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  • 1.2 El Concepto de Psicología Colectiva PDF

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    FACULTAD DEPSICOLOGIA, tn, Nang HM]o33 FE Me ga pags. 15 revs: Ma, Beng, : Canes Ro De Me Senior EL CONCEPTO DE PSICOLOGIA COLECTIVA Pablo Fernandez Christlieb Universidad Nacional Auténoma de México Facultad de Psicologia MEXICO 2006 Esta publicacion fue impresa con recursos del Proyecto DGAPA-PAPIIT INs00S02. DL CONCEPTO DE PSICOLOGIA COLECTIVA: CONCEPTO I: LA PSICOLOGIA HISTORICA: EL ESPIRITU La Flor Azul. Lo ido; 10 raro; lo uno. Herder. Michelet. EL Espiritu, Wundt. Durkheim. EL Nombre de la Psicologia Hist Primer Epilogo. pooocece La psicologia colectiva es una ciencia roméntica, Hasta aqui 10 ‘normal serfa que ya no se quiera seguir leyendo més, aunque es bueno enterarse que, entre los roménticos, habia unos que at daban con el pelo pintado de azul, con pelucas verdes, vestides de rojo, o que el esator Gérard de Nerval (1807-1855) sacaba a pasear por la calles de Paris atada de su correa, a una langosta vviva (Berlin, 1965, p.38), y pueda entonces suponerse que even tos mas dignos de lectura, como el escindalo y el performance, la posmodemidad, tienen su romanticismo integrado, a — Elromanticismo es un pensamiento a contracorrinte,extrava. sgante, excéntico, que le dio por aparecer justo enel tiempo de Ja llustracion, que era todo lo contrario. El pensamiento lista do es aquél que funda la racionalidad cientifica como método correcto del conocimiento de toda y cualquier realidad Segrin 41,la conclusion final del conocimiento era que la naturaleza es tuna maquina, y que ya habfan sido descubiertas las leyes de |y naturaleza y del universo, por lo cual la verdad ya estaba en contrada y elmundo quedaba resuelto. Hay quien dice en els ‘lo XVII que ya no existe nada nuevo por conocer: xo, ls animales, los planetas os entimientos, la sociedad, as ideas eraparte dela naturaleza y éstaconsistia en una serie de piezas stueltas que operan unas sobre la otra y hacen que la enorme ‘maquinaria del universo se mueva; slo basta con ir desarmin. dole, separando las piezas componentes de la maquinaria y dh es buscar una raz Un etc lama al intelectual 1 tmintico el jalanteador de a nada: la ada es el norte aue gulza et infelectuat (Givone, 1995, p. 241) Ciertamente, ch romintco prefer el racaso porque le resulta més digno en CStreaidaddepocoacance, yas como dice sah Berin en suexcelenteibosobreel ema, los romintics"consieraban Que el fracas era més noble que el to pes Este imo te Na algo de mitaivo y vulgar” 1965, p28 en cambio, para alcanare sto hay que ser mediocre Y con excepeisn de Novalis que era terrateniente, los de- sis roménticos famosos, como Lessing (1729-1781), Her- der 0 Fichte(1762-1814), 0 Schelling (1775-1854), Schiller (1759-1805), o Halderlin (1770-1845), o Michelet, eran de crigenes humildes (Berlin, 1965, p. 64), pero educados bien, para tener aspizaciones intelectuales con una buena sensibilidad, y por lo comin de muy poco mundo, nada a cosmopolitas, masbien pobres,timidos, algo pesados y en ge- neralinadaptadosala societal loevl qu det eye que el omanticismo es un movimiento de perdedores, pro ‘o perdedores tencorosos ni resentidos, sno identificades solidarios con el resto de los perdedores del mundo, que, sa volanobleza de antiguo régimen la burguesia de icioye alto clero de ambos repimenes, eran casi toda la gente, de sno- do que el romanticismo se colocainwariablemente del lads de los astimades por la via y cunde en todas partes de Europa en donde haya inconformidades sociales einjusticas, de mo. do que las novelas roménticas, como las de Victor Hugo (1802-1885) o las de Alessandro Manzo (1785-1873), mues tran, por un lado, una enorme simpatia por la gente que su- fre, como dice Mario Praz (1963, pp. 101-102), “por ess penas gue nadie ha consolado a lo largo de los sigios, por los taba. j08.y sacrifcios que formanla trama misma de la historia, por el débil que tiembla en silencio, por los grupos dispersos y an6nimos". Y por el otto lado, muestra la utilizacon de un enguaje cotidiano,con pretensiones de ser leido por aquéllos que lo usan, Lo que hace Balzac (1794-1850) es criticar a las altas esferas, sociales, lo que hace Flaubert (1821-1880) es detestarls, Yel, sgrueso de la poblacién, principalmente la femenina, era una lectora voraz y consuetudinaria de novelas, que, en la pri= ‘mera mitad del siglo XIX, alcanzaron tirajes nunca antes vis- tos, lo cual quiere decir que la gente en general participaba del espiritu roméntico desde el aislamiento colectvo de sus, quehaceres domésticos. La definicién de Stendhal (Hens Beyle, 1783-1842) parece endeble, pero detecta muy bien es- te rasgo esencial dela popularidad de a lectura: “el romanti- cismo es el arte que ensefia a presentar a los pueblos las obras literarias que, en el estado actual de sus costumbres y ‘teencias, puede ocasionar el mayor placer posible” (citada LAPSICOLOGIA HISTORICA: EL ESrinuTU ee por Francisco Montes de Oca en su prélogo a Stendhal, 1830), Leer era la manera como las mujeres podian ampliar sa mundo encerrado, e hicieron buen uso de esa manera, Por esta azn romantica la novela considera como gene to femenino, yal género femenino se le considera como ro- snantico; de hecho, en 1881 habfe aparecido un "proyectode fine ley que se prohiba aprender a leer alas mujeres", de parte de, por supesto ls iustrados, hombres (S.Michaud, 1985, pp. 16, 124, jue hay en el romanticismo es una sociedad desconsola- Lome est como eyed del ilo y del mundo por efeao de un pensanienocenifest, edo mecin- Jn nada con qué cobijarse y reconfortarse sit coe ne ei por ena edad de rule como una maquina, eben estes, abn 6 nics, pero no cabe gent comin Se rata de una sociedad so iar, aunque, paradjeamente, est lena de individuos acompaiiados, porque como dice Lukacs la imagen dela Tedd tan mantic ea algo los roms magi tan rienttas se In pasiban platicondo (197, p. 6) Ciertamente, no son las personas de cane y hues as. ae sienten el desamparo humano, sno que ese esi dp fépoca quien To padece, por lo que el pensamiento cles esoira que el pensamiento individual as tambiényelhesho de que el romanticsmo como mentaidad apaessa Te cfc eindolente, no quiere decir que los nviduos 0 ran-eralasociedad aque! era Eslamisma paradje aus ¢ peribeen el siglo XX} la de una sociedad angustiada Yom Ge individus sturados de autoestine une parades ane psicologia colectiva puede aclaar, en el sentido trata de una asertividad muy desesperada, sntra dentro de un En fin el pensamiento romantica se encuentra deo ‘mundo que no es el suyo, que le es ajeno, ¥ Po eee necesidad es de pertenecer de formar pate de algo, de con. solarse en ota pare, necsidad que Herder noe cave tempranamente Bern 195 p89, yporloanteclion mint roméntico se dedicaaconstnarelsusoacher a distin al exstente de facta cual pueda prtoncees day dese sient acompanado,en casn Comes moras chomésalto, masbello, mis dif, quecuaulerotocge ce Consiga con métodos prictics, ene alge te ncatoace se parece macho a unaflorazul queesmiejornoconcepuls ue conformarse con una poguite: alin de cuentas cons decia Lichtenberg (1742-179) "al ser humane le pase compu, cunque so sea lade una vela encendide’ Lag levantamientos en Francia durante el siglo XDX el mantis to comunista los anarquistas declmondnicos, estén nopne dos en este espirit, Yeste mundo romantica se corstuve de tres maners: buscando el pasado, buseandolasocede, ybuscando la unidad, odicho de oe modo, laloranutesle io, loraroy loune Loido El mundo modemo quiere ser préctico, realista y, ademas, exclusivo, es decir, excluiral resto dela gente que no leesne- cesaria, El pensamiento roméintico es el que se genera den- tro de estos excluidos, y desde que surge se considera ajeno al aquty al ahora en donde se localiza, su lugar no es de este mundo; el pensamiento romantico no se halla donde se en- ‘cuenta, y por tanto, se ubica naturalmente en aquello que estd ido, en loremoto yo lejano, ya sea en el espacio o sobre todo en el tempo. Lagente comain y cortiente empieza a imaginarse viajes no normales, sino emocionantes y exéticos (Corbin y M. Perot, 1987, p. 163), visitando lugares nunca antes vistos habitados Por civilizaciones desconocidas. Comienza un interés fanta- tapsicoiocia stones eLesrinu ____ameovesnsonee etn so por nay ores monumein del tio, Sone Povo pinurasrupestes qe salpcan Europa ¥ scales sot (ODS EPOLASY Bo ‘aos ei lp preset nergy oa pa xe emplaraienis has en reine leva nen de econsccn de seem descubre, por eemplo aa Edad Mediacom roan momento antiguo y punto de referencia obligado, ca “Staal anne dragons su an At snes Ustad Medes omeniode Teno de ago WE argued VktieDuc ICS) eden nso deel ne sane no Nowe Dame de argue Hat eto ere itn yenefcoeestiogicde large Carus cs nag amento ing ons wie pec ens came dl cone elds en 180 (Braun, 159, p76) ara altace o'r eros, por) com = 8 aqui cuando surge “er cl pasado tno Esagteuidoo Prato yond angi no peau agin uta, pogo nv quer vale eo SRE IE porque ete css provenen del snd 12 cosvan iy asm agente 07" ardar recuerdos, fotos, ramos de novia, cartas y oe ~ (Corbin, y M. Perot, 1987, pp. 200203), con Ia idea d se ree anserarel pesado coms rao Gio sf se tuviera. Esta dea romintica de la preservacon del pasado se 276% también a grupos ycultoas yas se da un intents rel frtaleimiento de idiomas consderados menores POT Fe fate usados Bro, 159, pp. ED) bre tod ec u ELCONCEPTO DE PSICOLOGiA CoLECTIVA, — tarea de la recuperaci6n de mitos (Berlin, 1965, p. 163), re- curds, tadciones, canciones, talads populrte oes que hacen Coleridge (1772-1834) 0 los hermanos Grimm Ja. ob (1765-1863) y Withelm (1786-1859) (Praz, 1963, pp. 61 98). Este pasado que la lustracion desdena es el pasate del Pueblo, de la gente, y en efecto, el romanticisme parece siempre ponerse de ese lado. El romanticism es un pensa- miento de las calles, no de los salones donde operan fs da- mas que tan bien eitcan Balzac, Stendhal, Iuego Proust (871-192), : ‘Como sefalan Corbin y M, Perrot (1987, p. 173), durante el romanticismo, el contenido de los sues de la gente tam- bién vuela hacia atrés, hacia el pasado sea personal comola nifiez ocolectivo comolla Edad Media: se suefacon|a infan- cia y con los dragones, y es que, certamente el viaje de re _gres0 del pensamiento roméntico no tiene nada que ver con asuntos de precision documental o de pruebas overifcacio- res (e30 no seria pensamiento, slo dates), sino que de lo que se trata es de habitary vivir realmente ese pasado quese esté vislumbrando: se trata de convertilo en memoria pro- pia, y en tanto tal, sentiro y hacerlo funcionar como origen y punto de partida, como aspiracion, y por ende, como mate- rial del futuro. El pensamiento roméntico no intentara, lus tradamente, averiguar o comprobar los datos del pasado, eso para qué le sirve, sino construirlo con el fn de habitarto, lo cual lo hace de por si real, pero sobre todo, porque en la ‘reaci6n del pasado el pensamiento se hace asi misimo. Se puedeasi entender la razén por la quella novela histrica haya causado furor dentro del pensamiento roméntico, co- ro las extosisimas de Welter Scott (17711832) (Colling- wood, 1946, p. 95; Bruun, 1959, p. 75; Praz, 1963, p. 100), e escritor escocés que supo producir una ambientacién me- dieval lo suficientemente emotiva como para ser habitada concerror, LATSICOLOGIA HISTORICA ire SUE realmente por el pensamiento dela gente: Madame Bovaty lefa Tnanoe para espotear sus ganas de aventura y provocsy su propio desenlace. Todo el mundo leia novelas hstércas Este método romantico dea historia como novela es impor. tante de noiar, porque al parecer es la narracién lieraria la ‘que permite constituir a la historia como un pensamiento, como una mentalidad, y por consiguiente hace que lahisto. ria sea una realidad viva Elpensamiento roméntico,en suma, encuentra enel pasado yenla historia algo adonde pertenecer, quees precisamente la que se estaba buscando (Cassier, sf, p. 275; Millet, 1963, p. 228; Pichois, sp. 9; Tbatiez gracia, 1989, p. 33). Ahora bien, debe ser evidente que la historia no son las biografia, las anécdotas, con nombre y blasén de algunos individuos, 1a sea porque eso es el arbol genealdgico de los ganadores y Gominadores, pero sobre todo porque la historia es en si misma un pensamiento y una sensibilidad (Collingwood, 1946, p. 119), ambas entidades que son an6nimas, y por lo tanto todahistoria tiene que ser delos queno figuran, no tie nen nombre ni mucho menos alcuria, es decir, de los per-

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