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Cuando
el
pensamiento
científico
convencional
redefinió
oficialmente
la

o agricultura
como
una
rama
de
la
industria,
relegó
al
campesinado
a
la
posición
de

N 1 6/2010
 residuo
anacrónico
que
inevitablemente
habría
de
ser
sacrificado
en
los
altares

de
la
modernidad.



 
 
 
 
 S.
Giner
&
E.
Sevilla
Guzmán

o p ú s c u l o 
 
 
 
 
 



Hoy
día
muchos
aún
ven
la
agricultura
como
un
algo
arcaico
con
lo
que
no

pueden
relacionarse;
como
un
anticuado
obstáculo
frente
al
“verdadero”


AUUF
desarrollo
económico:
la
industria.
Mientras
ellos
piensan
eso,
unos
pocos

se
van
adueñando
cada
vez
de
más
recursos
y
medios
alimentarios.


No
es
coincidencia
que
sean
esos
muchos
,
los
pobres;
quienes
en
el

supermercado
compran
productos
de
calidad
cuestionable
y
comida

Agricultura Universitaria por una Urbe Fértil chatarra
sólo
por
ser
barata;
quienes
padecen
de
hambruna,
de
obesidad

u
otros
desórdenes
alimentarios;
quienes
enferman
por
falta
o
por
exceso



de
alimentos
y
dependen
de
medicamentos
que
no
pueden
costear.
Cada

día
pertenecemos
a
ese
grupo
de
los
muchos
un
poco
más.


La
prioridad
de
la
industria
alimentaria
no
es
alimentar
saludablemente
a

los
pueblos,
sino
obtener
ganancia
mediante
la
creación
de
pueblos

dependientes
de
productos
agrícolas
provenientes
del
exterior.
Por

ejemplo,
Puerto
Rico
importa
el
90%
de
lo
que
consume,
pues
sale
más

denuncia barato
que
producirlo
aquí.


Con
el
fin
de
abaratar
los
precios,
la
industria
produce
más
de
lo
que

necesita
de
un
sólo
cultivo
en
específico,
provocando
así
la
eventual

infertilidad
de
los
suelos
y
la
pérdida
de
variedades
locales
de
cultivos.
A

raíz
de
esto,
se
ha
dedicado
a
modificar
genéticamente
ciertos
alimentos

para
aumentar
su
tamaño
y
cantidad,
pero
arriesgando
la
salud
del

pueblo.


inseguridad alimentaria , La
producción
local
sufre
y
obliga
a
más
agricultores
a
abandonar
sus



prácticas
agrícolas
tradicionales.
Muchos
dejan
el
campo
por
una
nueva

descontento social esclavitud
laboral
en
la
ciudad.

y 

desafío ambiental


 
 
 
 
 2



 


Allí,
el
alza
en
el
costo
de
vida
se
traga
el
bolsillo
del
pueblo.
Los
 Alternativas:
propietarios
de
negocios
dejan
de
emplear,
la
bancarrota
les
cae
encima
y

no
les
queda
de
otra
que
unirse
al
ya
abultado
contingente
de
 ­


Comunicación
y
movilización
social

desempleados.
 ­


Defensa
y
protección
del
agua
y
de
las
tierras


 ­


Exigir
al
mercado
productos
del
país

Sumado
a
esto,
los
despidos
masivos,
nuevos
impuestos
y
recortes
de


 ­


Crear
huertos
familiares
y
comunitarios

presupuesto
en
el
sector
público,
producto
de
la
Ley
7.
“Emergencia”
 ­


Crear
un
banco
de
semillas
familiar
y
nacional

fiscal
que
busca
infundir
miedo
y
ansiedad

en
muchos
y
que,
a
cuesta
de

­


Sembrar
en
las
ciudades
(terrenos
baldíos,
techos)

ellos,
unos
pocos
se
salven.

­


Trabajar
fincas
a
pequeña

y
mediana
escala

La
raíz
de
esta
violencia
sistémica
está
en
que
nuestra
economía
fue
 ­


Granjas‐Escuelas

diseñada
para
funcionar
en
un
mundo
donde
los
combustibles
fósiles
no
 ­


Programa
de
composta
nacional

renovables,
fuente
principal
de
energía,
son
eternamente
abundantes
y
 ­


Adiestramientos
en
práctica
de
cultivo
y
mercadeo

baratos.

 ­


Aumentar
la
producción
de
vegetales,
viandas
y
grano

­


Recuperar
el
saber
popular
ancestral
del
cultivo

Hoy
día
su
cantidad
es
limitada,
su
demanda
es
alta
y
los
dueños
de
ese


recurso
la
venden
a
precios
increíblemente
altos.
Por
eso,
tanto
los
costos

­


Dignificar
la
labor
del
trabajador
agrícola

de
producción
y
consumo
de
alimentos
(y
de
todo
lo
demás)
andan
por
 ­


Huertos
en
Escuelas
y
Universidades

las
nubes:
toda
maquinaria
necesita
combustible
como
fuente
de
energía.
 

Mientras
las
leyes
se
sigan
construyendo
alrededor
de
ese
tipo
de

 

industrialismo
que
responde
a
intereses
privados,
fieles
a
la
ecuación

“industrialismo
=
progreso”
y,
mientras
los
medios
publicitarios
se
 AUUF es
un
grupo
interdiciplinario
que
promueve,
en
el
espacio

diviertan
alimentando
nuestro
imaginario
y
vendiéndonos
la

“energía
 del
huerto,
una
posibilidad
de
intercambio
entre
miembros
de

gris”
como
una
esencial
y
necesaria
para
mover
el
motor
del
diario
vivir,
 distintas
facultades.
Las
siguientes
organizaciones
y
proyectos
nos

seguiremos
contaminando
nuestro
medio
ambiente
y
condenándonos
a
 nutren:

muerte.


Por
eso
nos
urge
como
pueblo
tomar
consciencia
de
lo
necesario
de
una

 

reforma
agro‐ecológica
como
base
para
alcanzar
la
soberanía
alimentaria.



 



La soberanía alimentaria es el derecho de
la población a definir su política agraria y 

alimentaria. Es el acceso de aquellos sin
tierra a tener su pedacito arable y su agua
limpia. Es la priorización de la producción 

agrícola local como fuente de alimentación 

para su población. 


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