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PROSTITUTA AGRADA Un aspecto eterno de lo femenino Una imagen provocadora del alma de Marion Woodman Goleccién La Limpara de Psique TA Puosirrura SacnADA Nancy Qualis-Corbert 1 edicién, julio de 1997 ‘Portada de Ricard Magrané sobre una pintura de Dante Gabriel Rosetti a -y Qualls-Corbett (Reservados todos los derechos) id los todos los derechos para la lengua espafiola) Lidlciones Obelisco SL. TV, 78 (Half, Pedro TV) 4 plana, 5* puerta, 2 fase DHODS Barcelona - Espaia Mel OY HS 25, Fax 309 85 23 Guill, 540Fely Fax 771 43 82 [414 Wilenos Aices - Argentina FB imail; Obelisco@website.cs Depésico Legal: B-28.884-1997 ASTIN: 84-9720-568-X Impreso en Espafa en los tlleres de Romany’ Valls S.A. ‘de Capellades (Barcelona) Printed in Spain Ninguna parte de esta publicacién, incluido el dseio de la cubierta, puede ser Feproducida, almacenada, transmitida o uilizada de manera alguna ni por ningiin Inedio, ya sea elétrico, quimico, mecinico, éptico, de grabacién o electrogrtico, fin el previo consentimiento por escrito dl editor. Puode consultar nuestro catélogo en www. websitees/obelisco PROLOGO Nancy Qualls-Corbett se hizo a si misma la pregunta que la ‘mayoria de nosotros debemos hacernos cnando cogemos este libro: «3 Qué hay en mi que se siente atraida por la prostituta sagrada?> Para nuestras modernas mentalidades, las palabras que componen el titulo de esta obra parecen contradictorias. S; rada sugicre dedicacion al espiritu divino; prostituta sugiere deshonra del cuerpo humano. Cémo pueden estar relacionadas estas dos palabras cnan- do la mente esta separada de la materia y la espiritualidad de la sexnalidad? El misterio de esta paradoja es el tema de este BER pocencial de sanacin ex crucial para muchas relaco- nes confusas. Hoy en dia, cuando un hombre se enamora de su mujer pefecte proyecia en elle ls atrbnios de ls made diva: belleza, bondad, castidad, aquel amor capaz de dar la Wida. Ella, por su lado, proyecta en él los atributos de su divino padre: lealtad, poder, virilidad, el Petién de Gibraltar en el centro de su vida. Al principio, el amor y la Iujuria estén jun- 10s inconscientemente en el jardin del Paraiso. Cuando la realidad penetra en este Jardin -normalmente después de la boda-, las proyecciones empiezan a estrellarse. El hombre puede sentirse estrangulado por el collar de las expec- tativas de su pareja; su gran bondad, entonces, provoca su cul- pabilidad cuando su libertad empieza a fantasear con una mujer real» que lo pueda recibir como a un chombre real». Mientras ama a su madre «perfecta», al mismo tiempo, inten- ta escapar de su lado oscuro, la bruja devoradora, ala que tinnea podra dar lo suficiente. Ella, por su parte, insegura en su 7 propia feminidad + sintiendo la retivada de él, se encuentra pegada —como una nifia rechazada- a un padre que se la saca de encima. i ‘Atrapados en su amor (o en su dependencia nevsr6tica), uno de los dos, 0 los dos, pueden encontrar otro compatiero 0 com- pailera menos perfecto, con quien tener una relacién que sea ‘mds humana, més lasciva, con menos ataduras, En el interior de esta hendidura descansa, como siempre, la rabia, expresada o reprimida, y un profundo anhelo por una union total. Si la consciencia puede introducirse en esta situacién, resul- tard facil aclarar la causa del disturbio. En suefios, por ejem- plo, tal vez aparezca, de repente, ella en el lecho matrimonial ‘como la madre, y él como el padre, Al tomar consciencia de sus cuerpos, las mujeres descubren, a menudo, que no pueden gntregarse a una penetraci6n sexual. Se dan cuenta de que son, Ola madre para su marido-bijo, o la bija para su marido- pailie. En ambas circunstancias, su cuerpo diceno al incesto. ‘Aunque puedan amar a su marido de una manera espiritual, su parte material, su cuerpo rechaza esa relacién inconsciente. En esta sitwacién un periodo de celibato puede llevar a una integracién sexual y espiritual. De todas formas, en la actualidad, a medida que los hom- bres se vuelven més conscientes, también su materialidad rechaza el incesto con su madre o con su hija mientras su impo- tencia los impulsa a un nuevo nivel de relaci6n en el que el hombre maduro pueda unirse con una mujer madura, Es un tiempo de una intensa angustia para ambos, hombres y muje- 176s, un tiempo que pide paciencia, valor y una honestidad libre de cualquier miedo. En mi prictica analitica me encuentro, constantemente, con imagenes en los suerios que cada sexo proyecta en el o1ro de manera inconsciente, Cientos de afios de rabia reprimida se manifiestan en suetios de cortar cabezas de dictadores, brazos ‘y genitales, Cientos de arios de dolor que aparecen en imdge- ines de sacrificios de mujeres en piedras monoliticas 0 en las mesas de la cocina, La batalla inconsciente de los sexos es wna cosa; la batalla consciente es asin mds dolorosa, asin mds amar- ga. La rabia y el dolor estan en los sueiios de hombres y muje- res que empiezan a ser conscientes de su feminidad destrozada Los hombres sensibles confrontan su dolor personal por medio de la traicion patriarcal de lo femenino. Las mujeres sensibles confrontan el muro alojado en sus propios cuerpos =un muro que se levanta firme en contra de la penetraci6n y de la entrega espiritual-. El miedo a ser penetrada, en ambos sexos, no es menor que el miedo a penetrar. Muchas enfermedades fisicas entran en erupcién cuando este temor se hace consciente y no puede irse mas alld de esa sitnacién. Suefios de criaturas que son en parte humanas, y en parte animales ~criaturas aterrorizadas que escupen en el dor- ‘mitorio- y que dejan al sontador profundamente inquieto. La posibilidad de lo masculino y lo femenino unidos en armonia parece desvanecerse en la oscuridad. La luz de la prostituta sagrada penetra en el corazén de esta oscuridad. Tan vividamente lo describe Nancy Qualls- Corbett, Asi, ella es la sacerdotisa en el templo, espiritualmen- te receptiva al poder femenino que va fluyendo a través suyo, procedente de las Diosas, y al mismo tiempo, con una alegria consciente de la belleza y de la pasin en su cuerpo humano. Ella se entrega a las energias césmicas del amor y glorifica a las Diosas con el placer fisico y con el éxtasis espiritual. Ella es la que lleva a lo masculino a entregarse al potencial de penetrar Ia divinidad, la que impulsa a lo femenino al éxtasis de ren- dirse completamente ante eso. El misterio de esta union reside mds alld de los limites del amor personal. Al contemplar la posibilidad de sanar la divisién entre sexualidad y espiritwalidad, mediante la conexién con la pros- tituta sagrada, los hombres yy las mujeres modernos necesitan contemplar también sus peligros. No estamos en el mismo lugar en la evolucion de la consciencia humana que ocuparon las prostitutas sagradas de la antigitedad. Siglos de division entre ol esprit la materia nos han dejado muy lejos de asumir la materia como algo sagrado, La tierra es violada a diariamente. Cada dia la sabiduria del cuerpo es destrozada por la mente. En la medida en que seamos inconscientes de la divinidad inberente en la materia, la sexualidad puede ser manipulada para abastecer los deseos del ego. Sin embargo, es aqui donde a prostituta sagrada no esté presente, ya que no es ella la Diosa invocada. En lugar de manifestarse como un poder transformador que puede mediar entre el instinto herido y la yadiacién de lo divino, la Diosa es llamada para justificar la lujuria y la licencia sexual, La luz no viene mediante un golpear incesante en la oscu- vidad. Toda nuestra rabia, toda nuestra amargura, todos nues- tros miedos son piedras de paso que nos llevan hacia la luz 4 través de la oscuridad, Pero se trata simplemente de piedras de paso. Sélo desde una clara vision de la unidad, una expe- riencia de genuino amor, podemos vivir nuestra propia ver- dad, Tanto si esta experiencia nos llega gracias a otro ser humano o a través de una solitaria conexidn con la divinidad, sta es la experiencia que ilumina nuestras vidas, Marion WooDMAN Astarté, Diosa del amor (erracota siumerias Musco del Louvre) INTRODUCCION Soy la primera y la thtima, \ soy la honrada y la despreciada. \ Soy Ja prostitura y la santa. | Soy Ia esposa y la virgen. | Soy (la madre) y la hija. | Soy los miembros de mi madre... | Soy el silencio incomprensible | yy Ia idea cuyo recuerdo es frecuente, | Soy la vor cuyo sonido es miiltiple y ls palabra de apariencias diversas. Soy la expresién de mi nombre. El Trueno, la Mente Perfecta, Nag Hammadi Library. En mi primera excursién a Israel, hace algunos afios, vi nume- ‘rosas y pequefias estatuas de barro en las tiendecitas de regalos de los mercados y en los comercios de antigiiedades. Me sentia atrafda de una manera casi magnética hacia esas figuras. Cada ‘una de ellas tenia la forma de una mujer. Algunas habian sido delicadamente moldeadas, mientras que otras lo estaban de ‘una manera un tanto tosca; algunas tenjan el cuerpo entero dibujado en su totalidad con los intrincados disefios de sus vyestidos o el tocado de sus cabezas, otras, simplemente, pre- gentaban fragmentos de una pequefia cabeza con una timida ‘sugerencia de una expresidn facial. No eran reproducciones, sino originales procedentes de mucho antes de nuestra Era. Las estatuas habfan sido halladas en las excavaciones reali- ‘en diferentes ciudades y pueblos de Israel. Eran imagenes 1u4s Diosas. Y porque fueron encontradas en gran can- gobierno de aquel pais permitis que las de calidad ‘enel Muy 0 pudieran vendarpay trues ‘usar las fronteras. Tal vez por esto es que siempre recordaré novela de James Michener, La Fuente, en la que se describe la " excavacién de un imaginario Makor en el este de Galilea, un lugar reminiscente del actual Megiddo en el norte central de Israel, cuya primera ciudad procede del 3.500 a. de C. ‘Tal como los arquedlogos de la novela, que desentierran artefactos a fin de revelar la vida préctica de la comunidad de juellas remotas civilizaciones primitivas, el autor articula una historia referida a aquellas gentes y su cultura. Sin embargo, fueron las pequefias estatuas de barro las que hicieron brotar ‘en mi cabeza el capitulo del libro sobre la Diosa Astarté. En Makor, en el 2.202 a, de C., un fornido granjero, Urbaal, adquirié esta especial estatua de Astarté a un precio muy ele- vado, aunque ya posefa otras tres. «Tenia seis pulgadas de altura», escribe Michener, «desnuda, muy femenina, con eaderas anchas y las manos sosteniéndose los pechos. Era er6- “tica y pesada, digna de estudio y hacfa sentir completamente ‘en calma a quien la contemplaba>.! Urbaal adoré a Astarté, quien pudo asegurar la fecundidad ‘de la tierra y de sus mujeres. Fue gracias a sus poderes como ido convertirse en el hombre elegido para acostarse con la jermosa sacerdotisa ritual en el Templo de Astarté durante ‘tiete dias y siete noches como era la costumbre en las festivi- “dades religiosas de Accién de Gracias. La sacerdotisa, una prostituta sagrada, era alta y exquisitamente hermosa, una perfeccién de la Diosa Astarté, cuyas formas provocativas niingtin hombre podfa mirar sin ver en ella la sublime represen tacidn de su fertilidad, Era la muchacha cuyo propésito era ser amada, ser comada y fertilizada de tal manera que pudiera b reproducir su poder y bendeci la tierra? ‘Mientras sostenia a la Diosa muy tiernamente en sus ma- Urbaal rez6 por su intercesi6n: «Aytidame, Astarté, Dé- >, ihe The rane 9108 Las antiguas civilizaciones como las de Urbaal fueron des- truidas, y sus imagenes de barro quemadas bajo las ruinas durante eones, tanto como los Dioses y Diosas que protegian y aseguraban su crecimiento. ¥ la prostituta sagrada, la mujer humana que encarnaba a la Diosa, dejé de bailar en el templo para estimular la comunicacién entre el cuerpo y el alma. El templo de la Diosa del amor dejé de ser vital y se desliz6 bajo Ja tierra. éQuién fue la prostituea sagrada? o incluso, «Mi alma esté muerta>. Inevitablemente, comento todo esto en relacién a mi investigacién, a la pregunta que me acosaba, Empecé a ver que cl vacio generalizado de la gente hubiera podido ser explica~ do en términos de lo que ocurre cuando la Diosa —la que renueva la vida, trae el amor, la pasin y la fertilidad= y la sacerdotisa sensual la mujer humana que trae los atributos de It Diosa a las vidas de los seres humanos— desaparecen de hnuestras vidas. La conexién con una capa importante de la vida instintiva -alegria, belleza, una energia creativa que uni- fica la sexualidad y Ia espiritualidad- se habia perdido. Mis observaciones no estan restringidas a la sala de con- sultas. La proliferacién de una dependencia sustancial, el abu- 40 fisico, la promiscuidad sexual y el hecho de vivirlo todo con mucha rapidez, para no sentir el vacio de la propia vida, nos lleva, precisamente, a la pérdida del elemento vital. Sin ningtin tipo de apoyo y con una cierta estupidez que se arras- tha, nos encontramos ante un vacio de recursos personales que hubieran podido engendrar un nuevo sentido de la vida. Actualmente, los hombres y las mujeres, a diferencia del Urbaal de la antigiiedad, ya no tienen la oportunidad de sos- tener con ternura la pequesia imagen de la Diosa o de sentirse inspirados al contemplar la belleza del cuerpo -representa- clén de la alegria de vivir y de la pasién de la prostituta sagrada bailando en el tempio. Sin el beneficio de la experien- cia directa slo podemos. saber de la prostituta sagrada mediante la loctura deseifrada de las tablillas euneiformes o de 16 Jos antiguos manuseritos que deseriben sus rituales. La mente racional, simplemente, la ha relegado a la categoria de «préc- ticas paganas antiguas». El término prostituta sagrada presenta una paradoja para entes Igicas, por lo que no nos sentimos ties @ ya he mencionado anteriormente, a asociar lo que es sexual con Io ue es consagrado a los Dioses. El’Récho de que el significado de las sacerdotisas del templo se nos escape, nos aleja y nos desconecta de una imagen que representa la fuerza vital y encarnada de la naturaleza femenina. Sin esta imagen, los hombres y mujeres actuales contindan proyectan- do externamente sus roles, y nunca llegan a darse cuenta del todo de la profundidad de la emoci6n y de la totalidad de la vida inherente en el sentimiento que rodea la imagen de la prostituta sagrada. Muchos de los artefactos arqueolégicos descritos por Michener revelan los valores de antiguas civilizaciones, imé- genes de profundas regresiones de nuestro inconsciente que pueden iluminarnos al divulgar aspectos de nosotros mismos que han sido reprimidos o ignorados, Enterramos estas ima- genes cuando nos crean un conflicto con algtin valor o actitud consciente; y, como consecuencia, perdemos el significado que simbolizan. Nuevos modelos ¢ imégenes, entonces, to- man su lugar. Viejas imagenes, como la de la estatuilla de barro simbolizando la comuniGn entre la sexualidad y la espi- ritualidad, se convierten en inaccesibles para nuestra com- prensién consciente, perdiendo asi una fuente de energia vital. En el pensamiento psicol6gico desarrollado por C.G. Jung estas imagenes eran consideradas . Un arqueti- pO oun forms pre-existente que perenece sl estrctura jeredada de la psique comin a todo el mundo.? Estas estruc- turas psiquicas estén dotadas de una fuerte carga de senti- $A Prpcholopen Wie of Conicence, Ciilaton in ranon, CW 10, pr 147, GW en The Bolleted Works of Cong.) Mas adelante aparece un cooten: {avio mis entenso sobre fos arquetpos ” mientos. El arquetipo como estructura psiquica aparece rodea- do de energia que tiene la habilidad de activar y transformar contenidos conscientes. Cuando el arquetipo es activado libe- ra una energia especifica que es reconocida por la consciencia y es sentida en el cuerpo mediante las emociones. Como, por ejemplo, cuando el arquetipo de la Diosa del amor es activa- do, nos sentimos imbuidos con la vitalidad del amor, la belle- va, la pasi6n sexual y la renovacién espiritual. Jung escribe que la pérdida de un arquetipo hace subir este adescontento en nuestra cultura»* y nos atemoriza. Sin la vitalidad femenina que equilibra el principio colectivo patriarcal, aparece la esterilidad. La creatividad y el desarrollo personal estan sofocados. Cuando la divinidad femenina —la Diosa~ no es reveren- ciada, las estructuras sociales y psiquicas se convierten en necdnicas en exceso, politicas en exceso, militarizadas en exceso. El pensamiento, el juicio y la racionalidad se constitu- yen como los factores dominantes, La necesidad de la rela Gidn, el sentimiento, el carifio 0 el cuidado de Ia naturaleza quedan desatendidos. No hay equilibrio, no hay armonfa en el interior de uno mismo, ni en el mundo exterior. Con la desatencidn de estas imagenes arquetipicas tan relacionadas con el amor, aparece en la psique una divisién respecto de los valores, una unilateralidad. Como resultado de este proceso hos sentimos tristemente mutilados en nuestra bisqueda de la salud y de la completitud. ‘A medida que apreciaba estas implicaciones, no sélo en los individuos sino también en la sociedad en su conjunto, apare- cid otra dificultad: si el problema era la pérdida de ciertos aspectos del arquetipo femenino, entonces, lo més importan- te consistfa en recobrarlos. Pero, gcémo? Las excavaciones arqueolégicas ofrecian un maravilloso modelo. En lugar de excavar en la tierra para recuperar los tesoros escondidos, 4, Concerning, the archetypes and the anima concept, The archetyper and the collective Uncomons, CW 9 pa Mt Diosa de arcilla (Chipre, 2500 aJ.C, Mu ¢0 Britinico) exeavaria en lo oxcuro, en los mi lente para volver a la luz estas imigenes doy ‘Las narraciones histéricas que habia led, asi como algunas eyes registradas, datadas en fecha inmemorial, me proveyeron do un marco: los datos basicos de la imagen que buscaba. Tnformacién procedente de la literatura universal como mitos, ‘eventos de hadas y documentos religiosos tan ricos en image~ hes y motivos arquetipicos cubrieron el perfil. A medida que ‘estas historias explicaban los principales rasgos y actividades de la Diosa, la imagen de la prostituta sagrada tomé més sus- tancia y una personalidad propia, Estas fuentes me dieron una comprensién de los atributos de la Diosa y de sus devotos; y podia asi, entonces, traducirlos a dinamicas psicoldgicas. Lo mds importante para encontrar la relevancia de la pros- tituta sagrada en la era contempordnea fueron las imagenes Simbélicas procedentes de los suefios, de las visiones, de las fantasias y de las experiencias comunes de la vida de los hom- bores y de las mujeres modernos. La imagen de la prostituta sagrada que conecta las esencias de la espiritualidad y de la sexualidad podia contemplarse de diferentes maneras cuando aparecia en el material inconsciente de cada persona. Era inte~ fesante ver c6mo, una vez la imagen se hacia consciente, apa- rec{a un cambio notable en las actitudes de las personas. Estos pasos, separados de mi investigacién, crearon por si mismos el formato de este libro. Los relatos histéricos de la prostituta sagrada estén elaborados en el capitulo de abertura, {que mira el deterioro de la prostitucién sagrada y los cambios culturales y psicolégicos que de ello resultan. El segundo capitulo discute el significado psicolégico general de la pros~ titucién sagrada. Los capitulos tercero y cuarto describen Ia imagen de la prostituta sagrada tal y como aparece en los sue- fios de los hombres y de las mujeres, respectivamente, y su significado en términos de psicologia masculina y femenina. El cap(tulo final lleva la imagen més alla, explorando vias en Jas que los poderes vitales de la Diosa del amor y la prostitu- ta sagrada pueden ser activadas en la actualidad. 20 La orlentacién psleoldgica de este trabajo os la de Ia exeue- Ja de pensamiento de Jung, la pricologia analitica, Las inter- pretaciones de los suefios estén basadas en un acercamiento Gonstructivo o sintético en el que las expresiones simbolicas del inconseiente son amplificadas mediante imagenes 0 moti- You arquetipicos, Mago excepcién con algunas de las ensefianzas de Jung y sus fempranos seguidores en la cuestién de la naturaleza femenina, Sus contribuciones merecen un reconocimiento, porsie fueron contra las creencias corrientes al enfatizar la importancia de lo femenino para la salud de la psique; aunque si punto de vista fue esencialmente patriarcal. En aquel tiem- po este punto de vista atin no se habia contemplado amplia~ mente y se puede entender que Jung y otros hombres vieran Ja psique femenina de acuerdo con su propia experiencia, es decir, desde lo que Jung llamé el dnima, la imagen interior de Ja mujer en los hombres.> Escritoras como Esther Harding, una temprana defenso- ra del pensamiento junguiano, vié la esencia de la psicologia femenina en agudo contraste con la masculina. Es a partir de los trabajos de Harding y otras autoras, y a través de mi pro- pia experiencia, que he destilado mi imagen de los elementos ‘esenciales de la naturaleza femenina, Algunos términos de este libro, como anima y animus, son mas o menos Gnicos para la psicologia junguiana y se van definiendo a medida que aparecen. Alli donde Jung se refiere al principio femenino, yo he escogido, en su lugar, el hablar de naturaleza femenina -del latin natura, que significa nacimien- to 0 universo-. «Naturaleza» implica aquello que es innato, real, y no artificial; este es el significado que quisiera impartir cuando hablo de la naturaleza psfquica de lo femenino. Cuando me refiero a Eros es en el sentido original elabo- tado por Jung, describiendo con ello la ley interior de la ener- 5, Jung al menos se dio cuenta de propensién de los hombres a proyectar su la e ak mjres Toque esto tea como consecuencia,y eacrbié al eapeco, a lt psfquica que pertenece a la relaci tizacién, Mis referencias al pensamiento modem religioso se concentran en la tradicién cristiana occidental, Las pricticas teligiosas orientales y las del Cercano Oriente, aunque ricas en Ia simbologia relacionada con la prostituta sagrada y la divini- dad femenina, no seran discutidas aqui (exceptuando algunos ejemplos). Por la misma razén existen, ademas, muchos para- Ielismos con la mitologia oriental, pero mis investigaciones se han limitado a la cultura de la mitologia occidental y a la tem- prana mitologia del Oriente Medio. ‘También incluyo algunos casos en los que la imagen de Ja prostituta sagrada es relevante, aunque no siempre perti- nente, ya que mi intencién es simplemente ilustrar el dina- mismo de la funcién donde la imagen fue encontrada, Me siento en deuda con aquellos que me dieron permiso para usar 5u material personal. Sus nombres y procedencia han sido cambiados para proteger su identidad. Mis conclusiones no pretenden aparecer como definitivas al observar la naturaleza femenina, porque sdlo considero un aspecto: el instintivo, el erdtico, es decir, la faceta dindmica de Ja naturaleza femenina. Especificamente escribo sélo sobre los aspectos positivos inherentes en la imagen arquetipica de la prostituta desde donde siempre pueden observarse dos caras: la sagrada y la profana. El aspecto oscuro es de sobras conoci- do; se manifiesta en las innumerables y vergonzosas maneras cen las que la sexualidad femenina se malemplea. Los aspectos positivos son menos conocidos, ya que los elementos sagra~ dos fueron separados. En general, mi propésito es traer a la consciencia aspectos de la naturaleza femenina que han sido incomprendidos, deva- luados o perdidos en el inconsciente. En particular examino las interrelaciones entre Ia'sexualidad y la espiritualidad y discuto en qué manera cada una puede brindar vida a la otra. Hacia el final demuestro cémo la imagen arquetipica de la prostituta sagrada constituye un factor activo en las vidas de los hombres y mujeres actuales. Finalmente, exploro las posibles formas de 2 redimir ovta imagen desde el inconsciente para que la prostitu: ta sagtada y lo que psicoldgicamente representa pueda ocupar tun lugar de valor en la era contemporinea, Una tiltima observacidn, Al emprender la tarea de eseribir sobre la prostituta sagrada y la Diosa, he elegido figuras hacia las cuales mucha gente, tanto mujeres como hombres, puedan sentir alguna resistencia, o incluso ser un poco reacios. Cual- quiera que sea el origen de estas resistencias, tienen una base ¥ es necesario tomarlas seriamente como, pot ejemplo, la per- suasiva orientacién del logos en nuestra cultura, Esta actitud hacia la cual todos estamos, mas o menos predispuestos, colo- ca en un lugar prioritario al «hacer» respecto del «ser» tal como lo hace con el «conseguir» frente al 4 Jamas A Micener, Te sues, 9.123 feetatrance te rant Sed. 20, A medida que la prostituta @xtranjero, se va quitando sus ropas de colar dealin y le hace estos para que se coloque delante de la imagen de Venus, El, al principio, se mueve de una manera un poco torpe, pero en su interior la emocién de su virilidad le impulsa a realizar grandes zancadas. Se arrodilla delante de la Diosa de la pasion y del amor para venerarla, le ofrece una plegaria y le suplica que reciba su ofrenda. La prostituta sagrada conduce al extranjero al lecho que esté preparado con ropas de lino blanco y con hojas aromati- eas de mirta. Ha frotado un olor dulce de tomillo salvaje en sus muslos. Su casi imperceptible sonrisa y sus ojos brillantes le dicen al extranjero que esta lena de deseo por él. El con~ tacto suave de su abrazo enciende la chispa de una ardiente respuesta. Fil siente la rapidez de su propio cuerpo, la celeri- dad, la urgencia. Esta completamente consciente de la pasion en su interior y de todo lo que contiene este ritual devoto a la Diosa del amor y de la fertilidad, y se siente satisfecho. ‘Tanto la mujer como el extranjero saben que la consuma- cién del acto de amor est consagrado a la divinidad, median- tela cual podran sentir una renovacién. El ritual en s{ mismo, hecho en presencia de la divinidad, es transformador. La prostituta sagrada, que a partir de ahora ya no seré més una doncella, es iniciada en toda su feminidad, en la belleza de su cuerpo tanto como en su sexualidad. Su verdadera naturale- za femenina se despierta a la vida, El elemento divino del amor reside en ella. Bl extranjero también se ha transformado. Las cualidades de la naturaleza femenina, esa receptividad tan opuesta a la suya, se ha asentado profundamente en el interior de su alma; la imagen de la prostitute sagrada ocupa un lugar dentro de él, Es del todo consciente de las profundas emociones en su inte- rior, en el santuario de su corazdn, No le hace especificas demandas a la mujer en si misma, pero toma su imagen, la personificacién del amor y de la alegrfa sexual de vuelta al mundo. El hecho de experimentar los misterios del sexo y de 30 Ja religidn le abren Ia puerta al porencial de la vida y le acom- n en la regeneraeibn del alma, f ‘Tenemos el privilegio, también, de ser testimonios de la importante celebracin en esta extraiia tierra, Ia festivi- mt del Aflo Nuevo, Este acontecimiento es inusual porque lira muchos dias y tiene lugar durante el solsticio de verano, ‘euando el sol ha quemado y secado la tierra y la vegetaci6n, Grandes fiestas con enormes cubas de vino y de cerveza se ;paran en el templo del amor; después de todo es el lugar de erica y de la fertilidad. Los mtisicos del templo eligen ‘Unit miisica lena de vida que aumenta la alegria, el baile y el amor, Durante la celebracién se hacen también sacrificios de agradecimiento a la Diosa para devolverle una porcién de la vida que ella provey6. Los primeros granos y los primeros fru- ton, el primer vastago de ganado ¢, incluso, el primer hijo ~que el mAs preciado- le son sacrificados. La gente de este tier po y de este lugar siente la conexién entre la sangre y la fertili- dad, En estos rituales se ofrecen libaciones de sangre para au- mentar el pocer generador de la abundancia de la tierra.$ Al entrar en el apartado de las festividades encontramos que la celebracién culmina en el hieros gamos, el matrimonio sagrado, En este ritual se vuelve a representar la unién entre ly Diosa del amor y la fertilidad y su amante, el joven y viril Dios de la vegetacin. La prostituta sagrada clegida, una deyota especial, que se la considera como la personificacién de la Diosa, se une con el monarca reinante, identificado con 1 Dios. Este enlace asegura la productividad de la tierra y la fructificacién de la matriz de ambos: humanos y bestias, el «apoyo del destino».” so poste cocoern, ce sale curl, primitives RINE 31 slic desotenigialos, Pero pera umn comprenaion racional Md ua pettias tains que cbveraclo ck onae mpresusciones como Bedlarilaan lt Snead Eacarish gus de nour con a wacicon rack miei bis dels hanno “alin sible lasing Torslecrent tou vice atlases ssc Asric Reto, p Al principio, Ia alegria de la musica y ef éxtasis de lay ean- ciones de amor llenan el aire capturando las erdtican Y apasio- pada meacones de I pron grads cuando dypone Jos preparativos para la més importante de todas as pricticas, Cuando para el toro salvaje, para el setios, tengo que estar bafiada, Cuando para Dumuzi, el pastor, rengo que estar baviada, Cuando con... todos mis lados tengo que estar adornada, Cuando con émbar tengo que eubrir mi boca, Cuando con khol tengo que pintar mis ojos, Entonces, en sus preciosas manos, mi cuerpo tiene que ser moldeado, Cuando el sefior, prostrado con la santa Inanna, Dumuzi, el pastor, Gon leche y crema, el seno tiene que set suavizado.. Cuando en mi vulva sus manos, tiene que estar relajado, Cuando como su negro navio, tiene que estar. Cuando como su barcaza, tiene que darle vida, Cuando en la cama, tiene que acariciarme, Entonces yo tengo que acariciar a mi sefion tengo que deeretar tun dulee destino para él, ‘Tengo que acariciar a Shulgi, el pastor fiel, un dulee destino tengo que decretar para él ‘Tengo que acariciar su espalda, el pastor de toda la Tierra, Lo tengo que decretar como su destino.” Después de mucho festin y mucha alegrfa, la pareja se reti~ tna las habitaciones sagradas del ziggurat, la torte del templo, Alli el lecho nupcial esta perfumado con mirra, aloe y canela, La gente que espera canta canciones de amor y melodias que estimulan el éxtasis y el poder fertilizante de la Diosa y de su amante, la prostituta sagrada y el rey. Samuel Kramer, The sacred marrage rte, Gilindros de Judea (alrededor del 3000 a. de C. ft dafiada Ina, P. 63.El texto est tradueido de los ) de la antigua Sumera, Hl poeta quizés una de las mis antiguas diosas de la pas, dé amor ye a muerte, Durmuzi era el rey-pastor de Frech que llego a ser conocido como fl primero que se cas6 con Inanna en el ritual del sagrado matrimonio. Literlmer, feel pombe significa el shijo fel, Las lagunas en el texto indican trovos donde as ‘wblils de barro han sido destrufdas o som imposibles de wade, Hil rey va. con la cabexa aleada hacia el santo regazo, ‘Va.con Ja cabera alzada hacia el santo regazo de Inanna, Ed rey Ilega con Ia eaboxa alzada, Llegando a mi reina eon la cabeza alzada... Abruza el Hierddul {Qué sentiriamos estando postrados a los pies del ziggu- Fat? $i hemos sido afortunados, nos encontramos llenos de fomor, asi nuestra experiencia seria una especie de participa~ fidn, Quizas compartiriamos los sentimientos de la prostituta sagrada cuyas emociones, deseos humanos y energias creativas fon expresiones de la divinidad. Al comprenderla podriamos entender y compartir que la naturaleza de la Diosa habita en la mujer: La sacerdotisa [La prostituta sagrada a quien hemos contemplado en nuestra tablillas ‘con inscripciones, las reliquias desenterradas donde se celebraba el gran poder de la Diosa del amor y Ia fer- tilidad." A través de registros de leyes y de documentos anti- jjuos sabemos de la existencia de mujeres que participaron fen estos rituales sagrados. Pero, gqué sabemos sobre las muje~ res en si mismas? ;Cules eran las alegrias y contratiempos de su vida diaria? ;Cual era su relacién con la Diosa? 9, Tid p 89 El emi hierédul se usa comsinmente ea ls desripsiones de tad, Irae Se sca sas ¥ In uta o - ara degra alos ofcantcs igloos cuyasuncionsinluyen los st sel a aie roel aoc ps esta ser a sa vr, etd relacionada‘con una for anterior ey gue se wtlia Berrie urns sce sen pan Amer Herage Dicom) rie, ese asia ian its aSorodas rete oa ho ued fgataetpllen en genta: En clcuptlo Z menciono por su nombre s otras Does 3 critos procedentes de la ant merios derramaron alguna luz. sobre Diosa del amor en su celestial belleza fue. una, En realidad, la primera historiadora cuyo nombre abajos se han preservado fue Enheduanna (nacida alrede- dor del 2300 a de C.) una sacerdotisa de la Diosa de la Luna.!! Su poesia es como un diario personal en el que se aprecia su adoracién por esta Diosa, con levantamientos politicos, su des- tierro del templo y su retorno a él. Escribe con sensualidad e intimidad a la Diosa del amor, Inanna. «Le habla a la divini- dad que descendié a la Tierra como una aliada, como una amiga para ayudarla en sus apuros».!? Escribe acerca de su imagen de la Diosa Inanna y de la Divina Esencia: Sefiora de todas las esencias, llena de luz, ‘mujer vestida con el resplandor de la bondad 4 quien aman los cielos y la Tierra, del templo amigo de An, te vistes de grandes ornamentos, deseas la diadema de las grandes sacerdotisas aquellas que sostienen las siete esencias, tui las has tomado y las has colgado en tu mano. ‘Ti has reunido las santas esencias y,te las has puesto ajustadas en tus pechos. Enheduanna también experimenta la célera poderosa y la fu- ria de su Diosa del amor, la Diosa de la Luna en su fase oscura: Como un dragén has Ilenado la Tierra con veneno. Como un rayo cuando ruges sobre la Tierra, 11, Ver Aliki Barnstone Willis Barstone, eds. A book of women poets from gigi no Bhaaclanae run rin de Lang idl ey irgon de Agade 2334-2278 a de ©) que reind durante el primer imperto deste fediterrineo hasta Persia aaa fot 13, id, p. 2 Jos irbols y la plantas van cayendo delante det res la sangre que descionde dela montata, ‘Heel peers, ‘Inanna, Diosa de la Luna, del cielo y de la Tierra! Latnzas tu fuego y lo derramas en nuestra nacién. Seflora que vas montada en una bestia, ‘An te da los atributos, las érdenes santas; y tt decides. ‘TG estas en todos nuestros rituales. @Quién puede entenderte?* Las sacerdotisas de la Luna se dan cuenta de la ausencia del amor cuando la Diosa no esta presente en las vidas de la gente: ._ has alzado tu pie y has abandonado al granero de la fertilidad, ; Las mujeres de la ciudad ya no hablan mis de amor con sus maridos. Por la noche ya no hacen el amor. Ya no estén més desnudas delante de ellos revelandoles sus intimos tesoros. Ti, Ia nieta de Suen, Ia impetuosa vaca salvaje la suprema seBora que obedece An, equién se atreve a no adorarte?!® ‘Aparentemente, un nuevo gobernante, Lugalanne, lleg6 al poder y cambié los rituales sagrados. Enheduanna, como sacerdotisa superior, fue expulsada del templo. Nos habla de su desesperacién y de la pérdida de su belleza cuando ya no pudo sentir su conexi6n con la Diosa del amor: Me pediste que entrara al claustro sagrado, el giparu, Y fui a su interior, yo, la sacerdotisa Enheduannal Carp cone cet ily cane tu plegaria. 14. Ibi. 15, Ibid, p. 4 Ahora estoy, con los leprosos, desterrada, Ya que no puedo vivir contigo, Las sombras se acercan a la luz del dia, la laz es oscura a mi alrededor, Jas sombras se acercan a la luz del dia, cubriéndolo con tormentas de arena, De golpe mi boca dulce de miel est confusa Y mi hermosa cara esta sucia. © Pero luego Enheduanna mera, Conoce otra vez la Diosa: La primera dama del salSn del trono ‘ha aceptado la cancién de Enheduanna, Tnanna la ama otra vez. El dia fue bueno para Enheduanna, vestia joyas preciosas. Estaba vestida con la belleza femenina, Como los primeros rayos de la Luna sobre el horizonte, jon cudnta lujuria iba vestidal Cuando Nanna, el padre de Inanna, hizo su entrad el palacio bendijo a Ningal, la madre de Inanna. Desde la puerta del cielo legs una palabra «Bienvenida»”? Estos escritos tan sensibles y tan descriptivos de Enhe- duanna nos dan una idea de la profunda devocion de una mujer humana, un individuo, una sacerdotisa, hacia Is Dions del amor. Enheduanna experimenta su belleza y su sensualis dad como regalos concedidos por la Diosa. Cuando ya no puede adorarla en el teinplo, siente un oscuro vacio y su pro- Pio reflejo de la Diosa, su radiante y femenina belleza queda anulada, Cuando se destierra a la Diosa, el placer y el lengua je del amor desaparecen de la vida de la gente. 16, Ibid 17. Ibid, p. 8 puede volver a su situacién pri- Ta alegria, la belleza y su relacién con Figura femenina invocando ee de la Diosa de G Luna ferracota, Egipto, aes C) —— — Gracias a la imaginerfa de la poesia de Enheduanna y a las narraciones hist6ricas de la prostituta sagrada podemos en. tender més claramente su significado en los rituales religiosos en los que se presentaba como la figura mayor y decisiva. La Prostituta sagrada permanece atin como un misterio, en parte Porque nuestra moderna actitud nos dificulta la comprensién de lo que vemos como paradoja en su imagen: su naturaleza sexual constitufa un aspecto integral de su naturaleza espiri- tual. Para muchos de nosotros esta conjuncién es una contra. dicci6n, En la antigiiedad fue una unidad. Los origenes de la prostitucién sagrada Durante el milenio en que existié prostitucién sagrada, las culturas estaban construidas en un sistema matriarcal, El matriarcado no significa, simplemente, que las mujeres reem- Plazaban a los hombres en posiciones de autoridad; sino que también los valores adquirfan un enfoque diferente, Donde el patriarcado establece la ley, el mati ablece la ley, el matriarcado establece l costumbre; donde el patriarcado establece el poder militar el are establece Te autoridad relgiosa donde el pariarca- © alenta la aristeia del guerrero individual, el matriarca alent la tradicional coheston de lo cclecewent ©, mead El matriarcado se relacionaba con la autoridad cultural como opuesto al poder politico, enfatizado sac ven por el a ea Bee eS iG in los antiguos matriarcados la naturaleza y la fertilidad constituian el corazén de la existencia. La gente vivia muy cerca de la naturaleza, por consiguiente sus Dioses y sus 18, Wiliam Thompson, The time falling bodies take to 1, e190, Tneon uc ened ee Eng ‘imo de patriarca y que las mujeres no son las nicas responsables cae Aol ting ve efere «deren x setae Ponmbies del maine 38 ‘Diosas eran divinidades naturales, Ellas guiaban el destino al proveerles o negarles 1a abundancia de la Tierra, La pasién erdtica eva inherente a la naturaleza humana. El deseo y la res- puesta sexual se experimentaban como un poder regenerador Y se reconoefan como un regalo o una bendicisn de la divini- dad. La naturaleza sexual del hombre y de la mujer eran inse- parables de su actitud religiosa, En sus plegarias de agradeci- niento o en sus siéplicas ofrecian el acto sexual a la Diosa del amor y de la pasidn, Se trataba de una accién honorable, pia, que complaca tanto a los Dioses como a los mortales. La préctica de la prostitueién sagrada envuelta en el interior de este sistema religioso matriarcal hacfa que no existiera separa cién entre la sexualidad y la espiritualidad. Sin embargo, existen también otras especulaciones a pro- posito de los origenes de la prostitucién sagrada. Quizas ere- cid, como muchas costumbres asi lo hacen, por una simple necesidad. Fueron primero las mujeres las que realizaban los trabajos domésticos en los lugares sagrados, y, con el tiempo, a medida que se asociaron a funciones sagradas, adquirieron una cierta santidad. Al estar disponibles fueron solicitadas por los hombres y, como consecuencia, sus poderes religiosos crecieron, Fueron preparadas para concebir una relacién muy cercana alos Dioses ~a menudo esta clase de mujeres era con- siderada como la esposa de una divinidad masculina, capaz tanto de interpretar su voluntad como de poder ganar la ben- dicién o la maldicion—?* Otra hipétesis en la que podemos ver la institucionaliza- cin de la prostitacién sagrada resulta de los ritos civiles. En las tribus primitivas se ofrecia una jovencita a un destacado miembro de la tribu, a cualquier otro que no tuviera que ser su marido, para la ceremonia de la desfloraci6n. Sin embargo, este ritual de iniciacién como integrante de la tribu, devino con el tiempo en un acto de ofrenda al Dios para obtener 20, James Gi Frazer, La rama dorada, un estudio sobre magia y religién ll — alguno de sus favores. Existe un vestigio evidente de este ritual en la Europa medieval en el lamado droit de seigneur 14s prima noctis, el derecho de pernada, el derecho del schor de la casa solariega de pasar la primera noche con la novia, lo que le otorgaba tanto el poder de renunciar al derecho por un Pago o bien a insistir en la desfloracién, En cualquier caso, la hovia en persona tenia que presentarse ante el sefor feudal antes de estar con su marido, Otros. escritores explican los origenes de la prostitucién sageada_como un desarrollo del culto a la Gran Madve, 4 It Made Tierra Como Diosa de la fertilidad, su bendicién Pata la reproduccién de las cosechas, para los nifios, y para toda Ia vida animal era vital en las culturas agrarias. Junto a la Diosa de la fertilidad, aunque en una posicién subord:. nada, estaba también el hijo-amante-marido. Se suponia que como en esta uni6n de la Diosa con su consorte se asegurchs |a fertilidad de la Tierra, tenia que, por lo tanto, set imitado por las mujeres que solicitaban su bendicign22 Cualquiera que sea la raz6n o la combinacién de razones para su desarrollo, la cuestién es que la prostituci6n sagrada existié durante miles de afios en distintas civilizaciones’ Allf donde la Diosa de la fertilidad, de la pasin y del amor fue adorada, la prostituta sagrada se convirtié en un miembro integrante de la comunidad. Un antiguo documento de la Diosa procede de Sumeria lugar a menudo referido como cuna de la eivilizacidn. Inserite en tablillas de barro y en escritura cuneiforme sobre cilindrss de Gudea se explican historias de la Diosa Inanna, Reina del Cielo y de la Tierra, la Estrella de la mafana y del atarde cer Inanna, una deidad prominente en el pantcon sumerio, haba traidlo a la Tierra, en la Barca del Cielo, regalos para la sivilizacién y la cultura tales como la mésica, las artesanias, 2. BE Goldberg, The sacred Fire: The story of in veligon, p. 5 22, Frazer, La rama dorada, p, 39. ey nd 29, Ver mis arriba, nora 40 Jos criterios y la verdad, Porté incluso el arte de hacer el amor, un logro cultural, Estos textos presentan también . : Eee tuita sagrada como un hierdditlo, esclava al servicio de! oe 1 sigui ibe a la Diosa como «ti qt El siguiente poema describe a ec iBiaviens a lsps que confirma la similitud entre la Diosa y la prostituta sagrada: BE] pastor fiel, aquel del suave canto, ‘Que resonara completamente para th. Reina altiva, wi que todo lo suavizas, Inanina, dard alegrfa a tu corazén. Reina altiva cuando entras a establo, Tnanna, el establo se regocija contigo, Esclava, cuando entras atu redil, El establo entero se regocija contigo.. Esta Diosa de las muchas caras del amor, de la ae ae la guerra y de la muerte fue llamada Ishtar por ne Babil pee Su actividad sexual ha sido enfatizada mediante ear que la reflejan como «la querida, dulce y sonora foie Dioses»,* aunque también fue conocida Soh impl seal e crueldad hacia sus amantes. Como dadora del. ae ae alegefa sexual, ejercia asimismo el poder de quitarlo. ae tentadora Diosa de los pechos llenos, nada que tenga que ver con el ciclo de la vida podria suceder. ‘Cuando Is - ees de al inframundo ninguna pasin puede sentirse a la Hear a esterilidad llena Ja Tierra en una situacion similar a la q describe la sacerdotisa de la Luna, Enheduanna, La poetisa nos explica: e que scendi6 ala tierra del No-Retorno PNM AoseShca eine vase el te a ols sobre la burra cen of heaven and earth, ne Wolkstein y Samuel Kramer, nena: Qu snd ear, Ldn mums a pales pace sbeepfold eos wav, fora 25, Kr 426, Raphael 1 Sacred marriage rite, p10) i Pata, 7 hebrew godess, p88 41 El hombre ya no se lanza sobre la mujer en las calles, El hombre duerme en su estancia ‘La mujer duerme sola” Al volver de nuevo a la Tierra, la vida y el amor despiertan mientras Ishtar recita el himno: Yo devuelvo el macho a la hembra Yo soy Ia que embellece el macho para la hembra, Yo soy la que embellece la hembra para el macho? Ishtar fue llamada La Gran Diosa Har, Madre de las Rameras. «Su sacerdotisa superior, la Harina, fue considera. da la gobernante espiritual de la ciudad de Ishtar». En una antigua pared de marmol atin hoy se pueden observar dibu. jos esculpidos de Ishtar sentada en la ventana, con la tipica Pose de prostituta que es conocida como «Kilili Mushrite 0

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