La Caída de Ícaro

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La cada de caro

El cielo azul se extenda frente a sus ojos, el sol lata con fuerza y golpeaba su
piel morena. La briza zumbaba por sus odos con un sonido ensordecedor, no
poda escuchar nada excepto sus propios pensamientos que lo impulsaba a ir
qua vez ms rpido y cada vez ms alto en el inmenso vaco con olor a agua y
sal.
Su sonrisa era inmensa y su corazn lata con fuerza. La felicidad de surcar los
cielos cual las aves, le llenaba el pecho de emocin y encanto que hace tiempo
que no haba experimentado. La oscuridad y la estreches de las paredes
labernticas de esa isla maldita casi se haban llevado su razn por completo al
igual que la de su padre. Fue de hecho esa prdida de razn lo que los llevo a
efectuar tan increble proeza, nunca antes concebida en la mente humana.
Miro hacia atrs. Su padre lo vea con una sonrisa enorme grabada en el rostro
lleno de expectativas, sueos y deseos plasmadas y que, adornado por varias
arrugas, rebosaban de lgrimas de felicidad, nada ms podra pedir aquel
joven!
Recordaba las instrucciones detalladas por su padre, de no volar ni muy bajo ni
muy alto para as mantener el ritmo de tan anhelado escape. Frunci el ceo
mientras se enfocaba en mantener la altitud adecuada.
Mientras se hallaba absorto en estos pensamientos, sbitamente un fuerte
viento lo golpeo de frente y lo hiso tambalear. Su expresin cambio de dicha a
preocupacin al luchar contra aquel vendaval que lo haba dejado indefenso.
Retomo la postura y continuo su viaje, miro el rostro anciano de su padre ahora
a su lado. Estaba preocupado, no dejaba de mirarle a la cara.
Despus de varias horas de viaje sin descanso la fatiga empez a ser evidente.
caro ya no poda mantener el ritmo apropiado, y llegada la noche, le era difcil
ver a su padre, que afanosamente trataba de mostrarle el camino a seguir.
Levant la mirada hacia las estrellas, su eterna compaera yaca al lado de
ellas blanca y hermosa como siempre. Otro viento azoto a caro. Ya no poda
mantener la compostura, el viento lo llevo alto, cada vez ms alto e
hipnotizado por la majestuosidad antes inalcanzable, solo poda ver la luna que
estaba cada vez ms cerca.
Sus alas empezaron a desprenderse y lentamente caro empez a caer. Caa
lentamente, como una pluma, y la sonrisa de su rostro mostraba sus ms
ntimos pensamientos. Un viento, una noche, una mujer, una promesa, una
despedida. La luna dibujaba su rostro, su ltima sonrisa.

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