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DIBUJANDO A LAPIZ J. L. Velasco ceac GRAFITO Y ARCILLA I. TECNICA DEL LAPIZ GRAFITO A) EL LAPIZ GRAFITO Y SUS MATERIALES AUXILIARES El lapiz grafito Un lapiz grafito es un instrumento de dibujo compuesto por una barrita cilindrica mineral, llamada «mina», situada en el interior de un soporte de madera que puede ser cilindrico o prismatico (fig. 1) El lapiz cilindrico es mas cémodo, pero el prismatico: tiene una ventaja: situado sobre los tableros inclinados de las mesas de los dibujantes, no rueda por ellos como el cilindrico, con el inconveniente que esto supone, ya que, al rodar, puede caer al suelo y quebrérsele la punta. También se fabrican minas de lapiz sueltas, sin el soporte de ee destinadas a colocarse en portaminas metdlicos especiales fig. 2) Grafito y arcilla La mina del l4piz que estudiamos, esta formada por una mezcla de grafito y arcilla. El grafito es una variante muy blanda y grasa del carbono, que tiene la propiedad de manchar aquellas superficies sobre las que se frote. El grafito es, pues, el elemento trazador del lapiz; la arcilla presta al grafito la dureza precisa para que no se quiebre apenas se someta a una ligera presién. Aumentando la proporcién de arcilla, la mina se hace mas dura, y a la inversa. Esto nos lleva a hablar de Lapices duros y lapices blandos Usted ha oido hablar de lapices duros y de ldpices blandos. La dureza o blandura de un lapiz depende de su mina, no de su madera. Digo esto porque muchos de nuestros alumnos de dibujo han confundido, al principio, al hablarles de « dureza» 1 Fig. 6 OC Ndmeros y letras Para reconocer el grado de dureza de la mina de un lapiz, no es preciso utilizarlo. Existe un cédigo de simbolos que nos per- mite saber esta condicién del instrumento\que estudiamos. Usted habré comprobado que todos los ldpices, excepto los de infima calidad, tienen en uno de sus costados, o bien un numero, o bien una o dos letras, o nimeros y letras (fig. 6). Estos numeros y letras indican el grado de dureza de un [apiz, con arreglo al siguiente baremo: Con numeros: N° 1 = Blando. N.c 2 = Dureza media. Se trata de un lapiz intermedio entre los blandos y los duros. N.° 3 = Duro. N.° 4 = Muy duro. Con letras: La gama de durezas en los lépices que utilizan letras y numeros es mucho mas amplia que en aquellos marcados Unicamente por numeros. Se debe a que los lapices que tienen letras y ntimeros como signo determinador de su dureza, son de mas calidad, ins- trumentos de dibujo cuya fabricacién esta realizada con mayor rigor y pensada con vistas a rendir la maxima utilidad a los pro- fesionales del dibujo artistico o industrial. Existen, en este grupo, dos tipos de ldpices: los que aparecen marcados con la letra B y aquellos que lo estén con la H. Los ldpices B son de mina blanda. Los l4pices H son duros. Dentro de ambos subgrupos existe una escala de mayor o menor blandura o dureza, cuyos grados se indican por medio de un numero situado junto a la letra en cuestién. 13 He aqui esta escala, y tenga en cuenta que, cuanto mas alto es el ntimero, mayores son las cualidades de dureza 0 blandura del lapiz ‘correspondiente: Lapices blandos: B, 2B, 3B, 4B, 5B, 6B, 7B. Lapices duros: H, 2H, 3H, 4H, 5H, 6H, 7H, 8H, 9H. Lapices intermedios: HB y F. Teniendo en cuenta lo que se ha dicho, el lapiz B es el menos blando de este subgrupo; por el contrario, el lapiz 7B es un lapiz extraordinariamente blando, sumamente graso y de un negro intenso. El H es el de dureza ms suave, y el 9H es un lapiz superduro, apto para la ejecucién de lineas muy finas destinadas a trabajos que requieran una especial limpieza y precision de trazado. Un lapiz, en realidad, propio para el dibojo industrial, donde la exac- Set ee POS OG Utilidad éQué efectos précticos tiene, en dibujo artistico, la existencia de lépices de mina dura y ldpices de mina blanda? Es muy sencillo. Si usted se fija ef el dibujo de la figura 7, advertira que en él hay zonas trabajadas con trazos y manchas de un negro mas intenso que el que puede apreciarse en otros sectores del dibujo. Si para realizar esta ilustracién emple4semos un sélo l4piz (por ejemplo, un n.° 1 0 2B) nos veriamos obligados, al dibujar las zonas mas claras, a utilizar este l4piz con una notable serie de precauciones. Precauciones porque un lapiz blando produce un negro intenso y es sumamente escandaloso, y si perseguimos un tono palido, apenas se nos vaya un poco el control de la presién del mismo sobre el papel, muy suave, habra aparecido sobre nuestra obra una zona de tono mas oscuro que el buscado. Para evitar estos percances, lo mejor es usar varios ldpices para un dibujo que sea complejo y en su conjunto aparezcan va- rios valores del gris. Para los tonos intensos utilizaremos un lapiz blando; para los tonos medios, un lapiz de dureza media; para los tonos claros un lapiz de dureza suave. En concreto, un lapiz del numero 1, o blando, para valores acusados; un lapiz del numero 2 para tonos medios y un lapiz del numero 3 6 4 para los grises palidos. O bien un 2B, un HB y un 3B u otro de mayor dureza si es preciso. O Las marcas Existen en el mercado infinidad de marcas de lapices, desde aquellos cuya calidad es infima y desde ningtn punto de vista recomendable para trabajos artisticos de cierto valor, hasta mag- nificos [apices cuyo uso, en si mismo, es un auténtico placer. 15 Sin embargo, entre esa enorme cantidad de marcas, destacan por su calidad auténtica sdlo una media docena de ellas. Por ejem- plo: Koh-i-noor, checoeslovaco; Caran d’Ache, suizo; Stabilo y Cas- tell, alemanes; Mars, también aleman; Alaska, de la casa Conté, francesa. Todas estas marcas estan perfectamente garantizadas, con un prestigio bien ganado entre los dibujantes de todo el mundo. éCual le recomendaremos nosotros? Francamente, ninguna en particular. En dibujo, usted lo comprobaré alguna vez cuando entre de lleno en el campo del profesionalismo, cada artista es, con perdén, un «maniatico» de sus medios expresivos. Tal dibujante trabaja con un l4piz Koh-i-noor toda la vida y no le ponga usted en la mano otro lapiz de una marca distinta, igualmente bueno, que el dibujante en cuesti6n notaré extrafias molestias en el especial tacto trazador del mismo, hasta tal punto que le impedirdn trabajar a pleno rendimiento. Con el material de dibujo ocurre como con el tabaco: es una cuestién de cos- tumbre. Nuestra recomendacién es sencilla: procure experimentar en ellos (por otra parte Qué es ef difumino? En la figura 18 puede usted ver uno de Iguna vez ha visto uno) pecie de cilindro rematado e bases por guro de qui a base de papel poroso o a de una S puntas, construido s si_ mismo El_difumino_se_fabrica_con_diversos gro estoy Fig. 37 Fig. 38 a) Que todos los trazos cortos que componen el trazo largo, sean del mismo grosor. b) Que el comienzo de todo trazo corto se produzca exactamente sobre el extremo final del anterior. ¢) Que estas operaciones se realicen esponténeamente y sin miedo, también con ligereza. Se deduce de todo esto, enseguida, algo muy evidente: la consecucién del dominio de esta técnica sélo se puede lograr mediante una adecuada practica que le recomendamos realice. Para consolidar conceptos sobre el dibujo de trazos largos me- diante la reunién de trazos cortos, puede usted ver el libro « Dibu- jando a la pluma», perteneciente a esta misma coleccién. En él dicha técnica se estudia muy detalladamente, y aunque se trata el tema aplicado a la pluma, los métodos de ejecucién son idén- ticos, y por lo tanto, utiles también para usted. . © Conjuntos de trazos Hemos estudiado el trazo considerado como una unidad, pero de este modo, suelto, no se da, practicamente, en ningtin dibujo. Todo trabajo a lapiz esta resuelto a base de conjuntos de tra- zos reunidos, que pueden adoptar multiples variantes. Trazos formando enrejados més o menos densos (fig. 37), series de trazos paralelos (figs. 38 y 39), conjuntos de trazos curvos cortos (fig. 40), o series de volutas (fig. 41), etc., son tipos muy frecuentes de conjuntos de trazos, cuyo cometido en el dibujo a lapiz es muy importante. Ni que decir tiene que, lo mismo que se ha indicado al hablar de los trazos considerados individualmente, la realizacién de conjuntos de trazos debe comportar una técnica donde las notas de rapidez, espontaneidad, soltura, etc., estén siempre presentes. Es una cuestién, ahora, de practica, ya que nosotros apenas 5? Fig. 40 Fig. 41 podemos ampliar algo que no esté dicho. La técnica de ejecucién de conjuntos de trazos en nada varia la estudiada para las lineas unitarias; unicamente se trata de jar un mayor ntimero de ellas, series de las que podemos jisar algunas condiciones esenciales de trazado: i) En los conjuntos de trazos paralelos, este paralelismo no debe ser rigurosamente geométrico. Usted puede verlo en la figura 31: se trata de un paralelismo aproximado. Al realizar este tipo de trazos, nuestra mano correré ligera, dentro de esa ligereza intentaremos ir controlando el parale- mo de las lineas. Lo que obtendremos de este modo no sera perfecto paralelismo, pero las irregularidades que se produzcan el mismo, serén, precisamente, las que den al conjunto ese acter de cosa viva, no rigida, que debe tener el dibujo artistico. Y le advertimos una cosa: cuanto més valientemente realice led esos conjuntos, mejor seré el paralelismo « artistico » que obtendra. b) En cualquier otro tipo de conjuntos de trazos, todo sera mejor cuanto mas —repetimos— sin miedo y con mayor libertad actue usted. La textura Unos conjuntos de trazos son rectos, otros curvos, unos largos y otros cortos, gruesos o finos, formando enrejados o en zig-zag. Todo esto responde a un motivo: la necesidad de dar caracter a la textura de las superficies de los objetos, ropajes, fondos, etc., que deseamos dibujar. La textura es lo liso 0 granuloso, basto o fino, rugoso o que- brado de una superficie. No es lo mismo, por ejemplo, la textura de un cristal que la de una prenda de piel. Esto hay que dibujarlo. 53 Fig. 43 a) Lo ideal para la obtencién de manchas no difuminadas es uti- lizar el lapiz afilado en cufia o bisel, aplicdndolo por su cara plana sobre el papel. Este tipo de punta produce un trazo grueso que facilita las cosas. b) Se empleara un lapiz de la dureza que sea precisa segtn el tono de gris que deseemos obtener. c) La técnica de ejecucién manual de las manchas a punta de lapiz responde a las premisas ya estudiadas para la realizacién de trazos y grupos de trazos: valentia, ligereza, etc. Nada mas sobre esto. Nos parece que esta suficientemente claro. Sélo falta, como siempre, una cosa que le corresponde a usted: practicar. Técnica de la mancha difuminada La mancha difuminada ya no est4 obtenida Unicamente por trazos de lapiz mas o menos compactos. En la técnica que comenzamos a estudiar esos trazos se « ma- nipulan », se difuminan, su grafito se frota y extiende sobre el papel hasta hacer desaparecer las primitivas lineas del lapiz. El resultado es una zona de gris m4s o menos intenso donde no se percibe ningtin trazo (figs. 43 y 45), 0 sea una mancha obte- nida por el esfuminado o difuminado del lapiz. Dos clases de manchas difuminadas Vea usted de nuevo las citadas figuras 43 y 45. En el primer caso estamos ante una mancha difuminada cuyo valor, es decir, la intensidad de su gris, es idéntico por toda su 4rea. Por ninguna zona de esa mancha descubriré usted tonos de mayor o menor fuerza. La uniformidad es constante, Pues bien, he aqui el primer tipo de mancha difuminada: la mancha de valores tonales uniformes. 57 Fig. 46 Ahora, por favor, eche una ojeada a la mancha que aparece en la figura 45. Fijese en lo que pasa: a la izquierda comienza con un tono de gris muy intenso, que va decreciendo, conforme la mancha se desarrolla hacia la derecha, hasta perderse en el blanco del papel. Este es el segundo tipo de mancha difuminada: aquella cuyos valores tonales no son siempre los mismos en el conjunto de su drea, sino que aumentan o di uyen gradualmente. Se le llama, en dibujo, mancha degradada, o simplemente, degradado. En todo dibujo que usted estu no encontraraé nada més que estas dos clases de manchas trabadas en conjuntos esté- ticos de mayor o menor valor. Ahora debemos aprender a dibujarlas. Caracteristicas baésicas de las manchas difuminadas Una mancha difuminada, tanto si es uniforme, como degra: dada, debe tener el grafito que la compone —en general— per: fectamente distribuido por su area, de modo que se nos ofrez una superficie perfectamente homogénea, sin puntos de otro tono, pequefias zonas de valor distinto, partes sucias. Ain tratandose de manchas degradadas, el aumento o dismi nucién de tono se produciré de un modo limpio, suavemente pro: gresivo, sin que en la superficie manchada surjan saltos brusco de tono 0, como se ha dicho, huellas de suciedad, zonas de tono inadecuados, etc. Lo que no puede ocurrir, para que usted lo vea claro, es lo que pasa en la mancha de la figura 46. Se trata, como compro: bara, de una mancha sucia, y esta suciedad se debe, ni més menos, a un proceso de difuminado deficiente. Intentemos, pues, explicar este proceso de difuminado con | mayor precisién posible. 58 | ! i) Fig. 47 ike Fig. 48 La base a lapiz Bien, para comenzar la construcci6n de cualquier tipo de mancha difuminada, es preciso, como paso previo, trazar una serie de lineas a lapiz que ocupen el drea que va a cubrir la mancha en cuestién. Estas lineas de lapiz seran después la base sobre la que actuar4, froténdolas, el difumino, a fin de extender su grafito para producir la mancha. Asi pues, he aqui el primer proceso de la construccién de cual- quier mancha difuminada: a) Usted sabe dénde va a ser necesaria una mancha difuminada en su dibujo. b) Alli donde vaya a estar, trace usted unas lineas de l4piz, que le serviran de base para difuminar después. éQué caracteristicas deberdn reunir estas primeras lineas dibu- jadas a punta de lapiz? Estarn realizadas con un lapiz de mina blanda; 0 sea, con un ne 1 6 un 2B. 2. No presionar sobre el papel la mina del lépiz. Tenga en cuenta fILe. el dest : decsanarecer al cos i

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