nios buenos del prado!, que presa por la araa gris del tiempo tiene el polen fatal del desengao.
De nio yo cant como vosotros,
nios buenos del prado, solt mi gaviln con las temibles cuatro uas de gato.
Pas por el jardn de Cartagena
la verbena invocando y perd la sortija de mi dicha al pasar el arroyo imaginario.
Fui tambin caballero
una tarde fresquita de mayo. Ella era entonces para m el enigma, estrella azul sobre mi pecho intacto. Cabalgu lentamente hacia los cielos. Era un domingo de pipirigallo. Y vi que en vez de rosas y claveles ella tronchaba lirios con sus manos.
Yo siempre fui intranquilo,
nios buenos del prado. el ella del romance me suma en ensoares claros: quin ser la que coge los claveles y las rosas de mayo? Y por qu la vern slo los nios a lomos de Pegaso? Ser esa misma la que en los rondones con tristeza llamamos estrella, suplicndole que salga a danzar por el campo...?
En abril de mi infancia yo cantaba,
nios buenos del prado, la ella impenetrable del romance donde sale Pegaso. Yo deca en las noches la tristeza de mi amor ignorado, y la luna lunera, qu sonrisa pona entre sus labios! Quin ser la que corta los claveles y las rosas de mayo? Y de aquella chiquilla, tan bonita, que su madre ha casado, en qu oculto rincn de cementerio dormir su fracaso?
Yo solo con mi amor desconocido,
sin corazn, sin llantos, hacia el techo imposible de los cielos con un gran sol por bculo.
Qu tristeza tan seria me da sombra!
Nios buenos del prado, cmo recuerda dulce el corazn los das ya lejanos... Quin ser la que corta los claveles y las rosas de mayo?.