Rubén Dri, Teologia de la Dominacién y Conquista La teologfa de la dominacién que legitims la conquista de América EL12de ootubee de 1492 Cristdbal Colin desembarcaba en las costas americanas, produciendo de esa manera el flamado “descubrimiento”, con ol que se incia la “vonguista y coloni- _zacign',tareas que se llevaron 1 cabo realizanda uno de bos ‘Ronocidios més espantosos de que tenga memoria la humani- dad (1). Elmotor del genocidio no fucoiro que la acummulacién ‘originaria del capital. De América fuyen riquezas inmensas, ‘que pasan por Espaia yse afincan en regiones como Inglate- ‘a, Holanda y Francia, que de esa manera pueden tealizr salto cvalitativo de le industralizacién capitalist, El acta de nnacimiento del eapialismo es, al mismo tiempo, el acta de defuncign de las etnias americanas, cuyas riquezas servirén para que landciente burgues{a europea realiceel despegue (2) ero semejante genocidio, indispensable para la realiza- ign del magno proceso de acumulacion de capitales que permitiese el despegue de Ia sociedad burguesa, nevesitaba tuna paderasa legiimacién, Esta es la tares que cumple, on Jo telativo ala conguista y colonizacién portuguesa y espa: fla, la Tplesia Catdlica con la Teologia de la Dominacién -TAD- que constituye su propia cosmovisién. El Dios deesta teologtt, verdadero Dios dela muerte legitinia el genocidio, componente esencial de la conquista En fa actuslidad, ya partir de la dévada de los 60/10, genovidio nunca interrumpido con que nos obsequia el ea pitalisma instaurado a partic del acontecimiento de 1492 ‘obra nuevos brios. Mueren miles de luchadores populares, obreros y eampesinos yo se trate de los pases controameri- ‘anos, dal Caribe © de Sudamétice, El motor wuelvea sor un 99proceso de acumulacién de capita. Se trata de lo que téeni- camente se denomina reconversién del capital. Fl capital \lebe ser relanzado desde una nueva plataforma, debe reco- ‘menzar su ciclo, pues habfa recaio en una de sus peores crisis, tal vez lamas profunda desde su fundacién en el siglo XVL Siempre sale de ellas produciendo un nieve proceso 6e acumulacién, una nueva acumulacion originaria, dria ‘mos, que como la primerssima, exige nuevos genocidios Estos nuovos genocidios requieren, a su vez, una nueva Jegitimacié por lo menos tan poxterest como Ia primera, esa que acompafs al genocidio en América, nevesario para Ia acumulacion originaria. Ex nuevamente Ia TaD la encargada ‘de cumplir tl cometido (3). Cereanos ya al quinto centensrio del “deseubrimiento", Juan Pablo I Tama a “una nueva evane gelizaciin de América Latina” que se despliegue “con més Vigor” (4). Esta “nueva evangelizicién”, no es otra casa que la ‘ara deol6giea del nueva procesode acumulacidn decapitales, expresado por realidades tan terriles como el Fondo Mone: tario Internacional (FMI), a deude externa con sus eifas que ya pertenceen al plano metatisico as transnacionales. ero1no todo en la préctica de les hombres de Iglesia del period de fa conquista y colonizacin fue ayudar al genoci- dio, ni todo en dicha teologia fue legitimarlo, Hubo un verdadero movimientoendefensa de losindigenas,enelque sobresslen los dominicos (5), y entre ellos resplandece eon uz propia fray Bartolomé de Las Casas (6) De la misma manera, las nuevas pricticas genocidas que ‘scompatianJaactualreconversiGn del capital encuentran, nto ‘2 una iglesia con su TéD que legitima el genocidio, otra Iglesia, {a Iplesia popular, ls que nace del pueblo, con su Taologts de a Liberaci6n TUL que las cuestiona radicalmente. Es nuestro propésito en este trabajo analizar algunos aspecios fundamentales dela TaD que acompané ylegitimé €l genocidio de I conquista y colonizacin, y de los despun- tes de la TAL que se encuentran en la précties y refexidn tcoldgica de quicnesse opusieron la misma, especialmente ‘de Bartolomé de Las Casas, 100 1.11 imperio de Cristo EL 12 de cetubre de 1492 Cristal Colén pisaba tierras americanas, tomando posesi6n deellas en nombre de los reyes ‘deCastillay Aragén, Isnbely Fernando. Pocodespués,en mayo {septiembre del aio siguiente, cl Papa Alejandro Vi daba & publicidad cuatro bulas (7) cn las que establecfa que cl Sumo Pontifiee, con iodala autoridad que leotorgaba elser “Vicario de Cristo" y "Sweasor de San Pedro”, donabalas nnevas tira Udescubiertasy otras por descubrir alos reyes de Espafia. Este acto papal a recido diversas intexpretaciones (8). No descartando-que consituya también “un expediente pragmti- co” exigido por Fernando a Alejandro VI, para asegurar jos ecechos dela monarquia espafoln a las nuevas tears, rente a tos posibles recmos de otras “poteneias martimasy comercia~ les europeas” (9), creemas que ln funcién que debian eumpliry ccumplieron las itadas bulas es mucho més complejayprofnda. “Ffectivamente, se trata nada menos que de una interven cidn en la formulaci6n de la legitimaci6n ideokigiea de. Ia ‘conquista iniciada; logitimacién ideolSgiea que necesaria- mente, par el momento histérico en que se realizaba, y por ser Espatia su ejecutora, debia asumir formes teolbyicas. La Fegitimaeién ideolégiea no es tarea que se realizas6lo frente ‘los demés -en este caso frente a las pretensiones de otros posibles competideres de Espafia en la empresa eotonial- sino quie debe ealar profundamente en la psiquis el mismo suelo cuya préctiea legitima. Es decir, el sujeto debe verse ‘ssf mismo legitimado, debe sentir que lo que hace es lo que ilebe hacer, que esté cumplisndo una alta misién, que me- diante ese practica se realiza a sf mismo y ayuda a te realizaci6n de los domés, Lu ligiimacion ideol6gica asume, necesariamente Ia forma de una verdadera cosmovision que cotorga pleninud de sentido n quien Ia realica Tindependientemente de sf el Popa en aque! momento tenfa poder sabre los reyes de Espatis, o éstes_ 10 tenian sobre aquél, es indudable que una aprobacidn expltcta del Poniitice «la tazea emprendi, consiltua una contcibucisn 101csencial para que el conquisiador tuviese tranguilidad de cconciencia para realizar su tarea. En ese sentido Ia interven cid papal es de suma imporianca. De allt que se requiers analizar la teologfa que la anima, porque seré la que legitime ‘Jos conquistadores en su inmensa turea de destruceion, En la primera bula, la “Inter cetera” del 3 de mayo de: 1493, después del encabezamiento, afitma Alejandro Vir “Batre as obras todas adeptasa la Majestad divina y desea bles para nuestro corazén, es sin duda alguna preferible a cualquier otra la exaltaciGn, mayormente én nucstros tiem pos, dele fe catoliea y religion crstiana, de suerte que se Ias propague y dilate por doquiora, y se procure la salvacion de Jas alas, el abatimiento de las naciones batbaras, la reduc cidn de las miscnas a nuestra fe" (10). En In segunda bul, la “Eximiae devotionis", de la misma) fecha, el Papa reafirma el donativo de Ins nucvas ticttas deseubiertas, “ticrresfirmes e isl apartadas e incdgnitas”, porque ls reyeseaidlicos estén emprendiendouna grandiosa ‘empresa “para mayor gloria de Dios Todopoderato, propa scion delimperioue Cris yexaltaciindelafecatsiiea”( 1). Enlatercera bula, la "Inicrcetera” del de mayo, express clPapai"Lo que mésentre ides las obras, ageada ala Divina Majestad y nuestro corazdn desea, es que la fe catdlica y religiGncristianaseaexaltada mayormente en nuesttos tiem os, y que cn todas partes sea ampliada y dilatads, y se procure la salvacién de las almas, y as batbaras naviones senn deprimidas y reducidas a esa misma fe", por lo cual lex reafiemaa los reyes catdlicosla posesién delas hueves tierras ddescubiertas afin de que pucsan proseguir la obra en que ‘stn emperiados “a honta del mismo Dios y ampliacion del imperiocristiano"(12). Por otra parte, vuelve a aparever en, cesta bula el eoncepto de “reduc sus moradores y naturales al servicio de Nuestro Sefior Redenior”(13). ‘Aparece asf un deverminado concepto de Dios que sera cel que presida toda la tarce de la conguista y eolonizacién, demodo que esimportunteexaminarlo para cntendereltipo de legitimacién que hizo posible el genocidio, El Dios de 102 eS ened igen hasmermraceat ae seer een te cactiivece ener iam rns eteteeeeen ee Se ee ota J ae ee pete abir cesta 103