Il. CAPACIDAD Y BIENESTAR*
AMARTYA SEN**
1. Intropuccion,
“tenfan capacidades”. Quiz se hubiera podido elegir una mejor palabra
Cuando hace algunos afios traté de explorar un enfoque particular del
pienestar* y la ventaja en términos de la habilidad de una persona para
hacer actos valiosos, o alcanzar estados para ser valiosos.! Se ligié cota
expresion para representar las combinaciones alternativas que una perso.
zna puede hacer o ser: los distintos funcionamientos que puede lograr.?
Dame Set 1988 19880, 1992), nivles de vide y desarrollo (Sen, 19636, fous, 19Ee,
13900) a isciminacign sexual y las divisiones senuales (Kynch y Sen, 1983; Sen, 1965,
1990b), asf como la justciay la ética social (Sen, 19826, 198%0, 19904),
| Aungue en el momento en que propuse este enfoque no me di cuenta de sus relacio-
‘es aristotlicas, es interesante observar que la palabra griega dunamin: ee heiress
SIRRIS pare tater un aspecto del bien humano yaa que a veces traduch come tos
Seo apis taducitse también como “capacidad para existr actu” (véase Licey
Scott, 1977, p. 452). Martha Nossbaum (1988) ha estudlado brillantemente la nespacnud
acMotdlicay su relacion con los recientes intentos de elaborar un enfoque biecderct
‘apacidad.
54
Cuando se aplica el enfoque sobre la capacidad a la ventaja de una per-
sona, lo que interesa es evaluarla en términos de su habilidad real para
lograr funcionamientos valiosos como parte de la vida. El enfoque co.
rrespondiente en el caso de la ventaja social —para la evaluacion tota-
lizadora, asf como para la elecci6n de las instituciones y de la polftica—
considera los conjuntos de capacidades individuales como si constitu.
yeran una parte indispensable y central de la base de informacion perti-
nente de tal evaluacién. Difiere de otros enfoques que usan otra infor.
macién, por ejemplo, la utilidad personal (que se concentra en low
Placeres, la felicidad o el deseo de realizacién), la opulencia absohita a
relativa (que se concentra en los paquetes de bienes, el ingreso real ol
riqueza real), la evaluacién de las libertades negativas (que se concentils
en la ejecucién de procesos para que se cumplan los derechos de libeps
tad y las reglas de no interferencia), las comparaciones de los medios da
Mbertad (por ejemplo, la que se refiere a la tenencia de “bienes printa
los, como en la teorfa de la justicia de Rawls) y la comparaciées de-he
tenencia de recursos como tuna base de la igualdad justa (como enveberitee
tio de la “igualdad de recursos” de Dworkin). “ervngo
Algunos autores han discutido, ampliado, usado o criticado los diferond
tes aspectos del enfoque sobre la capacidad, y como consecuencid lb
ventajas y dificultades del enfoque se han hecho més transparentaa? Sb
zecain, in ombarge, una suplcecén mae eee hia
‘enfoque, en particular debido a algunos problemas de inertia te
hhan surgido en su evaluacién y uso. En este capftulo intento et
andlisis en un nivel elemental. También trataré de responder brevétiieio8
tea algunas criticas interesantes que se le han hecho. S ooheeras
sco
2. FUNCIONAMIENTOS, CAPACIDAD ¥ VALORES > scab
hada,
Quiz la nocién més primitva de este enfoque se rire » hate
cionamientos”. Los funcionamientos representan partes de) estat dB
luna persona: en particular, las cosas que logra hacer 0 ser abvivin sco,
2 Véase los aportes de Roemer (1982, 1986), Steeten (1984), Betz (1986)
1988, 1985), Hamlin (1986), Helm (1586), Zamagni (1986), Basu (1987),
son (1987), Hawthorn (1987), Kanbur (1987), Kumar (1987), Muellbeuge
(1987), B, Williams (1987), Wison (1987), Nussbaum (1988, 1990), Gri
19896), Riley (1988), Cohen (1980) y Steiner (1990). Para aigunos temay,
SOimprenden la aplicacion, la. critica y Ia comparacién, véase tambien Dg" BOOW
Kakwani (1986), Luker (1986), Sugden (1986), Asahi (1987), Delos.
Kamal C287). lar (987 Broome 1988), Carne SED) Sear 196 Smt
‘mura (1988), De Vos y Hagennars (1988), Goodin (1985, 1988), 'y Pete
‘Seabright (1989), Hossain (1990) y Schokkaert y Van Ootegem (1990) entre oesnacidad de una persona refleja combinaciones alternativas de los fun-
sionamientos que ésta puede lograr, entre las cuales puede elegir una
coleccién.* E] enfoque se basa en una visién de la vida en tanto combi-
nacién de varios “quehaceres y seres’, en los que la calidad de vida debe
evaluarse en términos de la capacidad para lograr funcionamientos
valiosos.
Algunos funcionamientos son muy elementales, como estar nutrido
adecuadamente, tener buena salud, etc., y a todos éstes podemos darles
evaluaciones altas, por razones obvias. Otros pueden ser més comple-
jos, pero seguir siendo ampliamente apreciados, como alcanzar la auto-
dignidad o integrarse socialmente. Sin embargo, los individuos pueden
diferir mucho entre sf en la ponderacién que le dan a estos funciona-
mientos —por muy valiosos que puedan ser— y la valoracién de las ven-
tajas individuales y sociales debe tener en cuenta estas variaciones.
Por ejemplo, en el contexto de algunas tipas de andlisis social, al tratar
con la pobreza extrema en las economias en desarrollo, podemos avan~
zar mucho con un ndmero relativamente pequefio de funcionamientos
centralmente importantes y de las capacidades basicas correspondientes
(por ejemplo, la habilidad para estar bien nutrido y tener buena vivien-
da, la posibilidad de escapar de la morbilidad eyitable y de la mortali-
dad prematura, y asf sucesivamente). En otros contextos, que incluyen
problemas més generales del desarrollo econémico, la lista puede ser mu-
cho mas larga y diversa.
Es preciso hacer elecciones al delinear los funcionamientos importan-
tes. El formato siempre permite que se definan e incluyan “logros” adi-
cionales. Muchos funcionamientos carecen de interés para la persona
(por ejemplo, utilizar un determinado detergente que se parece mucho a
otros detergentes).’ No se puede evitar el problema de la evaluacién al
seleccionar una clase de funcionamientos pata describir y estimar las ca-
pacidades. La atencién se debe concentrar en los temas y valores sub-
yacentes, en términos de los cuales algunos funcionamientos definibles
* Si hay » funcionamientos importantes, entonces el grado en que una persona logra to-
dos respectivamente puede ser representado por m-tuples (esto es, n-conjuntos de [varios]
slementos). Hay clerios problemas técnicos en la representacion y andlisis del funciona:
‘lento de n-tuples y de los conjuntos de capacidad, que pueden consultarse en Sen (1985,
caps.2, 47)
5 Bernard Williams (1967) trata este tema en sus comentarios a mis Conferencias Tan-
ter sobre el estindar de vida (pp. 98-101); tambien puede verse Sen (19876, pp. 108-103)
‘Sobre la necesidad inescapable de evaluar diferentes funcionamientos y capactdades, véa.
se Sen (1985, caps. 5-7). Al igual que la concentracién en el espacio de los productos
primarios en el andlisis del ingreso real no implica que se debe considerst cualquier pro
‘ducte como si fuera igualmentevalioso (0, de hecho, como si tiviera algun valor). concen
tuarse de manera similar en el especio del funcionamlento no implica que se deba tomar a
«ada funcionamiento como si fuera igualmente valloso (o coma si tuviera alga valor).
pueden ser importantes y otros muy triviales e insignificantes. La nece-
sidad de seleccionar y discriminar no es un obstéculo ni una.dificultad
insalvable para la conceptualizacién del funcionamientp dé laccapan
cldad. 5 m
3. OBJETOS-VALOR Y ESPACIOS EVALUATIVOS ee
En un ejercicio evaluative, podemos distinguir dos preguntas diferent
tes: 1) ¢Qué son los objetos de valor? y 2) elegido:
‘Si bien esto indica que la base informativa de la capacidad es por ke fag
nos tan adecuada como la de los funcionamientos obtenidos, el
en favor de la perspectiva de la capacidad es, de hecho, més fuer
ventajas de la extensi6n surgen de dos tipos de consideraciones
diferentes. 453
Primero, podemos estar interesados no s6lo en estudiar Ia.“
de bienestar*”, sino también “a libertad para el bienestar**, La
real de una persona para vivir y estar bien es de algiin interés
Iuaciones sociales y personales.” Incluso si aceptéramos la
que pondremos en duda, de que la obtencién de bienestar* day
de los funcionamientos logrados, la “libertad para el bieriestas
persona representa la libertad de disfrutar de los varios bient
sibles asociados con los diferentes n-tuples funcionales que €
conjunto de capacidad.™ 3,
‘Segundo, la libertad puede tener una importancia intr
bienestar* que logra una persona. El actuar libremente y sé
clegir puede conducir directamente al bienestar*, ro sélo poraug
yor libertad puede hacer disponible un mayor nimero de opcion
‘opini6n es contraria a la que caracteristicamente se asume exldi
‘usual del consumidor, en la cual se juzga a la contribuci6n
Junto de elecciones viables exclusivamente por el valor del:
mento disponible25 Incluso la eliminacién de todos los sega
be
2 Para este tema vase Sen (1985b, pp. 60-61). El elemento distinguido
ed (coma en este caso) 0 mds especiicamente el segide (hay us
ft determinas lo que ocure),o el maximal (en terminos de algsn citer da i
coiricidirdn si lo que se logra se obtiene mediante una eleccion, y si lo que
‘ediante Ia maximizacién de conformidad con ese citerio de bien,
7 Como argumentamos antes al tratar de los adultos
responsablea,
sty commas deans deo idivide se sce a ei
para lograr el bienestar® (y, por lo tanto, en términos de
‘isa iberad (en urminos de las comparaciones de 5 queer,
‘lly "despericia" las oportunidad y termina peor que os otoy ser porta
{esto no estuvoimplicada ninguna injusticia Sobre eterna y ott relics
Se Sen (19852). :
3 El propio conjunto de capacidad puede ser sado para la evluac
logeado’ (por medio de a evauaciin elemental, concentrandone che
dig "iberend para el blenestars enediante la Coluacion no deme oe
2 De este modo, en la torta usual del consmidor, In ealiacen deconjunto viable (por ejemplo, de un “conjunto de presupuestos”) que no
sea el mejor elemento elegido, es considerado, en esa teorfa, como si
no fuera una pérdida real, ya que, en esa opinién, la libertad de elegir no
importa por sf misma.
Por contraste, si a la accién de elegir se le considera como parte de
una vida (y “hacer 2” es diferente de “elegir hacer x y hacerlo"), entonces
incluso "el logro en la obtencién de bienestar*” no necesariamente debe
ser independiente de la libertad reflejada en el conjunto de capacidad.”*
En este caso, tanto el “logro en la obtencién de bienestar*" como la liber-
tad para el bienestar* tendrén que evaluarse en términos de los conjun-
tos de capacidad. Pero ambos deben implicar la “evaluacién del conjunto”
en una forma que no es elemental (es decir, sin limitar el contenido in-
formativo aprovechable de los conjuntos de capacidad mediante una
evaluacién elemental).
Hay muchos problemas formales implicados en la evaluacién de la li-
bertad y en la relaci6n entre la libertad y el logro.?” De hecho, es posible
caracterizar a los funcionamientos de una “manera refinada” con el fin
de tener en cuenta las oportunidades “que van contra los hechos”, de
modo que se pueda retener la caracterfstica de relacionar el logro de bie-
nestar* con los n-tuples funcionales, sin que se pierda la importante
relaci6n entre el logro de bienestar* y la libertad de elecci6n de que dis-
fruta la persona. Correspondiente a la funcién x, un funcionamiento
“refinada” (2/8) toma la forma de “hacer que * funcione eliyiéudola del
conjunto S”.2#
Algunas veces incluso nuestro Jenguaje usual presenta los funciona-
mientos de una manera refinada. Por ejemplo, el ayuno no consiste s6lo
en pasar hambre, sino en pasar hambre por rechazar la opcién de comer.
Esta distincién es obviamente importante en muchos contextos sociales:
Por ejemplo, podemos tratar de eliminar el hambre involuntaria, pero
no desear prohibir e! ayuno. La importancia de ver a los funcionamien-
tos de una manera refinada se relaciona con la importancia de la elec-
cién en nuestras vidas. Sélo hemos tratado del papel de la eleccién im-
forma de evaluacién elemental, Para divergencias particulares con esa tradiciGn, véase
Koopmans (1964) y Kreps (1979). Sin embargo, em el enfoque Koopmans-Kreps el motive
‘no s tanto considerarel vivir libremente como algo de importanciaintrinseca, sino tener
en cuenta la incertidumbre con respecto a la preferenciafutura propia, valuando instru
‘mentalmente— la ventaja de tener més opciones en el futuro, Vease Sen (198Sa, 19850)
‘mds informacién sobre los motivor contrastantes,
‘Como hemos argumentado en un estudio previ, “Ia ‘buena vida’ es en parte una vida
de elecciones genuinas, y no aquella en que se obliga a la persona a segurr ina vida on:
particular, sin importa fo rica que sea en otros aspectos". Sen (19886, ppr 69-70),
£2 Vease Sen (1985b, 1988a, 1991), Suppes (1987), y Paitanaik y Xu (1990).
2» Las carncteriticas y la importancla del “funcionamiento refinado” han sido discuti-
das por Sen (1985a, 19882).
plicada en un conjunto de capacidad en el contexto del bienestar*, pero
argumentos similares se aplican a la evaluacién del logro de agencia
y del esténdar de vida.
8. CAPACIDAD BASICA Y POBREZA
Puede ser «til, para algunos ejercicios evaluativos, identificar un sub-
conjunto de capacidades crucialmente importantes que tratan de lo que
se ha llegado a conocer como “necesidades bésicas”."” Tiende a existir
bastante acuerdo en la extrema urgencia de una clase de necesidades.
Podrfa asignarse una importancia moral y polftica particular a la satis.
faccion de demandas urgentes bien reconocidas.*!
Es posible argumentar que la igualdad en la realizacién de ciertas
“capacidades basicas” proporciona un enfoque especialmente plausible
para el igualitarismo en presencia de las privaciones elementales.22 El
término “capacidades basicas” usado por Sen (1980) tenfa la finalidad
de separar la habilidad para satisfacer ciertos funcionamientos crucial-
mente importantes hasta ciertos niveles adecuadamente minimos. La
identificacién de niveles mfnimos aceptables de ciertas capacidades
basicas (por debajo de los cuales se considera que las personas padecen
de privaciones escandalosas) puede proporcionar un enfoque de la po-
bhreza, y comentaré la relacién de esta estrategia con andlisis mas tradi.
cionales de la pobreza, que se concentran en el ingreso. Pero también es
2 Estos problemas se tratan en Sen (1985a, 19871).
0 Las obras sobre las “necesidades basicas" son muy numerosas. Para una introduc
lon sil vase Streeten e al. (1981), En una cantidad considerable de estas obras hay una
tendencia a defini las necesidades basicas como la necesidad de productos primaries (por
_gfemple, alimentos, vivienda,vestido, cuidado de a salud), y esto puede distrarla anion
lel hecho de que esos productos no son més que medior para obtenes fines reales inti
‘mos valiosos para funcionamientos y capacidades), Para este tema, véase Strecan (1984)
{La ditincion es de particular importancia, ya que la relacion entre los productos prima:
, Por supuesto, entre diferentes sociedades). Por ejemplo, aun para el funclonamiente
de estar bien nutrido, la relacién entre los alimentos constridos el logro ni,
twitivo varia mucho segin las tasas de metabolism, el tamafio del cuerpo, el exo, efcinbac
‘azo, a edad, las condiciones del cima, las caracteristicas epidemiclogicas y fos facto.
te arn ets tray oro relaconadc, vase Dita y Sen, 1989) EL enous sobre la
siesta Puede inch Joe problema res que sbyacen en la preccupaign por
necesidades basicas,y evtar el error del “fetichismo de los productos primarica”
La importancia de ideas socialmente reconocidas sobre la “urgencia"ha sido tratada
brillantemente por Thomas Scanlon (1975).
3 Sobre este tema, véase Sen (1980). Para evitar confusién, debe observarse también
{ue el termino "capacidades basicas” se usa a veers en tin sentido muy diferente del expect
‘ado antes, por ejemplo: como las capacidades potenciales de una persona que pueden
ser desarroladas, ya sea 0 no que realmente se realicen (Este es el sentido en que tsa‘eL
‘érmino, por ejemplo, Martha Nussbaum (1988).importante reconocer que el uso del enfoque sobre la capacidad no se
limita sélo a las capacidades bésicas."*
Si pasamos ahora al andlisis de la pobreza, la identificacién de la com-
binacién mfnima de capacidades basicas puede ser una buena forma
de plantear el problema del diagnéstico y la medicién de la pobreza
Puede llevar a resultados muy diferentes de los obtenidos al concentrarse
en lo inadecuado del ingreso como criterio para identificar a los po-
bres. La conversién del ingreso en capacidades bésicas puede variar
mucho entre los individuos y también entre distintas sociedades, de
modo que la posibilidad de alcanzar niveles mfnimamente aceptables
de las capacidades basicas puede estar asociada con diferentes niveles de
ingresos mfnimamente adecuados. El punto de vista de la pobreza que
se concentra en el ingreso, basado en la especificacién de un ingreso en
una “linea de pobreza” que no varie entre las personas, puede ser muy
equivocado para identificar y evaluar la pobreza.
‘Sin embargo, a veces se presenta el argumento de que, en cierto senti-
do, la pobreza debe ser un asunto de ingreso inadecuado, mas que una
falla en las capacidades, y esto puede sugerir que aplicar el enfoque so-
bre la capacidad a la pobreza esta “esencialmente equivocado”. Esta ob-
jeci6n omite tanto los motivos que fundamentan el andlisis de la pobre-
za como la estrecha correspondencia entre las fallas en la capacidad y lo
inadecuado del ingreso, cuando a este tiltimo se le define tomando en
cuenta las variaciones paramétricas en las relaciones entre el ingreso y
la capacidad.
Como no se desea un ingreso por sf mismo, cualquier nocién de la po-
breza basada en el ingreso debe referirse —directa 0 indirectamente—a
esos fines bésicos que promueve el ingreso en su funcién de medio. De
hecho, en los estudios acerca de la pobreza que se refieren a los paises
en desarrollo, el ingreso de la “Iinea de la pobreza” frecuentemente se
deriva de manera explicfta al hacer referencia a normas de nutricién.
Ua vez que se reconoce que la relacién entre el ingreso y las capacida-
des varia entre las comunidades y entre personas de la misma comu
dad, se considerard que el nivel de ingreso minimo adecuado para llegar
a los mismos niveles de capacidad minimamente aceptables es variable:
gon pstciores so ulind el enfoque sobre In eapaidad tn identitcar alerts capac
‘ades como “basicas"y a otras como que no lo son (véase, por ejemplo, Sen, 1984, 1985,
19856). Este punto es relevante en la distincién que hace G. A. Cohen entre concentrarse
‘Sones importants pur explorer Glas gue tatar nla secon 9) pro el conta po
‘roe artifealmente ms marcado sl se considera el enfoque sobre las capacidaes como st
‘stuviera limitado sdlo al andlisis de las capacidades basicas
M'Para eato véase también la obra de Sen (1993e); ademas, Dréze y Sen (1989) y Hos-
sain (1990).
dependeré de caracterfsticas personales y sociales. No obstante, mien-
tras se puedan lograr las capacidades minimas por medio del fortale-
cimiento del nivel de ingreso (dadas las demés caracterfsticas persona-
les y sociales de las que dependen las capacidades) seré posible (para las
caractertsticas personales y sociales especificadas) identificar un ingreso
m{nimo adecuado para llegar a los niveles de capacidad minimamente
aceptables. Una vez que se establezca esta correspondencia, ya no impor-
tard si se define a la pobreza en términos de una falla de la capacidad
basica 0 como el fracaso para obtener el correspondiente ingreso mini:
mamente adecuado.35
Por lo tanto, la caracterizaci6n més adecuada, desde el punto de vista
del motivo, de la pobreza como una falla de las capacidades bésicas,
puede hacerse también en el formato més tradicional del ingreso inade-
cuado. La diferencia en la formulacién no tiene importancia. Lo que
importa es tomar nota de las variaciones interpersonales e intersociales
en la relaci6n entre los ingresos y las capacidades. En esto se encuentra
la contribucién particular del enfoque sobre la capacidad en el andlisis
dela pobreza.
9. LA VIA MEDIA, LOS FUNCIONAMIENTOS ¥ LA CAPACIDAD
En este ensayo me ha interesado principalmente aclarar e integrar los
rrasgos bisicos del enfoque sobre la capacidad, aunque he aprovechado
la oportunidad para contestar, de pasada, a algunas de las criticas que
han presentado sobre el mismo. En esta seccién y en la siguiente ana-
lizo dos lineas de critica distintas, presentadas respectivamente por
G. A. Cohen y Martha Nussbaum, que favorecen otras formas de anali-
zary evaluar los problemas del bienestar* y de la calidad de vida.
En su capitulo que aparece en este libro y en otros de sus textos (Co-
hen, 1989, 1990), G. A. Cohen ha proporcionado una valoracién erftica
de mis escritos sobre la capacidad (y también de las teorfas de otros auto-
res: Jos utilitaristas, John Rawls, Ronald Dworkin, Thomas Scanlon et al),
a la vez que presenta su propia respuesta a la pregunta: glgualdad de
qué? Cohen reconoce generosamente los créditos siempre que puede, ¥
su valoraci6n es positiva de muchas maneras, pero las criticas que hace,
si se sostienen, indicarfan una confusién importante de los motivos, asf
38 Téenicamente, lo que se esté usando en este andlisis es la “funcién inves’ Jo diab
ros retomna de los niveles de capacidad especiicados alos ingresos necesarios,dadaa au!
tras influencias sobre Ia capacidad. Este procedimiento no podri sare. en sia
si hay personas que tienen tanta desventaja en terminos de caractristicas personales,
ejemplo, alguien totalmente indtiD que mingin nivel de ingreso les permltrt loge
Cidades bésicas minimamente aceplables; en ese caso, esas personas slempre ot I
tifcaré como pobres. errscomo una base conceptual inadecuada del enfoque sobre la capacidad,
tal como lo he tratado de presentar.
La principal tesis de Cohen es que mi articulo “{Igualdad de qué?”
(Sen, 1980) "presenta dos aspectos distintos de la condicién de una per-
sona bajo un nombre tinico [capacidad], y esta dualidad inadvertida ha
persistido en {mis} escritos posteriores. Ambos aspectos, o dimensiones
de la valoraci6n, deben atraer el interés de los igualitaristas, pero no es
correcto describir a uno de ellos como ‘capacidad’” (p. 38). Un aspecto
se refiere a “que una persona sea capaz de hacer ciertas cosas basicas”.
EI otro es el que Cohen llama “via media”, porque “en cierto sentido se
encuentra a la mitad del camino entre los bienes y la utilidad. La via
media est4 constituida por los estados que en la persona producen los
bienes, estados en virtud de los cuales los niveles de utilidad adquieren
sus valores” (p. 39).
‘Cohen encuentra importante la dimensién de la via media para la com-
prensién normativa y observa, correctamente, que he puesto énfasis en
el estado de la persona, distinguiéndolo de los productos primarios que
ayudan a generar ese estado, y de las utilidades generadas por el mismo.
‘Se debe observar, por ejemplo, su nivel de nutricién y no séle, como hacen
Jos seguidores de Rawls, su provisin de alimentos o, como hacen los parti-
darios del bienestar, la utlidad que se obtiene al comertos.
Pero —argumenta Cohen— esta signficativa e tluminadora reortentacion
no equivale a concentrarse en la capacidad de una persona [...] La capacidad,
1's ejercicios de ésta, Forman s6lo una parte del estado intermedio de la via
media (pp. 40-41)
[la via media, el producto de bienes que, a su vez, generan utilidad, no
abarca lo mismo que Ia capacidad; en tal sentido, “capacidad” es una mala