Está en la página 1de 8
Ge Adiés al cuerpo David Le Breton Traduccién de Ociel Fores Foes fa con ol apoyo del Contro Nacional dol Libro-Ministerio Francés de Cultura Introduccién: Un borrador del cuerpo No soy este ensamble de miembros que se llama cuerpo humano. René Descartes, Meditations Metaphysiques El odio al cuerpo En el mundo occidental pervive, desde los prosocritices, una tradicién de sospecha dirigida al cuerpo, como puede verse en Empédocles 0 en Ptagoras. Platén, por su parte, entiende el cuerpo como tumba del alma, imperfeccién radical de una humanidad cuyas raices no se encuentran en al ciolo El alma ha caido al intorior do un cusrpe que lo aprisiona. Cierta los griegos no rechazan et placer; et gozo del ‘el mundo sutre una indignidad ‘es malo por esencia; creado por un que ha tomado a Dios por sorpresa o por una multitud bles que se han interpussto entre Dios y los hombres. ‘es obra de un Dios de eabiduria y de , un simuiacro. E] hombre participa dal reino de la luz y de fas tinieblas, desgarraco entre yy 01 mundo inferior. Su caida no es completa, puesto que posee a pesar dda tade una chispa divina. La gnosis manifiesta un realismo riguroso: por la ignorancia, el mal; po ‘atedtera. Como consecuencia de una absorbido por el mal, y el alma vuelta cautiva de un o1 ‘duracién, @ la muerte y a un universo oscuro en el qué El hombre es lanzado a un mundo inacabado © imperfecto, lun mal menos moral que material al extremo el odio al cuerpo, al hacer de é! una Ima ha caido en el cuerpo ~ensomatosis- en el Los gnésticos II indignidad sin remedio. 1ura, 98 no solamente sitio de enfermedades, es la enfermedad ficcién degenerada en calamidad... y me absorbe y me domina de tal modo que mi espiritu no es mas que visceras” (Cioran, 1969, 54). El cuerpo produce asco. Cioran retoma un argumento clésico, ya presente en Agustin, evocado por Holbein 0 Baldung Grien, y proton- ‘gado por el tema de las “vanidades" en la pintura, pe amor o Ia debilidad por ol cuerpo, sobre todo el de la mujer ‘més cuerpo que el del hombre para e90s imaginarios m: dar al hombre la humildad de su condicién. inconveniontes que se despre par en un ser la desnude: medad incurable, De manera radical, el extreme contemporinec? retoma cl proceso y condena a eu vez el cuerpo anacrénico, tan por debajo de los avances tecnolégicos de las iltimas décadas. El cuerpo es el pecado neo que hace del cuerpo un un dato estructural del > inado o modificado de una manera o de otra” espacio que debe ser ° Ene ae cnt se clan oct pecnesiee wii ot cpa ene nebo tps noe I ' | ' \ El cuerpo ego 0 contempordneo, el cuerpo es pensado como mate- jiferente, simple soporte de la persona, iieto, s¢ convierte en un objeto manipulable que puede ser mejorado, materia prima en la cual identidad personal, y ya no una raiz identitaria del hombre. Doble del ser humano pero no por su conciencia, sino al contravio, por la evocacién de los prejuicios del conservaduriemo © de la ignorancia de aquellos que desean far limites a la fragmentacién de la corporeidad humana. E! cuerpo es normaimente concebido como tn alter ego, objeto del rencor de los cientiicos, Sustraido al hombre, que ‘encarna a la manera de un objeto desprovisto de su carécter simbdlico, el cuerpo es despojado de cualquier valor (Le Breton, 1990). Envoltura de una presencia, arquitectura de materiales y de funcion idad de au sentido y de su valor, el hecho ino la permutacién de los elementos y de las funciones que aseguran su funcionamiento. El cuerpo se dectina en Piezas separables, se fragmenta. Estructura modular de piezas. sustitui- bles y mecano que sostiene la presencia sin serle fundamentalmente nece- ‘mundo. El cuerpo encarna la parte mala, el borrador que hay que corregir. Para ciertas corrientes de la tecnociencia que estudiamos en esta obra, la especie humana parece mancillada por una corporeidad que re- ‘euerda demasiado la humildad de su condloién. La reconstruccién del fouerpo humano, incluso su desaparicién, es la empresa a la cual se consagran los nuevos ingenieros de lo bioligico. Este imaginario tecn- Cientiico —pensamiento radical de la sospecha~ instruye el proceso del cuerpo fundado en la constante de la precariedad de la carne, de su falta do resistencia, de su imperteccién en la aprehensién sensorial del mundo, de ineluctable de fen sus capacidades y de la muarte siempre amenazante. Este irs0 de denigracién reprocha al cuerpo su inadaptacién al mundo ¥ 8u vulnerabilidad su disparidad demasiado evidente con una voluntad do dominio desmentida sin cesar por la condicién eminantemente preoaria Gal hombre. Est imo se uel con resefiento haca vr CHePS le no ser un objeto pure de creacién tecno: marcado por el peoade original d in pentiica, EI cuerpo es fa enfermedad ondémica del espiritu o del suelo Hay en oa, numeroses autores ven legar oon fb of del tiempo posthiolégico (Morabe) © postevolucionis tjrico, etcétera: en una palabra, el tiempo del fn del cuerpo, artefact lamentable de la historia humana que la genética, a robotica 0 la Informs: tiea doben reformar 0 eliminar, como veremos en esta obra. ‘cuerpo de las antiguas tradiciones gnésticas ss parte maidta, que innumerablee dominios dele tecrocis te follzmonte remodear, “inmaieriaizer,transformar en mecanismos 6 labios para librar al hombre del molasto peso en el quo macuran informulable on un esqueme de pencamert mente y simplemente al su Inco: el de abaiir el cuerpo, de borrarlo puremente y simp tiuiro por una maquina de una perfeccién mas atta. En este {que tiondo a redefni las condiciones de existencia el cuerpo dada vez menos necesario por el cual las mAquinas se do més 2 tal como se ve en un cadaver 39). Imagen tanto mas per la cual yo llamé cuerpo’ (Descartes, 1970, dora cuanto que es aqui menos necesaria. La invencién del cuerpo EI momento inaugural de la ruptura concreta del hombre con su cuerpo folacién con la empresa iconoclasta ites de la piel para (Le Breton, te en obj do una curiosidad que ya nada detendra. Desde Vesaiio, la representa: cién médica del cuerpo se desiga de una visién simulténea del hombre. La aparicién de De humani corporis fabrica en 1543 es un momento simbo- lico de esta mutacién epistemolégica que orienta, en diversas etapas, ala medicinay alabiologia contempordnea. Los anatomistas, antes deDescartes 1 de la flosofia mecanicista, fundan un dualismo que s6 ubica en el contro ‘de la modemidad, y no solamente de la mecicina: aquel que establece tuna distincién entre ol hombre y su cuerpo. La medici ‘20n mucha. frecuencia al hombre menos en su singuiaridad suftiente que como cuerpo ‘enfermo. Los problemas que se exponian hasta hace unos afios con relax tiva discrecién, adquieren una amplitud considerable con la acentuacion ¥ el refinamiento de los medios técnicos, la espacializacién de los trata: mientos, la pérdide de importancia del cuerpo, el mito de la salud perfecta (Sfez, 1996), y sobre todo la toma de conciancia y ls informacién conside rables de los pacientes. Con log anatomistas, el cuerpo humano es cbjeto de innumerables Investigaciones, consecuencia de la puesta entre paréntosis del hombre que encarna, La formulacién del cogito por Descartes prolonga histéri- camente la disociacién implica del hombre y de su cuerpo despojado de valor propio. No retomaremos aqui estos andlisis (Le Breton, 1980; 1999), Recordemos, sin embargo, que Descartes formula con claridad un tema clave de la flosofia mecanicista del siglo xv que es cada vez més vigente: el modelo de! cuerpo consiate en la méquina: ol cuerpo humana ‘98 una mecénica discernible de las otras tnicamente por la singularidad de sus engranes. Esto no es mas que un capitulo particular de ta mecénica general del mundo, una propuesia destinada a proliferar en el imaginario occidental, empesado en reparer 0 on transfigurar esta maquina desgra- clada, Descartes separa la inteligencia del hombre de came y hueso. 2 5 ousrpe no oe pare 6 sin a ervoture mecérica de une presencia que orion todo case ae introambiabe, puesto qu la esac del hombre Tendo primeramento on el costo, Premia def endencin ‘ara do a Inteligencia Artificial, el hombre no es sino su inteligencia, el cuerp nada sino un obstaculo. Le viel o mai mason pga mecaniane eral a comiinactn eu do un gana perio ° ion de Srganony do funciones potenialmentereempazbles. El ato, 5 tal, casi no aparece, como efecto de una visién que se enfoca en Ieorgnriicnd Un modorno diconar de las frases Heche esrb Noy ooten del plara cuerpo. "una maquina maraioas’ formulacién es ambigut fen la modernidad la Unica dignidad que sea p No se compara la méquina al cuerpo, se compara el cuer 7 El mecanismo confiere paradéjicamente al cuerpo sus ttulos de signo incontrovertible del origen de los valores pa ‘28 subordinado 0 acoplado a la maquina, el cuerpo n¢ lo simbélico, Para la tecnociencia, la carne del hombre es un estorbo, como sifuera necesario deshacerse de una realidad tan poco gloriosa. La meté- | fora mecdinica resuena como una reparacién del cuerpo, que le confiere luna dignidad que no podria alcanzar com de una condicién humana que no le deberia ela cade en la precarieded, pero que accederia por fn al cuerpo glo ‘creado en todas sus partes por la tecnociencia. El c milenario del origen no téenico del hombre; cuerpo prescindible a) cual el hombre debe su precariedad, de ahi que se debs hacerlo refractario al envejecimiento 0 a la muerte, al sufrimiento o a la enfermedad" El cuerpo superfluo E! hombre dispone del mismo cuerpo y de los mismos recursos fisicos que el hombre del neoltico, de la misma fuerza de resist ciones de su medio. Durante milenios, y aun hoy en dia en gran parte del mundo, los hombres han caminado para trasladarse de un lugar a otro: han nadado; #8 han agotado produciendo cotidianamente los bienes nece. ‘sarios para su placer y su supervivencia, Su relacién con el mundo ve da 4 través del cuerpo. Nunca antes, sin duca, como sucede hoy en nues- {as sociedades occidentales, los hombres habian utlizado tan poco eu ‘cuerpo, su mi , SU resistencia. La tensién nerviosa (estrés) ha reba- Las capacidades musculares caen en desuso fuera de relegadas por la energia inagotable que proporcionan las ‘Aun las funciones més elementales del cuerpo como caminar © cotter retroceden considerablemente y no son sino raramente solicitadas ‘ena vida cotidiana como actividades de compensacién o de mantenimiento de la salud. Subempleado, estorboso, intl, el cuerpo se convierte en una sivo, expresa su malestar. El auto se impone incluso para menores, que podrian ser rte realizados a pie bicicleta. Habria que decir algo sobre la manera en la cual ol auto- nta el cuerpo y lo vuelve anacrénico, sobre la manera en que: la asociacién hombre-auto se ha converiide en una figura espectacular del cyborg? (organismo humane hibridado a la maquina con el propésito de acrecentar su eficacia en un dominio particular). Casi nadie se bea yaen yestigi: escaleras eléctricas, bandas rodantes, on los que el usuario casi siempre inmsvil ssportar, no importa que deba m. ‘guide sus caminatas o las horas de acondicionamionto. El cuer carga que se vuelve mas penosa a medida que se atrofa, Esta restriocion, ‘de las actividados fisicas y sensoriales incide en la exiotencia del individuo: dads; dismi- reduce su visi6n del mundo: ruye la sensacién de continuidad del yo: debilta su conoci de las cosas, y es causa pormanente de malestar (Le Breton, 1990), Con notable intuicion, P. Virlio percibié en los anos sotenta este det de las actividades propiamente fisicas dei hombre y sefal6, sobre todo, ‘c6mo “la humanidad urbanizada 6 convierte en una humanidad sen- sxcepcion de los contados pasos que se dan tada" (Virlio, 1978, 269). de los casos, algunos se programan reqularments sesio- nes de jogging o de acondicionamiento fisico. Por medio de sjercicios ide simulacién, se retoma el contacto consigo mismo a fin de continuar una. vida cotidiana en la cual lo fisico es minimo. La denigracion del cuerpo que analizamos aqui, on el discurso radical de ciertos ci co adeptos de la cibercutura, es también un hecho vivido a su nivel por millones de occi- dentales que han perdido su relacién con un cuerpo que no utlizan ma ‘que parcielmente. A fin de cuentas, ol suefio de una humanidad liberada del cuerpo es l6gico en un contexto on el que el auto es rey. yen un medio tecrificado al exiremo, contexto en el cual el cuerpo no ee ya.el centr irra la existencia sino un elemento desprociable de la prosenci diante Itinerario de la obra ‘Las aventuras del cuerpo disociado de la persona y percibido como un ma- terial accidental, inapropiado pero moldeable, ¢s lo que nos proponemos ‘estudiar en esta obra, desde un dngulo antropolégico. rR bjeto de una escenificaci seve, act {én do si mismo, tado por un deseo de recuperar su existencia, de crear una identidad provisional mas favorable. El cuerpo es entonces sometido a un design 2 reves radical que no deja maa indore (body buleng, area corpo |, citugia estética, transexualismo). Expuesto como reprasentante do si 10, oFigen identitario manipulable, el cuerpo ee convierte en afirmacién seta on evidencia do una estética de la presencia. No ¢0 trata ya de conformarse con el cuerpo que se tione, sino de modificar sus cimien- tan diversas aparien nolégica del hombre: su identidad, puesto elemento material de su presencia ps homiore no #0 reconcce en él sina dk ou vide Se dst cuerpo (capitol de i mom oon ayuda de i 08 co peeibe yaa avila coldna on ol uso de picorépioo ue regu lanl toradad efectva do la rlacion con el mundo. La desconfanea hacia elverpoo, mejor ich, hacia mismo, lova al eonsume pacomacas, 4ic0 de a molecule que debera prod eetaco moral deseade; rir ala piotermacclogia sin estar de ninguna mara’ enforma, Se toma 3 para domi, para despertago, para estar en fora, para tenet La teeneconcaprosiue, au exe [as poate nica tas atnarlee que lo neds real 1" eunpo oe on tecvonc conidoade para tecreseeia como un barador qu dbo recto, sn aval de especial menos nel de nda: en Ietoia rima que hay gue conbrar do ota manera, Une oes afrman Glearécter eapeniayzovsonl de un evopo slimone soparsdo dl 2s tuna presencia ino. propicio individuo, pero considerado el camino propi dela voluntad de domino de las actores, la gestacién, gracias individuo no seria y de exémenes en los que se verifica su calidad ger ica; terrible exam la sospecha en contra del cuerpo, cuy: procedimiento técnico (capitulo 3). La medicina deja de preocuparse solamente por curar dose en “sutrimientos” probable, interviene para controlar la ¥ cruel de enunciacién del destino, je curar los males pre A pesar de saberse incapaz d ‘enumera las enfermedades ineluctables o aquollas suscept cer a los cuerenta 0 cincuenta arios (corea de Huntington, por ejempl medicina participa en | : un procedimiento de seleccién que persigue la ‘vida digna de ¢! consentiniento de los padres, eiminando asi portadores enfermedades incurables. Una de las formas de prevencién con: la eliminacién radical del enfermo potent leccién de aquellos cuya 4), Es éste un procedimiento te en cambiar las menta- que no ‘existencia vale © no la pena perm ‘Socialmente mas econémico que aquél que con : lidedes para volverlas aptas para aceptar la diferencia, Le wen i = de toque de la biologia 0 del ciberespacio, marca por au in iat ‘cultural, cientifica 0 politica, un nuevo paradigma en la relacién del hort rer unde. Lo virtual trae consigo rupturas simbélcas, inusitadas, cuya inutaleza antropotigica es cuestionada en eu capacidnd oe ‘establecer Winculos y de dar sentido y gusto por la via, ala escla a individuo, pero ‘ambién ala escala dela sociedad on su conjunto, enfin ol cuerpo es sypernumarario sobre todo para algunas corrien- {ce de la cbercutura que euefan con su desanareien Es transformado en artefacto, incluso en “carn ‘cual Conviene deshacerse para acceder La navegacién en la Red o la realidad Yictual da los internautes ol sentinionto de estar onconanee en un cuerpo, TOSI @ ind! que es necesaro alimentar, cuidar mane, la vida seria tan feliz sin estas preocup ragmentacién dal sujeto vor nZ® 0” una serie de encuentros virtuales para low cua wutantes” que riamente de cuerpo inario de la desapari- (capitulo 8). La ciberserualiiad concreta este ién del cuerpo y, més atin, de la desaparicién substituye al sexo: se describe al interlocut lla con numerosos signos gréficos que trad erotismo alcanza un estado supremo de hi fen provecho del cue siquiera de acoso, en esta sexualdad en (2 cual 08 incluso posible, debide al anonimato del sobrenom: bre, adoptar los sexos y os estados civiles de su elacen (capitulo 6), numerosos adeptos de Ia Inteligencia Artif in duda, pensante y sensible, y suplantard ria de sus tareas, Si la mAquina se humaniza, la maquina sera bre en la mayo= mbre se mecaniza. una deficiencia. La computadora no tiene este defectoy ores radicals expresan su voluntad de suprimir el ronvara, de telocargar su “esprit” en la computadore afin de vie Fea ‘mente la inmersion en cio. La denigracién del cverpe alcanza rece ou plona medida, Para sigunos, el cuerpo no esté ya ala Star sta tne eepacidades que requiere ia era de ta informacion: 98 lento, 'e dechacerse de él y procurarse ‘o completamente "ciborgizedo"), soquete que contuviora of “espirtu’. So tata no ‘cibercuitura o de la comunica: ‘enfermedad, la muerte y todos ios tgados al lastre que os el cuerpo. El hombre cambia de weturaloza, ee corvierte en homo silicium (capitulo 7). Ciertarente, cee soe signdo care y fraimento esta obra es, ante todo, un alogio sin Fone” et cuerpo, aunque tos proyectos que pretenden el *mejoramiente” de WerShoicion humana mediante Ia rectiicacién o Ia eupresién del cuerPo tee multipliquen ante nuesiras miradas y susciten en ocasiones cambios dominio genético. Se escuchan fuer ws antropolégicos acerca dal estatus del hombre, dol sentido do la diferencia, La voluntad de liquidar 0 de transformar el cuerpo percibdo como un borradoriaatoca el uriverso simbsico que sostione lt eBherencia del mundo. Pero ot hombre virtual os un hombre abstracto ave no adquiere todavia istencia (Obertura) incapaz de memorizar, etostora un cuerpo biénice (es deci Que £0 trate de la secuencia del genoma, de manipulaciones genet fatales, de supresion radical de los performances cas, ontempordneo inventan un nuevo mundo, no desprovisto de arenazae ge lo quo se refire al qusto y al sentido de la vida. Una voluntad do dom io, de conduccién autortaria de 10 vivo, no deja ningun detalle ne frontoras ontologicas ee disuelven. Una ingeniera biologic ve marr a al eujeto de la procreacién a la muarte, modiicando su cusrPo, nie ‘ron él en la produccion de si o del sentiniento de sf mismo, Artficio y naturaleza no son ya oategorias opuostas (caro, runca lohan sido, Pato lami su rosin naa ot ambos a0 conden, Sb ferencia culturales que Seeds Ge etre curs a inset a perce oy one rts aa igiones han perdido su facultad de unir 4 los hombres a a pncias comunes, mn Ss aio es even ote 7 no s0n pocos Ios cletiows que ee brook yao argon como runvos patos cadores de coats, aun (2 de Matar ae ct aban ow epee mbe ae ‘se producen en la genética o en el ciber crannies roku apo ova pate con coneeradne por ale como dade Estos discursos di re asa ca co daparatados surgen a menudo do Inegraropio (nese rr acon rin, je una utopia, aunque todos coincidan en hacer del Jevecho. sestp i, canbiardo ol cuerpo al hombre conseguta su selvact No ta, ode gs, depres alta ai or ‘tino mts ine alr on So go de Saco y oe prc de conten seoacetanet egis Foros pra, hare den gone intone ongesecronsrnes rip en pura xara ralcacion de la actud de slgunos ivesigadores ques comparan Dive, decpuse do haber crea una quimera brag, ciara arias otros procedimientos virtuales. El hacho dé won ose ho de eveerse por un momento Dios 12 convertido en uno de los rasgos tipicos de nuestras sociedades. mente, un “factor de indivi a oun “actor do incviuactn” el clausto qv el overpono asequa i6n del yo} en consecuencia, toda ia antropologia occidental se Cesta yoo bra hata rei on ins (Le Brion 1999, 290s) cuorpe es cud, purfcade, aénnstado, emedelado, orauaizade, ar ‘en dia una apuesta politic ‘ ce ca rayon. 0 ol termémete damon tras sociedades contemporaneas. efor iaatiaae

También podría gustarte