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Deeanoe Econenice ol, 58, NF 14 enaro-nsiz6 1997) DE AMBULANCIAS, BOMBEROS Y POLICIAS: LA POLITICA SOCIAL DEL NEOLIBERALISMO* CARLOS M. ViLAS* Hoy, fa potica social se ha canvertida en fe ambviancia que recoge @ as victmas de la poltica ecanomica, Mi nuico Enc Introduccién Neoliberalismo es un térmrino genérico que retiere a diversas variantes de aplica- cin do la tooria nooc'ésica. En esa teoria no se contempla un lugar particular para la poltica social ni para la poltica econémica ~salvo ésta en un momento inicial de aplicacién del mode'c-, ya que una y otra constituyen intervenciones del estado en el mercado y plantesn, segun este enfoque tecrico, distersiones en su funcionamiento. La ore operacion del mercado garantiza en et \argo plaza la asignacion racionel de los recursos; los desequlibrios son producto de elementos ajenos a 6! El principal de éstos {5 [a intervencién de! estado motivacia por criterios politicos, ideciogicos, en general no ‘econémicos. Sélo se acepts /a intervencién estatal encaminada a restablecer el juego lore dei mercado, pero aun as con ecelo: és one mecanismos aulorreguadores que son suficientes para recuperar el equilibrio, La rolacin entra teorla neoclasica y neoliberalismos realmente existentas se parece ala que existe entre dogmas tecligicos y précticas pastorales: aunque inspira- das en equéllos, éstas daben adecuarse, forzosamente, a las debilidades de los humanos. Asi también todos los gobiemnos “necliberales” tenen pollicas econémicas y sociales que se desvian en alguna medida de los cénones, porque las cosas no son exactamente como las plantea la teovia, y porque, a ciferencia de los teéricas de la economia neoclésica y de los funcicnarios de organismos tinancievos intemacionales, los gobiernos necesitan ganar elecciones, especialmente enla época actual que exelta + Vern rience! dacumentsprecentads ol Sominaro 1 eollcas coils de Meco 99 fe oven UNA, 25 dojo 94 * Conrad vastigacines ner ecpinatee an CeciasyHimaeidades UniversidadNaciond Autiooma do ico, (EUNAM Tot 2 Humanidodes, 2p /CdLnuortatin CP. 04510 Meio, F/B (S25) 55067 02 {Pas (628) 816 2268 Corea oacterice Vise@szricor una mx) 992 comcosm. vis los valores de la domocracia representativa, Mientras en ol pasado la aplicactin de ‘esquemas inspirados en la economia neociésica esto enmarcada por regimenes politicos autoritarios 0 abiertamento cictatorialos, descia mediados de los ‘80 esos fesquemas conviven con regimenes que, en Mayor 0 menor medida, se legitiman por la Via de la representacion electeral, Ademas, diterontes escenario socioeconomicos y polltico-culturalas obligan a adaptar los crteros tedricos abstractos a los relieves partculares de cada mapa social y a sus dalimitaciones historieas y estructurales: cultura politica, dotacion de recursos y otros. Por consiguierte, las generalizaciones acerca dela politica social del neoliberalsmo simpliican usuelmente un panorama que, encarado de pals a pals, o'rece especificidades y particulardades que son tan impor- tantes como las recurrencias. Elprimer apartado de este trabajo enfoca la poitica social como una dimension de determinados modelos macroecondmicos y macropolticos de acumulacién, y discute brevemente los aspectos principales de la politica social det modelo keynesiano- forcista en cuanto antecedente inmeciato del esquera ‘neoliberal actual. La politea social de este modelo es analizada en la segunda seccién del decumento; en la tercera se ensaya una valoracién prefiminar. |, Politica social y modelos de acumulacién Sin negar nireduc'r su especificidad, toda paltica social debe ser anaiizada en el marcomas amplio del esqueme de scumulacion en cursoen unpais determinado, Cada esquema imorme modalidades, alcances y sesgos especficos en las polticas socia- les, Esto dicho sin perjuieio de los andiisis histéricos do tera que indican que, por encima de las citerencias entre modelos particulares de acumulacion, en el estado moderne tal como éste se desarrold a partir det siglo XVIll en Europa las polticas sociales desempenan dos funciones basicas: a} apoyar e! proceso de acumulacion a través de la reproduccién de la fuerza de trabajo; b) legtimar el orden poitico (vid p ej George y Wiking, 1976, Vias, 1979, Busielo @ Isuani, 1992). Con el desarrollo de la clase obra y sus organizaciones,\apoltica social davino una arena de conflcto social y poltico, cuya configuracién afectiva fue una resultant de las tonsiones y confictos tnire trabajadores y empresas, y dela capacidad reguladora del estaco. Debe aclarar- se que identficar una funcion legiimadora de as polticas sociales no implica descono cer la existencia de otras formas 0 canales de legitimacién del orden poltico. La evolucién de la poltica social excede los alcances de este texto; baste con sefalar que ol desenvolvimianto hist6rico en Avérica Latina ha seguid, en lineas muy generales, as etapas recorridas en el velo mundo; lo ha hecho incluso de manera més acelerada quo en Europa, pero sin alcanzar nivolos similares de universalidad. El pasaje, experimentado en la ilina década, de un modelo de acumulacién de tipo keynesiono-iordista 2 oto gonéicamente denominace neoliberal ha repercutido seve- ramente en las polticas sociales de la region 1. £1 modelo keynesianc-fordista, Muy sucintamente, se caracteiza por, i).un estado regulador de la actividad ecorérica e intervencionista en ambitos especificos, incluyendo la propiedad estalal de empresas en la produccién, et comercio y los senicis, Ios ncrementos en la productividad det trabaiorepercuten posiivamente en 2 nivel de los salaios y en a amplacién de la demanda de los trabaiadores; i) moviizacion social DDE AMELLANCIAS, BCLIERCS Y POLICUS: LA POLITICA SCCISL C&L NEOLIBERALISMO 933 En oste madelo las polticas sociales reforzeron ol proceso do acumulacién en la ‘medica en que i) defnieron economias extemas pera la inversion privaca: inversion publica en infraestruciure social (educacién, salud, capactacion de la fuerza de ‘rapgo..), ambiciosos programas de construccién de vivienda por empresas privades con tinanciaminto privaco y publco,y similares i) ampliaren el consumo colectve de los rabajadores y elevaron su nivel, yo consumo inckvdlua a través delas polices de empleo, salaros y precios. La poica social fue encarada como una dimension de la inversion, y no dal gasto; io mismo que la potica econémica, tuvo un marcado sesgo anticiclco, A su turo estas polticas favorocieren la incorporacién de segmenios amplios do las clases eubalteras, ante todo urbanas, a las insituciones sociales y polticas, dotando de nitidas proyacciones sociales a los derechos de ciudadania. Pueden incluso sorlerse situaciones on las que fa poltica social desomperis una ‘uncion de compensacion de limitaciones de la democracia representativa -por ejem- plo, México en las décadas ce 1950 2 1970, E escenario poltico asi corfigurado se cetacteriz6 por una ampla movilizacion social vincvlada por mecanismos corporativos alas agencias gubemamentales. Algu- nos autores, siguiendo andlsis lebricos de la escuela de Franctort, han visto en este tipo de poltica social una insttucionslizacion de la solidaridad (Milén, 1994; Staiera, 1994). Interpreter de este modo ls casas na deberta cout sin embargo que esa institucional Zacion fue posible no por una actitud meral 0 ideologica de Ios funcionatios estatales y les actores sociales ~que tal cosa haya exstido 01 es poco relevante-, sno ante todo or una corfigurac‘én estructural de la ecorcmia y por paltcas econdmicas especit- as, que hicieron del consumo colectve un ingrediente del proceso ce acumulacién (Wias, 1988 y 19854) En corjunto, estos elomentos contibuyoron a fa ormacidn de lo que Gormari ddonomino “estads nacional-popular” (Gormani, 1962), yolros, estado “nacional-desa. rrolist, version crolé del estado berelactor de la Europe de posguerra. La discusién sobre polica social que florecio en la Gécada de 1970 al mejor estio de! uno de Minerva tuvo como referente macropoltico este tipo de estado! Las polticas sociales Conitibuyeron al desarroilo capital sta, le imonmieron un sesgo retormista y almentaron la movilzacien social, y en esa mecida dotaron de ura amplia base ce logtimidac al estado. En la necestded de regular los proveses de acumuiacion y de atmonizar las ‘onsiones sociales, 0! estado acauiré una marcada autonorra respecto de los principa: ‘ee actores socialés. Los derechos do ciudadania se exiencioron tanto en el terreno pollico -por ejempl, incorporacion de las mujoras y ls indiganas al cuerpo elacioral- ‘como en oi social. En terminos generates, el paradigma implicit en Ia accién publica y 10 Sdo en las policas sociales fue el dela integracisn Este modelo de acumulacién y su estado nacional-popuier, deserolista,tuvieron su €poca de auge en ias décacias de 1950 a 1970, Uno y oto hicieron crisis por una plurlidad de factores: las vansfornaciones en el sistema inlemacional @ partr de les décadas de 1950 y 1960, el surgiiento de nuevos aciores sociales que carecian de representacién poltica institucional; el acctamiento del espacio de convergencia de las demandas de empresarios y trabejadores; las crecientas tensionos fiscalas. La del id Oar (1873) ye8 encase Gougy (1976) y Fine y Haris (1076) tarbion Nagh (18771 Dosa ‘ae perpectnan osnese, flotdoe a amass atna, is hea Lage (176) Foley (1980) 934 CARLOS MLAS ‘estado nacional dasarrolfsta fu una crisis fiscel, sin duda, pero tambien, y ante todo, tuna crisis poltica, a causa de las presiones ejercidas por los actores carentes de representacisn para poder expresarse institucionalmente y convertir sus intereses, sociales o econémices en polticas publicas Dictaduras militares, autoritarismo exacer- ado y, despues, la crisis que estalé en 1982, pusieron punto final a este cielo y alas pollticas sociales que le fueron propias?. Las criticas ex post 2 las lriteciones e inelciencias de este modelo no deberian llevar a echar por la borda sus éxitos. Entre 1960 y 1280, oor ejemplo, la poblacion en condiciones de pobreza se redujo de 1 % a 33 % de la poblacién total de América Latina (PREALC, 7988), y es0 sin programas de combate @ la pobre7e, en virud de la EnArgenta. pr epmele, elas dela Pesidorcia cola Rapitea exiaron aos aur ave en 1293!a sjecucin del goal socal aeaa6 solamente a 69% cb preeopuciadslentevla, jn 1284) Ud lamba Fe itrorane recede en plano age del mde ayneseno frst, Peter Oruchor vel 6 bs ‘ono da peien a wvnvada dt socio a ise (Drucker 1978) Apes dedsinyoras raeiccones. ‘ahs, igus lence conse un ct. econ contpnaaa. ' Nawramante, sarpto se posble posanar algun jepson cantar, Via al expocto la Werica can oe rocuncrot_ po’ mpl, on as are dt Barca Muna 936 CAALOSM. VILAS Estas caractersicas etecten ta capacicad de Ie police social para cumpi funcién de legitimacién. Esta se reduce sensiblemente y consiste basicamente en una funcdn bomber: actuer en stuaciores lmtes que puecen corverirse en fo008 de tensién politica, alimertanco la inestabiidad social, creanco faciores ce seguridad que afectan negativamente al flujo de fondos jinancieros externas, y cuestionando la goberabildad del modelc® En oste sentido, @ poltica social resulta esrechamento Igeda a la ovolucén de las coyunturas polticas. proximidad de eleccones, conficlos galicos 0 socialos, manitestzcines de malestar o dascontonio. Esta ‘uncon do spagaluegos se adverteinciuso on algunos enfoques que 68 aresentan come altana ‘ives (por ejemplo, Comiaet al, 1967) En general, 8 paradigm de a politica social dl neclberalismo es el cel combate a la pobreze, considerada ésta como una patologia inevitable Gel sistema social’, Il. Aspectos de la politica social del neoliberalismo La politica social det modelo neoliberal se ejecta on un cortexto posterior al estado de ia crisis de la ¢écada pasada, do severas rsticciones fiscal, 6nfasis on la estabidad de precios yfuorto dependoncia da jinanciamienta externa de Cora plazo. EI financiamionto dol gasto social ya no puede reposar, por consiguiente, en a défict fiscal oen otros mecanismos nfacionarios®. escenario social poscrisises devastadior Lapoblacion en conciciones de pobreza crecio al doole del imo que ie poblac6n total de América Latina (44 % y 22 % respectvamente), poniendo de reieve un proceso de roduccién de pobreza que no obedece a causas demograficas sino estructuralos y do politica econdmica. Alredador dai 80 % de los 60 milonos de “nuevos pobres" genera dos en la decada de 1980 viven en las ciucades, acelerardio el proceso de wbanize- con de a pobreza (CEPAL, 1952; Bredersonn, 1992; Vlas, 1992). La distibucion de ingteso se hace mas regresiva y las desigualdades sociales se acentuan En este context police social neoliberal se desenuuclve cen tres ceracterst- cas principales, que se presentan estrechamente asociadas unas con otras: 1. Privaizacién. Se fundamental privatizacion en la necesided de aver la crisis tisca,inerementar ia eficacia ds la oferta de serviios y eitar ia racionalades a que induce su gratiad, tanto arivel macroecanémice como mcroecondmco.La prvatzae cidn acarrealaintocuccién 9 aumentodel arancelamianto de es servicios yla nrectuc- ion de teres de negocio y de ganancia cometcal, on mpactos fueres en lacalidad 1 extensisn Ge la cobertura. El arancelamierto de os servicios 6s visto como un medio {6 relevar alos cxgarismes prestataios de al menos parte de su carga finrciera, y de ssagurar que los servicios s6lo serdn demandados por quienes efeciivamente fos * vid por ejemplo Doss, 1992 tambien detaracenes de Cavoa jas Gtisne. serena de sane ‘sei! dl goieme se Mewes, on La somo do jun 19, pag cobra runcen en Palen sc ‘sibded nattanona eingess da ongee vd PNLOION [1259). 7 papel margeal oa pctes eocel ona cuauoms naclbatl co aaron ls pobre do eats rozpectis: ra ae oncantaa nods pareids a able quo 20 Fuses ecb ete tm donde In perpcle 2 fenfoqe keynsennn leet Vid por empl imseman 1298 ® Dave saatarae qu bin be parsnice do nloaieenelbarale enfazen i rescorcabided de a police zecilteynasnc oat cole greracsndbbulaass del ices aiftoubice so calagul tee ‘hla coca do "900 part dla dec Soo golicron do Weslo la desde entra ede on Soe publica Ds lnlmane causa se contin sy os pagon son ricameni. gato pica DE AMEULANCIAS, BONEEROS Y POLICIES: LA POLITICA SOCIAL DEL. NECLIBERAL SMO 937 rrecesiian, eviténdose el detrache de recursos. Enos palses en los cus financietrien- {ode lapolica social depend do manora {var de fondos extsrnos, ol arancalamiento ppersigue asimismo reducirla vuinereblidad de os senvcios ala voluntad dela ayuda de fos donantes (FUSADES, 193427). Corceptualmenta, la prvatizactn inyolucra el abandono de la nooin de servicio ptblico y su reemplazo por el de operacién mercantl orientada hacia la ganancia. Chie, Surante 0 regimen de Augusto Pinochet, oftece el ejemplo paractgmatico do ia priva- zacion Ge las polticas sociales® Enos casos e! factor rentablidad empresatal roo ian evidente, pero la prvatzacion ecarrea la reduccién o pérclda de fiscelizacion del estado, en tanto representante de la comunidad nacional, respecto de las areas lectadas. Un ejemplo reciente de esto se halla en El Salvador, cuyo gobierno dalegéen FEPADE (Fundacion Empresarial para el Desarrollo Educatvo) varios importantes pro- grames de capacitacion laboral para ex combatiantes del FMLN (Frente Farabundo Mert de Liberacién Nactonal y desmouilizados de as Fuerzas Amadas; el programa es cisefado por la propia FEPADIE y fnanciado con fondos externos. Las pansiones y jubllaciones gon el torreno on quo la privatzacion se encuentra mas desarroliada, La privatizacion de os fondos de pensiones y jubilaciones en Ciilo bajo la cictadura de Augusto Pinochet abandon el ssquema de reparto y adopto un esquema de capitaizacion administado por entidades prvadas (administradoras de ‘ondos de pansiones, AFP) (iolesias y Acufa, 1991). Con ligeras adaptaciones este mismo sistoma fue intcdcido en la Argentina. En este pals, sin embargo, ya desde antes 66 estaba doservolvendo le prvalizacién de las prestaciones médicas de seguri= dad social las obras sociales so fueron ttansformando de prestadoras del servicio a ‘inanciadoras de senicies contratados con 0! sactor prvado. En México la prvatizacién quede en manos exclusivas do los Dances después de su reprivatizaciin, Tanto on ‘hie como en México la prvatizecion de is sistemas de pensiones y jublaciones ha antrbuide a cinamizar los mercados de capizies; en elcaso ce Chil, es administra: ‘doras estén aulorizadas a invert en el exterior un porcentaje de fs foros, La privalizaciGn de los sistemas de pensiones y jubllaciones ha suscitado aiscue slones y reacciones de diverso signo. En general los argumentos a favor retoman las criicas al sisiema tradicional de reparto, en el cual as conitibuciones eran orientacias hacia fines muchas veces ajonos a la prostaciin deb servicio, sacrficénciose a los derechohalbientes en aras de oo tipo Ge intereses. E] estado normal de las cajas ora por consiguente el décit, yo! retardo en pagodelas prestacionesia norma, Enloque toca al sisteria adoptado en Chile yla Argentina, se aduce en cambio que existe paca segurciad ce que la mayeria de las acini stracoras que se crearon con la prvatizacion Subsistan en el momento en ue las prestaciones deban comenzar @ pagerse a lO bonelciarios ~es lamativo que las fuerzas armadas de Chile ootaron por mantenerse. dentro del sistoma esiatal de reparto- En la Argentina se citican asimismo les atos margenes de iniermediacién de las adminisradoras y la fala de neutralidad det godiemo, que explicitamente favorece al sisiema privado. En México, en cambio, la Adjudicacian del sistoma privaizado & la banca comercial consolida la posicién de ésta y Sus alas tasas de ganancia en un mercado tinanciero protegide. Debe sefialarse también que la coaxistenc’a de ambos sistemes deteriora adicionalmante al sistema Vidura voracion de cee pais 6 Vergara 1952) 938 CARLOS VILA tradicional, en la medida en que el estado deberé sequir efectuando los pagos de ppensiones y ubilacionas ya comprometidos, sin recibir las cotzaciones del sistema de ropario (Caleagno, 1983) Se argumenta qué la privatizacién puede introducirrracionalidades mayores que las que combats. Talel caso de as polticas de salud, de seguridad social habitacional enla Argentina e seguro social opora casi exclusivamente via contrataci6n do servicios ‘de salud con un sector privado que ha producido muy altos riveles de sobreprestacién ‘quo implican una “alermanto inefiiencia global” (Isuari, 1991, 1992). Lo mismo se ha sefalado respecto de las poilicas habitacionales da subcontratacion con empresas privadas que operan con costes dec!arados muy elevados con relacion al producto que “ofrecen. Laefciencia dela privaizacién usualmente cepende de la canacidad requladora del estado, y 6se no ¢8 2 caso hoy de América Latina, donde el estado ha abdicado esa {uncién, favoreciondo la constitucién o consolidacién de estructuras ol gopdlicas (Bouin y Michelet, 1991), En consacuencia, la poltica social puede resultar modelada en funcién de la capacidad de presion de grupos ¢ intereses particulares (aboratorios medicinales, empresas comerciaizadoras, grandes cinicas privadas, organizaciones de profesionales y otros, en ei caso de la salu) Se adiuce asimismo que la privatizacién de los servicios sociales es inequitativa, pues S610 los grupos de mayores recursos puecien hacarse cargo de sus costos, Oe ahi Ie resistencia generalizaca a la prvatizacién ce servicios que son vistos por amplios sactores de la poblacicn de ingresos bajs y medics como un derecho accirido. En la Argentina os sectores asalariacos de menor capacidad orgarizativa y recursos econd- mmicos no tienen ya acceso al atencién médica dentro dea seguridad social, debidoa la suspensién de servicios por parte de los prestadores privados. En consecuencia, estos trabajadores recurren alas instituciones publicas de selud, las que ven colmadas sus posiblidades de atencin y terminan excluyendo a sectores de escesos recursos que antes tenian acceso al nospitel publico 2. Focalizacion, Dada la contraccion de los fondos asignados a ia poltica social, se busca garantizar hasta donde sea posible que los recursos leguen electivamente a quienes estan digides. La fecalzacién se hace eco de las criicas al esquema eynesiano-forcista, en el que las politcas, basadas en el principio del universalismo,no alcanzaban empero alos més necesitados ~segin esta critica los pobres del campo y del sector informal-, sino alos tabaiadores del sector formal urban y las clases medias (vid por emplo CEPAL, 1992b, 19920; Sojo, 1990, Rocriguez Nodoa, 1994). De ahi que las polticas, ademas de focalizadas, deben ser selectivas, La criica es excesiva yen algunos casos desenfocada. Aunque no es posible rebatiza en los limes de este documento, hay que destacar al menos cuatro aspectos: el concept de pabrezasse construye histerica y socialmente y es, en esta sentido, variable; i) en paises como Bolivia, Méxicoy Costa Rica los estados nacional-desarrlstas impuisaron procesos de transfermacién y mocemizacién agraria que beneliciarcn @ amplos seqmentos de la poblacion rural ii) os “pobres rurales" que no eran alcanzados por los programas de modernizacién rural y la sindicalizacién migraban a as cisclades; iv) en la mayeria de stas ia masividad del sector informal es un fanémeno relativamente recients, acelerado or la crisis de los 80 y las polticas de aust, Mas que alias ciicas al esquerma keynesiano-fordista, la tocalizacion responcie @ la necesidad de centrontar la masiicacion ce los problemas sociales con toncies [DE AMBLLANCIAS, BCMBEROS ¥ POLICIAS:LAACLIICA SOCIAL DEL NEOLBERALIOO 939 recortados; se busca ante todo un uso mas eficiente de los recursos escasos. Ejampios *ipicos de programas focalizads son los fondos de irversin social (IS), quecomenza- ron en Bolivia en 1886 y luego se extencieron, con cenominaciones variadas, a Guatemala (1969 y 1991), Honduras (1990), Chile (1990), El Salvador (1990), Panama (7990), Venezuela (1990), Nicaragua (1990), Pert (1990), Uruguay (1990 y 1991), Brasil (1992), Los fondos de invarsién social epuntan a resolver, en el corto plazo, situaciones do pobreza extrema que pueden dorivar en tansiones sociales o polticas. Abarcen un espectro amplio de acciones: genracién de empleos tomiporales, asistencia, capacita- cién laboral, apoyo productvo, inftaestructura basics, complementos alimentarios, saneamiento, etcétera. Los recursos son asignados a entes aciministrativos o poltcos con gran autonomia, marginandose a los burocratizados e ineficientes ministerios cel rame. No es infrecuerte que los programas dependan cirectamente ce la presidencia dela ropdblica ode instancias do similar jorarauia y autonomia, Se busca con asta dotar de un carécter més expedito alos desemibolsos, liberando a los programas dol efecto do inorcia de las pugnas intorburocréticas. El financiemiento de los programas proviene ‘undamentaimente oo fondos axtsmos: denaciones, eredtos muy blandos. El primer ‘fondo de inversién social de Bolivia se financis totalmente con donaciones; o mismo ccoutrio en Nicaragua; en Guatemala el estado anorta sclamente un 10 % de! financia- rmiento; en €! Salvador, el Plan de Reconstruccién Nacional y las potticas de alivo a la pobreza fin un aporte estatal del 22% de os requerimientos financiercs totales paral periodo 1993-98 (Sox, 1994) De acuertio con los onterios predominantes, a focalizac'én obliga a racionalizar el sistema de apoyo social del estado a los sectores mas pobres, io que se traduciria en luna mayor agidad on las operaciones, mayor eficiencia enol uso de los recursos (sobre ‘aco por reduccion de cosios de gestién y elecucion) y un uso mas tecnitfcado dle la informacin social en funcién del impacto del gesto sobre el bienestar de los beneticia- ‘ios. Del lado de los pebres se ha insist en la necesidad de que constituyan una fuente de demendas recionalzadas mediartela gestion le proyectos vables,financiables ¥ sustentables, que redunden en un aumento sostenido ¢e la productivdad, "La Construccién de una demanda racional significa desarroliar en los seciores pobres la ‘capacidad para presenta, gestionar y ejecutar proyectos productivos” (PNUD, 1991b; CEPAL, 19920). La tocalzacion cbedece asinismo a ottos factores; cabe sefialar, en este sentido, la crociente segmentacieny dferenciacicn social por efecto de las nuevas Ginamicas de mademzacisn posteriresa la crisis de a deuda yal ejuste macroocondirica (Broderschn, 1992; Murmis, y Feldman, 1993; Vilas, 1993, 1994b); la presion de las agencias mmultlaterales y de as eltes empresariales por adecuar la accin sociel da! estado los criterios Ge efciencia ya las nuevas practicas gerenciales que fotman parte a su vez de la nueva cleada modernizadora, la exigencia del ajuste macrosconomico para cue la politica social opere como mecerisino de compensacién social La tecalizacién posee una vitualidad racionalizadoray potencialidad para introdu- cir mayor elicacia en le asignacion de recursos y en realidad responde a un requisito basico de cualquier poltica pdblica legar a quisnes se ctige optinizando el uso de los, recursos (Franco, 1992.20-32). Se enfrenta por lo tanto a obslacuios y aficullades de ‘magnitud. Anta ted, fa defnicion de los grupds destinatarios de los recursos, algo que rrotmalmente depende mucho més que de una cuestién ostrictamente tecnica de ajuste 940 CARLOS, LAS de determinades grupos a cisito nimero de incicadores (World Bank, 1990.35 y 65; Burkett, 1990; Glewwe y van der Gzag, 1990: Minujin y Vinocur, 1881; Sen, 1992; CEPAL-PNUD, 1992; Bolvinik, 1992; Murmis y Feldman, 1993; Panfichi, 1993; etestera). 5 tema se presta a un juego complejo de presiones y compotencias entre cestinatarios potenciales, como tambien al ejercicio de précticas de patronazgo y alla generacion o Tenovacion Ge relaciones de clientelismo (Dresser, 1992; Gordon, 1998), La focalizacion resutta muy sensible a las luchas recistributivas, mas agudas ‘cuanto mas grave ia. crisis y mas escasos los recursos. Esto se advierte sobre toco con los fondos especiales; los grupos con mayor organizacién captan inés recursos. ES diffi recireccionar hacia los pobres el gasto que anes legaba a los grupos medios, en {general presionan poco o mal por falta de experiencia y por su propia wunerabilidad: ‘ademas no son los pobres quisnes cisefian los programas, sino los t6cricos de clase media o los funcionerios de agoncias internacionales. En Bolivia la experiencia con ol Foncio Social de Emargancia (FSE) indica que este sistema centralizado de asignacion ‘de recursos por demancias planteadas no tiene un efecto fecalizado hacia los mas bres, pues no son éstos los que con mayor frecuencia y visiblidad demandan Tecurs0s a los fondos. La mayarta de los proyectos se elecutaron en areas mds ricas ‘de menor pobreza relativa, lo cue se exolica por la falta de demanda canalizaca hacia ol Fondo en zonas de extrema necesidad. La heterogeneided de la pobreza pueda resuitar agravada por la focalzacién: su carécter on defnitiva particuarsia puede "mejorar a stuacién de un grupo manteniendo la marginacion, y de hecho aumentandola en términos relativos, de otros. Otres veces la focal zacidn tine limites operativos; por ejemplo, 10s programas de bacas alimertarias seleccionan a escuelas ubicadas en Zonas pobres, pero no seleccionan a los nines de farnllas pobres dentro de esas fescullas, y por supuesto no alcanzan a la poblacion infantil no escolarizada (CEPAL, 19922, para el caso de Venezuela), Por su parte la iteratura sobre relaciones de género sefiala que usualmente la fecaizacion de las poiticas sociales descarga un peso muy fuerte sobre las mujeres Esoeciaimente en programas de tipo comuntario -como complomentes alimentarios, ‘obras de saneamiento ambiental y otras-, las polticas sociales descansan sobre el involueramierto directo de las mujeres, extendiando de esta manera su jornada de trabajo no pegado y reforzando una estructura de subordinacidn de género (Elson, 1990, 1992; Karcan, 1991; PREALC, 1993; Femndez Poncela, 1995) 3, Descentraizacion. En respuesta a las ertices a la centralizacién do! modelo anterior, a descentralizacion busca que decisiones reeridas a la police social sean asumidas por agencias gubemamentales de menor nivel -provincias 0 estadbos locales, epartamentos, municipios-, y eventvalmente por organizaciones de la poblacion interesaca y orgarismos no gubemamentales (ONG). En ineas generals ouede deci- '8e que hasta el momento a descentralizacign ha afectaco mucho mas la eiecucion de los programas gue la deinicién de los rrismos -vale decir una descentralizacion ‘operativa mas que politica, avaland0 la hipétesis do que ol objotivo de la dascentraliza- cién es ante todo alcanzar mayor eficacia en el uso de recursos ascasos, al que con frecuencia se supedta ia ofectiva domocratizacion de los programas. La excepciin mds notoria a esta descentralizacion morament oporatva la offacen las experiencia de presuouesto popular (orgamente popular) de las administraciones municipales del Partido de los Trabaladores en Brasil, con paticipacion directa de ia ciucadania en la (OE AMBULANCIAS, BOMBEROS ¥ POLICIAS:LAPOUTICA SOCIAL DFL NEOLIBERELISNO 941 definicion de las poiticas municipales y en la asignacién de financiamionto; estas experiencias, es sabido, pertanscen a un esquema police ajano al naoliberaismo. Debe reconocerse que el paso de un esquema de centralzacién fuerte a otro descentralizado es sismpre complejo toma tiempo; sobre todo cuando las estructuras centralzadas cuentan con mas de un siglo de funcionarriento y se reproducen en la mentatidad de ios actores. Esto es partcularmente asi en el caso de los municipios, que cdeben haverse cargo casi de un cia para clro de un paquete amplio de servicios sin Cconiar con los recursos orgarizalivos y adiministraives, no se diga los humanos, financioros y materiales, para oto. En general los esquemas de descentralizacion tertitoral estan acompaftados por un apoyé inicial en estos aspectos; sin embargo, la formacion de capacidades organizativas y adminsirativas demanda algo mas due personal y recursos materiales o financieros Enetecto: una de las dificultades cue la descentralizacion, incluso operativa, debe centrentar, se refiere« la faa ce capacidaces en las instancias a las que se transfieren los servicios. Esto suele raducitse en ineficiencia (por lo menos incl) en le prestacién Ge los servicios, en @ surgimiento de matipies instancias y orgarismos para desempe- ‘iar funciones que antes correspondian a uno sol, etcétera, Como contrapartida, puede affmarse que la paricipacién de la poblacién es mayor en las inslancias locales de

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