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AVN erm (Oe or en Colombia y México Siglos xx y xxi Na REO) erates ar Cr a Paes Lee) oe) CeCe eee ead iA ESTUDIAR, A LUCHAR: MOVIMIENTOS ESTUDIANTILES EN COLOMBIA Y MExIco SIGLOS XX Y XXI Alvaro Acevedo Tarazona Sergio Arturo SAnchez Parra Gabriel David Samacd Alonso (coordinadores) ¥ UNIVERSIDAD AUTONOMA DE SINALOA. MEXICO, 2014 PRIMERA PARTE: La década de los veinte 0 el tiempo de los inicios ae tes para una historia de los movimientos estudiantiles en Colombia a través de sus publicaciones periddicas (1917-1929) Sergio Andrés Salgado Pabén. ..... 200... cee ee evan e arti Clases medias, universidades y movimientos estudiantiles ‘América Latina Renate Marsiske.... . . Se ee ee 4 D.R.© Atvano ACEVEDO TaRazoNA, SERGIO ARTURO ‘Sincusz Pana, Ganeist DaviD SaMack ALONSO (coonpneapores) . D.R.© UNIVERSIDAD AUTONOMA DE SINALOA Angel Fores s/n, Centr, Culiacén, 80000 (Sinaloa) Direcct6n DE EDITORIAL SEGUNDA PARTE: Los afios setenta o el momento definitorio de la radicalizacién , Universidad en la calle: una historia politica y cultural del movimiento estudiantil en la Universidad Auténoma de Sinaloa (vas), 1970-1972 Sergio Arturo Sdnchez Parra... . 000... eee eevee ee 38 / Posiilidades interpretaivas y nuevas fuentes para pensar la historia de la accién colectiva estudiantil en Colombia en los afos setenta Gabriel Samacé Alonso y Sol Alejandra Calderén Patifio......... & V. Los «enfermos»: los discursos de la izquierda radical universitaria en Sinaloa, 1970-1974 Fotografia de portada: Movimiento estudiantil en Sinaloa en los ‘fos setenta, AHUAS. Digializacion: Jess Garcia. 188%: 978-607-737-060-4 Ppa tena on tal partial pet Graktiee welio gta Rafael Santos Cenobio . eee See us, saree ease dl ether de bo case VI. Universidad, reforma universitaria y cogobierno en la Universidad Industrial de Santander (ts), 1970-1971 ane omer en sete Alvaro Acevedo Tarazona y Rolando Malte-Arévalo........... 147 VIL. El intelectual orgénico y la relacién academia-politica en la Universidad de Narifo, 1970-1989 Maria Elena Erazo Coral TERCERA PART! Otros problemas y tiempos de los movimientos estudiantiles VII. La autonomia como demanda de las luchas estudiantiles en Colombia: de la influencia de Cordoba a la reforma de 1980 Pilar Adriana Rey Hernandez . . . . IX. El movimiento social: un campo de batalla. E] #YoSoyrs2 (mayo de 2012-febrero de 2013) Israel Garcia Solares. . X. Movilizacién y protesta estudiantl y profesoral en la Universidad Tecnolégica de Pereira (uP), 1961-2011 John Jaime Correa Ramirez, Anderson Paul Gil Pérez y Adriana Delgado Caicedo sae AUTORES . . - - 161 205 231 247 PRESENTACION Recientemente, en diferentes puntos del orbe, los jovenes volvieron a la arena piiblica como actores de primer orden en las demandas que la sociedad ha tea- izado a sus respectivos gobiernos por una vida més democratica e incluyente. La llamada Primavera Arabe y la crisis econémica que sacudié a algunas socie- dades capitalistas en Occidente tuvieron en los jévenes de distintas condicio- nes sociales, géneros y etnias, a protagonistas destacados del derrocamiento de gobiernos gerontocriticos o en el liderazgo de protestas masivas contra la tira- nia del mercado. América Latina no ha sido la excepcién, tal y como lo demos- trd el masivo movimiento de los estudiantes secundarios chilenos a mediados de la primera década del siglo xx1 y, afios mds tarde, las manifestaciones de los universitarios en contra del modelo educativo superior que priorizaba el afin de lucro por encima de la formacién de las nuevas generaciones de profesio- nales chilenos. ‘Tanto a la izquierda como alla derecha del espectro politico del continen- te en la tltima década, los estudiantes universitarios han procurado levantar su voz para denunciar lo que a su juicio constituyen faltas contra un ideal de democracia, participacidn politica e igualdad y justicia social. Entre las luchas contra el neoliberalismo educativo y la critica al suefio chileno, heredero de la dictadura de Augusto Pinochet, la defensa irrestricta de as libertades politicas en contra de una supuesta dictadura de izquierdas en la Venezuela bolivariana a cargo de los manos blancas, se ubican las movilizaciones y protestas estu- diantiles en Colombia y México, paises gobernados por coaliciones claramente 4 favor del capitalismo como sistema econdmico, como lo demuestran sus te- formas privatizadoras y su defensa acérrima del libre comercio. Inscritas en el marco de gobiernos neoliberales, las manifestaciones re- cientes de los jévenes en estos dos paises tienen en comin la bisqueda de ‘una democracia més radical y profunda. As{ se demostré con el movimiento ‘contra la eleccién del actual presidente mexicano, Enrique Peita Nieto, y con ng Ganntzs Samack ALONSO/SOL ALEIANDRA CALDERON Part Pardo, M. y M. Urrego, (s.£). El movimiento estudiantil de 1971 en Colom Recuperado el 16 de septiembre de 2009, de hitp://wwv:renovacion agisterial.org/boletin/boletin28/ponencia71 pdf. Pineda, A. (2005). Estudios criticos sobre la novela colombiana: 1990-2004. dellin: Eafit. Ruiz, M. (2002). Suefios y realidades: procesos de organizacién estudia 1954-1966. Bogoté: Universidad Nacional de Colombia, ‘Torres, M. (1992). «Perspectivas analiticas en la sociologia de la accién cole va». Estudios sociolégicos, vol. x (30), pp. 749-753. Touraine, A. (979, oct-dic.) «La voz y la mirada». Revista mexicana de so logia, vol. 41 (4), pp. 1299-1315. (a995). Produccién de la sociedad. México: UNA%/Instituto Francl de América Latina/Embajada de Francia. Villafuerte, L. (2008). Participacién politica y democracias defectuosas: El B 26n, un caso de estudio, Veracruz 1993-1998. Veracruz: Universidad Vere cruzana. V. LOS «ENFERMOS»: LOS DISCURSOS DE LA IZQUIERDA RADICAL UNIVERSITARIA EN SINALOA, 1970-1974 Rafael Santos Cenobio Si somos senfermos» [..] si enfermo es querer la revo- lucién, si enfermo es querer el cambio, si enfermo es ser consecuente, si enfermo es mostrar mayor solidaridad con los obreros y los campesinos; si enfermo es querer luna mejor Universidad, si estamos enfermos, si somos enfermos [..] Nuestra «Enfermedad» ha contagiado a lo ‘mas consciente y combativo del proletariado sinaloense, porque es la «Enfermedad» del comunismo revoluciona~ rio, el viru rojo de la revolucién proletaria. (VoLANTE DE LA Comtsi6n Coorpixanora, (CLANDESTINA DE FEDERACION DE ESTUDIANTES, ‘UNIVERSITARIOS SINALOENSES, JUNIO DE 1972) InTRopuCCION Los «enfermos» constituyeron una corriente politica que se configuré durante Ja huelga contra Armienta Calderén en la Universidad Autonoma de Sina- Joa (1970-1972). Sus cuadros provenian de las casas de estudiantes, las escue- Jas de Agricultura, Quimica, Economia y las preparatorias. Muchos de ellos militaron en la Juventud Comunista —filial del Partido Comunista Mexica- no (pcM)— organizacién con la que rompieron en 1972, momento en el cual asumieron un discurso y una accién més radical. Sus planteamientos giraban alrededor de la tesis de la universidad-fabrica, que esgrimfa como propuestas: primero, que los estudiantes y maestros, como obreros explotados y bajo la misma condicién que cualquier campesino, jornalero agricola o trabajador, formaban parte del proletariado; segundo, el movimiento estudiantil sumado ns 6 Raraet Santos CxNo! a los demas adestacamentos del proletariado» debia tomar el poder politico, establecer el socialismo. Los «enfermos» no nacieron solos, coexistieron con la agrupacién J ‘Maria Morelos (samt) —que tiene su antecedente en 1968, y cuyos principic ideolégicos se plasmaban en el periédico Perspectiva. Estos en un primi ‘momento se denominaron independientes y para fines de 1972 adoptaron nombre JMM, auungue sus adversarios radicales los apodaban los chemon Esta corriente estaba integrada por prifstas progresistas y maestros con i democriticas; en 1966 muchos de ellos participaron en los intentos de demo cratizar el Partido Revolucionario Institucional en Sinaloa. En la huelga cont el rector Armienta Calderdn impusieron su hegemonia en la direccién de k Federacién de Estudiantes Universitarios Sinaloenses (revs). Los chemon se declararon antiimperialistas y asumieron una postura nacionalista; en I tuniversidad se pronunciaron por la defensa y la consolidacién de la misma través de los drganos de cogobierno, al tiempo que enfatizaban la excelenci académica y la expulsi6n de los «enfermos», asi como la creacién de sindicato de trabajadores tanto en el campo como en la ciudad, Desde 1967 y en los aftos que siguieron hasta 1970, la Juventud Comunist —a cuyos militantes los «enfermos» bautizaron como los pescados— inicié un proceso de formacién y consolidacién de células en las escuelas de Economia, Quimica, Agricultura y sobre todo en las casas de estudiantes. En 1972, los pes: cados, en coalicién con los chemones, expulsaron de la universidad a Armienta Calderén. Los profesores y estudiantes comunistas postulaban, como piedra angular, la consolidacién de los érganos de cogobierno en la vas para evitar la intromision del Gobierno, y asi arrebatar a la «burguesfa» las direcciones de las escuelas y facultades; esto, sumado a la movilizacién permanente y organizada de estudiantes y profesores, quienes desde la universidad debian emprender con todos sus recursos una lucha al lado del campesino, de los colonos y los trabajadores. Este capitulo se enfoca en vislumbrar el contenido de la propaganda poli- tica de los wenfermos» desde su participacién en la movilizacién democritica hasta su radicalizacién. La propaganda como concepto interpreta una activi- dad o arte que pretende inducir a otras personas a comportarse de una manera determinada, distinta a la conducta que hubiera adoptado sin su existencia (Schulze, 2001: 7). Su mecanismo de difusi6n es la palabra hablada, escrita 0 impresa en todas sus formas, desde los discursos politicos hasta la poesfa épica © la novela romantica; incluye también las imagenes reproducidas de varias Los «ENFERMOS»: LOS DISCURSOS DE LA 1ZQUIERDA RADICAL. ny formas, como las esculturas, pinturas, fotografias;y se atina la arquitectura de Ia glorificacién del poder, a musica y las obras de teatro. EI presente trabajo consta de tres partes: la primera alude a la utilizacién dela caricatura politica como un instrumento de identidad y como mecanis- mo de difusin de las ideas, suefios, ideales y proyectos de los disidentes; la segunda se refiere al periddico Caminemas, érgano de difusién de los «enfer- strumento que sirvid para construir una identidad colectiva de los movilizados; y en la tercera parte se hace hincapié en los volantes, utilizados como elemento de denuncia y agitacién politica. LA CARICATURA COMO ARMA POLITICA La caricatura politica como un distintivo de os radicales fue utilizado desde el ‘movimiento estudiantil (1970-1972) contra Armienta Calderon hasta la explo- sién y desarrollo del movimiento de los «enfermos». A través de la caricatura difundieron sus ideas, ideales y proyectos, no solo para con los universitarios, sino también hacia los colons, campesinos y obreros. Como expresién plisti- ca, la caricatura representa a personas, ideas o situaciones que se realizan me- diante‘ta escultura, la pintura o el dibujo, cuyo objetivo es ridiculizar y poner énfasis en lo grotesco, irénico o divertido de los rasgos de una fisonomia, una figura o una escena peculiar (Bruneda, 1958: 11); manifestar una oposicién 0 reto al orden establecido; provocar burla que derive en menosprecio, fata de respeto y desdén, con lo que se rompe la magia de lo oculto. El poeta cémico, por ejemplo, trata de mostrar los vicios de la gente al abordar su intimidads sin embargo, él, al igual que el caricaturista, si diera a conocer la interioridad lograrfa, por el contrario, que el observador percibiera la tragedia que se oculta mas alld de ese primer plano donde la burla prohibe llegar (Fernandez, 1955: 13). En dos sentidos se mueve el lenguaje de la burla: a través de la literatura de critica social y politica, donde casi siempre esté pre- sente el burladoz, quien cominmente toma el nombre de humorista o satirico, que puede a veces ser sarcéstico 0 irdnico; y la forma plistica, para que surta su efecto, necesita ser vista y escuchada, ‘Como expresién revestida de anonimato, la caricatura cumple la funcién de preparar el ambiente, que consiste en degradar al gobierno y divertir al pueblo para luego utilizar otras armas poderosas y radicales que consumen la accién. La caricatura esté ligada a las distintas formas populates de resistencia ng, RaPat1 Santos CENoI como el chisme y el rumor. En el primero, al igual que en la caricatura, exis tuna agresién social disftazada que carece de autor, pero no de voluntarios misores que se contentan con pasarla informacién. El segundo, como forma: comunicacién anénima y vehiculo de aspiraciones y ansiedades, tiene mayot posibilidades de prosperar en los momentos que ocurren acontecimientos ponen de relieve los intereses populares. La distincién entre el chisme y el ‘mor reside en que el primero estd enfocado a arruinar la reputacién de una’ varias personas que pueden ser identificadas, mientras que el segundo no nec sariamente tiene como objeto a una persona en particular (Scott, 2000: 12-14) La caricatura politica como prictica de la lucha estudiantil y del m miento de los «enfermos» estuvo influenciada de un lado por la tradicién lite raria romantica y, en menor medida, humoristica que arrastraba la universi dad desde principios del siglo xx. La universidad tuvo una intensa activid literaria, sobre todo durante la década de los veinte, momento en que surgié revista Bohemtia Sinaloense, cuyo director era Julio G. Arce; colaboraron con! los poetas Jestis Andrade (Félix, 1985: 37) y Genaro Estrada, los estudiantes preparatoria Cecilia Sadi, Enrique Gonzélez Martinez, Sixto Osuna, Esteb Flores, Francisco Medina y Abelardo Medina Diaz. Por esas fechas aparecis la revista Sorsum, dirigida por el estudiante de quimica Juan B. Ruiz; colabo raban con él Abelardo Medina, Francisco Verdugo Félquez, Bernardo J. Gas télum y Samuel Hijar (Guerra, 1982: 8). Luego se creé la revista Vesper (1926) afios después, Hernndez. Tyler y Enrique El Guacho Félix Castro publicarom PoNo, primer periddico mural en Sinaloa, 4 ‘A mediados de los cuarenta, los estudiantes Carlos Manuel Aguirre, Max nuel Campos Caravantes, Roberto Hernandez R. y Rafael Vidales Tamayo, orientados por sus maestros Reynaldo Jr. y Félix Castro, fundaron la revista Letras de Sinaloa, la cual aghutin6 a toda una generacién de literatos sinaloen= ses, La revista centraba su atencién en la poesia, la historia y el ensayo critico, ‘Todo orientado a convertir a la universidad en un instrumento técnico del pueblo «para dominar la naturaleza, para incorporarse en el progreso, para hacer costumbre en los sentidos y en la psique de todas las gentes, el aroma azul de verde y de la poesia [..] La ciencia en el campo, en la calle, en el dolor del hombre» (Félix, 1979: 46). Un ideal, un proyecto y dos pilares de la generacién de Letras de Sinaloa: Enrique Félix Castro por un lado, inspirado en la visién socialista cardenista, buscé a toda costa la creacién de la Academia de Arte Dramético y Declama- ina fin de formar estudiantes listos para educar a los obreros y campesinos, (Quintanilla, 1996: 141); y por otra parte, Juan Eulogio Guerra Aguiluz, socia- I Los «ENFERMOS»: LOS DISCURSOS DE LA IZQUIERDA RADICAL, 9 lista, revolucionario y roméntico, sostenia que la palabra debia servir como instrumento de cambio social (Ruiz, 1994: 43). Consecuente con sus ideas, Guerra Aguiluz, a través de la poesfa revolucionaria, apoyé decididamente la Insurgencia estudiantl (1966-1972); después libré batallas en el Consejo Uni- versitario y sus letras estuvieron inclinadas a favor de los «enfermos», quienes 4 partir de abril de 1972 optaron por una postura radical. La larga tradicion literaria influy6 en la instrumentalizaci6n de la caricatura como arma poli- tica contra los adversarios, asf como mecanismo de difusién de las ideas, los suefios y proyectos de los disidentes hacia la gente que no tenfa mucha edu- cacién, Asi fue como se concretd el planteamiento de Félix Castro y Guerra Aguiluz de poner el pensamiento de los universitarios al servicio del proleta- riado, Lo anterior incidié en los usos de la caricatura politica, aunque tuvieron ‘gran peso las experiencias obtenidas de José Guadalupe Posada (1852-1913), {grabador mexicano e ilustrador de periédicos satiricos, quien popularizé las calayeras 0 calacas y esqueletos utilizados como caricaturas y satiras de la vida social y politica mexicana. Como opositoral régimen de Porfirio Diaz, publicé en el periddico El Hijo del Ahuizote distintas caricaturas en alusién a los abu- 808 del Gobierno ¥ las intrigas politicas. Su obra se entiende como un claro precedente del muralismo mexicano (José Guadalupe Posada, s.f: 3). Sin em- bargo, quien finalmente determiné en los «enfermos» la decision de retomar la caricatura como una manifestaciOn expresiva fue Eduardo del Rio, Rius. A principios de los sesenta, este se inicié como caricaturista politico al abordar ‘con una fuerte critica y con mucho humor los temas nacionales més espinosos, con lo que amplié las reglas del juego de la libertad de expresién en la prensa mexicana, En 1965 creé la famosa historieta Los supermachos, que debido a la censura tuvo que continuar en Los agachados, crénica puntual de la vida mexi- cana que sobrevivi6 hasta 1986, Para 1969, en la Casa Rafael Buelna se elaboraron risticos periédicos mu- rales, cuya estructura material, una plataforma ya fuera de papel o de madera, servia como sostén de una serie de hojas escritas a mano y otras repletas de expresiones caticaturescas, acompantadas de recortes de periddicos y revistas. Su contenido variaba segiin el caso y el momento, aunque predominantemen- te aparecian temas alusivos a la muerte del Che Guevara, discursos de Fidel Castro, la represiGn estudiantl y piezas literarias de algunos guerrilleros. Alli y con esos mismos ejes teméticos, nacié EI chile: érgano viril de prensa, un rudimentario boletin de difusién que circulaba internamente y seria el antece- dente inmediato del periddico estudiantil Caminemos, fandado en septiembre 120 RApAbu. Santos Cenono de 1971 por Melchor Inzunza y el morador de la Casa del Estudiante «Rafael Buelnay Antonio Medina de Anda; este tiltimo, junto con otros moradores, tuvo notable presencia en el recién fundado periédico, al grado de que para marzo de 1972 la publicacién quedé bajo su responsabilidad (Camilo, 2005). La caricatura politica como arma de la insurgencia estudiantil se puso en prictica especialmente en la huelga contra Armienta Calderén. Su uso estuvo motivado por la necesidad de desarrollar un arte popular que permitiera ex- pandir las ideas ¢ ideologias del movimiento no solo hacia los universitarios, ‘sino también hacia los campesinos, los jornaleros agricolas y la gente pobre de las ciudades. Adems pretendian divertir al pueblo mediante la desvirtuacion de actitudes y poses de las autoridades universitarias y sus aliados, los agroin- dustriales; asimismo, era necesaria para acompafiar la poesia y los extensos discursos con el fin de volverlos més digeribles para los destinatarios. Restarle importancia a la caricatura politica en este lapso dejaria un hue- co ineludible en el andlisis de la propaganda politica. Tan significativo se volvi6 ‘su uso que aparecié en casi todos los impresos del movimiento estudiantil, Por ejemplo, en Caminemas se abrié la seccién denominada «El Tabano», esen- clalmente para esas expresiones artisticas populares. Pero alo largo del cuerpo de ese periédico los discursos, las reflexiones y las crénicas estaban acompa- jtados por expresiones caricaturescas. Esas mismas caracteristicas se notan en Detonador, organo de difusién de la Escuela de Agricultura, creada en plena efervescencia estudiantil, Para reforzar los dos periédicos respecto a esas te- miiticas, se produjeron series de pequefios impresos con alrededor de ocho a diez hojas tamafto oficio, donde se informaba a través de una historieta so- bre los acontecimientos relacionados con la lucha estudiantil contra Armienta Calderén. Como elemento de continuidad, la caricatura politica pervivié con el estallido del movimiento de los «enfermos». Sus formas materiales no cam- biaron, siguieron siendo las mismas: Caminemas, Detonador, series de impre- 80s y hojas sueltas plagadas de historietas. Eso definié la forma de identidad propagandistica de este grupo, construida desde la huelga contra Armienta Calderén, elemento que los diferenciaba de chemones y pescados, Por varias razones, durante el enférmismo la caricatura politica desempeito un papel pre- ponderante: primero, porque sirvié como mecanismo de difusién de concep- tos marxistas como clases sociales, capitalismo, explotacién y lucha de clases, los cuales llegaron digeriblemente a los campesinos, jornaleros agricolas y colo- nos; Segundo, porque se utilizé como instrumento de ataque, agresién y burla hacia sus adversarios, los chemones y pescados; tercero, se usé para exaltar las YV. Los «=XFERMOS®: LOS DISCURSOS DE LA IZQUIERDA RADICAL. m1 hazaitas de los radicales frente a sus oponentes; y cuarto, funcioné como ele- ‘mento de autorrepresentacién. Elsarcasmo y la ironia como expresiones de ataque y descalificacién fue- ron piezas centrales en el discurso de los «enfermos». Por ejemplo, en varios de sus volantes afloran frases como «les basté la simple promesa para que los chemones [sic], Liberato y toda la mierda llorando de gusto gritaban jdebemos entregar los camiones! ;Todo se ha cumplido! ;No provoquemos al gobierno! Y demas necedades por el estilo. Seftores después del tribunalito jugaremos a las comiditas»; «[A los pescados| les da vergtiencita que su tinica téctica tanto para esta lucha en que logran colarse, se reduce a la vil tranza»; «Seguiremos atacando y denunciando todo aquello que perjudique a la lucha de liberacién de los desarrapados [...] no nos andaremos por las ramas ni con florecitas, amores mios para decir las verdades», Ese ambiente acompaii ala caricatura yen ese mismo sentido fue dirigido. Cuando los «enfermos» se integraron a la Liga Comunista 23 de Septiem- bre, sus mecanismos de propaganda, y las series y hojas sueltas desaparecieton, y asi también la caricatura como herramienta politica. Varios factores asisten esa accién: en primer lugar, surgié Madera como érgano de difusién de la joven organizacién, cuyo objetivo era educar a las masas en la teoria marxis- ta-leninista a nivel nacional; en segundo lugar, la elaboracién y la impresién de Ja propaganda quedé en manos de una comisién, todavia conformada por los «cenfermos» pero con directrices dictadas desde la direccién nacional della liga La caricatura representada en los primetos diez nimeros de Camine- ‘mos mostraba defectos y errores del rector Armienta Calderén y sus allega- dos; algunos de sus encaberados decian: «La caricatura: reflexion de mi vida», «Aventuras de Armienta Calderén y su camarilla», «Alli en el rancho grande», «da fallida comedia», «Las aventuras y desventuras de Armienta y sus alcoh6li- cos», En los siguientes seis nimeros las figuras se enfocaron en desprestigiar y destruir la imagen de los concesionarios de camiones, los grandes agricultores, Jos funcionarios del Gobierno estatal y los miembros de la administracién, junto con chemones y pescados. Se ponia de relieve también la situacién pau- “pérrima del «proletariado» y se avizoraba su liberacién. En ese mismo sentido, s¢ elaboré y desplegé la circulacién de las series y las hojas sueltas, ya fueran “tamaho oficio 0 carta. Como rasgo propio de los «enfermos», la caricatura ica sirvié como instrumento de batalla discursiva contra sus adversarios jemones y pescados, quienes, por cierto, en sus impresos recurrieron mas bien alos extensos textos de figuras y personajes afines a su postura acompafiados nas veces solo por dibujos normales. wa RarAss Santos CENOBIO| CAMINEMOS: ORGANO DE DIFUSION DEL MOVIMIENTO DE LOS «ENFERMOS» Desde sus inicios, Cantinemas se propuso ser un periddico revolucionario: [..] como dice el Jefe Lenin, informe, propague las ideas revolucionarias y sea una agitador colectivo, Y en buena medida lo ha logrado [.] Nuestro modesto : LOS DISCURSOS DE LA 1ZQUIERDA RADICAL. a La centralizacin de las funciones de la organizacién no implica de manera algu- na Ia centralizacién de todas las funciones del movimiento [..] Lejos de dismi nuit la colaboracién activa de las ms amplias masas en las publicacionesilegales se duplicaré cuando una docena de revolucionarios profesionales centralicen cesta labor (Camainemos, 1973, nim. 16, p.2) El discurso radical de los «enfermos» fue muy claro en el éltimo niéimero del periddico. En él se expresaban ideas ¢ ideales que esbozaban la fundacién de la Liga Comunista 23 de Septiembre. El grupo comenzé a concebir a la reus como la direccién proletaria integrada por pequefios circulos, células y ‘grupos en constante preparacién marxista y revolucionaria que debia dirigir la revolucién en Sinaloa. La postura politico-ideolégica de los «enfermos» se sintetizaba en la destruccién de las relaciones de produccién capitalistas y del Estado «burgués», que concebian como una organizacién de la clase dominan- te compuesta por un conjunto de ideas, tesis politicas, grupos militares (ejérci- to, judicial, poticias, halcones, chartos sindicales) y otros grupos que sometfan por medio de la fuerza a los trabajadores a los intereses del capital. Para destruir esa organizacién burguesa, el proletariado necesitaba cons- ‘ruir y oponer una fuerza revolucionaria conformada por el Partido Proletario y un efército civil revolucionario, Esa estructura politico-militar estaria con- forinada por los destacamentos proletarios de las ramas de produccién indus- trial, comercial, agricola y educativa (Caminemos, 1973, mim. 16, p. 1). Final- mente, en una guerra civil revolucionaria entre el proletariado y la burguesia, se decidirfa el triunfo de la faccién que pusiera mayor fuerza, Para arribar ala situacién anterior, era necesario impulsar la movilizacién politica de las ma- sas, que implicaba liberar a los presos politicos revolucionarios, desenmasca- rar alos reformistas que comulgaban con las ideas de la apertura democratica, fortalecer y desarrollar la direccién revolucionaria para la conduccién de las ‘masas en la agitacién y propaganda permanente y, por iltimo, preparar y desa- rrollar militarmente cualquier actividad de los militantes (Idem) Los chemones y los pescados, apoderados y atrincherados en los puestos administrativos de la uas, lanzaron una feroz. propaganda contra los «enfer- mos», acuséndolos de destruir la universidad, desorganizar el movimiento es- tudiantil y asumir posturas violentas. Los aludidos respondieron a la afrenta en su periddico: ‘Aceptamos de muy buena gana haber propiciado la desorganizaci6n, confusién y frustracién en las flas de toda la mierda demécrata [J Sinos acusan de haber RAFAEL Santos CeNonio provocadola desorganizacién dela Universidad, el caos de proceso universitario, el inacabamiento de los programas de estudios que nadie necesita més que los ‘empresarios, confesamos ese crimen; yle penitencia deberi ser la trasformacin yeelevamiento de las formas de lucha y organizacién, para la destruccién de todo el proceso de produccién capitalists, inclayendo el proceso universitario [..] En Sinaloa la mierda burguesa dela vas lloriquean, blasfeman y se hincan de rodillas lanzando oraciones al cielo por tal infortunio (Caminemos, 1972, nim. 13, p. 4. ‘Dos preocupaciones afloraban en el discurso de los «enfermos»: la cons- truccién de una organizacién revolucionaria y el combate a muerte a los gru- os contrarios apostados en la institucién. Ese conjunto de ideas, suefios y Précticas se definieron nitidamente con el surgimiento de la Liga Comunista ‘en abril de 1973, Para cerrar, Caminemos se distribuia en la vAs, en los lugares de mayor afluencia como pasillos, dentro de las escuelas ¢ incluso en las pla- ‘zuelas; tanta era su demanda que «la gente lo buscaba, no alcanzaban, habia un gran interés por ese periodiquito» (Camilo, 2005). Con ls activistas mas comprometidos con la corriente radical, como Rigoberto Rodriguez Benitez, se facilitaba conseguir ese tipo de materiales gracias a sus vinculos con los ‘cuadros principales (Rodriguez, 2006). En los campos agricolas circulé tam- bién ese tipo de impresos, en busca de la educacién politica e ideol6gic’ de los campesinos, sobre todo durante el movimiento de los «enfermos». Los voLANTES El concepto de volante que contaba con una o mas hojas designa los distintos documentos producidos por los «enfermos». El contenido variaba de acuerdo con los destinatarios y su circulacién se limitaba a los Ambitos universitarios ¥.a los lugares estratégicos de la ciudad y del campo. La propaganda politica durante el movimiento estudiantil (1966-1972) fue elaborada por la Comision de Prensa y Propaganda de la FEUs y los comités de lucha de las escuelas y facultades de la Uas; y durante el movimiento de los «enfermos», la FEUS y los ‘comités prosiguieron con la produccién propagandista, Los encabezados de los escritos variaban segtin el destinatario del docu- mento. Cuando aludian a la comunidad universitaria, los destinatarios eran profesores, estudiantes y trabajadores administrativos, Esto, con el fin de rea- lizar movilizaciones contra las autoridades universitarias, o bien para sumarse alas luchas campesinas y obreras. En cambio, cuando se dirigian al pueblo el LOS «EXFERMOS»: LOS DISCURSOS DE LA 1ZQUIERDA RADICAL. 133 amado era alos profesionales, jornaleros agricolas, obreros y colonos, con el propésito de informar sobre la situacidn imperante, denunciar o provocar una movilizacién contra los adversarios politicos, La propaganda producida entre 1966 y 1970 acompaiié las movilizaciones estudiantiles por la autonomia universitaria ya solidaridad con el movimiento capitalino de 1968. Entre més algidas eran las confrontaciones, mayor propa- ‘ganda se distribufa, ya fuera para denunciar o para crear una opinion publica contra la represién policiaca, ello aunado al retiro de subsidio ala universidad. La propaganda se masificé durante la lucha estudiantil contra Armienta Cal- derén debido al fuerte activismo de los universitarios. La informacién fluyé dentro y fuera de la vas a través de brigadas relampago que se diseminaban por diferentes puntos de la ciudad, Fue una guerra de propaganda; las auto- idades universitarias y el Gobierno estatal recurrieron a la prensa, la radio y grupos de estudiantes afines para denostar y deslegitimar la lucha estudiantil Los estudiantes disidentes, para golpear la fuente de propaganda de Calderén, asaltaron la imprenta y los talleres gréficos de la institucioi «(oJ Hegamos y al punto de la accién ha sido ejecutada. Dentro de las oficinas, no habla mas que una secretaria, a quien se le pide amnablemente que salge (. La idea no era quedarse allt. Simplemente aspirsbamos a pasar las miquinas y <1 expropiar el papel y los materiales que el movimiento requerfa para su pro- paganda, [Ya que] el departamento funcionaba como centro de elaboracién de propaganda de Armienta» (Terén, 1982: 83). La propaganda del movimiento estudiantil se limitaba a denunciar las expulsiones de estudiantes y profesores universitarios, evidenciar la represién ppoliciaca y militar, a llamar a la gente de las colonias populares, a los campesi- nos y obreros a sumarse a la movilizacién. Durante el movimiento enfermo, el Consejo Estudiantil de la sus fue la fuente de elaboracién de volantes y amplios comunicados. La organizacién contaba con instalaciones propias, lugar donde la disidencia almacenaba pa- pelerfa, lapices, maquinas de escribir, mimedgrafos y otros materiales que uti- lizaban para producir propaganda, Al mismo tiempo, los comités de hicha de las escuelas y facultades, asi como las casas estudiantiles, contaban con equipos como maquinas de escribir y mimedgrafos para la elaboracién de propaganda. Los centros més dindmicos eran las preparatorias «Emiliano Zapata», Central yllas de Mazatlin, Guasave y Los Mochis; las casas «Rafael Buelna» y «Genaro Vazquez» (Rodriguez, 2006). a 134 RAFAEL SanTos CeNonI0 Los espacios de produccién propagandistica cambiaron tajantemente cuando los «enfermos» se integraron a la Liga Comunista 23 de Septiembre. Surgieron las casas de seguridad, lugares herméticos: Los volantes se hacian con mimedgrafos manuales,compribamos lo que se lama «esténeily eran unas hojas que se podian comprar en cualquier papeleriasueltos, aunque también habia por paquetitos. Y ali sf habia lugares especificos donde se tenian mimedgrafos. En esa época el mimedgrafo también era manual, habia que estarle dando vuelta a la manivela de ls carros de los cuarentas, cincuentas [..] Los que més riesgo corrian eran los que tenfan evidencias mis fertes, como el que tenfa el mimedgrafo. Yo recuerdo una zapateria por aca del Iado del mer- ‘adito,el mercadito como le lamaban que esti para act, el Buelna, por ahi habia una zapateria, ahi tenfan una imprenta (Alicia, 2006: 10). Los «enfermos», para hacerse con herramientas de impresién de propa- ganda, recurrieron a la expropiacin de maquinas de escribir, mimedgrafos, dinero, teléfonos y otros bienes universitarios. Esta concepcién se desprendia de la tesis de la universidad-fabrica, que proponia: «debemos también reivin- dicar el derecho de los trabajadores a apropiarse de los medios de produccién que se traduciria en la Universidad como la utilizacién de los recursos'y me- dios universitarios» (Ahumada, 1972: 7; El Diario de Culiacdn, 12 de febrero de 1973, p. 1 2). Las instituciones expropiadas por los radicales fueron la UAs, el ‘Tecnolégico de Culiacan y la Escuela Normal de Sinaloa. ‘Los estudiantes de las preparatorias realizaban rusticos volantes y poe marios que distribuian en la misma escuela y en las calles de la ciudad, El Hamado se hacia al pueblo: El pueblo trabajador histéricamente es quien debe hacer la revolucién. En los pafses subdesarrollados, como México, los estudiantes juegan un importante papel revolucionario al lado de los obreros y los campesinos [..] La dictadura bburguesa teme ala unin de los estudiantes y los explotados; los rcos entienden ‘muy bien que jamais podra ser vencido el pueblo en que la mayoria de los obre- 105, campesinos y estudiantes han conocido, sentido y visto que defienden su propio poder (Documento elaborado por el Comité de Lucha de la Preparatoria Dijurna de la was, sf). Entre més dgida e intensa la insurgencia, mayor produccién de volantes ycomunicados. A principio de octubre de 1972 arranca la etapa cumbre de la V, Los sENFERMOS#: LOS DISCURSOS DE LA IZQUIBRDA RADICAL. Se i ‘guerra de propaganda, pues los estudiantes apoyaban la huelga de los choferes de camiones urbanos contra los concesionarios. Las demandas eran salario bbase de s 60.00, jornada de ocho horas, seguro social, un dia de descanso por cada seis de trabajo; ademés, que las concesionarios se hicieran cargo de vi- drios y muelles rotos, obtener 20% de los ingresos diarios y, por iiltimo, el derecho a sindicalizarse. Aunado a ello, a libertad de campesinos y estudiantes recluidos en las cérceles de Mazatlan y Guamiichil (EI Sol de Sinaloa, 8 de octu- bre de 1972, p. 2; El Diario de Culiacdn, n de octubre de 1972, pp. 1-25 Excélsior, 19 de octubre de 1972, p. 4; Camilo, 2005). Los huelguistas estaban unificados bajo una gran coalicién donde parti- cipaban los chemones, los pescados y los «enfermos», Estos controlaban la di- reccidn del Consejo Estudiantil de FEUs y fueron precisamente ellos quienes le imprimieron una dinémica distinta ala huelga de los camioneros. Dos visiones afloraron en el seno del movimiento. Por un lado, bajo la misma concepeién tanto chemones como pescados coincidian en asumir una postura de dislogo y negocidcién con el Gobierno del estado y los concesionarios; incluso, cuan- do arrecié la represién policiaca, plantearon como opcién soltar provisional- mente los camiones y suspender la quema de los mismos (E! Manifesto, «La Universidad, el movimiento estudiantil y su situacién actual en Sinaloa», 22 de junio de 1973, p. 5). Segiin ellos, se habia logrado la liberacidn de la mayoria de Jos universitarios encarcelados, la participacién de 20% de ingresos diarios a los choferes y otras prestaciones. Para ellos, las demiandas se habian cumplido. ‘Sin embargo, los «enfermos» no aceptaron salir del contflicto pues estaba bien claro el camino a la revolucién: ‘Cuando detuvimos la circulacién, siempre consideramos que detendriamos al ‘mismo tiempo el enriquecimiento de los capitalistas dela industria y el comercio y por supuesto que afectariamos la riqueza de los pulpos (concesionarios), ca- ‘mioneros. Ast lo entendieron los obreros del volante y todos los obreros que hoy se han unido aa lucha, pero sabiamos que toda lucha de los trabajadores contra ‘su capital, tiene respuesta por los sefiores burgueses dentro y fuera del gobierno (Volante del Consejo de la EUs y Obreros del Volante, Llamamiento al pueblo, ‘octubre de 1972). Para los radicales, las demandas no eran la priotidad, Concebian el paro de camiones como una ofensiva contra el capital; segin ellos, asi paralizaban los grandes comercios, las fabricas y los bancos porque muchos de los traba~ jadores llegaban tarde y para trasportarlos al lugar de trabajo hacian gastos 136 Rarabe Santos CrNoni0 mayores. En esa tesitura divulgaban: «muerte al capital y anunciamos que la ‘quema de camiones sigue mientras las demandas no sean satisfechasy (Volante de la Comisién Coordinadora de la FEUs, «Los proletarios deben contraatacar. Allos trabajadores. Al pueblo en general», octubre de 1972; Diario de Culiacén, 17 de octubre de 1972, p. 2). Finalmente, el 18 de octubre, frente al Edificio Cen- tral dela vas, los «enfermos» incendiaron varios camiones urbanos. Larrepresién policiaca y militar se recrudeci6, Los «enfermos» respondie- ron en Culiacan y Mazatlin, masificaron la destruccién de autobuses, minibu- ses y taxis. Inmediatamente policias municipales, judiciales y comandos del Rjército asaltaron el Edificio Central, las casas del estudiante y la Preparatoria Central. El grupo se enorgullecfa de tales enfrentamientos: Apostados en el techo del edificio central de la VAS y de otras casas aledatias, Intentamos repeler los ataques poliiacos y militares a través de la utilizacion de ‘bombas molotov, pistolas piedras. Al mismo tiempo, instrumentamos combates de calle donde grupos de activists se enfrentaban con los miembros de las fuer- as del orden (Volante del Consejo Estudiantil de la EUS, «Al pueblo trabajador. Ala comunidad universitariaw, . £; Diario de Culiaedin, 20 de octubre de 1972, Pale Finalmente, la huelga de los choferes culmind, el pliego petitorio no se cumplis, pues el Gobierno y los concesionarios rescataron violentamente los camiones. Estos, como venganza y para recuperar lo perdido, aumentaron el precio del pasaje. Para los chemones y los pescados, la huelga fue un desastre porque no se cumplié ninguna demanda: La huelga fue un desastre y como derivacién una derrota del movimiento es- tudiantil, pues no se logré la sindicalizacién de los trabajadores del volante, ni tampoco las prestaciones sociales; ni la liberacin del profesor Rivera Urbina [..] El movimiento de estudiantes y choferes pudo ser una vietoria parcial sin embargo esta posibilidad devino en costosa derrota debido a los errores de la direccién de la FES. Una nueva victoria solo podia ser resultado de una téc- tica flexible, que pudo coneretarse en otra alternativa (Volante de la Comision Coordinadora de la rus, «Las orejas de burro menchevigue o el coraje del POr 5. £43) El discurso de los «enfermosy no coincidia con el de los otros dos grupos. Los primeros consideraban la huelga como una victoria: Nil V. Los «eNFER308»: Los DISCURSOS DE LA 1ZQUIERDA RAD Ww Ellos representan a grandes rasgos las lineas principales de la politica que trata de frenar Ia Revolucién [socialista] en Sinaloa; los miembros del pcx, «los che> ‘mones» y demés grupos representaban todo tipo de «democracia» mediatizad A pesar de que el movimiento camionero fue reprimido, no puede considerarse ‘como una derrota, sirvié para templar y fortalecer la organizacién revoluciona- ria y para experimentar nuevas formas de combate, Dos lineas quedaron definidas, la radical y la moderada. La primera sos- tenida por los «enfermos» que defendian el derrocamiento violento del Estado «burgués» y la instauracién del sistema socialist; Ia segunda, asumida por los chemones y los pescados, esgrimia como prioridad la negociacién, el diélogo y la flexibilidad con el gobierno de Luis Echeverria y el gobernador Alfredo ‘Valdés Montoya, Los «enfermos» y los chemones fueron los grupos més fuertes dentro dela universidad. En 1973 ambos bandos protagonizaron un violento enfrentamien- to, Del lado de los «enfermos» cayé abatido Pablo Ruiz Garcia, mientras que los chemones vieron caer a Carlos Humberto Guevara Reynaga. Ese aconteci- miento desaté una guerra de propaganda entre ambos bandos. Los chemones publicaron volantes y comunicados en que repudiaban, condenaban y exigfan Ja expulsion definitiva de los simpatizantes y de los mismos «enfermos» de la vas. Los «enfermos» respondieron a la afrenta, apostados en las escuelas de Derecho, Contabilidad y Agricultura, vociferaron: [Debemos] defender ls posiciones honestas y revolucionarias, combatir les po: siciones oportunistas que traen consignas de la burguesia y que actian dentro dela Universidad con careta de izquierddozos (chemones) [..] Marco César Gar- «ia Salcido rector de la was junto con sus aiados «los chemones» al no lograr expulsar a els enfermos» optaron por el cierre de la Universidad [..] Fs una ‘medida represiva del Estado burgués en contra del movimiento estudiantil que constantemente ha estado luchando por la destruccién, haciendo claridad de los explotados y desenmascarando a todos os oportunistas (volante de la Asamblea de Alumnos de la Escuela de Contabilidad y Administracién, «A la raza estu- iantil. A la raza magisterial, A todos los trabajadoresy, janio de 1973; volante de Ja Asamblea General de los Estudiantes de Derecho, «A la comunidad universi- tatiao, 21 de mayo de 1973). Los chemones, dueiios del Consejo Universitario, acordaron expulsar de vas alos «enfermos. Estos no se inmutaron, desplegaron una intensa cam 138 RAFABL SANTOS CENOBIO pafia de propaganda para denunciar el proceder de aquellos, a quienes acuse- ron de maniptlar a su conveniencia el consejo; por si fuera poco, utilizaban la prensa y la radio para difundir sus ideas, ideales y programas politicos. Para rrematar, los radicales comenzaron a organizar y realizar asambleas generales, que concebjan como una forma de frenar la contrarrevolucién. Bl poder de los «enfermos» fue notable sobre todo en las bases sociales de la universidad. Asi que los chemones fueron derrotados y no les quedé otra opcién que renunciar en junio a los puestos que ocupaban en la vas. La victoria de la enfermedad dentro de la universidad se tradujo en lo siguiente: Los pequeios burgueses renunciantes veiamos inicialmente que en su acttud se escondian [sic] un conjunto de causas politicas objetivas, porque perdieron su capacidad, para mantener sometida a las condiciones normales de produc- cidn y de dominio politic-ideologico al movimiento estudiantik; funcién que ya no puede cumplir, esto es un rechazo combativo por parte de ls masas a sus posiciones y acuerdos lanzados por el Consejo Universitario [.] (Volante de la Liga Comunista 25 de Septiembre, «Al estudiantado revolucionario», 26 de junio e973) Peete deer eeaerienmean cttererontapredicetan proeran distr) hacia los sectores obrero y campesino, asi como a la gente de las colonias po- pulares. El discurso hegeménico definia como piedra angular el foguear a las ‘masas en los combates callejeros contra la policia y el Ejército, hasta madurar Ja guerra de guerrillas y la guerra civil revolucionaria (volante del Consejo Estudiantil de la revs, «Al pueblo trabajador. A la comunidad universitaria», s.£)) Dentro del proceso revolucionario se contemplaban las bajas de militan- tes, ya sea por encarcelamiento o por muertes en combate militar; ello, sumado ala construccién de comandos armados para golpear ala «burguesia» y liberar a los presos politicos. Con la propaganda politica, los radicales buscaban persuadir al proleta- riado, trabajadores industriales, jornaleros agricolas, campesinos, estudiantes, colonos y profesores, ademas de a las masas trabajadoras no proletarizadas, empleados de comercio, de bancos y de la baja burocracia, para que se prepa- raran para la insurreccién revolucionaria. Segiin los «enfermos», «se acerca la hora de los ajustes de cuentas final [sic] con el capitalismo sanguinario y opre- sor. La unién y la solidaridad entre el proletariado de todos los paises se forta- lece y se desarrolla en la lucha misma en el combate cotidiano y comtin contra todos los explotadores» (Volante del Movimiento Estudiantil Revolucionario, 'V, Los «ENFERMOS»: LOS DISCURSOS DE LA IZQUIERDA RADICAL» 139 «A los obreros, campesinos, empleados, estudiantes. A todo el proletariado. A. todo el pueblo explotado»,s. £, p. 3) Para el periodo 1973-1974, los volantes desempefaron la funcidn de agitar al eproletariado rural» de los valles de Culiacén y Guasave, asf como a los de la ciudad, para que se insurreccionaran. Con ello se buscaba «generalizar la guerra de guerrillas, sélo as{ podemos golpear al enemigo. Estas brigadas son el embrién del Ejército Popular Revolucionatio, que destruiré a este hediondo, putrefacto y oprobioso sistema capitalista» (Volante de la Liga Comunista 23 de Septiembre, «Al proletariado revolucionario de Sinaloa. A todos los obreros de Caliacin», 22 de enero de 1974) La propaganda de la Liga Comunista en los afios que siguieron, 1975-1977, se enfocé en denunciar las atrocidades que perpetraba el Estado contra los militantes; al mismo tiempo, llamaba a conformar brigadas ejecutoras de ac- tividades politico-militares. Pervivieron conceptos como marxismo-leninismo, proletarios, derrocamiento de la dominacién burguesa, toma del poder politico y destruccién de las relaciones capitalistas de produccién (Volante de la Liga Co- ‘munista 23 de Septiembre, «A los camaradas caidos: Gerardo Camarena Ayala “Ezequiel” y Socorro Medina Ayala “Eva’»,s.£). Se apelaba también a la cons- truccién de un partido y del ejército revolucionacio. UNA RECONSIDERACION REFLEXIVA El movimiento de los «enfermos», que ideoldgica y politicamente comenz5 a configurarse durante la huelga contra Armienta Calderén, no hubiera sido posible sin a creacién de una identidad grupal y colectiva. Sus preocupaciones iniciales estuvieron enfocadas en desarrollar e instrumentar técnicas propa- gandisticas populares como las caricaturas politicas que aparecieron publica- das en periddicos murales, hojas seriadas y sueltas, asf como en los principales ‘érganos de difusién del movimiento. Esas précticas tuvieron presencia espe- cialmente en los moradores de las casas del estudiante; las otras corrientes po- Iiticas no fueron muy creativas con su propaganda. Asf fue como los radicales conformaron una identidad y un método ficil para transmitir y propagar sus ideas, ideales, suefios, mitos, iconos y simbolos. La caricatura politica fue un elemento que pervivi6 durante el movimien- to enfermo; aunque cambid su contenido, pues enfatizé la necesidad de unifi- car los destacamentos del «proletariado»: estudiantes, campesinos y jornaleros agricolas. Con la dindmica del movimiento los ejes temiaticos de la caricatu- 140 RarAtL Santos Cexosio ra se diversificaron. Dominaron las representaciones tituladas «dominacién burguesa», «liberacién del pueblo», «los reformistas defensores de los huesos universitarios», entre otros. El hilo de la caricatura se rompié cuando los «en- fermos» se vincularon a la Liga Comunista, quizs por la imposicién de una dinamica nacional que implicaba una forma de propaganda més inclinada ha- ia el arte de su insurreccién generalizada. Caminemos sirvi6 para construir la identidad colectiva de los «enfer- ‘mos. Al principio el periédico se limité a contrarrestar la masiva propaganda oficial a través de entrevistas, opiniones, reflexiones y piezas literarias acom- pafiadas con caricaturas. Este pe y la propaganda dieron legitimidad ¥ justificaron las acciones colectivas, pero cuando empezaron a proliferar los ‘movimientos campesinos la FEUS no perdié la oportunidad y se lanz6 a la lucha rural. En esa tesitura, los radicales activaron un discurso politico que postulaba como prioridad llevar al movimiento estudiantil hacia los jornaleros agricolas y los obretos de la construccidn, quienes necesitaban liberarse de la «opresion burguesa», Los radicales sefialaban claramente la ruta a seguir des- pués del movimiento contra Armienta. Los chemones y los pescados no desarrollaron una propaganda intensa y ‘masiva, quiz porque sus preocupaciones se limitaban a consolidar los 6rganos de cogobierno como los consejos técnicos y el propio Consejo Universitario, realizar reformas a los programas de estudio y la defensa de la autonomia uni- versitaria, Ademds, los chemones no elaboraban sus propias impresiones, de- pendfan de publicaciones elaboradas por sus directivos nacionales. Por ello los «enfermos» se hicieron con la dirigencia del movimiento estudiantil, y cuando derrotaron a Armienta Calderén ya estaban apoderados de la mayoria de las escuelas y facultades e incluso de la misma direccién de la revs. Los «enfer- mos» posicionaron un discurso en la as que aludia a la solidaridad prictica con los campesinos y jornaleros agricolas; en otras palabras, se invocaba la violencia como método para alcanzar la dictadura del proletariado. Todo esto se justificaba con un conjunto de ideas, discursos politicos, simbolos, perso- najes histéricos y mitos encarnados en Francisco Villa, Emiliano Zapata, los hermanos Flores Magén, Fidel Castro, Che Guevara, Camilo Torres y Otto René Castillo. Los chemones reaccionaron muy tarde, aun asi, lanzaron una ofensiva propagandistica contra los «enfermos». Por su parte, los pescados creyeron legitimas las movilizaciones de 1972 y acompafaron a la Comisién Coordi- nadora de la FEUS en su lucha contra el capital. Pero cuando los comunistas vieron que los radicales no peleaban por demandas, sino por una revolucién, Y, Los «tNrBaavoss: Los DISCURSOS DE 1A 1Z2QUIERDA RADICAL = _ fandaron el periédico El Manifesto, a principios de 1973, para contrarrestar la propaganda enferma, Lanzaban demoledoras criticas a sus adversarios al tiem- po que llamaban a los estudiantes a defender la universidad. Tarde se dieron ‘cuenta, pues el «virus de la enfermedad» habia contagiado al «proletariado universitario». Muestra palpable es que entre mayo y junio de 1973 resulta~ ron derrotados; y, en el caso del grupo José Marfa, tuvieron que abandonar la universidad. En si, Caminemos sirvié como instrumento formador de una jdentidad colectiva, cosa que los demas no legaron a concretar nitidamente, Los «enfermos», al vincularse a la Liga Comunista, perdieron algunas formas de su identidad colectiva: desaparecieron los mecanismos de propaga- da como Caminemos, series y hojas plagadas de caricaturas. Por ende, fueron borradas figuras como Villa, Zapata, Flores Magon, e incluso Fidel Castro. Sin embargo, el telén de fondo fue fortalecido: el movimiento estudiantil revo lucionario pretendfa ser un destacamento més del proletariado, La violencia como método para tomar el poder del Estado se justificé claramente a través de las ideas marxistas-leninistas. Los postulados principales de esa teoria eran recogidos por el periédico Madera, érgano de prensa de la Liga Comunista. El volante ocupé un lugar distinto al del periédico en la movilizacién, su funcién se perfilaba en dos sentidos: la agitacién y la denuncia politica con resultados inmediatos. La agitacién buscaba incitar al proletariado a descono- cer las formas de lucha dominadas como la manifestaci6n pacifica, conferen- cias, mesas redondas y la sindicalizacién; generalizar las asambleas en todas Jas escuelas de las instituciones educativas de la entidad para discutir ls linea- ‘mientos a seguir en un determinado evento politico, y organizar brigadas para estimular huelgas econémicas y politicas en el seno de la clase trabajadora, con ‘iras a afectar al capital. La denuncia aludia a una serie de componentes: pri- ‘mero, manifestar piblicamente la represién y el encarcelamiento de activistas por parte del Gobierno; segundo, acusar a los grandes agroindustriales de ex- plotar a los campesinos y jornaleros agricolas; tercero, inculpar a los chemones y los pescados de colaborar con la «burguesfa» al asumir posturas meramente teformistas. El volante reforzaba al periddico en la medida en que aterrizaba odo el ciimulo de informacién discutida y asimilada por la insurgencia. 2 Raraei Santos CrNon10 REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS Fuente primaria Archivo Histérico de la Universidad Auténoma de Sinaloa. Fondo «César Cristerna». Archivo Histérico de la Universidad Auténoma de Sinaloa. Fondo «Liberato ‘Tern Olguin». Archivo Privado «Lorenzo Tern Olguin». Abumada, P. (junio de 1972). «Honrar a los mértires del 10 de junio significa luchar junto al pueblo por su liberacién». Camtinemos. 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[BQ at ron a EOE ea Peery oe een et ase et en ee la sociedad ha realizado a sus respectivos gobiernos por una vida mis. Rene uae he aR cn et et be o las protestas masivas contra la tirania del mercado. América Latina no ha sido la excepcidn, tal y como lo demostré el masivo movimiento de los estudiantes secundarios y universitarios chilenos, la participacién central de los universitarios en el movimiento contra la eleccion del ac tual presidente de México o la lucha para no permitir una reforma lesiva ala educacién superior en el caso colombiano. Pero la comprensién de las protestas de nuestros dias, ya sea por la defensa de una educacién piblica o por la construccién de una demo: cracia auténtica, puede obtenerse si miramos hist6ricamente cémo han sido las luchas de las generaciones de estudiantes que precedieron a los are ECE et cca a var las brechas de conocimiento que existen acerca del papel, os alcan: ces y las especificidades de la movilizacién universitaria en Colombia y México, Mas alld de la adhesién a una corriente especifica de la sociolo- eee ate eee eT dela posibilidad y, més atin, de la necesidad de acudir a estos referentes para pensar acciones, protestas, luchas y formas organizativas que de eee estes

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