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MWR ae recy 6004250674483 Origenes del Urbanismo Moderno L.BENEVOLO as os LA EPOCA DE LAS GRANDES ESPERANZAS (1815-1848) 1. LAS UTOPIAS DEL SIGLO XIX Owen y el movimiento cooperativista inglés Robert Owen (1771-1858) comenz6 a ganarse la vida a los diez afios como empleado de comercio en Londres; en 1789 establecié una pequefia industria textil, y logré tanto éxito, que diez afios mas tarde, con algunos socios, pudo adquirir las hilanderias de New Lanark, en Escocia. En 1793 era miembro de la Sociedad Literaria y Filosé- fica de Manchester, donde conocié a Dalton y probable- mente estuvo bajo la influencia del doctor Perceval, uno de los primeros promotores de la legislacién fabril. También se ha supuesto que asimilé las ensefianzas de Thomas Spence (1750-1814), uno de los filésofos radica- les perseguidos por el gobierno durante el periodo de la reaccién antijacobina. Pero sus convicciones, basadas en la experiencia directa lograda como operatio y luego como empresario industrial, tienen un acento original, que produce un vivo impacto en el ambiente contempora- neo; advierte que el se/f-made man teorizado por los economistas y aceptado por la opinién comin, no es mas que una abstraccién, dado que las condiciones del ambiente determinan de forma preponderante la suerte de los individuos. Para mejorar esa suerte, entonces, es preciso partir del ambiente, que debe ser teconstruido al servicio del hombre, antes de pensar en otro beneficio econdmico, individual o colectivo. Owen puso muy pronto en practica estas ideas en 61 ORIGENES DEL URBANISMO MODERNO las hilanderias de New Lanark, en las cuales introdujo una serie de mejoras en el trato a los obreros: mejor paga, horarios reducidos, viviendas dignas y, en 1816, un singular centro denominado Institucién para la For- macién del Caracter. La Institucién —dice el propio Owen en el discurso inaugu- ral— estd destinada sobre todo a recibir a los nifios desde los primeros afios, a partir del momento en que se encuentran en condiciones de caminar. La zona central de la planta baja les pertenece, y en ella pueden jugar y divertirse durante el mal tiempo. Cuando haga buen.tiempo, en cambio, podrén ocupar la sala delantera del edificio. Poco a poco irin crecien- do, se distribuirdn por las habitaciones de la izquierda y laderecha, donde seran instruidos regularmente en los prime- ros rudimentos del saber, a fin de que antes de los seis afios estén en disposicién de recibir una ensefianza més com- pleta. Después de haber pasado por estos cursos regulares seran acogidos en las zonas en que ahora nos encontramos (utilizables también como capilla) que, con las habitaciones circundantes, funcionaran como escucla general, para leer, escribir, hacer cuentas, cocinar y tejer; todo ello, segtin el plano en que deba ser realizado, se hata con considerable amplitud hasta la edad de diez afios, antes de la cual ningtin nifio podra ser admitido en el trabajo, Para beneficio de la salud y del espiritu, nifios y nifias recibiran lecciones de danza, y los varones haran ejercicios militares; los que tengan buena voz aprenderan canto, y los que posean ofdo musical aprenderan a tocar algtin instru- mento musical. De hecho, se ha pensado posibilitar tantos tipos de distracciones inocentes como permitan las circunstan- cias locales de las instalaciones. Las habitaciones del este y del oeste de la planta baja también estardn destinadas, durante el mal tiempo, a la distrac- cién y los juegos, para los alumnos de la escuela regular. De este modo la institucion estard ocupada de dia durante la mala estacién. En verano se entiende que los nifios recorre- rén con frecuencia los alrededores, con los maestros, para 62 LA EPOCA DE LAS GRANDES ESPERANZAS (1815-1848) instruirse, en el lugar, sobre las cosas naturales y artificiales, Después de las horas de ensefianza para los nifios demasiado Pequefios para trabajar, los locales seran aseados, ventilados, y en invierno iluminados, caldeados, de modo que siempre resulten cémodos para recibir a otros sectores de la poblacién. En esta planta los locales serin frecuentados por jévenes de ambos sexos que, dedicados al trabajo durante el dia, deseen perfeccionarse en la lectura, escritura, calculos, cocina © tejido, o inclusive aprender algun arte util; para ensefiarles dispondran todas las tardes, durante dos horas, de maestras y maestros especializados. Los tres locales inferiores, que en invierno serén también iluminados y caldeados, estaran reservados a la poblacién adulta, que encontrar todos los medios para aprender a leer, escribir, calcular, cocinar, 0 aun para jugar, conversar y pasear. Dos tardes por semana se tocara miisica y se bailara, pero se adoptarin todas las precauciones para permitir que quien asi lo desee estudie 0 continie las ocupaciones propias de otras tardes. Una de las secciones sera asimismo utilizada en ocasiones para impartir ensefianzas a los habitantes de mas edad, Este conjunto de beneficios podria en teoria dispensarse universalmente, en habitats pequefios; pero es preciso comen- zara actuat en algun lugar, y una combinacién de aconteci- mientos particulares ha fijado ese punto en nuestro estableci- miento. Sin embargo, siguiendo el principio anunciado, he pensado siempre que cuando la institucién haya sido comple- tada podra recibir, no sdlo a los hijos de los habitantes de este lugar; todos los que vivan en Lanark o en las vecinda- des y no se sientan en condiciones de educar a sus hijos en su casa, podran enviarlos aqui, mencionando simplemente su deseo, y ellos seran objeto del mismo tratamiento que los que pertenecen al establecimiento.10 10 R. Owen, An Address to the Inhabitants of New Lanark, Delivered on Opening the Institution for the Formation of Character, on the ist of January 1816 (en A New View of Society and Other Writings, Londres, 1927, pigs. 98-101. 63 ORIGENES DEL URBANISMO MODERNO Ciertamente resulta dificil sustraerse a la fascinacién de este discurso de 1816 en el cual, por primera vez, una empresa filantrépica se concteta en una organizacion educativa estable y, partiendo de la educacion, tiende a abarcar la vida de toda la comunidad, completando el trabajo en la fabrica con el estudio y el tiempo libre, y destinando a cada funcién un espacio y un tiempo proporcionados. La economia capitalista y la nueva técnica del trabajo fabril han desquiciado las antiguas formas de construc- cién, produciendo los males y miserias que se comprue- ban en toda Inglaterra. Pero la misma técnica y la misma capacidad de previsién pueden ser llevadas del trabajo a las demas funciones de la vida, de la fabrica a la ciudad, lo cual permite entrever una posible desaparicion del actual proceso desintegrador, a consecuencia de una aplicacién unilateral de los mismos principios. La Institucién y los otros servicios establecidos por Owen en New Lanark funcionaron magnificamente du- tante algunos afios. Pero, por su naturaleza, la propuesta de Owen tenia que ser generalizada, y al afio siguiente, en un informe relacionado con una investigacién parla- mentaria sobre la ley de Pobres, presenté su utopia como remedio universal para el problema de la indigen- cia, 1 Por qué —se pregunta— existe la desocupacién? Al final de la guerra Inglaterra poseia «una fuerza productiva con la misma capacidad que si su poblacién fuese efectivamente aumentada en quince veces». Pero terminada la produccién de guerra, «las riquezas del’ mundo resultaron insuficientes para adquirir lo queprodu- MR. Owen, Report to the Committee for the Relief of the Manufactering Poor, March 1817 (en A New View of Society and Other Writings, pags. 157-164). 64 LA EPOCA DE LAS GRANDES ESPERANZAS (1815-1848) cia una fuerza de efectos tan prodigiosos; la consecuencia de ello fue disminucién de la demanda. Cuando debido a ello fue necesario reducir las fuentes de abastecimiento, quedé muy pronto demostrado que la fuerza mecanica era mucho més barata que el trabajo humano. A conse- cuencia de ello la primera fue mantenida, y el segundo suspendido, y entonces pudo ser obtenido a un precio bastante inferior al absolutamente necesario para el man- tenimiento del individuo a un nivel de vida mediocre». Por consiguiente, como la mano de obra humana y Jas maquinas son consideradas en el mismo plano, «las clases obreras no poseen medios adecuados para luchar contra la fuerza mecénica. Por lo tanto puede suceder una de las cosas siguientes: 1. El empleo de la energia mecanica debe ser en gran medida disminuido; o 2. Millones de seres humanos moriran de hambre para permitir que continue el actual nivel productivo; o 3, Sera preciso encontrar una ocupacién ventajosa para los pobres y desocupados, a los cuales debera sub- ordinarse el trabajo mecdnico, en lugar de encontrarse orientado, como ocurte ahora, a sustituitlo». Owen demuestra que la tercera alternativa es la unica posible, y formula de esta manera el objetivo de la inevitable accién reformadora: «encontrar un empleo ventajoso para todos los trabajadores, en un sistema que permita continuar el progreso mecanico de forma ilimitada», Establecida esta premisa politica —que coincide con el comienzo del socialismo moderno—, Owen describe del siguiente modo su plan: Todo programa destinado a mejorar la situacién de los trabajadores debe comprender medios para impedir que sus hijos adquieran malos habitos y para imbuirlos de buenas 65 ORIGENES DEL URBANISMO MODERNO costumbres; debe prever para ellos una ensefianza y un adies- tramiento oportunos; ofrecer un trabajo adecuado a los adul- tos; dirigir su trabajo de manera que produzcan los maximos beneficios para ellos y para la sociedad: ponerlos en condicio- nes que les alejen de las tentaciones inutiles, y que unan estrechamente sus intereses y sus deberes. Estos beneficios no pueden ser ofrecidos a los individuos y alas familias por separado, ni a masas demasiado numerosas. En cambio, es posible ponerlos en prdctica reuniendo en una sola organizacién un grupo compuesto por 500 a 1.500 personas, o un promedio de 1.200 [...] El dibujo muestra, en primer plano, uno de esos ordena- mientos, con sus anexos y una proporcién correspondiente de terreno, y en el fondo otras aldeas del mismo tipo. Cada aldea comprende un cuadrado de edificios con capaci- dad para alojar a 1.200 personas, circundado por un terreno de 1.000 a 1.500 acres. Dentro del cuadrado se encuentran ubicados los edificios publicos, que lo dividen en sectores. El edificio central contiene la cocina publica, los depdsitos y todos los servicios necesarios para cocinar y recalentar en forma eficiente. A la derecha hay un edificio con la escuela 66 LA EPOCA DE LAS GRANDES ESPERANZAS (1815-1848) de los nifios mas pequefios en la planta baja, una sala de lectura y un lugar de oraciones en el primer piso. El edificio de la derecha comprende, en la planta baja, la escuela para los nifios mayores y una sala de reuniones ; attiba, la biblioteca y los locales para los adultos. En el espacio desocupado dentro del cuadrado se hallan distribuidos los lugares para ejercicios fisicos y recreacién, los cuales se debe suponer que estén arbolados. Tres de los lados del perimetro estan destinados a las viviendas, sobre todo para las personas casadas, compuestas cada una de cuatro casas. El cuarto lado esta reservado a los dormitorios para los nifios que superan el nimero de dos por familia o que tengan mas de tres afios. En el centro de este lado estén los alojamientos para los encargados del dormitorio, en un extremo la enfermeria y en el otro un alojamiento para visitantes. En el centro de otros lados hay viviendas para el superintendente general, el sacerdote, el maestro, etc., y en el tercer lado los depésitos para las cosas necesarias para la aldea. Fuera y detras de las casas, en derredor, jardines circundados por caminos. Un poco mas atras, en un lado, los edificios pata las instalaciones mecdnicas y productivas, las caballerizas, el matadero, etc., separados por plantaciones; en el otto lado, el lavadeto, ctc., y a una mayor distancia los edificios rurales, con las instalaciones necesarias pata la fabricacién de malta, de cerve- za, y pata la molienda de cereales; alrededor se encuentran campos cultivados, los prados, etc., cuyos cercados estan plantados de frutales En los edificios del perimetro, todos los alojamientos deben albergar a un hombre, su esposa y dos hijos de edad inferior a los tres afios, y tener caracteristicas tales, que les aseguren la maxima comodidad que ofrecen los alojamientos populares corrientes. Se entiende que los nifios de mas de tres afios asisten a la escuela, comen y duermen en comtn (por supuesto, los padres podran verlos y conversar con ellos durante las comidas, y en otras ocasiones oportunas); que antes de aban- donar la escuela habran tenido una instruccién completa 67 ORIGENES DEL URBANISMO MODERNO. en lo referente a todos los conocimientos utiles y necesarios; que se dedicaran todos los cuidados a impedir que adquieran los malos habitos comunes en sus padres u otros mayores; que no se ahortaran esfuerzos para inculcarles las costumbres y las disposiciones aptas para una vida feliz, y para convertir- los en miembros utiles y valiosos de la comunidad a la que pertenecen, Se propone que las mujeres se ocupen: —antes que nada, del cuidado de sus hijos y de tener sus casas en orden; —en segundo lugar, del cultivo de sus jardines y la produc- cién de las hortalizas necesarias para la alimentacién comin; —en tercer lugar, del trabajo en los sectores de la indus- tria que se adapten a sus caracteristicas, pero no mas de cuatro o cinco horas diarias; —en cuarto lugar de la preparacién de la ropa para los habitantes de la comunidad; —en quinto lugar, trabajando periddicamente, por turno en Ja cocina comtin, en el servicio de comedores y en los dormitorios; y ademas, si estan convenientemente instruidas, dirigiendo una parte de la educacién de los nifios en Ia escuela. Se propone que los nifios mayores sean adiestrados como ayudantes en los trabajos de jardineria o en las ocupaciones industriales, durante una parte del dia, seguin sus capacidades, y que todos los hombres se ocupen de las labores agricolas, industriales u otros trabajos utiles para la comunidad. La ignorancia de los pobres, su mala educacién y su falta de un aptendizaje racional hacen necesario que los hombres de esta generacién estén regular y activamente ocupados durante todo el dia en alguna labor subalterna, aunque de manera que el trabajo sea sano y productivo. El plan descrito lo permitira del modo mas amplio. Para dar una idea concreta de las inversiones necesarias para fundar una comunidad como ésta, para 1.200 personas, 68 LA EPOCA DE LAS GRANDES ESPERANZAS (1815-1848) se ofrece a continuacién un célculo (inclusive para el caso de que el terreno deba ser comprado): 1.200 acres de terreno, a 30 liras por acre liras 36.000 alojamiento para 1.200 personas » — 17.000 ttes edificios publicos dentro de la plaza » — 11,000 talleres, matadero y lavadero » 8.000 muebles para los 300 alojamientos, a 8 liras cada uno » 2.400 muebles pata la cocina, la escuela y dormito- trios » 3.000 dos fabricas, con molino y anexos para la malta y la cerveza » 5.000 sistematizacién de la parte interior del cuadra- do y de los caminos » 3.000 implementos para las labores agricolas » 4.000 imprevistos y gastos accesorios » 6.600 liras 96.000 Esta suma, dividida por 1.200, da una inversién de capital de 80 liras por cabeza, es decir, al 5 por ciento, una renta de 4 liras. Este plan fue ilustrado en forma mas amplia en una presentacién a las autoridades del distrito de Lanark, en 1820. 12 La primera parte del documento esta dedicada a un largo razonamiento econdmico, que parte de las siguien- tes premisas: 1. El trabajo manual, bien dirigido, es el origen de todas jas riquezas y de la prosperidad nacional. 2. Sies bien dirigido, el trabajo manual rinde a la comuni- dad més de lo necesatio para mantener al trabajador en un nivel de vida considerable. 12 R. Owen, Report to the Country of Lanark, Ist of May, 1820 (en A New View of Society and Other Writings, pag. 276). 69 ORIGENES DEL URBANISMO MODERNO 3. Es posible hacer que el trabajo manual, bien dirigido, conserve sus valores en cualquier parte del mundo, con cual- quier crecimiento de la poblacién, todavia durante muchos siglos. 4. Con una adecuada organizacién del trabajo manual, In- glaterra puede encontrarse en condiciones de sostener un incalculable crecimiento de la poblacién, en la forma mas ventajosa para sus habitantes. 5. Cuando el trabajo se organice de esta manera, se compro- bara que ‘no es posible estimular a la poblacién, durante muchos afios, 2 aumentar, en la medida en que resultaria deseable para el bien comun. Por consiguiente, si existe miseria y desocupacion, «es preciso que haya surgido un grave obstaculo artificial, que hace vano el mejoramiento natural de la sociedad». Dicho obstaculo no depende de la naturaleza, sino de la velocidad de las transformaciones en curso: «la falta de trabajo remunerativo para las clases trabajadoras y la consiguiente incomodidad publica derivan del rapido crecimiento de los medios productivos, para cuya venta- josa aplicacién la sociedad ha omitido realizar los cambios organizativos necesarios», Una tesis similar, que destruye el razonamiento malthu- siano hasta entonces generalmente aceptado, se precisa en términos estrictamente econdmicos: 1. Mientras la productividad del trabajo humano es acre- centada por los medios técnicos y cientificos, las necesidades fundamentales del hombre siguen siendo las mismas; sdlo depende cada vez menos de su fuerza fisica y de las contingen- cias vinculadas con ello, 2. El efecto directo de todos los progresos técnicos o cientificos es un aumento de la riqueza; la causa inmediata de la desocupacién actual debe buscarse, pues, en un exceso de produccién de riquezas de todo tipo, que no pueden absorber todos los mercados del mundo, con la actual organi- zacion comercial. 70 LA EPOCA DE LAS GRANDES ESPERANZAS (1815-1848) 3, Si se encontrasen mercados, la riqueza de la sociedad podria crecer en proporciones incalculables, teniendo en cuen- ta el ntimero de personas que buscan trabajo y el nimero atin mayor de aquéllas que, por ignorancia, estan mal emplea- das, pero sobre todo teniendo en cuenta los medios que poseemos para aumentar en medida ilimitada los instrumentos cientificos de la produccién. 4. La falta de ocupacién no depende de la carencia de capitales, o de los medios para aumentar en grado considera- ble aquellos de que ahora se dispone, sino de un defecto en la distribucién de ese extraordinario aumento de los capita- les en la sociedad, o sea, hablando en términos comerciales, de la falta de mercados y de medios de cambio que tengan la misma amplitud que los medios de produccién. De aqui derivan los dos puntos principales del progra- ma econémico de Owen: la adopcion del trabajo humano como medida de los intercambios y la creacién de un mercado interno dentro del propio aparato productivo, con el aumento de la retribucién de los trabajadores para convertirlos en consumidores de los bienes produci- dos, y no solo instrumentos de produccién. Para ello son necesarios varios cambios organizativos; antes que nada en el cultivo del suelo, que Owen desearia que se realizara con la azada antes que con el arado y que fuese ubicado como ocupacién basica de toda la poblacién; el interrogante siguiente —que lleva el tazonamiento al campo urbanistico— es el que pregunta «Cémo pueden ser distribuidos estos nuevos cultivadores en el territorio, y vinculados entre si, para que sus esfuer- zos produzcan los resultados més beneficiosos para ellos y para la comunidad». ° Owen establece, siempre en forma de puntos sucesivos, Jas caracteristicas del nuevo ordenamiento: 1, El ntimero de personas que deben asociarse para constituir el nticleo elemental de la nueva sociedad tendra 71 ORIGENES DEL URBANISMO MODERNO que oscilar entre un minimo de 300 y un maximo de 2.000, y mejor atin entre 800 y 1.200. 2. El terreno cultivable perteneciente a la comunidad «tiene que oscilar entre medio acre y uno y medio por cabeza; de tal manera una asociacién de 1.200 personas necesitard de 600 a 1.800 acres». 3. La descripcién del nucleo residencial es andloga a la de 1817; todos los edificios estaran reunidos en una gran plaza, en forma de paralelogramo. Los cuatro lados estaran ocupados por las habitaciones pata los adultos, por los dormitorios comunes para los nifios, los depésitos, los albergues y la enfermeria; el edificio central comprendera la iglesia, la escuela, la cocina y el comedor. Como es esencial que exista abundancia de espacio dentro del perimetro de las habitaciones privadas, el paralelogramo tendra que ser cada vez més extenso,, sea que el numero de habitantes se acerque al maximo o al minimo previsto. Para alojar a mas o menos habitantes, las casas podrin tener uno, dos, tres 0 cuatro pisos, y por consiguiente se modificara la distribucién interna, que sin embargo ser4 muy sencilla. No seran necesarias cocinas, que se remplazaran por el refectorio colectivo. Las habitaciones serdn bien ventiladas, y si es necesario calefaccionadas o refrigeradas segun el siste- ma fecientemente introducido en la enfermeria de Derby. Para caldear, tefrescar y ventilar los alojamientos bastard con abrir o cerrar dos postigos o valvulas, en cada habitacién, cuyo ambiente sera siempre puro y templado gracias a ese sencillo dispositivo. Una estufa de dimensiones cgnvenientes, ubicada en forma racional, bastard para muchos alojamientos, con pocos incon- venientes y reducidos gastos, si su instalacién es prevista en la construccion [...]. Dormitorios abiertos sobre jardines, hacia el campo, y viviendas de dimensiones convenientes, dirigidas hacia el espacio interno, proporcionaran a los culti- vadores asociados todas las comodidades deseables. 72 LA EPOCA DE LAS GRANDES ESPERANZAS (1815-1848) Para la educacién de los hijos, Owen establece esta vez «una escuela primaria para los nifios de dos a seis afios, y una secundaria para los de seis a doce afios». Los jardines, como se ha indicado, estaran ubicados en la parte exterior del paralelogramo, «y més alla de ellos, lo bastante distantes como para estar protegidos por una zona arbolada, se instalaran los talleres y las industrias». El propio Owen compara su paralelogramo con una maquina, y concluye: «Si la invencién de tantas maquinas ha multiplicado el rendimiento del trabajo en muchos terrenos, para beneficio inmediato de algunos hombres, a la vez que empeoraba la situacidn de muchos otros, ésta es una maquina para multiplicar la eficiencia fisica y el:bienestar mental de toda la sociedad en forma ilimita- da, sin perjudicar a nadie por r4pida que sea su difu- sidn». 18 Esta proposicién de Owen constituye el primer plan urbanistico moderno desarrollado en todas sus partes, desde las premisas politico-econémicas hasta el programa constructivo y el presupuesto financiero. La opinién publica se mostré interesada, pero sobre todo se sintiéd estupefacta y desconcertada ante el plan de Owen. El mismo publicé en 1817 algunos articulos de explicacién en el «London Newspaper»,!4 y expuso su programa en dos reuniones publicas realizadas en Lon- dres, en agosto del mismo afio. Recibiéd mucho estimulo por parte del gobierno y de los periddicos, y aun la aprobacidén de economistas como Ricardo, pero fue obje- to de criticas de la mayor parte de los especialistas, entre ellos Malthus, Cobbett y Place. Peacock hizo una caricatura de Owen, con el nombre 18 Op. cit., pags. 285-286. 14 «London Newspaper del 30 de julio, 15 de agosto, 19 de agos- to, 22 de agosto, 10 de septiembre de 1817. 73 ORIGENES DEL URBANISMO MODERNO de Mr. Toogood, «el cooperativista [...] que desea dividir el mundo en cuadrados, como un tablero de ajedrez, con una comunidad en cada uno, en la cual todas las cosas sean producidas una por la otra, y una gran maqui- na de vapor en el medio, como una criada para todo servicio». 18 Lo que muy pronto puso fuera de toda duda sus razonamientos entre los competidores de entonces fue el derrumbe de los términos econdédmicos conocidos, y por lo tanto, precisamente, el concepto de Ja maquina de vapor como «criada para todo servicio» antes que como instrumento para aumentat la produccién indus- trial. Para nosotros el plan de Owen aparece como importan- te precisamente porque entrevé por primera vez los pro blemas organizativos impuestos por el progreso mecani- co, y porque sefiala el comienzo de la nueva linea de pensamiento de la cual partira, poco a poco, la experiencia urbanistica moderna. En cambio nos parece defectuoso ya que nos encontramos en condiciones de medir la inmensa distancia que existe entre su formulacién esque- miatica y la problematica tanto més rica que hacen surgir a la luz los sucesivos desarrollos. En particular, Owen se muestta tan entusiasmado por delinear el nuevo orde- namiento social y espacial, y por predicar el abandono de los vinculos provenientes del ordenamiento antiguo, que deja totalmente en segundo plano el problema de la autoridad frente a la libertad de los individuos. Cuando debe sugerir a las autoridades del distrito de Lanark el método para realizar los paralclogramos, Owen se limita a decir: «Estas nuevas unidades producti- vas pueden set promovidas por uno o varios propietarios de tierras o grandes capitalistas; por sociedades constitui- 15 Citado en B. Russell, Historia de as ideas del siglo XIX (1934). 74 LA EPOCA DE LAS GRANDES ESPERANZAS (1815-1848) das, que tengan fuertes capitales pata invertir en obras filantrépicas y publicas; por las autoridades locales que deseen sustraerse a la carga del impuesto de pobres; o bien por asociaciones de burgueses o de trabajadores de la agricultura, de la industria y el comercio, que quieran eludir los males del actual sistema. Las nuevas comunidades se mantendrdn sujetas al gobierno central del pais, pagarin los impuestos en moneda legal (a la vez que comerciaran entre si en la nueva moneda-trabajo) y proporcionaran soldados en caso de guerra. En cambio, no constituirian una carga para la justicia del pais, pues, como habrian logrado una perfecta armonia, podrian ptescindir de los tribunales y las carceles». 16 La tentativa de pasar de la teorfa a la practica pone muy pronto en claro la debilidad del plan de Owen. Presenté sus proposiciones a todos los grandes personajes de su época: al futuro zar Nicolas 1, de visita en New Lanark; a Napoleon I, confinado en la isla de Elba; al emperador de Rusia, Alejandro I, durante el congreso de Aquisgran, aparte de los gobernantes de su pais.1” Pero el fracaso sucesivo de sus intentos lo convencid de que debia hacer la experiencia por su propia cuenta. En 1825 adquirid a una secta protestante un terreno de 30.000 acres en Indiana, donde en 1826 se establecié con la familia y un grupo de unos 800 seguidores, dis- puestos a realizar inmediatamente la armonia universal. La decisién de establecerse en Norteamérica proviene de la costumbre europea, de considerar el Nuevo Mundo como el campo abierto a las experiencias que resultaban imposibles en Europa; se vincula, ademas, con las recien- tes experiencias de los veteranos napoleénicos, que des- pués de Waterloo habian construido en Norteamérica 16 Report to the Country of New Lanark, op. cit., pag. 295. 17 B. Russell, op. cit., pag. 209. 75 ORIGENES DEL URBANISMO MODERNO. el Champ d’Asyle, y de los reformadores religiosos alema- nes, entre ellos George Rapp, que precisamente habia fundado la aldea de Harmony, adquirida por Owen. 18 La aldea, rebautizada’ New Harmony, estaba trazada en damero, con una plaza en el centro circundada por grandes edificios de ladrillo. El duque de Sajonia-Wei- mar, que visito el lugar en 1826, relata: Mr. Owen se alegr6 de mi visita, y se ofrecié a explicarmelo todo. Como el plano calculado por la sociedad de los rappitas no podia adaptarse al de Owen, fue necesario introducir muchos cambios. Todas las casas de troncos de arboles que aun se encontraban en pie tuvieron que ser detribadas, dejan- do sdlo los edificios de mamposteria. Aparte de todas las cercas de los jardines privados, resulté preciso eliminar las que ya existian, ademas de las que habia a los lados de los caminos principales que atraviesan el territorio. El conjun- to debia asemejarse a un parque, en el cual las casas estuviesen dispersas. 19 Owen atrajo a muchos hombres de cultura norteameri- canos, entre los cuales un grupo de cientificos y educado- res llegados de Pittsburg a bordo de un barco experimen- tal, construido por William Maclure y llamado Boatload of Knowledge. A ellos se agtego Frances Wright, una escocesa amiga de Lafayette que en 1825 habia fundado la colonia antiesclavista de Nashoba, cerca de Memphis. 18 R. W. Leopold, Robert Owen, a Biography, Cambridge, 1940, pag. 25, se refiere a un himno que cantaban los seguidotes de Owen en 1825, y que comenzaba asi: Land of the West, we fly to thee Sick of the old world’s sophistry. 19 Bernhard, Duke of Saxe-Weimar-Bisenach, Travels through North America during the Years 1825 and 1826, Filadelfia, 1828, vol. II, pag. 108. 76 LA EPOCA DE LAS GRANDES ESPERANZAS (1815-1848) Se Ilevaron a cabo importantes experiencias, sobre todo en la organizacion escolastica, pero las dificultades econdmicas y las discordias internas deterioraron muy pronto la iniciativa. Uno de los seguidores de Owen establecié en su ausencia una destileria clandestina de whisky, en tanto qu¢ Maclure fundé muy pronto una comunidad disidente, Macluria, poco después imitada por otros, hasta que en 1828 Owen se vio obligado a vender la propiedad. Luego traté de exponer la teoria de los paralelogramos al presidente Jackson y al general mexicano Santa Anna, pero sin resultado. 20 Sélo entonces Owen, que habia regresado a su patria empobrecido, encontré el verdadero ptiblico para sus teorias: la clase obrera y las nacientes organizaciones sindicales de ésta. En 1824 fue derogada la ley que prohibia las asociacio- nes de clase y en los afios posteriores se formaron nume- tosas asociaciones obreras. El movimiento cooperativista —iniciado ya a fines del siglo xvi1t?! y ultimamente vuel- toa proponet pot George Mudie?2— fue promovido en forma activa por William King, quien publicé de 1828 a 1830 el periddico «The Co-operator», y por un grupo londinense orientado por William Lovett y Henry Hether- 20 En la época del experimento de New Harmony, otros seguido- res de Owen intentaron andlogas experiencias en Orbiston, Escocia, en 1826, y en Ralahine, Irlanda, en 1831. También ellas fracasaron en poco tiempo, 21 Las primeras cooperativas de molinos fueron fundadas en Wool- wich y en Chatham, hacia 1760; las primeras cooperativas de consu- mo se constituyeron en Escocia: en 1769 la Fenwich Weaver's Society y en 1777 la Govan Victualling Society; en Birmingham se fundé en 1777 una cooperativa de sastres y en 1795 se abrid el primer comercio cooperativo, la Oldham Cooperative Supply. 22 Mudie fund6 en 1821 la London Cooperative and Economical Society, cuyos miembros vivian en comin, y publicd, de 1821 a 1824, el primer periddico cooperative, el «Economist». 77 ORIGENES DEL URBANISMO MODERNO. ington.*3 Cuando Owen regresé de Estados Unidos, ocupé la jefatura del movimiento, fundé en 1832 el National Equitable Labour Exchange (en el cual las mercancias producidas habrian debido ser compradas y vendidas en moneda-trabajo) y trat6 de provocar un gran movimiento unitario en favor de la reforma inme- diata de la economia y de la sociedad inglesa, En 1833 los trabajadores de la construccién anunciaron la forma- cién de la Grand National Guild of Builders, declarando- se dispuestos a absorber toda la industria de la construc- cién sobre bases cooperativas, y ofreciendo a los emplea- dores un puesto directivo en la nueva organizacién. Poco después los delegados de las Trade Unions de todo el pais se reunieron cerca del Labour Exchange para dar vida a una gran unién nacional, que llego a tener un millén de miembros, pero que muy pronto entté en conflicto con el gobierno y se disolvid en 1834, Después de estos sucesos, Owen se mantuvo apartado, pero su influencia continué dando sus frutos. La mayoria de las Trade Unions y de las sociedades cooperativas discutieron con la maxima seriedad la teorfa de los parale- logramos, y se dispusieron a ponerla en practica; desde 1839 a 1845 funcioné una comunidad owenita en Queens- wood, Hampshire. Pero principalmente después de la caida del cartismo, en 1842, la teoria de Owen influyé ampliamente sobre la segunda fase del movimiento coo- perativista, que comenz6 en la Sociedad de los Pioneros de Rochdale. Esta fue fundada en 1844 por un grupo owenita que pretendia comenzar con una cooperativa de consumo, 23 A propésito de estas iniciativas se usé por primera vez, en 1827, en el «Co-operative Magazine» la palabra «socialismon. Véase B. Russell, op. cit., pag. 209. : 78 LA EPOCA DE LAS GRANDES ESPERANZAS (1815-1848) para llegar luego a una verdadera organizacién comunita- tia. El segundo objetivo fue abandonado poco a poco, en tanto que se multiplicaban las iniciativas econdmicas: un molino cooperativo, una sociedad textil, una sociedad de construcciones. En 1848 entré en escena el socialismo cristiano de John Malcolm (que habja estudiado las experiencias fran- cesas de Philippe Buchez), y en 1863 se fund6 la North of England Cooperative Wholesale Society, que muy pronto se difundié a gran parte de Inglaterra y en 1868 también a Escocia. Entretanto, en 1852 se habia votado una ley para reglamentar el estado juridico de las coopera- tivas, y en 1870 se constituyé una Unidn Cooperativa Nacional. Asi, en el periodo de prosperidad posterior a 1846, y en el clima politico del nuevo conservadurismo refor- mista nacido luego de la revolucién de 1848, el ideal owenita se conctetaba en un sentido puramente econémi- co, dejando a un lado los aspectos politicos y urban{sti- cos, que Owen consideraba objetivamente inseparables. 4 La escuela saint-simoniana Cuando atin era nifio, el conde de Saint-Simon (1760-1825) vio que una carroza avanzaba hacia un chi- quillo que jugaba en una calle. Cualquier filantropo de 24 E] modelo urbanistico de Owen fue tomado luego por J. M. Morgan, quien en el cuarto decenio del siglo formulé su plan para una Christian Commonwealth, publicado en 1850. La nueva unidad de construcciones debia lamarse Self-Supporting Institution y albergaria a 300 familias que se alojarian en cottages de cuatro habitaciones, en un terreno del mil acres. Es la utopia de Owen, con el agregado de la ayuda religiosa, Uno de los partidarios de Morgan fue J. S. Buckingham, autor del plan de Victoria, de! cual se hablaré més adelante. 79 ORIGENES DEL URBANISMO MODERNO corte antiguo habria.corrido a salvar al pequefio, apartan- dolo del camino, pero el futuro predicador del socialismo se planté frente a la carroza, y no quiso moverse de alli para que el nifio pudiese jugar tranquilo. Asi anticipaba, a su manera, su estilo propio, distinto del de los reformadores ingleses; la diferente escala de valores, de la cual se nutriria luego la accion reformadora del socialismo francés. La formacién de Saint-Sim6n y de Fourier, lo mismo que la de Owen, es anterior a la revolucién de 1789, y el ptimero se encontrdé personalmente envuelto en las fases iniciales del movimiento; pero los términos del debate politico revolucionario no dejaban lugar para delinear los interrogantes sociales subyacentes, y sus im- plicaciones de orden urbanistico. Por tal motivo, los origenes del pensamiento urbanisti- co moderno deben ser buscados, en Francia como en Inglaterra, en los oscuros afios de posguerra y de Ja restauracién, cuando la especulacion tedrica efecttia los primeros intentos de cubrir el abismo existente entre la carga de esperanzas desatadas por la revolucién y la realidad de los hechos. En Francia, sin embargo, la decepcién tiene cardcter politico ¢ ideolégico, mas que econdmico; las consecuen- cias mas graves de la industrializacién y del urbanismo no se haran sentir hasta después de 1830, al tiempo que la artificiosidad de las formas de convivencia tradicio- nales queda al descubierto con el intento, parcial, de restaurart el ancien régime. En ese periodo adquiere precision la teoria social de Saint-Simo6n,®5 partiendo del principio de que los indus- triels —los técnicos y la clase obrera— deberian ocupar °C. R. de Rouvroy Saint-Simon, Du systéme industriel, 1821; Catechisme des industriels, 1823-24; Nowean Christianisme, 1825. 80 LA EPOCA DE LAS GRANDES ESPERANZAS (1815-1848) los puestos de mando, desalojando a las antiguas clases dirigentes. Después de su muerte en 1825, sus ensefianzas fueron desarrolladas por un grupo de discipulos —Rodri- guez, Enfantin, Chevalier—, que fundaron en 1826 el periddico «Le Producteur» y prepararon, entre 1828 y 1830, una exposicidn sistematica de la teoria.26 Después de la revolucién de 1830 los saintsimonianos lograron mayor libertad, obtuvieronel control del «Globe» y se reunieron en una comunidad semimonastica, primero en la rue Monsigny, en Paris, y luego en Ménilmontant, a la vez que establecian e! uso de una divisa especial. Los leaders de este grupo fueron Barthélemy Enfantin (1796-1864) y Amando Bazard (1791-1832), con el titulo de «péres suprémes». Pero cuando Enfantin enuncié la teorfa del «amor libre», para sustituir la «tirania del matri- monio», Bazard se retiré y Enfantin acentu6 el caracter politico del grupo, hasta que la policia dispersé el movi- miento en 1832. Luego Enfantin intento, en varias ocasiones, convettir a sus ideas al rey Luis Felipe. En 1841 fue nombrado miembro de la Comisién Cientifica de Estudio para Arge- lia,2? y en 1845 secretario de la compafiia de la linea ferroviaria Paris-Lyon. Participé también en la constitu- cién de la Société d’Etudes pour le Canal de Suez, des- pués de haber intentado personalmente, en 1837, conven- cer del proyecto al virrey Mehemet Alf.28 Ni Saint-Simon ni sus discipulos legaron al terreno urban{stico con un minimo de precision técnica (en 1832 Chevalier expuso en el Globe un fantastico plano de Paris, que habria debido tener la forma de un hombre en el acto de caminar), pero trasmitieron a la cultura 26 Exposition de la doctrine de Saint-Simon, Paris, 1828-30. 27 B. P. Enfantin, Colonization de ? Algérie, Paris, 1834. 28 Cfr, G. Isambert, Les idées sociales en France dis 1815 a 1848, Paris, 1905, pags. 189-191. 81 ORIGENES DEL URBANISMO MODERNO francesa una aspiracién a actuar en gran escala y un énfasis moralista puesto sobre el valor de las obras publi- cas —los grands travaux—, que luego tuvieron gran im- portancia. Fourier y su influencia en Europa y América Muy distintas son las ensefianzas de Charles Fourier (1772-1837), carente del entusiasmo civico de los saintsi- monianos, pero autor de una utopia minuciosa y exacta, basada en un fantastico sistema filos6fico-politico. Fourier comenz6 a exponer su sistema en un volumino- so tratado, publicado anénimamente en 1808. 2% Conside- ra inmoral y absurda una sociedad basada en la competi- cién de los intereses individuales o de clase, y propone como alternativa la unién de los esfuerzos para lograr un estado de armonia universal. Ello resultarfa posible mediante la eliminacién de las restricciones y contrastes que limitan, en el mundo actual, la satisfaccién de las pasiones, y reformando la sociedad de tal manera, que se garantizara la libre satisfaccion de las tendencias indivi- duales, en el respeto de los derechos y las prerrogativas de los demas. Como no debja tener en cuenta las responsabilidades operativas, Fourier retocéd y amplié en varias ocasiones su sistema en las obras sucesivas. 90 Después de la revolucién de julio obtuvo un auditorio mas vasto, polemizé contra las otras corrientes socialis- tas$1_y comenzé a publicar, en 1832, un semanario, «Le Phalanstére ou la Réforme Industrielle», que desapa- 29 Théorie des quatre monvements, Lyon, 1808. 80 Traité de Passociation domestique-agricole, Paris, 1822; Nowean mon- de industriel et sociétaire, Paris, 1829-30... 31 Piéges et charlatanisme de dense sectes. St. Simon et Owen, Paxis, 1831. i 82 LA EPOCA DE LAS GRANDES ESPERANZAS (1815-1848) recid en 1834, reaparecié en 1836 con el titulo de «La Phalange» y se convirtid en cotidiano en 1843 con el ti- tulo de «La Démocratie Pacifique», hasta que fue supri- mido en 1850. En la teoria de Fourier la realizacién de la armonia universal debia Iegar en forma gradual, a través de siete periodos historicos. La humanidad se encuentra actualmente en el transito del cuarto periodo (barbarie) al quinto (civilizaci6n). La civilizacion se caracteriza por la propiedad individual incontrolada, en tanto que el periodo siguiente (garantismo) estableceré una serie de limitaciones. De tal manera el desorden y la anarquia de las ciudades contemporineas deberin dejar lugar a un orden minucioso. He aqui la distribucién de una ciudad del sexto perio- do: Es preciso delimitar tres zonas: la primera contiene la cité, o ciudad central, la segunda los suburbios y los grandes edificios, la tercera las avenwes y la periferia. Cada una de las tres zonas adopta diferentes dimensiones para las construc- ciones, ninguna de las cuales puede ser realizada sin la aproba- cién de una comisién de ediles, que vigila la ejecucion de los estatutos de garantias, cuya exposicién sigue. Las tres zo- nas se encuentran separadas por cercados, arbustos y planta- ciones que no deben obstaculizar la vision. Cada casa de la cifé tiene que estar dotada de espacios libres, con patios o jardines, equivalentes por lo menos a la superficie construida; estos espacios seran dobles en la segunda zona, y triple en la tercera. Todas las casas estaran aisladas y formaran fachadas regula- res en todos los lados, con ornamentos graduados segin la zona de que se trate, y quedaran excluidos los muros de apoyo desnudos. La distancia minima entre los edificios sera de tres toesas [...]. Los cercados sélo podran set muros bajos, coronados de rejas o empalizadas que dejen libres a la visidn por lo menos dos tercios de su desarrollo. 83 ORIGENES DEL URBANISMO MODERNO La separacién se calculara siempre en proyeccién horizon- tal, inclusive en los terrenos pendientes, y ser4 por lo menos igual a la mitad de la altura de la fachada del frente, ya sea a los lados 0 en la parte trasera. Los techos tendran que formar pabellones, salvo la existen- cia de frontones ornados a los lados, y estatén provistos en todas partes de desagiies que conduzcan el agua hacia abajo y por debajo de las aceras. Sobre las calles, las construcciones, hasta la gotera del techo, no podran superar en altura el ancho de la calle. La distancia a los costados sera, entonces, igual, por lo menos, a 1/8 del ancho de la fachada que da sobre la calle [...], precaucién necesaria para evitar el apifiamiento de la pobla- cién en un solo punto, Los caminos tendran como fondo un paisaje campestre oun monumento de arquitectura publica o privada; el mond- tono damero estara excluido, Algunos caminos seran curvos y serpenteantes para evitar la uniformidad. Las plazas tendran que ocupar por lo menos 1/8 de la superficie, La mitad de los caminos estar4n plantados de arboles de distintas espe- cies. El ancho minimo de las calles es de nueve toesas; para sis tematizar las aceras, es posible deducirlo, si se trata de sim- ples caminos pata peatones, o tres toesas.32 En una ciudad de este tipo «no se podran construir casas pequefias», sino mas bien casas colectivas, que favoreceran la concentracion de los servicios y, por lo tanto, las relaciones mutuas. Esta descripcién anticipa en forma sorprendente el contenido de los reglamentos constructivos del siglo xix, y les atribuye un valor resolutivo que sera desmentido por la experiencia posterior; sigue siendo, quiza, la mas importante contribucién de Fourier a la practica utbanis- 82°C. Fourier, Traité de Passociation domestique-agricole, en Oemres complétes, Patis, 1841, 2.8 ed., t. IV, pags. 500-502. 84 LA EPOCA DE LAS GRANDES ESPERANZAS (1815-1848) tica futura. Pero para el autor ese sistema de reglas es s6lo un elemento de transicion hacia la armonjia univer- sal, que se realizar4 en el séptimo periodo. En este ultimo, el problema del ordenamiento sera replanteado, contraponiendo a la comunidad indetermi- nada un grupo funcional racionalmente compuesto, la Falange, y a la ciudad indiferenciada un dispositivo cons- tructivo unitatio, denominado Falansterio:3 Supondremos que el experimento es realizado por un sob rano o por un individuo adinerado [...], 0 por una compafiia poderosa, que desea evitar los tanteos y organizar, sin mas tramites, la Gran Armonia, el octavo periodo en toda su plenitud. Indicaré el procedimiento que se debe seguir en este caso. Para una asociacién de 1.500 a 1.600 personas es necesario un terreno de una Jegua cuadrada [...]; el lugar tendré que estar provisto de una buena cortiente de agua, sembrado de colinas y adaptado a varios cultivos, cercano a un bosque y poco alejado de una gran ciudad, pero lo suficiente para eludir a los importunos. El capital necesario, si se piensa en un soberano que entregue gratuitamente los terrenos, es de cerca de 4.000.000 de francos, subdivisibles en 400 acciones de 10.000 francos. El ntimero de componentes es establecido por la teoria, que «fija en 810 el numero de los caracteres distintos que componen la escala completa, 0 c/avier général de los caracteres, para formar la Gran Armonia doméstica». Ademés hay que agregar 192, entre nifios y ancianos, 450 omitidos del calculo por enfermedad, viajes, misio- nes, noviciado o insuficiencia de caracter, y 168 complé- mentaires doublants, como refuerzo de las clases activas. 38 Op. cit., pags. 427-468. 85 ORIGENES DEL URBANISMO MODERNO. En total, 1.620 personas. Los hombres y las mujeres deberaén estar en relacién de 21 a 20, y los ingresos personales variaran entre 20.000 y 50.000.000 de francos. Las ganancias anuales se dividiran como sigue: 5/12 al trabajo anual; 4/12 al capital accionario; 3/12 a los conocimientos tedricos y practicos. Todos pueden participar en los tres tipos de beneficios, inclusive acumulativamente. La direccién de la Falange prevee para todos los miembros pobres alimento, aloja- miento y vestidos de terceta clase, y entrega luego el saldo hasta la terminacién del trabajo. El edificio destinado a una Falange no tiene semejanza alguna con nuestras construcciones de ciudad o de campo [...]. Los alojamientos, las plantaciones y los establos de una sociedad que opeta por series de grupos tienen que diferenciarse en forma prodigiosa de nuestras aldeas o subur- bios, ocupados por familias que no tienen relacién societaria alguna y actian contradictoriamente; en lugar de ese caos de casitas que rivalizan entre si en suciedad y deformidad en nuestros arrabales, una Falange construye un edificio regu- lar en la medida en que el terreno lo permite [...]. El centro del palacio o Falansterio debe destinarse a las funciones publi- cas, los comedores, salas de consejo, de biblioteca, de estudio. En dicho centro se encuentran el templo, la sour @ordre, el telégrafo, las palomas mensajeras, el carillon de las ceremo- nias, el observatorio, el patio de invierno, adornado de plantas perennes y ubicado detras del patio de actos. Una de las alas debe dedicarse a todos los talleres ruidosos, como la carpinteria, la forja y a todas las rcuniones de nifios, que por lo comdn son bastante alborotadoras [...]. El otro ala contendra las salas de bafio y de relaciones con personas ajenas, para que no estorben las actividades del centro del palacio y no perturben las relaciones domésticas de la Falange. El Falansterio debe contener, aparte de otros departamen- tos individuales, muchas salas de relaciones publicas, que 86 LA EPOCA DE LAS GRANDES ESPERANZAS (1815-1848) se denominarin «Seristerios», o lugares de reuniones y de desarrollo de las series pasionales [...]. Para no dar al palacio un frente demasiado extenso [que el propio Fourier fijo en 300 toesas para el cuerpo central y en 150 para las dos alas], convendra duplicar los cuerpos de edificios de las alas y del centro, y dejar en el espacio entre los cuerpos paralelos contiguos una separacién de por lo menos 15 0 20 toesas, que formara tres patios alargados y atravesados cada 50 toesas por corredores con columnas al nivel de la planta baja, cerra- dos con vidrieras y caldeados 0 ventilados segin la costumbre de Armonia [...]. El palacio debe estar atravesado de tanto en tanto, como la galeria de El Louvre, por pasajes para vehiculos. ‘ Para ahorrar muros y terreno, y acelerar las relaciones, convendré que cl Palacio gane en altura y tenga por lo menos ttes pisos y desyan, aparte de la planta baja y el entresuelo, donde se encontraran los alojamientos y las salas de reuniones de nifios y ancianos, aislados del camino-galeria, que es el dmbito principal del Palacio [...]. Una Falange es ciettamente una ciudad pequefia, pero no posee calles externas expuestas a la intemperie. Todas las partes del edificio pueden unirse por una larga galeria situada en el primer piso (no en la planta baja, que debe ser atravesada en varios puntos por el paso de los carruajes). En el extremo de esta calle, corredores con columnas y subterréneos bien termina- dos forman, en todas las partes del edificio y de sus dependen- cias, una comunicacién protegida, elegante y templada en todas las estaciones por estufas o ventiladores. La calle-galeria no recibe la luz por dos de sus lados, pero esta vinculada con cada cuerpo de edificios; todos los cuerpos tienen dos filas de habitaciones, una de las cuales tecibe luz de la parte exterior y la otra de la calle-galeria. Esta debe tener la altura de los tres pisos que se enfrentan. Las puertas de acceso a todos los departamentos del primero, segundo y tercer pisos se abren sobre la calle-galeria, con escaleras dispuestas de tanto en tanto para subir a los pisos segundo y tercero. Las escaleras grandes, segiin la costumbre, llegan sdlo al primer piso; pero dos de las escalerillas laterales 87 ORIGENES DEL URBANISMO MODERNO conducen al cuarto piso. La calle-galeria tendra seis toesas de ancho en el centro, y cuatro en las alas, cuando dentro de treinta afios se construyan los edificios definitivos; pero provisionalmente, como la gente no es rica, se limitara a los edificios econdmicos, y con tanta mas razén cuanto que dentro de treinta afios deberan ser rchechos segtin planes mucho mas vastos. Por consiguiente la calle-galeria se reduci- ra a 4 toesas en el centro y a 3 en las alas, Los cuerpos de edificios tendran 12 toesas de ancho segtin el siguiente calculo: galeria, 18 0 24 pies; habitaciones sobre la galeria, 20 pies; habitaciones hacia el exterior, 24 pies; las dos paredes exteriores, 4 pies. En total, 72 pies, es decir, 12 tocsas, Algunas salas ptiblicas podrin alcanzar 8 toesas de ancho, con frente a la galeria © al exterior [...]. Los alojamientos estaran distribuidos en orden compuesto y graduado; seran de 20 precios distintos, de 50 a 1.000, pero habré que evitar la progresion continua, que colocaria en el centro todos los alojamientos costosos, decreciendo hacia las alas. [Fourier ofrece un esquema de distribucién en «orden compuesto».] El desv4n contiene el campo celular, es decir, un albergue pata visitantes, y depdsitos de agua pata casos de incendio. Fourier se manifiesta siempre seguro de poder llevar su utopia a la realidad. Pero en Francia el unico intento de realizar el Falansterio terminé en un completo fracaso. En 1832 Baudet Dulary, diputado del Sena y Oise, adqui- rid una propiedad en Condé-sur-Vesgre, cerca del bosque de Rambouillet, para fundar una comunidad fourierista, pero el capital era inadecuado y la iniciativa termind muy pronto. Se realizaron otras tentativas en Rusia (por el fildntro- po M. B. Butascevic-Petrascevskij, en los afios anteriores 88 LA EPOCA DE LAS GRANDES ESPERANZAS (1815-1848) 22. Planta esquematica del Falansterio de Fourier, deducida de la desctipcién del Tratado y de un grabado agregado a la edicisn de 1841; en negro se indica el desarrollo de las rues éntérieures, 3 3 3 3] [le e L 6 6 23, Seccién esquematica del Falansterio, segin las indicaciones del Tratado: 1 Desvan, con las habitaciones para los huéspedes; 2 depésitos de agua; 3 departamentos privados; 4 rue intérieure : 5 sala de reuniones; 6 entrepiso, con los alojamientos para los nifios; 7 planta baja, con pasajes; & pasarela cubierta. 89 ORIGENES DEL URBANISMO MODERNO ala reaccién zarista de 1849), en Argelia, en Nueva Cale- donia y sobre todo en América, donde las ideas de Fou- rier fueron difundidas por Albert Brisbane (1809-1890) 34 En el decenio 1840-1850 el movimiento fourierista conoci6 un notable éxito en Estados Unidos, donde se fundaron 41 comunidades experimentales; se adhirié al mismo Horace Greeley (1811-1872), director del «Tribune» de Nueva York,§5 y fueron influidos por él los trascen- dentalistas de Nueva Inglaterra, entre ellos Charles A. Dana, Parke Godwin y George Ripley, quien fue el fundador de Brook Farm, el mas interesante de esos expetimentos norteamericanos. 36 En el verano de 1841 Ripley y su esposa organizaron un centro agricola y educativo en West Roxbury, Massa- chusetts; los participantes realizaban un trabajo intelec- tual o manual, gozaban de una total libertad de pensa- miento y se proponjan establecer una comunidad arméni- ca y equilibrada, lejos de los intereses y las rivalidades del mundo contemporaneo. La comunidad funcionaba como una sociedad por ac- ciones. Los beneficios eran divididos en partes correspon- dientes a las jornadas de trabajo intelectual o manual, y luego distribuidos entre los trabajadores en proporcién alas jornadas trabajadas. Todos los participantes recibian un dolar diario, ademas de los alimentos, vivienda, cale- facci6n y ropa para si y para su familia, a precio de costo, Entte los primeros participantes se contaron Charles *4 A. Brisbane, Social Destiny of Man, 1840; General Introduction to Social Sciences, 1876. 89 Greeley fundé en 1842 la colonia de Sylvania, que dur6 hasta 1845. Véase H. Grecley, Hints foward Reforms, 1850. 3° Cfr. J.T. Coldman, Brook Farm, Boston, 1894; L, Swift, Brook Farm, 1900. El experimento también es descrito en N. Hawt- horne, The Blithedale Romance, 1852. 90 LA EPOCA DE LAS GRANDES ESPERANZAS (1815-1848) A. Dana y Nathaniel Hawthorne, que en los primeros afios dirigieron, juntos, la actividad agricola. Otros miembros fueron John S. Dwight, Minot Pratt, George Partridge, Bradford y Warren Burton. 3? Durante cuatro afios se publicé ademas unaxrevista semanal, «The Har- binger», sobre problemas sociales y politicos. La iniciativa atrajo a diversos trabajadores —carpinte- ros, zapatetos, impresores—, aunque los estudiantes fue- ton siempre mayoria. El complejo escolastico incluia un asilo, una escuela elemental y una preparatoria para los cursos superiores, de seis afios. Los estudiantes debian dedicar algunas horas al dia a trabajos manuales —las muchachas en la cocina y la lavanderia, los jévenes en el campo—, pero estaban en libertad de clegir su nivel de estudio. Durante tres afios fue desarrollandose la iniciativa, y junto al grupo primitivo se construyeron otras cuatro casas, talleres y dormitorios. En ese punto, a consecuen- cia de la creciente influencia de la teoria fourierista, la comunidad tomé el nombre de «Falange», y todos los recursos financieros fueron dedicados a la construc- cin de un edificio central, el Falansterio. Apenas qued6 éste terminado, la noche del 2 de marzo de 1846, un incendio lo destruyé por completo. La comunidad no logré recuperarse de este golpe, y se disolvid en 1849, fecha en que el terreno y los edificios fueron vendidos en subasta ptiblica. 3% Entre los discipulos de Fourier, el mas activo es Victor 37 La comunidad fue visitada por muchos de los mas importantes personajes de la cultura norteamericana: Ralph W. Emerson, Amos Bronson Alcott, Margaret Fuller, Theodore Parker, Orestes A. Bron- son, William Channing. 88 Sobre el socialismo norteamericano, véase M. Hillquit, History of Socialism in the United States, 1903; Nordhoff, Communistic Societies in the U. S., 1875. 91 ORIGENES DEL URBANISMO MODERNO Considérant (1808-1893), quien luego del golpe de Esta- do de 1851 se establecié en Norteamérica y visité, con Albert Brisbane, la North American Phalanx, en Nuevo México.39 Decidid intentar a su vez el experimento, adquitié un terreno en Texas y al regtesar a Francia publicé un Ilamamiento (Aw Texas, 1854), mediante et cual reunié a cerca de 250 seguidores. Pero la iniciativa fracas6 por insuficiencia de capitales, y Considérant ter- min6é quedandose solo, con su familia, en la finca «La Réunion» .40 El Familisterio de Godin El intento de Considérant fue financiado, entre otros, por Jean Baptiste Godin (1817-1889), joven industrial que ocho afios antes hab{a establecido una fabrica meta- lirgica en Guise. Durante el II Imperio, Godin comenzé a realizar con sus propios medios el Falansterio de Fourier, modifican- dolo segtin su experiencia, y fue el unico que obtuvo un éxito. E] Familisterio de Godin es una teducciéa del modelo de Fourier, en el que el grupo de edificios esta igualmente compuesto por tres bloques cerrados, pero los patios, de modestas dimensiones, se encuentran cubiertos de vidtios y desempefian la funcidn de las rues intérienres de Fourier. El primer bloque fue comenzado en 1859, el central en 1862 y el tercero en 1877. Entretanto se concretaron 39 Es una de las comunidades fourieristas norteamericanas, funda- da por Charles Sears en 1843 y activa hasta 1854 (cfr. C. Sears, The NAP, an Historical and Descriptive Sketch, Prescott, 1886). 40 Cfr. V. P. Considérant, Exposition du systéme de’ Fourier, 1845; Principes du socialisme, 1847; Théorie du droit de propriété et du droit an travail, 1848, 92 LA EPOCA DE LAS GRANDES ESPERANZAS (1815-1848) los servicios generales (1860), el asilo-nido y el asilo infantil (1862), las escuelas, el teatro (1869), los bafios y la lavanderia (1870). En 1880 Godin establecié una cooperativa entre sus operatios, a quienes confid la direccién de la fabrica y del Familisterio. Lavedan afirma que la cooperativa todavia desarrollaba sus actividades a comienzo de 1939, hasta tal punto habia crecido el establecimiento primitivo. La teoria de Godin, expuesta en su libro Solutions sociales,41 deriva del principio cooperativo de Fourier, y establece que el beneficio sea dividido en proporcién a cuatro factores: la compensacién a los trabajadores, el interés del capital, los derechos de los inventores y el fondo de seguridad social. Pero la vitalidad del movimiento depende de dos im- portantes innovaciones: el caracter industrial, no agrico- la, de la empresa productiva, y de la renuncia a la vida en comtin de Falansterio, con las fantasticas consecuen- .cias ptevistas por Fourier. Alli todas las familias tienen su alojamiento particular, y el Familisterio protege su autonomia, asegurandoles inclusive las ventajas de los servicios comunes y facilitando sus relaciones. Asi se anticipa, con singular precisién, el razonamiento que constituye la base de la waité d'habitation de Le Corbu- sier: La economia del suelo deja libre en torno del Familisterio un gran espacio, dispuesto en parques, de casi 20 acres. Cada alojamiento tiene ventanas que se abren sobre el parque, tanto delante como en la parte posterior y en los flancos [.... Como frente al Familisterio no se levanta edificio alguno, no hay vecinos curiosos que miren a través de las ventanas, 41 Publicado en Paris en 1870 y conocido principalmente por la traduccién de E. Howland, que aparecié por entregas en el periddico «Social Solutions», en 1886. 93 ORIGENES DEL URBANISMO MODERNO cerradas o abiertas. En las tardes de buen tiempo, en verano, los habitantes cerrarén sdlo la puerta que comunica con el gran hall, y delante de la ventana abierta se podra gozar de la pipao el libro, al amparo de las mitadas, como si se tratase del propietario de una casa de campo aislada en sus terrenos propios. 42 Un complicado sistema escolastico satisface las necesi- dades de los jévenes, desde el nacimiento hasta la edad €n que se encuentran en condiciones de trabajar: En el Familisterio la educacién esta organizada en siete divisiones, cada una con su cuerpo de dirigentes ¢ instructo- res, sus locales y oficinas. Estas divisiones corresponden a la edad de los nifios: * 1. el «nido», para nifios desde su nacimiento hasta los 26 0 28 meses; 2. el «pouponnat», para nifios desde la edad en que comien- zan a caminar hasta los 4 afios; el «bambinat», de los 4 a los 6 afios; la «tercera clase», de 6 a 8 afios; la «segunda clase», de 8 a 10 afios; la «primera clase», de 10 a 13 afios; el «curso superior», para los que contintian los estudios, luego de haber demostrado diversos talentos; 8. el «aprendizajen; ingreso de los jévenes en la vida pro- ductiva, que se produce gradualmente en la fabrica, Pueden clegir entre las distintas ocupaciones que se les ofrece en el Familisterio, y el aprendiz recibe muy pronto el precio de su trabajo. 43 SU Sos 42 B, Owen Greening, The co-operative Traveller Abroad, en «Social Solutions», nim. 6, 6 de agosto de 1886 (es el relato de una visita a Guise. El periédico servia para difundir la iniciativa de ‘Topolobam- po, en México, de la cual habla E, Howard en el cap. 1X de Tomo- row). 48 J. B. Godin, Social solutions, en «Social Solutions», nim. 10, 8 de setiembre de 1886. 94 LA EPOCA DE LAS GRANDES ESPERANZAS (1815-1848) 24 y 25. (Paginas siguientes.) Planta del Falansterio de Guise (de J. B. Godin, Solutiones sociales, 1871). A patio interno; a corredores en la planta baja; > escaleras del sétano al tico; ¢ corredores en todos los pisos; d galerias de circula- cin; e retretes y desagiies en todos los pisos (las lineas de puntos indican los drenajes fuera del edificio; f bocas de riego para incendios en todos los pisos; g vertederos para los desperdicios; 4 cuartos de baiio con bafteras y duchas; i almacenes y tiendas pata la venta de articulos de farmacia, vinos, licores, metcetia, textil, calzado, etcétera. B Asilo y nido: j asilo; & habitaciones para cunas y dormitorios de las nurses; I la promenade, para ayudar a los nifios a caminar; m oficina; » servicios para las nurses y los niiios; 0 espacio para los primeros ejercicios gimnasticos de los nifios de dos a cuatro afios; p cuarto para el descanso y las primeras lecciones de los nifios de cuatro afios; 7 corredor cubierto exterior, que comunica con los prados y jardines. C Escuelas: r corredor de acceso; ¢ sala para las reuniones generales de las escuelas, para las asambleas y las representaciones teatrales; + bambinat, paxa los nifios de 4 a 6 afios; # aula para la tercera division (nifios de 6 a 8 afios); » aula para la segunda division (8 a 10 afios); x aula para la primera division (10 afios y mas); J escenario del teatro; x vestibulo en la planta baja, que funciona como sala de descanso del teatro; arriba, salas de musica y conferen- cias; x’ servicios higiénicos. D Corte de los edificios anexos: a’ matadero y depésito de carne; 4°, & cocinas; ¢ restaurante; d’ billares y otros juegos; &’, &’, € cocheras; /', ”, f establos, porquerizas, gallineros; g’, g’ horno; +”, BP café, casino (club); 7”, 7 talleres varios. E Lavanderia, baios y piscina: 7 oficina; &’, & lavadero; 2, 2, P pilas de lavar; m’ pilas para enjuagar; 1° secaderos; ¢’ cuattos de baiio; p” baftos privados; q piscina cubierta. F Fabrica de gas. 95 ORIGENES DEL URBANISMO MODERNO LA EPOCA DE LAS GRANDES ESPERANZAS (1815-1848) 96 97 98 ORIGENES DEL URBANISMO MODERNO LA EPOCA DE LAS GRANDES ESPERANZAS (1815-1848) L aha a Vs yg — AY ON SE = a z \ Es 1» oa fice ) ‘ ae & mat Bh _ : 4 “ht . "oY 1 i ' _t ttt 99 ae = 26 y 27. (Paginas precedentes.) Seccidn trasversal y planta del Fami- listerio (de Godin). Explicacién de Godin para la seccién: A Subterraneo; # sétanos; ¢ corredores; d canalizaciones para las tuberias de agua que alimentan a los cuatro pisos y al depésito en el desyan; ¢ acceso externo, al nivel de la fachada; / sétanos bajo el patio; g galerfas subterrineas de ventilacién; » aperturas en las galerfas subterraneas de ventilacién; i conductos de ventilacién de los departamentos entre los arcos de los sétanos y Ia planta baja. B Planta baja y pisos superiores: 7 entradas a las galerias, pasajes, escaleras, tuberfés de agua; & galerfas de circulacién general; / puettas de ingreso a los departamentos. © Cubierta de vidrio sobre el patio y las galerias: m desagiies (para la luvia bajo la cubierta de vidrio y sobre los aleros internos del techo); # pabellén sobre la cubierta de vidrio, para la ventilacion. D Interior de los departamentos: 0 puerta de ingreso al vestibulo; p despensa; g armario; r apertura en el muro que permite la coloca- cién de una puerta para agrandar rapida y ficilmente cualquier departamento en cualquier momento; s canales de aire de las chime- neas para la ventilacién de los departamentos. E Desvan: ¢ corredores. 100 28. Vista del Familisterio (de Godin). A la izquierda, los tres cuerpos de los edificios residenciales, circundados por la curva del rio; delante, los talleres y edificios que comprenden las escuelas y el teatro, A la derecha, las fabricas y las primeras casas de la ciudad de Guise. 101 ORIGENES DEL URBANISMO MODERNO 29. El complejo de Guise tal como se encuentra hoy (de Aucelle): 2 el Familisterio; 3 los edificios con los nuevos alojamientos construi- dos después de 1886 ; 5 las escuelas y el teatro; 6 talleres; 7 lavanderia y batios. 102 LA EPOCA DE LAS GRANDES ESPERANZAS (1815-1848) Las dos primeras divisiones se retinen en un edificio de un piso, unido al Familisterio por un pasaje cubierto; hasta los dos afios los nifios estan en la sala-cuna o juegan, vigilados por las enfermeras, en un espacio ade- cuado, que comunica con un terrado cubierto, al mismo nivel. Alli aprenden a caminar mediante «un doble paseo circular. Es otra invencién cooperativa [...]. Se puede ver a los nifios que se arrastran y se tambalean hasta llegar al paseo, se levantan apoyandose en la baranda y comienzan a andar en citculo», En la seccién contigua los nifios de dos a cuatro afios aprenden «a hablar correc- tamente, a contar, a cantar y bailar, a formar circulos y cuadrados, en juegos pacificos, a entender los cuadros de las paredesy, 4 Las escuelas propiamente dichas, para los de cuatro a trece afios, se encuentran ubicadas en otro edificio de dos pisos, frente a la fachada del Familisterio; entre los dos cuerpos simétricos de las aulas se halla el teatro, que sirve también como aula magna para las reuniones y tepresentaciones de los estudiantes. Junto con las Figs. 24, 25 y 26 ofrecemos las explicacio- nes originales de Godin, que incluyen todos los demas detalles. La comunidad comprendia, en 1886, cerca de cuatrocientas familias, y debe ser considerada el experi- mento mas feliz de todos los intentados en el siglo xx por los tedricos del socialismo. 45 La tradicion igualitaria y Cabet Durante los movimientos de 1830 y 1848 aparece ince- santemente el recuerdo de la revolucién de 1789, a la 44 J.B. Godin, loc. cif., nim. 5, 16 de julio de 1886. 45 Pero también él fue juzgado negativamente por la critica marxis- ta, en el «Socialistey de Paris, de 1886. Cfr. F. Engels, La cuestién de la vivienda, ed. Lainato, B, Aites, 1946, pag. 75. 103 ORIGENES DEL URBANISMO MODERNO que siguen vinculadas las experiencias y sentimentos de todo el pueblo francés. Entre los episodios de la revolu- cidn, se recuerda con particular insistencia la conjura de Babeuf en 1796, vuelta a la actualidad por obra de Filippo Buonarroti, que en 1828 publica la Conspiracién pour Pégalité, dite de Babenf. En la conspiracion de 1796, es precisamente esa vision teorica de la futura sociedad igualitaria lo que justifica la iniciativa politica, presentandosenos aquella sumaria- mente en los documentos de los conspiradotes a los que Buonarroti darfa precisién mas tarde. En ese cuadro no falta el aspecto urbanistico, Buonarroti escribe: Puesto que la desigualdad de las fortunas ha condenado a unos a un trabajo agotador, a otros a una inercia corruptora, el campo ha absorbido a unos pocos habitantes, a menudo insuficientes para las necesidades de los cultivos, pero siempre extenuados por el exceso de fatiga. Se ha acumulado en la ciudad un exceso de la poblaciéa, bien para disipar en el ocio las tiquezas producidas por los campesinos, bien para procurarse faciles medios de subsistencia, al servicio de la voluntad de los ricos 0 de los engranajes de la administra- cién publica. Para acercarse a la igualdad, la sociedad habria tenido necesariamente que climinar esas enormes aglomera- ciones destructoras de la moral de la poblacién. Los hombres 2 quienes habria sido justo devolver al trabajo habrian vuelto junto a quienes estan sobrecargados de él, para aliviarlos. Los ciudadanos industriosos habrian ido a embellecer la vida de quienes los alimentan; la simplificacién del gobierno habria alejado a esa multitud de empleados, alejados de la agricultura y las artes utiles. Y'el mantenimiento del orden, que depende de la precisién de cada uno en la ejecucién de sus distintas obligaciones, habria sido entonces incompatible con esa acu- mulacién de gente en la cual resulta tan facil sustraer las actividades de uno a la censuta publica. No més una capital, no mas grandes ciudades; poco a poco el pais se habra cubierto de aldeas construidas en los 104 LA EPOCA DE LAS GRANDES ESPERANZAS (1815-1848) lugates mds sanos y cémodos, dispuestas de manera que puedan comunicarse entre si con facilidad a través de caminos y de numerosos canales, que en beneficio del interés general se abrirfan en todas direcciones [...]. Como todos deberian someterse a la ley suprema de la igualdad, la suntuosidad de los castillos habria cedido lugar a la salubridad, la comodi- dad y la limpieza de todas las habitaciones, dispuestas con elegante simetria, para el placer de la vista y para el manteni- miento del orden publico. Cuando ya no existan palacios, no existirin tampoco tugu- rios, Las casas seran sencillas y la magnificencia de la arquitec- tura, y de las artes que destacan su belleza, estaré reservada alos almacenes publicos, los anfiteatros, estadios, acueductos, puentes, canales, plazas, archivos, bibliotecas, y sobre todo alos lugares dedicados a las deliberaciones de los magistrados y al ejercicio de la soberania popular. 4 Por lo tanto es preciso considerar a Buonarroti, junta- mente con Saint-Simon y Fourier, como la tercera fuente importante del pensamiento utopista francés posterior a 1830, y segtin Jules Prudhommeaux fue el inspirador directo de Etienne Cabet (1788-1856). Cabet particip6 en forma activa en la revolucién de 1830, y fue nombrado procurador general en Corcega, pero pronto entré en conflicto con el gobierno orleanista y fue exiliado a Inglaterra, donde conocié a Owen. Alli escribi6 una novela utopista, Voyage en Icarie, que se publicé en 1840, cuando pudo regresar a Francia tras Ja amnistia de 1839.47 La novela —quizds inspirada en la Utopia de Tomas Moro— describe un pais imaginario, Icaria, y su capital, Icara. Es ésta una gran metropolis, atravesada por un rfo rectilineo y construida sobre un plano perfectamente 46 F, Buonarroti, op. cit. : 4? Las teorias de Cabet son expuestas en sus obras histéricas: Histoire de la révolution de 1830, 1831; Histoire de la révolution francaise, 1840, y en Le vrai christianisme de Jésus Christ, 1846. 105 ORIGENES DEL URBANISMO MODERNO geométrico, con las calles en damero atravesadas por dos anillos de boulevards. La organizacién colectiva de la economia ha eliminado el comercio al por menor, y por lo tanto las tiendas, que son sustituidas por almacenes y afé/iers estatales. Los cementerios, las fabricas y los hospitales se encuen- tran fuera de la ciudad, en medio de espacios verdes. La circulacion esta regulada a fin de garantizar la seguri- dad de los peatones; éstos recorren adecuados pasajes cubiertos, en tanto que los vehiculos circulan por cami- nos apropiados, de los cuales no pueden salir; es obligato- tio conservar la derecha. La ciudad comprende sesenta barrios, cada uno de los cuales «lleva el nombre de una de las naciones princi- pales». En cada calle las casas son iguales y «representan las graciosas casas de los paises extranjeros». 48 Cabet explicé su programa politico —el comunismo integral, al cual se legarfa por la persuasién, no por la violencia— en el periddico «Le Populaire», y reunid un discreto grupo de seguidores. En mayo de 1847, estimulado por el éxito, publicé un manifiesto titulado Allons en Icarie, y difundio simultaneamente un folleto, Réalisation de la communauté @Icarie, en cl cual anuncid que podia contar con 10.000 0 20.000 hombres para Nevar a la practica su programa. En diciembre anuncio que el lugar previamente elegido se encontraba en Texas, donde la compaififa Peters, conce- sionaria de los terrenos gubernamentales, habria puesto a su disposicién «mas de un millén de acres». 49 48 Cit. en P. Lavedan, Histoire de Purbanisme, épogne contemporaine, Paris, 1952, pig, 86. 49 Es probable que Cabet haya entrado en contacto con la compa- fifa Peters por sugerencia de Owen, quien habia efectuado una tentativa andloga en 1828. La historia de las colonias icarias en Estados Unidos es relatada y documentada ampliamente en J. Prud- hommeaux, Histoire de la communauté icarienne, Nimes, 1906, 106 LA EPOCA DE LAS GRANDES ESPERANZAS (1815-1848) El 3 de febrero de 1848 una vanguardia de 69 personas se embarco en Le Havre, pero pocos dias después estallé la revolucién, y la mayorfa de los partidarios de Cabet renunci6 a partir. El propio Cabet participé en las prime- ras fases del movimiento e¢ intervino sin éxito en las elecciones de abril para la Asamblea Constituyente. Entretanto la vanguardia llegé al lugar prefijado y comprob6 que la concesién estaba dividida en lotes sepa- rados de 320 hectdreas cada uno. Asi, luego de un vano intento de establecerse en algunos lotes, se retiré a Nueva Orleans, donde en 1848 se le reunieron otros cuatrocien- tos compafieros, Cabet se unié a sus partidarios en di- ciembre, los reanimé y obtuvo un nuevo terreno en Illinois; adquitié la aldea y la propiedad de Nauvoo, en las orillas del Mississippi a los mormones de Brigham Young. Los icarianos llegaron a Nauvoo en marzo de 1849, y construyeron alli su ciudad, utilizando los edificios y las ruinas dejados por los mormones. Pero debido a las defecciones y las enfermedades habia quedado redu- cidos a 260. Establecieron un comedor para las comidas en comin, una escuela, una biblioteca y un teatro, muy frecuentado inclusive por los habitantes de los contornos. Las familias se alojaban en departamentos individuales, y los solteros en habitaciones con dos camas.50 50 He aqui una descripcidn de los principales edificios de Nauvoo. La escuela: «Bl edificio mas destacado de la colonia eta la escuela, construida totalmente en piedra tallada, con los escombros del templo mormén. Desde lejos parecia hecha de marmol blanco. Dividida en dos compartimientos, podia recibir de 30 a 40 nifios, y otras tantas muchachas. La sala para las clases, bastante espaciosa, y los dormitorios, en los cuales las camas se encontraban bien separadas entre si, me llamaron la atencién por su gran limpieza, Dos vastos patios sombreados de acacias permitian que los nifios de ambos sexos dedicaran sus horas de recreacién a diversos juegos, al aire libre. El cultivo de plantas de flores en pequefios cercados les 107 ORIGENES DEL URBANISMO MODERNO Pero la vida de la comunidad siguid siendo precaria debido a las dificultades econdémicas y a las disensiones internas. En 1856 se llegé a una verdadera escisién, y una minoria de partidarios de Cabet se trasladé a St. Louis, donde el fundador de Icaria fallecié en noviem- bre. Sus discipulos se organizaron en Cheltenham, en los suburbios de la ciudad, pero quedaron reducidos a menos de veinte y se disolvieron en 1864. Entretanto la mayorfa que habia quedado en Nauvoo, decidié vender los bienes comunes, y en 1860 emigré a Corning, en lowa, donde finalmente encontré un arre- glo conveniente en una propiedad de 3.000 acres. Alli los 35 sobrevivientes realizaron su ciudad ideal, y logra- ron cierta prosperidad. En 1875, cuando el viajero francés A. Massoulard visité Icaria, los habitantes eran ya 75, procuraba descanso de las fatigas mentales, y la gimnasia interrumpia agradablemente sus estudios. Nifios y nifias se acostumbraban, asi, a los trabajos manuales. Unos recogfan lefia para la calefaccién, distribuian el agua, acarreaban. los alimentos. Las otras lavaban los cacharros de cocina, las hortalizas o la fruta, doblaban las paginas impresas [para la imprenta icariana]. Ademés, para las nifias, habia un taller de sastreria en el cual se confeccionaban las ropas de los pensionados» (Holynski, en «Revue Socialister, setiembre de 1892, pag. 296, cit. en J. Prudhommeaux, op. cif., pag. 133). La imprenta: «Nuestra imprenta compone en francés, inglés y aleman. Ha impreso tres periddicos en estos tres idiomas, numerosos folletos, manifiestos, etc., para las necesidades de la administracion interna. La imprenta icariana trabaja también para afuera y obtiene sumas més 0 menos importantes» (Informe sobre la sitwacién en 1855, publicado en «Colonie Icariennen, pag. 159; op. cit., pag. 109). El comedor: «Hay doce puertas y doce ventanas. Se entra por la puerta que da al atrio del templo, y por las otras cuando es necesario. Dos puertas comunican con la cocina, y por una de ellas los platos salen de la cocina sobre largos tieles. El pan se encuentra dentro de un largo buffet, y sobre él, y en otto buffet pequefio, hay una fuente con agua para beber» (Informe cit., pags. 111-112; op. cif., pag. 109). 108 LA EPOCA DE LAS GRANDES ESPERANZAS (1815-1848) y la disposicién de las casas recuerda el paralelogramo de Owen: Icaria se encuentra situada casi en el centro de la propiedad. Los icarianos Ilaman «la Ciudad» (vé//e) al conjunto de las viviendas. En el medio se encuentra el comedor, situado en el centro de una vasta plaza cuadrada. Tres lados del cuadrado estén ocupados por casas sepatadas entre si, y en los espacios libres se cultivan jardines decorativos. El cuarto lado esta destinado a los servicios comunes, lavanderia, pana- deria, etc. La ubicacién es agradable, en una colina, una de cuyas laderas se extiende en forma de prado hacia un arroyuclo, en la que se encuentra, mas 0 menos a una milla de distancia, él molino. La otra, cubierta por un bosque prdximo a la ciudad, esta dispuesta para cuando se la quiera transformar en un espléndido jardin. La edificacién esta en otra colina, aun cuarto de milla. Mas alla, a una milla, aproximadamente, se encuentran los campos cultivados. Nada mas alegre que el aspecto de Icaria. El gran edificio del comedor, encuadtado en semicirculo por las casitas, se halla adosado a un bosque denso, que hace resaltar las casitas pintadas de blanco. Arboles frutales y exdticos, prados y flores, separan agradablemente las diversas partes de la aldea. Por desgracia no hay agua, y ello constituye un grave inconve- niente, porque hace necesario un servicio de transporte que ocupa a un hombre y un carro durante medio dia. Ademis, ello obliga a realizar economias en el uso del agua, inclusive grandes economias. Los alojamientos se componen en general de dos habitacio- nes, una de las cuales sitve de sala y la otra de dormitorio. En el piso superior, en el desvin, dos dormitorios pequefios para los hijos.5! Pero en 1879 una nueva escisidn tutbé este cuadro idilico. La propiedad fue dividida en dos partes, y una fraccién, de tendencia socialista, quedé como propietaria 51 J, Prudhommeaux, of. cit., pag. 292. 109 ORIGENES DEL URBANISMO MODERNO de la aldea, aunque poco mas tarde, reducida a 20 perso- nas, se traslad6 a California, donde fundé Icaria-Esperan- za, que funciono hasta 1887. La segunda fraccién se establecié a cerca de una milla de la aldea precedente, y fundé Nueva Icaria, tratando con obstinacién de reconstruir el arménico ambiente sofiado desde-el principio: En el verano de 1879 se trazé el plano de la futura aldea. Los jefes de la comunidad se improvisaron como arquitectos y determinaron, a derecha ¢ izquierda del lugar destinado el gran salon, el de-las habitaciones y de las construcciones: anexas [...]; en setiembre de 1879 una primera casa, trasporta- da sobre rodillos de madera, ocupé en la plaza el lugar designado. En los afios posteriores otras siguieron el mismo camino, y luego otras mas, asi como el salon destinado a convertitse en el centro de la vida comunitaria. Gracias al trabajo empecinado de padres e€ hijos, hierbas y malezas terminaron por dejar paso a bosquccillos, prados, jardines plantados con frutales, huertos encuadrados placenteramente de flores, Algunos emparrados crecieron prometiendo un repaso contra los ardores del estio; banquetas rtisticas invita- ban a los paseantes al reposo, Un columpio, un campio de criquet, ofrecian diversién a la juventud. En poco tiempo, dos afios, la explanada fue trasformada en un parque al cual se acudia en busca de placer desde todos los puntos del contorno, 52 52. De los testimonios de los sobrevivientes, relatados por J. Prud- hommeaux, of. cit., pags. 390-391. Las relaciones de Owen y de Cabet con las sectas protestantes norteamericanas sugieren una com- paracién entre la comunidad socialista y la de origen religioso, que ain no se ha intentado. Los «Harmonists», fundados por el aleman George Rapp, se establecieron en Pennsylvania, en Indiana (donde en 1825 cedieron 2 Owen la aldea de Harmony) y luego en Economy, cerca de Pittsburg. Otras comunidades fundadas por reformadores alemanes son Amana, Zoar, Bethel y Aurora. Los «Perfectionists» de John H. Noyes construyeron en 1842 Oneid, en el Estado de Nueva York (cfr. J. H. Noyes, History of American 110 LA EPOCA DE LAS GRANDES ESPERANZAS (1815-1848) 30. El edificio comunitario en la aldea rappita de Economy (de C. Tannard, The City of Man). Nueva Icaria continud viviendo modestamente hasta 1895, en que la comunidad se disolvid, distribuyendo el patrimonio entre los 21 que tenian derecho a ello. Asi se produjo una especie de reductio ad absurdum del ambicioso programa de Cabet, y la idea de Ja gran metrépolis condujo a la formacién de aldeas rurales cada vez mas exiguas, hasta llegar a las dimensiones de empre- sas ptivadas normales. Socialists, Filadelfia, 1870). El violinista noruego Ole B. Bull se establecié en Norteamérica en 1852, y alli fundé sucesivamente Oleona, New Norway, New Bergen y Walhalla (cfr. M. Smith, The life of Ole Bull, Princeton, 1943), Son de particular importancia las ciudades fundadas por los mormones: Nauvoo en 1839 (cedida luego a Cabet) y Salt Lake City en 1847. 111 ORIGENES DEL URBANISMO MODERNO. El relato de las dificultades y los fracasos de los promo- tores de las utopias del siglo xx hace pensar en una gran cantidad de enetgias petdidas; la falta de éxito en el terreno concteto parece confirmar el duro juicio tedrico expresado al respecto por los escritores marxistas. En el Manifiesto del Partido Comunista de 1848 se lee: Los inventores de estos sistemas, sin embargo, se dan cuenta del antagonismo de las clases, asi como de la accion de los elementos destructores dentro de la misma sociedad. Pero no advierten del lado del proletariado ninguna iniciativa hist6rica, ningun movimiento politico que le sea propio. Como el desarrollo del antagonismo de clases va a la par con el de la industria, tampoco pueden encontrar las condiciones materiales de la emancipacion del proletariado, y se lanzan en busca de una ciencia social, de leyes sociales que permitan crear esas condiciones. En lugar de la actividad social ponen la actividad de su propio ingenio; en lugar de las condiciones historicas de Ia emancipacién, condiciones fantésticas; en lugar de la orga- nizacién gradual del proletariado como clase, una organiza- cién de la sociedad inventada por ellos. La historia futura del mundo se reduce para ellos a la propaganda y ejecucién practica de sus planes sociales, [...] Repudian, por eso, toda acci6n politica, y en particular toda accion revolucionaria; se proponen alcanzar su objetivo pot medios pacificos, inten- tan abrir camino al nuevo evangelio social valiéndose de la fuerza del ejemplo, por medio de pequefios experimentos que, naturalmente, fracasan siempre. Estas fantasticas descripciones de la sociedad futura, que surgen en una época en la que el proletariado, todavia muy poco desarrollado, considera su propia situacién de una mane- ra también fantéstica, tienen su origen en las primeras aspira- ciones de los obreros que, llenas de profundo presentimiento, tienden a una completa transformacién de la sociedad. Mas estas obras socialistas y comunistas encierran también elementos criticos. Atacan todas las bases de la sociedad existente. Y de este modo han proporcionado materiales 112 LA EPOCA DE LAS GRANDES ESPERANZAS (1815-1848) de gran valor para instruir a los obreros. Sus tesis positivas referentes a la gran sociedad futura, tales como la desaparicion del contraste entre la ciudad y el campo, la abolicion de la familia, de la ganancia priyada y del trabajo asalariado, la proclamacion de la armonia social y la transformacién del Estado en una simple administracién de la produccidn: todas estas tesis no hacen sino enunciar la desaparicién del antago- nismo de las clases, antagonismo que comienza solamente a perfilarse y del que los inventores de sistemas no conocen todavia sino las primeras formas indistintas y confusas.58 Pero en la distancia del tiempo, este juicio es sin duda correcto. Las «primetas aspiraciones, llenas de pro- fundo presentimiento», que surgen de estas experiencias, superan en ciertos aspectos los esquemas clasicos del marxismo, y anticipan la exigencia actual de volver a considerar, por partes, los problemas politicos y econé- micos, asi como observarlos englobados en una unica formula programatica. Las soluciones ofrecidas al problema de la ciudad mo- derna son abstractas y esquematicas, pues carecen de una valoracién tealista de los vinculos existentes entre los programas urbanisticos y el desarrollo general de las relaciones econdémicas y sociales, por lo que facilitan la ilusién de que el ordenamiento urbanistico y el ordena- miento social se identifican entre si, y de que el segundo puede ser construido con los ritmos y los métodos del primero. Sin embargo, pattiendo de un anilisis directo de las relaciones econémicas, Marx y Engels aceptan implicita- mente esa identidad, invirtiendo los dos términos y supo- niendo que las modificaciones urbanisticas son una conse- cuencia necesaria de las relaciones sociales modificadas: 53 C. Marx y F. Engels, Manifiesto del Partido Comunista, en Obras escogidas, ed. Cartago, Buenos Aires, 1957, pag. 33. 113 ORIGENES DEL URBANISMO MODERNO. de ahi la indiferencia hacia el problema urbanistico y la indeterminacién de las previsiones respecto a las for- mas de ordenamiento constructivo en la sociedad futu- ra,54 La tendencia de los utopistas a intervenir en el acto, sin esperar una reforma general de la sociedad, adquiere en ese sentido un valor permanente de estimulo, y la ciudad ideal por ellos imaginada entra en la cultura urbanistica moderna como un modelo henchido de gene- rosidad y de simpatia humana, muy distinto de la ciudad ideal del Renacimiento. Las esquematicas descripciones de Owen, de Fourier y de Cabet, constituyen, ademas, el gran venero de ideas del que saldran luego las experiencias urbanisticas del petiodo posterior, hasta la actualidad. Es facil advertir la impresionante semejanza que existe entre algunas de sus proposiciones —la «unidad de vivienda» con un numero fijo de habitantes, las instalaciones centralizadas, los edificios centralizados, la rue intérienre, la circulacién en la planta baja— y ciertas soluciones de la arquitectura moderna. También el nimero de habitantes previsto en el paralelogramo de Owen (1.200) y en el Falansterio de Fourier (1.620) se asemeja al de la wnité @habitation de Le Corbusier, y la densidad indicada por Owen, de un acre por habitante, es la misma que indica Wright para Broadacre City. La investigacion tedrica de los reformadores socialistas sera utilizada por Howard en las garden cities y por los diseftadores alemanes en las Sied/nngen de la primeta pos- guerta, empobreciendo el concepto de la ciudad ideal 54 «Querer resolver la cuestién de la vivienda manteniendo las grandes ciudades modernas, es un contrasentido. Estas grandes ciu- dades modernas podran ser suprimidas sdlo por la abolicién del modo de produccién capitalistay (cfr. F. Engels, La cwestion de la vivienda, ed. cit., pag. 74). 114 LA EPOCA DE LAS GRANDES ESPERANZAS (1815-1848) hasta hacer de ella un elemento subalterno de la metrépo- lis moderna: el barrio satélite més o menos independien- te. Pero los programas y las iniciativas nacidos antes de 1848 siguen existiendo en nuestra cultura para indicar un nivel mucho mas ambicioso, a saber, la organizacion de todo el paisaje urbano y rural sobre la base de nuevas relaciones econdmicas y sociales. 115

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