Figuras de la economia Claudio Mario Aliscioni
en Hegel
Capital, policfa e impuestos
Cualquier lector atento de la filosofia del derecho de Hegel habré reparado en la
importancia que la idea de capital reviste en su configuracign. El filésofo vive en
una época de cambios extraordinarios impulsados no sélo por la Revolucién
Francesa sino, ademés, por el surgimiento del industrialismo en Inglaterra y por
su consecuencia inmediata, la ampliacién de un mercado que comienza a expan-
dirse aiin més por todo el planera. Como efecto social inmediato de esas mutacio-
nes, preocupa a Hegel el empobrecimiento creciente de vastos sectores labotales,
arrojados a la calle por el desempleo, y las consecuencias politicas que esa paupe-
rizacién de la sociedad puede conllevar para el orden de Europa en general y de
Prusia en particular. Es la era del capital la que se inicia allf y es esa wabstraccién
supremay ' Ia que determina, las mis de las veces soterradamente, buena parte de
su pensamiento politico.
Es cierto, sin embargo, que el concepto de capital no ha sido tratado por la
critica con la detencién que merece. Esa situacién, podria pensarse, ha sido ali-
mentada tal vez por el hecho evidente de que ni siquiera el mismo fildsofo le ha
dedicado una tematizacién completa Un silencio similar se advierte en el ané-
1. La metifors es de José Maria Ripalda, La nacién dividida. Raices de wn pensador burgués: G.EW.
Hegel, Madrid, rce, 1978, p. 295.
2. Véase el Register de las Werke in zwanzig Banden, editadas por Eva Moldenhauer y Kasl Markus
Michel, Frankfurt, Suhrkamp, 1990 y ss. que usaremos como referencia (en adelante, Werke). EL
concepto «Kapital» aparece mencionado apenas una media dacena de veces. El de «Siaate, en cam~
bio, ocupa ocho paginas. Aunque hay una abundance bibliografia sobre Ia ecanomia hegeliana, sélo
tun purtado de obras tratan especialmente el tema. Cotéjense los catélogos publicados por Benedetto
‘Deus Mortalis, n° 4, 2005, pp, 241-301CLAUDIO MARIO ALISCIONI
lisis hermenéutico de categorias conexas como lo son las de polic‘a (Polizei) y
la de impuestos (Taxation, Abgabe), pese a su importancia para la determina-
cién de la economia begeliana y la incidencia que tienen en la articulacién de la
sociedad civil.
En lo que sigue, intentaremos fijar las caracterfsticas de esos tres micleos temé-
ticos los de Kapital, policia ¢ impuestos- tal como aparecen en-el cuerpo global
de la Filosofia del derecho y de otros escritos vinculados. El examen estaré articu-
Jado en cinco partes. En primer término, haremos referencia al contexto en el que
surge la doctrina econémica de Hegel, tensionada entre la influencia del camera-
lismo-un hecho clave'én Ia conformacién de la econom(a nacional germana- y la
recepcién de la naciente economia politica briténica, Luego, analizaremos las de-
terminaciones centrales de la idea de capital, ligada esencialmente al concepto
mis amplio de allgemeines Vermégen o patrimonio universal. A continuacién,
consideraremos la clase de regulacin estatal que maneja Hegel, corporizada en
la institucién de la policfa. E] tema tributario -otro asunto muy poco analizado
y crucial para la aclaracién de las ideas redistributivas del filésofo— serd el niicleo
de la quinta y sltima parte del trabajo.
L Entre el cameralismo y la Nationalkonomie
Hegel no elaboré ningtin tratado econémico como una parte definida de su sis-
tema, Aunque toda la hermenéutica hegeliana se ha encargado de precisar con
profusién de datos de qué modo y en qué fuentes Hegel satisfizo su interés per-
sonal por las cuestiones politicas y econémicas, lo cierto es que usé los resulta-
dos de sus investigaciones no con un mero afin académico, a la manera de un
aséptico laboratorio de ideas, sino mas bien como un recurso que le permiticse
Croce, Lo vive y lo muerto en la filosofia de Hegel, trad. FGonzilez Rios, Buenos Aires, Ed. Imén,
1943, pp. 271-335; Georg Arhweiler, Hegels Gesellchaftslebre, Luchterhand Verlag, Darmstadt-New-
wied, 1976, pp. 189-232; Ripalda, La nacion dividida..., op. cit, pp. 297-318; E. Albizu, Hegel, filé-
sofo del presente, Buenos Aires, Almagesto, 2000, pp. 377-397; N.Bobbio-M.Bovero, Sociedad y
Estado en la filosofta politica moderna, El modelo ixsnaturalista y el modelo hegeliano-marciano, trad.
JFerninder Santillin, México, FCE, 1998, pp. 241-270, y Birger Priddat, Produktive Kraft, stliche
Ordmung und gcistige Macht. Denkstile der deutschen Nationalkonomie im 18. Und 19, Jabrbun-
dert, Marburg, Metropolis Verlag, 1998, pp. 421-471. La sight PRR corresponde a las Grundlinien der
Philosophie des Reches oder Natwrrecht nnd Steatswissenschaft im Grandrisse [Lincamicatos funda-
mentales de filosofia del derecho 0 derecho natural y ciencia del Estado en compendio} y remite al to-
mo Vit de las Werke recien citadas, en tanto que la abreviatura Enz debe referirse a la Enizyhlopiidie
der philasopbischen Wissenschaften im Gnundrisse (Enciclopedia de las ciencias filos6ficas en compen
dio] incluida en tos tomos Vin, 1X y X de la misma coleccién. Sefialaremos también el pardgrafo res
pectivo (§) con su Observacién (Obs.) y su Agregado (Agreg.) cuando corresponds.
242FIGURAS DE LA ECONOMIA EN HEGEL: CAPITAL, POLICIA E IMPUESTOS
imaginar una solucién a problemas concretos, en especial, aquellos ligados a acu-
ciantes cuestiones sociales.
Y no es para menos. Hacia 1800, un berlinés sobre cinco no legaba a obtener
el minimo vital de salario necesario para vivir. La monarquia hizo distribuir car~
nets entre los mas necesitados con la idea de que pudiesen comprarse el pan a mi-
tad del precio vigente en cl mercado. La necesidad econdmica acuciaba no sdlo
a los alemanes, cuya patria, en aquella época, era una de las naciones més atrasa-
das de Europa. También en Inglaterra, en el mismo perfodo, habfa un millén de
pobres sobre nueve millones de habitantes. Con la caida de Napoledn, todo el
continente atravesaba una crisis econémica colosal, inducida por la guerra y la
desmovilizacién militar que siguié a su fin, lo que derivé en una masiva desocu-
pacin. Mientras sobre Alemania se abatfa un pronunciado aumento del costo de
vida, los inglescs —los inventores del industrialismo- registraban la primera gran
crisis por superproduccién. Las graves convulsiones sociales, por cierto, tenfan
un sdlido ¢ inevitable antecedente politico, paradigma de toda la época: «Duran-
te la Revolucién Francesa —dice un Hegel espantado ante aquel panorama gene-
rado por ese episodio histérico fundamental-, debido al trastorno de casi todas
las relaciones civiles, muchos hombres enloquecieron» (Enz, par. 408, Agreg.).
De modo que, si se pregunta por el sentido de la economia que acaparaba el
pensamiento hegeliano, hay que tener en cuenta este transfondo histérico expues-
to aqui con necesaria brevedad. En verdad, todo el propésito del fildsofo a este
respecto podria resumirse con propiedad diciendo que intents forjar una sintesis,
entre la novedad introducida por la economia politica briténica de cufio liberal y
Jo aportado por la tradicién eameralista, que confunde sus raices con la historia
econémica alemana medieval. La primera vertiente tiene su corporizacién en el
mercado, al que Hegel designa como «sistema de las necesidadesm. La segunda, en
cambio, est4 enlazada con la institucién policial -una versi6n muy distinta de la
acepcién contemporinea, segiin se vera mas adelante~y la corporacion.
Ciertamente es importante destacar ahora algunas caracteristicas de le tradi-
cién econémica alemana sobre la que opera el pensamiento hegeliano, Ante to-
do la reflexin debe dirigirse hacia el cameralismo, que puede ser definide en
3. Remo Bodei, «Hegel ¢ I'economia politica», en S.Veca (ed.), Hegel « Peconomia politica, Milin,
Gabriele Mazzota Editore, 1975, pp. 29-77, proporciona un panorama de aquel drama histérico (cf.
pp. 43-44 y 53-54) y ofrece ademis una amplia bibliografia sobre el tema social y las medidas poli-
ticas y econdmicas de la época (p. 73, notas 99-101). Sobre la situacién especifiea alemana, véase Her-
bert Marcuse, Razén y revolucién, Hegel y el surgimiento de lx teoria social, trad. J. De
Sucre-F Llorente, Madrid, Alianza, 1986, pp. 9-47 y 168 ss; Geoffrey Brun, La Europa del siglo xix
(1815-1914), sit, FCE, Bucnos.Aircs, 1999, esp. pp. 9-46; Eric Hobsbawn, La era del capital, 1848-
1875, trad. A. Garcia Flux-C.Caranci, Buenos Aires, Critica, 1998, pp. 41-59 y 81 ss; Jacques
D’Hondr, Hegel, trad. C. Pujol, Barcelona, Tusquets Editores, 2002, pp. 237-313.
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