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“Monogratias de erquitectura, tecnologia y construccién Hl pvp 3.300 Pta TUTTI! Gasse IL proyectos: Roberto Ercilla y Miguel Angel Campo Francisco J, Mangado Dominique Perrault Jestis Maria Susperregui, {figo Ibarra y Juan Pablo Puy dossier: aislantes + impermeabilizantes -peliculas “in situ”, laminas bituminosas, laminas sintéticas, juntas de estanqueldad~ * sistemas + claraboyas + sistemas de drenaje + elementos auxiliares Un plano ibien desde muy antiguo existencublertes planas para protegerse del ol en cal- far toa cies uy wetia, quadalanta Geto Got ew data oc Tae natural 0 el sprovediaiiento dl agua de luvs, no ex hasta enionzos d2 eats siglo cuando aparece esta solucién en climas humedos, asociada a un desarrollo teenologico que lo permite y aplicada, inicialmente, a edificios industrials. La cubierta plana ha sido uno de los puntos basicos de los postulados de Le Cor- busier para una nueva aryuitectura: al ser horizontal, la cubierta puede usarse como terraza, como jardin o como estanque, para capturar asi egos placeres esen- ciales que son el sol, el espacio y la vegetacién, Incluso cuando no estaban aun absoluta- mente resueltos los problemas técnicos derivados de ella, los pioneros de la arquitectura moderna defendian su utilizacién ~muchas voces haciendo caso omiso de las protestas de sus clientes ante las patentes deficiencias del uso de un sistema poco experimentado y de- sarrllado-; convencidos de que ése, yno otro, era el eamino de la arquitectura, Sobre la cubierta plana puede ocurrir cualquier suceso, al igual que sobre las cubiertas de los transatlanticos -paradigma de la construccion industrializada-; en ella pueden si- tuarse piscinas (casa Rice de Richard Neutra), jardines (La Tourette, de Le Corbusier), plazas (Galeria Nacional de Berlin, de Mies van de Rohe), cireulacién de automéviles (pista de pruebas de la Fiat en el edificio Lingotto, del ingeniero Matté Trueco); sobre la terraza surgen las chimeneas y lucernarios que antes atravesaban las cubiertas de Faldo- nes, y ademés, tada una serie de miquinas y pequefias construcciones que se formalizan ‘como pequefios edifcios (Unité d’Habitation de Marella, de Le Corbusier) Al mismo tiempo que se teorizaba sobre su uso, la cubierta plana pasaba a ser conside- ada como un plano mas, lo que suponia un cambio radical en la concepcién del edificio en el que hasta entonces la cubierta jugaba un papel volumétrico, En esta transforma: cion ha sido esencial el desarrollo de los nuevos materiales impermeabilizantes que con- siguen la estanqueidad necesaria en una eubierta plana y que, ademas, han aportado otros sistemas de unién al cldsico solape de las piezas de proteccion de la cubierta incli= nada, lo que permite la reduccion de la pendiente del tejado, Al bajar la inclinacién, ya no es necesario realizar una estructura distinta a Ia del resto de las plantas; la comnisa, ese ‘punto gordo’ en donde se encuentra el limite del cerramiento con la estructura de la cubierta y la evacuacion de las aguas, ya no tiene significado. El uso de la cornisa carece, a partir de ese momento, de justifcacién, y el remate, vinculado ahora a las protecciones o defensas que pueda tener la terraza, cobra una importancia paradéjiea en la nueva, imagen de la arquitectura: se aligera la fachada con el aumento de sus huecos, gracias a Ja implantacién de una nueva estructura portieada, pero también porque el remate que- ‘da menos preciso y, por supuesto, menos pesado, ‘Tras el establecimiento, hacia los aflos cuarenta, de la seecién tipo de la eubierta plana, ssu uso se ha hecho habitual, legando a adaptarse a soluciones inclinadas ~dando lugar a cexpresivas y escult6rieas eonstrucciones- y también permitiendo el desarrollo de las lla- madas ‘arquitecturas alternativas,, que aprovechan los beneficios del terreno hundiéndo- se en él o que buscan la proteccion que una cubierta vegetal o inundada proporciona, Es evidente que la cubierta plana ha transformado la fisonomia de la ciudad de este si- slo y que, tras cien aiios de evolucion y desarrollo, era logico pensar en esta solucién ~con Ja aportacion de usos que supone~ como la imagen preferida, no s6lo por arquitectos y constructores, sino también por los usuarios, para la eonstruecion del siglo venidero, pero existen en el subconsciente colectivo relaciones que no son féciles de transforma, y asi, la imagen de proteccion, de refugio, de hogar y, por extension, de arquiteetura, sigue, en el viejo mundo, asociada a la cubierta inclinada: en una reciente exposicion de ‘Terragni se le pidié a numerosos grupos de nifios que realizasen un dibujo recordando la muestra, Asombrosamente muchos de esos dibujos incorporaban una cubierta inclinada, as presentacior ‘cubieas planas TECTONICA 1. re prologo Croguis para et proyecto Durand en age! (1933-1834) ele Corbusier. La cubierta plana de los cuerpos puros He aqut el primer ‘guo' proseli- tista y confidente de la arquitectu- ramoderna, Entre los escombros de la Gran Guerra se estaba librando la bata- lia por una mueva manera de mirar el mundo, La ensa venia de atras, como no podia ser de otra forma, pero la imperiosa necesidad de ‘eonstruir que se abria en Europa ‘en aquel momento fue el altimo pretexto, Habfa prisa. Tiempo de manifiestos, medias verdades, uniones y relaciones, socialismo antiburgués ocaltando grandes do- sis de elueidacion intuitiva de vela das urgencias espirituales, Le cubierta plana de los euerpos ppuros, jla invent realmente Cé- zanne doctor en vision, sin querer, afirmando el ritmo de las nuevas ‘poeas? {0 fueron quizés los quimi- 08 con sus nuevos materiales de construccién? (Coignet realiza el primer hormigén en masa reforza- do con perfiles metélicos que se us6 en el mundo precisamente para constrair en 1852 una terraza en Saint Denis) {0 fueron los fisicos ¥ Jos matematioos, los auténticos fl- sofos de la época, al fjar sus princ- pios de la economia de medios ¥ sistemas? Imposible separarlo, Todo esta conectado, ‘Todo es la misma cosa Cada cosa es todo y las nevesidades ssurgen cuando les lega la hora, Ellos estuvieron alerta. “Entrar profundamente en la época para hhacerla visible y después desapare- cer haciendo nuestro trabajo invisi- ble dentro de ella’ ‘Le Corbusier se adentra: uso de los pilotis, Ia cubierta-jardin, 1a planta libre, Ia ventana alargada, Ja fachada libre, "Reconquista del tejado", La cubierta plana es la ex- plicacion mas larga de los cinco ppuntos de su ‘nueva arquitectural. La explica negando sentido al an- tiguo desvan, en contradiocién con In ealefaccion central. Recoger las aguas dentro de la edifieacion, no fuera, El hormigén armado se ‘mueve en dilataciin y por ello debe Dprocurarse una temperatura regu: Jar sobre él, con hhumedad constan- ‘te; arenas cubiertas de espesas lo- sas de cemento, con juntas sembra- das de césped. "Razones téenicas, razones de economia, de confort y razones sentimentales nos cond cen a adoptar el techo-terraza’. Ninguna alusion a la muerte del ‘muro de carga en este punto. ;Qué rrazin podria eaber en una estruc- ‘ura planteada por él ya en 1914, levitada la fachada (clarisima elu- cidacion de la construccién actual), eon pilares y losas planas de hor- ‘migén aligerado, para cubrirla atin con un desvan a dos aguas? Quizis fuera porque tanto Le Corbusier como Mies continuaron usando puntualmente muros de carga con soluciones de cubierta plana, ‘Sin embargo, Mies fue més since ro: “El problema de la racionaliza- cién y Ia normalizacién no es mis {que un problema parcial. El probe- ma de la nueva habitaciin es, en el fondo, un problema espiritual y el ‘combate por esta nueva habitacién no es mas que una ramificacion del gran combate por las nuevas for mas de vida (Podria haber algo de alusion descubierta en aquella postal sat rica del Weissenhof rodeado de ca mellos y arabes campando por quella “Jer nn trasladada’ de cubiertas planas y prismas blan- cos, en el encuentro de una autén tica reduecién a la sustancia, pre- sente en las més profundas intui- cones de todos los tiempos y todos Ios lugares? 2Nos reuniamos asi a través de Jos nuevos materiales con aquel antiguo principio metafisico de Maupertuis, que ya en 1745 enun- ciaba que “en todo cambio que se produzee en la naturaleza, la canti- dad de accion necesaria para tal cambio ha de ser la minima posi- ble? ‘Moises Ginzburg establecta la ‘muerte dela cubierta inclinada pa- ra la construecién subvencionada de Moset, estableciendo el factor de eficiencia K segum la relacin: cubicacion general del efi /su- perce tilde aclu = WRK La cubierta plana fue, ¥ es, no silo una solucion (ga popular) eonecta- 4a con los sistemas (arquitectura), sino protagonista de la parabola operada en la elucidacion de una época. Cubierta plana en la que hoy es preciso, por otro lado, des- montar la perversién -como en tantos otros érdenes- del “consumo de cocfcientes de aislamiento”, en beneficio de su organizacién como acondicionador pasivo Pero sus profundas razones toda- via no se han explicado totalmente. Bastante es el usar. Los mediums de aquel tiempo las vieron pero no tuvieron tiempo de aclararias. Co- mo siempre acurre. Yno hizo falta Quiais los recientes fisicas-fildso fos ‘de Ia totalidad’, en aan contra el consumismo fragmentario fnise cular del oocidente, podrin hablar nos con el tiempo de la reunién in teligente entre productos de la mente y los de Ia materia propia- mente dicha. ¥ que ello see final y naturalmente asumide para conti nuar usando y, al mismo tiempo, comprender tantas cosas, Mariano Bayon Diciembre 1997 TECTONICA monografias de arquitectura, tecnologia y construcciér N co 44 68 78 110 Presentacién Un plano La cubierta plana de los cuerpos puros Mariano Bayén Pequea historia de urgencia de la cublerta plana Fernando Ramos La cublerta plana Joaquin Fernndez Madrid Centro Civico en Vitoria Roberto Ercilla y Miguel Angel Campo Juan Llamas PPiscina cubierta en Zuasti Francisco José Mangado Isabel Bravo \Veldromo en Berlin Dominique Perrault José Jurado Piscina cubierta en lurreta Jestis M* Susperregui, Inigo Ibarra y Juan Pablo Puy Juan Lamas Dossier de productos Josechu Mateu Indice de empresas i a ates ‘an Antonio ‘armen Valencia Departamento de suseripcongs y Atel Vitoria Die Diseto: indigo ase Habana, 4 Teiffox 91-4111 ses grit: “e607 186198. Jefe de pubis: Susana Dans igen 28001 Madi Tel: 91-431 819 Fag 91-435 507 Delegacin Alicia Serta eae : et Tels +139) 059 21 27 92, ee oe Tels +(52) 5 399 95 02 ae Portugal A. Asppan, SL ee ae fren 15m ps0 oe =e Ingenta: Grifieas Mui SA ep ated pain ia ‘iene sbera neeepeee ances samt ys inepeea nnn fare seATC Eaone Noho Ter 5. ‘cubiertas planas TECTONICA 3. Fernando Ramos Pequefia historia de urgencia de la cubierta plana Los principios compositivos del Movimiento Moderno, la aparicién de nuevas laminas impermeables y la simplificacion de fos procesos constructivos han hecho realidad en nuestro siglo el sueno por lograr un plano horizontal perfecto como remate del edifcio, algo que para la ciudad de los primeros rascacielos no era més que una cubierta de geometria imposible, Fernando Ramos, catedratico de Construceion de la Escuela de Arquitectura de Barcelona, explica este proceso en el siguiente articulo, en el que ademas in cluye una evolucin hist6rica desde los primeros terrados y una interpretacion de Ia cubierta contempors. nea como punto de partida para nuevas basquedas arquitectonicas. Las revs téenicas ntendida por lo lel Mo construe con vimiento Moderno como uno de lo teen acer, a pain Jos avanees -no delascensary una cos~ aportados p Te arquitectura d {ute demanda de Jas vanguardias, la cubierta plana s suelocomercit enfrenta hoy a nuevos y florecientes propiin a finales sistemas de cobertura. Ha pasado de eI! aumento ser la solucién preferida y casi exclu plontasen los ra, # entenderse como una mas entre difos: race! las opciones posibles. Es el momento, analizarla desde el punto de un nuevo guisje vista de s, requer boro, Enla imagen, mientos y virtu if ura vistaganarimieaarticulo, elaborado a modo de hist fNuere York rial clinico, se pretende facilitar un e191, _anélisis de la cubierta plana libre de prejuicios arquitectonieos. La formacién de la ciudad moderna y la nostalgia de una cubierta de geometria imposible XIX Chicago, Aitos ochenta cel La arquitectura de finales del XIX manifiesta una fuerte nostalgia formal por Ia idea de fortaleza, que se convierte, con el predomi no del muro y la cubierta plana, cen referente del nuevo rascacielos. 1do proceso evolutivo, éste tiene paradigma y nudo gordiano de la nnueva respuesta arquitectonia. Al permanever iguales las dimen siones de calles y plazas, la percep: cidn del edificio en la nueva ciudad varia de manera esencial: se vertica: liza, rompiendo 0 deformando- las reglas compositivas heredadas, Es entonees cuando en la triada rena: centiste y neoclisica de basamento, entablamento y eubierta, se desarro Ila exponencialmente uno de los ele: La urna, la caja de equilibradas proporciones, modelo subconsciente ddl edifcioclasion entendido como la obra individual y exenta del joyero, que puede subsistir, identica a si misma, reproduciéndose a cualquier eseala, pierde su vigencia como refe rente objetual del edificio de la nue va ciudad. Esta rotura del modelo subconsciente trae consigo, aunque alg uit L en esperar tarde, el germen de la ar prim Lain de frtaleca nuevo modelo subeorciente para los effi del moe fotorafi Monadnock Bulg, eBuraham y Root (Chicago, 1888-1892), chitecturally intractable” mantiene Montgomery Schuyler en una afir acidn que sorprende, tanto por su claridad como por su cortedad de vi sign, Bn realidad, lo que hubiera po- dido afirmarse es que desde la apli: cacién de los eriterios compositivos de la época era imposible, o al menos muy dificil, salir indemne del intento de construir un rascacelos ‘Tal vez sea el Philadelphia Func tionalism el primer movimiento que, aunque de forma torpe y balbucien: te, haya expresado la contradiecién latente entre unos condicionantes compositivos conocidos y la realidad tanto sociologica como téeniea que se abre paso. Su respuesta arquitec: tonica es la simple yuxtaposicion del resultado de ambos aspectos, que pugnan, en las diversas partes del edificio, por imponerse a sus contra: ros (probablemente esto seria deno: rminado hoy eclecticism por los taxo: nomistas dela arquitectura), De modo diferente, y con mayor maestris, afronte la euestién William Le Baron dlenney, que entronea su neogotica busqueda estructural api- cada a los nuevos materiales con el funcionalismo filadélfico, desde una Apesar de ls rues ctructres que la posicidn de absoluto desinterés por evolu tenia los problemas de estilo que pudieran Aerivarse del modelo Beaux Arts. Mis tarde, DH. Burnham, relista hasta el cinismo (segtin la afortuna- hace posible plano hovrzonal perfecto como remate de clic san, da expresién de Francesco Dal Co), frales de XX, una pero influido por el romantiismo g6- tico de su socio, J.W. Root, intenta aplicar a sus proyectos una ideologia orginica de origen darwinista: el sgran edificio de la nueva ciudad se cet de geomet imposible: sabre estas linea, Tacoma Bulcing, de Holabird Roche (Ciego, efiende de ésta, convirtiéndose en 1857-1889), una fortaleza e integrando en un ‘magnifico vestfbulo la vieja plaza pu- blica, a modo del antiguo patio de ar mas existente intramuros, Sullivan y el resto de Ia Chicago ‘School siguen esta idea: el modelo objetual subconsciente del edifieio viene a ser Ia fortal ias, de exprosion vertical en los detalles y horizontal en el remate superior. Pero las mut rallas de las fortalezas no tienen -0 ho ensefan~ cubiertas inelinadas, al menos en su recorrido perimetral ‘Tanto la propia anchura de los mu ‘cubjertas planas TECTONICA § Contigo come ‘un fora mise reat horiontal de los eis pas 2 imglantacién de Moviiento de cobieta mis gereralzads. lwo celetvo de as imagen, a Unité ‘Hobitation de Le Corser Mars, jardin con cvs, de los factors qu Lacon dels Cosa de right (Pennsyivaia,1935- 1938) es un eemplo paraignsticn dea ioealaién dl lana ros como la necesidad de acceder 1 pidamente a cualquier punto hace que su remate sea una cubierta pla nna, que, por otra parte, no produce graves problemas de filtraciones a causa de la masividad de los maros aque Ia soportan. La sola excepeién a esta regla de In cubierta plana son torres, a veces protegidas por chapiteles pinos. La traslacién de este modelo al edi ficio no es ain téenicamente factible 0 razonable a finales del XIX. La cu bierta plana de esta época so es fun de clima mediterrineo o simila Basta una ojeada a los edificios ds la época para entender que, tant prinspos compostvs dee moderna neoplastic decivamentea slum una concep astrata ela cir coma perfecto pla oon. Ena foto la cst Setrder Shier, de Revels (1923- 1924, eh cubierta plana, en la arquitectura del fin del XIX fuerte nostalgia formal, tal vez sub jente, de esta geometria ain imposible que resulta de extrapolar Ia imagen de la fortaleza como refe rente abjetual del edifcio urbano. La cubierta plana, una ley no escrita del Movimiento Moderno La implantacién del Movimiento Mo- ndiente esta blecimiento de sus prineipios, preju cos, modos y modas ~cominmente asumidos por la familia arquitecténi ca a partir de los aos treinta- trae consigo la practiea desaparicion de la y abuso- de la cubierta plana, De ta ley, casi general aunqte no Hiares..), que, por situacién o refe rencias contextuales, permitian elu: dir la moda omnipresente de la eu: bierta plana. Son varios los factores que prop cian el uso generalizado dela cubier ta plana, un fendmeno colectivo que superpone @ la previa n fo smal de una geometria plana de El primero de ellos es ¢ ante material: gracias a la reciente y floreciente indus yada en el desarrollo de la dest n fraccionada del petrileo

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