Está en la página 1de 19
Fe Fenicio y Ugaritico: correlacién tingtiistica G, del Olmo Lete - Barcelona Tuk bhn'n Anseripcién monetaria dels. a. C) Unde interrogattrustii nostri quid sint, punice respondentes Chawani,.. quid aliud respondent quam Chananael? (8. Agustin, Ad Romanos, 13). [the relationship between the Phoenician and the Ugaritic cultures has not been the object of frequent analy Nevertheless the historieal and structural consiexions that link them are so strong that a fitting understanding of the Phoenician world cannot be obtained without a sound knowledge of the Ugaritic one. The present study considers only the linguistic aspect as the frst and most basic starting point, leaving aside the archaeological, institutional and religious fields. A list of UgartiPhoenician isoglosses is drawn covering the graphemic, phonological, morphological and syntactic fields. The bibliographical notes provide the pertinent items and those bearing relationship to similar pheomena in Hebrew, since they have been studied mostly in connexion with this language, akin to Phoenician and better ‘documented, At the same time the peculiarity of each culture is emphasized within a basic continuity of life conception.) Unidad de! dmbito cultural Una de las nociones histérico-culturales més imprecisas, en relacién con el Préximo Oriente Antiguo, es la de “Canaiin", “cananeo”, tanto desde el punto de vista étnico-politico como lingaistico!. Posiblemente nunca existié un Candan, 0 para el caso una Siria, como realidad politica, dejando aparte tas especulaciones sobre el “Imperio (cananeo) de Ebla” en el III milenio y la posible advocacién del dios Dagin como “Seftor de Canaan”, Ciertamente, no hubo tal Canain en el II milenio, el milenio por otra parte propiamente 1. Se trata de nociones “en ef tempo histérica”, que no pueden ser exttapoladas fuera de su momento sin correr un grave riesgo de tergiversacin. 2. CF.G. Pettinato,Ebla. Ua iporo ints nell'agila. Milano 1979, p. 267, 281-282, i, "Le it fenicie e Byblos in particolare ella documentarione epigraica di Ela", en Ati del! CongressaInternaionale dl Studi Fonil ¢ Puni. Roma 1983, pp. 106-118 (*tuta area geografica compresa tra il Mediterraneo eYEutrat,inclusa quindi anche Ebla,costituiva il paese di Cans'an”,p. 118} pero of. A. Archi, “Les dieux 4'Ebla av mt millénsice aC. et les dicux d'Ugarit”, Les Annales Archéologigues Arabes Syriens 29.3011979-1980)170, Aula Oremais 4€1986) 31 G. DEL OLMO LETE “cananeo”’, y menos ain en el I milenio a. C,, sino més bien una fragmentacién politica interna y una reparticién en dos zonas de influencia y presencia extranjera en el area que se extiende desde el desierto de! Sinai hasta una linea imaginaria que prolonga la costa meridional de Anatolia, alcanzando el curso superior del Eufrates, con ei Mediterrineo y el Desierto siro-ardbigo como limites occidental y oriental respecti- vamentet Si que puede hablarse, en cambio, de wt Canain cultural, antes incluso de la aparicién de tal denominacién’, como {o atestigua la homogeneidad de os restos arqueolégicos de Ia zona, tanto en artefactos Y cerdmica como en estructuras edilicias y funerariasS, y como lo certifica sobre todo la unidad lingiiistica y ‘eligiosa que deriva de la documentacién escrita que nos ha llegado. Unidad que fue capaz de albergar dentro de si su propia negacién ~1a Religién hebrea-, que paradéjicamente la corrobora, en una tensién dialéctica sin pararelo en la historia de la cultura, El “cananeismo” de tal forma anticananea de religién, como en general el cardcter “fenicio" de la cultura hebrea, es cosa que cada dia hacen mds patentes los estudios compa- rativos”, Pues bien, desde esta perspectiva diacrénica de discontinuidad politica y continuidad cultural se han de plantear las relaciones entre el reino de Ugarit, como exponente més destacado hoy por hoy del mundo cananeo del Il milenio a. C., y las talasocracias fenicias del I milenio'. Geogréficamente la continuidad es manifiesta: se trata de ciudades-estado organizadas sobre la misma costa siria (en el s. 11 a. C. Laodikeia ad ‘Mare/Latakia se consideraba “Canadn"), aunque Ugarit resulte desplazada del epicentro de la “Fenicia” posterior, en el extremo del 4mbito “cananeo” de que habldbamos. Incluso desde el contexto geopolitico de su 3. CEJ. Gray, The Canuantes. London 1965, pp. 25-53; A-R, Millad, “The Conaanites", en D.J, Wiseman, ed, Peoples of the (td Testament Times. Oxtord 1973, pp. 29-48; R. De Vaux, “Le pays de Canaan", J40S B81968)23.30; AP. Rainey, "Toponymic Problems”, Tel Aviv (1979)158-162 (Canain en Marik A, Malamat, “Northera Canaan and the Mari Tess", en Essa in Honor of ‘Nelson Gluek: Garden City, NY 1970, pp. 164-177; y los capitulos sobre la historia de Canagin en elit milenio de K:T. Kupper-K M. Kenyon-M.S. Drowe en The Cumbridge Ancien History (= CAND. vol. Tl, part |. Cambridge 1973; info n. 9 4. CF. Gray, op. cit, op. 1588, 2286; Milla op. ct, pp. 29-33; Z, Kalai, “The Boundaries of Canaan and the Land of Israel in the Bible" (hs), £1 (Fs N. Glueck) 12(1975)27-35; R. De Vaux, Histoire ancianve d'Tra. Paris 1971, pp. 124129, 5. Sobre el nombre de Canada, cananev Kinahbu, Kinabnu, Ku'a, Kn'n Def 8. Moscati,Prolemautew dela elit fenica, Roma 1974, p. 22; Mila, op. ci. p. 24: De Vaux, op. eit, pp. 123-124; Gray, op. et. p. 15,47: 8. Segest, 4 Grammar of Phoenictan and Panic = GPP). Monchen 1976, pp. 17-18, Desde sna perspectiva externa Cana era Amurrn para los mesopatimicas y fur para Ios egipcios, Sobre la problematica de ests denominaciones y de sus correspondienies apelatives cf. 1.C. Greenfield, “Amuarie Ugritc and Canaanite”, en Proceedings af dhe lvernaional Conference on Samide Studies. Jerusalem (969, pp. 92-101; M. Liverani, “The Amorites", en D.3. Wiseman, ed, Peles af Old Testament Times. Landon 1973, pp. 100-126, De Vaux, op. ol, pp. 6358, 90, 98:99, 126, 133-135, 366; Pelinato, op. cit, pp. 20, 26, 63, 277. 6, CE A. Kempinski, Syrien und Palsxina (anaan) in der lecten Phase det Mluelbronce HB-2ei (1650-1570 v. Chr.)(Agypien und Attes Testament, 4). Wiesbaden 1983, pp. 166ss. 7. CF. en este semido G. Garb, J Fnict. Storia e Regione, Napoli 1980, pp. 8-11, 29-30, 35, 87-93; para la abundane bitlosrafia sobre fz inuencia de la cultura caanea (ugartca) sobte Israel y gu literatura ef. G. del Olmo Late, its y Leyendas de (Canad sequin la iadichin de Israel = MILO), Madrid 1981, pp. 21-22, 74-78; bbllografia que no cesa de incrementars, cf la sintsis lihimas: D. Kinet, Ugorit = Geschichte und Kultur elner Stadt in der Umwelt des Alton Testamenes tutigarter Bibelstudien, 109) Stutigart 1981; P.C, Cralgi, Ugari¢ and rhe Olt Testament. Grand Rapids, MI 1983. Mis redacia os fa bibiograia sobre la relaciGn entre fencio y hebreo; ef. los ensayos linglistios de M. Dahood, “Canaanite-Phoenivian Infvence in Qohelet",8lb 33(1952)30-52, 191-221; id, “The Phoenician Background of Qohelet", Bid 47(1966)264-282; id, "The Phoenician Contribution to Biblical Wisdom Literature”, en W.A, Ward, ed, The Role ofthe Phnicians in the Iseacton of Mediteranan Chilisatons, Beir 1968, pp. 123-143 id, "Phoenician-Hebrew Philology” en A. Caquot, ed, XXIA* Congr Fnvermational des Orienzallstes, Paris 1975, 9p. 5-8, Pero téngase en venta que pars Dahood "Yenicio” es pricticamente sindnimo de “cananeo”. 8. Curfosamente fs estdios sobre la relacn entre Ugarity Fenicia son mis bien escasos v parciales, aunque muchos la den por supuests cf. W J. Jobling, Canaan, Usarit and she Old Testament: Study of Relationship. Dis., Univer. de Sidney 1975, pp, 11238. Y passin; R. Seidah, “Ugarit et Sidon: quelques analogies", 444$ 29.30(1979-1980)89-9 M. Fantar,"DUsarit § Carthage”, il. pp. 213-214, Tienen en cuenta tal relacién los tratados gramaticoles de ambas lenguas (cf. infra a. 18)y los estudios sobre I religibn Fenicia, sobre todo los comentarios la Hisiora fnica de Filn de Biblos (cf. ina n, 85). 32 FENICIO Y UGARITICO situacién y momento, Ugarit no se considerabs a si misma como "Canaan". Pero entonces, en la época del Bronce Tardio, que coincide con el momento de apogeo de Uparit y de sus archivos, tal denominacién tiene 1un sentido politico preciso: designa la provincia egipcia de tal nombre, con capital en Gaza, que durante las Ginastias XVII y XIX constituird, junto con las de Upe y Amurru, ja zona de dominio e influjo ezipcios en Siria-Palestina", El adjetivo “cananeo” tenia asi en la Ugarit del momento una connotacién de extranjeria, como Ia tenia cualquier otra denominacién étnica relativa a las demés divisiones politicas ~incluidas las de “sidonio” 0 “tirio”- en que se fragmentaba la zone. Esta continuidad-distancia geografica se ve doblada por la correspondiente proximidad-distancia historico-cultural. ‘“Fenicia” emerge/prolonga “Canaan” cuando Ugarit fenece. Los siglos Xxil-xI a. C. constituyen esa zona oscura en que se opera el relevo histérico!!. Forman asi el reino de Ugarit y la posterior Fenicia (denominacién'? esta impuesta desde fuera y que agrupa diversas unidades politicas independientes y antagénicas) dos momentos sucesivos y excéntricos de un desarrollo socio-cultural con coordenadas ‘geopoliticas, climiticas, econdmicas y religiosas basicamente idénticas, Teniendo en cuenta, pues, Ia dimensién “tiempo” ~que en historia no es la cuarta sino Ja primera~ se ha de afirmar que Ugarit no “es” Fenicia ni los ugeritas “son” fenicios, pero que si, en cambio, que lo ugaritico-cananeo “constituye” a lo fenicio-cananeo”. Existe entre esos dos momentos una innegable unidad cultural evolutiva, lo que de nuevo paradégicamente implica identidad y cambio; es decir, representan dos etapas sucesivas de un mismo universo representativo, como se aprecia en la lengua y en la ideologia (ideas y ereencias, culto y cultura). Incluso ‘cuando Fenicia aiin no habia emergido, Ugarit mantenia ya un intenso intercambio epistolar con las ciudades ‘que en su momento posterior la constituirian; el rey de Ugarit escribia, y viceversa, recibia cartas de ellas sin precisar traducci6n ni el recurso a una lengua diplomatica, como les acontecia a los principes siro-palestinos del momento (época de El-Amarna) en sus relaciones con el Faraén. Se puede, en consecuencia, asumir asi, sin més, que el “ugaritico” corresponde a la lengua de Fenicia en el s. XIV-XIl a.C." 9. Ch, A. Reiney, “A Canaanite at Ugart", JEP 131963143-45; De Vaux, op. cit. p. 125: G. Saadé, Ugart Métropte canmméenre (=OMC), Beyrath 1979, pp. 28-30, 6869; varios, Ugarit 1929-1970, Lyon 1979, pp. 13-14. Sobre la fragmentacién politica de la regi siro-palestina enol milena cf. ls obeasctades sipran. 3 y las siniess de F. Michelin, La Sra nelle Mor Roma 1960; G, Buccellt, Cites and Naclons of Ancient Seria, Roma 1967: M. Liveran, ed, La Siria ne tarde Bronze. Roma 1969; para la zona palestna F. Serangeli, nsediomento ¢ urbaniszasione nlla Plesina del Bronco unica. Rema 1980. 10, CF. W. Helck, “Zar staichen Organisation Syriens im Beginn der 18. Dynastie”. 4/0 22(1968+1969)27-29; De Vaux, op. cit, pp. U2, 138; CAH TI, ©. X, p. 472 (MS. Drowerk CAH. Gordon, Uurtc Textbook (=UT). Roma 1965, p. 42 (aisiriet/country"). 1, Laopinion comin supone que los “cananeos” fueron desplazados a fines de segundo milenio por los arameos, nebreos ty ‘iistenth, pervivirian étalcamente en los “Teniios", que emergen en este momento, y culturalmente en los otros pucblos; cf. D. Harden, The Phoenicians, London 1963, pp. 155s. 22885 Moscati, Problemiic, pp. 21s.,95-96; en eambio Garbin, 1 Fen. pp. Iss, 11, 38, etroras los inicios do a historia feicia al at milenio a.C 12, Sobel arigen del nombre phoins, phonies, poet of. entee otros Harden, The Phoenicians, p. 22s Moscaii Peablemutia,p 22, Garbini,/ Fon, p. $;D.R, Ap-Thomas, “The Phoenicians”, en D.. Wiseman, ed. Peoples of Old Tesioment Times. Oxford 1973, . 263; Segert, GPP, pp. 17-18; MI. Astour, “The Origin of the Terms "Canaan, ‘Phoenician’ and "Punie’" JWES 24(1965)346-350; De Vaux, op cit, p. 138 4.Ch, Blligmeier, “Origins of the Greek Word Phoinix", Talanta 8-9(1977)1-t; M. Sznycer, "Liemplot des termes ‘phénicien’. “punique’, ‘néopunique (Problémes de méthodologiay", en P. Fronzardi, ed.. aii del Seconda Congreso Inteonacionale di Linguistica Camite-Senitiea Firenze 1-19 aprite 1974) Frente 1918, pp. 261-268; G. Bunnens, “La distinction entre Phenicins et Puniques chez les auteurs elassiques", en si del J Congreso. pp. 233-238 12, CF. aeste propssto supra nn, 8 y L1; también Moscai, Problemticn, pp. 32-3: Garbini, F Fentcl,pp. 6-8, 11, 20-21, 38, 7h 1, { (la literatura ugaritica noes fenicia, en leve contradiecién con su opinin sobre la correlacida hstricay lingisticn del mundo ccananeo; cf. supra 9. 11) 14, CI. Ente las carta conservadas en los archivos de Ugarit hay una procedente del Rey de Tiro (KTU 2.38)a propésito de un barca del Rey de Ugarit que ha sufrido un percance (abordaje 0 raulragio] y se encuentra ahora en Akko; otros texts mencionan Biblos (KTU 4.338), a propésto también de un barco del Rey de dicha ciudad, y probablemente Sidén (KTU 1.14 1V 34-39) Por oto 3 G. DEL OLMO LETE De hecho tenemos otros indicios para argilir que en esta época todavia no se ha levado a cabo la fragmentacién dialectal del semitico nor-occidental y que la lengua del “Gran Canadn” es bisicamente unitaria'S. En este sentido hemos de asegurar de nuevo que el fenicio, como lengua, representa un estadio evolutivo de aquel magma comtin, transmitido por el ugariico como la lengua de zona mejor conocida; éste 1 tuvo, sin embargo, tal estadio y no sabemos, por tanto, si habria seguido en sus isoglosas el camino que el fenicio emprendié o si se habria decantado por un modelo “arameo”, como los correspondientes dialectos del Hinterland. No obstante, en la generacién del “modelo” arameo hay que tener en cuenta no sélo un proceso de evolucién morfosintéctica, interna al grupo, sino la presencia de un parastrato aportado por Ja ola de inmigracién-invasién que su poblacién sufre y protagoniza. El arameo es asi la resuliante lingiistica del choque entre un proceso evolutivo del semitico nor-occidental en marcha y un estadio lingistico més arcaico, “arabe” 0 “nomédico”, de la misma familia occidental (‘amorrea"). En este mismo sentido el hebreo representa también un choque, pero atenuado por esta previa configuracién del arameo, lengua ya de los inmigrantes-invasores, que cede ante el “cananeo" (“fenicio"), no sin influirla y asi especificarla” Esta situacién nos permite suponer que en principio es el “fenicio", habida cuenta de la diacronia, el sistema lingtistico més préximo al ugaritico dentro del semitico nor-occidental. Lo que es igualmente vilido a Ja inversa, Sino que la escasez. de material documental fenicio ha frustrado en gran parte esta ventaja, cediendo Ja preeminencia a otras lenguas del grupo, como el hebreo. Es curioso que mientras la relacién del ugaritico con éste ha sido estudiada abundantemente en ambas direcciones, la del ugaritico con el fenicio no ha merecido la debida atencién monogrdfica, aunque las graméticas modernas recojan las. isoglosas correspondientes!*, Insistiremos en este aspecto de la relacién entre ugaritico y fenicio. Por otra parte, la Literatura Ugaritica ha puesto de manifiesto lo que era presumible a priori: la identidad bisica ideol6gico-cultural (mitolégica, cultual, institucional) de “Canadn-Fenicia, al confirmar y completar indicios precedentes, que van desde la reaceién anticananea de la Biblia Hebrea hasta las sintesis de las tradiciones fenicias de época helenistca, pasando por los “relais” que proporciona la epigrafia. Los dioses, lado, textos en escritura cuneiforme “ugarics” han sido hallados en In zona meridional palestina (ef infra n. 24). La lengua 90 ‘supone, puss, un barrera en este momento: cf. Gordan, UT, pp. 144-148; W.F. Albright, “The Role ofthe Canaanites inthe History ‘of Civilization”. en G.E. Wright, ed., The Bile and she Anciont Near East (Fs. W-F, Albrigh). Garden City, NY 1965, pp. 45388 15, No podemos entrar aqui a trtar el tan debatido problema de la fragmentacién dialectal del semitico nor-cccidental en ‘genera ni el de Ia clasificaion dela lengua ugaritica en su rlacién con la crcunstantes en particular, ef. Del Olmo Lele, MLC. p. 75, n. 141; Segert, GPP. pp. 19-21 (semiico nor-cccidental indiferenciada), J, Fiedrich-W. Rollg, Phdizisch-punische Grummate (Anatecta Orientalia 46)(= PPG). Roma 1973, pp. Iss. dolimitacién entre cananco, ugaritico y fenicio, y su ragmentacién dialectal, ‘rasta a degradacién panic: 1 ugaritico representa un estadio anterior ala fragmentacién del semitico nor-occidental, Kutscher, ‘eionemy 3341968-1969)83-110; LF. Brenz, “The Problem of the Placernent of Usaritc among the Semitic Languages”, Wesumiaster Theologica! Journal 4(1978)84107; Jobling, op. cit. pp. 386-690 ("Language Relationshis...An Historieal Perspective", J. Healey, sgaritique et ude des langues sémiiques", 4448 29-30(1979-1980}1 7-22 16. La relacion ugartico/arameo ha sido poco estudiad; ef. S. Segort,"Usartisch und Aramis en F%. Bako}. Bratislava 1965, pp. 215-226; i. Aitaramdische Grammarik. Leipnig 1975, pp. 31-32; R. Degen, Aliaramdische Grammatk der fuscetien des 10-8. hy.Chr, Wiesbaden 1969, pp. 2-3; P.E, Dion, La langue de Ya ‘uli, Waterloo, ON 1974, pp. 331-334 J.C. Greenfield, “Some Reftections on the Vocabulary of Aramaic in Relationship tothe Other Semitic Languages", en A! del Secondo Congrsso..Cartio= Semitica, pp. 151-156; Jobling, op. ct. pp. 35658; G. Garbini, "Semtico nord-occidenalee aramaico", en G. Levi della Vida, ed, La Fingutsica Semica:preseme «futur. Roma 1961, pp. 59-90, Varios autores sala sus isoglosas y $¥8heleroglosas; pe, Friich- Rollig, PPG, pp. 8-9: Mosca, Problomatica, pp. 32-34; Sezert, GPP. p. 19. 17. CE. supra n, 7: para ls isoglosas/heleroglosasfenicio-hebreas ct, Friedrich-Réllig, PPG, p. 4; Sever. GPP. pp. 23-24. 55 Ap-Thomss, op. city p. 267. 18, CF. supra a. 8; 50 aprecia una menor alencin al fenicio desde el ugartico que a fa inversa, como se puede noter en las sramatieas de Friedrich-Rollg y Segert, y Gordon, respectivamente, de las que prtimos en nuestro andlisslingistco, Las obras que sinletizan las relaciones gramatcales ugarico-hebreas (Blommerde, Dabood..) son aducidas en cuanto suponen fendmenos “eananeos/fenieios” de pervivenciaposibiemente més vidos paraelfenicio que para el hebreo, La reciente gramilia de S, Segert, A osic Grammar ofthe Usariie Language (Berkeley, CA 1985) no ba podide ser tenida en cuenta; ef infra n 35 4 FENICIO ¥ UGARITICO los ritos, los mitos son ampliamente coincidentes y ademas especificos de la zona, que se revela asi no como una simple area de transferencia y sincretismo cultural, como con frecuencia se la ha caracterizado”, sino como generadora de un propio sistema interpretativo de la realidad y de su plasmacién religioso-ciltica “Canaan” es geogréfica y culturalmente un universo auténomo. En este sentido la correlacién entre Ugarit y Fenicia es de evolucién homogénea en formas y contenidos, totalmente diferente a la que puede mediar entre ‘Ugarite Israel, que es basicamente de oposicién dialéctica en su intencién ultima con asimilacién formal de elementos particulares integrados en una “nueva” sintesis, Con todo, el mundo religioso-cultural fenicio no se puede considerar sin mas “el” desarrollo del ugaritico, sino “una” de las formas evolutivas que, desde circunstancias propias de aquellas ciudades de la costa siria, asumié aquel sistema interpretativo y representativo que denominamos el “mundo cananeo”, del que Ugarit es una expresién particular, quiza un tanto extrapolada, aunque la més completa que poseemos, Genealdgicamente Ugarit resulta asi el “tio” de Ia cultura fenicia, pero sabemos la importancia que en el mundo semitico tier tal pariente. Lo que es manifiesto, en el estado actual de nuestro conocimiento de la cultura del Préximo Oriente Antiguo, es que no se puede lograr una recta inteleccién del “mundo fenicio”, de su sistema interpretativo-representativo de la realidad, sin una comprensién a fondo y de primera mano de los elementos correspondientes que desvelan la arqueologia y los textos ugariticos™. Partiendo de esta conviceién, vamos a tratar de sistematizar los elementos de la lengua de Ugarit que pueden servir para una adecuada comprensién de sus correspondientes fenicios®. La lengua 1) Aifabeto L. Bl alfabero es ta primera y quizd la més amativa prueba de la intima correlacién entre el ugaritico y el fenicio, a pesar de la diversidad del sistema grafematico (cuneiforme/lincal) y del correspondiente soporte y técnica de grabado (tablillas de arcilla blanda/ materiales duros para incisién o entintacién). La correlacién se manifiesta en el “orden” de las letras, cuya forma canénina resulta ser la del alfabeto ugaritico, corréspondiente al sistema semitico primitive de 27 fonemas, frente al fenicio “reducido” de 22; los 5 que le faltan se explican por la evolucién reductora interna de su propia fonologia’?. Fonologicamente e! alfabeto ugaritico representa, pues, un estadio linguiistico més primitivo y antiguo (arcaico), pero es posible que 19. Ch J. Gray, The Lesacy of Canaan (SVT 5). Leiden 1965, p. 2: id, The Canacnites, pp. 17,25; H. Cazeles, “Ugarit, au coeur 6a Proche Orient", UF 12(19800141-146; varios, Ugarit 1939-1970, pp. 48-50, Pero esta “bisica”coincidencia no exeluye la no menos profunda diferencia entre amibos esquemas reigiosos (cf. ira “Conclusion”) 20. Completada por los datos que aportan les dacumentos/ monumentos de El-Amarra, Allakh, Ebla y Emar. Esto no ha sido {enido siempre en eventa, Sobre todo por los estudiosos det mundo feniio-pinico occidental, en particular dela Peninsula lbérica, come puede aprecarse en las varias sintess ofrecidas sobre el tema. 21. No trataremes, pues, de los aspecios socio-culturales ni de Ios propiamente alendidos por los arquedlogos en su sspecio comparative. 22, El sistema grafemitico distingue ya por si mismo en Uparit el semilico nor-oceienal (alfabeto consonitico) del oriental (atfabet siidbieo). 1 pretendido carter silébica, por olra parte, del alfbeto ugaritico, y para el caso del fenici, parece sumamente probable: el valor “vacilca” triple © neutro de Ia consonante equivale al puro valor de tl. ni se ve por qué silo se habrian de poner sliaas direcas, nse eniende ftmente el temprano uso de maieslectionis © del triple alef, C. Segert, GPE. p. 48; al ontario, diimamente en favor de la tesis de Gelb, E. Sollberger, “Reflexions marginales sur Vabécédaire dUgarit", A4AS 29-341979-1980)37-40, G. Garbini, Storia problemi dellpigafta semiica. Napoli 1979, p. 4. 2B, Cl Gordon, UT, p. 12; Soliberger, op. ct, pp. 37, 39:5. Nave, Karly History of the Aiphobt. Leiden 1982, pp. 30-325 A.R Millard, “The Ugariie and Canaanite Alphabets - Some Notes", UF 11(1979)613-616, El problema del “orden” del lfabeto va unigo al de su origen (ef. fafa n. 30); el modelo ugariticn preserva e! orden prmitvo, pero como sistema grafemitco (euneiforme) es secundario; ef. M. Dietrich-O, Lorez-J, Sanmarti, Die keilalphabenscle Texte aus Ugorit(AOAT 24/1). Neukirchen-Viuya 1976, pp. 402-406, abs que repraducen el alfateto siempre en orden Bio. rqueolégleos", desde siempre mejor 35 G. DEL OLMO LETE corresponda una variante dialectal dentro del “cananeo” (semitico nor-occidental) de la época, como ta aparicién de textos en escritura alfabético-cuneiforme (“ugaritica”) fuera de Ugarit (Sakis, Kamid el-L62, Nebi Mend, Sarepta, Hala Sultan Tekke, Tabor, Teanakh, Bet Shemesh) lo permiten suponer", Dichos textos estén escritos en alfabeto cuneiforme, pero “reducido”, casi todos y en direccién sinistrégira, la propia del alfabeto “fenicio” y en general de las lenguas semiticas occidentales (hebreo, arameo, rabe, menos el etiépico con su sistema silébico propio). Textos en alfabeto cuneiforme reducido y direccién sinistrégira han aparecido también en la misma Ugarit (“mirror texts")5, Esto nos lleva a postular la existencia de dos variantes fonolégicas de! “cananeo” en la época de los textos de Ugarit, al menos en su wiltima etapa (s. XI-XIl a. C.), asi como un doble sistema consonitico de notacién gréfica: cuneiforme dextrégiro de 27/30 signcs y linear sinistrégiro de 22 signos*; 1s textos citados (“externos” y “mirror") representan el compromiso entre ambos sistemas. De hecho, la arqueologia parece confirmar la coexistencia de los dos sistemas, cuneiforme y lineal, ya en la segunda mitad del segundo milenio, es decir, del “ugaritico” y del “fenicio”.®. La aparicién de tales textos fundamentalmente fuera y al sur de Ugarit permite suponer la existencia en tal momento de dos variantes dialectales del “cananeo”: una septentrional, arcaizante y geogrificamente mis reducida, el “ugaritico”, y otra meridional y mas extensa, la “fenicia””, En els. XIt a C. el cardcter dialectal y la mutua inteligibilidad de tales variantes parece segura®. Dénde, dentro de este Ambito doble siropalestinense, fue “descubierto” y aplicado por primera vez el principio acrofénico consondntico, es decir, el problema del origen del alfabeto, es objeto de especulacién. Un origen “meridional” de a aplicacién de tal principio y quizi una primera plasmacién pictogrifica de! mismo partir del “alfabeto” egipcio, asi como una datacién de su uso sistemstico ya en la primera mitad del segundo milenio pueden estar muy préximas a la verdad”, En cuanto a la modalidad grafémica “cuneiforme” del alfabeto, su difusién por zonas tan alejadas de 24, Ct. Cunchillos, EPHERelAn 81(1978-1979)225; Saad, ONC, pp. 161-162, Pare los diferentes textos: KTU 4.766 (Sakis) ch Riis, 445 11(1961-1962)137, ig, 6 KTU 6.2 (Kimid e-Liu), ef. Wilbelm, UF 5(1973)284-285; TNM 022 (Nebi Mend), ef. Millard, UF 8{19761459-460; i, 4/0 26(1978-1979)1 45582 SAR 3102 (Soren), cf J.B. Pritchard etal, Sarepta. A Preliminary Report on the iron Age. Philadelphia 1975. pp. 102-104: i, Recovering Sarepta, Phoenician Cis. Princeton, NJ 1978, pp. 108-110: Greenstein, JANES 8(1976149-57: Bordceuil, UF 11(1979)63-68; Hala Sultan TekKe, cf. P. Alstrim er al. “A Silver Bow! with Canaanite Inscription from..", en Report of she Department of Antiquities of Cyprus. Nicosia 1982, pp. 72-75: R.R. Stel, “The Letters of Kadmos: Mythology, Archaeology and Eleo-retan", en Proceedings of he Fourth Internasonal Cretan Studies Congress. Athens 1981, val. 1/2, pp. 606-626; Bordreuil, Seiden 33(1983)7-15; Puech, RA 901983)365-395: KTU 6.1 (Tabor), ef. Yeivin, Kedem 2{1945)32-41, ig. 3,2; Gordon, UT. pp. 3, n. 1, 16; Garbin, J Feri, p. 87; KTU 4.767 (Taanakh) cf. Hllers, BASOR 17819645-50, figs. 1.2; KTU 8.1 (let Shemesh), cf Gordon, UT. p- 3, 1, 16; Grant, JBL S¥1938Mt; Albright, B4SOR $3(1934)18-19; i, BASOR 17X1964)51-53; Liisi, Syrta 420196565, 28. Cl KTU 1.77; 431: 4.710; Gordon, UT, pp. 16-17: J.L Cunchillos, art. cit, p. 225, que enumera Ios “snistrdgires” 0 mirror"; también Borereull, Siria 8(1981)301-310; Dietrich et a., UF 1119799850: Saace, OMC, pp. 186-187. 26. Ct. Gordon, UT, p. 146-148, Weippert, ZDPV 82(1966)311-320, La allernatva seria suponer que a sstema “reducido” es plurvalente u homoprilieo, lo que no es probable desde el principio alfabético mismo y desde el uso ugaritc. 27. CL, Gordon, UT, p. 12,2. ly Naveh, 09 et, pp. 30-42; Gardin, Stora e problemi, pp. 27-46; id, J Fenil,pp- 23-25, para a ‘especial problemation que presania la insripcidn de “lzbet Sarah; dsjamos de lado todo lo referents a la interpretacion de las Insripciones pseudojeropliieas de Biblos y de las protosinallicas(probablements slabeas), que quedan fuera del problema aqui tralad, 28. También denominada “exnanea” en sentido resringido,representada por las glosas del E}-Amarna (cf. injra. 34h; seria el anlecedente diecto de! hebreo. Pero el sistema escibal silsbio) disimula el verdadero cuadro fonal6gico y desde luego todo posible uso allabtico (sistema y direccin) de este dialect. 29, CE wore n. 30. La bibliogafia sobre el tema es abundante: ef Del Olmo Lele. MLC. p. 29, n, 23-24; ademas y en particular Tos estudios de 39M. Sunycer,“Quelques remarques Semica 2401974)5-12; A. van den Branden, "Lorigin des alphabets que, arabes preislamiques el phénicien”, 80 1911962)198-206, K-T. Zauzich, “Vortaufige Mitieilung zur Herkuaft der phonizischen Schrift”, Euchoria 41973)155-157; 8. Yeivin, “The Canaanite Inscriptions and the Story of the Alphabet", en World 36 l FENICIO ¥ UGARITICO Usarit como Jas resefiadas permite incluso suponer que no se trata de un uso original ugaritico, aunque tengamos en esta iengua/dialecto su utilizacién mejor y més sistematicamente documentada; estaba al alcance de cualquiera en posesién del principio acrofénico acomodar al mismo la antiquisima técnica mesopotémica de escritura, Acomodacién que resultaria secundaria en relacién con una primera pictografico-lineal, si ésta se Gesarrollé a partir del modelo fonoldgico y jeroglifico egipcio™. Es posible, pues, que el “alfabeto ugaritico” sea ya una forma derivada y peculiar, sin continuidad en razén del abandono de su soporte (la tablilla), det principio y sistema consondntico protocananeo. En ese sentido el “alfabeto fenicis", que supone una reduccién del ugaritico y que en su orden y valores fonolégicos resulta secundario en relacién con éste, representa mejor la continuidad con el modelo original protocananeo en cuanto sistema grafemitico. 2) Fonologia 2. Dentro del sistema estrictamente consonatico que supone el alfabeto cananeo, el ugaritico, con st. uuso de! triple alef a, ', ', sin paralelo en el fenicio antiguo, ofece una prueba més del cardcter original e independiente de éste™, Slo posterior y auténomamente surgird en fenicio la general tendencia del semitico cccidental a utilizar el alef y otras consonantes con valor de matres lectionis, tendencia que esta al origen de la invencién del triple alef y que la Vernos operando ya en la misma ortografia ugaritica (mria, yrawn, tluan, iy grt, ky, by...) mds alla de la notacién consonantica ligada a aquel fendmeno®. 3. Por otro lado, el alfabeto fenicio supone la reduccién fonoldgica respecto del ugaritico, y en general respecto.del semitico primitivo y de su representante més completo, el drabe, de que hablébamos antes: > h, d> 2, >. i>s y LF y que ya se apreciaba en los mismos textos “externos” y “mirror” ugariticos. Tal reduccién habré de Sef tenida en cuenta cuidadosamente a la hora de precisar la etimologia y correspondiente evolucidn semdntica del léxico fenicio en relacién con el ugaritico. Las bases o raices fenicias con fonemas “reducidos” pueden presentar cuadros derivativos muy diversos. Atal propésito, la aparicién de un “hombgrafo” en contextos afines de ambas literaturas-(hinn/hmn; rir) puede decidir sobre el camino History ofthe Jewish Peale I. Te Aviv 1970, pp. 24-34; A.R. Millard, “The Ugaritic and Canaanite Alphabets - Some Notes", UP 11(1979)613-616; W. Helek, “Der Herkunft der sog.‘ohdnizischen’ Schrift", UP 4(197241-45: V.V. Ivanoy, “Ebla, Ugarit and the Osigins of the Alphabet”, NUS 20(1979)15-16; LI. Gelb, A Stal of Writing. Cricago 1969, pp. 166ss.: Naveh. op. cit. pp. 235s Segert, GPP, pp. 46:51; Gartini, Soria e problemi, pp. 2788 Id 1 Fenil, pp. 13863 FM. Cross, Canaanite Meth and Hebrew Epic. ‘Cambridge, MA 1973, p.112, n. 2: Albright, ae. et. pp. 454-455, 31. CE Gordon, UT, p. 17; y ls obras ciladas en n. precedente de Helck y Garbini ene otros. Por otra parte, los intents de relacionar et sistema cunelforme ugaritico con ef acidico (itimamente Ivanov) 0 el ugariico y e! fenicio entre si han resultado Tnfructuosos. El carter pitogrifico de éste aparece claro deste el nombre mismo de sis eaacteres, que suponen uns spicacién sut6noma slo vida desde la propia lengua, de la ‘éenia pitogrifia y del principio arofinieo. Tal proceso sélo pudo realizar en ‘contacto con la esrituraegipsia, de piotogratia vigente, mientras éta se habia dluido en la escritura cuneiform silica. 32. Elcaricter sscundario del triple ale se aprecia por su afasidura al final del afabelo ugariico. Represenia un progreso de ‘cara als acomodacin griega. Por otr lado, e problema de fa vocal que dicho aef representa (ef. Gordon, U7 p. 18-19) no afecta al, fenicio. El ale a primera y mis "vocal" do todas fs consonantes), como el hamza irabe, necesita mas que ninguna otra un timbre “vociico” para emiirse ("plot stop") sla ver que por su misma articulacién puede representar un valor “vocdlico” mejor que cualquier otra “sorsonants", Quiz esa“ vocalizacién” reproduzca un temprano reftejo de la degradaein “guture” (ide ss bases con ‘lef?) que culminacd en ol hebreo y el plinico; ef. Segert, GFP, pp. 52-53 Friedrich-Rollig, PPG. pp. 25, 40-48; infra n. 3, 33, En principio tal uso funciona con bases que contienen un alef radical; luego parece extenderse ala uilizaciin del yod/waw (posibiemente tumbién‘ayin)con la misma funci6n; cf. J. Blau-SE. Loewenstamm, “Zur Frage der Serio plena im Ugeritischen unt Verwandies", UF (1970019-23; Dretrich- Lorotz, UF 5(1973)? Iss; a bibtiograta relaiva al fendmeno en el semitico nor-oceidental {del mien es abundante y no nos incumbe directamente; cf. para una visidn de conjunto L.A. Benge, d stud af the use of wwel- ‘eres in alphabetic consonantal writing (ram ¢. 1700 B.C. io €. $0 B.C.) Munchen 1971. Z, Zevit, Mates leetionis in Ancient Hebrew Epigraphs (ASOR Mon. Se, 2). Cambridge, MA. 1980, 3 G. DEL OLMO LETE cetimol6gico y semdntico a seguir. Una atencién cuidadosa a la tabla de correspondencias fonotogicas entre las lenguas semiticas sera ineludible, como es uso normal entre fildlogos™, 4. La isoglosa fonolégica més clara, comiin a las dos lenguas, es la reduccién de fos diptongos aw, ay, (mt/ mouth, Ut, bt) frente al hebreo (menos en estado constructo y de modo general en el dialecto septentrional) y el drabe (el acddico los palataliza)", 5. El cambio vocdilico d> (> tipicamente “cananeo” (labon, anuki...)se insinia ya al parecer en la rosa ugaritica (jai/tut). Em ta literatura postica tal cambio no aparece con la claridad que en fenicio, hebreo y Blosas de El-Amarna; menos atin en el caso de vocales breves*. Un cambio, sin embargo, del tipo a>e, condicionado por la presencia de fonemas laringales, es posible que se insinie ya en ugaritico, (r5, yikl) de manera fluctuante, mientras adquiriré plena vigencia en bebreo y en pinico (transcripciones latinas: flu)”. La carencia, por otra parte, de material vocalizado no nos permite comprobar el alcance dela armonia vocdlica en fenicio®. 6. Dentro del mbito de Jos cambios consonénticos condicionados se aprecia Ja coincidencia det ugaritico y fenicio en una serie de isoglosas: asimilacién regresiva de nun (misb/msbr)*, asimilactén-disimilacién parcial m/w/b/p! (cf. ug. 3ph Sph/3bh, ybmt/ymmt: fen. 5m’/3b, etc.), mind (cf, ug. mlimd md (2); fen. mika nts spnfspl, ete), apécope de liguidas lyr" (cf. ug. ytbr/vtb; fen, b'1/0', etc.). Otras asimilaciones, parciales (p. e., entre sonoras/sordas/enfiticas) son presumibles pero no demostrables, dada la escasez de material fenicio; se trata, por lo dems, de fenémenos fonoldgicos comunes. Por otro lado, hay que contar con 34. Cle. Gordon, UT, p. 20; Friedrieh-Ralig, PPG, pp. 7-9 (no se puede precisar el momento dela “reducei6a’ en la catas ‘de El-Amarna y en las transcrpciones egipcias adn se constata la distncién fonol6giea. Pero sus nociones de “urkanaanalsch” y “altkanaaaaisch” resutan muy imprecisa); S. Moscat, I sstema consouanico dele ngue somite. Roma 1984S. Moseas, ed, An Introduction to the Campararive Grammar ofthe Sele Languages. Wiesbaden 1964, pp. 22-45 (43-88) 35. Ch. Gordon, UT. p. 31; Friedrich-Rolig, PPG, pp. 30, 32, 2. 2(El-Amarna), 94, 119; Segert, GPP, pp. 67, 76 K. Beyer, Alikebrdische Grammatik (= AG), Getingen 1969, pp. 25-29; A.CIM. Blommerde, Northwest Seniic Grammar and Job (= SG. Rome 1969, pp. 6-7 (con bibliogafia, como en fo sucesiva M. Dahood-T. Penar, “The Grammar of the Psalter” (= GP), en M. Dahood, Psalms 7 101-130 Anchor Bible 17a), Garden City, NY 1970, pp. 373-374; omitimos ls referencia las obras generals de semitico comparado, Por otra parte, son varios los autores que teilan globalmente ls principales “Isogloas /heteroglosas” ugariico- fenicis: ef Gordon, UT, pp. 144-148; Friedrich-Rollig, PPG, p. 3; Segert, GPP. op. 20, 28-30 (arcaicas yotrash Moscati, Probleme, pp. 32:33 lareaicas), 50, 57-58 (chipriotad Garbni, I Fenici, pp. 37-38 (areas), 117-123, Chipeta 36, CT. Gordon, UT, pp. 31, 147; Friedrich-Rollig, PPG. pp. 4, 26, 30-31, 39-80, 35, $7, 60, 107-108, 119, 1223 Seger, GPP, pp. 66.67, 74-76, 87-89, 112 130, 136, 140-141, 157s Beyer, 4G, pp. 20, 23, 30, 35, 38, 60; Rainey, LF 3(1971)158-159; Dahood, Ugarite-Hebrow Philology (= UMP). Rome 1965, p. 8: Blommerde, NSC, pp. 11-12; Dahood-Penar, GP, p. 273; ELY. Kutscher, 4 History of the Hebrew Language. Jerusalem! Leiden 1982, pp. 22-24, 26, 59-60, 154; Ieee, RSF 7(1979N159-161 37. Cf. Gordon, UT, p. 19, 0n. J y 3, 31, 147; Friedrich Rolig, PPG, p. 29; Sesort, GPP, pp. 73-74, 76, Sanmarin, UF ‘XI971)177, n.24;G. Garb, semiico di Nord-ovest(= SNO). Napoli 1960, pp. 63-64. En drabe la imela representa un fenémena similar 38. CfGordon, UT, pp. 31-32; Friedrich-Rallig, PPG, pp. 33 gubulim); Seger, GPP, pp. 73, 764i <* ‘whuod UB yb, Ok sil, bun-k pero en fenisio parece ser un fenémeno esporidico y tardo,atestiguado sélo en ls transcripcions. 39. Cl. Gordon, UT. pp. 32, 4-85; Friedrich-Rollig, PC. pp. 22.39, 70(n0 en el dsleto de Biblos) 71,16; Sepert, GPP. pp. 68, 86.87, 146, 148. El fendmeno es comin al seme y se aprecaigualmente en formas hebreas. Cf. De Moor, SP. p. 234; Beyer, AG. p. 25, n.3; Dahood, UHP, pp. 8, 62. 1 40. Cl. Gordon, UT. p. 3%; Friedrch-Rélig, PG, p. 21; Segert, GPP, pp. 69-70; Dahood, UHP, pp. 8-9, 53-54, 68; Dahood- Penar, GP, pp. 372-373; Blommerde, NSGI, pp. 5-6; Zuero, Salmansicensis 30(1983394; id, Bib 60(1983)575. Desde, esta transformacisn fonolégica se podria expicar el sufjo -m de 3 p.s.m. en pinico(bn-m, ste: m-ar> i); Blommerde, NSGI, p. 11; Dahood-Penae, GP. pp. 379-380 (formas absolutas en -1/~i de ipo “Teneo” Por su parte Gordon, UT, p. 34, apunta hacia la apariién de formas en - en ugaritcn; pero ef 1.C. de Moor, The Seasonal Patera tn the Upartic Mth of Bau. Neukirchen-Vluyn 1971, p. 222 ‘60. CI. Gordon, UT. pp. $4-55, 63 Friedrich-Reili, PPC, pp. 19, Seger, GPP. pp. 117, 172. Por ot lado, ol fendmen del Plural de doble forma es comin a todo el semitco noroccidental 41 G. DEL OLMO LETE KAI 130:5) de su concordancia en ugaritico (if yrm, KTU 1.16 IT 22), frente a a rigider del modelo hebreo y firabe: numeral morfolJgicamente masculino puede acompaiar a numerando del mismo género. Por su parte, la forma fenicia 3mm corresponde a la ugaritica tn, con pérdida del -y/~i etimolégico que conservan arabe y hebreo (y que también esti presente en el “fenicio” de Arslan Tash [{. ©) Verto En el capitulo de la morfosintaxis verbal el fenicio ofrece algunos elementos de coincidencia con el ugaritico, separindose en este aspecto de las ofras lenguas cananeas de su entorno, en especial del hebreo. 19. En las inscripciones antiguas de Biblos se aprecian todavia residuos de formas con -t-infixo (esp ‘bir mipth thipk ks’ mikh, KAY 1:2) que desapareceran en elapas posteriores del fenicio, asi como del hebreo, perviviendo en moabitico®. 20. Discutible resulta la pervivencia en puinico ('} tim’ ‘y+ glm, CIS 3606:5-6) del morfema preformante de 3 p.mpl. t-, caracteristico del cananeo del segundo milenio (Ugarit y El-Amarna). Mas que de una pervivencia, se trata probablemente de una contaminacién analégica posterior®®, Tal morfema ha sufrido transformaciones diversas en las diferentes lenguas semiticas. 21. El empleo del verbo kn, amén de una coincidencia o isoglosa lexical (frente a heb.-aram. hw /yh, pero de acuerdo con ar. kama), manifiesta al parecer una coincidencia morfosintéctica en la posible utilizacién del mismo para la formacién del sintagma de plusquamperfecto (hndr kn ndr abum, KAI 40:5; kn npl 617 KTU 1.12 IL 53 2) que también se ha querido descubrir en el hebreo biblico®, 22. En el mismo sentido se ha pretendido suponer y detectar 1a presencia en ugaritico de una forma ccausativa yiph Tl ‘ph l/"aph él (hiph 7), como en fenicio-ptnico, frente al normal uso de la forma Saph'el. Los datos al respecto son escasos y dudosos (asi, KTU 1.5 1 212% wysi, KTU 1.14 11 47(2))6, Parece preferible prescindir de momento de tales aproximaciones y presuponer una evolucién auténoma en cada lengua por Io que a la configuracién de los morfemas causativos de prefijacién se refiere, admitiendo una correlaci6n y derivacién fonolégica entre todos ellos. ) Particulas 23, La correlacién ugaritico-fenicia en el campo de las particulas tiene una vertiente de pervivencia lexical y otra morfosintéctica. De tipo morfoldgico resulta la pervivencia en fenicio de formas preposicionales 61, Cf. Gordon, U7, pp. 42-43, 128; Friedrich Rol, 157-158: Segert, GPP, p. 182. Por su parte el feniclo-pinico ofrece cinta peculiaridad en Ia composicién (orden) de los mumerales 1-19; ef. Friedrich Rellig, PAG, p, 123. Véase en general V. Brogatel (Question! di morfologiae sinasst det numeral cardinal semi. Fvenze 1982. (62. Cf. Gordon, UT, pp. Sis. (pero cf. KTU 1.141 18: ad ibd para un perfecto Gd, Friedrich-Rollig, PAG. pp. 56, 69: Sever, GPP, pp. 127, 139, 141, 189, 190; Blommerde, NSGI, p. 14; Dahood-Penar, GP. pp. 388-389 M.L. Boyle, fiftx-T Forms in Bical Hebrew. is. Univ. de Boston 1969; Hatdacci, BiOr 24(1982N07-114; id, RBI 30(1982)225-22%; pero cf. Wheeler, JANES 3(1970-197120-31; Kratimalkov, JBL 89{1970)218-219. El fenémeno es frecuente en amorrea y en el cananea de El-Amarnin ef. Krahmalkov, JSS 14(1969)201-204; Raney, JOS (1971)86-102, 63. Cf, Gordon, UT, p. 75; Fredrich-Rollg, PPG. p. 58, a. 1; Blommerde, NSGI, pp. 15-16; Dahood-Penar, GP. p. 387; Dahood, O- 48(1979)97-108; Dobrusin, JANES 1309815-14 64. Ct Friedich-Rllig, 7G, p. 132; Segert, GPP, p. 192; M. Dahood, “Upariie Lexicography en Mélanges F. Tisserant J its de} Vaticano 1964, pp. $1.92. 65. Ct. Gordon, UT. p. 83-84; Friedrich-Rollig. PPG. pp. 12. 14, $6, 68; Sepest, GPP, pp. 71-72, 142, 188-189; Dahon, fb 38(1987062-73; Dahood-Penar, GP p. 389: Beyer, AG, p.20,n. 1:./Sh. Rin ‘All ‘Eli. Jerusalem 1968, pp. 214-215, 370: 10. de Moor, “Uparitic Lexicography", en P. Fronzaroli,ed., Studies on Semitic Lextcography, Firenze 1973, pp. 96.97, entre otros varios autores que tocan el tema, 2 FENICIO Y UGARITICO dalargadas en -1,-1, -m -nm como: bl/blt, ‘It, pn]pai, b/bn/bnm, thinm'S, La coincidencia lexical seméntica en el sistema preposicional es mucho mds amplia entre ambas lenguas, dejando aparte el inventario de formas comunes a otras semiticas. Asi, por ejemplo, peculiar de ambas lenguas resulta: el valor partiivo y direcefonal ddeorigen de preposiciones como b, J, ‘I(ys"v bksp ‘lm, KA] 60:6: brktk 16 spn, KAT $0:2-3; we ror ‘I gbl, KAL 11), normal en ugaritico y que luego se ha apreciado en el hebreo biblico™ asimismo, el valor enfitco de las partculas k() y wav, y el vocativo-enftico de (ky ank Sinz. KA 14:3; 'p', KAK 27:1, Arslan Tash), fenémeno este semitico comiin escasamente reconocido hasta ahora en el area nor-occidental*¥; la wilizacién prepesicional del elemento nominal (,"manc”, con el valor de “con”, “por”, sobre todo en los sintagmas bd y de®. 24, Por otro lado, el estrato arcaico de Biblos se presenta también en este aspecto de acuerdo con el Tenguaje de Ja prosa ugaritica tardia: ni el articulo ni la particula de régimen ‘t emergen todavia, mientras aparecen ya isoglosas que se insinuaban en aqueélla (min, “de, desde", en lugar de 6/0 (yin wyyn' mali, KAL 33:2; wun simi mab, KTU 2.16:10-1 12)”. Una curiosa pervivencia en este campo podria quiz representar el ‘uso interjeccional de la base /iny, a partir del uso precativo (gt!) que podria tener en ugaritico, antes de st ‘transformacién fonolégica en fy, cuando tal valor es ya normal en hebreo”™ (CIS 6000; KTU 1.10 I 20 (?D. 4) Sintaxis Més dificil de precisar es la correlacién de'la simaxis en ambas lenguas. Algunos de los fendmenos que cabria catalogar como sinticticos han sido ya analizados en ls morfologia, como podrian ser 1a construccién de plusquamperfecto 0 determinados supuestos de sufijacién y concordancia. En general, dada la parquedad

También podría gustarte