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Facultad de Ciencias Sociales.

Licenciatura en Sociología.
Teoría Sociológica II
Primer Semestre 2009
Profesor: Manuel Guerrero A.

La vorágine de la modernidad:

Una visión desde Adorno, Horkheimer y


Marcuse

Integrantes:

- Joaquín Pérez S.

- Camila Pimentel R.

Fecha: 5 de Junio de
2009
En el presente ensayo pretendemos dilucidar la noción de modernidad, a través de
los conceptos de “ilustración” e “introyección”; planteados tanto por M. Horkheimer y T.
Adorno en la “Dialéctica de la ilustración”, como por H. Marcuse en “Eros y civilización”.

Entendemos que la modernidad hoy en día es una “vorágine de perpetua


desintegración y renovación, de lucha y contradicción, de ambigüedad y angustia; o
simplemente donde “todo lo sólido se desvanece en el aire”1. Que abarca eventualidades
sociales económicas y políticas, donde impera la racionalidad técnica, las formas de
producción en masas y donde las relaciones sociales se presentan a través de estas
mismas concepciones económicas. La manifestación más clara de lo nombrado
anteriormente es la tecnología a la cual el hombre moderno ha tenido acceso, esto ha
permitido no solo una producción en masa, sino que formas de transmisión e influencia
también se masifiquen, esto tiene dos dimensiones grandes, como son la esfera del
trabajo y la del ocio (esferas analizadas por los autores dentro de sus respectivos textos),
bases que salen de la dimensión netamente económica, que se transmiten también a la
social, bases que son subyacentes a lo que hoy se presenta como la gran fuerza que
impera dentro de la vida cotidiana de cada una de las personas: el sistema capitalista.

Consideramos que las esferas que presentamos en el párrafo anterior se


presentan a las personas como formas de dominación, aquí entonces se vuelve pertinente
hacer referencia a la “ilustración” en primera instancia, ya que los autores la entienden
como la nueva forma de racionalización, donde los hombres, a través del pensamiento
logran hacerse de la naturaleza, o sea dominarla. Esta forma entiende la racionalidad
técnica, y las diferentes formas metodológicas. Creemos también que esta nueva “fuerza”
que impera dentro de las mentes ilustradas, no solo pretende la dominación de la
naturaleza, sino que también de los mismos hombres, esto quiere decir que no solo
pretenden ser dueños y amos de la naturaleza, sino que también de las fuerzas
productivas y del orden social, esto será solventado desde la racionalidad científica, que
impone una nueva forma de origen de lo social y lo económico.

Esto no solo se transmitirá a través de la nueva racionalidad, sino que en la forma


en la que esta se proyecta a las personas, aquí precisamente es donde aparece el
concepto de introyección, que va a entenderse como la forma en que “las restricciones

1
Berman, Marshall; “Todo lo sólido se desvanece en el aire” Ed. Siglo XXI, Madrid. Página 1
externas, que primero los padres y luego otros cuerpos sociales, han impuesto sobre el
individuo;… llegan a ser su conciencia”2

Creemos que esta nueva forma de observar la realidad como lo es la ilustración es


la principal forma de análisis y problematización de la modernidad, consideramos que bajo
estos estándares se ha construido la idea acerca de la modernidad, y como operan los
hombres dentro de estos márgenes.

Nuestro objetivo será comprender y problematizar, porque esta concepción de


nueva racionalidad como lo es la ilustración, que se manifiesta como forma dominante, y
se perpetua hacía los hombres como forma de introyección, o sea , determinar por qué se
manifiesta para los hombres como una forma colectiva a la cual no pueden hacer frente y
que consecuencias genera para la misma humanidad esta nueva idea en la modernidad,
donde en la misma conciencia, predominan los estándares propuestos por la racionalidad
científica, que crean una realidad superflua, y que traspasan todas las esferas de la vida
humana, la social, política y económica.

2
Marcuse, Herbert; “Eros y civilización”, Editorial Joaquín Mortiz, México, 1965. Página 43
“La ilustración, en el más amplio sentido de pensamiento en continuo progreso, ha
perseguido desde siempre el objetivo de liberar a los hombres del miedo y constituirlos en
señores. Pero la tierra enteramente ilustrada resplandece bajo el signo de una triunfal
calamidad”3. Esta idea es parte de lo que se considera como modernidad, el progreso a
través de nuevos métodos que constituyan al hombre como ser superior por sobre la
naturaleza, a esto enfoca la cita anterior con respecto al miedo, el dominio ha generado al
hombre desde antaño la sensación de control, esto ha hecho que esta idea haya sido
cristalizada en el tiempo. Esta sensación de superioridad se ha transmitido no solo al
ámbito del conocimiento, sino que también ha recabado en las relaciones con los mismos
hombres, “Lo que los hombres quieren aprender de la naturaleza es servirse de ella para
dominarla por completo, a ella y a los hombres”4. A través de esto se manifiesta una idea
que los autores son enfáticos en recalcar: “Poder y conocimiento son sinónimos”5. Desde
aquí que se impone una nueva forma de observar la realidad, como la racionalidad
técnica, las grandes producciones, donde también se veía incluido el hombre en relación
a su entorno, pero fueron primordialmente las ciencias exactas como las matemáticas, las
que tienen mayor predominancia; “el número se convirtió en el canon de la ilustración”6

La ilustración se origina como una forma de salvación para la humanidad, que


implementa la racionalidad técnica en función de que el hombre pueda ser el total
dominador de la naturaleza y de sus pares, esta salvación aparece como la liberación del
miedo, donde aquel impulso de control, pretende siempre querer dilucidarse en nuestras
relaciones sociales y también de producción. “El hombre cree estar libre de terror cuando
ya no existe nada desconocido”7. Esto, al simplemente aparecer como un estadio mejor
genera no solo que la ciencia se transmute de forma inmediata en dominación, sino que
aparece como la nueva promesa, el nuevo tipo de fe, el nuevo dios y asimismo el nuevo
mito. Esta forma de dominación no es gradualmente concebida por los hombres, puesto
que actúa encubriendo realidades haciéndolas encajar dentro de parámetros de
dominación, ya que esta mathesis como lo plantea Edmund Husserl, es moldear la
realidad según un parámetro netamente unidimensional.

3
Horkheimer, M y Adorno, T ; “La dialéctica de la ilustración”, Trota, Madrid, 1994 Capitulo Concepto de
la ilustración; Página 59
4
Ibídem; Página 60
5
Ídem
6
Ibídem; Página 63
7
Ibídem; Página 70
Así es como la construcción de esta nueva ciencia y razón instrumental, no solo
produce una dominación sobre la raza humana, sino que genera la destrucción del
hombre mismo, ya que genera en los individuos formas de vida que no solo se ven
reflejadas en patrones netamente sociales, sino que repercuten de manera letal, dentro de
la conciencia de los sujetos; el individuo pasa a reconocerse mecánicamente con aquello
que le es mostrado, anulándose una “dimensión interior” de la mente, dónde podía residir
el potencial crítico de la razón, o simplemente aquella cosmovisión netamente
emancipadora, el mismo discurso que toma la razón, pero con la intención de destruir y
dominar al hombre. Esta nueva forma además se hace ver mayormente pluralista,
cotidiana, con lo cual genera esta mantención de una única realidad, esto es netamente
positivista, y por tanto ve cualquier tipo de realidad de manera superficial.8

Así es como el hombre se va constituyendo como el instrumento principal de este


nuevo mito que es la ciencia. La ciencia nos genera confianza de forma ingenua y ciega,
no existe un poder cuestionador, ni una fuerza opresora, esto nos lleva directamente
hacia la destrucción, ha convertirnos en hombres unidimensionales que no son capaces
de cuestionar ninguna forma de realidad ni tampoco generar instancias de transformación.

Al plantarse como estandarizaciones de vida, la forma de dominación que se nos


implanta genera la eliminación de todo lo espontáneo y lúdico. La ilustración convierte
estos estándares en patrones de vida, nutre a nuestra sociedad con nuevos
conocimientos que son instrumentales y al mismo tiempo también genera nuevas
concepciones políticas. (Fascismo)9. “La horda, cuyo nombre reaparece sin duda en la
organización de las juventudes hitlerianas, no es una recaída a la barbarie, sino el triunfo
de la igualdad represiva, la evolución de la igualdad ante el derecho hasta la negación del
derecho mediante la igualdad”10

Esto también se sustenta en las masas alienadas, puesto que la reproducción de


estas mismas formas de vivir, bajo el mandato de este nuevo racionamiento, lo transmite
la industria cultural, que no solo sustenta esta nueva visión progresista, sino también el
sistema económico que lo subyace; “La idea de <agotar> las posibilidades técnicas
dadas, de utilizar plenamente las capacidades existentes para el consumo estético de
8
Ideas tomadas del texto de Herbert Marcuse “El hombre unidimensional” donde se hace referencia a la
ciencia como dominación del individuo y a la nueva sociedad alineada.
9
Esto según Adorno y Horkheimer; donde el fascismo es el icono del reinado de esta destrucción
10
Horkheimer, M y Adorno, T ; “La dialéctica de la ilustración”, Trota, Madrid, 1994 Capitulo Concepto de
la ilustración; Página 68
masas, forma parte del mismo sistema económico que rechaza la utilización de esas
capacidades cuando se trata de eliminar el hambre”11.

Así es como aparece está introyección, que es la internalización mecánica que el


individuo va reproduciendo y perpetuando como dominación ejercida por su sociedad.
Como el mismo Marcuse lo especifica, la “Introyección sugiere una variedad de procesos
relativamente espontáneos por medio de los cuales un Ego traspone lo <exterior> en
<interior>. Asé que introyección implica la existencia de una dimensión interior separada y
hasta antagónica a las exigencias externas; una conciencia individual y un inconsciente
individual aparte de la opinión y la conducta pública”12. A lo que Marcuse intenta enfocar
con esto es que los hombres perciben la realidad y la internalizan en su propia conciencia,
la cita anterior, si bien refleja a lo que el hombre también debería avocar para conseguir
que su razonamiento no fuera una conciencia colectiva, también nos pone de manifiesto
que esta introyección se hace de toda nuestra conciencia, sin dejar espacios a alguna
fuerza opositora a esto, generando esta misma unidimensionalidad que el mismo recalca
y que no se vuelve colectiva, sino que es una unidimensionalidad que recae en el sujeto
mismo, y su forma de representación y posición ante la realidad que se le impone.

La ilustración es también esta forma de concepción de la sociedad a la que Freud


llamaría Civilización, esta misma, transforma las pulsaciones sociales, esto recae tanto en
la sociedad, como en el individuo mismo, donde se percibe que esta dominación genera
una frustración constante en el ser humano, “esta experiencia de frustración”13 se va
volviendo ascendente y se perpetúa como una forma social que se manifiesta de diversas
formas en nuestra vida ; tiempo de trabajo y tiempo libre, trabajo enajenado y tecnificación
son ejemplificaciones que podríamos abarcar dentro de esta perspectiva, donde las
pulsaciones son reprimidas, no solo individualmente, sino que a nivel social, esto
consideramos, también genera la destrucción del hombre, y empieza a dilucidar lo que es
la irracionalidad de la razón.

El ser humano se hace de todas estas nociones externas y las traspasa a su vida
cotidiana sin oponer resistencia, esto le genera no solo frustración, sino que hace que el
mismo hombre haga lícita esta forma instrumental de dominación, que como ya dijimos

11
Horkheimer, M y Adorno, T ; “La dialéctica de la ilustración”, Trota, Madrid, 1994 Capitulo la industria
cultural; Página 184
12
Marcuse, Herbert; “El hombre unidimensional”, Ariel, Barcelona, 1984, Página 40
13
Marcuse, Herbert; “Eros y Civilización”, Editorial Joaquín Mortiz, México, 1965. Página 26
anteriormente y como recalca Weber, es burocrática y además burguesa. Nosotros no
solo nos entregamos ciegamente a la razón instrumental, sino que la ciencia misma se
legitima en su propio circulo, en si misma, por qué no existe otra, es la única y a la cual
debemos seguir. Esta misma dilucida estos cánones de dominación tecnificados, así
como en el mito; “El chamán exorciza lo peligroso mediante su misma imagen. Su
instrumento es la igualdad. Esta regula el castigo y el mérito en la civilización”14

El mito de Odiseo15, expresa vigorosamente”la interconexión entre mito, dominio y


trabajo”16, también la noción de esta frustración y transformación de las pulsaciones
humanas. En el mito se describe como Odiseo al pasar ante las sirenas, debe hacer uso
de su razonamiento para poder escapar del deseo que evocan las ninfas del mar, que lo
llevaran al sufrimiento, esta es una muestra y se vuelve análoga a lo que pretendemos
describir y que también lo hace Freud y Marcuse: “Pero el principio del placer irrestringido
entra en conflicto con el ambiente natural y humano. El individuo entra a la traumática
comprensión de que la gratificación total y sin dolor de sus necesidades es imposible. El
principio de la realidad invalida el principio del placer”17. Aquí se manifiesta esta pulsión,
en el fondo Ulises pasa a las sirenas, pero con el precio de tener que reprimir sus
placeres, tapándose los oídos y volviendo así a su mítica isla de Ítaca.

A modo de conclusión pretendemos dilucidar mejor lo que anteriormente


nombramos a través del concepto de irracionalidad en la razón, antes lo eludimos por que
se tenía como pretensión llegar hasta el final con él mismo considerando su importancia
dentro de las sociedades industrializadas.

14
Horkheimer, M y Adorno, T ; “La dialéctica de la ilustración”, Trota, Madrid, 1994 Capitulo Concepto de
la ilustración; Página 71
15
Lo que se hace a continuación es presentar a grandes rasgos lo que sucede en la Odisea y en referencia al
ensayo, no es para nada una descripción del libro
16
Ibídem; Página 85
17
Marcuse, Herbert; “Eros y Civilización”, Editorial Joaquín Mortiz, México, 1965. Página 26
Lo planteado tanto por Horkheimer junto con Adorno complementado con lo de
Marcuse hace ver, es como la ilustración es la destrucción del hombre, no solo con su
sociedad y entorno, sino que también ante su misma conciencia, destrucción que lo inhibe
como ser pensante y en la búsqueda de su liberación. El sujeto pierde todo poder de
oposición ante la nueva concepción de racionalismo técnico, ciencia que aparece
absolutamente neutral (aunque no se reconozca a si misma como tal) porque es única e
inigualable. Esta dominación instrumental crea monstruos, no solo en el sentido también
abordado anteriormente en la vuelta a estadios anteriores, sino que la monstruosidad
mayor que instaura con su lógica según nuestro punto de vista, es que vuelve al hombre
un ser incapaz de indagar en su conciencia de razón real, sin imposición y sin
instrumentos, priva su capacidad crítica y encarcela cualquier opción de emancipación, no
solo dispersando cualquier oposición, sino que también mostrando cualquier alternativa
como una utopía burda. Ahí es donde recae la irracionalidad de la razón, la supuesta
razón, conlleva a que el hombre no conciba, no piense ni reflexione, que se vuelva un ser
totalmente conductivo, superficial y que no muestre hallazgo alguno de su propia razón,
que no es universal, que no es homogénea, que no es unidimensional, pero que sí debe
apuntar a una liberación consensuada, pero de la cual se hagan los mismos hombres a
través de sus mecanismos de transformación. La irracionalidad también se hace latente
en lo que Marcuse describe, en la privación de sus pulsaciones y principios de placer, “lo
placentero se vuelve doloroso” y lo que debiera provocarnos aquel placer, es eliminado
por el ambiente natural, así el placer es momentáneo y restringido, y si aquello es una
concebida forma de la ilustración que promueve la razón científica, técnica e instrumental;
“que viva el reino de los locos”. La privación de cualquier placer es totalmente
inconcebible, solo el humano tiene la capacidad de comprenderla y asociarla, esto es
parte de la nueva vida y de la dialéctica de la ilustración.

En esto se transformo aquella promesa, la cual era la liberación del humano, del
saber como liberación. Esta es la promesa que se transformo en pesadilla, es la promesa
que se tradujo en fracaso, una vez más y como seguramente lo seguirá siendo por la
intervención obstinada del hombre, por convertir en mito lo que precisamente pretendía
eliminarlo, por volverse dios, por llevar al hombre a ponerse de “rodillas”, no en su forma
física, que ya es cosa histórica, sino que de robarle su tesoro más preciado, aquello que
solo posee él, algo que es más recóndito que cualquier superficialidad expresada en el
cuerpo, en el arte, en la calle, en el cine o en la ropa, eso que nos hace personas y que
nos debe hacer conseguir nuestros objetivos de manera uniforme y a través de
mecanismos que invoquen a la transformación.

Se debe hacer ciencia con la intención de producir nuevas realidades, y asimismo


transformarlas, hay que volver a la ciencia crítica, esa es su razón de ser pensamiento, no
el de eliminarlo o matarlo, es el fracaso en el cual cae el hombre y sus creaciones de
forma constante y ante las cuales, los mismos sujetos de ahora, somos contempladores.

“Con la renuncia al pensamiento, que se venga, en su forma reificada como


matemáticas, maquina y organización, en los hombres olvidados de él, la ilustración ha
renunciado a su propia realización”18

18
Horkheimer, M y Adorno, T ; “La dialéctica de la ilustración”, Trota, Madrid, 1994 Capitulo Concepto de
la ilustración; Página 94

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