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LAS TERRAZAS DEL RIO MAGDALENA Y LA POSICION ESTRATIGRAFICA DE LOS HALLAZGOS DE GARZON Por THOMAS VAN DER HAMMEN, ABSTRACT A critical study of the Pleistocene lake and terrace deposits in Co- lombia leads to the result, that, during the Quaternary, the climatic flue- tuations in this country were the same as in Europe and in Northamerica, with the only exception that the glacial periods were also of high atmos- pherie precipitation. The presence of a lime crust in the 45 m. terrace near Aipe (fig. 2) indicates that the terrace sediments were deposited during a wetter eli- mate with somewhat lower temperature than we observe today. The terrace sediments of this region are therefore interpreted as deposited during glacial-pluvial periods and not during interglacial-interpluvial periods. ‘A cautious tentative correlation of the rfo Magdalena terraces near Garzén in alpine pleistocene terms (fig. 1) results in the conclusion, that the 145 m. terrace in which the opal objects and the Megatherium bones deseribed by Biirgl (1958) were found, cannot be younger than Mindel. — 261 Con ocasién de los hallazgos de piedras (xilépalos) aparen- temente talladas, junto con restos de megaterio y mastodonte cerca de Garz6n (Huila) por H. Biirg] (1958), el autor de este articulo realiz6 en el mes de enero de 1957, junto con el doctor Biirgl, algunos estudios de las terrazas, en la region de Garzon, y de la posicién estratigrafica de los hallazgos. Se tratar4 aqui solamente la cuestién de la estratigrafia y edad de los hallazgos, dejando el problema de si se trata de ver- daderos artefactos humanos, a expertos en el Paleolitico. Para el buen entendimiento de lo que sigue, daremos pri- mero algunos datos generales sobre el clima durante el Cuater- nario en Colombia, conseguidos en investigaciones recientes. El clima durante el Cuaternario en Colombia. Por medio del andlisis de polen de los sedimentos de la an- tigua laguna de la Sabana de Bogota y de varias lagunas en el paramo de Palacio, se ha podido reconstruir la vegetacién y sus cambios, durante el Cuaternario, en dichas regiones. De estos cambios fue posible sacar conclusiones sobre los cambios de clima. Con base en los diagramas de polen se pudieron construir asi tres curvas, a saber: 1? De las fluctuaciones del limite altitudinal del bosque. 2? De las fluctuaciones de la temperatura media. 88 De las fluctuaciones de la precipitacién atmosférica. Comparando estas curvas para el Cuaternario (Pleistoceno y Holoceno) entre si y con curvas de temperatura del Cuater- nario de otras partes del mundo, se pudo llegar a las siguientes conclusiones (Van der Hammen, 1958) : a) Las glaciales e interglaciales del Cuaternario de Co- lombia corresponden en tiempo y en intensidad con las de Eu- ropa y otros paises del mundo, bien estudiadas. — 2638 b) Durante las méximas de las glaciaciones, la temperatura media fue de unos 8° C mAs baja que hoy dia. c) Los periodos glaciales de Colombia son simult4neamen- te pluviales, y las interglaciales interpluviales, es decir, la pre- cipitaci6n durante las glaciaciones, fue mas alta que hoy dia. d) También fluctuaciones de temperatura menos importan- tes, como son las interstadiales, se pueden correlacionar con las de Europa y Norteamérica, como, por ejemplo, el interstadial de Alleré, igualmente fechado en distintos Continentes 10.000 — 9.000 A. C. No cabe duda de que las glaciaciones del Pleistoceno son mundialmente las mismas, y que se manifestaron en Colombia no menos claras que en otras partes del mundo. Las terrazas del rio Magdalena en los alrededores de Garz6n. Los cambios climAticos del Cuaternario tuvieron una in- fluencia importante sobre e] régimen de los rios, es decir, que Ja alternacién de periodos de erosién y de sedimentacién causé Ja formacién de terrazas, de las cuales cada sedimento y cada escalén refleja un determinado periodo climatico. Segan que estemos en el curso alto, medio 0 bajo del rio, los periodos de sedimentacién pueden corresponder a los glaciales 0 a los inter- glaciales, y los periodos de erosién, a los interglaciales 0 gla- ciales. Como se ve, el problema es complejo, y en muchas partes del mundo es dificil, en el actual estado de las investigaciones, decir si las terrazas de acumulacién corresponden a glaciales o interglaciales. Especialmente se vuelve més complicado el pro- blema en el trépico como en Colombia, donde los “glaciales” son, ademas, “pluviales”, y donde tenemos, por consiguiente, un fac- tor importante completamente inverso a las condiciones en Eu- ropa. Por otra parte, hay otros factores que son los mismos, como la influencia del descenso del nivel del mar durante los “gilaciales”. El problema es tan complicado que resulta imposible resol- verlo por medio de consideraciones teéricas solamente. Se ne- cesitan pruebas geolégicas y paleontolégicas. Las terrazas del rio Magdalena en los alrededores de Garz6n (fig. 1) no son del tipo de “terrazas de acumulacién”, ya que apenas se encuentran uno o dos metros de sedimento, sino prin- 264 — ESQUEMA DE LAS TERRAZAS DEL RIO MAGDALENA EN LOS ALREDEDORES DE GARZON -HUILA THE TERRACES OF THE RIVER MAGDALENA NEAR GARZON (Dpta of Huila) COLOMBIA, SOUTH AMERICA tos sane oumaLest cipalmente son del tipo de “terrazas de erosién”; son, simple- mente, una serie de escalones erodados en las rocas de la forma- cién Honda (Mioceno) ; las partes planas estan cubiertas m4s o menos con un metro de sedimentos. Tales terrazas se podrian formar por la influencia de suce- sivos levantamientos de la cordillera sobre el régimen del rio. Pero todos los datos que tenemos hasta ahora parecen indicar que no se realizaron levantamientos de importancia después del Pleistoceno mds inferior. Ademas, no se han encontrado fallas de edad pleistocena en esta parte del valle del Magdalena, y las terrazas no fueron inclinadas por tales movimientos. Debemos llegar entonces a la conclusién de que las terrazas del Alto Magdalena (por lo menos las del Pleistoceno Inferior y Medio) tienen su origen en cambios clim4ticos. Ya que, como vimos arriba, los cambios climaticos del Pleistoceno de Colom- bia se pueden correlacionar perfectamente con los de Europa y Norteamérica ; un ensayo de correlacién de terrazas “‘climaticas” en Colombia con las glaciaciones europeas, etc., es perfectamente factible; pero antes de poder realizar esta tentativa de correla- cién debemos primero tratar de resolver el problema de si la sedimentacién corresponde a un glacial o a un interglacial. Rio abajo, cerca a Aipe, el espesor de los sedimentos de las terrazas ha aumentado considerablemente, siendo de mds de 8 metros en la terraza de 45 metros sobre el nivel del rio. En estos sedimentos arcillosos se encuentra a una profundidad de 210 cen- timetros una capa de cal de 30 centimetros. Esas “costras” de cal se forman en condiciones muy especiales, de gran cantidad de lluvia invernal y alta evaporacién con un factor de lluvia in- vernal de 50 (precipitacién de los meses de invierno dividida por la temperatura en grados centigrados (véase Wilhelmy, 1954). Aunque faltan datos meteorolégicos exactos de la regién de Aipe, a juzgar por los datos de regiones no muy lejanas, este factor hoy dia debe ser 35, aproximadamente. El factor 50 se alcanzaria all4 con una temperatura de unos grados mas baja y una cantidad de lluvia invernal mayor que hoy dia. Tales con- diciones deben haber prevalecido durante los glaciales, y espe- cialmente interstadiales, pero no durante los interglaciales. Re- sulta, por lo tanto, que los sedimentos de la terraza de 45 metros en Aipe (con megaterio y mastodonte) fueron depositados du- 266 — T.VAN DER HAMMEN, Los ferrazas del Rio Mogdoleno ete. Fig. 2 CORTE DE LA TERRAZA DE 45m SOBRE EL RIO MAGDALENA AL SUR DE AIPE - HUILA Superticie Capa vegetal Arcilla gris (arenosa) (Concreciones de Fe en lo porte baja) Capa o costra de col (Huesos de Megoterio y Mastodonte) Arcilla gris oscura (arenoso) Arcilla arenosa gris con gravilla Dib: Ima Cortés Cediel rante una glaciacién. Entonces, probablemente, es lo mismo para los otros sedimentos de terraza, en el Departamento del Huila. Ahora podemos tratar de interpretar las terrazas de la fi- gura 1, escogiendo siempre la fecha mas reciente posible. Las dos terrazas mas bajas, 10 y 24 metros sobre el] nivel del rio, se pueden contar ambas como de la glaciacién Wiirm, ya que hay dos fases en esta glaciacién, separadas por un largo interstadial (“interpleniglacial” Van der Hammen, 1957). También en el glacial Riss hay dos importantes fases, separadas por un inters- tadial: por consiguiente. se podrian fechar las terrazas de 45 y 70 como glaciacién Riss. De la misma manera, podriamos consi- derar la terraza de 115 metros como formada durante la inte- rrupcion fria en la mitad del interglacial Mindel-Riss, y la de 145 metros durante el glacial Mindel. Las terrazas 200, 270 y 310 metros sobre el nivel del rio, se podrian considerar como Pleistoceno Inferior, es decir, formadas durante las glaciaciones Giinz y Donau, sus interglaciales e in- terstadiales. La gran erosién entre la terraza de 310 metros y la siguiente mas antigua, a una altura de 385 metros sobre el rio, podria representar el limite Plioceno-Pleistoceno. Asi, con sideramos los restos de terrazas de 485, 550, 630 y 700 metros sobre el rio, como del Plioceno. Con cualquiera otra interpretacién razonable que se tra- tara de hacer, resultarfan todavia mds antiguas las terrazas. Una edad Mindel es la edad minima que se puede dar a la terraza de 145 metros, correspondiente a una fecha de 180.000 aiios, aproximadamente. Dar una edad mucho mas reciente a esta terraza, por ejem- plo, Pleistoceno Superior, necesitaria la suposicién de una ra- pidez de erosién fuéra de lo posible, y que estaria en desacuerdo con lo que se conoce sobre terrazas en todo el mundo. La estratigrafia de las terrazas y del sitio de los hallazgos. En la figura 1 esté representada también la estratigrafia de los sedimentos de varias de las terrazas, segin observaciones he- chas en el terreno, incluyendo también la estratigrafia de la parte inundable de la actual planicie del rio. Esta estratigrafia es esen- 268 — cialmente la misma sobre cualquiera de las terrazas: sobre la superficie aplanada de la formacién Honda del Mioceno se en- cuentra primero una capa de gravilla mas 0 menos gruesa; en- cima de esta capa sigue una arcilla mas 0 menos arenosa; cerca a la superficie se ha formado una capa vegetal. La interpretacion es la siguiente: la capa (0 lentes) de gra- villa son los residuos dejados por el rio en su erosién en este sitio (compdrese el actual lecho de gravilla del rio), la capa de arcilla fue depositada después, encima de la gravilla durante las inundaciones de invierno de la planicie ya erodada. Esta estratigrafia fue encontrada en el sitio en donde se hallaron los artefactos y los fragmentos de huesos, a una altura que corresponde exactamente a la de la terraza de Garzén. Des- de el punto de vista geolégico, no cabe la menor duda de que se trata de un sedimento de la terraza de 145 metros, que no puede tener, como vimos arriba, una edad menor que glacial Mindel (mas 0 menos 180.000 afios). También esté fuéra de duda el que varios objetos de piedra y fragmentos de huesos fueran encontrados por el doctor Biirgl en la parte baja de los sedimentos de la terraza en la capa de gravilla donde estos sedimentos se hallaban perfectamente en su posicién original, quedando asi completamente excluida la posi- bilidad de intrusi6n posterior. El autor, ademas, esté de acuerdo con la opinién del doctor Biirg] de que el hallazgo de tantos pedazos de xilépalo acumu- lados en un sitio, junto con la gran cantidad de huesos de mega- terio (y mastodonte), no parece natural, aunque esta observa- cién, logicamente, no pueda darnos una prueba definitiva del origen humano de los objetos de xilépalo. Pero es nuestra definida opinién que es imposible negar la gran edad de los objetos (sean verdaderos artefactos 0 no) y de los huesos, en vista de las claras circunstancias geolégicas y es- tratigréficas. Por esto se justificaria plenamente el realizar por parte de los arquedlogos una excavacion en mas grande escala. — 269 BIBLIOGRAFIA Bina, H., 1958—Artefactos paleolitieos de una terraza en Garzén, Huila (Co- lombia). Revista Colombiana de Antropologta, presente nimero. Van per HaMMey, TH. 1957.—A new interpretation of the Pleniglacial stratigra- phieal sequence in Middle and Western Europe, Geologie en Mijnbouw (N.8.), Vol. 19, pp. 493-498, VAN DER HAMMEN, Th., 1958—Pollen analysis of Pleistocene Lake-sediments from the Sabana de Bogotii (Colombia, South America), Actes du V Congress International d’Inqua. Madrid (1957). Wunemy, H., 1954—Die Klimamor phologische und pflanzengeographische Entwicklung des ‘Trockengebietes am Nordrand. Siidamericas seit dem Pleis- tozin, Die Erde, 1954, Nos. 3-4. 270 —

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