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El Derecho Romano en los Primeros Siglos de Ia Europa Medieval! José pz Jestis LeprsMa Unibe Profesor de Derecho Romano Historia del De- recho Mesieano en el Departamento de Derecho de la ULA y en Ja Facultad de Derecho de Ja UNAM, Sumanto: 1. Explicactén pretiminar, 2. El Derecho Romana come fuotor de ta civili- zacién contempordnea. 3. Concepto, limites y funciéu de la recepeién del Derecho Romano, 4, Periodizacién de la Recepeién. 5. El Derecho Romano en Oriente, 6. El Derecho Romano en Oe 7. Derecho Romano y Derechos Germanos, 8, Fl Dereche Romane en In Vapahia visigétiea, 9. Resultados de la Recepeién hasta el siglo XIE, AY Italia, B) Francia, C) Espaita, D) Alemania E) Inglaterra, 10, A manera de conclasién, dente, explicacién preliminar. 1, EXPLICACION PRELIMINAR La Ltrerarura histérico-juridica presenta hoy en dia un curioso fenémeno que consiste en que mientras que los investigadores han dedicado sus mayo- res brios a Ia Historia externa, Iu propiamente institucional que desde Letenrtz? solemos llamar interna, aparece casi inexplorada, sobre lode por lo que al Derecho Privado de la Edad Media se refiere. Constituye pera nosotros una seria preocupacién, iratar de uportar en alguna medida nuestra colaboracién ante tan importante laguna, y para ello hemos decidido que a la Historia del Derecho Romano que culmina con Ja obra de Jusriniayo levada a cabo el con lo concerniente a los siglos ulteriores, hasta nuestros dias. de ser posible, para continuar después con esa abandonada Historia Institucional. La atencién que los romanistas vienen consagrando al llamado fenémeno igh VI, se prosiga la investigacién de la Segunda Vida del Derecho Romano, sucle ponerse en movimiento a 326 Juridica —Anuario partir de la escuela de IRNERIO que fMorece en visperas del siglo XIL. asegu: rando casi por inercia que en los siglos anteriores* de la edad media se olvidé absolutamente todo lo referente al conocimiento, estudio y practica del Derecho Romano, Por nuestra parte, siempre hemos combatido esta tesis, aduciendo que los procesos histéricos rara vez suelen interrumpirse violen- tamente de tal modo que la gloriosa escuela Imeriana de los Glosadores no parece ser® sino la culminacién de todo lo acaccido en la materia durante la Alta Edad Media ®. Ha parecido a nosotros imperioso comenzar tratando de indagar cémo y en qué medida el occidente europeo reaccioné ante el derecho romano du- rante ese periodo, Hemos de tener presente que en el fondo este problema histérico-juridico, no es sino un aspecto de la Historia de la Cultura Ocei- dental que se inserta en la del romanismo que al iniciarse la edad moderna se desbordaria de sus primeros limites continentales. Sélo con base en la ubicacién anterior podemos rechazar la idea de que el fendmeno que suele Hamarse “Recepeién de un derecho” y que en seguida estudiaremos, se produce cuando se vierte en cddigos. La recepcién, distinta de la imitacién y de la concesién7 se engendra con independencia de que su resultado cristalice en libros de derecho o de doctrina® El proceso historico de una recepcidn juridica, asi entendido, posee raices remotas que en iltima instancia son las que explican su propia dindmica y sus resultados. La Historia del Derecho como disciplina juridica es ante todo una dis- ciplina cientifica, a pesar de que no se exprese en términos normativos® y es por ello que debe proceder con rigor tanto al usar su propia semantica como al operar con su propio objeto formal. Es importante tener presente que en la recepcién del derecho como una parte de los movimientos operacionales de la cultura o interculturaciones, Ia conciencia y la voluntad del hombre y del pueblo, habitualmente, juegan un papel secundario. 0 a lo mas paralelo a otros que presionan en el resul- tado de un modo directo, ” EL DERECHO ROMANO COMO FACTOR DE LA CIVILIZACION CONTEM- PORANEA La expresién “Derecho Romano”, no corresponde en modo alguno a un grupo coherente, orginico y homogéneo de principios y pensamientos juré dicos. Es el producto de mas siglos de evolucién, de los que lleva hasta ahora de existencia la cra cristiana, A menudo se encuentran opiniones contrarias y contradictorias, antiguas posturas que se remueven o que regresivamente reaparecen y en esto estriba El Derecho Romano en Ios Primeros Siglos de la Europa Medieval 327 una de sus mis fuscinantes notas de sentido perenne, pues resulta ser de este modo un caudal enorme no sélo de posibilidades jurfdicas sino de experien- cias que vivilican a cada momento a quien Jo conoce ¥ maneja. Es conocida la afirmacién de que en Ja Ciudad antigua no se conocié ni aprecié el valor de la persona humana. Siendo cierta la afirmacidn, precisa completarla, haciendo ver que fue en Roma en donde por vez primera se le puso en crisis preparando de tal modo el ambiente social, jurfdico y filosé- fico para que el cristianismo transformara sustancialmente a la cultura an- tiga, EI Derecho Romano es el producto de una lenta evolucién de pensumiento. ‘Tal evolucién se nos explica, como un resultado légico de lo que hemos Ila- mado “las condiciones objetivas” que en cada caso van preparando los cam- bios en el devenir juridico? Estas condiciones se conjugan y configuran verdaderos procesos, que no son otra cosa que transformaciones secuentes que siguen una misma linea; es verdad que la conciencia del hombre no siempre juega un papel trascendente en esos procesos, pero es que una de Jas condiciones objetivas de cambio se localiza en los fendmenos psiquicos 0 cambios del sentimiento juridico, de tal modo, que sun cuando hay cierto grado de inconsciencia en tales procesos, ellos no se mueven sin que éste presente en el fondo la libertad humana. Los procesos del devenir juridico pueden ser progvesivos o regresivos, los primeros denotan una evolucién ascendente que tanto mas se aleja de su punto de partida, cuanto mas prosigue tal evolucién, los regresivos como su nombre le indica con claridad, revierten en mayor 0 menor medida a un punto anterior Hasta ahora la atencién de los estudiosos de la historia juridica no se ha detenido a tratar de analizar y seguir Ja linea de estos procesos del devenir juridico. Quizés sea a los tomanistas solamente a quienes algo se deba en este sentido? La historia jurfdica debe ser estudiada en atencién a los procesos de evolucién que en el tiempo y en el espacio pueden encontrarse, pues silo asi sera posible comprender cabalmente Ja transformacién de las instituciones del derecho piblico y privado que se interrelacionan mas 2 menudo de lo que normalmente se sospecha, ** El derecho romano que en Ios anteriores capitulos hemos venido mos- trando en su aspecto histérico, ofrece una vastisima gama para el estudio de Jos procesos de cambio. En efecto, recordemos que de lo ya estndiado hemos visto, entre otros, los siguientes grupos de cambi 328 Juridica —Anuario Primero: La secularizacién det derecho 17 Segundo: La publicizacién det derecho *8 Tercero: La cosiopolitizacion del derecho 1 Cuario: La desmaterializacién del derecho *? Quinto: La multiplicidad de instituciones juridicas, ete. 24 Por otra parte, todos estos procesos operan y se producen en forma tal, que unos actian sobre otros. engendrando los mas diversos resultados, unos nacen precisamente de la cesacién o transformacién de los precedentes.?* Seguramente que una de las mas valiosas ensefianzas de la historia del derecho romano estriba en mostrarnos que lo imas relevante de ella es “el cambio”, pero que tal cambio obedece a la conjugacién de la libertad hu- mana y las condiciones circunstanciales que ya hemos precisado en cada caso. Por eso ex posible precisamente. que el cientifico busque formar perfo- dos que le permitan distinguir las caracteristicas eomunes que en ellos pre- senta el derecho que se estudia, 2° Ya sabemos que la periodizacién no sélo es atil, sino necesaria para ayu- darnos a comprender mejor cl vasto panorama de un derecho en constante evolucién, como lo ha sido el romano. ®# Solamente que los procesos de tran: formacién juridica no se detienen donde termina o comienza uno de los periods que convencionalmente hemos marcado. 2° Este derecho romano en permanente cambio y perenne transformacién, debe ser detenido por nuestra atencién, para conocerlo dogmaticamente y extraer asi de su savia el valor formative que rinde en beneficio del jurista. He ahi por qué al curso de Ja historia sigue con toda razén el estudio de las instituciones juridieas del derecho pablico y privado, aspcctos ambos que se condicionan reciprocamente. aunque para entender bien aquéllos es me- nester conocer bien el fondo histérico politico en que germinan y se modif can, extinguiéndose en ocasiones o dando lugar a nuevas figuras. El derecho romano no se extinguié con la aniquilacién politica de las dos porciones del imperio separadas por casi un milenio, sino que por el contrario se desparramé y se impuso, Jenta o violentamente en diferentes casos y los procesos que s¢ estaban produciendo cuando ambos imperios pere- cieron como tales, prosiguieron aunque bajo el influjo de nuevas condiciones sociales. Pero curiosamente. se produjo un insélito fenémeno en la historia de las ideas y de las instituciones humanas: por una parte, el derecho romano mismo originé modificaciones importantes en el sistema de vida de Ins pue- blos que lo recibieron y por otra parte, ese derecho recibido no sélo fue el vigente al momento de entrar en contacto con él los pueblos germanos, EI Derecho Romano en los Pri-neres Siglos de la Europa Medieval 329 sino también el Hamado derecho clisico, que en si mismo no estaba vigente entonces y que renaceria, egada Ja épova del humanismo y que se irie descubriendo a Ja vista de los especialistas mediante Ja caza de interpola- ciones. 98 De lo anteriormente explicado debemos conchuir: Primero: que el derecho romano se movestra, desde un punto de histérico, en perpetuo cambio. Segundo: que las transformaciones que experimentan las institucioncs juridicas obedecen a Jas condiciones objetivas de tiempo y lugar, aunadas a fa libertad humana, Tercero: que aunque poco estudiado por los especialistas, en el fondo de esos cambios se van descubriendo procesos que se interrelacionan y que al conocerse y ser estudiados, permiten adentrarse mejor en el derecho anti- guo y por ende comprender mejor el derecho actual. Cuarto: que el derecho romano no se extinguié con el perecimiento po- litico del Imperio, sino que fue recibido en diversas medidas por los nuevos pueblos que surgieron de las ruinas del mundo antiguo. Quinto: que no sélo el derecho justinianeo fue y ha sido objeto de te cepcidn, sino también el Hamado en forma general “derecho prejustinianeo™.. Para adentrarnos con éxito en el resto de este curso nos interesan prin- cipalmente Jas dos altimas conclusiones apuntadas. 3, CONCEPTO, LIMITES Y FUNCION DE LA RECKPCION DEL DERECHO: ROMANO Estudiar la recepcién dei derecho romano en Europa es labor ardua y por demés compleja. Para tener posibilidad de comprenderla, es necesario aludir con frecuencia a la problematica histérica, econdmica y filoséfica, ete., de cada sitio y de cada época, pues tal fendmeno? se injerta en todos esos aspectos de Ja cultura europea 2S, Por otra parte, debemos tener presente desde ahora que clestudio de este capitulo debe = principalmente, para poder compren- der ulteriormente la recepcién del derecho romano en Méxieo.2® Sin el cono- TVvirnos cimiento de estos dos temas, cf estudio det curso resulta poro itil y en gran parte estéril. El conocimiento de Ja recepeién en tales cireunstancias vivifica y planifica el sentido de nuestro propio sistema juridico ®, permitiéndonos ubi- car nucstro derecho mexicano y adentramos en el conocimiento de su per- sonalidad. 3 Es frecuente que en los libros de Ia materia, tos profesores omitan Je importante explicacién del concepto, limite y funcién de la recepeién. Vamos 330 Juridica.—Anuario pues a dedicar las siguientes Iineas a explicar brevemente esas cuestiones para ocuparnos posteriormente del fenémeno hictorico-jurfdico en cuanto tal. Las culturas, igual que las razas, rara ver pueden ostentar un origen puro, es mas, en nuestros dias no se puede hablar con propiedad de una cultura que no sea en cierta medida producto de interinfluencias miltiples. Al derecho, como elemento de la cultura de un pueblo * se le aplica por tanto el mismo principio. Ya en diversas ocasiones hemos tratado de la recepcién de la cultura y del derecho de Grecia en Roma, es ese quizas ‘el ejemplo que hasta ahora hemos manejado mas. También nos hemos refe- rido a la fusién de las dos culturas; romana y germane por un lado y bi- zantina y turca por el otro, con un intervalo de casi mil afios. Podemos afirmar que la recepcién se opera también en forma lenta me- diante un proceso del que el pueblo en cuestién no es plenamente consciente. Caso bien distinto es el de la imposicién de un derecho * que viene a pro- ducir una sustitucién de ordenamientos, pues en tal caso estamos simple- mente frente a un impuesto de hegemonia politica, * que se produce violen- tamente y por lo mismo consciente, aunque no libremente. Se puede asi decir que la recepcién de un derecho es la aceptacién de ese sistema juridico que se produce mediante un proceso de adaptacién del pueblo que lo recibe. 3* En la recepeién deben distinguirse diversos momentos de acuerdo con la dinamica del proceso correspondiente: a) Conocimiento del derecho que se recibird. b) Primer contacto entre ambos derechos. c) Difusién del derecho recibido. d} Concentracién del mismo derecho. e) Integracién plena en el resto del sistema. Es facilmente explicable que el tiempo en que transcurre el proceso en pasar del primer estudio al dltimo depende en gran parte de fos factores que propician, aceleran y obstaculizan Ia recepcion; para comprender cabal- mente esta problematica, es preciso considerar que en muchos casos, no solo se da un alto grado de conciencia del fenémeno que se esta produciendo. sino que es hasta posible suspender voluntariamente ese proceso como nos lo muestra en multiples casos la experiencia histé1 a. Esos factores deberan ser localizados en las siguientes areas: 1. Propician y aceleran la recepcién: a) El poder de adaptacién que el derecho por recibirse presenta, ya que toda recepeién supone un cierto grado de mezcla o combinacién, de lo con- ET Derecho Romano en los Primeros Siglos de !a Europa Medieval 331 trario se trataria de una mera fusién. Por otro lado, el derecho recibido sufre siempre ciertas transformaciones al unirse al medio ambiente que lo reeibe, *7 Jo que sucede es que al producirse la unién se engendra un nuevo producto. b) El valor intrinseco del derecho por recibirse, Si recordamos la rapidez con que se produjo la aceptacién que los germanos hicieron del derecho yomano en detrimento del suyo propio, veremos que a ello se reduce el paso de] sistema personal al del estatuto real. Logicamente el derecho de los pu blos germanos, némadas poco antes, no resistié al impacto del derecho ro- mano. ©) Las circunstancias politicas, socio-econémicas, ideoldgicas. etc., del momento correspondiente. Este factor puede ser tanto un elemento que favo- rezca la recepeién cuanto un obsticulo para que ella se cumpla.3® d)} La caracteristica y peculiar psicolagia del pueblo que recibe el nuevo derecho, Es interesante también sefialar por lo que al derecho romano especifica mente se refiere como una circunstancia especial: ©) La aceptacion y buena acogida que det derecho romano hizo la Igle- sia cn la Edad Media. No debe pasarse por alto esta circunstancia, dado que en esa fase de la historia europea, Iglesia y Estado son las dos sociedades que en su dialéetica explican toda la problemitica politica de entonces. Muchos otros factores podrian encontrarse en la experiencia histérica. bstermos los anteriores a manera de ejemplos. 2. Obstaculizan y retardan la recepeién: a) Las circunstancias ya antes sefialadas. hb) El espiritu conservador del pueblo en cuestién, muchas veces poco permeable a recibir cambios en su sistema de vida. ©) La capacidad que el propio derecho tenga de asimilarse a aquel que esta por reeibirse ya que en tanto mas puedan convivir los dos sistemas, la respectiva recepeién produciré los posibles siguientes resultados: una mez- cla de ambos ordenamientos y una casi total sustitucién en heneficio del derecho que logre imponerse en atencién a los factores que antes se expli- caron. En ciertas ocasiones resulta dificil precisar el Ambito y medidas exacias de una recepeidn, en cuanto que lo que realmente produce es una deforma: cién de uno de los dos derechos, con Jas respectivas consecuencias en ja produceién del resultado definitivo. Es interesante hacer notar que cllo se nos muestra en la combinacién que originé el derecho castellano espaiol 332 Juridice.—Anuario al combinarse con el derecho azteca en el centro de México a raiz de la colo- nizacion de nuestra patria. # Ello obedece también al mestizaje de las razas que animaba al espiritu espafiol, seguramente. Debe buscarse también otra explicacién a este curioso resultado, en las diversas circunstancias ambien- tales en que el derecho europeo debié ascntarse y proseguir su evolucién. Es natural que al ser la recepeién de un derecho un fenémeno trascen- dente, # subsisia también en el fondo de su operabilidad bastante del pres- ligio del origen mismo del derecho por recibirse y esto se vincula con todo lo que tiene de consciente el fendmeno. Es en verdad ésta una nota psicolégica que mueve muchas veces al género humano. Desde un punto de vista diferente al que venimos tratando, Ja recepcién se puede distinguir en: a) Recepeién de primer grado, que se da cuando directamente el derecho © material cultural en cuestién se arraiga y difunde; y bh) Recepcién de segundo o ulterior grado, cuando algim vehiculo o medio de transmisién conduce al derecho a otra comunidad que aim no lo habia recibido. Es cierto que cuando se habla de recepcién se piensa siempre en el caso normal que es el primero. pero no debe perderse de vista que en ta mayoria de las veces, la recepcién es de grados ulteriores, de modo que Los contactos culturales que han ido conformando a la humanidad son easi una cadena de recepciones en este sentido. # Es evidente que en tanto la recepcién se remonta a mayor grado, sera menos intensa: asi, por ejemplo, la recepcién que del derecho griego se pro- dujo en Francia cuando ésta fue una provincia romana, fue mas intensa que cuando el derecho francés se recibié en Canada, por lo que se refiere al derecho griego transmitido por Roma, teniendo como intermediaria a la mis- ma Francia. En un préximo capitulo, al referirnos a la recepcién del derecho romano on México, trataremos también un problema de recepcién en segundo grado, por mas que siendo Espafia ef principal vehiculo transmisor de exe slerecho, evidentemente no fue el anico. Hasta aqui hemos visto el concepto y la dinamica de Ja receprion en ge- neral, veamos ahora cual es su materia y los limites que le son propios. Dice Agustin Diaz Braet que “... la recepeién consiste en un conjunto de precedentes y actos, operaciones y habitos juridicos relacionados y suce- sivos, no espectacularmente, ni impuestos autoritariamente, Es un reiterado aceptamiento de principios tenidos por definitivamente ciertos. independien- Ei Derecho Romano en las Primeres Siglos de la Europa Medieval 333 temente del tiempo y de la regidn, que se expresan en formulas permanentes y necesarias, para ulteriores procesos legislativos o doctrinarios. 47 De esas ideas debemos comenzar a preguntarnos algo que podria parecer a simple vista un tanto ociose. 2 Qué es Jo que en verdad se acepta cuando se produce la recepcién de un derecho? Parece resultar obvio que es ese dere- cho, pero continuemos preguntando. ;Nos referimos al derecho como ciencia o como legislacién? Para dar una correcta respuesta a las importantes cues- tiones que anteceden, es preciso tener presente que la recepcién se opera en cada caso con diferentes grados de intensidad en atencién a los factores ya explicados. 4 Se opera la revepeién, en minimo grado, por supuesto, desde que se im- planta una doctrina extranjera hasta cuando se implantan costumbres proce- dentes de un medio erso. Se puede esquematizar el resultado de estas reflexiones indicando que la materia de una recepcién juridica va de menos a mas, segiin la siguiente enumeracién, aun cuando puede, siendo intensisima™ abrazar todos esos grados: 1. la doctrina; 2. los sistemas de ensefianza; 3. la legislacién; 4. los principios generales, incluidos aquellos técnicos conforme a los cuales se crea y aplica el derecho, y 5. la costumbre y los habitos. Es evidente que siguiendo la anterior escala de fuerza creciente, s6lo en rarisimos casos se producira una recepcién de costumbre y habitos, enten- diendo por ellos, no slo los “estrictamente juridicos” como fuente de derecho, sino también la especial forma de proceder en el estudio de ia problematica juridica en todas sus dimensiones, de modo que a diario los contactos doc- trinarios son estrechos y constantes, no sélo en el campo de lo juridico sino en toda la cultura. No deja de ser relevante apuntar que en nuestra época actual, los me de difusién facilitan enormemente la recepcién cultural en sus diversas ramas y con diferente grado de fuerza. En la antigiiedad era menester que se pro- dujeva una invasién como la arabiga en Espatia o el descubrimiento de un coulinente, para permitir los contactos culturales. Hoy, por el contrario, nos hemos habituado tanto @ constantes recepciones, que practicamente no las apreciamos, por ser cosa comin. ®! La recepeién es un concepto fundamental en la historia general. El in~ tercambio cultural en el que estriba la perdurabilidad de Ja civilizacién hu- mana se apoya realmente en la continuidad de la historia del hombre. Parece como si existiera una ley en la dindmica de los contactos culturales, gracias a la cual fuera posible el incremento del radio de accién de la cultura me- diante recepciones reciprocas e interactuantes. © 334 Juridica —Anuario La recepeién supone asf una asimilacién de experiencias pasadas que enriquecen el caudal de progreso de las comunidades humanas. ® Se ha dicho que la recepeién juridica es un caso especial de intercambio civilizador de partes principales o esenciales de un ordenamiento juridico. Bien sabemos que, en la antigiiedad, Ia recepcién ha operado mediante transmisién oral para tomar después diversas formas graficas. ° Hoy en dia hemos dicho que Ia recepeién es cosa mas 0 menos comin, tengamos cui- dado de apreciar que cuando el derecho recibido ha logrado Megar a Ia fase de concentracién ya antes indicado, se integra en el resto de los valores cul- turales de la comunidad y deviene un elemento propio de la nacionalidad, por més que se reconozea su origen y procedencia. 4, PERIODIZACION DE LA RECEPCION Al igual que lo hicimos en el capitulo tercero, convendria ahora a los fines que nos proponemos, periodizar el prolongado espacio de tiempo en el cual se cumplié el proceso que vamos a estudiar. ® La principal diferencia que se aprecia entre la materia periodizada al dividir la historia juridica de Roma, y la que se refiere a la recepcién del de- recho romano, estriba en que, mientras en aquella ocasi6n se estudiaba direc- tamente e} derecho en su evolucién, aqui analizaremos cémo ese derecho ya formado y conformado, fue infiltrindose con diversos grados de aceptacién unas veces y rechazado en otras, dentro del medio juridico europeo. Resulia especialmente importante en esta ocasién, advertir con toda cla- ridad, que seré necesario tener presente a literatura, filosofia y demas crea- ciones culturales de la Europa que se estudiara juridicamente. Ya explicamos, en efecto, que en la fusién de estos elementos operan los factores que facili- tan o retardan la recepcién de un derecho dado, imprimiendo en todo caso a estos fenémenos de interculturacién su propia fisonomia y condicienando en buena medida la naturaleza de sus resultados definitivos, 57 ‘Téngase presente que un examen a fondo de la recepeién del derecho en Europa y América, es materia que todavia esta por hacerse y competiré mis que el romanista en sf, a aquel estudioso del derecho y de su historia que pretenda localizar ininterrumpidamente el proceso de formacién del sistema juridico romano-germanico. ° Utilizaremos un criterio geografico para dividir ia vasta materia que nos espera. En primer término hemos de ocuparnos de la porcién oriental del imperio para seguidamente estudiar Ja vecepcién en Occidente que mas interesa a nuestros fines. Preferimos, en lugar de enunciar desde ahora los criterios de periodiza- El Derecho Romano en Ios Primeros Siglos de la Europa Medieval 335 cién que se empleen. irlos presentando conforme se desarrolla la explicacién del presente capitulo y siguiendo los lineamientos ya expresados en el ca- pitulo tercero. 59 5. EL DERECHO ROMANO EN ORIENTE Al morir Justrxtano en 565, ces la produceién de las Novelas que tar fecundamente habia seguido expidiendo el imperecedero emperador. EI universalismo buscado por JcstINiANo se vio interrumpido en lo poli- tico al derrumbarse la reconquista occidental, pero el derecho de la compi- lacién siguié evolucionando en Oriente, a pesar de las repetidas e insistentes prohibiciones imperiales de interpretar y comentar el contenido del Digesto, Cédigo y Novelas. La sociedad bizantina posterior a JusTINIANO se helenizé cada vez mas. alejindose de aquello que de latino y occidental le quedaba todavia. Renaeian y se afianzaban con un sentimiento nuevo las antiguas usanzas de los pueblos orientales. El concepto que Jusrisiano forjara de la monarquia, con su recio sabor teocratico, siguié progresando hasta Hegar a configurar un verdadero: Basileus Autocratés. Este proceso de orientalizacién tiene en realidad sus raices en el siglo IV y quiz4s encuentre en CONSTANTINO a su precursor. & Subsistié la conciencia bizantina de la predestinacién del Imperio Ro- mano, como cabeza del mundo, cantada por Vincriio en los albores del Impe- rio y anunciada por Jupiter desde tiempo inmemorial. Se pensaba en la sociedad bizantina, que mientras el Occidente sucumbia ante el embate de los harbaros, en Oriente se refugiaba el destino supremo del mundo futuro. & La psicologia bizantina configuré una sociedad poco apta para impulsar con nueva fuerza al ya logrado derecho justinianeo, De acuerdo con lo que sostiene P.M, Borpoy Torkexrs, se pueden estimar como caracteristicas de Ja civilizacién bizantina las siguientes: 1. Fuerte desarrollo y actividad de la fantasia, 2. Ardor y poca consistencia espiritual. 3, Minimo de objetividad intelectual. 4. Debilitamiento y dislucién de la Iglesia bizantina y 5. Temor, propio de todo minimo intelectual. & Sabemos, por lo ya explicado anteriormente, que JustintaNo estableci en la Constitucién Deo Auctore % y en la Tamia Cirea (Dedoké) ® que sélo se autorizarian los siguientes trabajos: 1. Traducciones realmente apegadas al textos & 2, sumarios de los textos; 3. indicaciones del texto bajo cada ley; 4. referencias a materias afines 0 conexas, y 5. trabajos de confrontacién o cotejo. ® No parece, hasta donde nos cs posible saberlo, que tal prohibicién, que se castigaba en caso de incumplimiento con severas sanciones, se haya extendido a las otras tres partes de la legislacién Lo que buscaba cl empe- 336 Juridica —Anuario rador era evitar que se produjese una nueva anarquia, si se permitia libre mente interpretar y comentar la compilacién. Por bien intencionada que haya sido la actitud de JusTINtANo, no deja de parecer un tanto ut6pico el pretender paralizar la evolucién juridica. Es cierto que las condiciones sociales necesarias para que prosperara el argu- mento de autoridad, se habian dado ya, 7 pero no parece que tal prohibicién haya sido acatada siquiera mientras reind el mismo Justintano. A pesar de ‘que parece desprenderse de lo que se expresa en las referidas constitucio- nes que la compilacién, en cuanto formando una unidad legislativa y sistema- tica, bastara para resolver todos los posibles problemas que pudieran surgir ante los tribunales. ® La verdad es que la vida es mucho mis rica y cambiante -de Jo que puede resultar a previsién humana, por Io cual las pocas fuentes juridicas bizantinas que nos han legado del siglo VI, nos bastan para ob- servar, que al lado de lo permitido, ya surgen, desde los primeros afios en que estuvo vigente Ja compilacién, comentarios y exégesis de la legislacién, incumpliendo la mencionada prohibicién, Dentro de todos estos trabajos debemos recordar los siguientes: a. El Index de Teéfilo, uno de los juristas que lleva cabo la composicin del Digesto y de las Instituciones que versa, sobre las tres primeras partes del Digesto. 2. El indice del Digesto de Doro- TEO, del cual tenemos un niimero de fragmentos a nuestro aleance. * 3. El comentario al Digesto hecho por Esteban, contempordneo de JuSTINIANO, abajo muy interesante, que incluye también un index de las Pandectas, qui- z4s reducido a los libros que se explicaban en las escuelas. Durante el imperio de Justiniano II (565-578) se pueden sefialar dos obras: un index de autor anénimo 7 y el resumen del Digesto de Cirilo. Pero, sin duda alguna, la obra mas importante de este periodo es la Parafrasis a las Instituciones del ya mencionado Tg6rito. % La obra no es una mera traduccién al griego de las Instituciones, sino un valioso comentario exegético de tas mismas, en la que se nota, de manera muy particular, Ia influencia que en este tipo de trabajos debieron tener Jas escuelas de derecho de Occidente. El texto griego de Tr6r11o, fue encontrado por primera vez por Angel Pouiziano a fines del siglo XV, quien lo introdujo en la escucla humanista italiana. siendo desde entonces fundamental pata el estudio y comprensién de las Instituciones, por mas que contenga ciertamente inexactitudes de es- tilo, que deben atribuirse a la preponderancia que en la época estaba cobran- do el griego juridico sobre el latin. El mas valioso comentario del Cédigo es sin duda cl del contemporaneo de Justixiano, Talaleo, % que hace valiosisimas observaciones sobre la ocas- sio lezis de muchas constituciones. Se refiere también a Ia técnica de apli- ccacién y posicién de las constituciones imperiales en el sistema juridico y El Derecho Romano en Jes Primeros Sigios de la Europa Medieval 337 mediante preguntas y respuestas, nos explica miiltiples materias relacionadas con la obra en cuestién. Por lo que se refiere a las novelas, ademas del Epi- tome de Juttano y del Liber Authenticum, compuesto en vida de Justiniano; a principal compilacién de ellas se realiz6 bajo Tiberio emperador (578-582). Merecen también citarse los extractos de Anastasio y de Teovoxo el Her- mopolitano a principios del siglo VII y los comentarios de Troporo ter- minados bajo el emperador Maurico (afio 602). Ya, al hablar de la sociedad bizantina, hemos sefialado como una de sus caracteristicas, la inclinacién por lo religioso. ese ceséreo papismo que se inicia con JustiNtaNo, Ahora, en pleno siglo VII, el renacimiento del antiguo espivitu helénico, mezclado a esa nota, origina que el proceso de seculariza- cién del derecho, que ya desde el siglo TV a, C. habia mostrado rapidos progresos, denote por lo contrario una actividad regresiva que se inicia a partir de Consrantixo. ® Asi nos explicamos que aparezcan colecciones de Nomo-cdnones, que son disposiciones emanadas de las autoridades eclesisti- cas y confrontadas con las respectivas normas civiles dictadas por el empe- rador. §t De estas colecciones, las mas célebres son: la Collectio XXV Capitulorum, que data de Justintavo (Codigo I, 1, 4); la de Juan de Antioquia, Hamada Cellectio 87 Capitularum, \a conocida como Collectio Constitutionem Ecle- siasticarum Tripartite, que fue compuesta entre los afios 587-610 y que es ama compilacién de las normas relativas a la Iglesia, procedentes del Corpus Juris Civilis de Justiyiano. * En el siglo VII se rehizo la segunda de las citadas colecciones que devino asi el Nomocanon Quinquaginta Titulorum. con importantes disposiciones en materia de derecho penal, matrimonial y procesal. Otra compilacién, jlamada Nomocanon XIV Titulorum es debida al anénimo del que ya trata- Este tiltimo documento ha sido muy valioso para reconstruir miltiples constituciones imperiales de época bizantina, lo conocemos merced a muchas reformas que sufrié, siendo la mds importante la que procede de Teodoro Balsamén en el siglo XII. Hasta la fecha la iglesia griega se sigue valiendo de este trabajo. La creciente intervencién de Jos emperadores bizantinos en las cuestiones de ta Iglesia, originé que a la Negada de Leén UI al trono en el afio 717, se iniciara el cruento problema de Jos iconoclastas con importantes consecuencias mos, para el derecho." Hasta antes de esta fecha, s6lo Jos judios conservaban fre: ca la prohibjcién contenida en el Exodo de veneracién a lus imagenes.“ Si los problemas de la iconomaquia se inieiaron a poco de la Hegada de Leén al trono del imperio, no fue, sin embargo, sino hasta los primeros meses de 727 338 Juridica.—Anuario cuando dicté los primeros decretos ordenando Ja destruccién de las imagenes cristianas, secundado tres afos después por los altos empleados de su corte.8? Leén III, el isdurico, como fue Hamado por el nombre de su dinastia, fracas6 decidamente en su intento de que el Papa se asociara a su politica de persecucién de los conos. El afio 731, el papa Gregorio IT reunié un con- cilio que lanz6 excomunién contra aquellos “... que despreciando la antigua costumbre de Ja Iglesia, se oponfan a la veneracién de las santas imagenes. . El furor iconoclasta no cesarfa sino hasta el afio 780 § y sus consecuenci en el orden politico y religioso fueron incontenibles. La actitud iconoclasta de los dos primeros emperadores de la dinastia isdurica originé serios problemas que. traspasando los limites del imperio les consiguieron una segunda impopularidad. A fin de atenuar un poco Jo anterior y no pudiendo dar marcha atrés, en su posicién religiosa, estos emperadores optaron por reformar politicamente el derecho justinianeo. tra- tando de ajustarlo a las numerosas costumbres que paralelamenie a la lev eserita se fueron gestando en Jo militar, en Io agrario y en materia naval. Durante mucho tiempo, se atribuyé a los emperadores iconoclastas la for- macién de tres pequefios manuales, el estatuto del soldado, el del campesino y el del marino, Hoy tal tesis se ha abandonade y sélo algunos especialistas piensan que el estatuto del soldado debe situarse en el 740, a fines del rei- nado de Leén IIL. ® Lo cierto cs que para esa fecha las costumbres locales se habian impuesto y asi lo comprendié el primer emperador iconoclasta. quien quico popularizar el derecho mandando que para ello se formulara una coleccién escogida de leyes, a ias que se llamé Ecloga Legum. No se conocen sus compiladores. En el prefacio de la obra se di “que como las leyes se encuentran dispersas en muchos libros (se alude cier- tamenie a la legislacién de Justintaxo) resulta dificil que los que viven en Constantinopla ¢ imposible que los que residen en las provineias las conozsan y comprendan y que para evitar eso, se ordena seleccionar las mas impor- tantes, con el fin de que resalte mejor la sancién de estas piadosas leyes y la facil solucién de los problemas. asi como la justa condena de los trans- gresores y la prevencién y castigo de los inclinados a cometer el mal”. La obra consta de 18 titulos y permanecié en vigor hasta que el empera- dor Basilio el Macedonio In abrogé especialmente en el aiio 868. Siguié sin embargo usindose para fines didacticos y judiciales. Segiin SPULBER. fue conocida por los turcos y los billgaros, quienes a través de ella recibieron el derecho romano bizantino y de él se sirvieron para formar una coleccién de normas llamadas Zacon Sudni liuedem (leyes judiciales para el pueblo). También hay rastros de la Eeloga Legum en el capitulo 49 del Nomocanon ruso Iamado Kormtchaia Kniga,® EJ Derecho Romano en los Primeros Sigios de Ja Europa Medieve! 339 Basilio I, “el macedénico” 867-886, quiso volver a la pureza del derecho justinianco abeliendo la “abundante dezaagogia y torpe verbalismo de | iconoclastas”. Del afio 870 al 879 public un manual de derecho Tamado Procheiron para sustituir a la Keloga mientras una comisién especial pre- pararig un cédigo completo del que cerian desterradas Jas reformas de los iconoclastas heréticos. % Es interesanie hacer notar que para todos estos emperaderes bizantinos era preciso expedir nuevos extructos de la obva justinianes y no bastaba con poner en vigencia otra vez cl Corpus luris. No debe excluirse et ingrediente politico-personalista, que en mucho explica esta actitud, movida también por Ja imposicién de Jas costumbres locales. Desde el afio 879 hasta el final de su rein acaecido en 886, el emperador Basilio ordené se revisara el Procheiron, que se convirtié en el Prochiron Repetitae Praclectio 0 Epanagoge, que al parecer no ilegé a publiearse ofi- vialmente. EI siguiente emperador, Leén el Filésofo, una vex al frente del imperic el afio 890, otdend que de los comentarios a la legislacién de Justiviaxo se extrajera una nueva obra, a fin de depurar el derecho de su tiempo de las alteraciones y deformaciones que venia sufriendo, Namaudo a su obra Repur- gatiumn Feteram Legum, Los autores modernos, queriendo honrer su me- moria, In hen Hamado Basilicas. Consta este trebsjo de 60 Hbros, no cons- tides directamente en base al Corpus [uris, sino sobre los médltiples comentarios que de él se hicieron de los sizlos VE al VIII. lineamjentos del cédigo justinianeo y ha Mle los siglos posteriores se acostumbrd introducir una serie de comentarios Me igue los mismos do casi integra a nosotros. En mados scholia que cuando se unian para constituir verdaderox tratados reci- bian el nombre de apparatus. Durante el renacimicnto europeo ve difundieron ampliamente en Oceidente ios scholia y los apparatus. cuando los jusistas ia en Halia. Laz Basilices gozaron en el imperio de Oriente de que la de todas las colecciones de Jeyes que Je precedierou d bizantinos encontraron una segunda yp: a celebridad mayor fe el sigio anterior, El Corpus luris Civilis nunea fue derogado expresamente sino re- rio en Ja eseala de legado en la practica oriental a ocupar un sitio subsid! preferencia legislativa. En realidad, de Ia legislacién de Justiniano a jas Basilicas, se desarrollé un proceso de tres y medio siglos de evolucién, cn el cual se va forjando un derecho relativamente nuevo. Nunea tuvo la socie- dad bizantina la capacidad de crear un or? no obstante, las necesidades le hicieron esforzarse pasa ad: recibido por los romanos. Ya ea el preémbulo del Procheiron, cl emperador 340 Juridica. —Anuario Basilio anunciaba una empresa legislativa de mayor ambicién que pudo al fin realizar Ledn el Filésofo. La autoridad de las Basilicas erccid siempre hasta que fue destruido el imperio de Oriente. De todas las compilaciones bizantinas posjustinianeas. es con raz6n el trabajo considerado mis logrado, pues en él, sus autores escoliastas,*? lograron cristalizar algo nuevo que se ajuste al derecho del siglo VI. En rigor histérico, lee Basilicas constituyen un puente entre el derecho justinianeo y el mederno derecho europeo-oriental. Cuando Jos ju- ristas bizantinos Hegaron a Europa en el siglo XV no parece que hayan Me- vado consigo ejemplar alguno del Corpus Juris, pero si, en cambio, introdu- jeron los escolios y apparatus de las Basilicas, como ya se dijo. Hemos de agregar que este monumento juridico constituye también una importante etapa en la historia de Ja codificacién. Alguien ha dicho que si los autores del Cédigo Napolednico de 1804 hubiesen tenido a la vista las Basilicas, se habrian evitado muchas de Jas lamentables lagunas de la famosa codificacién francesa. En realidad, de Ja aparicién de las Basilicas a la extincién del Imperio Oriental, no vuelve a aparacer un documento juridico que pueda ser conside- rado como trascendental en la historia bizantina del derecho; las escasas producciones posteriores no pasan de ser trabajos que se refieren a obras ya existentes. Puede decirse pues, que en la vida juridica del imperio oriental, se si- quié siempre la tendencia justinianea de buscar u orientar las reelaboracio- nes del derecho romano hacia la practica juridica y subordinar a ella los trabajos escolésticos, algo que como veremos posteriormente. fue caracteri tica también de la orientacién italiana en Occidente. Con posterioridad a las Basilicas, aunque con fecha desconocida, apare- ci6 la Glossa Verborum Turis y el Epitome Legum, del aio 920, y que consta de 50 libros. 1 Dada Ja amplitud de las Basilicas, se comenzé la costumbre de reducirlas a compendios, de los cuales el mas célebre es del siglo X; esta obra Jamada Sinopsis Basilicarum o Sinopsis Magna, presenta la ventaja de ordenar alfa- béticamente Ja materia, se ignora el nombre de su autor. 11 En el siguiente siglo, se produjo un repertorio de los titulos contenidos en Jas Basilicas, bastante util en la prictica judicial: fue Namado tipoukeitos 102 por su autor el juez Patzes. En la misma época, concretamente en el afio 1072, otro funcionario judicial, Miguel Atrauiote, elaboré una obra de caracter didactico con base en ¢l texto de las Basilicas, a fin de que se usara en las escuelas, en lugar del material genuinamente provedente de la compi- lacién justinianea ™, Hamado Opusculune iure. E! Derecho Romano en fos Primeros Siglos de la Europa Medieval 341 Otra Synopsis Legum de la época, buscaba resumir el complicado mundo de las Basilicas, sin embargo. por ser menos extensa que la anterior, fue Mamada Synopsis Minor. También dcl siglo XI tenemos un original resumido de las Basflicas, Le Synopsis Legum, compucsta en versox por Miguel Psrx- Lt, quien la dedicé a su discipulo César Miguel Ducas, emperador bizan- tino que fue al fin desironado por una revuelta popular en 1078. Se nota en toda esta época del derecho bizantino, que la produccién juridica se reduce 2 comentar, reducir y estudiar el texto de las B: , fendmeno éste muy curioso pero no tinico. Ocurre que después de ser logradas gran- des obras, se produce una cierta pardlisis, y si bien no diremos que a la luz sigue inmediatamente la oscuridad, si observamos que después del cenit viene la tarde. ca Por otra parte. !x ensefianza se resistia a dejar de ser fiel a Justisiano, a diferencia de la practica judicial. Sabemos que en 1045, Constantino Mo- némaco establecié una escuela de derecho en Constantinopla !* bajo la direccién de Juan Xifilino, donde se estudiaba el Corpus Turis, No parece in embargo que el derecho bizantino del siglo XI haya inflaido en ef rena- cimiento juridico que se produjo en Halia en fa misma época, el aislamiento entre los dos mundos sélo pocas veces se vio interrumpido. 2° A finales del siglo VII, se fue afianzando le idea de que tas Basilicas representaban sélo el derecho vivo. En cualquier forma, parece que a raiz de la obra de 1. “reyoltillo impik Se suele citar como Gltima obra de este perfodo final del derecho bi- zantino el trabajo privado que levd a cabo el juez de Tesalénica, Constan- tino Hermenépules, Hamado Promptuarium o Exabiblos, por estar formado én VI, ef derecho bizantino se detuvo y terminé por ser un sepiin frase de ASABURNER. 2 por seis libros. La obra, no claborada directamente sobre las Basilicas sino a través de las dos Synopsis y del Procheiron, trataba de servir a la prictica judicial. °T Por mas que se Ie ha calificado con razén de epitome ter- mind por ser la expresin més acabada del derecho griego. que a partir de Ja segunda mitad del siglo XV, se mezcl6 al Corn en esa parte de Europa, ya bajo el dominio de los turcos. 1 Hasta ahora no podemos hablar sino de una Jinea ininterrumpida de derecho romano. Cuando en 1453 ocurre en el oriente del imperio lo que 977 aiios antes habia sucedido menos espectacularmente en el Occidente, se comienza a producir lentamente la recepeién del derecho romano" que se redoblara con fuerza, cuando a finales del siglo XVII y a principios del siguiente comienzan a independizarse del imperio tureo laz nuevas naciones europeas. " Es visible, al lado de la influencia romana y turea, la aportacin 342 Juridica —Anvario que a estas culturas ha hecho el snundo eslavo, euyas costumbres juridic adn son patentes en cédigos y tribunales. La recepcién del derecho romano en esta parte de Europa abre un mucvo capitule con ja codificacién, cuya primera manifesta en 1841, ‘ocho afios después de consumada la independencia de Czecia, nos referimos al Codigo Civil de las Islas Jénicas, Merecen especial mencién, al terininar el estudio del derecho romano en Oriente. los cédigos civiles de Turquia —1925— y de Grecia —1945-16— especiaimente el segundo por °w gran avance téenico. En realidad, el derecho romano no quedé a la postre en cl oriente de Europa sino como un elemento mas en el derecho del ex-imperio tureo. A Je fecha, sin embargo, parece estar produciéndose un proceso occi- dentelizedor vemejante al ocurrido en Japén hace ya algén tiempo. !* a apares 6. 1, DERECHO ROMANO EN OCCIDENTE. EXPLICACION PRELIMINAR ales, el que de Fs un caso tnico en Ia historia de Jos fenémenos cull pués de la extincién politica de una civilizacién, renazca ésta con mayor fuerza e influjo que durante su primera existencia. A ello se debe que Si vicxy haya usado la expresiin Segunda vida del derecho romano para referirse a Ia recepcién que desde la Edad Media se ha venido produciendo en diversos Ambitos juridicos del mundo." De no ser por esa recepcidn. careceria para nosotros de sentido zenuinamente practico, el estudio del de- recho romano. A diferencia de Jo sucedido en et Oriente. en la Edad Media, el imperio occidental fue destruido, politicamente hablando, a fines del siglo V; con esto ¢ produjo la posibilidad de que cl derecho romano fuera susceptible de ser recibido ex atencién a haber perdido su fuerza general obligatoria. Tengaios presente que a legislacion de Justi1aNo se introdujo solamente en algunas regiones de Italia y quizés de Es 115 aunque no obstante pa- rece casi seguro que durante 500 afios se desconocié el Digesto " en Eu- ropa. Principalmente en los conventos y monasterios se refugié el saber i, gracias a la obra de la Iglesia, que el derecho romano so- clasico y fue a brevivié en Oceidente desde un punto de vista te6rico, ya que pasarfan varios siglos antes de que fuera aceptado con caricter normativ. 4° Hasta ahora. la recepcién del derecho romano. que en realidad deberia ser considerado como el capitulo mis importante de la historia del derecho privado occidental, ha venido a ocupar sélo algunos capitulos de los estudios romanisticos, "5 lo cual ha impedido que sea cabalmente estudiada. Quizis por ese motivo, se le ha expuesto casi siempre con pobreza y método miis o menos limitado, sin tener en cuenta que las diversas concepciones que del El Derecho Romano en los Primeros Siglos de la Europa Medievel 343 derecho romano se han tenido a to largo de fos siglos, estén fntimamente vinculadas al desarrollo de las ideas filoséficas y politieas. DERECHO ROMANO Y DERECHOS GERMANOS: Cuando en el siglo V de nuestra era sucumbe el imperio ante el incon- tnible embate de los barbaros 0 germanes. se encuentran frente a frente dos culturas de diversa consistencia, la romana, consciente del valor de su propio derecho *# pero en un estado de bastante decaimiento y fatiga y Ia germana, hasta entonces casi completamente némada y belicosa. pero a Ja vez fresca y joven, con un derecho casi exclusivamente consuetudinario. El con- lacto entre romanos y germanos no era reciente, ya Julio César y Tacito nos don noticias de ellos, aunque tales relaciones deben haber comenzado bastante antes. La poca consistencia de la filosofia religiosa germana permitié que éstos se asimilaran reletivamente pronto al cristianismo. de tal manera que fue éste el vinculo cultural que fomentarfa en mayor medida la unién defi- nitiva. Facil es comprender eémo la paulatina infiltracién germana en territorio del imperio occidental, haya ido favoreciendo el que estos pueblos apreciaran en alto grado la cultura romana a Ta cual docididamente querfan asimi- arse 22 Unas veces enrolados en el ejércilo como mercenaries, otras como fede- rados o invasores, llegaron hasta el corazén mismo de Occidente. Se trataba de gente que desde tiempos remotos habitaba el norte de las Galias y Cerma- nia, hacia las regiones que hoy Iamamos balticas. No parece que alguna vez se hayan xeunido, sino que por el contrario debieron vivir de manera inde- pendiente, sin que se excluya que mucho antes de nacer Roma, el origen ario fuese conn a ambos pueblos, lo cual explicarfa la feliz unién romano-ger- miinica de la que brotaron los diversos reinos europeos con un origen comin proxime y remoto, Como pueblos némadas. eran los germanos, antes de asentarse en las tierras del imperio, principalmente pastores y agricultores, con una débi] nocién de Ja propiedad inmueble por su mismo nomadismo. Por lo contrario, el trabajo era considerado muy especialmente fuente de propiedad mobiliaria y del derecho a ocupar transitoriamente tierras de uso ¥ aprovechamiento comtin, 2 Curiosas semejanzas presenta la familia germana con la primitiva orga- nizacién propia de los romanos. La sippe era la reunién de los parientes agnados, semejante a la gens, La sippe aseguruba y garantizaba la paz a cus miembros proporcionandoles proteccién en caso de agresion externa a través de la venganza de sangre 0 composicién. 12° No parece, sin embargo, que 344 Juridica. —Anvario hayan logrado los germanos concebir a la sippe como un ente juridico di- verso al de sus components. Entre los libres y los siervos esclavos. estaban colocados los lites, semejantes a los antiguos clientes o libertos romanos. Tam- bién la familia germana era de tipo patriarcal, organizada en torno al poder paterno, llamado mundium expresién que en sentido amplio se aplics: también a las relaciones de proteccién, tutela y matrimonio. El matrimonio aparece como un acuerdo directo entre hombre y mujer (barragania} o entre el marido y el tutor de la mujer. 1% La falta de dinero acufiado impidid entre los germanos ¢l desarrollo de la contratacin que, sin embargo, cobré un cierto auge tratandose de las rela- ciones comerciales. "7 La diferencia que nos transmite la Lex Burgundionum entre deuda (schuld) y responsabilidad (hajtung) hace suponcr que a través de la forma licita de obligarse que cra el contrato de deuda. se haya des- arrollado una cierta individualizacién de conceptos. El malfeche es para los germanos la otra fuente de obligaciones en el terreno de lo ilicito. EI procedimiento era piblico y oral. dotado de un formalismno sencillo pero bastante riguroso, con marcada influencia religiosa. La organizacién politica reposa en la democracia que se expresa a través de los concilia civitatis, formedo por hombres libres con capacidad para to- mar las armas, presupuesto necesario de la personalidad juridica. Aunque existié un jefe del ejército y a Ta vez sumo sacerdole, no es facil encuadrarlo en Ja connotacién latina de un Kex 0 un Princeps; esta especie de monar- quia era combinadamente nobiliaria y electiva. Cuando comenzé a entablarse la relacién entre germanos y romanos, los primeros optaron por seguir rigiéndose por su propio derecho. permitiendo a los conquistadores normarse por el suyo. Este sistema personalista del que ya hablamos, es expresién de la concepeién que los germanos tuvieron det derecho, como algo perteneciente al pueblo o a la tribu, como un atributo comin del grupo, gracias al cual se mantenia éste unido. Cada grupo, sippe vivia dentro de la paz del pueblo y quien Ja quebrantara, quedaba fuera de ella. Este concepto personalista de! derecho se explica también por la carencia entre los germanos de un sentimiento de nacionalidad, que impide hablar de un derecho germano, quizis porque no se logré Ia idea de soberania que Ios romanos Iamaron Maiestas, consecuencia lgica de una organizacién estable y autirquica. No obstante ese sentido personalista favorecié al des- arrollo de la democracia principalmente a través de la funcién legislativa.?® La dominacién germana en ocasiones se realizé en apego al milenario poder del pueblo romano, expidiendo leyes con base romana. que se aplica- ron por igual a todos los habitantes del reino, como las expedidas por Eurico Ef Derecho Romano en los Primeros Siglos de la Europa Medieval 345 y Teodorico el Grande; en otras se afirmé decididamente el estatuto perso- nal (leyes romanas de los visigodos y burgnndios). El fondo politico-social sobre el cual se estaba produciendo esta seric de cambios no dejaba de ser el que presentaba el Bajo Imperio en sus iitimos afios, Ja transformacién pereial de la esclavitud en colonato y enfiteusis, de- hido a lo agudo de la crisis agraria y a la descomposicién del concepto de propiedad. el cual a través del pacto de vasallaje 0 beneficio, permitia que quien no podia defenderse por si mismo. recibiera proteccién de un sefior a quien se consideraba propietario eminente de un fundo al pagarsele un tributo, aunaue el propictario atil no perdiera Ja posesion de aquél. Por més que este sistema no aparece claramente hasta el siglo VIII en Francia. ya nos descubre sus raices cuando ce hizo necesario, tres siglos antes, repar- tir Ja tierra entre ambos pueblos, Cada possessor romano ¥ tuvo que ceder una parte de su fundo al germano que le fue asignado por sorteo, con el fin de que ahi quedara asentado permanentemente. °° El cristianismo, con su sélida ideologia, Jogré asimilar desde los primero: afios de la Alta Edad Media **" a los dos pueblos. Ya San Agustin en su obra Filoséfica, en la que cristioniza a Platén, como mucho tiempo después lo har Santo Tostis con AnisTOTELES, senté la base comin de Ja mas alia edu- cacién filoséfica de la época. La figura de San Agustin cs la primera, entre las grandes, en el campo de la filosofia y de la politica cristianas. Desde el siglo TV inaugura toda la tendencia de la Edad Media a subordinar las cues tiones seculares a las eclesiasticas. Severino Borcio, varén consular y senador romano, uno de los mas céle- bres politicos y filésofos del siglo VI. después de gozar de la amistad de Teodorico fue mandado a prisién. Es quizds el pensador que ha comunicado més yaliosos datos a la posteridad sobre Ja antigua filosofia, su De Conso- latione Philosophiae esta imbuida de estoicismo y cristianismo. A Borcto se debe esa insuperable definicién de persona: nature rationalis substantia individua. No debe olvidarse a Castoporo. amigo de Borcro, que en sus Lecciones Seculares, nos ilustra con interesantes datos para comprender el derecho de ese siglo. San Isidore de Sevi.La ocupa también un promimente lugar con sus Etimologias, escrilas ya iniciado el siglo VII. La obra de Is ORO es la més clara expresién del romanismo cristianizado; nos muestra a través de criterios filolégicos. no siempre convincentes, valiosisimos conoci- mientos en torno a la dialéetica, las mateméticas, las leyes, la naturaleza ra- cional del hombre y nociones teoldgicas que él denomina Sentencias. Su apego a las Instituciones de Justin1axo se hace palpable al defender la ley. el derecho civil, el derecho pablico, etc. 346 Juridica.—Anuario Como puede verse, en este cumpo no fue muy considerable el aporte del pensamiento germano; la contribucién mas grande de este pueblo fue asi- milarse al cristianismo, superando las frecuentes herejias que en el occidente de Europa florecieron de los siglos V al VIII. Guando se acerearon por primera vez derecho romano y germano. se produjo un curioso fendmeno de regresién que hasta ahora parece haber sido poco estudiado por los especialistas. A partir de la aparicién de las leves romano-barbaras, renacen ideas y conceptos que desde fines de Ia época arcaica romana habian desaparecido y que los germanos reintroducian ahora cn pleno siglo V. Baste citar el derecho de composicién, la venganza de Ja angye, Ja nersonalidad en cuanto al sistema de aplicacién de la ley. el rena- cimiento de los grupos gentilicios. ete. Al cristianizar estas ideas se iran iransformando en las que solemos conocer como propiamente medievales. Se presenta el serio problema de averiguar 2 qué causas ohedezea el que en estos primeros siglos de la Edad Media hasta el siglo X¥ cuando menos. se hable con frecuencia de un periodo decadente y casi estésil en lo que ataiie a la produccién del derecho. siguiendo la linea romana. En primer término, precisa reconocer que Ja escaccz de loz elementos que han Hegado ‘a nosotros. es el primer y mis sélido obstéculo para valorar ta situacién en toda su plenitud, En los siguientes incisos de este capitulo veremos que sin embargo. loz resultados de estos siglos no son tan pobres. Seguidamente po- dremos encontrar una explicacién bastante decisiva si consideramos cl es- Tuerzo que debié haber costado, a la nueva poblacién mestiza de Europa. asimilar por una parte cristianismo y romanismo en cuanto a los germanos toca y germanismo por Jo que alafie a los romanos. No alvidemos que ya en el siglo IX aparece la sociedad feudal. en el apogeo del imperio Carolingio, que se ostenta y se presenta como detentadora de una nueva cultura ya in- tegrada. 8 EL DERECHO ROMANO EN LA ESPANA VISIGOTICA guir cuidadosamente el destino importante vehiculo Especial interés reviste para nosotros del derecho romano en Espaiia. ya que fue ella cl mi que introdujo en este continente la cultura clésica. Los visigodos 0 godos de Oceidente fueron una de las ramas de la estir- pe germanica de que acabamos de tratar. Se instalaron en aleunas de las regiones meridionales de 1a Gelia y norte de Hispania, en atencién a un foedus pactado el afio 418 por su rey Valia y el general romano Constancio en representacin del emperador Honorio. 4 Ya anteriormente la Hispania habia sido devastada por vandalos y suevoz, también procedentes del tronco EI Derecho Romano en fos Primeros Siglos de le Europa Medieval 347 germénico, y los alanos, de estirpe eslavas no obstunie esto, fue et pueblo se integraron a la cultura visigado el que logrd imponerse. Pronto los godos cristina, pero siguiendo la herejia de Arrio que negaba la dobie naturaieza de Cristo. 8 Puede ser considerado Euico el primer rey de los visigodos, pues antes de él se habia mantenido una especie de dependencia respecto de los dltimos emperadores romanos, siendo Furico el que rompe tales vinculos en 476. Si- guid a éste su hijo Alarico LI, De los sucesivos reyes visigodos destaca mere- cidamente Leovigilde 1 —-567-586—. bajo cuyo gobierno se logran imper- tantes progresos en la unificaeién de fas razas. El hijo de Leovigildo, Recaredo, abjuré del arrianismo para abrazar en cl afio 589 Ja ortodosia romana, con Jo cual se iniela una serie de monarca: cristiano: que termina con Rodrigo, derrotado por Jos drabes en 711. Durante el reinado visigético en Uspaiia, “sta se getmaniza, respetando en mucho la profunda romanizacién que desde la época imperial de los pri- meros Césares, habia hecho de la peninsula lt provincia mas romanizada. Asombra al historiader palpar de cerca la explicacién de cémo pudo Espaiia, en menos de tes sighs, forjar una nacionalidad lo bastante s6lida y defini- tiva como para ser opuesta con éxito, por mas de 700 afios, al dominio arabe. En realidad, debe verse uma explicacién a este problema, en la capacidad enorme que tuvieron siempre los cellas e iberos para asimilar recepciones culturales tan diveras con un sentide propio, pero a su vez haciendo dal pen- samiento romano-cristiano Ja cabeza de luda st axiologie. El gormanismo godo ayud6 a disolver Ja esclerosis decadonts de fos iitimas Hempos del Imperio, surgiendo a:f la Spova cabalteresca, a partir del sivlo VIL con el nuevo sentido de cruzadu y de conguista que «Slo el eapaitol supo darte. 4 Pareveria que les itfia hubiesen presentido la larga Iucha que Jes esperaba, pars apresurarse a Jorjar una nacionalidad, que como escudo indestructible, se opusiera a una cultura lan diversa como fue la semita, que por casi 800 afios se agenté en la penineule. Caso éste real- mente invdlito en la historia de la cultura. Un pueblo per demas joven. durante mis de siete siglos se ve invadide por wns seria y refinsde cultura, de la cual toma sélo Jo que quiere, preservando -us zimitivos valores y oF godos y romanos Je } ginatia personalidad, en toda su pureza. No cs exageray, si al comparar a los iiltimos visigodos con los espafioles de fines del siglo XV, en que se con- sumé la guerra mas larga que registra la historia, aiirmamos que en tancia se trata del mismo pueblo. Sélo en el espirita tenaz del pueblo espafiol, en la conciencia de sus valores y en la solidez de ia cultura romano-goda, podemos hallar una explicacién seria de tan insélito :uceso. Ideoldgicamente Sen Isidro de Sevns.a, de quien ya heblamos, encarna 348 Juridica —Anuario el pensamiento hispano en torno al cual gira toda la cultura que se extiende desde la segunda mitad del siglo VI. Las Etimologias, que no constituyen sino una parte de su produccién ™ ejercieron una considerable influencia més alla de las fronteras peninsulares, perdurando, como afirma Alamiro de Avita M., hasta que Ja ciencia europea del siglo XII continué en la misma direceién, 4° La unidad ideolégica, que ya cristaliza en San Isidoro, precede en medio siglo a la juridica. La obra isidoriana comienza a difundirse a fines del siglo VI; para entonces los visigodos no se habian apartado mucho de la habituat tradicién germénica que observamos cn otras partes de Europa. ** Ya hemos aludido a la idea germana de concebir el derecho como algo inherente y propio de la persona. Esta concepcién da la clave, al decir de Hinojosa, para entender la diversidad de derechos que se forjan en la épo- ca. Por otra parte, la personalidad del derecho era para los godes un postulado necesario al carecer ellos de textos legales y cédigos, lo cual los obligaba a regirse por la costumbre, No obstante, debe verse la explicacin de este problema, en Jas peculiares condiciones que estudiamo- y no sdlo aplicables a Espafia. El sistema de la personalidad del derecho acarreaba la consecuencia de producir regimenes personales especiales. Cada persona, com- ponente de un Estado, 4 debia regirse por el derecho propio de su raza y ser juzgado con apego a él. En la prictica, cada persona declaraba el derecho por el que debja regirse si se trataba de relaciones de derecho privado, me- diante f6rmulas Hamadas professiones iuris. 4 La praxis demuestra cémo este sistema no pudo evolucionar en tal direceién, por lo que se impuso poco a poco Ia necesidad de codificar el derecho, volviendo al sistema territorial de cufio romano imperial, “° con lo cual se logré a la postre 1a unidad juri- dica en el tratamiento del ambito personal de las jévenes naciones. Veamos cémo en Espaiia se alcanzé este resultado. E] rey Eurico (466-484) expidié un primer codigo para los visigodos, probablemente 9 afios después de iniciarse su reinado, es decir en 475.45 Hasta ahora los especialistas no han tratado suficientemente la trascendencia de este hecho capital en la historia del derecho. En realidad, comenzaba a dar sus frutos la recepcién de las ideas romanas, la actitud mental visigoda aceptaba la idea de la codificacién, tan vieja casi como Roma misma, aunque tal cédigo se haya referido sélo a visigodos y no a hispano-romanos, Los burgundios y los francos, asi como los ostrogodos, pronto imitaron la actitud de Eurico. 47 ‘Alarico IL (484-507) prosigue la politica de su padre, expidiendo la Ley Romana de los Visigodos en 506. Esta obra denota un gran progreso en el proceso de la recepcién, pues en ella casi todo su material es de derecho ro- Ef Derecho Romano en fos Primeros Siglos de la Europa Medieval 349 mano: Cédigo Teodosiano y tos anteriores. Sentencias de Pauro. un Frag: mento de Parintano y las Instituciones y el Epitome de Gayo, acompafiados todos de una interpretatio 0 comentario que parece ser de origen escolastico de la época posclasica. Fue ésta la ley romano-barbara mas importante de su tiempo, se aplicé en el sur de las Galias y sirvié de modelo 2 numerosos intentos que otros germanos hicieron en el mismo sentido. !* La ley romana de los visigodos nes ha conservado valiosisimos rastros del derecho clasico, libre de las interpolaciones que los bizantinos introdu- jeron en la época justinianea. Las opiniones se dividen al disentir si con celia se buscaba alcanzar un derecho aplicable s6lo a los romanos, dado que los godos ya contaban con ef Cédigo de Eurico, o mas bien unificar para ambas razas el sistema juridico. Aunque la opinion tradicional se ha inclinado por la primera posibilidad, el profesor Garcia Gatto ha sostenido, con sélidos argumentos la segunda. 4° Esta ley parece haber estado vigente hasta que en tiempos del rey REcEsvinro se expidié una nueva legislacién con cardcter absolutamente territorial. No poseemos sin embargo, un documento oficial: mente derogatorio de la misma. 1° Entre los afios 572 y 586, Leovici.po corrige Yo que consideraba ya an- ticuado 0 confuso del Cédigo de Eurico, expidiendo el Codex Revisus Leovi- gildus del que nos habla San Isipno y que quizds sirvié de base para formar el Liber Tudiciorum o libro de los jueces. La obra en la cual cristaliza ef proceso de unificacién legislativa espafiola es el Liber Indicforum 0 Libro de los Jueces, ideado por el rey Crunpasvrs To, pero no terminado antes de su muerte, sino expedido por su hijo Recrs- vinto. En esta obra culmina el esfuerzo por tener en Espafia una ley con caraeter territorial. En su elaboracién intervinieron San Bravtio y de modo muy especial el VII Concilio de Toledo. Fue promulgada ante el clero y Ja nobleza, siguiendo Ja tradicién germane que ya explicamos, probablemente en el afio 645, Este monumento legislative puede cer considerado un verdadero cédigo en sentido moderno, pues ademis de aplicarse a todo habitante del territorio espaiiol, excluye a las otras leycs pretendiendo que con arreglo a é se ajus ten todas las controversias que puedan presentarse. El fondo de la obra procede muy claramente del material romanista contenido en Ia ley romana de los visigodos, pero a diferencia de ésta, ineorpora wna serie de pricticas germanas en materia penal y procesal que dan al Liber un eardcter marca- damente nacional. No faltan en los antecesores de CurNpAsvINTO monarcas que parecen ha- berse preocupado de formar un cédigo decididamente territorial. Especial- mente suele citarse a ese propésito Ja alocucién que el rey Recaredo divigid 350 Juridica.—Anuario al III Concilio Toledano, Ja cual ha servido para que ciertos tratadisias dis cutan a quién pertenece la paternidad de la obra. Hoy parece inclinarse una gruesa mayoria de las mas autorizadas opiniones a favor de RacrsviNro, La lengua ea que inicialmente {ue redactado el documento parsee sor cl latin y ello obedece al uso que los concilios venian imponiendo de tiempo atris. Es palpable en este documento una cierta transformacién en Ja nocidn del monarca, a quien se atribuye exclusivamente la produceién ¢ interpre! cin del derecho con cietta influencia de representaciones populares. El Liber ludiciorum, llamado en siglos sucesivos Fuero Juz lar su cardcter de cédigo general y territorial, contiene el fondo juridico que preponder6 en Espafia durante la época que corre desde su formulacién hasta que a fines de la Edad Media se produjo un derecho nuevo en algunos aspoctos, procedente de fas legislaciones locales. Fue el Fuero Juzgo el derecho espafiol que los conquistadores opusicron al derecho arabe, profundamente distinto y por el cual so rigieron pueblos y gentes en la Espafia de Ia recon- quista. Por mis que Jas nuevas necesidades fueron engendrando una nueva legislacién a través de los fueros locales, # la importancia de la obra no decayé, at grado que en el afio 1241 el rey Fernando la hace iraducir al cas- tellano para darla como fuero local a la ciudad de Cérdoba, recientemente arrebatada a los 4rabes, 1 Muostra el Fuero Juzgo un serio influjo del derecho candnico, expecial- mente en instituciones que por su naturaleza venian transformindoze desde la época constantiniana. Ya hicimos alusién a la influencia que los concilios toledanos ejercieron a este respecto. A partir de Recaredo el derecho oficial reconoce ¥ saneiona con frecuencia al enviado de Ia Iglesia, especialmente 2 través de los mandatos y edictos conciliares. En tales reuniones se distingue entre actuacién religiosa, en que no interviene el rey y actuacién politica, caracterizada por la discusién de cuestiones que incumben tanto a la Igle- sia como al Estado. En Espaiia se inicié la recopilacién de las disposiciones conciliares a par tir del siglo VI, en los Hamados Capitula Martini y en el siguiente siglo se realiza la Coleccién de CAnones de la Iglesia Hispana. que reiine los mas diversos preceptos. Se considera muy probable la intervencién de San Isidoro 0, pera deno- de Srvinna en estos trabajos. Para conocer el derecho de la época y en especial et progreso de la recep- cién es muy interesante acercarse a los diplomas y formularios que revelan la prictica judicial notarial. No deben olvidarse tarapoco tas {fuentes literarias procedentes de Sidonio Aporivar y JonnaNes, que en unién de las de San Isiworo se contienen en los Monuments Gerrnniae Historica.™ El Derecho Romano en los Primeros Siglos de la Europe Medieval 351 ‘A pesar de todo lo anterior, no es posible hablar en esta época de una verdadera ciencia del derecho visigstico y esta ansencia de construcciones sistematicas contribuye evidentemente a dificultar el conocimiento y recons- truccién de [a misma legislacién, no obstante la obra de San Istporo, que constituye una fuente de autoridad aislada todavia y que en el siglo JX. amparaba algunas falsificaciones. 8 9, RESULTADOS DE LA RECEPCION HASTA EL SIGLO XiI Debemos ahora investigar lo que ocurrié en el proceso de recepeién del derecho romano para detenernos en el siglo XH, pues en él se operan impor- tantes cambios que sin embargo encuentran sus raices en esta época prece- dente. Hasta hoy, la poca atencién con que se ha tratado este oscuro y largo espacio de tiempo en relacién con el derecho europeo, ha originado que ios especialistas atribuyan casi magicamente a Invenio y a su escuela un rena- cimiento del derecho romano en cl siglo XII, que cn verdad va apareciendo lentamente desde tiempo alzds, aunque toque a estos primeros glosadores, el bien ganado mérito de haber orgarizado una escuela de la cual partiran todas las tendencias posteriores en la mate Dada la pobreza, especialmente en nuestra literatura histérico-j en lengua castellana, de estos estudios, haremos constante referencia a los materiales bibliograficos, que pueden usarse, para ahondar Ja investigacién. Por otro lado, dividiremos la explicacién de este inciso por areas nacionales, aplicando un criterio que en la Alta Edad Media atin no se forjaba, a efectos de ir facilitando la comprensién de la explicacién, dejando al cuidado del lector y el estudiante buscar las conexiones que tales divisiones impiden pre- sentar, por ahora. A) Trara Hemos dejado a Italia invadida por los hérulos capitaneados por Odoa- cro, a quien convencionalmente se le considera el destructor definitive del imperio occidental a partir del afio 476. Odoacro goberné hasta el 489. como Vicario ™ tierras a sus ejéreitos y permitiendo a los romanos seguir rigiéndose por del emperador de Oricnte, concediendo Ja tereera parte de sus eu derecho de acuerdo con la iradiciGn germana. Ya en el aio 488, Teoponico comienza a derrotar a los hérulo: que som vencidos definitivamente en Ravena al aiio siguiente. Teoporico, de quien ya hemos tratado, era a la sazin el rey de los ostrogodos o godo: del Oriente, que 352 Juridica.—Anuario desde esa época se asientan en Italia viviendo en armonia. pero separados de los romanos. Teoporico, gran admirador de 1a romanidad. propicia la unién de las dos razas ¥® concediendo a los romanos importantes puestos administrativos y por fin en el afio 503 expide su Edicto, valedero para todos los sibditos del reino sin distincién de razas. En realidad con esta medida revolucionaria, Teodorico rompia con la vieja concepcién germana de considerar al derecho un elemento personal de la nacionalidad de cada sujeto juridico, y anticipan- dose a su tiempo, 14 impone la concepcién territorial del orden juridico. Tam- bién Teoponico goberné investido por el emperador ZENON y como magis- trado se abstuvo de expedir leyes, emitiendo solamente edictos. En el proemio y parte final de su célebre Edicto, Teopoxtco afirma que la ley debe ser la misma para todos iure romano servire quicquid italiae sociaretur, imponiendo graves sanciones a jueces y particulares por contravenir este principio. El Edicto proviene casi en su totalidad de las Jeges y los iura, con lo cual se ro- manizaba el derecho germano, tal como lo denota toda la politica de este rey. 26 Por consiguiente, se operé con él, una aceptacién mas que una recepcién del derecho romano que sin embargo perdera fuerza en siglos ulteriores.® Ya sabemos que Belisario, general de JustiNiaNo, derrot6 en la primera mitad del siglo VI a Vitiga, sucesor de Totila, heredero del trono de Teoporico, imponiéndose asi Ja dominacién bizantina, que si bien fue efimera politica- mente, no hay duda que confirmé la aceptacién del derecho romano. La ca- pital del reino se localizé en Ravena ciudad donde florecié el arie bizantino y donde se establecié el exareado, cabeza de los diferentes ducados de la peninsula. En el afio 568 Hegan a Italia los Jongobardos, estirpe germana proveniente de las riberas del Elba, quienes teniendo a la cabeza a Albano se apodera- ron del norte de la peninsula, respetando a los bizantinos en el sur. Los lon- gobardos se encuentran con una bien adelantada cultura y Ja respetan. 16° En el aiio 636 el reino tocd a Rotario. esposo de la reina Cundegerga, y es con este personaje con quien comienza en realidad la vida del derecho longo- bardo. Este pueblo como todos los germanicos carecia de leyes escritas en tiempos anteriores a la invasién. rigiéndose solo por la costumbre a la que denominaron gawarfida. Rotario expidié en el afio 613 un edicto en Pavia, capital del reino, con la aprobacién de la asemblea del pueblo.!6* Este edicto contintia siendo territorial, pero ve informa con cierta ampli- tud en el derecho consuetudinario de los longobardos, 1% especialmente en la legislacién penal y criminal. 5 No obstante, la esencia de csta legislacién es romana. Es curioso cémo en este edicto se reserva el rey la facultad de in- Ef Derecho Romano en Ios Primeros Siglos de la Europa Medieval 353 cluir las costumbres germanas que él y los ancianos pueden recordar. Al lado de este edicto se permitié una cierta vigencia de costumbres locales. FI rey Grimanpo agregé nucve capitulos a los 338 primitivos de neta ins- piracidi romena, Mas importantes y numerosas fueron las 153 adiciones debidas a Livtpranno, legislacién decisiva en Ja vida del derecho longobardo. Liurpasxpo se presenta como el cristianizador definitivo de su pueblo, intro- duciendo numerosos preceptos provenientes del Nuevo Testamento, de la legis- lacidn justinianea y de los nuevos cdnones expedidos por la 189 oxtinguiendo Jos iiltimes ecos de arrianismo longobardico, El legislé, Det inspiratione, escuchando siempre al pontifice cristiano. Todavia los ocho capitulos publicados por el rey Rorcitis en el aiio 746 y los veintiuno de As ovo del 750 al 756, denotan cémo prosiguié la romanizacién del primer edicto, En realidad la copiosa legislacién longobirdica comenz6 destruyendo en icria medida las disposiciones de Rotario con respecto a la aceptacién que los ostrogodos habian hecho del derecho romano; posteriormente la reaccién fue a la inversa y sobre todo por obra de la cristiana legislacién de Liurpran- bo prosiguié la recepcién su accidentado camino, a pesar de que este pueblo germano haya dejado el mas importante niicleo de devecho propio en e} mo- derno derecho italiano. Los longobardos aceptaron sin reservas el latin decadente de la época. E] dnico eseritor impostante que produjeron fue Paolo Didcoxo —Paolo di Waxxeritvo— nacido entre los afios 720-721. Bajo los auspicios de Carlo- magno escribié su Historia Longobardorum, siguiendo a la de Furrot. La accién que en materia de cultura venia desarrollando la Iglesia al mar- gen de su activided apostélica era la mis importante en este renglén y los reyes francos habian apoyado ya al Papa contra las agresiones del longobardo Asroro, ya que las repetidas stplicas que los anteriores papas habian dirigi do a los emperadores bizantinos sin aleanzar respuesta, se habian interrum- pido por la sangrienta querella de los iconoclastas, época ésta en que Tos habjan perdido muchas de sus posesiones en Italia. EJ origen del poder temporal de los papas debe buscarse, mas que en la legendaria donacién de Constantino %¥ en las atribuciones que se tomaban consuctudinariamente los obispos para intervenir en los asuntos que el poder civil deccuidaba, Roma, a pesar de ser un ducado bizantino, no fue gobernada por funcionarios imperiales de Oriente, y Livtrranpo aproveché sagazmente el conflicto de los iconoclastas para invadir las posesiones bizantinas italia- ras, donando al Papa Gregorio II el territorio de Sutri, primer niicleo de los futuros Estados pontificios. Fue precisamente cuando la politica Jongo- barda devino adversa al Papa, cuando éste recurrié a Pipino, rey de los iglesia romana, bizantin 354 Juridica —Anuario francos. Carlomagno, su sucesor, puso fin al reine longobardo derrotando a Desiderio, que en Pavia, su capital, se aprestaba para conquistar Roma, Ane- xioné a su imperio el norte de Italia, confirmando al papa la donacién que Je habia hecho Liurpranno y permitiendo que en él se quedaran longobardos y bizantinos. La legislacién longobarda no fue abolida por los francos smo que coexistié con la de este nuevo pueblo. 1 Aundndose el estudio del derecho longobardo y franco en Pavia y Ravena; en esta altima ciudad, el dere- cho més puramente romano ocupaba el sitio principal. De esta manera, la sobreposicién del derecho franco introdujo un nuevo elemento que por el mo- mento pluralizé el derecho en Italia, retardando la recepcién del romano en su proceso. Otro importante elemento que por el contrario contribuyé lenta pero per- sistentemente a la afirmacién y mantenimiento del derecho romano en la Alta Edad Media italiana, fue la labor de la Iglesia que a través de sus decisiones y cdnones comenzd a recoger numerosos principios de Ja legisla- cién justinianea. ** Por otra parte, el derecho medieval se dejé sensiblemente influir por los cénones y decisiones conciliares, de tal manera, que en realidad se produjo una interinfluencia de las dos legislaciones desde los mas tempra- nos tiempos. Con respecto a la época que nos ocupa, sucle Hamarse al derecho cané- nico de entonces como ius antiquum hasta mediados del siglo XII. Destacan hasta entonces los estudios que se hacen sobre todo en ambiente eclesiastico sobre les sagradas Escrituras y las colecciones pseudo-apostilicas apécrifa- mente atribuidas a los apéstoles, pero muy importantes en los siglos III y IV; el Synodicon, coleccién cronolégica y sistematica de decisiones conciliares que ya se cila en el afio 451 en el Concilio de Caledonia, 1 la Isidoriana 0 Hispana, de la que ya nos ocupamos y la Prisca o Italia, que contiene las traduceiones al latin de los cdnones y decretales procedentes del papa y de los concilios griegos. En los primeros afios del siglo VI, el monje Dionisio, apodado el pequefio, traté por vez primera de ordenar todo el derecho de la Iglesia, hasta entonces existente en una coleccién de disposiciones llamada Liber Exiguus. Carlomagno, como hemos visto, prest6 un vivisimo apoyo a la Iglesia, ra- zén por la cual el papa Adriano I le envié una coleccién en parte formada por e! Exiguus, Hamada Collectio DionisioHadriana, que fue impuesta por la dicta de Aquisgran el aio 802, como cédigo general para la Iglesia en Francia. 174 En la segunda mitad del siglo [V se aumenta enormemente la literatura canénica con motivo de la creciente cantidad de disposiciones que venian a El Derecho Romano en los Primeros Siglos de la Europa Medieval 355 quedar fuera del cuerpo impuesto en 802 desde Francia y también como reac- cién a las lamadas Falsas Decretales aparecidas en torno al 850. El papel de la Iglesia como conservadora y restauradora de la cultura antigua fue de primer orden; gracias a ella las constantes depredaciones de los pueblos del Norte que Iegaban y se instalaban en los diversos reinos de Europa, no destruyeron el derecho romano en Ia época en que fue transi- toriamente eclipsado por las costumbres juridicas germanas. Por otra parte, la creciente autoridad del Papa, hacia posible que éste legislara cada vez mas en materias que por entonces se consideraban compe- tencia de la Iglesia. tales como la usura, el matrimonio, los pactos, las he- rencias, etc. Fue asi como en este perfodo se establecié una influencia reci- proca entre Estado e Iglesia en beneficio de la recepcién. Esta tomaba de aquél su técnica, su lengua y muchas de las ideas cldsicas cristianizadas y el primero encontraba en la autoridad moral del cristianismo, poderosas razones para abandonar o suavizar las costumbres germanicas volviendo al derecho romano cristianizado, 17 Del noveno siglo en adelante se dejé ver, de manera sensible, la preocu- pacién de la Iglesia por buscar una coherencia entre derecho romano y cané- nico y el fruto mds conocido de estos esfuerzos fue la Hamada Lex Romana Canonica Compta, aparecida en la segunda mitad del siglo citado y que perseguia el propésito especifico de organizar cl derecho candnico, de la misma manera que lo hacian las Instituciones y el Cédigo de Justiniano"? La llegada de los normandos y de los arabes en la parte meridional de Italia, contribuye decisivamente al desenvolvimiento del feudalismo, que tam- bién en el norte venia desarrollandose por accién de los miltiples sefiorios que se independizaban de! imperio sacro romano-germanico. En realidad, el feudo es un fenémeno comin a toda la Edad Media europea; que como en- sefia Vico, "77 deriva de la debilidad ¢ inestabilidad de un Estado que carente de un sélido y respetado poder central, origina la formacién de estamentos © capas sociales en relacién de dependencia y proteccién de arriba a abajo; ‘iendo asf que el vasallo promete a su sefior consilium et auxilius a cambio de proteccién, siempre bajo la idea de la fides permeabilizada a su vez por las ideas religiosas de la época. Filiherto, obispo de Chartres. entre 1007 y 1029 nos dice: los mismos deberes que tienc el vasallo hacia su sefior, tiene éste hacia aquél. 178 El sistema feudal arraigara en los distintos reinos de Europa conforme terminan de llegar las dltimas oleadas migratorias y se establece una situa- cién mis 0 menos estable, En la base de Ja concepcién feudal esta la idea de la tierra, de la propiedad inmobiliaria, tan natural para los romanos como novedosa para los germanos. Estos pronto asimilaron con sus ideas la nocién 356 Juridica.—Anvario de propiedad territorial, Hegando asi a concebir los nuevos pueblos que mien- tras el vasallo conserva el aprovechamiento y cultive de las tierras, propiedad Gtil, al sefior covresponde el dominio eminente, del cual deriva la posibilidad de exigir un tributo periédicamenie. No fue extrafio el caso de quien resul- taba ser varias veces vasallo y sefior en diferentes relaciones. 1 Bien nutrida de ideas rornanas se encuentra la concepeién feudal. Espe- cialmente en torno a la fides, se lograron mantener las nociones romanas de clientela y patronato. pasando por 1a crisis agraria de los iiltimos siglos del imperio para Hegar a la Edad Media. "*° No parece muy convincente que la costumbre germana del gasindiato, haya sido el antecedente del feudo, 1 donde mas pudo imponer su concepcin el pueblo recién Iegado fue en la descomposicién real de la propiedad, producida también por presiones so- ciales objetivas a las que alude Vico como ya explicamos. Asi. pues, a través de una curiosa ceremonia Ilamada commendatio, el vasallo daba la mano a su sefior!® y frecuentemente le besaba en sefial de sumisi6n signiendo el juramento de fidelidad, después del cual recibia el pro- pio vasallo el beneficio o acervo de bienes muebles que en precario le trans- mitia su sefior. En torno al feudo y a su practica, sélo la costumbre, empapada de ele- mientos romanos * rigié en Europa, de modo que en forma excepcional el rey o el emperador legislaron en la materia, respetando mas que nada este ciimulo de usus. En el siglo XIL, por fin, un autor anénimo para nosotros, recopilé estas practicas en las consuetudines feudorum antiqua. Es sumamente interesante conocer a través de esta obra Ia practica escolastica y judicial que sitvid a su autor, ?®° lo cual denota la actividad juridica doctrinaria en un perfodo casi inexplorado por los especialistas. En el siglo siguiente sera Jacopo D’AR- DIZZ0NE quien en un compendio Hamado Summa puso al dia ese derecho. 389 En realidad, el derecho feudal transporté al derecho piblico medieval multitud de conceptos romanos que habjan florecido en el campo del privado. Tales elementos no subsistieron en el ambito del derecho politico de los si- glos siguientes, pero en cambio si volveran al derecho privado, gracias a la funcin de custodia que ejercié sobre ellos la prdctica italiana precedente. Quizds de no ser por el derecho feudal, hubiese sido mucho mis dificil para los glosadores difundir sus doctrinas y exigir su aceptacién. Por otro lado, no pocos elementos de las consueditines germanae encontraron posibilidad de acrisolarse con ef derecho romano cristiano en la prdctica feudal. Mu- chos de ellos sin constituir un obstaculo para la recepcién, también subsistie- ron. Por eso resulta licito hablar también de recepcién del derecho germano, por més que los estudiosos no se hayan ocupado de ella todavia, £1 Derecho Romano en los Primeros Siglos de la Europa Medieval 357 EI siglo XI se inicia en Talia con una gran tensidn entre la Iglesia y el Estado, debido a la ingerencia que los nobles y el emperador venfan teniendo en la designacién de altos dignatarios eclesidsticos, que asi seleceionados, a menudo no eran capaces de desempefiar debidamente st ministerio espiritual, egando a practicar Ja simonia}** Mucha era también la intervencidn del emperador en la designacién del Papa, husta que Gregorio VEE consejero de sus cuatro antecesores, decidié en el afio 1075 emprender una reforma. estableciendo que la “investidura eclesidstica” quedaria reservada al Papa exclusivamente. Ya por entonces, Nicolas V habia dispuesto la deposiciin de los funcionarios deshonestos dentro de la Iglesia y 1a competencia exclusiva del colegio de cardenales para la eleecién del Pontifice. E] emperador Enrique IV no acepté la reforma del papa Gregorio. reunié una asamblea de obispos y desconocid al Papa en 1076, a Jo cual siguié la acostumbrada reaceién de la Iglesia, excomunién y dispensa a los siibditos del juramento de fidelidad. El profundo sentido cristiano de la poblacién abligé al excomulgado a humillarse en Canosa delante del Papa y por mas que el emperador perdonado haya querido tomar venganza, *8 los normandos auxiliaron al mas alto dignatario eclesidstico, como otrora lo hicieron los francos, llegdndose asi al concordato de Worms en 1122. concertado entre el papa Calixto IT y el emperador Enrique V. por el cual las autoridades lai- ignar funcionarios eclesidsticos, cas renunciaron a cualquier intento para de: reconociendo a la Iglesia plena autonomia en sus propios asuntos. El citado concordato no era sélo el triunfo de la [glesia sobre loz emperadores de la casa de Franconia, con la cual habian disputado; era en realidad, el resultado de una confusin de competencia entre fa Izlesia y el Estado que databa desde el lejano siglo LV, en época constantiniana, No se piense tampoco que con este acuerdo concluyeron los problemas derivados de la Iucha por la prepon- derancia de la Iglesia sobre el Estado 0 viceversa, todavia al comenzar el siglo XIV, Davre nos da interesantes noticias en ese sentido, como veremos posteriorment A pertir del conflict de las investiduras. concluidoze el aito citwda, le Iglesia se esforzé por tratar de ir eiaborando su propic derecho con inde- pendencia del romano, de modo que pudiera afirmar, en este sentido legis: lative, su independencia polilica e ideolégica. A esto se debe la inu-itada expansién que se aprecia en el derecho canonico a partir del siglo XIL. Por otra parte, los emperadores alemanes, comenzahan a poner los ojos con gran admiracién en el derecho de Roma, considerindole como un derecho imperial que les servia a las mil maravillas para consolidar la unidad espizi- tual y politica de los territorios sujetos a ellos. Téngase presente que estos emperadores se consideraban con orgullo Jos legitimos sucesores de los em 358 Juridica —Anuario peradores romanos de Occidente pasando por Carlomagno, de tal manera, que podian invocar también en su favor, el apoyo enorme que les venia de la iglesia, representada por el Papa, quien solia seguir la tradicién casi ininte- rrumpida de ungirlos y coronarlos. No obstante Jo anterior, la segunda par- te de la Edad Media se caracteriza por la conflictiva relacién entre la potestad espiritual y la autoridad civil. Sobre todo desde el siglo IX, se plan- te6 la supremacia del orden espiritual, sustentindose tales ideas en la Biblia y en el pensamiento de San Acustin y GREGORIO Macno, en tanto que el im- perio romano servia de modelo para que la posicién contraria encontrara su principal fuerza inspiradora. Recordemos que el conflicto principalmente se planteé en los limites del Sacro-Imperio. 1® La necesidad de apoyarse en la tradicién imperial romana, produjo un importante renacimiento de los estudios de su derecho, siendo asi los empe- radores, y la nobleza y chispos sujetos a él, los mas interesados en que se despertara tan importante tradicién clasica. Obviamente el Papa y después los reyes franceses, ambos celosos de las conquistas imperiales, hubieron de ver con poco favor esa amenaza ideolégica para la Iglesia y para Jos reinos independientes. No podemos pasar por alto que las Cruzadas, iniciadas en el 1096, debie- ron vigorizar sobremanera le posicién de la Iglesia en el orden material, pues ésta_concedia a menudo importantes feudos sobre las tierras conquistadas en Oriente. En esta fuerte tension politico-ideolégica, proseguian los estudios juridicos con un sabito reforzamiento y ensanchamiento del derecho romano. + En Italia la tradicién cientifica no habia desaparecido totalmente, ya que desde Ja época en que se introdujo el derecho bizantino, se iniciaron estudios sobre el derecho de Justiviano, Nos lo muestra asi la Glosa de Turin, com- pilada alrededor del siglo X, basada en el Corpus Iuris, principalmente sobre las Instituciones y también en un extracto del Cédigo contenido en ta Sum- ma de Perugia, que versa sobre sus primeros ocho libros quizas elaborada con fines judiciales en el siglo VII o principios del siguiente. No dehen olvi- darse tampoco dos productos occidentales de corte justinianeo de esa época que son: el Dictatum de Consiliariis ac de Collectio de Tutoribus y el Ep tome exactis a civitate romana. Tales resultados debieron ser aceptados también mas alla de los Alpes, pues alrededor del afio 800, se elaboré en Lombardia una Lex Romana Ulii- nensis ™ 9 Curiensis, que se aplicé en Raetia® sobre la base de Ia Ley Romana de los visigodos principalmente, encaminada a regir a la poblacién romana de la Suiza oriental y quizas del Tirol y parte de Italia septentrional. Esta ley muestra hasta qué grado se habia barbarizado ef derecho romano El Derecho Romano en Ios Primeros Siglos de ia Europa Medieval 359 en estas regiones. #9 Naturalmente que a partir de la invasién longobardica, el nuevo derecho constituyé el principal aliciente de estudio en la ya citada Pavia, no siendo raro el caso de caprichosas comparaciones entre el derecho romano y e] de os propios longobardos. *°* Hemos mostrado también cémo el derecho feudal fue objeto de estudios que culminaron en cierto momento. Muchos de estos estudios se practicaban en ambiente eclesidstico, pues eran en los textos canénicos donde se encon- traban razonados. aunque a menudo sobre base de epitomes, 1% excerpta o glosas. Estas dltimas significaban comentarios que intentaban: 1, Explicar interpretativamente el sentido de la norma y 2. Buscar su coordinacién con el resto del sistema legislativo, a fin de precisar su alcance. #* Todo lo an- terior permite asegurar con Vinocraporr, 1? que durante Ja Alta Edad Media italiana, se mantuvo, aunque en grado débil y a veces tenue, la tradi- cién romanistica en ambiente académico. La existencia de verdaderas escuelas de derecho no se ha probado hasta antes del siglo X. 28 La situacién comenzé a cambiar sensiblemente desde el siglo XI, en que comenzaron a quedar firmes los cimientos de la escoldstica con ANSELMO, cuya obra se esparce en Europa en la segumda mitad del siglo XII. Por otra parte, la ya citada rivalidad entre Iglesia y Estado, que hace crisis en este si- glo, produce una gran diferencia entre la escuela longobarda de Pavia y la de Ravena. La primera de origen longobardo se inclina especialmente hacia el derecho romano, tomando a veces partido por el Papa. Parece brillar con VALCAUsIO, principal autor de la Hamada Expositio, en el siglo XI, que se basa en el trabajo de varias generaciones anteriores. Al lado de VaLcausio figuran Ronrictio, asesor de Ja corte imperial alrededor del 1053 y Lan- Franco, famoso arzobispo de Canterbury, que en 1042 fue a Lombardia para pasar con Guillermo el Conquistador a Inglaterra. 2° En Ravena se sabe con certeza de los trabajos de derecho romano, desde que tomé parte a favor del emperador en su lucha contra Gregorio VIL. Des- de Ravena Pietro Crasso, sosteniendo al antipapa, Clemente III, Janzé vio- lentas acusaciones contra Gregorio VII. Reaccionaba desde el norte contra Crasso el cardenal Pier Damiani. No es dificil comprender que Ravena quisiera apoyar al emperador para liberarse de la autoridad papal a la que se encontraba sometida politicamente. También en Bolonia debieron existir algunos intentos iusromanistas, ya que sabemos de un cierto Pepone, de quien Godofredo y Azo nos dicen que en 1076 era legis doctor y profesor de derecho romano antes que Irnerio, pudiéndosele considerar como fundador de los estudios que su sucesor hizo célebres, 27 No es pues atendible la serie repetida de afirmaciones que sostienen que 360 Juridica —Anuario magicamente Imerio, en el siglo XII, fundé los estudios de derecho romano, aunque no debemos negarle el mérito de recoger una secalor tradicién impri- migndole el cariicter que a Ie época correspondia. B) Francia . en la los cha- Desde el siglo IL, se instalaron los francos, estirpe germéni decembocadura del Rhin. encontrandose divididos en varios pueblo: movos. los salios. los sicambros y los hueteros. Fueron asentindose todos ellos, paulatinamente, en direcciGn occidental hacia las Galias. pero ya hacia el sigodos a principios del siglo V, precisamente en sur se habjan movido los vi Aquitania, donde fueron acantonados por Constancio después del saqueo de Roma en el afio 418, También los burgundios legaron en la misma época hacia el norte de las Galias, aunque fucron combatidos por los hunos, mer- cenarios del imperio al servicio de Aecio. no obstante lo cual, terminaron por aduefiarse del valle del Rédano hasta Durance, Al establecerse primero los visigodos y burgundios en las Galias. de modo mas bien pacifico, fueron recibides por los romanos, concediéndoseles en algunos casos la mitad y en otros la tercera parte de las tierras de cultivo de las que disponian originalmente aquéllos.® Los visigodes y los burgun- dios reconocian la autoridad del emperador hasta que éste fue depuesto. El sistema de la personalidad en la aplicacién del derecho, comenzé pues en Francia en esta ¢poca y con la misma finalidad que en Italia y Espaiia. se expidieron leyes para codificar el derecho de los invasores. Asi. el rey bur- gundio GoNDEVATDO, que reiné del 474 a 516, expidid alrededor del aiio 502 una ley para facilitar a sus sibditos la aplicacién del derecho. Aparece esta Lev dividida en 46 titulos, mucho menos ricos y clasicos de Jos contenidos en la ley de los visigodos. Las fuentes romanas empleadas en su elaboracién fueron los tres cédigos prejustinianeos, algunas novelas posteodosianas y varios trozos de las Sentencias de Paulo e Instituciones de Gayo. 2 De fecha ligoramente posterior es la ya estudiada ley de los visigodos, que estuvo en vigor hasta el afio 507 en las galias al lado de la de los burgundios, pues en ese afio fueron éstos expulsados. De todos modes, la ley romana de los visigodos conservé su autoridad de facto y se impuso en los trihunales sobre la de los burgundios, por su cardcter de universal aceptacién. Los francos, se encontraban en las Galias desde el 481. sélidamente go- bernados por Clodoveo, que en 496, tras de extender sus territorios a costa de burgundios y visigodos, abrazé el cristianismo. Con ello resulié ser el primer monarca cristiano de Occidente, pues en Italia ¢ Hispania, adn se mantenia fuertemente enraizado el arrianismo. En 527 Clodoveo batié espec- El Derecho Romano en los Primeros Sigles de fa Europa Medieval 361 tacularmente a Alarico II, a pesar del apoyo que éste recibia de Teooxico desde Italia. Los visigodos se replegaron a Expafia, no conservando del norte mas que la Septimonia. Los nuevos invasores fueron poco numerosos, pero resultaron muy bien acogidos por la Iglesia, en virtud de su pronta cristianizacién y asi pudicron imponerse facilmente. Con el predominio de los francos se abolié la ley de los burgundios res- tableciéndose Ja vigencia de la de Jos visigodos. Sin embargo, parece que esa derogacién no fue total, pues se acostumbraba colocar en los manuscritos ala Lex Burgundionam después de la de los visigodos, y como la ribrica del altimo texto de esta iltima rezaba Incipit Papiani, abreviatura o apé- cope de Papiniani, se usé Hamar al texto juridico de los burgundios como Liber Papiani 0 Papianus. 2° A la muerte de Clodoyeo, el reino se dividé en las regiones de Austrasia, Neustria y Borgofta, gobernadas por sus sucesores, hasiante ineptos y avidos de dividir mas el reino de su antecesor. El dnico de los reyes francos de esta dinastia que merece ser recordado es DAGoBERTO, muerto en 639. La cultura Jatina se mantnvo bastante pura en las Galias hasta antes de la invasién franca. San Avito, obispo de Viena y San Cesare, obispo de Ar- lés dan prueba del dure valor de los galo-romanos. Los frances aceptaron el fatin corrompiéndolo bastante, con to que se inicia una época poco fecunda en la historia de Ja cultura de la Francia de los merovingios, como fueron llamados Jos sucesores de Clodoveo, En realidad, no parece que los francs se hayan preocupado mucho por hacer progresar el derecho, terminando por imponerse por doquier ta ley Romana de los Visigodos. Sin embargo, del derecho piblico si conocemos dos importantes leyes que son: la Ley Sdlica, redactada en latin y quizée anterior a la conversién de Clodoveo —196—, pues todavia hace alusién a ceremonias paganas.*? La opinién mas autorizada de los actuales,germanis- tas sostiene que esta ley, existente ya antes de la conversién de Clodoveo, debié ser reformada por este rey ya cristiano. 25 Contiene diversas normas de derecho penal, debido a que los pueblos germanos de la época tuvieron siempre gran preocupacién por esta rama det derecho. Esta ley fue reforme- da por Carlomagno y liberada de muchas expresiones harbaras. En su altima edicién fue muy conocida y estudiada en Europa, durante el alta medievo, Hamada Ley Silica 0 Carolo-Magno Enmendata. Otra ley franca de época merovingia fue la ley Ripuaria, procedente de antiguas costumbres anteriores a Ja Tegada de este pueblo a las Galias. 2 Ya el rey DaGonznro —628-639— la reforms y la aplicé especialmente para 362 Juridica.—Anvario los habitantes de Austrasia, o sea para los francos ripuarios, en tanto que la Silica se aplicaba en la regién de Neustria. 21° Hasta este momento la aportacién de los francos en materia juridica no es de las mas originales, a pesar de que en la organizacién politica y dere- cho pablico, se sigan las transformaciones visibles en toda Europa. La acep- tacién por parte de este pueblo del derecho romano fue bastante completa y no parecen muy sélidas las resistencias a él opuestas. Hemos ya dicho que a la muerte de DacoBerto, la monarquia franca ine praclicamente impotente, iniciéndose la decadencia completa de los merovin- gios pasando el poder a los miembros de la aristocracia territorial. Estos aristécratas tenian un jefe o alcalde de Palacio, cargo originalmente poco importante, que fue ganando interés politico debido a Ja habilidad de quienes lo ocupaban. En Austrasia, se implanté una verdadera dinastia de alcaldes que gobernaban en lugar de los “reyes holgazanes”. Pipino II lamado de Hestrall, fev la guerra contra Neustria, ampliando considerablemente, con sus éxitos militares, los dominios que les correspondian originalmente. Su sucesor fue Carlos, llamado Martel. A la muerte de Pipino el Breve, su reino se dividié entre sus hijos Car- lomin y Carlomagno,®" ambos casados con dos hijas del rey longobardo Desiderio. Pocos afios después, Carlomin murié, reuniéndose el reino en fa- vor de Carlomagno, en virtud de la idea de que su titularidad es indivisible en sf, solamente siendo compartible en ejercicio. Carlomagno repudié a Ermergarda, irritando asi a Desiderio, 2° que ya para entonces amenazaba con atacar los dominios temporales del papa Stefano III. Con esto, la ocasién fue propicia para que Carlomagno acudiera en ayuda del papa, en tanto que en Oriente las luchas iconoclastas no se extinguian ain. Desiderio exigia al papa! que reconociera como rey de los francos a los hijos de Carloman, quien en vida habia rivalizado con Carlo- magno. El Papa oponiéndose a tales pretensiones, solicité la ayuda de los francos. Después de un prolongado sitio, es tomada Pavia por Carlomagno en junio de 774, terminando asi el dominio longobardo en Italia. Carlomagno se convirtié asi en sucesor de la tradicién regia longobarda, consider&ndose de inmediato como Rex jrancorum et longobardorum *6 pro- cediendo desde luego a confirmar al Papa la donacién hecha por su padre a Stefano II, veinte afios antes. 7° De inmediato surgieron dificultades con el Arzobispo de Ravena, quien deseoso de conservar su autonomia en el ex-erritorio bizantino, quiso apoyar a los descendientes de su hermano con- tra Carlomagno. Para el afio 780 terminaba la segunda intervencién de los francos en Italia, dejando al Papa sin rivales politicos de ninguna clase. E! Derecho Romano en los Primeros Siglos de la Europa Medieval 363 Las relaciones entre Carlomagno y el imperio oriental fueron bastante ten- sas, a pesar de que Ja emperatriz Irene planed casar a su hijo Constantino VI con Rotruda, hija de Carlomagno.?"? Asi, cuando en la navidad del aio 800, el Papa coroné en Roma a Carlomagno, la disputa politica con Oriente se volvié muy enconada, debido a que el imperio bizantino munca habia abandonado sus pretensiones sobre Occidente, ya que Justiniano hiciera valer dos siglos y medio atras, con base a la unidad del imperio. Era natural que esa coronaci6n fuera considerada por ellos como una verdadera usurpacion. 48 E] conflicto politico se convirtié en lucha bélica, teniendo como escenario las costas de Venecia, Istria y Dalmacia, cuando en el afio 802 la emperatriz Trene fue derrotada por Nicéforo. Sélo en 812 se logré un acuerdo, por el cual el emperador hizantino reconocié Ja soberania imperial de Carlomagno, a cambio de la retirada franca de los territorios italianos en disputa. 7"? Hasta ahora no ha sido suficientemente valorado este hecho en la tra- yectoria de las ideas politicas de la época. El acuerdo entre Irene y Carlo- magno es demasiado importante para ser pasado por alto, Gracias a él, el imperio oriental acepté la existencia politica de la soberania imperial del occidente independiente, Si la coronacién de Carlomagno pudo ser consi- derada como una usurpacién2° a los ojos de quienes negaban al papa el derecho de ungir a los emperadores, a partir del aiio 812 quedaba revalidada. Las empresas guerreras de Carlomagno le proporcionaron un imperio que se extendia del Oder y el Tibesio en Servia, hasta las costas francesas de Aquilania, y desde el ducado romano hasta el mar del norte, Carlo- magno imprimid a la conquista y extensién de su imperio un cierto caracter de cruzada, en virtud de su espiritu cristiano, combatiendo a los arabes de Espafia y del sur de Italia.“ Asi lo habia hecho su abuelo en Potiers, im- pidiendo la expansion musulmana en el resto de Europa. Longobardos, bava~ Tos, fivaros, sajones y bretones quedaron absorbidos en el imperio, perdiendo para siempre su individualidad. Se conseguia la unificacién de las tribus germanicas °° bajo el poder de los franeos que desde hacia 300 afios se sofiaha. En verdad, el imperio carolingio fue el més importante de la Edad Media, desde Ja caida del imperio occidental romano, con la caracteristica de que todos los pueblos comprendidos en aquél estaban conscientes de su origen romano y su presente cristiano. Carlomagno reconstrufa asi a Ja xepiiblica romana y en efecto, en su or ganizacién se aprecia un intersante paralelismo con la organizacién imperial de la época augitstea 2 basada también en la basqueda y logro de una pax que no se habia conocido en los tres y medio siglos de existencia que Hle- vaba Ja Edad Media. 5 Existe un curioso paralelismo entre los missis do- minici que vigilaban a los condes* y el sistema de descentralizacién del 364 Juridica. —Anuatio imperio romano, pero con la curiosa circunstancia de que los magistrados frances debian ser un laico y un clérigo. Otra curiosa semejanza entre estos fendmenos y algunos de Roma, fue la prorroga de su jurisdiccion al con- cluir el aio durante el cual gozaban de imperium. 7 Carlomagno quiso reunirse, como sus predecesores emperadores romanos, de los mas destacados inlelectuales de su tiempo, tales como el irlandés AL- curNo, el mejor escritor de la época al lado de Paoto, Dikcoxo, Ecixarno y TEopOLFO, todos cllos nutridos en la culutra greco-latina, °° Contribuyd también el emperador de manera muy especial a la difusién de las leyes y las artes, mediante la fundacién y patrocinio de numerosas escuelas, verda- deros centros de saber clisico. Carlomagno gobernaba asistido de un grupo de consejeros que formaban el Sacrum Palatium, Segin Icmaro, al lado del emperador habia siempre tres consejeros eminentes para resolver cualquier problema urgente. “2 Cuan- do menos una vez al afio se reunia la asamblea general, lamada Placitum Generale para discutir de los asuntos mas importantes del imperio- Célebre es en cl derecho franco la coleccién de Capitulares que ya desde la época merovingia expedian los reyes. Su nombre obedece a ua division en capitulos o paragrafos y se diferenciaba de los edictos, decretos o precep- tos, porque aquéllos eran dados a los funcionarios de palacio y ésios a todo el pueblo, Poco antes del advenimiento de Carlomagno al imperio. la expre- sion Capitularia se usaba ya para todo acto legislative expedido por el emperador, en base a su poder regio de legislar llamado bannum. +" que comprendia también el de imponer coactivamente la medida, pudiendo san- cionar enérgicamente a tos transgresores. Diferia esto de los restantes sistemas germanicos, en que el pueblo votaba la ley, pues entre los francos la inter- imbélica. Astut! ha encontrado un intere- ag vencién popular era meramente si sante paralelismo entre el banrum franco y el ius honorarium romano. No desaparecié del todo el derecho det pueblo a legislar, que siguid exter- nandose a través de la ley, aunque en los siglos sucesivos se hizo muy raro. Traténdose de capitulares importantes se hacia precisa la aprobacién de los préceres 0 maiores™ y en siglos sucesivos, de los Dietas. * La legislacién carolingia abunda en capitulares lamadas eclesidsticas 2 mundanas o mixtas. segin la materia que (ratasen, Las mundanas o seculares suclen subdividirse en capitulares legibus addenda, es decir que se agregaban al apéndice de ciertas leyes 2° tomando fuerza de ellas y obligando sélo a los que debian acatarlas. Solo excepcionalmente se dirigian a toda la poblacién del imperio.287 En oposicién a éstas se dan las llamadas per se scribenda, es decir, que no se referian a otras leyes, sino que eran auténomas. Frecuente- mente estas iltimas fueron de cardcter territorial y denotan, como sata a El Derecho Romano en Ios Primeros Siglos de la Europa Medieval 365 la vista, el deseo imperial romano de unificar el derecho, dirigidas ab omni- bus observanda. Sélo a mediados del siglo IX, fueron reunidas las capitulares por obra de Axseciso y de Benedetto Levrrs.28* No son raros los casos de falsas capitulares que en sigloe sucesivos buscaban extender los derechos de la Iglesia, quizés por obra principalmente de Benedetto Leyrrs 2 Carlomagno se presenta pues como un personaje central de la Ata Edad Media. que contribuye poderosamente a revivir en Qccidente Ja idea del im- perio. No sabemos a ciencia cierta que haya impulsado directa 0 consciente- mente el estudio del derecho ramano, pero en toda su legislacién se respira un ambiente de renacimiento, de vuelta a la romanidad, principalmente cen- trado en la idea del imperio que no se extinguird sino hasta Federico Barba- rroja. La idea imperial de Carlomagno. ademis de romana y reconocida por el Papa ¥ el emperador de Orieme 2#? es profundamente cristians. El papa Adriano doné al emperador la coleccién Dyonisia para que existiera. un yerdadera derecho comin en el reino franco en materi: no deja de sugerir un curioso paralelo con el vinculo que en Oriente se esta blecid entre Justivtaxo y el papa Virciiio2" No obstante esto. a partir de Ja muerte de Carlomagno —ocurrida en 214-— proliferaron las citadas falsi- ficaciones con el fin apuntado, 4 En materia de aceptacin del derecho romano. el imperio carolingio mac tre una predisposicién abieria a volver a la romanidad, sin olvidar del todo Ja tradicién germano-franco. imprimiendo al derecho pablico um mereado parecido a la organizacién imperial augustea, como hemos ya observado, A la muerte de Carlomagno el imperio se divide, v sélo el importante ilo de Verdin, concertado en 843, permite dividiy sus restos en tres Francia, Alemania e Ttelia, haciendo posible la iniciacién de rela- ciones internacionales entre estos reinos, ya que cl intento de Carlos cl Godo. de unir el nuevo imperio, no pasé de seis afios. 8 A partir de ese momento. como nota avertadamente De, Veccro, “ se origina una anarquia que facilitaré cl desarrollo del feudalismo y tas corporaciones de las que surgiran las primeras manifestaciones del derecho obrero y mercantil. 24° En Tos siglos siguientes a la disolucién del imperio Carolingio, Francia mantiene su autonomfa al lado de las ambiciones imperiales que desde el afio 918 muestran los emperadores romano-germanicos ?° gracias a una habil politica de sus reves y a la rivelidad entre ef papa y el emperador. que se considera muy a menudo como sucesor de Carlomagno. 247 E] sistema personal en la aplicacién de la ley fue favorecido por el feu- dalismo que autoriza el poder central en miiltiples eefiorios jerarquizados, al grado. que en cada juicio de derecho privado, es preciso que el juez pregunte a las partes sub quae lege vivis? planteindose dificiles problemas practicos. candnica. to que 366 Juridica.—Anyario Este sistema ird evolucionando hacia la concepcién territorial, en tanto el proceso a favor del poder regio y en detrimento del feudalismo, progrese en los siglos sucesivos, pues en Francia, no existié para lograr este fin, el problema del dominio temporal del Papa. Mientras tanto, la principal fuente del derecho fue la costumbre que se impuso por no existir una verdadera le- gislacién general, de modo que en cada region que tenia una individualidad propia, se formé una costumbre que normaba a todos los ahi domiciliados. Este derecho quedaba a Ja apreciacién del juez. A diferencia de lo ocurrido en el norte de Francia, en el sur se mantenia mas viva la tradicién romana por Ia persistencia que en este sitio habia tenido la ley de los visigodos. 48 No se exeluye del todo que en el norte haya tenido importancia el derecho romano, sélo que su aceptacién fue més tardia, la prueba de ello esté en que las principales obras que hasta el siglo XII se produjeron en Francia en materia romanistica proceden del Mediodia. A ello pudo también haber cooperado Ia influencia que los pueblos zermanos de la Renania puedan ha- ber ejercido sobre los francos del norte, como parece verse en la Lex Fran« corum Chamavorum, recogida en una capitular del aiio 813.2 Lo cierto es que del siglo VI en adelante, existieron diversos formularios como el D'An- gers, el de Paris, Jos reunidos por el monje Marculfo, las de Sirmond, las de Balize, las de Lindenborg y otros, que denotan que en la practica juridica del norte se mantuvo ef derecho romano también en cierta medida. *°° Hacia el 1100, la obra de Ivone de Cuanrres, su Decretum y su Panormita, de- muestran un minucioso manejo de fuentes juridicas romanas. 4 Obra de gran trascendencia para el estudio del derecho romano fue ef Brackylogus iuris civitis, un manual que hace ver qué tan cuidadosos debieron ser los estudios ius-romanisticos. Singular interés reviste para el estudio de la Segunda Vida del Derecho Romano, determinar si la obra es de la época pre-irneriana, pues en ella su autor, anénimo para nosotros, muestra un buen conocimiento del Digesto. En cualquier forma, la obra es seguramente anterior a Jos primeros decenios del siglo XII y debié ser utilizada en la praetica, No faltan autores que sostengan su procedencia de Italia. 22 De Ja misma época, quizis Kgeramente posterior, es otro texto llamado: Exceptiones Petri, tal vez obra de un magister Petrus, que contiene algunos. puntos de derecho romano diversos del derecho local de la regién compren- dida entre Barcelona y Tolosa y tal vez persiguié fines propiamente judiciales. Esta obra demuestra la preocupacién nueva, que se mostraba en esos lugares. por el estudio del derecho romano, al lado de la costumbre local. 25? Pero: la mas interesante manifestacién producida en Francia a mediados del siglo. XIL°% cs una Summa del Codigo de Justiniano, llamada Lo Codi, aparecida también en el sureste. Respecto a esta fuente, ya es seguro el influjo que los El Derecho Romano en los Primeros Siglos de la Europa Medieval 367 primeros glosadores italianos, mas alla de los Alpes, imponian a los nuevos estudios romanisticos en diversos Jugares de Europa. 285 C) Espasa Cémo se haya filtredo y recibido el derecho romano en Espafia, es rele vantemente interesante para nosotros, dada !a aportacién que esta gran nacién hizo a la formacién de nuestra cultura y de nuestra nacionalidad. Por otra parte, el caso de Ia recepeién del derecho romano en Espafia, reviste un especial atractivo, en virtud de que a partir de los primeros afios del siglo VIII, se inicié Ja invasién ardbiga que puso fin a la dominacién visigética, comenzando casi inmediatamente la lucha por reconquistar lo perdido. Es éste un caso muy singular, ya que esta lucha se ha extendido casi por espacio de 800 afios, es decir se trata del conflicto armado més prolongado que re- gistra la historia, 2 de tal modo, que en su curso se pueden apreciar Jos diferentes procesos que se producen en la materia. Otro rasgo interesante de esta reconquista reside en la diversidad esencial de las culturas que entraron en pugna. La visigética, mezcla de romana y de germana por un lado. pro- fundamente cristiana y la arébiga, monoteista, pero oriental en todo y por todo, frente a aquélla. No obstante para el arabe, la conquista de Occidente se imponia como una necesidad religiosa derivada del legado de Mahoma, de tal manera, que el choque de concepciones era total pues ese profundo sentido cristiano del espafiol, imprimié siempre un sabor de cruzada a su reconquista. La Hispania visigética fue seguramente la region del imperio romano de Occidente que mas profundamente se romanizé y més tarde se cristianiz6. 7 Es que Espafia siempre ha sido propicia al mestizaje étnico y cultural, pero siempre en la misma direccién, hacia lo nacional, hacia lo occidental. Fue asi como el imperio visigético logré acelerar la formacién de la nacionalidad espafiola y el despertar de esa conciencia se inicié tempranamente y mantuvo siempre los mismos brios y por tanto una neta y clara oposicién axiolé- gica frente al invasor. Pero no se piense que el espaiio! rechaz6 intransigentemente todo lo arabe, por el contrario, veremos eémo gracias a ese espiritz siempre pronto al mes- tizaje, 9 la raza y la cultura espafiola absorbieron algo nuevo, Veamos pues cémo se produjo esta importante época en la historia de Espafa. En Ja peninsula ardbiga, durante el siglo VI, se inicia un importante movimiento politice-religioso debido a Mahoma, que cambiaria el curso de la historia en amplias regiones del mundo. Entre Jos drabes existia una fuerte tendencia a considerar que todo el que no formaba parte de la tribu 368 Juridica.—Anuario era un enemizo en potencia y por ende, una presa Jegitima de pillaje y botin. Aunque los romanos tuvieron algiin contacto con estos beduinos, la penetra- cidn cultural del imperio fue sumamente débil y precaria. Los arabes del siglo VI poseian un idioma perfecto y un sistema juridico que se adecuaba a sus condiciones de vida social y econémica,?% Estos arabes, estirpe de origen semita, se habian mantenido decididamente apegados al monoteismo, venerando una piedra negra que segiin la tradicién, habia sido dejada para ellos por el arcéngel Gabriel. Lo que unia a estas diferentes tribus era, pues. una concepcién de tipo religioso. En los afios 570 nacié en la Meca; Mahoma, de padres humildes *, se dedicaba de nifio al cuidado de los came- los. caséndose més tarde con Ta adinerada viuda Cadigia. A partir de enton- ces. se aulodenominé profeta, predicando una religién monoteista, afirmando haberla recibido por inspiracién divina a través del arcangel Gabriel. Su pre- dicacién no dejé de producir resistencia en Jos sacerdotes de la Kaaba, que lo obligaron a refugiarse en Medina en el afio 622.2% Alli pudo predicar con mas fortma, imponiéndose rotundamenie, tanto en el plano ideolégico como en el politico, Lo primero con el Koran,2% lo segundo organizando una nueva comunidad Hamada iskimica 2° en cuya base se encuentra la guerra religiosa para extenderla por todo cl mundo, con la promesa del paraiso a los que muriesen en ella, *% En la concepeién islamica abundan los influjos del cristianismo, tales como la obligacién de la plegaria, del ayuno, de la limosna, de la hospitalidad, de la proteccién de los desvalidos, pero su no- cién de Ja fraternidad se reduce a los componeates de la comunidad umma ligados por un vinculo de sangre o ficticio que los lleva a practicar Ja misma religién, He aqui como los actuales intentos de ligar un panislamismo, entre las respectivas naciones de nuestro tiempo, sea légico y congruente con esta actitud, que aunque anterior a Mahoma, se desarrollé con su obra, °7 La unidad politica islamica se conecta al califato. en el cual se unifica la soberania del pueblo 2S en cuya base reside un claro sentido contractual, pues ninguno puede ser forzado o constrefiido a formar parte de él. La expansién del Islam, desde la segunda mitad del siglo VII fue casi incontenible. Asi el imperio bizentino fue perdiendo una a una sus posicio- nes europeas, por mas que los emperadores iséuricos hayan podido detener lemporalmente la embestida en las puertas mismas de Constantinopla. °° En Espafia, la monarquia habia devenido electiva entre los godos, lo cual contribuyé a fomentar desuniones que aprovecharon los judios y los arria- nos, descontentos con la conversién de Recaredo, para desunir a la nacién. Este factor, sumado a la incontenible cxpansién iskimica, explica mejor que la leyenda la penctracién arabiga en Espafia.?™ De este modo, a los dos afios de la primera gran derrota, inflingida a los visigodos, los érabes tomaron la Ej Derecho Romane en los Primeros Siglos de fa Europa Medieval 369 capital del reino, Toledo. 2% En la regién montafiosa de Asturias se formaron de inmedinto los primeros niicleos de Ja resistencia, a la cabeza de los cuales se encontraba el célebre rey Don Pelayo. Es indudable que para la causa del romanismo, la epopeva que Espaiia comenzaba a librar, dejaria mas enraizados en la conciencia de nacionalidad tos valores cristianos heredados del antiguo imperio. Si el triunfo arabe en Espafia {ue relampagueante debido al empuje de fvabes y moros 2! comandados primere por Tarik2™ y después por Muza, cs indudable que esta civilizacién no logré mis honda penetracién en Europa, en virtud de Ja potencia franca, que les impidié decisivamente el paso hacia cl norte. ?% La politica se dictaba desde Damasco, en Siria, capital del cali- fato al cual estaba sometida Espafia, Mientras tanto, los micleos de resistencia se multiplicaban, no slo en Asturias y Galicia, sino también hacia Navarra y Aragén, no siendo raro el caso de que condes y marqueses se autodeclara- ran independientes para oponerse a los érabes. 2% La situacién politica de la Espafia arabe, Hamada At Andalus, cambié poco después, ya que la familia de los Omeyas, que habia detentado el cali- fato en Damasco, fue expulsada por la de los Abésidas, Sin embargo, uno de los principes depuestos, Abderramén, lozré Megar a Espaiia y proclamarse Emir, esto ca, jefe dnico ¢ independiente de Damasco. Esta situacién, que fue aceptada por Al Andalus, tuvo enorme repercusion en el futuro de Es- pafia, pues ésta dejaba de pertenecer politicamente al imperio iskimico, para correr su propia suerte como cualquier otra nacién de Europa. La capital del nuevo emirato se establecié en Cérdoba y ya para el afio 930 Adbertaman TEI, se convirtié en califa ostentando pues el mismo titulo usado en Oriente. Después del brillante periodo arabe de Almanzor —protegido de Dios— “1 la politien drabe en Espatia entra en franca decadencia. En Cérdoba se proclama una especie de repiblica que origina una pluralidad de reinos débiles ¢ independienies, que se conocen como reinos de taifas, Todos estos sucesos no dejaban de favorscer de uno y otro modo a la causa de la recon. quisia, que cada vez se venia impregnando més de espiritu cristiano, sobre todo a partir del siglo IX en que desperté, no sélo en Espafia, sino en toda Europa, el culio 2 Santiago en Compostela. 277 No pedemos olvidar que Alfonso II, uno de los sucesores del rey Pelayo, fogré la alianza con Carlomagno, siendo a partir de entonces que los francos refuerzan en todos los érdenes a los espafioles del norte. °78 En el afio 1035, Fernando I, hijo de Sancho el Mayor, logré unifiear, gracias a sus derechos hereditarios, las coronas de los reinos de Leén y de Castifla, que hasta entonces habian permanecido separadas, tomando el titulo de Emperador. Es evidente que ya estos primcros reyes espafioles tenian una 370 Juridica.—Anuario clara conciencia del choque de culturas que estaban presenciado. Era otra vez Occidente contra Oriente, no s6lo un conflicto europeo localizado en E- pafia, sino la pugna entre dos civilizaciones provista cada una de su propia religién y teologia. Aunque a la muerte de Fernando se haya nuevamente dividido el vcino castellano-leonés, Ia clara idea de Ia trascendencia del papel que jugaba Fspafia en la historia, pasé a sus hijos Sancho y Alfonso. Du- rante el reinado de Alfonso VI, que ocupé el trono debido al asesinato de su hermano mayor, 27 se logré el mas importante triunfo de la cauca expafiola hasta el momento: la conquista de Toledo, otrora capital del reino visigé- tico. Ya para el afio 1085 en que Alfonso entré gozoso en Toledo, se habia extendido por Inglaterra, Francia, Italia y Alemania el espiritu de la llamada cruzada de occidente, para arrojar a los arabes de Espafia. 2% Mucho contribuyé la toma de Toledo a la difusién de la cultura clésica en épocas del pre-renacimiento en Europa, ya que multitud de obras clisicas que conservabon Jos drabes en sa ciudad, gracias a sus contactos con Ia fi- losofia y la ciencia greco-romanas, fueron traducidas al arabe, al castellano, catalan y francés principalmente. No se pierda de vista que también el Islam habia logrado afianzar importantes posiciones en el sur de Halia. Por otro lado Ja civilizacién bizantina, ya para entonces en franca decadencia, ce mezclé con la arabiga con motivo de los fenémenos acaecidos en aquellas dos naciones europeas, en Africa y en el corazén mismo del imperio oriental. Este periodo de la historia espafiola se cierra en el ocaso del siglo XT y principios del siguiente, época que corresponde con toda verosimilitud a ta de la heroica gesta del Cid. °S* Hoy estd undnimemente probada la existen- cia de este personaje, con cuyo cantar se da inicio 2 nuestra Jengua. Los mas eminentes especialistas en estudios cidianos, no discuten sino detalles de sus proezas, sea con apoyo en las fuentes espafiolas, sea con base a las arabes. ®®° E] anénimo autor de este gran libro, nos describe con realismo las grandezas de esta recia figura castellana, pero lo que mas importa a nos- otres poner de relieve, es la cantera riguisima que constituye el Poema del Mio Cid, para reconstruir y comprender el momento histérico y conocer el derecho de la época. Sea el orden juridico feudal, sea el que debié regir la fa- milia y algunas relaciones derivadas de la propiedad y los contratos, todas encuentran una rica fuente de conocimiento en Ia obra inicial del idioma castellano. 783 El Cid encarna la férrea oposicién castellana-espaiiola a la dominacién arabiga y es que esta cultura era intrinsecamente incompatible en su esencia con la heredada por Espafia de romanos y germanos, Téngase presenie que el espafiol defendié y mantuvo su tradicién por mas del doble de ticmpo del que los pueblos de América Latina fueron ocupados por la propia Espafia. E/ Derecho Romane en les Primeros Siglos de la Europa Medieval 371 Fue ésta la depositaria de la tradicién romano-germdnica durante la Edad Media y quien la transmitié, a partir del siglo XVI, a otros continentes. Supo Espafia, no sélo custodiar, sino también conservar limpio ese legado, a peser de su espiritu favorable al mestizaje y abierto a tantas y tan repeti- das recepciones de cultura. Es que en realidad, es éste el Gnico caso en Ja storia de la cultura, de un pueblo, que habiendo visto invadido su terri- tovio por espacio de ocho siglos, no ha deformado ni alterado en lo esencial su personalidad. Baste, para corroborar este aserto, comparar la Espafia de los altimos reyes visigodos con la espléndida Espafia unificada de los Re- yes Catélicos. De lo anterior se deriva la tesis de que el mas importante vehfculo de transmisién del romanismo durante los filliros quinientos afios de historia, después de la Iglesia cristiana, ha sido sin lugar a dudas, fa peninsula ibé- rica. *8 Podemos cieriamente sostener con José Maria PemAn®5® que la influencia arabe sobre lo espafiol se reduce en lo occidental, a algunas pala- bras que denotan lujo, flores, colores, algunas nuevas especies vegetales, algunos nuevos medios de hacer la vida mas confortable y suave, pero en lo ideolégico, religioso, politico y juridico, Expafia se arraiga en su propia tradicién, Es cierto que Cérdoba fue en el siglo X la ciudad més culta de Europa, y que a ella se dirigian los hombres de saber y ciencia desde todos los rincones de Europa; es cierto que sus preciosas bibliotecas y célebres estudios no eran igualados en sitio alguno, es cierto que contd con una pléyade de pensadores y filésofos, entre los cuales Averroes, es sin lugar a dudas el primero, también es cierto que tanto en la lirica como en la mtisica y la arquitectura, Hegé a tener una gran relevancia; pero la Espafia eristiana asimilé a su manera tradicional esos elementos, dotindolos de un pleno sen- tido cristiano, convirtiendo las mezquitas en templos, estudiando a Aristételes a través de Averroes para comprender mejor a San Isidro y Hevando Ja miisica a la corte, para que uno de los mas cristianos monareas espafiol cantara a la madre de Dios. 75° Por otra parte, hay que reconocer que en fos arabes exislié un cierto espititu de tolerancia, que en numerosas ocasiones hizo que prefi meter a tribute, de acuerdo con las concepciones feudales, a los espafioles, en lugar de aniquilarlos. *8° En Ja Espafia musulmana, es decir en Al Anda- luz, los musulmanes convivicron con los eristianos que quisieron mantener su religién, pagando un tributo mediante un pacto garantizado por la tradi- cién rominica. A estos cristianos se les llamé mozdrabes, dimmies en lengua 4rabe. Los musulmanes no veiaa a los cristianos como inficles, en virtud de que poseian una cierta tradicién comin a ellos, rigurosarente monoteista basada en la Biblia, por lo que fueron Hamados “gente de libro” 26 bis. La jeran so- 372 Juridica.—Anuario sumisién podia ser absoluta —suhi—o del tipo ed, en la que se conservaba la libertad religiosa como ya se dijo, pero en ambos casos debia pagarse un impuesto personal —chizia— y un tribute territorial —jarach—. Los cri tianos que se convirtieron al credo mahometano fueron llamados muladies, siendo incorporados a la comunidad rusulmana. 2° Los judios conservaron, igual que los cristianos, su libertad religiosa, siendo ambos grupos de ere- 201 yentes, auténomos en lo politico y en lo juridico. Conforme la reconquista avanzada cristalizaba también la nocién del imperio espafiol que. como hemos visto, fue ya la bandera de Fernando 1. Asi. una de las mas nobles y fieles hijas de Roma, se conservaba fiel a la herencia secular de los césares, esgrimiéndola con entrafia ecristiana, al oriente pa- sano. En ningn terreno es mis patente la independencia que mantuvo lo espafiol frente a lo drabe, como en el del derecho. El dercho arabe fue esencialmente religioso, la base ideolégica del sistema se encuenira en cl Coram, como expresin de Ja voluntad de Ala tevelada a su profeta, pero ademds, la con ducta misma de éste, es también fuente juridica de primera importancia y constituye la Summa defendida en la idema, que es la opinién unanime de la comunidad musulmana. A estas tres fuentes se suele agregar la Analogia o Rav. siempre que no se proponga desvirtuar ninguna de las anteriores. La costumbre y la legislacién no son consideradas fuentes de derecho. Los ju- vistas pueden aporter algo al derecho, pero siempre limitados por aquellas fuentes primigenias. En Espafia destacé la escuela Maliki, una de las cuatro grandes. 23 Es bien claro cudn estética y primitiva se muestra la ideologia juridica musulmana frente a Ja heredada por Espafia,* siendo ademas diversa la concepeién {ilosdfica en ambas culturas, pues para el pensamiento arabe. el derecho no es sino la via para conducirse hacia Dios, siendo lo juridico semejante a lo que en Occidente se Hiamaba religioso desde la Edad Media. Es cierto, no hay antitesis, pero si diversidad; “ prefiere el espafiol, ficl a si mismo, apegarse a tradiciones germénicas cristianizadas y no arabizar su derecho. 28 La misma oposicién puede verse en cuanto a las clases sociales se refiere, pues en esta materia es el germanismo nobiliario, tefiide del pecu- far feudalismo espafiol, el que caracteriza a la Espajia cristiana de la re conquista, Bien sabemos que la idea de la posesién de la tierra es una de las mas peculiares caracteristicas de 1a Edad Media europea. el paso de los germanos, del nomadismo al sedentarismo. y a su unién y adaptacién al mundo impe- rial, originaron que tanto el derecho politico como el privado, giraran en torno a esta nocién que puede enjuiciarse como decisivamente romana. 27 Ef Derecho Romano en los Primeros Siglos de ia Europa Medieval 373 Asi, la soberania °° se corresponde al dominio de la tierra y las enfeudacio- nes y pactos de vasallaje se multiplican y se reconoce su posibilidad de tranemisién por herencia, 2% El desarrollo feudal Mega a su apogeo cuando terminan los movimientos raciales mds importantes que conformaron Eu- ropa. °° Corzelativa a esta idea del vasaliaje. la de la nobleza y también el principio de que ésta era inherente a la posesién de la tierra, levaron a la con- clusién de que la propia tierrn debia transmitir a sus poscedores la condi cién sefiorial, 3 El feudo era un contrato conforme al cual, sin intervenir canon anual. se transfieren derechos reales a la posesién *® a cambjo del deber de fidelidad y homenaje que origina obligaciones tanto reales como personales. El vasallo puede & st ver ser sefior de otros vasallos que de él dependen, los que se convierten asi en vasallos mediatos del primitivo sefior, para ellos soberano. No interesaba la calidad de laico 0 eclesidstico, dandose asi el caso de que el papa fue vasallo o sefior en diversos casos. Apréciese que el contrato de enfeudamiento era sinalagmatico, es decir que importa derechos y deberes recipracos, y en la base de él, pueden encon- Uarse muchas instituciones de derecho romano retocadas y sdaptadas a sa momento por la genie de los sighs VIIT y IX 2% y aunque los sefiores alo- diales** no quisieron depender de nadie, razones de seguridad polities les obligaron a feudalizarse con rapidez, Debemos apreciar cémo Ja idea feudal de la Edad Media veposa sobre Ja nocién de concordia que con tanto afan se buscaba a fin de jerarquizar todo lo existente. de modo que ningun hombre ni objeto se eximiera de este Lazo universal, 9% Fi eontrato feudal debia perfeccionarse por el homenaje que el vasallo prestaba y Ia inyestidura que recibia, y en cuya base sinalagmatica siempre se hallaba Ja fides romana, de modo que si se violaba esa confianza reciproca, se caiz cx los crimenes de felonia y deslealad. Es evidente que como en tods organizacién politica, se recibian nociones éticas y juridicas procedentes, no ya de las fuentes escritas romanas, sino de una tradicién cultural ayrai- gada y practicada en el ecct:lente del imperio. 8% modernizindolas y adap- tndolas a las nu . Este sistema produjo una visible atomizacién del poder politico y por io mismo, un debilitamiento de la autoridad central, que en lo juridico originé la imposibilidad de un sistema codificado por la falta de una sola seberania efectiva, 7 El feudalismo no se desarro!lé ca Espafia como en Francia, ni persisti como cn Halia y Alemania. La razén es bien sencilla, se encentraba la penin- sula hajo condiciones evidentemente diferentes a lac del resto de Europa. La nocién del rey en Espefia fue més sélida que en el resto del continente, $s exigencia 374 Juridica.—Anuario debido al peligro comin que exigia una aglutinacién de todos los sibditos en la persona del monarca. Por otro lado, surgian frecuentemente imperativas necesidades de repoblar las tierras apenas conquistadas, haciendo que Iege- ran a ella representantes del rey, gobernadores *$ que habian jurado fide- lidad a aquél, aunque conservando amplia autonomia en su gobierno. 2” No obstante, debe aceptarse que Espaiia no se sustrajo en modo alguno a nume- rosas instituciones feudales, especialmente en la regién de Cataluiia, debido ala influencia del imperio franco. = Ya hemos visto cémo los arabes aceptaron el feudalismo en Al Andaluz, al permitir que los cristianos que se les sometian,*" siguieran disfrutando de su libertad religiosa y costumbres.*!2 Lo anterior se lograba mediante contratos, que semejantes a los de enfeudamientos, fucron llamados de 4man. También los moros que se sometian a Jos cristianos en las tierras reconquis- tadas, mantenian esos mismos derechos y eran Ilamados mudéjares. 913 Pero en la estructura social de la Espafia cristiana, la nobleza ocupaba el mas alto sitio, sea por su vinculacién al rey sea por el ejercicio de las armas, De nuevo. como en Roma, la clase de los caballeros, eguites era la mas pura expresion de ser de la clase privilegiada socialmente. #1* Lo nobleza podia derivar de la sangre o de concesién real, llamada nobleza de servicio. De cualquier forma, implicaba posibilidad de desempefiar ciertas funciones piblicas, exen- cién de tributos, derecho a ser juzgado conforme a su posicién social y a ostentarse como tal. Los nobles de mas alta categoria fueron Ilamados en la Baja Edad Media, ricos hombres y siendo propictarios de grandes exten- siones de tierra sélo dependian del rey por el juramento de fidelidad que a les ligaba, pero el soberano no podia tomar ciertas decisiones importantes, sin escuchar al consejo de los ricos-hombres. *% Abajo de éstos se encontra- ban los caballeros y los militares que de aquéllos dependian, generalmente heredando esta calidad de sus antepasados. Por ultimo se encontraban los Namados infanzones, quizds en su origen descendienies de los altos funciona. rios de Palacio, También los caballeros fueron Hlamados hijoz de algo o hidalgos, para denotar su origen cierto y prestigiads. 8! Notese fa similitud de esta nobleza con el patriciado romano. La nobleza espafiola no constituyé un grupo hermético, sino por el contrario abierto a todos los que aspirando a formar parte de él, pudiesen conseguirlo. Los caballeros que no gozaban dle la nobleza ocupaban villas 0 aldeas ¥ eran por esto nombrados villanos y goraban también de privilegios que les eran otorgados directamente por el rey o por los fueros. Recibian el nombre de pecheros cuando debian corres- ponder al sefior una suma generalmente anual, llamada pechos concejiles. La esclavitud originé la llamada servidumbre. que podia ser personal o refe- rida a Ja tierra, llamada por esto servidumbre de la utcba. #17 No faltaron EI Derecho Romano en los Primeros Siglos de la Europa Medieval 375 Jos casos semejantes a la curatela romana y al patronato que se denominaba homines de benejactoria, y que en los siglos XIII y XIV se Hamaron, por apécape, behetrias. Necesidades naturales y circustanciales, derivadas estas iltimas de la lucha contra Jos arabes, propiciaton la aceptacién y desarrollo en Espafia del municipio romano, institucién importantisima, que de esta manera pasé de la Edad Media a nuestros dias. Al igual que en el resto de Europa, la Iglesia ocupé un lugar preponderante en el feudalismo espafiol, pero el papel mas importante lo desempeiié en lo ideoldgico. Como recordamos, el Fuero Juzgo, 0 mis propiumente Mamado Liber Jadiciorum, habia tratado en el siglo VII de unificar tegislativamente el de- recho visigético con gran influcncia romana. Los reyes Wamba y Ervigio, dictaron disposiciones adicionales que pasaron a formar parte de su texto. Por wiimo fue Fgica, quien aporté las diltimas novedades al derecho espa- fiol, ya en visperas de Ia Megada de los drabes a la peninsula. Durante la Alta Edad Media espaftola se desarrolian ampliamente los fueros y ¢statutos municipales por Ia serie de razones ya apuntadas. Estos fueros y en diversos casos Jas cartas pueblas ya explicadas, recogian, a dife- yencia del derecho arabe, los usos y costumbres de !a regién con el fin de hacey mas efectivo el derecho, en cada caso necesario, unas veces para fo- montar la poblacién —-Bafiosera 824— otras para buscar la defensa y segu- ridad del territorio —Oviedo 857—. Por usta decisiva incidencia de las cos- tumbres se entiende cémo y por qué hayan persistido gran ntimero de précticas Upicamente germanas. El Fuero Breve —por su poca extensién— de Ledn, por ejemplo, es uno dv Jos mas antiguos, siendo también eélebre ef que Alfonso VI dio a Toledo en el afio 1017. El rey de Leén, Alfonso V, publicd sus Leyes Territoriales, en las que se acusa un agudo intento de aplicar un derecho territorial. Sin enbargo, el celo local de las distintas villas y municipios no lo permitid. En [x regién norte-oriental de Espafia. tuvieron importancia algunas de las capitulares carolingias como fueron: la del afio 812, dirigida por Carlo- magno al Conde Barcelona para regular la situacién de los hispanos; y ias de Ludovico Pio, de Jos afies 815 y 816. %° En esta misma regién se produjeron, Lo Codi y las Exceptiones Petrum, de las cuales ya hablamos. Obra tipicamente casteliana son los Usatges, publicados a principios del siglo XI por Ramén Benescurr [, *? redactada primero en Jatin y taducida después en catalin, consiste en wna coleccién de usos judiciales. Los documentos de aplicacién denotan. sobre todo en esta region de Espaia, una marcada influencia franca, como el Cédigo del Monasterio de Bipolt def siglo X.*2 376 Juridica.~Anuario Como puede verse. Ja recepeién del derecho romano en la Expasia medic- val hasta principios del siglo XII ha sido vasta y compicja. Sera necesario no obstante, esperar Ia Negada del renacimiento juridico italiano y de! esplendor cientifico de Toledo, para que aparezcan los frutos de Ja Isbor Iegislativa de Alfonso c} sabio. D) ALEMANit Como a sabemos. fae precisamente el derecho germénico el nuevo ele- mento, que no <6lo en lo juridico. rovitalizé la vieja cultura grecorromana. a partir de las invasiones ya estudiadas. No debe confundirse. de ningiin modo, derecho germénico con derecho aleman, pues en realidad Jos germanos se establecieron en toda Europa, desde Lusitania hasta Armenia y desde la Britania hasta fos confines con el imperio de Oriente. Por otra parte. no pueden consideraise formadas ninguna de las naciones europeas, sino hasta épocas muy posteriores. El contacto entre romancs y germanos fue tan antigno. que ya Cé-ur debié cruzar varias veces el Rhin para someter principalmente a los ubios que por fin el afio 38 A. C. se confiaron a la proteccién del Populus Romu- nus ocupando sélo el lade oriente del rio. El contacto entre los dos pueblos se mantuvo durante los siguientes sigios. #25 E] siglo [iI es importante para la historia germana, pues en él se acaban de organizar, mucho més compactamente, sus diferentes estirpes. 8% Desde Ja caida del imperio. la historia de Ja ex-provincia de Germania se identifica con la historia franca que hemos ya visto. En efecto. Clocoveo. fundador de la potencia de su pucblo. derroté « los alemancs en la batalla de Tolbiacure 1496). A pesar de la oposicién de Teodorico, los francos traspian- taron sus propias costumbres, dando incluso el nombre de Franconia a esas regiones, hecho inedlito para entonces, dentro del mundo némada y personal de los germanos. Los gucesores de Clodoveo consolidaron y ampliaron Jas primer quistas, configurindose asi toda aquella regién de Austrasia. hacia el Main y el Mosela. Ya Ia dinastia de los Herslal tuvo grandes problemas con la fuerte tendencia germana a la independencia. Carlos Martell y Pipino derro- taron repetidas veces a los insurrectos. #7 pero estaba reservado a Carlomagno sentar las bases de las instituciones germanas definitivas. Al comenzar el siglo IX, el emperador habia logrado lo que a principios de nuestra era fue imposible para los romano. la Germania hasta el Elba. entraba al mundo occidental. La centralizacién politica que logré imponer Carlomagno fue cl factor decisivo para lograr la ineorporacién de la Germania al mando as On 1 en fos Primeros Sigics de ia Europa Medieval 377 medieval de herencia ror ana, 29 Por més que algunos aulores no quieran ver en la figura de Curlomagno a un principe cristiano. con la conciencia del universalismo romano, #% ¢] resultado fue que la recepcién de lo romano puede iniciarse, aunque lentamente a partir de este periodo. Fueron princi- palmente la difusién del eristianismo y el ordenamiento monéstico episcop=!. sus principales vehiculos de recepeitn, aunque politicamente los ideales reli- giosos no cran suficientes para mantener unido ai imperio. Por esta razén, a la muerte de Carlomagno, Ja Germania se encontré separada de Francia, pero ya permexda de unz buena dosis de ezpirita romano. En los sigios siguientes, la historia de Germonia se mezcla a la de Htalia, en los diversos intentos de organizat y mentener el inestable imperio sacro. sea con la Casa de Sajonia —919-1024— o con la de Franconia 1024-1125. En la primera dinastia, Ot6n 1. traté de revivir las idees de Carlomagno, imitando to mas posible aquella organizacién del otrora sélido imperio.”® Las condiciones eran sin embargo diversas y bastante hostiles a iz unidn de Jtalia hacia ef resto del imperio. Por mas que los dos siguientes emperadores se esforzaron por mantener sus dominios hasta los Estados pontificios * en cl sur, la querella de las investiduias fue fatal para la causa imperial, mi- nando su prestigio cnormemente. Debemos preguntarnos qué ocurrié con el derecho romano en Cermonia hasta los albores del siglo XII. En el periodo anterior ef tratado de Verdim, con el cual el reino de Germania quedé sepsrado del resto del imperio, kn situacién es semejante a la que se presenta en las otras naciones europeas. A pesar del curioso fend- mene de la fusién del pueblo germano-franco sobre Jas diversas estirpes que ecupabun Ia Germania, se mantuyo el principio de Ja personalidad del derecho y surgieron asi diversas leyes de contenido germano, tales como ta Lex Baiuvariorum, que segén st prdlozo fue compuesta por una comisién de viri sapientes, siguiendo la orden de Teodorico I, hijo de Clodoveo. Se nota en esta ley Ja influencia del derecho visigodo: la Lex de Pactus Alamanorum de prineipios del siglo VIS, le Lex Fristomum, especizlmente minuciosa y amplia en materia penal, la Lex Angliorum, et Werinorum de principios del siglo IX y Ja Lew Saxonum que segiin parece habia sido ordenada ya en una capitular de Carlomagno en cl aio 782.395 No obstante los pocos datos que han Hegado a nosotros, ex ficil suponer cémo la unidad lograda por el imperio habia comenzado a conduciv les cosas hacia Ix unidad del derecho tormmndo ul sosnane como principal inspi- rador. Aun en cl Jamado Teutonicum o Regnum Germaniae, en donde el latin fue escasamente usado, Ja penetracién del derecho vomano fue grande. A partir de Otén T, que se hace Hamar rey de Italia, se produce en Germania 378 Juridica.—Anuario una italianizacién que debié haber ayudado poderosamente a la recepcién del derecho romano. Existia asi la conciencia de que la unidad cristiana exigia también la unidad juridica y cuando Otdn IT casé con Tedfanes, hija del emperador bizantino, el acercamiento de las dos culturas se habia lo- grado. En Otén TIT nos encontramos al mas decidido sostenedor del univer- salismo romano en los dos érdenes, bajo la influencia de Gerberto de Aurillac, queria hacer de Roma la capital del imperio y unir a toda la cristiandad en el mismo, bajo el gobierno ce él x del papa. A ello debié haber contri- buido también la negativa del emperador de Oriente al matrimonio de Otén con su hija, por lo cual éste se sintié predestinado a ser renovator imperii romanii, mas que ninguno de sus predecesores. *8 No sabemos a ciencia cierta basta qué punto se haya filtrado en la préc- tica de tiempos de Ot6n III cl derecho romano ** pero su ideal fue trans- mitido a algunos de sus sucesores, que encontraron sin embargo oposicién entre los sefiores feudales, que veian con poca simpatia el ser privados de sus derechos locales en aras del poder central, E) INcuaTerra Si nos limitaramos a seguir ia historia externa de aquellas naciones euro- peas en vias de formacién que rectbieron gradualmente el derecho romano. no deberiamos ocuparnos de Inglaterra, Iugar en que la recepcién no fue suficiente para configurar como de origen romano al derecho inglés. Esto es claro, pero por otro Jado, el sistema romano-germanico ha coexistido desde la Baja Edad Media con el sistema inglés del Cammon Law y cs por ello que no podemos pasar por alto una, aunque sea breve referencia, a Ja acti- tud que adopté esta porcién de Europa frente al romanismo. Anglos, sajones y judos invadieron Ja Britania, cuando a raiz del saqueo de Roma producido en 410. is iltimas fegiones, abandonaron la isla. 8? Se trataba de grupos de gente germinica de las que Tacito nos daba ya noticia varios siglos antes, 84 Para Inglaterra, Ja invasién es el hecho inicial de su historia, pues la escasa romanizacién anterior aparece casi insubsistente en los primeros siglos de la Edad Media. Ya para el siglo VIL casi toda la isla habia quedado cristianizada, por los esfuerzos que un siglo atrés habia iniciado San Agustin de CANTERBURY ~-596— siguiendo Ios designios del papa Gregorio Magno. Este hecho es especialmente singular, ya que nos permite hacer dos consideraciones: Pri- mera: Ia penetracién cultural del cristianismo no encontré grandes resis- tencias intelectuales ni politicas, Segunda: al asimilar esos pueblos la rel El Derecho Romano en los Primeros Siglos de Is Europo Medieval 379 gidn cristiana, recibieron, por via de consecuencia, una serie de principios juridicos y politicos inherentes a ella. Fa Ja segunda mitad del siglo IX, comienzan a apreciarse los efectos de Ja invasién danesa, iniciada poco menos de un siglo antes. *4® Durante este periodo de convulsiones ¢ mestabilidad politica, el inico rey que supo imponerse e imprimir una fisonomia propia al estado andrquico que impe- raba. fue el danés Cnuto o Canuto, de] 1016 al 1035, Cuando murié Eduardo el Confesor en 1066, los normandos que principalmente habian logrado insta- larse en Inglaterra, se impusieron en toda la isla, a partir de la célebre victoria que obtuvieron en Hastings el afio 1067, capitaneados por Guillermo, mal llamado E] Conquistador. Sera entonces que Inglaterra comenzara a co- brar su propia personalidad. en virtud de Jas instituciones que desde ese momento se comienzan a perfilar, Fue asimismo la invasién normanda, el hecho que pone término a Ia Alta Edad Media inglesa. Ya de época anterior a la invasion danesa se arraigé la iden de que el soberano es el nico titular pleno del derecho sobre la tierra del reino, y sélo una especie de usufructo podian tener los particulares en base al derecho popular —Jolchricht.?#4 La ticrra, asi aprovechada, Hamabase Folchland, imposible de alienarse, de modo que la muerte de su titular, pasaba a aque- Nos que eran designados por el folchricht. }.a asamblea de hombres libres podia reunirse y constituirse en una especie de Consejo de la Corona, segin se proclama ya en 603, en el Cédice de Keat, del que hablaremos después. Pronto, cf crecimiento del poder de la Corona y de Ja Iglesia, impidieron que se formara un feudalismo en el que el rey careciese de un verdadero poder central como ocurrié en Francia, sino que debido a la nocién de Folchland siempre concibieron los ingleses que el dominio eminente o tedrico del reino quedaba en manos del rey. De este modo en Inglaterra, el proceso fue a Ix inversa que en Francia. Los particulares —barones— lucharon por near derechos a la corona “8 a diferencia de esto, la administracién de justicia no era una atribucién regia, sino del pueblo, quien la cjercia por medio de asambleas locales Hamadss folekgemont y aunque en ocasiones fue- von presididas por el rey, el fondo de la cnestién se resolvia con base al derecho local, informado por la costumbre --— folehricht. #4 A diferencia del resto de Jos derechos germinicos, el primitive derecho de anglos, sajones y jutos comenz6 a ser compilado por escrito en Jengua autéciona y no en latin, El primer fruto de esta tendencia aparecié al sur y fue el citado Cédigo de Kent, promulesdo por Aethelberht en los alhores del siglo VIL. Siguieron los cddigos de Hlothaere y Eadvie, aproximadamen- te del 685, de Wichtraed —696—, tomados del de Kent. En Wessex surgieron 330 Juridica.—Anuario los de Yue —690 y cl de Alfredo 892—~. Posteriormente el rey danés Canuto expidié dos importantes cdigos. 7 Mientras los primeros reyes se limitaron a recoger la tradicién local variable de sitio en sitio y contenida en el folchricht, los siguientes hasta Alfredo, trataron de imponer un derecho central. #° La Iglesia, cuyo poder crecié paraielo el del rey. cooperé a que el dere- cho romano penetrara indireciamente, sunque con mucha oposicién por parte del folchricht, principal obstéculo para su aceptacién, Esto se debid en gran parte a la conciencia de equilibrio entre el ciudadano que era repre: sentado por su familia —-inaego--- y el poder real, de modo que cuando el rey quiso buscar un derecho coman, apoyado por la Iglesia, encontré vivi- sima oposicién en el celo por mantener el propio folchricht que las maego de cada regién sostenian. 4 La legislacién det rey Canuto traté de cambiar los usos locales por el derecho danés, No debe subestimarse la influencia que ejercié la Iglesia en ia difusién del derecho romano, aunque sin encontrar mucha aceptacién en la practic: juridica. Desde ef afio 667, la Igiesia en Inglaterra habia sido organizada por Teodorico pz Tarso, ¥ para materia matrimonial y sucesoria sus cortes tuvieron jurisdiccién especial hasta 1857. Este dato es sumamente impor- lante, pues denota que aunque limitadamente, debié ser conocido y estudiado el derecho justinianeo y canénico procedeate del continente. #% Guillermo el Conquistador quiso unificar las miltiples costumbres locales siguiendo el ejemplo de las principale: corrientes imperialistas del sur de Inglaterra. Por otro Jado, afirmé mas cnérgicamente que sus sucesores. el dominio real sobre la ticrra. De 1080 a 1086, ordené preparar el Domesdey Book, especie de catastro que contiene un elenco de todo el Estade territori a él sometido, Los feudos que distribuyé a sus caballeros normand dievon a éstos ninguna independencia financiers o judicial. Con la legislacién normanda se introduce. fuera de Ios medios eclesias- ticos, el latin, Jengua en la que se tecibe el derecho normando. No obstante, parece que el sistema personal de aplicacién del derecho eatre anglosajones y normandos se mantuvo, pnes han Hegado a nosotros leyes de la cpoca que asi lo hacen suponer. #8 Amigo de Guillermo el Conquistador fue Lanfranco pz Pavia, ** eélebre jurista del siglo XI, formado en esa ciudad y en cl convento de Beo en Francia. Fue nombrado por Guillermo, Arzobispo de Canterbury. en oposi- cién del papa Gregorio VII, e influyé considerablemente en la legislacién normanda de Ia recién conquistada Inglaterra. al 2. no 10. A MANERA DE CONCLUSI x. Hasta este punto de nuestra investigacién, El Derecho Romano en Ics Primeros Siglos de la Europa Medieval 38] ha sido nuestyo interés que el Derecho Romano durante los primeres siglos de la Edad Media no desaparecié en Europa. Por lo contrario se mantuyo en las Excueizs y especialmente en el espiritu de legis ladores, politicos, eruditos y emperadores, de tal manera, que el fenémeno que los modernos estudiosos suclen lamar Recepcién ubicdndolo en difcren- tes fechas, es posible solamente gracias a esta continuidad espacio tera- poral. * El importante renacimiento juridico que se produce en el siglo XII y que nos ha servido para detener por ahora nuestra investigacién, no puede en- tender jentificamente como producto immediate y exclusivo de le casualidad consictente cn que Imerio haya descubierto a fines del siglo anterior el Digesto cn Pisa, asi como los grandes movimientos histéricos no son expli- cables tampoco por el simple azar. En efecto, exe oscuro periodo, casi desconocido por los tratadistas, quienes se conforman con pasarlo por alto, nos hace entender cémo pudo germinar en Europa el régimen feudal que sin negar que haya side producido en mucho por Jas condiciones objetivas de la Raja Edad Media encuentra también claras :aices en las nociones romanas de la Fides, el Synallagma, Los iura Patronatus, etc. Del mismo modo la influencia de los sistemas democraticos de la época y el siempre creciente desarrollo del régimen municipal, destacadamente en Espafia e Tta- lia, uo pueden explicarse si se pierde de vista la tradicién de claro cufo ro- i demosire mang, #5 is necesario insistir en que muchas de estas instituciones no se recibieron tise mantavieron duranic estos siglos de una manera constantemente cons- ciente, sino que con frecuencia operan como resultado de actitudes psicold- gicas inconscientes o sobreentendidas. *** No obstante todo lo anterior, conzideramos que los resultados que por ahoca heros oblenide son incompletos y no podran considerarse sélidos y definitivos, hasta en tanto, no se haga el estudio a fondo de Ja Historia Inter- na de jas Instituciones juridicas del Derecho Medieval a fin de poder corro- borar nuestros resultados de un modo més cauteloso, ésa sera la forma mas cientifica de asegurasnos de la verdadera incidencia que el derecho romano produjo en la civilizacin contemporinea. Sélo asi, perafrascando a Theodor Hewss, comprenderemos cudn cierto es ese dicho de que la civilizacién de nuestros dias tiene su origen en tres colinas: La Acrépolis, El Capitolio y el Célgota, 887

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