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LA NECESIDAD INFANTIL DE LA MAGIA Bruno Bettelheim TRADUCCION DE! AGUSTIN DEL MORAL TEJEDA Tanto los mitos como los cuentos de hadas responden a cuestiones eter- nas: {qué es el mundo realmente? ¢Cémo voy a vivir mi vida en é1? ,Como puedo ser realmente yo mismo? Las respuestas que los mitos dan son preci- sas, mientras las que los cuentos de hadas son sugerentes, sus mensajes pue- den implicar soluciones, pero nunca las hacen evidentes. Los cuentos de ha- das dejan a los nifios fantasear si aplicaran a su persona, y como aplicaran, lo que la historia revela sobre la vida y la naturaleza humana. Los cuentos de hadas proceden de una manera que se ajusta a la forma en que el nifio piensa y experimenta el mundo, ésta es la razon por la que le resultan tan convincentes. Puede obtener mucho mayor solaz de un cuento de hadas que del esfuerzo por acomodarse a partir de razonamientos y puntos de vista adultos. Un nifio confia en lo que un cuento de hadas dice porque el punto de vista sobre el mundo de esta historia coincide con el suyo. Independientemente de nuestra edad, sdlo nos resulta convincente aquella historia que va de conformidad con los principios subyacentes a nuestro pro- ceso de pensamiento. Si esto es asi para los adultos, que hemos aprendido a aceptar que hay mAs de una estructura o referencia para comprender el mun- do -aunque encontremos dificil, si no es que imposible, realmente pensar de otra manera que no sea la nuestra-, es totalmente cierto para el nifio. Su pensamiento es animistico Como para todos los preliteratos y muchos literatos, "el nifio asume que sus relaciones con el mundo son de una misma estructura con las del mundo animado de la gente: el nifio mima como su madre mimara el objeto bonito que a él le guste; pega a la puerta que se ha cerrado de golpe sobre él". Hay que agregar que hace lo primero porque esta convencido de que ese objeto bonito quiere ser mimado tanto como él lo hace; y castiga a la puerta porque es indudable que se cerro deliberadamente, con intencion maligna Como Piaget lo ha mostrado, el pensamiento del nifio se mantiene como un pensamiento animistico hasta la pubertad. Sus padres y sus maestros le 82 dicen que las cosas no pueden sentir y actuar, y por mas que pretenda creer esto para agradar a los adultos, o para no quedar en ridiculo, alla al fondo el nifio conoce mejor las cosas. Sujeto a las ensefianzas racionales de terceros, el nifio entierra su "verdadero conocimiento" en lo mas profundo de su alma y ahi lo mantiene intocado por la racionalidad; pero puede ser formado e informado por lo que los cuentos de hadas tienen que decir. A los cinco afios (para citar el ejemplo de Piaget), el sol esta vivo porque da luz (y, uno puede agregar, hace eso porque asi lo quiere). Para la mente animistica del nifio, la piedra esta viva porque puede moverse, y bajar rodando una montafia. Inclu- soa los doce afios y medio, esta convencido de que un arroyo esta vivo y tiene voluntad, porque su agua fluye. Al sol, a la piedra y al agua los cree habita- dos por espiritus, al igual que la gente, y, de esa manera, sienten y actian como la gente? Para el nifio, no hay una linea clara de separacién entre los objetos y las cosas vivientes; y todo lo que tiene vida, la tiene como la nuestra. Si no en- tendemos que las rocas, los arboles y los animales tienen algo que decirnos, es porque no estamos en suficiente armonia con ellos. Para un nifio que tratade entender el mundo, parece razonable esperar respuestas de aquellos objetos que despiertan su curiosidad. Y en la medida en que el nifio es egocéntrico, espera que el animal le hable de cosas realmente significativas para él, como lo hacen los animales en los cuentos de hadas, y como el nifio mismo le habla a sus animales reales o de juguete. Un nifio esta convencido de que el animal entiende y siente con él, aun cuando no lo muestre abiertamente. En la medida en que los animales vagan libremente y a sus anchas por el mundo, resulta natural que en los cuentos de hadas sean capaces de guiar al héroe en esa su busqueda que lo lleva a lugares remotos. En la medida en que todo lo que se mueve esta vivo, el nifio cree que el viento puede hablar y llevar al héroe a donde necesiie ir, como en "al Este del sol y al Oeste de la luna", En el pensamiento animistico, no sdlo los animales sienten y piensan como nosotros, sino que incluso las piedras estan vivas: de esta manera, con- vertirse en una piedra simplemente significa que la persona tiene que perma- necer en silencio e inmovil por un tiempo. Por el mismo razonamiento, es enteramente creible que objetos previamente silenciosos comiencen a hablar, avisen y se unan al héroe en sus viajes. Y en la medida en que todo esta habitado por un espiritu similar a los otros espiritus (es decir, en la medida en que el niiio ha proyectado su espiritu a todas esas cosas), en razon de esta identidad inherente, es creible que el hombre pueda convertirse en animal, 0 al revés, como en "La bella y la bestia" o en "El principe rana"’. En la medida en que no hay una linea clara entre las cosas vivas y las muertas, estas ilti- 83 mas pueden adquirir vida Cuando, como los grandes fildsofos, los nifios buscan solucion a las interrogantes generales -,Quién soy? ,Cémo debo enfrentar los problemas de la vida? {Qué debe ser de mi?- lo hacen sobre la base de su pensamiento animistico. Pero ya que el nifio esta tan incierto de en qué consiste la exis- tencia, antes que nada viene la cuestion "{Quién soy?". Tan pronto como el nifio comienza a moverse y a explorar, comienza a considerar el problema de su identidad. Cuando reconoce su imagen en el espejo, se pregunta si ese al que ve es realmente él 0 un nifio como él sentado detras de una pared crista- lina. Trata de descubrirlo explorando si ese otro nifio es realmente, en todos los sentidos, como él. Hace gestos, se vuelve de esta o aquella manera, se retira del espejo y regresa a él saltando para cerciorarse de si ese otro se ha ido o si todavia esta ahi. Aunque sélo cuenta con tres aijios, el nifio ya esta frente al dificil problema de la identidad personal. EI nifio se pregunta: "{Quién soy? ,De donde vine? {De qué manera em- pezoa ser el mundo? ,Quién cred al hombre y a todos los animales? 2,Cual es el propésito de la vida?” En realidad, considera estas cuestiones vitales no en abstracto, sino sobre todo como cuestiones que le atafien. Le preocupa no el hecho de si hay justicia para el hombre individual, sino el hecho de si él sera tratado con justicia. Se pregunta quién o qué lo proyecta dentro de la adversi- dad, y cémo puede impedir la presencia de ésta en lo que a él le ocurre. ,Hay poderes benevolentes ademas de sus padres? ,Son sus padres poderes benevolentes? 4Como debe formarse a si mismo, y por qué? ¢Hay esperanza para él, aunque haya podido obrar mal? {Por qué todo eso le pasa a él? {Qué quiere decir para su futuro? Los cuentos de hadas proporcionan respuestas a esas apremiantes cuestiones, de muchas de las cuales el nifio toma apenas conciencia mientras ante él se desarrollan las historias. Desde el punto de vista adulto y en términos de la ciencia moderna, las respuestas que los cuentos de hadas ofrecen son mas fantasticas que ciertas. En realidad, a los ojos de muchos adultos -que se han alejado de las formas en que la gente joven experimenta el mundo-, estas soluciones resultan tan inco- rrectas que objetan el hecho de exponer a los nifios a tal informacion "falsa" Sin embargo, normalmente las explicaciones realistas resultan incomprensi- bles a los nifios, porque carecen del entendimiento abstracto que se requiere para comprenderlas. Aun cuando el dar una respuesta cientificamente correc- ta lleva a los adultos a pensar que le han aclarado las cosas al nifio, este tipo de explicaciones lo deja confuso, abrumado e intelectualmente derrotado. Un nifio obtiene seguridad solo de la conviccién de que ahora entiende lo que 84 antes lo desconcertaba -nunca de hechos dados que crean nuevas incertidum- bres. Aun cuando el nifio acepte una respuesta de esa naturaleza, le queda la duda de si hizo la pregunta correcta. En la medida en que la explicacion no consigue su intento de resultarle comprensible al nifio, dicha explicacion debe aplicarse a un problema desconocido -no a aquel por el que se pregunto. 85 Por lo tanto, es importante recordar que sdlo aquellos relatos que resultan inteligibles en términos del conocimiento existente del nifio y de sus preocu- paciones emocionales generan conviccién en él. Decirle a un nifio que la Tierra flota en el espacio, atraida por la gravedad, dentro de circulos alrede- dor del Sol, pero que la Tierra no cae dentro del Sol como el nifio cae al suelo, resulta sumamente confuso para él. A partir de su experiencia, el nifio sabe que todo tiene que descansar sobre algo, o que todo tiene que ser sostenido por algo. Sélo una explicacién basada en ese conocimiento puede hacer sentir que entiende mas sobre la Tierra en el espacio. Mas aun, para sentir seguri- dad sobre la Tierra, el nifio necesita creer que este mundo esta firmemente sostenido en el espacio. Por lo tanto, encuentra una explicacion mas satisfac- toria en el mito que le dice que la Tierra descansa sobre una tortuga o que esta sostenida por un gigante. Si un nifio acepta como cierto lo que sus padres le dicen -que la Tierra es un planeta sostenido en su trayectoria por la gravedad- lo unico que puede imaginar es que la gravedad es una cuerda. De esta manera, la explicacion de los padres lo lleva no a un mejor entendimiento o al sentimiento de seguri- dad. Se requiere de una considerable madurez intelectual para creer que pue- de haber estabilidad para la vida de uno cuando el suelo sobre el que se cami- na (la cosa firme presente en todas partes, sobre la cual todo descansa) gira a una increible velocidad sobre un eje invisible, que, ademas, rota alrededor del Sol, y ademas se lanza a través del espacio con el sistema solar entero. Todavia no encuentro a un jovencito prepuber que pueda comprender todos estos movimientos combinados, aunque he conocido varios que pueden repe- tir esta informacion. Estos nifios repiten como loros explicaciones que, de acuerdo a su propia experiencia del mundo, son mentiras, pero que deben creer como verdades porque algiin adulto asi lo ha dicho. La consecuencia es que los nifios terminan por dudar de su propia experiencia, y por lo tanto de si mismos y de lo que su mente puede hacer por ellos. En el otofio de 1973, el cometa Kohoutek estaba en las noticias. En ese entonces, un competente maestro de ciencias dio una explicacion sobre el cometa a un pequefio grupo de estudiantes altamente inteligentes de segundo y tercer afios de Primaria. Cada nifio habia cortado cuidadosamente un circu- lo de papel y sobre el mismo habia dibujado el curso de los planetas alrededor del Sol; una elipse de papel, ligada al circulo de papel a través de una abertu- ra, representaba el curso del cometa. Los nifios me mostraron al cometa mo- viéndose en una posicién inclinada respecto de los planetas. Cuando los cues- tioné, me dijeron que ellos sostenian el cometa en sus manos, y me mostraron la elipse. Cuando les pregunté como era posible que el cometa que sostenian 86 en las manos estuviera también en el cielo, se quedaron confusos. En su tur- bacion, preguntaron al maestro, quien les explicé: que lo que tenian en las manos y que tan diligentemente habian creado, sélo era un modelo de los planetas y el cometa. Todos los nifios dijeron que entendian la explicacion, y seguramente la habrian repetido si se les hubiera vuelto a hacer la pregunta. Pero mientras en un principio veian con orgullo este circulo-camino-elipse en sus manos, a partir de ese momento perdieron todo interés en él, Unos arrugaron el papel, otros arrojaron el modelo al cesto de la basura. Mientras las piezas de papel representaron para ellos el cometa, tenian en mente Ile- varse a casa el modelo para mostrarselo a sus padres; pero a partir de ese momento perdié todo significado para ellos. Cuando los padres tratan de llevar a un nifio a aceptar explicaciones cien- tificamente correctas, con frecuencia desestiman los descubrimientos cienti- ficos sobre como trabaja la mente de un nifio. La investigacién sobre el proce- so mental de un nifio, especialmente la de Piaget, demuestra convincente- mente que el nifio no es capaz de comprender dos conceptos abstractos vita- les: el de la permanencia de Ia cantidad, y el de la reversibilidad -por ejem- plo, que la misma cantidad de agua alcanza un alto nivel en un recipiente estrecho y un bajo nivel en uno ancho; y que la substraccidn es el reverso del proceso de adicién. Mientras no pueda entender conceptos abstractos como éstos, el nifio experimentara el mundo sélo de una manera subjetiva’ Las explicaciones cientificas requieren de un pensamiento objetivo. Tanto la investigacion tedrica como la exploracién experimental han mostrado que el nifio que se encuentra por debajo de la edad escolar no es capaz de asir estos dos conceptos, sin los cuales el entendimiento abstracto es imposible. En sus primeros ajios, hasta la edad de ocho o diez afios, el nifio puede desa- trollar sélo conceptos altamente personalizados sobre lo que experimenta. Por lo tanto, le resulta natural, en la medida en que las plantas que crecen sobre la Tierra lo alimentan como su madre lo hizo con su pecho, ver a la Tierra como a una madre o a un dios femenino, o cuando menos como su morada. De una u otra manera, el nifio sabe que fue creado por sus padres, asi las cosas, le resulta comprensibte que, como él mismo, todos los hombres y todos aquellos lugares donde éstos viven hayan sido creados por una figura superhumana no muy diferente de sus padres -algiin dios masculino o feme- nino, En la medida en que sus padres velaron por él y le cubrieron sus nece- sidades en casa, entonces de una manera natural también cree que algo como ellos, s6lo que mucho mas poderoso, inteligente y confiable -un angel de la 87 guarda- lo hace asi en el mundo exterior De este modo, el nifio experimenta el orden del mundo a través de la imagen de sus padres y de lo que ocurre al interior de su familia. Los egip- cios, como un nifio lo hace, veian a las alturas y al cielo como a una figura materna (Nut) que protectoramente encamina a la Tierra, envolviendo a ella y aellos serenamente®. Lejos de impedir al hombre desarrollar posteriormen- te una explicacién mas racional del mundo, este punto de vista ofrece seguri- dad donde y cuando mas se necesita -una seguridad que, cuando el tiempo esta maduro, permite un punto de vista del mundo verdaderamenta racional La vida sobre un pequefio planeta rodeado por un espacio ilimitado le parece terriblemente sola y fria al nifio -hasta lo opuesto de lo que él sabe que la vida debe ser-. Esta es la razon por la que los antiguos necesitaban sentirse prote- gidos y abrigados por una figura materna envolvente. Despreciar una imagineria protectora como ésta al considerarla como meras proyecciones pueriles de una mente inmadura es robarle al nifio uno de los aspectos de la seguridad y el confort prolongados que necesita. Cierto, la nocién de una madre celestial protectora puede ser limitante para la mente si persiste demasiado tiempo. Ni las proyecciones infantiles ni la dependencia respecto de los protectores imaginarios -como un angel de la guarda que mira por uno cuando se duerme, o durante la ausencia de la ma- dre- ofrecen seguridad verdadera; pero mientras uno no puede proporcionarse total seguridad a uno mismo, las imaginaciones y las proyecciones son, con mucho, preferibles a la falta de seguridad. Es tal seguridad parcialmente imaginaria la que, cuando se ha experimentado por un suficiente espacio de tiempo, permite al nifio desarrollar ese sentimiento de confianza en la vida que necesita con miras a confiar en si mismo -una confianza necesaria en su aprendizaje para resolver los problemas de la vida a través de sus propias y crecientes habilidades racionales. Eventualmente el nifio reconoce que lo que ha tomado como literalmente cierto -la Tierra como una madre- es sélo un simbolo. Un nifio, por ejemplo, que a partir de los cuentos de hadas ha aprendido que lo que primero parece una figura repulsiva y amenazante puede cambiar magicamente en un amigo mas servicial esta preparado para creer que un nifio extrafio al que se encuentra y le teme también puede cambiar de una amenaza a una compaiiia deseable. La creencia en la "verdad" de los cuentos de hadas le da valor para no apartarse a causa de la forma en que este extrafio aparece a sus ojos al principio. Al recordar como el héroe de muchos cuentos de hadas salio adelante en la vida porque se arriesgé a proteger a una figura aparentemente desagradable, el niiio cree que puede operar la misma magia 88 He sabido de muchos ejemplos en los que, particularmente en la adoles- cencia tardia, los afios de creencia en la magia son Ilamados a compensar a la persona que ha sido privada de ella prematuramente en la infancia a través de una rigida realidad a la que ha sido forzada. Es como si esta joven gente sintiera que esta ante su ultima oportunidad para compensar una severa defi- ciencia en su experiencia de vida; 0 que sin un periodo de creencia en la magia sera incapaz de enfrentar los rigores de la vida adulta. Mucha gente que hoy repentinamente busca el escape a través de suefios inducidos por la droga, se convierte en aprendiz de algiin guru, cree en la astrologia, se entre- ga a la practica de la "magia negra", 0 quien de otra manera escapa de la realidad a través de las ilusiones sobre experiencias magicas que estan para cambiar su vida hacia mejores condiciones, fue prematuramente presionada a ver la realidad de una manera adulta. Tratar de evadir la realidad de estas maneras tiene su causa profunda en iniciales experiencias formativas que impidieron el desarrollo de la conviccién de que la vida puede ser dominada a través de formas realistas. Lo que para el individuo parece deseable es repetir en su espacio de vida el proceso historicamente involucrado en la génesis del pensamiento cientifi- co, Durante mucho tiempo en su historia, el hombre us6 las proyecciones emocionales -como los dioses- nacidas de sus esperanzas y ansiedades inmaduras para explicar a si mismo, a su sociedad y al universo, estas expli- caciones le dieron un sentimiento de seguridad. Luego, lentamente, a través de su propio progreso social, cientifico y tecnoldgico, el hombre se libré a si mismo del constante temor a su existencia real. Al sentirse mas seguro en el mundo, y también dentro de si mismo, el hombre pudo entonces comenzar a cuestionar la validez de las imagenes que habia usado en el pasado como herramientas de explicacion. A partir de ahi las proyecciones "pueriles" del hombre se disolvieron y explicaciones mas racionales tomaron su lugar. Este proceso, sin embargo, no se dio al margen de extravagancias. Al presentarse periodos de cansancio y escasez, el hombre busca de nuevo el confort en la nocién “pueril" de que él y su lugar de residencia constituyen el centro del universo. Trasladado a términos de conducta humana, cuanto mas segura se siente una persona dentro del mundo, tanto menos necesita asirse de proyecciones “infantiles" -explicaciones miticas o soluciones de cuentos de hadas a los eternos problemas de la vida- y tanto mas puede esforzarse por buscar solu- ciones racionales. Cuanto mas seguro se siente un hombre dentro de si mis- mo, tanto mas puede esforzarse por aceptar una explicacion que le dice que su mundo es un mundo de significado menor en el cosmos. Una vez que el 89 hombre se siente verdaderamente significativo en su ambiente humano, poco se preocupa por la importancia de su planeta dentro del universo. Por otra parte, cuanto mas inseguro un hombre esta dentro de si mismo y en su lugar en el mundo inmediato, tanto mas se refugia dentro de si mismo a causa del temor, o incluso se mueve hacia afuera para conquistar sin mas meta que la conquista misma. Esto es lo opuesto de explorar gracias a una seguridad que libera nuestras curiosidades. Por esas mismas razones, mientras un nifio no esta seguro de que su am- biente humano inmediato lo protegera, necesita creer que poderes superiores, como un angel de la guarda, ver por él, y que el mundo y su lugar dentro de él son de suprema importancia. Aqui esta la conexién entre la habilidad fami- liar para proporcionar seguridad basica y la aptitud del nifio para compro- meterse en una investigacion racional conforme va creciendo. Mientras los padres creian de veras que las historias biblicas resolvian el enigma de nuestra existencia era facil de su propésito hacer que un nifio se sintiera seguro. Entonces, la Biblia contenia respuestas a todas las apremian- tes cuestiones: la Biblia le decia al hombre todo lo que necesitaba saber para conocer y entender el mundo, cémo habia legado a ser, y como comportarse en él. En el mundo occidental, la Biblia también proporcioné prototipos para la imaginacion del hombre. Pero con todo lo rica que es en historias, ni si- quiera durante los momentos de mayor peso de la religion la Biblia fue sufi- ciente para satisfacer todas las necesidades psiquicas del hombre Parte de la razon de este hecho radica en que mientras el Viejo y el Nuevo testamentos y las historias de los santos proporcionan respuestas a las cruciales cuestiones de como vivir una vida buena, no ofrecen soluciones a los proble- mas planteados por el lado oscuro de nuestra personalidad. Las historias bi- blicas sugieren, en esencia, solo una solucién para los aspectos asociables del inconsciente: la represion de esas (inaceptables) disputas. Pero en la me- dida en que los nifios no tienen sus instintos y sus impulsos inconscientes bajo un control consciente, necesitan de historias que, cuando menos, permi- tan una satisfaccion fantasiosa de esas tendencias "malas", y modelos especi- ficos para su sublimacion. Explicita e implicitamente, la Biblia habla de las exigencias de Dios al hombre. Cuando se nos dice que hay mayor regocijo ante un pecador que se reforma que ante un hombre que nunca ha errado, el mensaje sigue siendo que debemos vivir una vida buena, y no, por ejemplo, tomar cruel venganza sobre aquellos a los que odiamos. Como lo muestra la historia de Cain y Abel, 90 en la Biblia no hay simpatia por las agonias de una rivalidad entre hermanos -sélo una advertencia que, de actuarla, tendria devastadoras consecuencias. Pero cuando se ve acosado por los celos hacia su hermano, lo que un nifio mas necesita es el permiso para sentir que lo que experimenta esta justificado por la situacion en la que se encuentra. Para sostenerse bajo los tormentos de su envidia, el nifio necesita ser estimulado para comprometerse en fantasias en torno al hecho de que algiin dia se vengara; entonces, sera capaz de mane- jar el momento, en razén de la conviccion de que el futuro recompondra las. cosas. Mas que nada, el nifio quiere mantener su todavia muy tenue creencia de que en la medida en que crezca, trabaje duro y madure, algin dia sera una persona triunfadora. Si sus sufrimientos actuales se ven recompensados en el futuro, no necesita actuar, respecto de sus celos del momento, como Cain lo hizo. Como las historias biblicas y los mitos, los cuentos de hadas constituyeron la literatura que instruyé a todo el mundo -lo mismo nifios que adultos- en estrecha intimidad con la existencia del hombre. Excepto por el hecho de que en las historias biblicas Dios es central, muchas de ellas pueden reconocerse como sumamente similares a los cuentos de hadas. En la historia de Jonas y la ballena, por ejemplo, Jonas trata de escapar a la exigencia de su superego (su conciencia) de que pelee contra 1a maldad de la gente de Nineve. La prue- ba que sopesa su fibra moral es, como en muchos cuentos de hadas, un peli- groso viaje en el que tiene que probarse a si mismo. El viaje de Jonas por el mar termina en el vientre de un enorme pez. Ahi, en medio de un gran peligro, Jonas descubre su alta moralidad, su alto yo, y renace de una manera maravillosa, listo entonces para encontrarse con las rigurosas exigencias de su superego. Pero el mero renacimiento no logra la verdadera humanidad para él. Ni ser esclavo de los instintos y los impulsos inconscientes y del principio del placer (evitar arduas tareas tratando de es- capar de ellas) ni ser esclavo del superego (deseando destruir 1a perversa ciudad) significan la verdadera libertad y la existencia independiente. Jonas alcanza su plena humanidad solo cuando ya no es un subordinado del acto incoativo de su mente, sino que renuncia a la ciega obediencia tanto a sus instintos e impulsos inconscientes como a su superego y es capaz de recono- cer el juicio de Dios juzgando al pueblo de Ninive no de acuerdo a las rigidas estructuras del superego de Jonas, sino en términos de su flaqueza humana. oO NOTAS: 1. La eta que descaibe el pensamiento animistico os del articnlo do Rath Benedict "Animism", qav aparcee ena Bneyclopedia of the Social Sctancer (New York: Macmillan, 1948), 2, Para las vars tapas del peasamicato asimistice ex ol The Child's Concept of the World (New York: Harcourt, ¥l dominio que cjercié hasta los doce alos, ver Jean Pisget, 1923). tun ceeuto de hadas norecgo, Se encucatra ana tradacciéa del mismo en Andrew Longmans, Green, ©. 1989). 3. "Al este del sol y al oeste de: Lang, The Blue Fairy Book (Ls 4. "La bella y Ia bestia” es ama historia muy vieja, y dela cual bay diferentes versiones. Entre las mis conocidas esti Ia de "Madame Leprince de Beaumont, que se encueatia en Peter Opie, The Classic Fairy Tales (London: Oxford University Press, 1974), "Ha Principe rans” os uae delos cueatos delos Heamanos Geimm. 5. Un compendio delas teoria de Piaget se encucatraca J H. Flavell, “he Developmental Psychology of Jean Piaget (Princeton: ‘Vas Nostrand, 1963). 6. Para una discusién eobre{a diosa Not, ver Erich Neumann, The Great Mother (Princeton: Princeton University Press, 1995). rae sobre a icra de Ia misma manera en 8 protege a sus pollac- de apreciarse en Ia tapa dal sarcéfago ogipcio de Uresh-Nofer (Dinastia XXX) ex ‘d Mateo Metropolit TOMADO del libro The Uses of Enchantment. The Meaning and Importance of Fairy Tales, Vintage Books Bdition, New York 1977. 92

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