagua. ‘Unnanran Hewaataricn 108 Picost es interesante que los fanales de luz salian del pico de las aves y no de otro miembro cualquiera, de donde era considerado ‘como sagrado el pico. Soplo: antes habiamos indicado cémo el aire o la respiracién de las aves que se volvié luminosa élumbré la primera aurora, ahora ‘parece el soplo como el animador también de los hembres cuando después de ser hechos por el cacique de Iraca o Sogamoso y el de Ramiriquf, les infundieron el énima por medio de un soplo. El mito de BACHUE: se dice que de la laguna de lguake salié una mujer con un nifié de pecho el cual cuando crecié fue su esposo dando origen a la raza, por la gran fecundidad de Bachué recibié el nombre ‘vientre fecundo’. Una vez poblada la tierra ambos regre- saron a la laguna convertidos en dos enormes culebras. Por lo que he lefdo acerca del mito y en un intento de sintesis de esta mitologia, no veo que esté refiido con el primitive del que arriba hablébamos el de Chimininguagua, porcve para mi es muy posible que el primitive mito haya dicho que la caciea de rac y el cacique de Romiriqui ‘eran hermanes, (recordemos que entre los chibchas el hijo de la her= mana © sea el sobrino del eacique ccupaba el trono, a la muerte de su tio) y por eso podemos decir gue'ambos subieron. al cielo conver- tidos en sol y en luna, En efecto en elgunes pasajes encontramos que la luna se identifica con Bachué © Furatena y es una deidad feme- ning, aunque en el primer mito se haya dicho que fue el cacique de lraca el que convertide en Luna alumbré la noche, no es dificil supe: ner un cambio. de género que corrobore lo, que estoy dicindo. De donde el mito primitive se podria resumir ast. Una vez, creada la.luz por las aves de Chiminingagua que pro- dujeron la primera aurora, se crearon los dioses por medio de los caciques.de:Iraca o Sogamoso.y de Ramiriqui.(macho y hembra) quie- nes convertidos en sol y luna alumbraron:el dia y la noche y produ. feron Ia segunda aurora, fue entonces cuando regresé Bachué (divini- dad funar, femenina) y casada con su hermano-marido procreé la ra. 2a, para regresar al fondo de las aguas de la laguna convertida en serpiente, pero no fue esta su ditima visita, pues luego vino como ‘oponente de Bochica a pervertir las ensefjanzas del dios prometién. doles.a los indios ‘un paraiso de goces, sensible y de facil adquisicion \Veamos ahora si los objetos que se simbolizan en este mito; ‘Madre: se dice que Bachué fue.""madre prolifica’ divinidad! ma- lignas cuando contra Bochica, el dios civilizador encarné el mal. 308 oe nt fii it Sg. [al FIGURA 16 Plancka XVI Pledror de Facatativa. Pueblo de Iguake: a cuya orilla o muy cerca del cual estaba la laguna {hoy desaparecida) del. mismo nombre de la cual surgié la diosa para poblar la tierra, Laguna: residencia de la diosa y posterior refugio cuando ho- biendo cumplido su misién de poblamiento de tierra se sumergié alli con su hermano-marido convertidos ambos en sergientes. Choza:.se dice que la diosa construyé una choza donde vivid hasta cuando su: pequefio compafiero estuvo en la edad de casarse. ‘Aun més, se dice que fue la diosa la constructora 0 la fundadora del primer pueblo, el de Iguake. Serpiente: el animal en el cual los dos se convirtieron. ‘Aguas: es digho de tenerse en cuenta que en varios de los mitos Estrella vespertina:. algn .comentador (Alberto Ferro) dice que ‘asi como-esta acompatia siempre a Ia luna, esto originé en los indi- genas ta asimilacién del mito de Bachué y su hijo con la oparicién de la luna y el lucero vespertino, También se dice que se convirtieron fen miontes cercanos a la poblacién de Muzo, de los cuales el uno es mas grande que el otro y por eso constituyeron uno de los cen- tros de adoracién més grandes entre los muiscas fosiblemente como sitios sagrados destinados al culto de Bachué. ‘Uneven Hostseeh 105 Seria interesante averiguar si cerca de Muzo se ercuentran petro- glifos y qué clase: de representaciones hacen. Desgraciadamente, a pesar de haber buscado mucho en libros y reproducsiones no: logré hallar nada. Mas adelante expondré la frecuencia ce oparicién de ierto tipo de imagenes y graffas y expondré los mites referentes « determinado lugar en el cual abunden las representaciones. Lechuza: animal en que fue convertida Bachué por atentar con- fra la doctrina predicada por Bochica. Noche: tiempo para salir y quizé reinor que. se le dio @ la. diosa convertida en lechuza por Bochica. Piénsese en que Ia diosa de por si habja sido. identificada con la luna y por lo tanto con la noche des- de el mito de la creaci6n del sol y la luna. También se afirma {cfr Lucas Fernéndez de Piedrchita en Historia General dé las conquis- tas del Nuevo Reino de Granada). que Ia diosa Bachué era |a.dioso mujer del sol. \VI— ESCRITURA CHIBCHA Hemos nombrado a la.serplente que es la:figure simbélica que toma.la diosa. Bachué al regresar de su misién de pablamiento. por es0 juzgo conveniente introducir aqui lo frecuencia de a figura ser- pentiforme en los petroglifos; pero antes situemos geogréficamente la laguna, que eso de algo.nos puede servir: dice Enrique Quintero Volencia.en Apuntes para una Mitologia Raizal en un articulo pu- blicado en el Magazin Dominical de “El Espectador’’ el 6 de septiembre de 1970, que esta. legendaria laguna se encontraba situada entre los lagos de Tinjacé y Hunza, hoy desaparecidos los tres. Observando el mapa de los principales petroglifos publicado por el Banco Popular segin los trabajos. de Miguel Triana, veo que los més cercanos al sitio donde presumiblemente se hallé el lago son los petroglifos de Ramirigui que reproduzco {figs, 11 y 12). Es, digno de observarse que indudablemente las dos reproduccionés én piedra hechas por los muiscas deben tener algin. parentesco de motivos, lo deduzco de estos dos signos relacionados en ambos dibujos: el pe- quefio sol y el espiral, en efectoven ambos dibujos aoarecen opare- jidos. . Hay otra serie de semejanzas que deseo poner de manifiesto: (por una exigencia ‘metodolégica descompongo los petroglifos por gru- 108 pos que encierro en un circulo y demarco con un niémero; cada ni- mero encierra un grupo de petroglifos que se relacicnan de alguna manera). Valiéndeme del papel trasparente superpuse los grabados y de- duje una serie de cosas que advierto: —Obsérvese los figuras del circulo dos, veremos que a través de inumerable cantidad de petroglifos se repiten con escasas va- riantes, aunque siempre en unién de otros grupcs de imagenes, y con la concavidad orientada en diversds dit este caso especifics. — el grupo tres es casi idéntico en la figura 11, y un poco més com~ plicado en la doce. En general predominan las lineas o las figuras con forma de rang y las espirales curvas. — aisladas como la que se relaciona con el sol — en forma de cola (circulo 4) — con lineas rectas formando rombos (efrculo 5). Las figuras en forma de rana —como lo veremos posteriormen- te— abundan y toman una cantidad de formas inencrrables, en sin- tesis se pueden ver en el dibujo las que toman y se repiten una y otra vez. (No sé que tan acertado esté al relacionar esa reiteracién de una cifra escasa de signos, con cierto tito reiterativo magico cuyo po- der depende de la cantidad de imagenes 0 quizé de oraciones), So- lamente en la figura 11 hay 7 rombos enlazados. En la figura 12 hay 8 rombos entreabiertos, como los dos'que estin formados por lineas triples, y cerrados con cola (que también es un rombo) como enelcirculo2, ~ Me voy a permitir desintegrar los diversos petroglifos para ex- traer las figuras que més se repitan y ponerlas en yuxtaposicién para compararlas. Si comparamos la serie de figuras que tomé de uno y de otro petroglifo por su formacién romboide, con Ia otra serie que copio de ‘Miguel Triana (10) p. 246, que él llomé ‘transformuciones sucesivas de la rana en la grafica chibcha’, fig. 13, vernos inmediatamente el parecido de las formas romboidales. De donde las formas romboidales Que en un principio surgieron como estilizacién de la rana sirvieron ‘Unmnamia osetia 107 Ze FIGURA 16, Plancha XVI Piedras de Fooatativd. Simboio de le conauistat posteriormente para simbolizar al hombre y quizé sus atributos segdn la variaeién que van tomando en los diversos petroglifos (fig. 13 y fig. 14), De Ia atenta observacién de los diversos dibujos que aparecen en las piedras, se deduce el predominio del rombo como elemen- to fundamental de las figuras principales... Un rombo con ca- beza ora con brazes, ora con patas, en sefal de accién, aparece casi siempre con clerta y definida principalia en los jereglifcos chibehas (11). No quiero dejar pasar la ocasién sin advertir que en certas figuras raniformes se notan las ramificaciones de los dedos de la mano, casi siempre en el brazo derecho, mientras en el izquierdo no se ven los dedos, esto me hace pensar que este sea un signo del pintor, que hace resaltar la mano que realizé el dibujo, por demas ‘que és arriesgada la propuesta, porque'no sabemes si los indigenas eran zurdos, diestros o ambidestros. Y si se estudia los miltiples derivaciones de esta forma geométrica (el rombo), se llega fécilmente a lc conclusién de que la rana, representacién del alma muisca y alimento del Sol, es su generatriz, (10) “Miguel Triana, Civilizacién..., p. 246, En efecto, representada Ia rana por medio de lineas rectos, con su cabeza, su dorso y sus patas, resulta. la sucesion de tres rombos unidos por los vértices, como se ve en las figuras. Estas figuras se-encuentran mil veces en los pretroglifes chibchas, re- peticién que légicamente sé justifica, por otra. parte, considerada la importancia fundamental de este. mito en la sicologia de los Indios. ‘Como primera consecuencia de la transformacién romboidal de la rana se deduce Ia tendencia de los artistas chibchas hacia las formas geométricas rectilineas para todos sus adornos y para la representacién ideolégica de la mayor parte de los objetos que representan, no solamente en las pieclras pintadas, sino también en las mantas, en las joyas y en la cerérmica (12). Sigo copiando la cita de Miguel Triana que c todas luces es un anélisis muy acucioso de los jeroglificos chibehas y hago esta cita tan larga porque como atrés habléba de Ia interpretacién del padre Zamora, aqui he encontrado ciertos puntos’ de contacto entre ambos investigadores que son dignos de tenerse en cuenta, como el hecho de que ambds hayan concluido' que los’ generaciones o'la nacién po, dria estar representada en los jeroglifices por una serie: de:rombos unidos por el vértice. Sigo pues transcribiendo la cita, que més ade- lante nos servi Concretandones a los variantes que ofrece la rana segén sv significado intimo, la. encontramos presidiendo casi, todos los dibujes,-como si de ella dependiera 0 a ella se refiriera el concepto misterioso que contiene, Por ejemplo: un rombo. peque- fio unide a otro més grande con ciertos adores, es la imagen de una mujer, cuya categoria y situaciones de Snimo se descu- bren por la expresién de la figura; el accesoric no siempre i dispensable dé’ los brazos y de los piernas, asi como algunos complementos simbélicos de la "industria, prestan al dibujo la actividad del individuo a quien representan. Una serie de rombos de los-cuales arrancon brazos y rma- nos, como para no dejar dudds al respecto de sv vitalidad, re- presenta la familia o la estirpe. A veces el rombo que forma la cabeza tiene un punto central, como si fuera el ojo 0 1a bo- a; otras veces el punto aparece en el rémbo dal medio, para i dicar el: ombligo 0.el sexo. Suelen losidos.o tres rombos repre- (Dy (2) Tem p. 26, Uses Hosen 109 sentativos del hombre, circunscribir una serie concéntrica de rombos, lo que parece indicar una multitud, pueblo o nacién. (Triana: La Civilizacién Chibcha p. 245 ss.) Se puede decir que la escritura en todos los pueblos fue en un principio pictogratia, que luego fue complicéindose © quiz sea me jor decir que estilizandose poco a poco fue dando origen a una se~ rie de signos de significacién convencional. Podriamos decir que de los ideogramas se pas6 asi a los jeroglificos y de estos a una. escri- tura propiamiente dicha con signos quizé fénicos. Esté demostrade que los mayas a la llegada de los espafioles estaban en una época de transicién del jeroglifico a a letra o mejor al signo de significado convencional. La prueba es que muchos de sus signos son separados de su palabra o grupo inicial para ser usa- dos en forma meramente fonética. Yo me atrevo a pensar que pasaba lo mismo entre los Chibchas, de otra manera no se entiende cémo una serie de signos que no poseen valor ornamental ninguno, como se nota a simple vista se sucedan en muchos petreglifos con una marcada tendencia a servir de letrero. Unicamente como ejemplo: presentamos a.continvacién dos ca sos faciles, para que se vea claro el sistema de escritura de les Chib- chas por medio de signos ideolégicos ccnvencionales © jeroglifices. Ambos fueron encontrades en las piedras de Facatativa. El uno al parecer es contempordneo de’ Ia conquista, pues en él se ve a un soldado impeniéndole el cometimiento-a la nacién Chibcha (fig. 16) Forma la figura principal un hombre de pecho circular eruzado ‘con ‘correajes al estilo espariol, parade sobre ‘dos larcas piedras rec tilineas y coronado por una cabeza redonda también, de circulo y punto concéntricos, de cuyo abdomen arrancan dos brazos con los que impone sus manos sobre la figura’ de rombos concéntricos, re- presentatives del pueblo” Chibcha, la cual esté de pif a la vera de Tos cultives y caserios, por en medio de los que circula el rio Funza, ‘AI’ contorno de estas dos figuras principialés azarecen manos ensangrentadaé y aprisionadas con esposas, El conjunto de este jero- glifico mirado' bajo el prisma de les acontecimientes de la época, no puede ser més expresivo. Interpretacién de otro jeroglificd (Figura 15). El otro. parece indicar el itinerario, que seguiria el Soberano para trasladarse a la laguna sagrada donde se daba-las,abluciones del teen de|s y *Q]- aSag ute XA «4H ah AQAae A1 ZDAn AD xD SAY Br) . ya * ° ip ritual, segin la leyenda del ‘Dorado’. Se comprende alli que habia necesidad de trasmentar la, serranfa que separa la altiplanicie del sitio de recreo, en uno de cuyos boquerones de paso aparece un guar- dién, formado por les dos rombos representatives del hombre, y ala crilla de la laguna.estén la piedra de los sacrificios y el plano de palacio real. Por medio de crucecitas y de cortas rayas se indica.la entrada y la salida de los pasos regios de la ceremonia. Se puede, por tanto, tomar uno por uno los jeroglificos y dedu: cir de ellos una significacién més © menos aproximativa, pero no se trata de eso; se trata de saber en relacién de unos con otros el va- lor que mas 0 menos estuviera determinado para cada uno de los signos, segtn que se presente en diversos jeroglifices fungiendo un papel sabido. Desgraciadamente, la conquista nos cogié en una época de transicién como lo dije atras y asi no es, que no se haya encon- trado Ia piedra de Rosetta de nuestra civilizacién autéctona_ sino que la conquista tlegé antes de haber sido escrita cualquier piedra ‘Uva Heater m1 que nos diera la entrada a un sistema de escritura desarrollado, precisamente porque este sistema de escritura no existia todavia a {a Hegada de los espafoles. Pero a pesar de todo es digno de observarse los petroglifos que se ven en Ia figura y que encontré en la sabana de Bogota aunque no indique el lugar del hallazgo el sefior: Jaime Gutiérrez Lega. Se~ guramente del estudio minucioso y atento de estas piedras y de sus signos se lograré dar una nueva luz sobre el rudimentario sistema de escritura de los Chibchas, pero como digo exige un esfuerzo minu- cioso y una labor quizé de afios. a ‘Me voy a limitar a hacer un corto comentario de cada uno de los graficos en el orden en que aparecen: 1 — El grafico 17; es el mas extenso, de algunos de sus signos ya me he ocupade atrés al hablar de la semejanza que tenfan con otros dibujos que analizaba el P. Zamora. Si observamos atentamen- te la distribucién de las lineas de grabados notaremos que asi como sucede con nuestro sistema de escritura de izquierda a derecha, su- cede con la tableta chibcha de derecha a izquierda, es decir, que en el punto donde comienza la escritura o mejor en el lado donde co- mienza la escritura hay cierta simetria, la linea que marcan los diver- sos renglones de escritura es casi recta. Es decir entre nosotros esta simetria se halla hacia la izquierda del escrito, en cambio en Ia ta- bleta en cuestién esta simetria se halla hacia la derecha, Antes vefa- mos que el padre Zamora habia hablado de una grafia de derecha a izquierda, pues bien en la tableta a la cual nos referimos, también es digno de observarse que quizé se escribié de derecha a izquierda, También es digno de notarse la repeticién de una serie de sig- nos iguales en diferentes puntos de la tableta como fungiendo de letras y.enlazados con otros contexios, de donde deducimos que esta clase de signos ya no.es ideogréfico, pues en el signo ideogréfico, generalmente el conjunto completa. el significado del signo, cuando aqui parece que cada signo lleva su significacién parcial indepen- diente-de los demas que le rodean, que en ninguno de los casos nos ayuda a dilucidar la significacién del vecino. 2 — La figura que vemos bajo el némero 9 es a todas luces el acto sexual heterénomo. Se deduce de la conformacién de los dos seres que se contraponen, en uno de ellos, el de debajo, se ven cla- ramente los senos femeninos, lo. que no pasa con el otro. Es digno m2 FIGURA 18 Piepaas Patras, ecmrciones, Weteas a (DR NEARS veered ness 3) céntrico de esta unién esté representado por un rombo dividido en dos triéngulos que se superponen uniendo sus buses.’ Yo encuentro entonces que {a figura romboide puede o pudo haber partido de la representacién del ‘acto'séxual, hasta Hegar a ‘epresentar al ser como fruto de este acto. Es de advertir que el sexo femenino pudo haber sido representado en forma''de un triéngulo, aunque he buscado in cansablemente alguna sefial en este sentidé y no la he logrado ha- lor. Pero podriamos asi -deducir o concatenar las diversas -grafias ‘que hemos encontrado para deducir que.el rombo (triangulo) es el simbolo de la fecundacién humana por lo tanto del ser human, y por end dae la rane qua es sit simbolo come atrés lo velémos, (figu- ras 9, 18y 14). : Las demas representaciones, como se podré ver no ofrecen g6n asidero: ‘smmeme Hosein 113 En conclusién yo me podria extender muchas: horas en disquisi- ciones acerca de cacla una de las representaciones que aparecen en la estupenda coleccién de jeroglificos chibchas que publicé el Dr. Mi= guel Triana. Pero juzgo convehiente no hacerlo porque me parece que serfa perder el tiempo en suposiciones traidas por los cabelios: Quizé algén dia surja el investigador que se preocupe por sacar adelante nuestro arte autéctono y por revivir esas bellas leyendas chibchas omadas con las representacionés de ‘nuestros ‘antiguos po- bladores.. CONCLUSION Vimos pues a través de este trabajo cémo la ob:a de arte pro- ducida por un pueblo’ esté intimamente ligada’con ‘as demas’ ma- nifestaciones culturales de él; y no se puede tomar solamente como un Signo univoco (‘unicivalente’) so pena de:destruir su'profunda re- sonancia dentro del 'Weltanschauung’ def’ pueblo ‘que la haya pro- ducido. A través del trabajo twvimos ocasién de entrever la profunda re- lacién existente entre lo mitico y el arte; y pudimos también admirar la organizada explicacién del mundo que el hombre mitico (y por ende el religioso) tienen, y dentro de Ia cual cada una de los realida- des que les rodean esté crgénicamente enlazada con as demas has- ta construir una red estéticamente bella. Llegamos a dos grandes conclusiones: —que el jeroglifico chibcha no es ni puede ser una clove signifi- cativa solamente, Es decir, no debemos contentarnos con buscar la clave de su significacién como signo gréffico, sino que debe- mos inguirir acerca del aspecto tipicamente arfstico (estético) de los jeroglificos. —y segundo: cémo la escritura (si es que hubo) y e1 general toda la cultura chibcha fue cortada en un momente crucial de su evo- lucién, lo que impidié que llegara a su etapa culminante; y por lo tanto cualquier investigacién que no tenga en cuenta que se acerca a un conjunto artistico-cultural ‘en devenir’ esté llamado @ fracasar. a4 BIBLIOGRAFIA Mircea Eliade. [Lo Sagrado y lo Profano, Reit: Guedarrama, Madrid, 1987. Wellek René, y Warren Austin, ‘Teoria Literaria, Balt. Gredos, Madrid 1966, Gaston Bachelard, ‘Psleoandlisis del Fuego, Allanza Waltorisl. Madrid, 198. Quintero Valencia E. Apuntes para una Teogonfa Ralzal, Mitslogia Colomblana. 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