Se El espiritu de la llustracion A Fs A © 3 A A Fo oy 3 FS fy eeeTzveTaN TODOROV El espiritu de la Ilustracién ‘Traduccién de Noon Sobepats Paresh“Teas In muerte de Dios, tras el desmoronamiento de las utopias, sobre qué base intelectual y moral ‘queremos construir nuestra vida en comin? Pa ‘comportarnos como sresresponsables precisamos ‘de-un marco conceptual que pueda fundamentar no slo nvestzos discusos, lo cual es senile, sino también nuestros actos. La bisqueda de ese marco me ha llevado hacia una corience de pensamiento ¥ de sensibilidad: a vertente humansta dela us. tracion. Durante los as del silo xv1t previos 21789 sone lugar un gran eambio, responsable mis ‘que ningin otto de nuestra actual identdad. Por primera ver en la historia ls sres humans dec den tomar las riendas de su destino y convertr el benestar de a humanidad en objetivo dkimo de sus actos. Este movimiento surge en toda Eso, ‘no en un solo pais, y ve pone de manifesto en la filosofiay en la politica, en ls ciencia y en las artes, en la novela yen a autobiografia. [No eabe dua de que no es ni posible ni desea: ble volver al pasado Los autores del siglo xvitt ‘no podtian resolver los problemas que han sur sido desde entonces y que asolan el mundo a di Flo, Sin embargo, insentar entender exe cambio ra-. en dee aati ical puede ayudarnos a vivir mejor en Ja actu Tide ‘Por eso he querido tazar a grandes rasgos fl pensamiento de la lustracién sin dejar de lado fhustea epoca, en un continuo vaivén entre pasa- ‘doy presente, El proyecto [No es ficil decir en qué consiste exactamente ef proyecto de la ustracién, y por dos razones. De entrada se trata de una época de desenlace, de ee- capitulacidn, de sintesis, no de innovacin radical Las grandes ideas de la Tlustracion no tienen su ‘orig en el siglo xvii: cuando no proceden de la Antgiedad, su rasto se remonta ala Edad Media, <1 Renacimiemo 0 la época clisics SS ‘bamemsoniins Por esta 12260 los hstoriadores advert que es preciso descartar deter nadas imigenes convencionales. Sees ‘macionaliseav-empirseraclaswen cy heredea de Descartes como de Locke. Acoge en s sono a lor antiguosy alos modernos, los universalist y 8 los partcularistas. Se apasiona por Ia historia y por l futuro, por los detalles y por las abstaccio= ‘ns, por la mataralezay por el are, por Ia libertad ¥ por la igualdad. Lo importante es que duc ante la ustracin eos y pasan al mundo rel EI segundo obsticulo consiste en que cl pensa-1 Prep de eran rmiento de la Hutracién es frato de machos in- Aividuos qu, lejos de estar de acuerdo entre si, se fenzarzan constantemente en violentas disputas tanto entre paees como en cada pais. Es cierto que ¢lempo transcutrdo nos permite selecconat, ero Solo hasta cierto panto. Los antiguos desacuerdos fieron origen a escuclas de pensamiento que to ddavia'seenfremtan en nuestos dias kliatencion Pero como sabemos que la mulkiplicidad es temi- ble, no nos cuesta demasiado acepar la exitencia ‘dad hacia la decreptud dela especie» El deseo de “istingirse s responsable de elo que hay de mejor ¥ de peor entre los hombres, nuestrasvirudes y ‘estos vicios». Pero no por ello Rousseau afrma «qe Ia degradacin sea a nica direceion en la que Svanza [a humanidad, ni recomienda, como a ve esse piensa Ia vues atris. En Jo que central Sstencim es precisamente en la soldaridad de los cfectos posiivos y negativos. La euzin de ese do- ‘ble movimiento reside en la propia condicin hu- mana, Es provativo del bombye pozar de cieta lic ‘beread, que le permite tansformarse y cambiar el ‘mundo, yess libertad le leva a hacer tanto el bien ‘como el ma La perfctibilidad, responsable de sus rmayores gros, es también a fuente de sus desd cchas, la que hace surgir «sus acertos y sus erores, fi ecto y nus ides», Es propio el hombre re: furrira la mirada de los dems para saber de su texistencia, que le resulta inevitable, y esa necesidad fe traduce tanto en amor como en violencia. Los Bronce » chicos que cocian con gasolina y prenden fuego 4 chicas que les han rechazado actin por esa ‘ma razén. «El bien y el mal surgen de la misma fuente conclave Rovsseat ‘De ah se sigue que toda esperanca en cl peoge so lineal es vana. Los problemas llamados sociales no soa dfcaltadesprovsionales que un partido po- leo o un gobierno podria resolver defintivamente mediante reformas ingenioss, sino consecuencias .* Son estos destos, no la Ius- traci en si fos que a menudo se rechazan. ‘Acabamos de observar un caso similar: es pro- pio del espritn de la Tlstracion afimas la perfec- tibildad de los hombres y de sus sociedads. Pero ‘quienes piensan que el ser humano quedé defnit- ‘vamentecorrompido por el pecado original recha- zan esta ida, cuyo sentido pede a su ver desviat- 4, como sucede cuando se afiema que la historia humana siempre progresa, so supone simplifcar- Ja, acerla rigid ya la ver llevaela al extemo. ‘Guando en un segundo estado se rechaza embicn la doctrina del progreso, porque se han reunido sdemplos que demuestran lo contraro, se eree re- chazar la propia Thnracién, aunque de hecho se ha refutado a tno de sus enemigos. EI pensamien- to de la loseracén es un camino que asciende zan en e808 momentos de gran Prestigio, y que ‘cuando se emprende una empresa plirosa se se- le contar con ello. Los colonosexpaclesy porte: snueses del siglo xv1 no actuaban de manera dife- reate cuando invocabaa la necesidad de expandir la eligi exstiana pars jusificar sus conquisas. Pero cuando los colonizadores se ven obligados 3 defender sus acciones paso a paso, abandonan ré- Pidamente los arguments humanitaros. Hl mais: «al Bugeaud, que conguistsArgelia a mediados del siglo xix, no procura quedar bien cuando se ve bligado a asumir la masaere de argeinos ante [a CCimara de Diputados francesa «Sempre peferié los intereses fancess ala absurda filantropia ha , Pero si lo tino condace auomaticament alo troy: hale tdo el momento de eambiar de idea? Solrhentsynconeluye diciendo que aferrarse hoy en di a for- ‘rulasestablecdas en la cpoca de Ia ustracion es ser retirado>.” La genealogia que traza Juan Pablo Tl no es muy diferente Las sideologias del mal» que ope ‘an en los ttalitarismos proceden de la historia del ‘pensamiento europeo: del Renacimieno, del care- ‘Sanismo y dela Mstracion. El eror de este pensa- Imiento es haber sustituido la busqueda de la re- ‘denci por lade la felicidad. »El hombre se habia ‘guedado solo solo como creador desu propa his toriay de st propia civiizaion; Solo como quien decide por si mismo lo que es bueno y lo que es tmalo.» De ahi alas cimaras de gas s6lo hay un ‘aso: «Si el hombre por s sol, sin Dios, puede de- dit lo-que es bueno y lo que es malo, también puede disponer que un determinado grupo de eres hhumanos sea aniqulado. El «drama de la asra- ‘iin europea» es haber rechazado a Cristo. pat- tir de ahi sse abié el camino alas demoledoras ex: perencas del mal que vendrian mas tardes.!* En esta vision dela historia re difumina la di- ferencia ente Estados totaltarios y Estados de- rmocriticos, ya que ambos tienen st origen en el ‘eneamiento de la Hustracion, Para Elites dife- encia tene na impoctanca secundaria, ya que fantolos nos como los otros comparten cl ate mo, cl individvalismo y la pasién por los meros bienes macerials. Seyin Solzhenitsyn, son varia tes de un mismo modelo: «En el Est lo que piso tea nesta vida interior esol bazar del partido; en 1 Orste, el bazar del comercio. Lo escalotriante ni Siguiera es que el mundo haya estallado, ino que todos los tozos principales tengan el misma tipo de enfermedad». La permisividad moral, caracte- ristca de las sociedadesoocidenals, es para Juan Pablo Il . Condorcet insist en que2 Php de rn ‘en materia de cencias morales y politicas shay que Atreverse a examinalo todo, a discusirio todo, in- ‘uso a ensefarlo todo». Kant eoncluye: «Nuestro Selo es propiamente el siglo de la ert, a la que toro debe someerse~2 Bso no significa gue el set hhumatto pueda prescindr de toda tradicién, es de- ci de toda herencia que le han transmitido sus Imayores. Lo naturales ive en tna cultura, pro la Cultura, empezando por Ta lengua, la transmiten Tos que noe preeden. No hay peor pejuicio que imaginar que pedriamos szonat sin prejuicos. La tradicin es constiatva del er hurano, aunque ‘no basta para proporcionar un principio legitimo ‘una peopesicion verdadera. Tal apc tene coasecvencias politics evden tes, Lo pueblos esta formados por individuos. St {os empiezan a pensar por sf mismos, el pueblo ‘entero querré tomar las eendas de su destino. La ‘cuestién del origen y de la legitimidad del poder politico no ex neva. Enel siglo xvii se enfentan tos grandes icerpretaciones. Para nos el rey ha recibido Ia corona de manos de Dios, por mas in- {ermediacios que puedan imapinarse entre el origen Yel destinatario final. Como es monarca por dere- ‘ho divino, no tiene que rende cuentas a nadie en la tera, Para otros, lox que evindcan la razén a naturaleza oun conrato original, cl poder esté en pueblo, en el derecho conan y en el incerés ge- ‘etal Dis ces Tos hombres libres y les dot de ‘axén, «Todo hombre cuya alma se suponga libre ‘ebe gobernarse a af mismos, escribe Mootes- ain Eso no quiere dece que se tenga ue ex Puli Tos sey. La opinion predominant em a foes es qu el pucbo, aya rulpicdad lip de digs debe delegar ese poder en un principe Ene gobiema de forma soberana, pero por 0 «es iesponsable; so rein debe servi Tos tere. Sesdes pis En ete contest intervendes Rowseaty cuyas ideas radials estan expuests en Del contato soci No slo ops decidamente pore orien hnumano, no divin, de todo pos sino que ade: ‘nis afr gue ese poder no puede transis, fino silo confine, como a un sine, Rowseau irs gue inaenable. Lo que el pueblo ba pes: "alo momentineamente a un gobernante siempre Puede recperaco. EL ieres comin, ica fen A legitimidad, se expresa en lo que Rouseas li ‘mal voluntad general Y éta se adaceen lye No hay que prepuntar ya's quien correspond hacer lees puesto que son actos dela volta sera Si Hamamos sepablic aun Estado gue Scrige por lye, entonces todo gobierno eino 6 repblcandn = Rowse considera qu puto ts olvidado que el pode, incluso el que eerce el sey le perenne y puede recuperarlo en todo > tnenco. As despues en una ealnia biti, a fyupo de hombres seaté de esos rzonamientos tes pertinent eonsecuensasy ddarrd au dete hoa leg ibrement y por sf mismos su gobe nos ated a res epblen moderne seni al gues feta Rousseau Estados Unidos“ pid eran de America. ¥ ain unos aos despus los protago nists dela Revolucin francesa revindiaein esas ‘misma seas. a liberacion del pueblo avanza en paralelo ala adqusiion de autonomia por pare del individu, {que se compromete con el conocimiento del mun- 4o sin inclnarse ante autoridades anteriores, lige libremente su religion ytene derecho a expresa lo ‘que piensa en el espacio publico y a organizar si ‘ida privada como mejor le parece. No debe cret- se que, alconceder ala experiencia yalaraz6n un papel prviegado frente alas eadicones, los pen ores de la llstracin convierten esta exigencia ‘en hipotess sobre Ia naturaleza de los hombres. Saben perfectamente que muestra especie no esr onable, «La raz6n es, ¥ s6lo debe see, esclava de las pasiones» firma Flume anes de coastatar que cea etzin no siempre se utiliza sabiendo lo que se hhace. «No es contrario la rn el peferi la des- trucién del mondo entero a tener tn asguo en smi dedo.s!8 Y es que Ia raza ex un istrumento ‘que puede serie tanto para cl bien como para el ial. Para cometer un gran delito el delincueate ‘debe derplgar gran capacklad de razonamiento Los hombees son empujados por su voluntad y sus deseo, us fects y su conciencia,y también por ferzas que no pueden controlar No obstamt, la ‘razon puede orientarles cuando se comprometen& buscar To verdadero lo justo. Ta autonomia es deseable, pero no signifies utorufcincia. Lou hombres nacen,viven mie- sabi “ ‘ten en sociedad. Sin ella no serian humanos. El fio empiera a tener conciencia al recibir atencin, despiertaal lenge para los dems lara. E propio sentimiento de exists, que a nadie es ako, procede de Ia interaccién con los dems, Todo ser hhumano adolece de insufcencia congénita, de wna incompletud que intentacolmar unigndose los se- res que lo rodeany solicitando que se unan a. Es también Rousseau el que mejor ha expresado ests necesdad, Su testimonies especialmente valiono, ya que, como indvidvo, no se siente cmodo entre los demas ypefire hue dello, Pero la soledad si- fave siendo una forma de esa vida en comin que no «posible i descable abandonar «Nuestra exsten- ta mas dulce es relativa ycolotve,y nuestro ver- Adadero yo no ests entero en nosotros, La constita: ‘ion del hombre esta que amis conseguimos gar Ae nosotros mismos sn el concurso de otro." Eso no significa que toda vida en sociedad sea buena Rousseau ao deja de advertimos contra la aie: rnacién de nosotres miamos hajo la presi dela ‘modal opinién comin yl qué didn. slo viven pendentes de otro, loshombres dejan de lado eer, se preocupan slo del parecer y hacen de ls exposi>. «in pablica su nico objetivo. El =deseo universal ‘de repotacin» el sain por que hablen de uno, el ‘furor por distinguirse= se han convert en los principales méviles de sus actos, que han ganado «onformidad, pero perdido sentido, Este pensamiento empicra a desvarse en el mo- ‘mento mismo en que se formula, Lo encontamosen la obra de Sade, que proclama que la soledad ice la verdad del ser humana. «ZAcaso mo mace ‘os separados? Digo mas: aaso no nacemos ene- ‘migos fos unos de los otros, en un estado de guerra petpenuay reciproca?s# De ese estado incial Sade Conclave la necesidad de ceva ln aursuficiencia a ‘egla de vida lo inico que import es mi placer; no tengo que tener en cuenta 3 fos demis salvo para Drotegerme de sus intrsiones.¢Cbm0 no ver que ‘ss fmulassadianas gon contrarias oso al es- Dirt dela Hustacin, sino también al mero sent {lo comin? gDénde se ha visto qe wo ni nazca tislado (sn 88 made) y sobre odo que sobreviva foo en el mundo? Los seres humanos son incluso [a especie animal en ls que los hijostardan mis en ‘adquirie wna minima independencia. El ni aban- onada muere por falta de cuidados, no a conse- ‘suencia de la sguerra perpenuay reeiprocay. Por el ‘contraro, esa gran vulneraildad podria estar en ‘lorigen del sentimiento de compas, propio de todos lor seres humans. ese stoalinverosimiltu, estas proclamas de Sade tavieron gran éxito a lo largo de los sic tls siguientes en atores que afirmaban a coro que ft hombce esté fundamental y esencialmente solo. {zAcaso nunca vieon nacer y rece a sus hijos?) Por poner slo un ejemplo, Maurice Blanchot en Lautréamonty Sade, Georges Bataille en El ero tismo vieron en esos argumentos el gran mérto de Sade, Segin Blanchot, todo en ls fanda sen el hecho primario de la soledad absolua. Sade odio 1 Yo rept de todas In mancras a narualena hos hao acer slot, no ay singin tipo de rl kin ene um homie yor hombre eda ‘ero sabe que et solo azpeas Batale, que in ets paginas de Blachor, et eacverd = bmi sltaro del qe Sai) es portvor no ene én cnt de ningun modo as seman, Por So ade Baal, habia que conocer el mato deat autor «Not dio ua agen fil del bombs Se el ual el otro jee de conta Sexin Sade tly como lo epee Baal Ia soberania de indi se express peinmet en lneacin de odo sujet gue no senel propio, ska soldaradad hai los dems impide que e hombre tengatma ated soberanar Peocpane elon de- tn lo poe er prodoco del edo some Penamente uno mismo, Sepin Blancos, fe hom bre verdadero ips todo qc end por na e- renin de dest silos de cob se refer 8 cnros hombres La atonomia del individuo se leva aqua un exe en qe se dese a sn sma yaa ae confunde cont negacion de losers Got en «mano alrededor ysupone po ent sna stones Enel moment cn ques formals done sindccines de atonomia I calectva ya nd Vidal fos autores oo imaginan que puedan sug Conflict cane clas, Se pene la sobeania de pueblo stendiendo al modelo des iberad inv Gy por lo amo a lain es de conti. Condon ene primero gue stall peligro. CabeHein dele atin decie que Condorcet,represencante de la Asamblea legisltiva, goza de buena poscion para observar los eventuales desvos del poder al que representa. Formula sus advertncias sobre elexcesivoempec rnaminto de la autoridad colectiva en Ia libertad {individual cuando aborda los problemas de aed ‘acidn piblia. Segin Condoret, la escuela debe lbsenere de adoctrinar ideoligicamente La lic Ihertad de esas opiniones Seré meramenteiusoria sla sociedad se apropia de las generaciones que nacen y les dita lo que debe crece» Ese ipo de ‘ensefanza, que ol alumno seria incapaz de evalua por si mismo y de rebate incularia«prejuiios: ‘Que no por proceder de a voluntad popular sean menos tirnicos. As puss, supondria «un atentado ‘contra una de las pares mis valiosas del libertad fatural, Por exo ex preciso sustrace los eritocios ‘dela acc del poder public y preservar ast la ca pacidad etica de los individuos. +E objetivo de la Tormacin no es conseguir que los homes admi- ‘en una legislaién ya echa, sino hacerlos capaces de valorara y de cores Hoy en da estamos en condiciones de hacer jus- ticia ala hucider de Condorce, porgue en esas I reas deseribis cémo los poderes toralitarios han po- Aide oprimi al poblacon alo largo del siglo Xx (Wolvere sobre este tema.) Tras la caida de estos egmenes nos hemos dado cuenta de que también cera posible desviase de la Mustracion en sentido inverso, y que los elects eran inguitantes. No es slo cl Estado el que puede privar desu ibertad a os habitants de un pas sino también determine- dos indviduos especialmente podeross, que ucden reducrla soberania popula Abi esti el peligro: no ‘en los dictadores, sino en determinadas personas on medios econdmicos importantes. "Tomemes dos cemplon de deteriora de la sobe- ‘ania popular relativos alas relacionesinernacio- nals. EL primero es el dela globlizacineconémi- ca: Ba la actualdad los Estados pucden defender Sus fronteras con las armas es precto, pero ya rn pueden detner la circlacin de capital. Un i dvd 0 un grupo de individuos, que sin embar- 0 no gozan dela menor lestimidad politica, pue- den citar en su ordenador y deja el capital donde esti otransferilo a cualquier pate, es deci, abo: ‘ar un pot al pao o evitarle una eatstrofe nme nente. ueden provocar problemas sociales o ay dara solucionarlon. A los sucesivos gobernantes . ‘Segmentos enteros de ln sociedad empicran a seclamarlaretirada dela rtelareligosa y el dere- cho a a autonomis. Una de ls reivindicaciones mds significativas es bs de Cesare Beccariay autor del tatado De los deltas y ls penas (que publics ‘cuando tena veins aos), en el que formula con dardad la ditinion entse pecado y delta, que permite sustrae a acc de los tribunals dela tito reigiso. Las lees s6lo se ocupan dela rela slones humanas en la ciudad; transgredilas nada iene que ver con a dotrina religions. Por su part, los pecados no caen bao el peso de a ley. Derecho 1 teologia dejan de confundirse. Becearin muestra también otra amenszn la bertad del indviduo que no procede ya de la Ile: sia (que-no debe detentar poder temporal) ni del Estado (que no debe inmiscuirse en lo espeitua), sino dela familia, El cabeza de familia puede ce ‘er la tirania sobre los dems miembros y prvarios de a independencia que han adguirido en las es- tructuras sociales. As como todo individoo que haya alanzado edad de razonar tiene derecho ad rigs directamente a Dios, puede también apelar siectamente ala repiblica ala que pertenece pars fporar de los derechos que Gta garantizs. Entonces ‘el esprit de libertad soplara no s6lo en las pl 235 publica y en las asambleas de la naci6a, sino también en las asis, donde reside buena parce de Ia febeidad 0 de la desdicha de los individos En una democraca iberal moderna, la condae- a del indviduo se reparte ya no entre el orden temporal y el esprit, sino en tres Ambits. En tuno de Tos extemos se sts el mbit privado y personal, ue gestiona el propio individvo sin que© lepme de asain nadie ped devirle nada Desde la Reforma la lc ‘bertad de concencia se amplia a la libertad de toda conducta privada, En el extemo opuesto se siti cl imbito lp en el que se imponen a individvo ‘normas estas, garantizadas por el Fstado, que no ‘puede transgredit sin converte en delincuente Entre ambos hay una ampli terera zona, pblica ‘0 social, impregnada de norms y de valores, pero ‘que no poseen caricterobligatorio. Mientras que Tas lees formulan drdenes ¢imponen penas, aq se insta a dar consejos 0 a expresr reprobacio: res en el marco del debate publico, tanto de egas ‘morals, de ls presiones que ejerce la moda y el éspirte de los dempos como de prscrpciones re: ligiosas (es por tanto el 4mbieo del antiguo poder spiel. soba tens creseractem to tun momento hist6rieo a otro, pero todos recono cen a cesidad de diferenciarlas y de establecer ‘sus imites. Para nuestos contemporineos el aes ‘mo consist en el hecho de que ada quien sea amo defo en su casa sin ivadir la libertad de los ‘demas. EI Estado contola la esfera legal, pero no puede dictar su voluntad la sociedad civil Bea ‘cupa el mbito public, pero su accién ve detiene ante la frontera que protege la libertad del indie ‘duo. Ademis el Estado garantiza la libertad y la prowecién del individuo respecto de Ta sociedad vil Ese equilibrio entre esferas es frig (como ‘muesta, por ejemplo, el debate sobre el derecho al alborto), pero indispensable para el buen funciona miento de Ia comunidad. Mantenerlo forma parte delos deheres del Estado, Debemos volver ahora sobre un punto que ya he -mencionado: el descubrimiento de Condorcet di- amt Ia Revolucion francesa de un nuevo peligro para la autonomia del individuo, y por lo tanto ‘ambien para lacismo dela sociedad, Ee peligro consist en que quienes detentan el poder temporal spiten no 2 dominar una ealigion que ya existe, como en el caso del esaropapisme, sino a fundar tunmuevo culo cuyo objeto ese propio Estado, sts instiruciones © sus representantes. Condorcet Io descubceen ese momento porque no habia exstido en tiempos pasidos. La presencia dela religion of al impedia qu el poder temporal seconvirtira en religion. Lo que hizo posible eta nueva religion fue ‘hecho de haber desactado a iglesia crstiana. Los mismos que quisiero liberar alos hombres del vugo dela eliion se arriesgan a converse en ser- vidores de un cult no menos opesivo. A parti del ‘momento en que eset poder el que dice al pueblo lo ‘que hay que cter, nos encontramos con «ina espe ‘ede religion politica», apenas peeerblea la ante- ‘hot Condoreetafiade: »Robespicrre es un ura, y ‘nunca dejar de serio. Eat parece ser la primera ver que aparece la expresin seligion politica», ‘muy diferente de lade «religion evils de Rovsseas, ‘que n0 suponia mas que el reconocimiento de los ‘rincpios de a vida en comin En ef fondo el contenido conereto del nuevo dogma importa poco. Puede tatase de moralismoHein dee raion civic, com en el caso de los revolucionaros que tuchan con reconserit la antigua Espara,o pote Contrario de elogiar el esirtu mercantile pura brésqueda de beneficios, que converte en licito cor merear con exlavos y explottls, por eemplo, 0 fometer 8 pueblos extrasjeros. Lo fundamental es Ta neva sional o bien se combate y se elimina (ene como amo) 0 ien se sometey se margina fn el fasisrn0 yen el nazismo). En ningineaso sigue siendo me- Aiador prvileiado de lo sagrado, papel queen ade- Tante se reserva el poder politico. St peel ln pan ‘vtar que lo eliminacandefnitvamente, habia ido actuar de moderado, aunque fata de fora ‘modesta. Per en este caso no ex posible, porgie ya no se trata de sumisn, sino de strain, Como sefala Guvin: Las energis Ins fereas que an fafio encontraban alivioy exprsin en la religion ¥ que limitaban el poder del viejo soberano despo ‘ico son en lo sucesvo fuerzas matrices que operan dete yen el seno de los nuevos regimens despi- tcos del siglo Xx. Las ideolopastotaltarias sust- tuyen y suplanean Ia religién» Con la lider ‘que nos proporciona el paw del sempo podemos nadir que los regimenes toralitarios pasin de tna primera fase steocrtias,en la que el partido La verdad ro depende del voto.Es Condotcet quien profundizaré en las con- secuencias de esa opcion en los dtimosafios det ‘glo xvI1, cuando reflexiona sobre la ensefianza, Se aceroé exe tema os diez aos ants de dedi- carse a sus Memmorias, cuando delendia la vleran- ia relgiosa y mis concretameate los derechos de Tos protestates a dat clases en las mismas cond , sino que les enters a ‘ssometer a libre examen~ sus propias conviccio- res, a levala a jicioy ses pein a correla, [a educacion apunta a propagar ss valores a pro ‘mover lo que estima que’ es til La instracein censcia wverdades de hecho y de cileulor,failica 1 acceso informaciones objsvas y oftece a los Fhombres las heramientas que les permiten hacer buen uso de la razén para que «puedan decidir por simismose* El objetivo es Ia autonomia deine Avid a eapacidad de examina de forma cit «alas normasestablecdas y de eegi por uno mis ‘mo las reglas de conducta las leyes l medio, el dominio de eapacidades ineleewales fundamen tales y el conocimiento del mundo. En eso comsis- te pasar de la infancia ala edad adults. Defender Ja libertad del individuo implica dstingui entre hecho e inerpretacion,ciencia y opinion, verdad ieologia. Apelando al primer término de es ‘oposicions, trmino que ecapa a toda voluntad, ¥ por lo tanto a todo poder existe la posibilidad de fanar esa batalla El razonamiento de Condoreeepresupone nucs- tra gan dicocomia, la que tiene lar entre el dmbito de la voluntad, cuyo horizone es el bien, y el, Aimbito del conocimiento, que se orienta la ver~ ‘dad. La primera se materaiza de forma ejemplar fen [a aceién politica; el segundo, en la Gencia. ‘Cada tno de ellos sigue una logica distin, por lo ‘qve Condorct llega a esribie: «En general todo Pode, sea dela naturalza que sea, est en manos de quien ex haya ctorgado como e aya oto ‘gado, es por natuclezaenemigo dea iustraciins Tr razin de cate conflict le parce simple: cuanta iis edacaion tienen lon individuos, mas capaces fon de decidir por sf mismos ¥ menor su tenden ‘ia someterte ciegamente al poder «La verdad ‘tam encmiga del poder como de quienes lo eer en.» Sin embargoy no todos los pores sa gu les EL buen gobierno es el que se preocupa mis del bienestar de os cindadanos qu de su propio trian- foy favorece el avance dela lustacion es deci, de 4a instrucim pablica, el que ayuda a os cidade ‘nos a adguirirautonomia facitindales el aceso fs verdad, Se tata en este caso de un gobierno paradoico que ofrece a los cudadanos, sino las ‘armas para que lace contra l,l menos los medios ‘ara que se emancipe. En este sentido es compara bie con los padres que intentan ofrecer autonomia 4 sus hijos sabiendo que sla consiguen,corren el Tiesgo de converte en indies como padres y de ‘que se aljen de ellos. ‘Un buen gobiemna no se opone a que ls cono- ‘imientos aumenteny se propaguen. Pero su papel fe queda ahi. En ningn caso debe empedarse en . La ley cv slo debe enun iar la ley de la natralra[..] Lo que constiniye al hombre como tal (| debe fundamentar la mo- ral oe lees apropiada.»® Pero zquién podria ay defsionar el conocimiento del hombre ‘comel de a naturalezay fundamenta tanto la mo- ‘al como la politica en ls eyes dela isa y de la biologia. Podemos por nto preguntarnos por qué los bislogs serian los mis cualiicados para ocu- par puestos en los diversos comités de éica que hhan creado los paises occidentalis. Estos comites suclen estar formados por dos caegoras de perso- nas, las cintiicas y las rligioas, como si entee Aambas no existera instanca politica algun, aut0- ‘iad moral alguna Estas opciones implican una concepsién mono: lic dl espacio soe conepin epi la cul taria com disponer de informacion fidedigna Pee eens ‘maciGn en sf est lejos de ser homogénea, y n0 basta abordaria desde un enfoque exclsivamente «uantitativo, No es solo que no nos volvamos mis virtuosos por maliplicarla indefinidamene, como preveia ya Rousset, sino también que ni siquiers ros hacemos més sabios. El veriginoso avance de Tos medios de almacenamiento y de transmision de a informacion ha puesto de manfisto un nue +0 peligro: demasiada informacin mar a informa ‘én, Basta con plantear una pregunta en internet para recibir inmediatamente cien mil respuestss, {Cm saber cul della sla mis digna decom fianza y la mis clasificadora? 2E5 preferible una cnciclopediaredactada libremente por los ustarios (la Wikipedia) a la que redactan cemiios com petentes? Sélo si borramos el limite que separa el ‘querer del saberHlepeim dele teaion ‘Ademis el conocimicnto no avanza nccesaria: mente por la via de la cencia. Para adentrarse en los misteros dela conduct humana puede resulta mds eclarecedor leer una buena novela que un es: tudo socildgico. Algunos pensadores de la Ilas- teacién ya lo sabian, como Vieo, que afiemaba que slennocimiento por el mito y la poesia era mas ade tuado para determinadas materias que el que spoya en ht raz6n abstract. Fsta heterogeneidad de wns de conocimiento, de la calidad de a infor macién, de las formas de imervenciin socal com Dromete a su ver as aspiraciones de ciemificismo. El moralismo, en este caso el sometimiento de ln biisqueda de la verdad a las necesdades del bien, es mucho mis anciguo que la Mastacin y ‘pone diametralment a su esprit, pero le ha 30> brevivido muchos aos, Podriamosilstrar esa te- racidad medianee un debate que vuelve surgir periddiamente en la sociedad fancesa desde hace ‘unos quince aos y que tene que ver con la eser- ‘ura de a historia del siglo xx. El limo episodio data de 2005. Un grupo de diputados introdjo ‘una proposicién de ly sobre la incerpretacion que debe darse ala aventura colonial fancesay en pecial ala ccupaciin de Angelis. Un ariilo de est nueva ley dice: Los programas escolares recono- cen en concreto el papel poscivo de la presencia francesa en ultamay, muy especialmente en el norte de Aficae, Flas de febrero de 2005 s vos Ia ley, ‘gue el 29 de noviembre de ee mismo ao quedé Fanficada al recibir el voto favorable de a mayors de ls diputados. Es deci se someti6 a voro wna iterpretacion del pasado, que en adelante adquie- re categoria de ley. Todo el que ve oponga puede ser condenado. Como sucedi en el siglo X01 con la Iglesia, que prohibia a Galileo buscar Mbremen tela verdad, los dipueadosfrancees del siglo xxi dictan los historadores ya los que se benefiian de sus investigaciones, los profesores los alam: nos el coatenido de lox estos. Se han olvidado las advertencias de Hume. La verdad es aqui peo duct del voto. Leyendo el texto de esa ley podriamnos observat ‘que resulta chocante que se mencione solo el pa pel postivor de la colonizacion, pidicamente ll ‘mada «presencia francesa en uleramars. Invadit un pais extranjero con falaces pretexts, mantener ‘a poblacin en nfciorida legal, despeeiando los rinipiosrepublicanos que en esos momentos la ‘metrépolis hacia suyos,reprimic el deseo de inde- pendeneia mediante masacresytorturs son hechos ‘tableidoe deade hace tempo a los que, sin un ‘punto de vista etnocentsta y nacionalista, rule Ail ver el lado postive. Pero lo que quits resul- ‘a més lamentable rodavia es que medio sigh des- pues del fin dels colonias se reduc la cempleji= ad dela historia aadjeivos de ui etrictamente ‘oral como «postivos y «negatives, que imponen ‘una vision . Tal sph cacién maniguea no puede sino traicionar las vi ‘vencias de millones de personas durante més de un Siglo. El estudio de la historia nunca puede abe& tepid tracin aprasaepnienneenea eeeeeeneeees Seopa Sarees i oeemeeornes are Seemeimeeen ae iecseeeneneee iasatpoeeeeans peaeheieeraeeee Sones pened ay Scereeteeeeneie each eee Seeemeermerane eeeeeeees Sareea eetereemmeees eae ceeeainied Sacra Soaeereecceeees Snes oearee peaches oo eeeeaeneeetee Soe Seo Saeco ecm iseenneninaieees sare eee Sameera ne See eceatomeenes ees Sao eens ees ere aeeneeeansu epi de train ‘erable a los ataquesideolgcos, ye coacepro de informacion abjetiva piecde su sentido. Se resri- bela historia em funcion de las necesidades del mo mento, pero tambign pueden negarse los descubri- mints de la biologiay de la fisica si se juzgan inapropiados. «Es el gran triunfo cogntivo del to- taltarimo: ya no se le puede acusar de que mien- *3, porque ha conseguido abrogar la propia idea de verdads,” concluye Kolakowsk. En este cas0 quie~ nes detent el poder se libean dfinicivamente de Ts impertinente verdad. Podriamon creer que ete peligro amenaza silo Tos pales ttalitaros, no alas democeacias, pero ‘varios epsodion recientes de la vida publica en Es- tados Unidos ponen de manifesto que la verdad frag. El primer episodio de esta naruraleza es a deci- sn de ensefar en determinadas escuela la teoria de la evolucion darwinistay el mito biblico de la ‘reacin (0 el «diseBointligente>, como see lla ‘ma hoy en dia) como dos shipétsise jgualmente tignas de espero, En un paen el que, como dicen las encuesens el setenta y tres por ciento de la po- blac cree en Ia vida despods de la muerte y el treinta y nue por ieno cree que Dios dict pet- Somalmente la Biblia y que hay que tomarla al pie ela letra, noes sorprendente que muchos prefc- ran la version biblica a la de la bologa. Pero cada tino de ellos sso se ata asf mismo, porlo que su ‘opinién slo vale en el ambito personal, que eles pirits de la Consttucion estadounidense respeta, Verda as Por el contraro, la dessin sobre el programa de ‘seudios en una u ota escuela ate a la comuni- dad local, yes ta la que se niega a acepardife- reaciaseualitativasente el dacurso de la ciencia y eld a fccidn, entre logos y mythos. No obstante, ‘quienes han tomado esta decision son prdentes y ro extraen todas las conclusiones que seimponen 8 «ste caso, No mosifian ls cudados médios que se dispensan en ls hospitales, por ejemplo, pese a ‘tar fundamentados en la misina Biologia que cues- ‘ona la teorias creacionisa El segundo ejemplo de cambio en el estatus se la verdad, que parece no guardar relacién {gna con el anterior, nos lo proporciona un acon ‘ecimiento politico reciente: la jusifcacin de Ta serra contra Irak por las supuestas armas de des: fruccion masva con que conta el pais, Sabemos que esas armas eesultaron ser inexistentes, pero fl problema ao es ée. Habrian podido renerat. No obstante, varios elementos de ete episodio si tuen siendoinguetantes. Nos hemos enterado de aque los hombves de Estado hicieron cuanto esto ‘en su mano para convencer a la poblacin exado- tunidense de la presencia de esas armas, que ls ‘ofrecieron pruebas que sabian que eran dudosas y ‘que intenaron minar la repotacion de quienes Jas aportaban en sentido contraro, Enotes pala bra, es0s hombres de Estado sabian que lo que afirmaban ao era verdad, pero aun as lo presen ‘aban como tal, porque creian sn dada~ que esa informaciin serial para su pais. Por lo dems,“6 Lei dela ian ste desprecio de la verdad que confiemado por ‘uno de sus responsable, Pal Wolfowitz, que dio {qu se habia elgido el argumento de las armas de das tanto por el comercio como por la politica aienden a los mismos princpios generale. Este sistema se fandamenta por una parte en la idea de |a unidad de la ciencia yen Ia posibilidad de en- tenderseeespecto a qué supone avanzat en materia de conocimiento, y por la oa en la eommunidad de tun ideal deudor tanto de la ensedanea exsiana ‘como de as tradiciones dl derecho natural. Rows: ‘cau constata a su pesar: «Digan lo que digan, hoy en da ya no hay franceses, alemanes, espaol, nt siquieraingless. Sélo hay eutopeos.* Pero a la vez los europeos son muy sensible ala diferencias ‘que separan alos paises y sacan provecho de elias, Los vies las estancias en el extranero han sado a ser més que habituale; son indispensables. Antes de dar inicio a su gran obra, El expe de las eyes, Montesquieu cre necesaio recocte Euro- pay estudiar ls costumbes de los diferentes pu bosque la habitan. Tambien Borwellemprende un largo viaje por Europa para ampliae ss formacion Porsu pate el principe de Ligne, marisa de eam: [po austriaco y exeritor en lengua ances, calcula ‘haber vajadotrentay cuatro veces eatre Bruselas 1 Viena y haber pasado mis de tes aos de su vida ‘encoches decals. Afra «Me gusta ser extran- jero en todas partes: francés en Austria, austriaco en Francia as dos cosas en Rusia Es la manera de sozar de todos los ngares y de no depender de nin- unos.Lin de thin El pas extranjero poede ser tanto el lugar donde se aprende como al que se escapa de las persec ones, 6 el que suscita la investiga, El francés Lavoisier no habriapodido descubrie el secreto del aire y del agua sino le hubiern estimulado los des- ‘cabrimientos parlelos dl inglés Presley. Ning ps es laramentesuperioe alos demis. Prevost, Vol- ‘aire y Rousseau pasan temporadas en Inglaterra Hume, Bolingbroke y Stee, en Francia; Winckel ‘mann y Goethe viajarin a Talay Beccaris ei a Francia. Por su parce, Voltaire, Maupertuis ¥ La ‘Metre abandonan Franca y se ponen bajo la pro- teccion de Federico Men Berlin, y Dderoe id a Ri ‘como conseero de Catalina Mf, Lapluralidad es fen si misma fuente de ventas. Tras haber compa ‘ado ainglses, francesese talianos Voltste com cluye: «No sé acu de as tes nacioneshabria que dar preferenca, pero dichowo quien sabe apreciar sus diferentes méritos.”* Pero:no nos cuenta por «que habria de ser dichoso. ‘Cabe decir que, en comparacion con otras zona del mundo, es cierto que Europa se dstingue po lt ‘muliplicidad de Estados extablecdos ens terri fio. St la comparamos con China, cuya superficie s mis 0 menos la misma, el contraste no puede dejar de sorprendernos: un solo Estado en China feente los cast cuarenta Estados independientes de la actal Europa. En esta mulkiplcidad, que habria podido crerse un inconeniente, es donde los hombres de la Husteacién Veron la venta de uropa, yes precisamente la comparscion com China ta que les parece més clara. Hume afirma: «Ein Chia parece existr una base considerable de ) de esa religion a «con evade la deyeneracin de todo tipo de sbers. Por 1 coneatio, desde la Reforma y el reconoeimiento ‘de muchas formas de crssanismo se ha adoptado un auto io que emit que florcan as aresy El espacio europeo de la época de Hume ofre- cela wentaja de la puralidad, que alimenta el con- trol de toda afirmacid y de toda reputacin. «Alt donde machos Estados vecinos leva a cabo gran inercambio arstico y comercial, su envidiarec- ‘roca disuade a unos de tomar a alge a ley de los otros en materia de gusto y de razonamient, y [es hace examina cada obra de arte con el mxi- ‘mo cuidado y la maxima exactitud.» El entsiasmo pasajero por dererminada obea en Paris puede no tener demasiado impacto en Londees, Berlin 0 Milan. Sise hubieran inypuesto por Ia fuerza losos lepine Haran ‘gustos franceses en todo el espacio europeo, nadie fe habriaatrevido a critica la cienciay la filowata, de Descartes, Como no fue el caso, mis all de las frooterasfrancesas Descartes fae someido & und cetieavigorosa a partir de I cul sus eoras que- daron sustituidas por la sia de Newton, A sa ver ‘sa fue objeto de revisones Jespiadadae fuera de Inglaterra que permiticron mejorara. Asi todos ‘pueden aprovechar la cider del vecino para curar ‘5 ceguera, Por otra parte, si una obra consigue imponerse mis alls de las fronteras de su pais sefial de que su calidad es superioe. Una repuacion ‘de este tipo sin dada no pucde ururparse, Europa ao es la primera en beneficiarse dela plurlidad interna, que habia sido ya responsable el florecimienco de la cultura grega antigua. La dlisposcion geogfica de las cindades griegas,se- ‘paadas por covileras,aseguraba su independen- ‘a, pero al mismo tiempo la lengua y ls intereses ‘comunes favorecian la comunicaion, El resultado fue un buen equilibrio ente pluralidad y unidad, una sconstlacin de pequeis principados» en los ‘que, no obstante, slasrivalidades los debates gi- ‘aban las inteligencias». El continent en el que vive Hume sigue ese mismo modelo. «Ea estos mo- rmentos Europa es una céplica a gran excala dl «jemplo en miniaura que foe Grecia» De To que ‘tron consideran un obsticulo surge se superior dad, «De las cuatro partes del mundo, Europa es la més parelada (. Por es las ciencias macieron en Grecia por eso Europa ha sido tierra de acosida debe entenderse como igualdad ante [a ley: no debe descarase a ningin cudadano ni consdersto inferior @ los dems. ‘Toda exclusin formal rompe la generalidad.» 2En ‘qué sentido ex comin a todos? Rowssea aad que representa la suma de las diferencias» de las vo" Tuntades paricalacs, «ana suma de pequetas dife- renciass" Rousseau recure al lenguaje del cielo infinitesimal que eaboré Leibniz. La voluntad ge- neral no es una suma de identidades, sno que in uso se opone a toda individuaidad y consiste en buscar una generaldad que incluya las diferencias. Leibniz lust est paso defo paraculralo general ‘compardndolo con la ciudad yl isn que de ella tienen sus habitants: «Una misma ciudad conte plada desde diferentes lugares parece dierent por Completa y se muliplica seu las prspecivass* ‘Cada ciudadano en conereto tenes prop i= ters, pero éste diverge de un individ a otro. Si enunciamos a obliga Ins personas a someterse, [ania solucin ex consegui que todor sean cone. ‘entes de ques punto de vst ex parcial como el atari Ea os ambos lados de una fromtera. Es precsamen- te esta acttud la que los europeos de matana po- rian tener en comin yvalocar como su més pe- iad legado. La capacad de integra las diferencias in hacer- las desapareer disingue Europa de otas grandes ‘unidades polticas mundials, como la India, China, [asia y Estados Unidos, donde los individuos son ‘estremadamente diferentes, pero forman parce de ‘una tinea nacién. Europa reconoce ls derechos zo slo de Tos indviduos, sno también de Is co- ‘munidades hstrias,cuturalesy politcas de los Estados micmbros de la Unién. Ets sabiduria no ‘sun don del cielo; ha pagado cara. Antes de set el continene que representa la toeranciay el mutuo Feconocimiento, Europa fue terior de dlorosos dlesgatros, de conflctos mortferoey de incesantes suerras. Ba larga experiencia, que tanto sus rela- tos como sus edficior, incluso sus passes, siguen recordando, ese ributo que ha sido prio pagar pra poder gozar de la paz sigos despues La llustracin es [a ereacion mas prestigiosa de Europa, y no habria podido tener lugar sino hhubiera exstido un espacio europeo ala vez uno 1 miliple. Peo lo iverso ex tambin certo: ex ln Tusteacin Ia que etd en el origen de Europa tal como la entendemos hoy. Por eso podemos decir ‘in micdo a exagerar que sin Europa no haben cxitido la anerscin, pero ambi que sin us ‘racion no babria exinido Europa, La tusracibn forma parte del pasado -va hemos ‘enido un siglo ilustrado-,pero'no puede =pasar», ‘porguelo que ha aeabado desigando ya no es una octina histricamente stuada, sino una actitud fante el mundo. Por exo sels sigue evocando pars, ‘seri el caso yl smpata del autor del cia, acu- sarla de ser origen de nuestros males antiguos y presente: el colonialismo, el genocidio y el eno ‘el egos, bien para sliitarle que venga en nuestra ayuda para combatrnuestrastaras presen tes fururas. Se pretende asi volver a encende ls Ices de Ta Hlustracin inclaso que saminen & paises y euturas que no la conocieron. Esté de ac- twalidad por dos zones: todos somos hijos de uystracién, aun cuando la ataquemos; al mismo tiempo, los males que combate el esprit ilustrado hhan demostrado ser mis esistentes de lo que ima ginaban los hombres del siglo vit incluso se fhan multiplicado desde enronces. Los tradiciona les enemigos de la Hstacion el oscuranismo, la autoridad arbitariay el fanatismo, som como ca- bbezas de hidea que vuelve a brotar poco despues de haberlas cortado, ya que obienen su fuerza de ‘aracteraticas de los hombres y de sus sociedadesma Lees de eatin tan difcilmente desarraigables como el deseo de autonomy de dslogo. Los hombres necestanse= suridad y consuelo tanto como libertad y verdad, prefieren defender a miembros de su gropo que poyat los valores universes, y el desco de pode, ‘que acarea el empleo de la violencia, no es menos saracterstco de la especie humana que ls argu ‘mentacin racional. A eto se han afadigo los des- vios modernos de ls logos dela Musraciin, que se laman cientifcismo, individualismo, desacrali- zacién radical, pedida de sentido, relativism ge netalizado ete. Bs de temer que esos ataques no cesen jams, por es0 es tanto mas necesario conserva vivo el ‘spinta de la Hustracién. La edad de la madurer ‘que lor autores del pasado aclamaban no parece formar parte del destino de la humanida, conde nada a buscar la verdad en lugar de a poseerla, ‘Cuando peeguntaban a Kat vivian ya e a 6po- ca dela Hlustraién, en wna época realmente ise ‘wada, comtestaba: =No, peo sien una épocaen vias de iustrarses Esa seria la vocacién de nuestra ‘especie: retomar cada dia esta labor sabiendo que cs imerminable Agradecimientos Empecé a redacar las piginas precedentes a rate dela solctud del dzector dela Bibliotheque Ni tionale de Francia, Jean-Noél Jeanaeney, de que Participara en la organicacion de una exposciin Sobre la lustraci y del sigaiieado que tene paca nosotros. No era consciente de Ia aventura en [a ‘que me embarcaba. Dos aon meio dsp, en ‘marzo de 2006, la exposcion «Lumiers! Un héi- tage pour demain» abri6 sus puertas, En ese apeo de tiempo aprendi mocho de todo el personal dela hiblioeea con el que tuve que relacionarme y de los colaboradores extemos, pero también de las doscientas cincuenta piezas del siglo xv111 que foe- ‘maron parte de la exposicién. Escritores,eruditos, pintorety misicos me permiteron conocer mejor esprit de Ia Ihtracin, A todos ellos ler doy as gracias.1. 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