. BI métado
‘el agua de la lluvia, montar guardia y Hegar hasta la costa
Si notan que estén compartiendo esfuerzos para solucionar
tun problema comiin, los naufragos serdn capaces de conciliar
sus intereses conflictivos y avanzar a la vez en el logro de sus
intereses comunes. Lo mismo sucede con dos negociado-
res. Por dificil que sea nuestra relacién personal, podremos
mas facilmente alcanzar una reconciliacién amistosa que haga
concordes nuestros varios intereses si aceptamos esa tarca
como un problema compartido y lo emprendemos juntos.
‘Para ayudar a que Ja otra parte modifique su orientacién
de un cara a cara hacia un lado a lado, usted puede discutir
‘con ellos el asunto explicitamente. “Mire, ambos somos abo-
gados (diplométicos, hombres de negocios, parientes, ete).
‘A menos que tratemos de satisfacer sus intereses, sera impos!
bble que logremos un acuerdo que satisfaga los mios, y vicever
sa, Examinemos juntos el protlema de cémo satisfacer nues-
tros intereses comunes”. O usted puede empezar a actuar
como si la negociacion fuera un proceso conjunto y con sus
facciones determinar que ellos deseen hacer lo mismo
Es ati] sentarse literalmen:e det mismo lado de la mesa
y tener a la vista el contrato, el mapa, las hojas de papel,
‘o cualquier otra cosa que expi que el problema. Si se ha esta-
blecido una base de mutua confianza, mucho mejor. Pero
por precaria que sea la relacién, trate de estructurar ia nego
Ciacidn como si fuera una actividad comin compartida por
ambos —con sus diferentes intereses y percepciones, y con
su compromiso emocional
‘La separacion de las personas det problema no es algo
que puede hacerse de una ver y que luego puede olvidarse;
hay que seguir trabajando en ese sentido. Lo esencial es tratar
fa las personias como a seres humanos y al problema segin
sus méritos, Los tres préximos capitulos tratan sobre emo
hacer esto timo.
3 | Concéntrese en los intereses
a
no en las posiciones
Piense en la historia de dos hombre
rr te tot
guler que ia vaa fester Dicucn sobre ai an abies
| EmONES ental ibiotetriLe presume ale
ave ire abr a venta: Para oman are Gene he
ieee iente”’. Después de pensarlo un mor
ia abre una tie,
Iehlatesai are una ventana en a habiaion contig
re aire fresco, sin que haya corti :
rriente,
Para que la s
a olucién se: ili
fare gue Ja a prudente, concitie
no las posiciones
La historia antedicha es tipica de muchas
uchas negociaei
mo probln prze st an confi de Pscones cae
Peace camo su meta es ponerse de acterda sobre una
Dosen, tlendennaturalmente e pensar y a hablr sobre las
‘es ¥ al hacerlo, con frecuendiallegan aun impasse
de eu a bibiotecara se hubieraconeentrado en las posiciones
ombres ens la ventana dbia crate stn:
S€8 5 fundamental,
Los intereses definen of problema,
cand ReBeciacién no esl contin, ent
el conflicto entre tae hecesidades, deseos,
I necesita dinero; yo quien Paz y tranquilidad”,
Pagaria mas de $ 95 000 Por una casa”,
todo el ruido de las posici d
en Camp David en 1978, a
lo auemotiva las posiciones Israel habia
yansetvar una parte del Sinal. Po
a nal. Por su parte,
tat isa en gue debra terse soberana hasta
mapas que ac del Sinal. Una y ents vez, se dibujaron
re Ba Mostraban posiblesfronteans ara divi
Concéntrese en los intereses, no en los posiciones 4”
posible el logro de una soluci6n. El interés de Israel era su
fesuridad; no queria que hubiera tanques egipeios en la fron.
los de do-
conacién por sriegos, romanos, tu'tos, franceses y britany
tage 70 estaba dispuesto a ceder tertorio a ningun conquie:
tador extranjero,
{i Camp Davi, el presidente Sadat de Ego y 1 primer
Siyuptto Begin de Israel aceptaron un plan que devotvin ef
Sinai ala plena soberaniaegipcia, y que garamizaba Ie seguri-
‘he de Israel desmilitarizando grandes areas. La bandecs tg
Esipto ondcara en todas pate, pero no habria tangues eaipcios
en las cercanias de israel,
3 Coneiliacion dé los imereses y no de tas posiciones
$5 ftectiva por dos razones: primera, porque existieron pene
mente varias posiciones que podtrian satistacer un intace
Gon demasiada frecuencia ls personas adoptan la mis ohn
ds las posiciones, como hizo Israel cuando anuncid que eo
Cuande se buscan los intereses
an las Posiciones opuestas ¢5 posible, a menudo,
Sieonerar una posicion alterna que satsface no solemence
1a piOhigs intereses sino los de la otra parte. Enel Sina
'a desmilitarizacién era una de estas alternativas
2 conciliacion de los intereses y no de las posiciones
rampign €s efectiva porque tras Tas rosiciones apuestas he
‘machi otros imereses, ademés de lo: que puedan oponence,
ras las posiciones opuestas ay intereses compartidng
x compatibles, ademés delos contlictivos. Tenemos la ineling
Sién @ suponer que porque las posiciones de la airs pane
J honen a Jas muestra, sus intereses también se oponen
A nosotros nos interesa defendernas, lago a ellos les rrereny
aeliny fens t 8 Hosotros nos interesa quel atiendo sea bajo,
ellos debe interesarles que sea alto. Sin embargo, en muctogPor ejemplo, ay
inalice log interes
comparte con su p
"¢5 QUE UR arrendatario
posible ar-endador:
1. Ambos quieren es
3. ambos es ineresa anton
Bl artendador quiere un ane
cumplidamente; ef arrendataric quie1
que haga fos artcglos necesarios,
diferentes. Poy ‘cjemplo: cae
ler una buena relacién,
'0 que pague el arriendo
Te Un arrendador sensato
Concéntrese en tos intereses, no en lus posiciones SI
Se esfuerce por complacer a la otra, con miras a obtener
tuna buena relacién. Quizd los interees divergentes se puelan
concilar realizando un pago de contado manana y un aeuerda
Para que el arrendador haga pintar el aparlamento y el arren
dlatario compre la pintura. El monto preciso del artiendo
¢5 lo Unico que falta por decidir, y d mercado de apartanen
(os pata arrendar habra de definito bastante bien
Con frecuencia es posible lograr acuerdos, precisamente
Porque hay imtereses diferentes. A usted y al vendedor de
zapatos pueden interesarles tanto el dinero como los zapatos,
Relativamente el interés de 61 en los trcinta délares excede
su interés en los zapatos, Para usted, la situacion es al reves,
{e gustan los zapatos mas que los treinta délares. Por eso
¢s posible el acuerdo. Tanto los intereses compartidos coma
los intereses diferentes pero complernentarios, pueden ser lag
bases de un acuerdo prudente.
iCémo se identifican los intereses?
La ventaja de analizar las posiciones para encontrar los intere-
ses subyacentes esta clara, Como hacerlo es menos claro.
Por lo general, una posicion es corcreta y explicita; pero
los intereses subyacentes pueden ser implicitos, intangibles,
¥ tal vez inconsistentes. ,Cémo se procede para comprender
tos Intereses que entran en una negociacién, recordando que
entender los intereses de la otra parte es por lo menos tan
importante como comprender los propios?
Pregunte: “Por qué?” Una téenica bésiea es ponerse
en el lugar del otro. Analice cada wna de las posiciones que
asume y pregintese: “‘gpor qué?” ;Por qué, por ejemplo,
suarrendador prefierefijarel precio del artiendo anualimente,
en un contrato.a cinco afos? La posible respuesta, protegerse
contra aumentos en los costos, es probablemente uno de sus
intereses. También usted puede preguatarle al arrendador por= El método
«qué asume determinada posicién. Silo hace, diga con claridad
‘que no esta pidiendo una justificacion para su posicién, sino
una comprensign de sus necesidades, esperanzas, temores,
y deseos, **;Cual es su preocupacién basica, sehor Jones,
fal no querer que el contrato sea por mas de tres aiios?"”
Pregunte: “'jPor qué no?” Piense sobre Ia opeién det
otro. Una de las maneras mas itles de descubrir los intereses
¢ identificar primero la decisiin basica que la otra parte
probablemente cree que usted le esta pidiendo, y después pre-
guntarse por qué no la han tomado. ,Cuales son los intereses
que les impide hacerlo? Si ustec quiere que cambien de opi-
nidn, debe empezar por descubrir qué opinién tienen en la
actualidad.
nse, por ejemplo, en las negociaciones entre los Esta-
dos Unidos ¢ Iran en 1980 sobre la liberacidn de los cincuenta
y dos diplomaticos norteamericanos retenidos como rehenes
en Teheran por estudiantes militantes. Aunque se presentaron
muchos obstaculos graves para la solucién de la disputa, pue-
de iluminarse el problema simplemente analizando la opcién
de un lider estudiantil tipico. La exigencia de los Estados
Unidos era clara: “Liberen a los rehenes”. Durante la mayor
parte de 1980 la opcién de cade lider estudiantil debe haber
sido algo asi como la que se muestra en la hoja de balance
mas abajo.
Sila opcién de un lider estudiantil tipico era aproximadae
mente ésta, es comprensible por que los estudiantes militantes
retuvieron a los rehenes tanto tiempo: por increible ¢ ilegal
que hubiera sido la retencién inicial, una vez retenidas los
rehenes no era irracional que los estudiantes siguieran rete~
niéndolos, a la espera de un momento més oporttino para
liberarlos.
Al reconsteuir la opcién que la otra parte percibe en un
momento dado, la primera pregunta que se debe hacer es
“