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Algunos, han calificado la danza como una doctrina de error y de demonios, pero
queremos explicar, que la danza, no es una doctrina; una doctrina, es un conjunto de
enseñanzas; por ejemplo: el Evangelio es una doctrina (Jn.7:16-17).
El danzar y saltar es una expresión del gozo que posee una persona. Esta escrito que el
gozo del Señor es inefable (1°Ped.1:8). Lo inefable, es lo que no se puede expresar con
palabras, y es por esto, que la Biblia presenta la acción como lenguaje de gozo.
“Y saltareis como becerros de la manada” (Mal.4:2). También esta escrito: “Mas los
justos se alegraran; y se gozan delante de Dios y SALTARAN DE ALEGRIA”
(Sal.68:3). Esto no es teórico, esto es practico.
Cuando el pueblo de Israel salió de la esclavitud egipcia, Dios los condujo a través del
mar por tierra seca, al ver que Dios lo había librado de sus enemigos, Moisés y los hijos
de Israel empezaron a cantar y Maria la profetiza tomo un pandero y todas las mujeres
salieron en pos de ella CON PANDEROS Y DANZAS. (Ex.15:1-20).
Es cierto que la Biblia omite que Moisés haya danzado, y si la danza es un delito, vemos
que Moisés se hizo cómplice al cantar para que el pueblo danzara, no creemos que
Moisés se haya quedado estático ante tan terrible proeza, a pesar de sus ochenta años.
El libro de Jeremías nos habla del nuevo pacto, y en ese mismo capitulo dice
proféticamente: “ENTONCES LA VIRGEN SE ALEGRARA EN LA DANZA, LOS
JÓVENES Y LOS VIEJOS JUNTAMENTE: Y CAMBIARE SU LLORO EN GOZO Y LOS
CONSOLARE, Y LOS ALEGRARE DE SU DOLOR” (Jer.31:13).
Cuando el arca del pacto fue llevada de la casa de Abinadab, a la casa de Obed-
edom, DAVID Y LA CASA DE ISRAEL DANZABAN DELANTE DE JEHOVÁ
(2°Sam.6:5).
Lo mismo sucedió cuando el arca fue llevada de la casa de Obed-edom a la ciudad de
David. DAVID DANZABA CON TODAS SU FUERZAS, y de esta manera condujo el
pueblo de Israel el arca de Jehová; Mical persona indiferente a lo que estaba sucediendo,
pero lista para denigrar, consideró a David como un ridículo, y el juicio de Dios no se hizo
esperar contra ella (2°Sam.6:23). ¿Quién fue David? Nada menos que el ungido, con la
Santa unción (Hchs.13:22) y se destacó como un gran profeta (Hchs.2:30).
Genealógicamente Cristo es mencionado como hijo de David, y vemos que él no objetó
este calificativo, antes para él fue una honra; ¿No cree usted que el que denigra a David
ofende a Cristo? Dios no es Dios de muertos, pues todo para Él viven (Lc.20:36-37). Y el
honra la memoria de sus santos.
Esta escrito: “No toquéis, dijo, a mis ungidos, ni hagáis mal a mis profetas”
(Sal.105:15).