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CapiTuLo 3 INCIDENCIA DEL MOVIMIENTO INDIGENA EN LA LEY. QUE CREA EL ESPACIO COSTERO MARINO DE LOS PUEBLOS ORIGINARIOS EN CHILE Gonzalo Delamaza’ Fabian Flores’ Se analiza en este trabajo el proceso desplegado por iniciativa del movimiento mapuche Lafkenche, que dio como resultado la promulgacién de la ley que reconoce el derecho de acceso al borde costero, basado en el uso consuetudinario del pueblo Lafkenche, base de su subsistencia material y desarrollo cultural. Se trata del caso de un movimiento indigena que aposté a la reforma legal como parte de una estrategia de control de recursos territoriales y de su reconstitucién como pueblo, y obtuvo la sancién juridica de un derecho territorial colectivo. Los objetivos del trabajo se sintetizan en: a) caracterizar y analizar un caso de disputa por derechos y recursos territoriales como un componente relevante de la construcci6n de identidad y ciudadania indigena; b) analizar los aprendizajes que se despren- den de la estrategia seguida por la Identidad Territorial Lafleenche (en adelante rt) y que explican su éxito en logear una modifica- cin legal que sanciona una garantia para sus derechos territo- riales, lo que identifica hitos en su evolucién como movimiento; c) examinar la problematica posterior a la aprobacién de la ley, relativa a la implementacion y reglamentaci6n de la misma, asi 7 Doctor en Sociologia, investigador del Centro de Investigacion Sociedad y Politicas Pablicas de la Universidad de Los Lagos. + Socidlogo dela Universidad Catica de Chile 93 Gowzato Drtamaza y Fanthn Fonts como a los mecanismos concretos de apropiacién y exigibilidad de los derechos. EVOLUCION DE LA POLITICA INDIGENA Y SURGIMIENTO DE UN NUEVO MOVIMIENTO INDIGENA Con la recuperacién democritica en Chile, en 1990 se inicié un periodo en el cual se institucionalizé en el pais una legislacion y un conjunto de politicas destinadas al mundo indigena. La base y fundamento de ellas fueron los acuerdos tomados por el movi- miento politico que ocupé el gobierno a partir de marzo de ese aio la Concertacién de Partidos por la Democracia (en adelante la Concertacién)~y el movimiento indigena, especialmente mapuche, ‘que habia participado activamente en la lucha prodemocritica. Las condiciones generales en que se negoc politica involucraron la continuidad y profundizacion del mode- Jo econémico de cufio neoliberal, implantado durante los afios la transicién ochenta, Ello se tradujo en la intensificacién del crecimiento econdmico basado en la explotacién de los recursos naturales en manos de grandes conglomerados econémicos nacionales y multinacionales, lo cual incluye los territorios mapuches en el sur del pais, principalmente en relacién a la industria forestal y la explotacién de los recursos del mar, Este proceso ha sido ca- racterizado como modernizacién compulsiva por la profundidad, ritmo de expansidn, alcance territorial y amplitud de practicas sociales a los que alcanza (Bengoa, 1999; Toledo, 2001; Delama- za, 2005). Los acuerdos y la negociaci6n inicial dieron origen a tun cuerpo legal que no satisfizo las expectativas planteadas (la Ley Indigena), mientras la presin sobre los territorios indigenas continué intensificandose. El surgimiento de un nuevo movimiento indigena ha corrido n paralclo a la institucionalizacién progresiva de la demanda in- digena en el Estado, inicialmente a través de la Comision Especial de Pueblos Indigenas (cx). Este organismo preparé y logré la aprobacién de la Ley Indigena (1993) y dio origen a la Ci 94 INCIDENCIA DEL MOVIMIENTO INDIGENA Nacional de Desarrollo Indigena (conabr), en 1996. Es un area de politica fuerte en cuanto a participacién institucionalizada, puesto que cuenta con consejeros clectos por los propios grupos étnicos. Pero su debilidad radica en que no cuenta con poder para incidir sobre el disefio general de las politicas que afectan a los pueblos indigenas, a la vez que resulta inorgénica al disefio de gobernabilidad imperante y a la implementaciGn de las politicas que el acuerdo politico institucional vigente desde 1990 admite. Al mismo tiempo, es débil en cuanto al enfoque de ciudadania, pues no ha logrado el sustento legal que proponia el proyecto de Ley Indigena, sino algo mucho mas reducido. A comienzos de los noventa, sin embargo, nada hacia esperar ue hacia finales de la década el conflicto mapuche tuviera tanta relevancia en la vida nacional. Durante el gobierno militar la propiedad comunitaria mapuche habia sido convertida mayorita- riamente en propiedad individual, como parte de una politica de asimilacin. El nuevo gobierno democratico, atin antes de asumir, celebré un acuerdo formal en el llamado Parlamento de Nueva Imperial, en 1989, con las autoridades de los diferentes pueblos indigenas (entre ellos con el principal grupo étnico del pais, los mapuche), con el fin de acoger sus demandas y modificar las re- laciones ancestralmente conflictivas entre el Estado chileno y los pueblos indigenas (Bengoa, 1999). Este parlamento, a imagen y semejanza de los realizados durante la conquista entre espafioles y mapuche, consistié en conversaciones y acuerdos que carecian de fuerza legal y no eran vinculantes, aunque si contaban con peso politico. Estos acuerdos derivaron en una negociacién legislativa que redujo considerablemente sus aleances, Entre los factores de conflicto a lo largo del periodo pueden citarse principalmente las restricciones de la Ley Indigena, las contradieciones de la politica indigena y la evolucién misma de la demanda mapuche en un contexto institucional no modificado, cuyo punto critico es el control sobre el territorio y los recursos naturales (Mallon, 1999; Aylwin, 2000; Toledo, 2001). Las limi- taciones de estas politicas son diversas: 1) relegan la participacién indigena a esferas meramente consultivas (las comunidades no deciden sobre las politicas, solo sobre proyectos}; 2) su rango es 9s Gowzato Detamaza ¥ Fantdx Pores, menor frente a otros instrumentos juridico-normatives como la ley de pesca, los cédigos de aguas y minero, etc.; y 3) carecen de la intersectorialidad institucional necesaria para dar cuenta de la complejidad de las demandas indigenas, No extraiia entonces que muchas organizaciones indigenas, entre ellas las lafkenche, surjan y aparezcan en el espacio piblico cuestionando la «legitimidad»de dichas politicas, y que exista hoy en dia un clima de tensién entre muchas organizaciones indigenas y el Estado. Por ello la demanda de las organizaciones mapuche en la segunda mitad de los noventa se refirid en primer término a la reclamacién de tierras usurpadas o ancestrales para lo cual la politica del Fondo de Tierras habia sido insuficiente. También se plantearon los conflictos a raiz de la vertiginosa expansién de la industria forestal y, posteriormente, la mineria, la pesca y los proyectos de infraestructura (vial, hidroeléctrica, publica y priva- da). Un diltimo punto de conflicto fue la falta de reconocimiento pleno, tanto en recursos como en ciudadania, que forma parte de la plataforma internacional de los pucblos indigenas.° Pero el movimiento no solo esta reclamando autonon rritorial, sino que también esta mostrando un importante grado de autonomia respecto de los partidos politicos. Esto marca una profunda diferencia con el pasado, cuando los partidos consti cna y, correspondientemente, cada asoc indigena se adscribia 0 pactaba con alguno de esos partidos. Esta diferenciacién interna del movimiento mapuche (miiltiples actores y demandas) busca en sus nuevas organizaciones un proceso gra- dual de autonomizaci6n de este respecto de los partidos politicos. Se detecta una tendencia creciente al surgimiento de identidades territoriales especificas al interior del mundo mapuche, consistente con la problemstica que enfrentan actualmente.* *Elabogado chileno José Aylwin (2000)describe la evolucién de las demandas jgenas de la siguiente manera: «De una demanda centrada en el derecho de los mapuche a la tierra y a la participacién del aparato del Estado en la resolucién de sus asuntos, se ha pasado a una demanda centrada en el reconocimiento de la territorialidad indigena hasta hoy negada en el pais, asicomo del derecho a un desarrollo politico y cultural ausénomo al de dichos territarioss(p. 11) Se trata de diferencias de radicacién geogrifica asociadas a las actividades ‘cconémicas: Huilliche = gente del sur; pehuenche = los que viven del pehuén 96 INcIDENCIA DEL MOvISMEENTO INDIGENA El conflicto ha incluido episodios de violencia provenientes de grupos mapuche que han recuperado tierras y también de las empresas forestales, otros propietarios agricolas en conflicto y la policia (Toledo, 2007; Centro de Derechos Humanos, 2008). La politica gubernamental ha abordado el conflicto con distin- tas estrategias. En el plano policial, mientras el gobierno de Lagos utilizé la Ley Antiterrorista promulgada por Pinochet para perse- guir a los grupos mas radicales, el de Bachelet se comprometié a no aplicarla, luego de un informe del relator especial de Naciones Unidas para Pueblos Indigenas. Fl compromiso no se cumplig y se produjeron durante su gobierno diversos episodios de ereci nte uso dela fuerza policial en el manejo del conflicto, asi como la demanda permanente de la derecha politica y las agrupaciones empresariales por aplicar mano dura en los territorios mapuche (Toledo, 2007). El gobierno de Bachelet impulsé la aprobacién del Convenio 169 de la or, siendo ratificado en el Parlamento en septiembre de 2009. También promovié un «Acuerdo de Nueva Imperial Il»(2006), establecié una «Agenda Indigena», constituyé una instancia interministerial de coordinacién v. en 2008, nombré un Comisionado Presidencial para Asuntos Indigenas para proponer nuevas iniciativas que desactivaran el conflicto y permitieran la construccién de un Pacto Social por la Multiculturalidad (Cen- tro de Derechos Humanos, 2008; Programa Origenes, 2008). Comisionado debié renunciar en agosto de 2009, quedando a cargo del tema el Ministro Secretario General de la Presidencia. ‘Todas estas iniciativas han rebasado la estructura de la CONADI, revelando su inadecuacién institucional’. (araucaria) que erece en las zonas cordilleranas de las cegiones del Biobio y Araucania; lafkenche = gente del mar, que vive de la pesca y la recoleceién de productos del mar en la zonas costeras de esas regiones. Cada unos de sos tertitorios han sido afectados de diferente manera por la expansidn de la explotacidn forestal y la pesca industrial. Para un andlisis de estos temas, ver Toledo (2001). ‘Al asumir el gobierno Sebastién Pifiera en 2010, nombrd un director de CONADI que debis ser removido a los pocos dias por motivos de probidad. El gobiemo enfrenté una prolongada huelga de hambre de 34 activistas ma: phe presos que demandaban el cese de la aplicacién dela ley antiterrorisea ¥y mejores condiciones procesales y carcelarias. Nuevamente el encargado de negociae y de antinciar luego wn «Plan Araucania»y la ereacién de wna 97 Gowzato DrLaMaza ¥ Fantks FLORES Sirva esta descripeién para mostrar la amplitud y orientacién de las respuestas politicas a conflictos constituidos socialmen- te, Las herramientas de negociacién utilizadas desde el Estado consisten en la adopcién de algunos aspectos de sus demandas a ica pblica: instituciones, orientaciones de politica mas o menos amplias, progeamas y fondos. Pero no se logea estructurar una adecuada relacién con los movimientos que dicron origen a la agenda po- litica especifica, ni se asegura plenamente el fortalecimiento de la ciudadanfa, Los instruments institucionales, legales y politicos han sido muy insuficientes, mientras el movimiento se reestru tura de acuerdo con nuevas pautas de organizacién y orientaci6n politica no considerados en el sistema politico de representacién surgido de los acuerdos de 1989. Por tiltimo, es relevante la presencia del factor internacional como soporte de la agenda piblica, por medio de convenios in- ternacionales firmados por el Estado chileno y de programas de cooperacién que han permitido sortear algunas de las limitaciones iis fuertes de la institucionalidad ¢ también el factor internacional ha estado presente como respaldo y soporte a las demandas del movimiento indigena, que cuenta con través de le; laci6n ¢ instrumentos de poli evas ntroducir innovaciones. Pero vinculos de cooperacién con otros paises, con grupos influyentes en naciones desarrolladas, asi como con estrategias de gestion frente a organismos internacionales. Ellos han presionado al Es- tado chileno para el cumplimiento de compromisos contraidos 0 han impuesto condicionalidades al desarrollo de ciertos proyec- tos, La estrategia internacional del gobierno chileno, que busca posicionar al pais en el concierto de los paises «emergentes», est también en el origen de esta situaci6n, otorgando mayor validez a los estandares internacionales hoy vigentes. LA IDENTIDAD TERRITORIAL LAFKENCHE El cambio en las orientaciones de la acciGn colectiva indigena toma forma principalmente a través de lo que actualmente se denomi- Subsceretaria de Asuntos Indigenas fue el Ministro Seeretario General de la Presidencia, 98 INCIDENCIA DEL MOVIMEENTO INDIGENA nan identidades territoriales y las identidades de «construccién nacional de unidad politica»mapuche. Entre las organizaciones protagonistas de las identidades territoriales destacan cl Consejo de Todas las Tierras (Aukifi WallMapu Ngiilam, AWNg), la Iden tidad Territorial Lafkenche, la Identidad Ngache y el Consejo de Caciques Huilliche. Entre las del segundo tipo sobresalen la Coordinadora de Comunidades en Conflicto Arauco-Malleco (cam) y el Partido Nacionalista Wallmapuwen. Las identidades territoriales sittian el proyecto mapuche a partir de las distintas unidades territoriales hist6rico-culturales sobre las cuales se estableci6 la «sociedad mapuche»de antaiio (Butalmapu, Ayllarewe, Lov). No abandona necesariamente la conciencia de pucblo-nacién, sino que surge como wna respuesta que «desde abajo», proyccta diferentes representaciones de su identidad étnica sobre territorios hist6ricos, Estas se sittian en orden al restablecimiento y reconfiguracién del tejido social y sociopolitico que caracterizé a las unidades territoriales auténo- mas y descentralizadas antes de la colonizacién, pero bajo una perspectiva de futuro.* Se trata de una construccidn histérica y politico-simbolica y de una articulacién de la base social-organizacional lafkenche, que actualmente abarca los territorios mapuche que comprenden la zona costera que va desde la provincia de Arauco,en la octava regién, hasta la provincia de Palena, en la parte sur de la Regién de Los Lagos. Las primeras manifestaciones de este movimiento estan re- presentadas por el surgimiento de organizaciones y asociaciones lafkenche de la octava y novena regiones a inicios de los afios 90, que comenzaron a dar cuenta de la necesidad de defenderse frente a los procesos de modernizacién, especialmente frente a los proyectos de produccién y desarrollo a gran escala, y frente a las © En palabrasde Le Bonniee (2002): «ldentidad y territorio estin estrechamente ligados. Tal evidencia no es solamente el frato de investigaciones teSricas de antropélogos, la emergencia de las reivindicaciones autonomistas de las auto cdenominadas identidades territoriales’en el movimiento Mapuche, tienden a reafiemarestacelacin y, sobre todo,a recordar que el territario es fundamental para el sustento de la identidad indigena, El contexto actual, caracterizado por los contictos y también por el florecimiento de las demandas y acciones ‘gencradas por las comunidades y organizaciones Mapuche, nos presenta el concepto de territorio’ como parte de un dispositivo discursive identitario 99 Gow7ato DEtAMazA ¥ FantAn FLones, consecuencias regresivas de las politicas indigenistas implemen- tadas en la zona.” Sus lideres y representantes (tanto autoridades tradicionales eo no lasinstituidas bajo las figuras organizacionales que validan la ley indigena vigente), deben confrontar ademas la situacién de exclusién, pobreza socioecondmica y carencia de ser- vicios basicos en gran parte de sus comunidades. La articulacion de las respuestas a estas necesidades se orienta hacia la autonomia politica, utilizando la autogestidn, el empoderamiento interno, la creacién de redes de solidaridad nacional e internacional y la negociacién con actores gubernamentales sobre la base de agendas»como estrategias para conseguirlas La aparicién de las organizaciones y asociaciones que iran a conformar posteriormente la expresién organica de la Identidad ‘Territorial Lafkenche, se debe también a las posibilidades y limit que han ofrecido las politicas indigenistas implementadas durante los gobiernos de la Concertacién. Dichas politicas, por un lado, reconocieron a las comunidades y asociaciones indigenas como figuras juridicas receptoras de beneficios, politicas sociales y/o recursos administrados, principalmente por la ConAb1 y el pro- a «Origenes», lo que activo un proceso de creacién de redes sociales entre organizaciones indigenas, pero fundamentalmente entre estas y el Estado. Consideramos relevantes las acciones desarrolladas inici: mente por las organizaciones Pu Lafkenche (creada en 1992 en la comuna de Tirda), Newen Pu Lafkenche (1997, Carahue), Comision de Defensa de los Derechos Lafkenche (1996, Puerto Saavedra), Consejo Territorial Lafkenche (localidades de la Region de Los Rios), entre otras." Mencién especial merece la articula- cién de organizaciones y comunidades mapuche lafkenche de la comuna de Tirta, denominada la [dentidad Territorial Lafikenche de la Provincia de Arauco, quienes levantan en 1999 una de las propuestas mas acabadas en lo que respecta a la autogestidn del Ta mayoriadecllascarentes de pertinencia y de expacios para la participacion consultiva yfo deliberatva indigenas ‘Sin embargo, como menciona Herindes (2005), el precedente de «iden- tidades terri iales-contempordneas en el mundo mapiiche lo representa la Junta cle Caciques de la Butahuillimapu, en los afios 80, precursora de lo ‘que actualmente se conoce como la Identidad Territorial Iuilliche INCIDENCIA DEL MOVIMIENTO INDIGENA desarrollo sociocultural y de autonomia politica de las comuni- dades mapuche-lafkenche.’ Las acciones efectuadas por estas organizaciones se han \do por: 1) desarrollar diversas estrategias para evitar smizar la probabilidad de efectos negativos de los «pro- carac o mi yectos modernizadores»sobre las comunidades indigenas y los ecosistemas naturales (casos como la construccién de la carretera costera, la implementacién de proyectos de desarrollo acuicola, de piscicultura y pesquero, o la expansién forestal); 2) proponer vias alternativas al «desarrollo y modernizacién»como lo entiende el estado y el sector empresarial-privado, a través de la construccién de agendas de desarrollo territorial integral (IL Arauco, Newen Pu Lafkenche, Pu Lafkenche) y el establecimiento de planes estraté- gicos para el desarrollo de las agendas (Newen Pu Lafkenche); 3) promover una articulacién de la base social comunitaria mapuche “que en muchos casos involucra a agentes no mapuche- a través de constantes reuniones informativas, capacitaciones tematicas, ete y 4) accionar mecanismos politicos y técnicos tradicionales y no tradicionales frente a diversas agencias gubernamentales (Gobiernos Regionales, municipalidades, organismos técnicos y de politica social), para la obtencién de politicas piblicas y/o recursos de incidencia directa o indirecta en el espacio territorial." CONSTRUCCION DE LA «LEY LAFKENCHE»: DESDE LA AMENAZA PLANTEADA POR LA LEY DE PESCA A LA BUSQUEDA AMPLIA DE UN NUEVO CAMINO La aprobacién de la Ley Lafkenche a inicios del 2008, por sus caracteristicas, actores involucrados y contexto hist6rico, podria decirse que constituye un hito para las organizaciones de la so- ciedad civil. Se trata de una demanda que, esbozada y gestionada desde «abajo» hacia «arriba», logré posicionarse progresivamente en el sistema politico y transformarse en una de las pocas politicas Esta red de ony Lafkenche, de Tirta aciones incluyé a la Asociacién de Comunidades Pu \ “Todasellas posibilitadasen el marco de las politcas de «nuevo trato-dirigidas hacia los indigenas, promovidas por los gobiernos de la Concertacién, Gowrato Drtamaza ¥ Fanta Flones piiblicas protegidas por ley, especialmente disefiadas para tratar la especificidad de los asuntos y necesidades propios de una demanda En el presente trabajo pretendemos dar cuenta de los indige' alcances materiales, simbélicos, politicos y sociales del proceso que Hleyé a la aprobacién de esta iniciativa, entendiéndola como dispositive juridico que representa, simultaneamente, un producto, expresin y propuesta de superacién de conflictos sociopoliticos interétnicos que han cnfrentado a las «agencias»del pueblo ma- puche y del estado chileno durante décadas. Al respecto existen dos preguntas centrales: ge6mo fue posible la ley, entendiéndola en el marco de un conflicto que asume una nueva significacién en los gobiernos de postdictadura? zqué nos ensefia esta ley en términos de accién colectiva, interculturalidad, politicas piblicas y democracia? La aprobacién de la Ley de Pesca y Acuicultura (N° 18.892) en 1989, que implementa las areas de manejo y explotacién de ursos bent6nicos (Art. 48), reconoce el derecho de uso y explotacién solamente a las organizaciones de pesca artesanal, idad de participacién directa. Esta situaci6n representa una seria dificultad para las comunidades y organizaciones lafkenche que mantienen, n cultural-religiosa, un vinculo de uso excluyendo a las organizaciones indigenas de la po: ademas de una relact consuetudinario sobre el mar y sus recursos naturales, poniendo émica de subsistencia de muchas familias en peligro la base ec ¥ comunidades.” Ademés, esto se agrava considerando que en el mismo aio en que se aprueban las modificaciones a la Ley de Pesca, organizaciones mapuche (expresadas en el documento del "La Ley Lafkenche acompaiia el pequeio grupo de materias juridicas que regulan directamente asuntos de pueblos indigenas del pais, junto con la Ley Indigena 19.253 (aprobada en 1993), el Convenio 169 de la oxr sobre pucblos indigenas y tribales (reconocido por el estado chileno en cl 2008) ysde manera mas indirecta, la Ley General de Educacién, que incluye ocho indicaciones respecto a educacidn para pueblos indigenas. ryanizaciones, como el caso de Pu Para accedera extas concesiones, muchas: Lafkenche, tuvieron que incoxporar la figura organizacional de «sindicato de pescadores para hacer frente a la necesidad de contar con un érea de manejo «que les permitiese no sélo cumplir eon las necesidades de subsistencia de sus comunidades, sino también con sus objetivos organizacionales de extraccin ¥¥ venta de recursos marinos para la generacién de valor. INCIDENCIA DEL MOVIMIENTO INDIGENA Congreso Nacional de los Pueblos Indigenas) habian presentado una propuesta de proteccién y consagracidn del «derecho a la uti- lizaci6n y explotacién exclusiva de los recursos lacustres, fluviales y maritimos colindantes con las tierras indigenas, hasta dos Km, aguas adentro» (Toledo, 2001). El problema moviliz6 inicialmente a un conjunto de dirigentes lafkenche de la zona de Tirta, prineipalmente a los perten a las comunidades de Tirda Sur (asociados en la organizaci6n Pu Lafkenche), quienes comicnzan un proceso de reflexién y debate tes interno acerca de las consecuencias de este proyecto con otras comunidades aledafias.* Dado que las comunidades de Tirta no eran las tnicas afec- tadas, fueron sumdndose diferentes comunidades y organizacio- nes lafkenche de la vitt y 1x regiones en esta discusién, quienes conjuntamente resuelven concebir estrategias para revertir y superar los obstaculos de la Ley de Pesca, Durante este periodo, los dirigentes lafkenche debaten sobre la posibilidad de introducir reformas a la recién promulgada ley. La discusién confronta tres posiciones: quienes apoyan introducir indicaciones a la Ley de Pesca, quienes proponen una legislacién exclusiva para fos puc- blos indigenas y quienes, desde una vertiente mas critica, declaran inviable cualquier posibilidad de reforma legislativa, sea porque no existen las condiciones para movilizar a las organizacion: por la necesidad de abordar otros «asuntos de mayor urgencia», principalmente para apoyar la recuperaci6n de tierras y afrontar Ja criminalizacién que el gobierno realiza de estas acciones. sea Un grupo de sus dirigentes expresan que «luego de una serie de reflexiones nivel comunitario y dirigencial, nos dimos cuenta que la implementacién de esta ley presenta una scrie de consccucncias negativas para nucstras comunidades: no reconoce las estructusas organizacionales indigenas ni la existencia de trabajadores del mar pertenccientes al mundo indigena; obliga Jos indigenas a adoptar formas de organizacién ajenas a su eultura, desar ticulando la orginica tradicional; priva a las comunidades el acceso al ms yeel uso de los recursos que ancestralmente han utilizado; impide la relacién cotidiana de los mapuche lafkenche con el mar, privindoles de su sustento no slo material, sino también espiritual; privaiza el mar entre los mismos ‘mapuche lafkenche y provoca conflictos tanto intra como inter comunidades; provoca conflictos con asociaciones y sindicatos de pescadores artesanales, ajenos a las comunidades (tt, 2006). Gowzato Ditamaza ¥ Fantan Fiones En este marco de disputa, la articulacién lafkenche avanzaba desde el norte (Arauco) por la costa hacia el sur (Cautin), involu- crando a organizaciones que preceden a la asociacién Identidad Territorial Lafkenche (rr. en adelante). Esta en 1998-1999 ya agrupaba a organizaciones, comunidades y lideres del borde costero que abarcan desde la comuna de Tirta, hasta el sur del Lago Budi, en la comuna de Puerto Saavedra (Sepiilveda, 2006). Para desplegar su iniciativa, los dirigentes buscaron acercar- se a instituciones piblicas y de la sociedad civil para manifestar su inconformidad con 1a legislacién, exigiendo introducir mo- dificaciones a la Ley de Pesca que atiendan a las exigencias de participacién explicita de organizaciones indigenas en las areas de manejo. En este marco, segin Toledo (2001), «la dirigencia realiz6 gestiones a nivel politico para que se enmiende la Ley de Pesca, estableciendo una mesa de trabajo con dirigentes de las dos asociaciones indigenas (Newen y Pu Lafkenche), asesores técnicos (contando con el apoyo indirecto de profesionales del programa Servicio Pais), abogados de conapr de la vit y 1x Regiones, reuniones de trabajo, entrevistas con autoridades del sector, actividades culturales, presentaciones del problema ante senadores y diputados de las dos regiones». Dichas gestiones cul- minan con la formalizacién de un proyecto de ley que recoge sus demandas, presentado en agosto del 2001 por la asociacién Pu Lafkenche a través de CONADI vitt region y de la Gobernacién de Arauco (Toledo, 2001). Las indicaciones no fueron consideradas cen la primera reforma a la ley, ocurrida en septiembre del 2001 (Decreto N° 430). Un factor politico institucional fortalecié el proceso de movi- lizacién posterior, que condicioné la eleccién de Adolfo Millabur, dirigente de 111, como primer alcalde mapuche en el municipio de Tiriia. La utilizacién estratégica que se hizo de la posicién insti- tucional y politica que representa la alcaldia fue un elemento de gran importancia, puesto que el alealde de Tirda fue quien desde el municipio pudo movilizar recursos politicos para la concrecién de encuentros con actores politicos, el desarrollo de negociaciones desde una posicién institucional legitimada, EI anilisis de esa gestion municipal muestra menos cambios en tre otras acciones. INcIDENCIA DEL MOVIMIENTO INDIGENA materia de gestion local y un despliegue de mayor significacién en la construccién de la propia 11 y la negociacién de la Ley Lafkenche (Foerster et al., 2009; Bascopé, 2007). Se esperaba, frente a este escenario, poder incluir el proyecto de modificacién en la segunda reforma, que en el aio 2002 se estaba discutiendo en el parlamento. En ese afio, los representan- tes lafkenche plantearon al entonces Presidente de la Repaiblica Sr. Ricardo Lagos Escobar'* que la reforma considerase «un tratamiento especial para sus comunidades que permitiera el uso y aprovechamiento por ellas del borde costero y sus recursos» (111, 2003). Esta propuesta fue desestimada debido a las fuertes presiones ejercidas por grandes empresas pesqueras, lo que gener6 bastante incertidumbre y criticas de los dirigentes (161, 2003)". No obstante, los dirigentes lafkenche manticnen el didlogo con el gobierno, gracias a lo cual se suscribe en el 2003 un acuerdo con el entonces Coordinador de la Politica Indigena y el Subsecretario de Pesca para continuar trabajando en la legislacién para la protec- cién del borde costero."* Entretanto, el gobierno «se compromete a consultar alas comunidades antes del otorgamiento de las areas de manejo a fin de que éstas no afecten sus derechos»(1e1, 2003). En el nuevo escenario, que tornaba cada vez mis inviable la posibilidad de modificar la Ley de Pesca, pero que mente debia aprovechar las vias de didlogo cada vez mas estables y expeditas de negociacién con el gobierno, «las comunidades lafkenche comienzan un proceso ampliamente participativo y se clabora una propuesta integral que establece principios dirigidos al uultinea- ¥© Vinculo, facilitado por Camilo Escalona yn exe periode diputado por el Dis tito 46 (Comunas de Lota, Lebu, Aeauco, Curanilahuse, Los Alamos, Cafete, Contulmo y Tirta), lo que puede ser entendido como parte de una alianza, pucs Adolfo Millabus, lider y alealde de Tiréa, el aio 2001 comprometid respaldo politico a sv candidatuea, En una declaracisn emitida en diciembre del 2002, comunidades latkenche dela comunidad de Arauco culparon directamente de esta derrota al diputado Camilo Escalona y al presidente Lagos, comprometidos con la llamada Agenda Pro Crecimiento concordada con el gran empresariado. 6 La via del didlogo fue mantenida a pesar de las fuertes eriticas internas de los dirigentes lafkenche con relaci6n a la actuacién del gobierno frente a los conflicts de recuperacién de terras en la zona del Lleu-Lleu,donde un grupo de activistas fue tomado preso y sometido al peso de las leyesantiterrorista y de seguridad interior del estado. 105 Gow7ato DELAMaza ¥ FanthN FLORES reconocimiento del legitimo derecho al lafkenmapu y sus recursos or parte de los habitantes de las comunidades, garantizando y respetando sus derechos”, Durante este periodo, se amplia la red inicial de organizaciones, lideres y profesionales que trabajaron en la germinacién de la iniciativa.'* En este contexto finalmente se desecha la posibilidad de modificar la ley de pesca, y los esfuerzos se avocan a disefiar una via mas expedita, una iniciativa de ley que exclusivamente consageara los derechos sobre el lafkenmapu. -a situacién se vio ampliamente favorecida por el reimpulso que 10 de canales el gobierno de Ricardo Lagos le dio al establecimier de didlogo con los pueblos indigenas."” En marzo del 2004 las organizaciones lafkenche invitan al presidente Lagos al encuentro de ‘Trawa-Trawa, en la Isla Huapi {Comuna de Ranco, Regién de los Rios), como una demostraci6n de la capacidad de convocatoria del movimiento lafkenche, ins- tancia a la cual el presidente no asisti6. Esta situacién, mas alli de provocar la decepcién y molestia de los dirigentes, fue aprovechada raudamente como oportunidad politica para exigir al gobierno un comportamiento que reconociese el trabajo ya avanzado y la fuer- 2a politico-social del movimiento, #:I lobby dirigencial (Facititado por las redes que dentro del sistema politico tenia el lider Adolfo Millabur, especialmente su vinculo con el Partido Socialista y el diputado Escalona) favoreci6 el establecimiento de un acuerdo que instituy6 en el aio 2004 una mesa de trabajo intersectorial, cuyo objetivo era la construccién de la iniciativa de Ley Lafkenche. © Declaracign de la Kdentidad Territorial Lafkenche (2006). El ogro mas signifcativo fuc involucrar a organizaciones mapuche de la X. Region costa y de Chiloé insula. En efecto, en su gobierno sc instituys la Mesa de Dislogo Indigena (2000) y la Comision de Verdad y Nuevo Trato (2001). Mientras se foment6 el logo com las organizaciones mapuche lo que aceptaban como via politica

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