A Proba, seora insigne, justamente ilustre y nobilsima
hija, salud en el Seor. Tienes razn al decir que el alma instalada en un cuer po corruptible se ve constreida por el contagio terreno, y que con esa carga queda en cierto modo abrumada y oprimida. Por eso imagina y codicia las cosas mltiples de ac abajo con mayor facilidad que la nica de all arriba. Respecto a eso dice tamibin la Sagrada Escritura : El cuerpo que se corrompe abruma al alma , y la morad a terrena apri me al sentid o que imagina mucha s cosas. Pero vino nuestro Salvador y con una palabra salvadora enderez a aquella mujer del Evangelio que 'llevaba dieciocho aos curvada, y que quiz era un smbolo, para que el alma cristiana no oiga en vano: "Arrilba el corazn", y para que no se conteste en vano que "ya lo tiene elevado al Seor". Pen sando en esto, obras bien en soportar 1os tolerables males de este mundo con la esperanza del futuro. As, con el buen uso se convierten en bienes, no acreci1mtan nuestras concupiscencias y e.iercitan nuestra paciencia. Sobre esto dijo el Apstol : S abemos que para los que aman a Dios todas las cosas cooperan al bien. Dice tod as. no slo aquellas que se apetecen como suaves, sino tambin aquellas que se rehuyen como molestas. Cuando aceptamos las unas para no vernos cogidos y soportamos las otras sin rendir-