Está en la página 1de 9

ENTREVISTA A

Mª DOLORES GARCÍA PASTOR


AUTORA DE
‘EL SUSURRO DE LOS ÁRBOLES’

EL DIARIO DE LOS LIBROS


www.eldiariodeloslibros.blogspot.com
Licenciada en Ciencias de la Información, María Dolores, una mujer originaria de
Barcelona y residente desde hace cinco años en Torredembarra (Tarragona), carga
sobre sus espaldas una pequeña, pero impresionante carrera literaria.
A pesar de haber sido ganadora del IV Concurso de Relato Breve ‘La Rosa de
Barcelona’ y del II y III Certamen de Escritura Scream ‘Cielo Abierto’ con ‘El aroma
del jazmín’ (traducido al rumano y al inglés por la revista Orizont Literar) y ‘Del
color de un cielo sin nubes’, su guinda de felicidad llegó cuando se declaró vencedora
del VII Concurso YoEscribo.com en la categoría de novela, con su obra ‘El susurro de
los árboles’. Pero a falta de logros, tuvo una mención especial en el III Concurso
Literario ‘Jirones de Azul’ por su obra ‘Sonrisa de Gato’.
Esta luchadora en un mundo de letras es colaboradora en la web ‘Anika entre
Libros’, así como en la revista Orizont Literar y en algunas revistas de Barcelona.
Su pseudónimo de escritora, La Bruja de Clarà, es el título de su blog personal de
literatura.
-Ante todo, María Dolores, darte las gracias por habernos permitido hacerte esta
entrevista y darte la bienvenida a ‘El Diario de los Libros’, tu nuevo hogar.
Muchas gracias a ti, Jony, por pensar que merece la pena hacerme esta entrevista y por
concederme el honor de inaugurar tu Diario de los libros que, por cierto, es un lugar
estupendo.

-Bueno, si te parece, vamos a comenzar. Hemos hablado un poquito sobre tu vida de


escritora, pero no sabemos mucho sobre la María Dolores ‘de la calle’, la mujer que eres
en el día a día. ¿Qué nos puedes decir de ti?
En estos momentos soy, ante todo, mamá. Tengo una pequeñaja de tres años a la que me
dedico por entero desde que nació. Vivo en una casita desde la que veo el mar en un pueblo
de Tarragona con mi compañero, mi niña y mis animales. Me encantan los animales. Soy
una persona tranquila que necesita poco para ser feliz. Leo mucho, escribo todo lo que
puedo y disfruto de la vida. Tomo té y detesto el café. Me pirro por las chuches y el
chocolate y no tengo más vicios conocidos que la lectura y la escritura. Más que autores
preferidos tengo muchos libros favoritos. Poco más te puedo decir de mí salvo que desde
hace unos años, sobre todo desde que publiqué mi novela, estoy viviendo un sueño.

-Sabemos que ‘La Bruja de Clarà’ es tu pseudónimo literario, pero, ¿por qué? ¿Qué
representan las brujas para ti? ¿Qué historia se esconde tras este nombre?

Es algo que siempre despierta curiosidad y no es la primera vez que me lo preguntan. Las
personas más cercanas a mí dicen que tengo algo de bruja, una especie de sexto sentido
para las cosas y me recuerdan algunos de mis presentimientos o las veces que he adivinado
cosas. Yo siempre he creído que es más una cuestión de lógica, de eso que llamamos
intuición, pero ellos se empeñan en llamarme bruja, por hacer cachondeo. A partir de una
de mis “premoniciones” una amiga me empezó a llamar la Bruja de Mirasol, el barrio en el
que vivíamos, y desde entonces lo usé como pseudónimo literario. Cuando vine a vivir a
Tarragona cambié la coletilla porque lo de Bruja ya se había quedado conmigo.
En cuanto a lo que representan para mí las brujas te diré que no les otorgo connotaciones
negativas. La mayoría de las brujas que se han perseguido y aniquilado a lo largo de la
historia no eran más que mujeres que se adelantaron a su tiempo y que no quisieron aceptar
su condición de sumisas de manera resignada. Para mí eran rebeldes, mujeres
independientes, algunas de ellas curanderas y parteras que atesoraban una sabiduría
ancestral acumulada tras muchos años de convivir y conocer la naturaleza. Las llamaron
brujas para quitarlas de en medio porque a muchos les estorbaban. Siempre que alguien
hace referencia a mi pseudónimo lo hace en diminutivo, con miedo a ofenderme, pero me
encantan que se refieran a mí como “la bruja”, no me supone ningún problema porque,
además, con ese sobrenombre he ganado algún que otro premio literario.

-Hablemos sobre tu novela. ¿Qué te llevó a escribir sobre una parte de la historia
mundial tan dramática y cruel?

Soy una persona sensible y me dejo llevar por las emociones. También soy una gran
rebelde. Siempre digo que hago literatura protesta: escribo sobre lo que me toca por dentro.
Cuando tenía 10 u 11 años empecé a oír hablar de las dictaduras militares de Chile y
Argentina y me impactaron. Así que desde entonces he leído todo lo que caía en mis manos
en referencia al tema. A los veintipocos descubrí la “Eva Luna” de Isabel Allende y a partir
de ahí fueron cayendo en mis manos todos sus demás libros. Era incapaz de entender cómo
se podía haber llegado a tal grado de crueldad y barbarie. Con ese germen escribí un relato
y me impliqué tanto emocionalmente que fueron saliendo otros. Creo que hacer memoria de
las cosas, especialmente de las malas, puede ayudar a reflexionar y a no querer repetirlas.

-Podríamos decir que se trata de una novela histórica, en su gran mayoría. ¿Cómo te
pudiste documentar tan profundamente sobre las historias reales que se suceden en cada
capítulo de ‘El susurro de los árboles’?
El proceso de documentación fue progresivo. Como te comento durante mucho tiempo leí
todo lo que caía en mis manos sobre el tema, desde muy niña. Luego, cuando decidí
ponerme a escribir, busqué información en internet y así llegué a una web que se llama
Memoria Viva de donde salieron muchas de mis historias que me contaron los familiares de
algunas de las víctimas. También se me ocurrió dejar un mensaje en la página de visitas de
esa web en el que contaba que quería escribir una novela y que necesitaba contactar con
personas que hubieran vivido la dictadura. Además me ayudé de una guía de Chile, la típica
guía de viajes, y de una enciclopedia que trata sobre los grandes hechos del siglo XX.

-La protagonista de la historia, Adela, es una mujer luchadora, fuerte y decidida, pero
que por avatares de la vida, sufre demasiado, hasta el punto de partir hacia Chile. ¿Es tu
propia experiencia la que narras en la novela?
Sí que es verdad que Adela tiene mucho de mí, eso al menos dicen quienes me conocen.
También es cierto que decidí escribir la novela en un momento personal bastante duro.
Cambié de vida y tuve que romper con las cosas y las personas que habían poblado mi
mundo hasta ese momento. Lo pasé muy mal. Me puse a escribir un poco como terapia,
para olvidarme de mi mal momento. Así descubrí que mi terrible realidad no lo era porque
conocí las tragedias de otros y me di cuenta de que era una persona muy afortunada por
tenerme a mí misma. A la protagonista de mi novela le sucede lo mismo: se siente muy
desgraciada hasta que se da de bruces con la desgracia, con mayúsculas, del pueblo chileno
y entonces lo suyo le acaba pareciendo una tontería.

-A pesar de haber ganado ya varios premios literarios, ¿qué supuso en tu vida saber que
eras la ganadora del VII Concurso YoEscribo y que tu obra sería publicada?
En realidad el YoEscribo fue mi segundo premio literario y creo que, hasta ahora, el más
importante. No por la cuantía económica que no está nada mal sino, como tú dices, por el
hecho de ver la novela publicada. Fue fantástico. Pero también he de decir que todos los
premios, menciones, publicaciones, etc., suman. Todas son importantes en la medida en que
van dando consistencia a tu currículum y, sobre todo, porque con cada paso se aprende.
Más que ganar el premio, que también, creo que lo que te abre alguna que otra puerta es el
hecho de tener una novela publicada. Ahora se estila mucho lo de la auto/coedición que está
muy bien y te hace muy feliz a nivel personal y satisface muchos egos. Para la gente que no
conoce el universo editorial da lo mismo, sólo ven un libro publicado, pero dentro del
mundillo hace pensar que has recurrido a este sistema porque nadie quería publicar tu
novela. Así que el hecho de que apuesten por ti y que, además, vengas avalada por un
premio es un qué. También es verdad que no es lo mismo decirle a algún profesional del
mundillo que quieres que te lea “te paso mi novela” que “te envío un manuscrito o un
documento Word”. Tener una novela publicada tampoco es garantía de nada pero es un
paso más que, sobre todo, te da confianza y te ayuda a seguir.
-¿El tener varias de tus obras publicadas y menciones especiales en diversos medios, te
ha abierto puertas o por el contrario has notado que era más difícil acceder a este
mundo?

Yo creo que cada paso que he dado ha sido hacia adelante. Ganar un premio por sí solo no
significa demasiado es, sobre todo, un acicate para seguir caminando. A partir de ahí es
bueno seguir haciendo cosas, tocando teclas para acabar componiendo una canción. Por
ponerte sólo un ejemplo, los dos Scream me han llevado a conocer a escritores como Jordi
Sierra y Ricardo Gómez y a ejercer de jurado en la edición del 2010. A nivel personal todas
estas cosas suman y también profesionalmente porque puedes aprender mucho de esos
escritores que se cruzan en tu camino. Es una pasada. Pero nadie me presentó a esas
personas, fui yo la que me moví para conocerlos o la que, pese a haber ganado un Scream,
volví a participar por pura solidaridad. Nunca se sabe a dónde va a llevarte algo por eso hay
que aventurarse.

-Conoces personalmente a autores tan importantes en la literatura española como Jordi


Sierra i Fabra y Care Santos. ¿Qué ha supuesto para ti, como escritora y como mujer,
haber tenido esta oportunidad?

Ha sido fantástico. Siempre digo que poder conversar con personas cuya profesión es tu
sueño es un verdadero lujo. Concretamente Jordi y Care son dos de los escritores con los
que más veces he coincidido y son gente encantadora, sencillos y accesibles, además de
grandes escritores. Además, cosas como que Care se acordara de mí y me mandara un mail
para pedirme mi dirección y poderme enviar un ejemplar de Crypta, su última novela, me
hizo mucha ilusión. En este sentido he de agradecerle a Juan Casamayor, el editor de
Páginas de Espuma, que siempre se acuerde de mí cuando viene a Barcelona a presentar
alguno de sus libros. Gracias a él he conocido a muchos escritores estupendos como Felix J.
Palma o la propia Care.

-Eres colaboradora en la revista Orizont Literar y en esta ha sido publicado tu relato ‘El
aroma del jazmín’ en inglés, rumano y español. Pero, ¿qué valoras o tiene más
importancia para ti: ser colaboradora, que hayan publicado tu relato o que lo hayan
traducido? ¿Por qué?
En Orizont Literar he publicado “El aroma del jazmín” y “Olvidada” en los números 2 y 3,
respectivamente, de la revista pero de momento he dejado las colaboraciones en stand by
porque no tengo tiempo para seguir con ellas y quiero estar libre de lastres para poder
dedicarme a escribir una nueva novela. Publicar en esta revista ha sido interesante porque
acerca mis relatos a más gente, en concreto a las personas que hacen y leen la revista. Los
colaboradores procedemos de todas partes del mundo así que, hasta cierto punto (y desde la
modestia), tienes una leve sensación de ser “internacional”, sin olvidar que estar traducida a
otros idiomas permite que te lea gente que en castellano no hubiera podido entenderte.
También hace mucha ilusión verte publicada en papel y hace mucha gracia leerte en otros
idiomas.

-¿Se compagina bien la vida de escritora, de madre y de colaboradora en diversas


revistas y webs?
Digamos que en unas ocasiones más que en otras pero como todo en esta vida. A los que
queremos escribir no nos suelen tomar muy en serio porque raras veces un escritor puede
ganarse la vida como tal. Yo tengo la suerte de contar con el apoyo de mi pareja que me
entiende, me ayuda y, sobre todo, me valora. La crianza de los hijos es dura y complicada
pero, por suerte, eso es más durante los primeros años de vida. Ahora, a partir de
septiembre y cuando mi peque vaya al cole será un poco menos difícil. Pero en general se
lleva bien porque son cosas que haces con ilusión y no te duelen prendas.

-¿Llegaste a pensar en algún momento de tu camino literario qué harías si todo esto se
bloqueara si previo aviso?
Pues tendría que aceptarlo, hacerme a la idea y seguir adelante. Creo que seguiré
escribiendo siempre, independientemente de que tenga o no opciones de publicar. Los
escritores necesitamos escribir como otros necesitan respirar o comer. Creo que durante
estos últimos años he conseguido construir algo, quiero creer que las bases de una carrera o
mejor decir oficio que suena menos pretencioso. Si de pronto algo hace que todo se venga
abajo supongo que tendré que buscar nuevos caminos para seguir siendo feliz.

-¿Qué se siente cuando pasas de ser una joven que escribe por placer, sin ‘presiones’, a
ver que tu escalera literaria cada día suma un escalón más hacia el cielo?
No te negaré que hay algo de presión. Como todos los que escribimos yo empecé a hacerlo
por puro placer y luego acabó convirtiéndose en una necesidad. Escribía sobre lo que me
apetecía sin prisas y sin plazos. Reconozco que ahora es un poco diferente. Yo misma me
exijo más y eso a veces te bloquea un poco. También es verdad que ahora que conozco y
me conocen hay cierta expectativa sobre cuál va a ser mi próximo paso. Hay amigos,
algunos escritores como León Asuero, Verónica Butler o Carlos Hugo Asperilla, que
hablan de mi novela “La hija del Escriba” como de una realidad y están convencidos de que
voy a hacer un buen trabajo. Eso es una responsabilidad porque no quieres decepcionar y
deseas hacerlo muy bien. Por otro lado yo misma quiero seguir subiendo peldaños
continuamente, y es que me he acostumbrado un poco mal en los últimos años que no he
parado. Así que las temporadas en que no hay nada nuevo en el horizonte yo misma me
inquieto.

-Eres una gran aficiona a la cultura egipcia, y uno de tus sueños por cumplir es escribir
una novela ambientada en el Antiguo Egipto: ‘La hija del escriba’, de la que tienes un
blog. ¿Qué nos puedes contar sobre ella?
Soy una enamorada de todo lo que tenga que ver con el Antiguo Egipto desde que era una
niña. “La hija del escriba” es la unión de dos de mis grandes aficiones: Egipto y la
escritura. Esta novela es mi nuevo proyecto, a veces pienso que demasiado ambicioso, pero
me apetece mucho acometerlo. Estará ambientada en la época del faraón de la XIX dinastía
Ramsés II pero será una historia de mujeres en la que tendrá más importancia su esposa
más conocida, Nefertari, que él mismo.

-Además, tienes varias propuestas editoriales, como una novela de género fantástico que
va a ser publicada: ‘Una aldea junto al mar’. ¿De qué trata esta novela? ¿Qué editorial
la va a publicar? ¿Nos encontraremos una nueva María Dolores en esta obra?
La publicación de “Una aldea junto al mar” de momento no va a ser posible. La editorial
que se interesó por ella y que me dio palabra de firmar contrato a mediados de mayo
finalmente ha pospuesto la firma. Según ellos la novela “tiene muchas posibilidades” y me
propusieron hacer un montón de cambios que a mí me parece que desvirtúan la idea
original. Quieren que les escriba una novela a su medida pero cuando me lo propusieron yo
no estaba en disposición de hacer lo que me pedían. De todas maneras en diciembre
volverán a ponerse en contacto conmigo para ver si quiero escribir esa otra novela que me
proponen partiendo de la mía. Ocurre que en estos días otra editorial se ha interesado por
ella y no descarto mandarles el original para que le echen un ojo.
“Una aldea junto al mar” es una novela breve que relata la historia de un pueblo primitivo,
fantástico, con sus tradiciones, ritos y costumbres. Es la historia de Celane y Anduín
miembros de la tribu de los turcanes, un pueblo pacífico de cultura matriarcal que vive
temiendo siempre la amenaza de los belicosos hérivax. De momento, como la cosa está un
poco en ascuas, si no te importa prefiero no hablar de editoriales. Espero poder contarte
algo prontito.
Creo que sí que es una nueva faceta de mí misma, algo muy diferente a lo que he publicado
hasta ahora. Es mi primera aproximación al género fantástico y un poco también al público
juvenil aunque personalmente creo que los libros no tienen edad. Es una historia sencilla,
sin pretensiones, algo que nació en un momento de inspiración y que quise hacer muy
bonito. Una historia que deja buen sabor de boca y que se lee bien.

-María Dolores, me temo que el tiempo se nos está acabando. Pero no quiero irme sin
antes hacerte una recreación sobre algo que, ojalá, te ocurriese.
Un día, caminando con tu hija por el parque, encuentras una preciosa lámpara dorada.
La coges, la frotas y aparece un genio que te concede tres deseos. ¿Cuáles elegirías?
Caramba, ¿ya acabamos? Con lo bien que me lo estaba pasando. Al genio de la lámpara le
pediría ser feliz y para ser feliz, además de mis seres queridos, necesito seguir escribiendo.
Escribir y de tanto en tanto publicar algo y, si además puedo ganar algo de dinero con ello,
ya ni te cuento. Con eso ya tengo suficiente.

-María Dolores, nuestra Bruja de Clarà, muchísimas gracias por habernos regalado esta
maravillosa entrevista, por habernos cedido minutos de tu tiempo para hablar un poquito
con nosotros y, sobre todo, por ser como eres.
Muchas gracias y mucha suerte en el futuro.
Gracias a ti por acordarte de mí, por invitarme a este rincón tuyo de los libros y por
hacerme sentir importante durante este ratito. Aunque ya te había leído en tus blogs, me ha
sorprendido agradablemente tu entrevista, ha sido estupenda y la he disfrutado un montón.
Me tienes a tu entera disposición siempre que quieras. Un abrazo y toda la suerte del
mundo también para ti.

También podría gustarte