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TRATADO DE CRIMINOLOGIA vf ANTONIO Garcia-PABLOS DE MOLINA Catedrdtico de Derecho Penal de la Universidad Complutense treat be biloach invice 'b) Problematizacién y relativizacion dal concepto de ~delito» en Ia moderna Criminologia ©) Coneeptojuridico formal (penal) de wdelitony concepto craminoldgico: evenua- les diserepancis 1) Ambjtos privativas de ta Criminologia 2) Renuncia a un concepto -unitariow de dliton 4) Eldelito como «problema social-y comunitario-. Implicasiones de este punto de partida, vo . @) Delito y reaccién social . . El delincuente a) Diversas imagenes y estereatipos de -delincvente- 3) El postulado de la -normalidad del infractor. Sus fundamentos y consecwea- [La vietima como objeto de le Criminologia 3) Blaredescubrimiento» de la victima: factores que explican el mismo ») Los pioneros de la Vietimologia: la aportacionde v. HENTIG, MENDELSOHN otros. Tipologias postariores: la interaccién sdelincuente>-abictimas y diver- ‘8 formas de participacién de ésta en eu propia victimizacién, ©) Blconcepto de wvictima». Clases de vietima e implicaciones 4) Vulnerabilidad de la vietima (victimization ris)... ¢? Valnerabilida de ita y ringed victimizacin: particular referencing la vietimizacién psicolégica y sus variables 1) Factores de vulnerabilidad de (a vietima Andi pormenorcade de slgunas supues- 1) En delitos contra la propiedad. 2) En delitos relacionados con la conduccién de vehiculos de motor 38) Bn las de malos tratos, abuso sexual y corrupeién de menores. 4) Bn agresiones fsicas y lesiones. . es 5) En agresiones sexuales 1 Los perjuicios que padece la victima’victimizacidn primaria y secundar 2) Progeamas de asistencia, reparacién y tratamiento de las victimas: 1) Programas de asistencia inmediata 2) Programas de reparacién a cargo del propio infractor (restitution) 3) Programas de compensacign a cargo de fondos pubico (segue, indemanizaciones, ete.) - 4) Programas de asistencia a la victima-testigo. ee 1h) Vietimologia y politica eriminal: miedo al deito, prevencién y autoproteccién 1) La victima y el sistema legal: percepciones y actitudes de la vietima hacia los diversos agentes del control social formal: 1) La alienacién de Ia vietima respecto del sistema legal. La resistencia a denunciar el delito: factores que la explican e implieaciones de la miama 22 cites dela vetitgn respec a a Policy loa Tribunals. 3) Inluencia de las actitudes y cualidades de In victima en las decisiones del sistema legal: percepcin interpersonal, cogniciones y estereotipos 4) El movimiento asociativo y su incidencia en el funcionamiento sistema egal oe : : 4) Aportacin de la moderna Victimologia: recapitulacién 1) Enel Ambito etilogico (dindmica delitiva) 2) Bnel preventivo 8) Kn el instrumental, como fuente alternativa de informacia @) Rael noliticn criminal. 167 m we 173 14 178 177 inpice 6) Vietima y siscema fegal k) La situacidn legal de Ia vietima en Espaia: examen de algunas tipologiaa 1) Vietima testigo en causas criminales..... b) Vietima de bandas armadas y elementos terroristas. €) Vietimas de delitos dolosos violentos y de delitos contra la libertad sexual 4) Victima de delitos de vebeulo de motor 5. Blcantrol social del delito (control social penal) como objeto de la Criminologia 1a) La ampliacién del objeto de Ia Criminologia y el paradigma de control Remision al labeling approach by Elcontrol socal penal: su actuaciGn, agentes, estrategias, portadores ysancio- «Control social formals e «infor 4) Efectividad del control social penal y snormalidad. (constancia) del delito ce} Evolucién y tendencias del control social penal... 1) Proceso histérico de racionalizacién del control socal formal, expecialmen- te del -penals 2 Proceso de racionalizacién del Derecho Penal 3°) Conflitos especifices y de eseasa relevancia social (domésticos © Prog nizades por infractores jévenes y menores) +€ Bvolucién histériea del control social: no es uniforme ni lineal CAPITULO IIL EL «SISTEMA» DE LA CRIMINOLOGIA Y RELACIONES DE ESTA CON OTRAS DISCIPLINAS Autonoma e interdependencia de ls: 2. El wistema» de la Criminotogia.. 427 Clasificacion sugerida por la ~concepeiin enciclopédica bi Otras clasificaciones. El emplazamiento de algunas disciplinas eonfictives (Criminalistica, Penologia y Profilaxia)y grado de autonomia de otras (Vieti- mmologia) 3. Las selaciones- de la Criminologia con otras disciplines A) Con cinnciga no especificamente wcriminales. ‘2) Biologia y ciencias afines by Peiquiatria ©) Pricologia| ® Priandisis 8 Bolo 8B) Con diacplina gue oe ot vate dol rien f iG apes prices dl &) Poltis eal linas que tienen por objeto él crimen CAPETULO IV FUNCIONES DE LA CRIMINOLOGIA 1. Funciones y rol dela Criminologi een 2 Bl copimionto “ini del fede crininal y scausaberplication. 24 216 217 27 218 218 219 Copyright © 2003 “Todos los derechos reservados, Nila totaidad oi parte de est libea puede ceprodu. cirse @ transmitirse por ningin provedimiento eletrénico 0 mecéinico, incluyendo Fotocopia, grabacién magnética. 0 cualquier almacenamiento de informacin y sistema de recuperacién sin permiso escrito de autor y de editor © ANTONIO GARCIA-PABLOS DE MOLINA © TIRANTLO BLANCH EDITA: TIRANT LO BLANCH C/ Anes Grifieas, 14 - 46010 - Valencia TTELFS.: 96/361 00 48 - 50 FAX: 967369 41 51 Email:ttb@ vicservicom.es np wor tiran.com Librera vitwal: hup://wwwtirantes DEPOSITO LEGAL: V - 607 - 2003 ISB.N- 84 - 6442-773 -0 IMPRIME: GUADA LITOGRAFIA. S.L. - PMc i INDICE Prilogo # la primera edicién Prélogo # la segunda editién... Prélogo a la tereera edicién. “Abreviaturas utilizadas... PARTE PRIMERA: INTRODUCCION CAPITULO 1 LA CRIMINOLOGIA COMO CIENCIA EMP{RICA E, . _ INTERDISCIPLINARIA 1. LaCriminologia: dfinicion provisional a) Acepeidn restrictiva by Acepciin extensiva 2 Suintitulacion f) Su actual denominacién y origen de In misme bb) Ambitos de proyeccién del saber eriminolégica =... 3, La Criminologia como eiencia empirica e interdiseiplinaria 8) olden en aro a rier siento de Criminology fevolucién del propio ) SALILLAS. ©) CONSTANCIO BERNALDO Dé QUIROS . caPTULO IX POSITIVISMO CRIMINOLOGICO Y «LUCHA DE ESCUELAS»: LAS DENOMINADAS «ESCUELAS ECLECTICAS- 0 s«INTERMEDIAS- 1. Bl debate cientificoy ous eordenadas durante primera mitad del igo 1X 2 Lacescuela francesa de Lyon . 395 398 05 406, 408 409 aul a7 419 INDICE 2) El pensamienta eriminoldgioo de LACASSAGNE b) AUBRY. La teoria psicosocial de G. TARDE. 1) Las leyes de la simitaciéns de TARDE. 1b) Su teoria peicosocial de Ia eriminalidad . ©) Libre albedrio y castigo Teorins ecléctions. A) La de JUNG y el sincansciente colectivo- ©) Teoria del desarrollo psicosocial del yo» de ERIKSON 4) Bl pensamiento stociolégico» de E. FROMM Recapitulacién final. Aportacién del piscoandli Yreflexiones eriticas CAPITULO xIV EL MODELO «PSICOLOGICO-:TEORIAS CONDUCTISTAS, TEORIAS DEL APRENDIZAJE, TEORIA COGNITIVA Y_ ANALISIS FACTORIALISTA (RASGOS O VARIABLES DE LA PERSONALIDAD) Los modelos : introversion, extroversion y neuroticism .. ne ‘9 Laineidencia de los factoressitvacional SPePMILAE vn 4') Tratamiento del delincuente. 'b) Bl modelo de PEREZ SANCHEZ, © El modelo de TRASLER wor 44) Bl modelo sociobiolsgico de JEFFERY. 1) Aprendizaje «operante> en el modelo biosocial de JEFFERY 2 La opcién prevencionista y el factor fisico-ambiental Modelos socio-conductuales: el aprendizaje social 2) La teoria del aprendizaje social de BANDURA: 1) Conductisme moderado versue conductismo radical 2) Bh aprendizaje vieario u observacional de BANDURA: a’) Aprendizaje vicario.. a 7 b) Refuerzo vieari ©) Castigo vicario 3) Actividad simbilies y autorregulataria ») BI modelo de FELDMAN (integrado) —— 1’) La prediaposicin individual (variable genética) Prevenciéndel delitoy sociedad ANDICE 1) Su teoria del aprendizaje social (variable conductual) 3°} La variable situacional.... ‘Teoria cognitiva del «desarrollo morals (variables eogeitivas). 1a) La denominada Psicologia de la ~Gestalt: el erimen como estructura total y unitaria : bb) Teoria del desarrollo moral y cognitive: oo 1) PIAGET y las fases del desarrollo 0 razonamiento moral 2) KOHLBERT y su teoria de Ia criminalided: etapa premoral, etapa de ‘moralidad convencional y etapa de moralidad auténoma ..... 3) El srazonamienio legal» de TAPP. 4) Ovras construcciones : 2) El trabajo de IURKOVIC y PRENTICE 1b) Bl de SAGI y EISIKOVITS. €) La aportacién de RIVAS, GARRIDO y atros -.. ©) Polémiea en torno a la existencia de actitudes © valores especificamente criminales: . so 1) Inexistencia de un sistema de valores criminales: a) Conclysiones de POZNANIAK ... 7 b) BRAITWAITE y BRAITWAITE ) Otras investigaciones: vn 2.) Existencia de un sistema de valores criminales 3) Otas lineas de investigacién alternativas ‘1 Conclusiones de ENDLER y MANUSSON Modelos factorialiatas («rasgos~ o «variables de la personalidad.) 1 Crisis dela teoria de la spersonalidad criminal» y coordenadas del modera0 modelo factoriaista de «rasg0s> .eorrnernn anni br Prineipales lineas de investigacion sobre el modelo de -rasgos 1) Revisiones generales (ARGYLE, YATES, WALDO y DINITZ, PERE RIVAS, ete) sos cen 2) Revisiones sobre la base del MMPI 3) Seguimiento de variables concretas: 1) =Locus de control BY Inteligencia monn Recapitulacisn final: la aportacion de las teorias psicoldgicas LO XV EXPLICACIONES SOCIOLOGICAS DEL HECHO CRIMINAL: LAS DENOMINADAS «TEORIAS PLURIFACTORIALES» (FACTOR APPROACH) (1) ‘Teorias «sociologicas> del crimen y moderna Sociologia criminal. Cl las teorias sociolégicas actuales... a Enfoques «plurifactoriales» (factor approach) . 4) Exposicién de algunas formulaciones paradigmaticad: 0 -.-m.-— 1) HEALY. — 2) Bl matrimonio GLUECK 3) BURTON, . 4) MA. ELLIOT y FE. MERRIL.... ) Critica los enfoques plurifactoriales ificacién de |. Bnfoques plurifactorialesy Criminologia sintegradoray:el principio interdisciplinar 17 709 m m2 113 m4 m4 ns 116 nT mt mt 78 18 ne 19 ‘720 m1 ma mm m2 73 73 Rs 75 75 728 78 78 73 18 iNDICE INDICE saree 1) La division del trabajo: la. diatinta funcién del Derecho en la sociedad EXPLICACIONES SOCIOLOGICAS DEL DELITO: ESCUELA smecénica» en la sociedad -orgénica ECOLOGICA DE CHICAGO ¥ TEORIAS AMBIENTALISTAS (1) 2) Launormalidad dal delto y eu ofuncionalidade 3) Lacanomia: . Gybaraala de Chie: Sacilogin bana cli i) 43 B) La teorin anémica de MERTON: Gute me ea Bacula de Cheng 748, 1) La conducta desviada como reaccién normal alas contradicciones estruc- 2 Tanencial probleme ... 45 ‘tarales y modo (individual) de adaptacién a la sociedad ») La participant observation y ia " 46 2) Cinco reepuestas tipieas al impacto diferencial de las contradicciones ©) El sustrato ecolégico» de la Escuela de C 748, estructorales en el individuo:. Precursores y pioneres de la Escuela de Chicago 48 4) Escuela de Chicago y Estadistica Moral... us ~ by Precursores de la Bacuela de Chicago. 49 1) La sdesorganizacién social» en THOMAS y ZNANIEGKI 49 2) La aportacién de SIMMEL y WEBER. ce 150 3. Conexién de Is teoria de Ia anomia con otros modelo: ©) Bl Departamento de Sociologfa de la Universidad de hice y a ‘Human 1) Elestructaral-funcionalismo de MERTON como base explicativa de la crim fee : 750 nalidad de las bandas en el modelo subcultural de COHEN 1!) PARK: areas naturales y tcoria calogicn 751 2) La variante psicnsociolégica de CLOWARD y OHLIN.. 2) BURGESS: modelo teérico de desarrollo dela gran ciudad (axiate Growth) 761 3) Ladenominada teoria sistémica 3) MCKENZIE y los «mapas radiales» de la Escuela 752 4 Implicacianes mtadoipea,criminolgias, dogmatin penalesyplitin rim Algunas investigaciones sobre «reas criminales- de la Escuela de Chicago 188 rales del pensamiento funcionalista a) ABBOT y BRECKINRIDGE : b) CLR. SHAW y las delinquency Areas: 156 1) Conclusiones de los estudios do érea de 181 9 Conctusionas de lo trabajos de SHAW y MCKAY 758 E CAPITULO Xvilt Eetudion de drearelizadoes pertr de les ones Co id i EXPLICACIONES SOCIOLOGICAS DEL CRIMEN: TEORIAS 1) Sobre la base de otros modelos urbanos: la aportacién de LIND 760 i ‘SUBCULTURALES (IV) b) Areas de wesidencia» y éreas de scomisiéne 760 t 1) Latesis de LIND 761 ; 1. Origen y dlimitacion del eoncepto de eubeultura- 2) Conclusiones de WHITE 71 ' 2. Principales enfoques subculsurales 3) Le aportacién de LOTTIE 761 } 12) La aportacién de KOBRIN, ©) Larelevancia etioligica de un espacio o drea: los trabajos de TAFT, eta 3) La teoria 1M. CLINARD y otros. 761 i 1} Gratuided, malicia y destruct onotaa de la subcultura juvenil 4 Un nuevo enfoque ecligico: i investigacion de LANDER 762 i Otras earacteristicas la aportacin de la Escuela de Chicago: reflexion cfticas 763 ‘ambivalent polaridad negativa)respecta alas normas ‘Teorias ambientalista y prevencién del delito: el denominado defensible Space 767 de Ta culeara Yical 28) Dos tradiciones- de seatudioe de dreax 167 2 Gn del xia y rasan dljven dale: es reaps >) Andis col preven dl deli: cde Space NEWMAN 269 i tas pias. 1) La aportacién de KUBE.. 770 2 cae oy cgi), os 2) Las conclusiones de CHERRY 770 ‘corner bey (contemporizacisn) a Bz | Sacer cs a 44) La obra de NEWMAN y ou revisi por BOOTH 75 formation. Enfoques comuniterioesy sprevencidns de la criminalidiad ie deat 4) La interdependencia reciproca de lo normal y lo patoligico cologlacomunitariax, ous paradigmas y programas de intervenciéa 781 ©) La teria de a oportunidad diferencia, de CLOWARD y OHLIN: 1) Eleoncepta de diferencial» 2) Formas de organizacién yextructura del sum: tipos do weepuestascoac- CAPITULO xvi ‘TEORIAS SOCIOLOGICAS: CONCEPCIONES ESTRUCTURAL- FUNCIONALISTAS (DE LA ANOMIA) ¥ SISTEMICAS (I) ‘Teorias de la canomias y teorias stistémicass: el eatructural-funcionslisme..... 785 ‘Teorias de Ia snomia: sus diversas formulaciones . 181 A) El pensamiento de DURKHEIM: 787 ea a <> a 3) Aportacién criminologicae implicaciones politico criminales dela teoria de (CLOWARD y OHLIN: el programa de slucha contra la pobreza- (War on Poverty) de las Administraciones Kennedy y Johnson. 19 815 818 Bis aig 820 wy fnpice % Griicas@ las teorias eubeulturales y evolucién de étas en la década de los aos 2} Gifticas al modelo simplificador de COWEN ) eapgtas# a teoria de ta oportunidad diferencia de CLOWARD y OHLIN ©) Falémicaen temo al componente deelaes ya relacin co el Concepto de 2) MILLER y la 4eubjeulture de la clase obreras oe ? Ea toorin de ls «valores subterréncoss de MATZA y SViKES; otra concap a B1elight® subcultural que dealigan seubcultura-ysclase sociale ns ) i andlisis subculture a parts de los fos eetenta:orientacionesy poropoci- EXPLICACIONES SOCIOLOGICNS 'S SOCIOLOGICAS DEL DELITO: TEORIAS DEL PROCESO SOCIAL (TEORIAS DEL APRENDIZAJE Y TEORIAS DEL CONTROL SOCIAL) (V) Criminalidadinteracciénsoci sontrol social y eaceién social)... : 2 Teorias del aprendizaj social (social learning aus principales formulaciones ori de la sasociaciondiferencial. (SUTHERLAND y CRESSEY} 1) La tesa de SUTHERLAND: - ") Organizacién social diferencal,aprendizaje y conficta social ty Das aueve regias del aprendizaje social. sn ) Investigaciones emptricas Y nus resultados ©) La revision de CRESSEY - ay Se iiticas ala teoria de a asociacin diferencias Tevtis deta sidentfioacian diferencia, de GLASER, y aorta de ios woless [ettias dl srefuerzodiferencialey del -condicionamiento operante-: particu y fotatrencia la aportacin de AKERS y BURGESS voris de la ~neutralizacine: stenicas de autojustifieacin- 9 -valores ou rrdneos- en SYKES y MATZA eee 3. Teorias del control: un nuevo enfaqus al prstlema de le dacviacn © Tori el aroigo socials (ial Bond Theory = mn 3 cuatro factores que deviden Ia vinealacin del individ a lasek yy MEIN HIRSCH : ame *) Resultados obtenidos en invesigacioneserpiicas olf report sad HIRSCHIy HINDELANG nore na Par Mu) ox ) Teocia de ln confurmidnd diferencia de BRIAR y PILIAVIN ©) Teoria dela contencién, de REKLESS.... 1) Mecanismos internce o externos de contencién y mecanisraos de presi a ¢ contencién y mecaniemos de presién 1) {rimingenos (internal pushes, external Pressures ¥ external Pulls)» 2) Verificacisn emprica de la teorta de REKLESS: sts resultadoo .. 4) Teoria del sontrol interim, de REISS. an - © Teoria deta santicipacion diferencial, de GLAZER. © Critica « le aportacién de ls teoria del control las teorias del proceso socal (nprendizaje social, 829 229 a1 832 833 i i INDICE CAPETULO xx EXPLICACIONES SOCIOLOGICAS DEL DELITO: TEORIAS DEL PROCESO SOCIAL: EL ENFOQUE INTERACCIONISTA. DEL LABELING APPROACH (V1) EI modelo «interaccionistav: conducta desviada y reaccién social Postulados del labeling approach . oo . Origenes del fabeling approach: sus pioneros (THOMAS, TANNENBAUM, LEMERT, ete) es - ‘a) Tendencia radical y tendencia moderada del enfoque labeli 1) Microperapectiva y mucroperepectiva labeling 0. Interaceionismo simbélico y constructivism social Ua denominada -introspeccién simpatétion significado del delito desde la 6ptica el autor ‘a) Autoconcepta y teenicas de justificscion 1b) Otros mecanismos de autodefensa: la xlesviacisn secundaria» Las tres niveles del enfoque labeling .. a - A) Impacto de Ia atribucién del status eriminal- en la identidad del desviado: 11) La-estigmatizaciéns del desviado: interpretaciénretrospectiva, estereot os y =profecta autorrealizable» (self fulfilling prophecy) 2) Repercusion en Ia identidad del deeviado: etiquetamiento y desviacién secundaria « sn B) Proceso de atribucién del status criminal (sproceoos de selecidnl 1) La ley como «marco abstracto de decisidne: smbito de discrecionalidad de los agentes del contro! social — 2 Investigaciones empiricas sobre el comportamienta de los agentes del -control social y variables que inciden en el mismo: 1 Sabre la POLES on b) Sobre las autoridades judiciales 3°) Naturaleza selectiva y diseriminatoria del control social Cy Bl proceso de scriminalizacién primarias: labeling approach y modelos de seonfliton.. : Implicaciones politico-criminales del label a) Losdiversion programs 1) Las restitution programs ou El enfoque labeling: reflexiones eriticas y balance final ling approach caPITULO 100 EXPLICACIONES SOCIOLOGICAS DEL DELITO: MODELOS ‘ y «nueva» Criminologia, ) La National Devianey Cor ference (NDC) y la Criminologia radical de BERKELEY: labeling approach y «marzismos ) Criminologia «marzista» contempordnea: 1) Algunas formulaciones: 2») G. SYKES. be) HL y J. SCHWENDINGE! ©) SPITZER. 4+) QUINNEY: su giro hacia el marzismo ») KRISBERG 2) Su erftica @ la -funcisn legitimadora- y falta de sosionomics de ta Criminologta spositivista- tradicional 8) El método «histérico-analitieo~ de las investigaciones mari ") Centros de interés: referencia a algunas investigaciones. térico marxista. Algunas investigaciones. : ‘Teortas del conflicto: reeapitulacin final vst b) El métado CAPITULO X11 ‘TRORIA Y PRAXIS CRIMINOLOGICA EN LOS OTRORA PAISES SOCIALISTAS (y VII) Introduecin tapas y orientaciones de la Griminologia en los pases socalistaa 4) Panorama general de a iavetgnctn crimnoloie en ns pasos socalisan b Explicaciones tedricas del cris cmt ‘Fidimonoesy imen: teoria de los «rudimentos~ y de la sdesvia 951 2 Elconcepto de prevencién: inpice PARTE CUARTA PREVENCION DEL CRIMEN CAPETULO xxIT LA PREVENCION DEL DELITO EN UN ESTADO SOCIAL Y DEMOCRATICO DE DERECHO 1. La prevencién del delito en el Estado Social y democrético de Derecho by Prevencién primaria, secundaria y terciaria . ©) Un modelo «sui generis» de prevencién: el modelo socialista, ‘3, Modelos te6ricos de prevencién del delito. Exposicién y reflexiones eriticas, 1) El modelo ldsico ) Bl modelo neoelésioo, — : Excurso: evaluacién empiric de ls modelos disuasorios clasice y neoclasico sobre lafuncién preventiva de la pent en. «) El modelo sitiacional como modelo prevencionista 2) ntroducciéa vent 1») Bvolucion de las teoriaa prevencionistas de orientacin situactonal ©) Fundamento del modelo preventivo situacional : 4) Técnicas de prevencién situacional ©) Prevencién situacional y preeauciones rutinarias 1) Reflexiones eriticas.eernnsrnsnnn 4. Seguridad publica, seguridad privaia, gestiGn personal dela seguridad y proven ci del delito| ne 5. Andlisisy evaluacin de los principales programas de prevencin del delito 8) El éxito de la filosofia “prevencionista" 3) Reflexiones a los més signfiativos programas de prevencién 1) Programas de irea geogrfica~ 2) Programas basados en el dsero arquitecténico y urbanistcadirigidos ala remedelacion de la convivencia urbana : 8) Programas de prevencion (-comunitariay) 40) Programas de prevencién wwictimale 0... 5) Programasdeinopiracién police socal lucha contra la pobreza, igualdad de oportunidades)... : 6) Programas de prevencia de la eriminalidad orientados a ta reflexion axiologia: revisin de actitudes, valores y pautas sociales de comporta miento 7 7) Programas de orentacin cognitiva 8) Programas de preveneion de la reincidencia wv nnn 6. Bases de una moderna politica criminal de prevencién del delta... PARTE QUINTA MODELOS DE REACCION AL DELITO E INTERVENCION CAPfrULO x00Vv ANALISIS CRIMINOLOGICO DE LOS DIVERSOS MODELOS Y ‘SISTEMAS DE REACCION AL DELITO 979 1040 1044 1084 04s 1045 1047 ton ANDICE. 2 El modelo sdisuasorio« clisieo .. 1) Sua postulades . by Critieas a dicho modeio : 3. El modelo oparadigma -resocializadors 1) Sus fundamentos tecricos 2) El debate doctrinal sobre laresciaizacin del delincuente 8) Bvolucién del modelo resoializador: dela weuforiaea la sriise ») Concepciones del Derecho que propugnan objetivon resocializadores: antiretribucionisma, concepeign asistencial yneorretribucionismo © Problemas que suscita el concepto de resoializacion =. 4) Fundamento dela pena o fin de la eecucion de ésia ) Naturaleza del proceso de adaptacin del individuo a los valores del ., Supe: eoneepeionesfuncionales y concepciones correecionalistas ©) Programas resocinizadonessmdimon, programas smote er- 4) Finalidad real de ls programas resocalisadores: tela del penado 0 defensa social snes om ©) Elpensamiento dela resocalizacién: recapitulation final argumentos ‘favor y en contra del ideal resocializador... - 7 Bl debate criminoligico sobre la resocializacén del ponado 8) El concepto restrictive de tratamiento (meédice- ante el problema criminal: la «empatiae . ‘) Ampliacién desu objeto: crisis del protagonismodel delineuentes ierupeién de Ia vietima y el control social. 1) Preocupacién ereciente por la victima del delito oe ®) Relativizacién y problematizacign del concepto de sdelito- Idem, de la -reaceian social- : hy Preferencias teméticas:criminalidad oculta y desviacién expresiva 1) Compromiso politico y eritica social J). Superacién del binomio: predisposicién/medio ambiente k) Dela mera explicacién del crimen a su prevencién 1) El control racional de la eriminalidad. . = 'm) Contemplacién critica de las estadiaticas oficiales: cifra negra y campo oscuro de In criminalidad a - ‘n) Balance final... . — 3. Criminologia , objetivo ‘modesto que hubiera permitido, 2 menos actualizar sus fuentes bibliograficas y eatadisticas, evitando el prematuro envejecimiento de la obra. Pensé —y no ‘me arrepiento ahora— que una nueva edicién del Manuall, por sus caracteris- ticas, requeria tiempo, tiempo y reflexién, repose... jporque las concesiones al calendario, a los reclamos editoriales o exigencias del mercado —la premura y ef oportunismo, en definitiva—, sueten ser pésimos consejeros! Opté, en consecuencia, por continuar Is labor investigadora ya emprendida, trazandoun programa, a medio plazo, que he cumplidoy del que son buena prueba los cerca de veinte trabajos publicados, entretanto, en revistas cientificas, espafiolas y ‘extranjeras, sobre problemas criminol6gicos concretos, Fruto de dicho queha- ‘er investigador y, por imperativos pedagégicos, es la version abreviada del Manual (-Criminologia. Una introduccién a sus fundamentos teéricos para 82, PROLOGO juristas»), que ha visto ya tres ediciones en castellano (1992, 1994 y 1996, Ed. Tirant lo Blanch), dos en brasilefio («Criminologia. Una intodugao a seus fundamentos teoricos». Sao Paulo 1992 y 1997, traducida por Luiz Flavio Gomes) y una en catalan, preparada por ta Dr? D* Rosa Feméndes. Palma (-Criminologias. Edicié experimental. Universitat Oberta de Catalunya. Bar- celona 1998); obra, pues, menos ambiciosa, dirigida fundamentalmente a estudiantes de Derecho, que, no obstante, aborda la problematica de la preven- cin del crimen y de la intervencién y respuesta al mismo, no contempladas en el Manual originario, anticipandose a la propia edicién revisada que presente. Hoy, diez aiios después, creo llegado el momento de preparar una nueva edicién del Manual de Criminologia, que revise y actualice la de 1989. Pues siendo el saber cientifico no un saber ahistérico, quimicamente puro, estatico y definitivo, sino un saber siempre abierto y provisional, dinémico, relativo, ‘vambiante, sloel tiempo puede erigirse retrospectivamente en juer inexorable de la validez de los conocimientos adquiridos, depurando o refutando, en su caso, la cientificidad de los mismos y el rigor con que se trasmiten y formulan, Sélo el tiempo —érbitro y crisol de la experiencia— depara la perspectiva histérica necesaria para discriminar los grandes hallazgos y descubrimientos ‘ientificos de las modas y espejismos efimneros, pasajeras; loesencial,lonuclear, de lo aneedético y marginal; lo relativo y circunstancial, de lo permanente; lo cierto, lo constatado, de lo probable, de lo posible o simplemente, de lo (atin) no refutado. ¥ diez afios después, ha transcurrido ya el tiempo necesario. Ahora bien, precisamentedurante estos dos lustros, la Ciencia criminol6gica ‘ha seguidosucamino, descubriendo nuevos centrosde interés, nuevas perspec- tivas, e incluso, nuevos paradigmas. Se ha producido, sin duda, el definitivo afianzamiento del método empirico ¢ interdisciplinario, que pone fin a la histérica lucha de escuelas y al pernicioso enfrentamiento de dos mundos tradicionalmente antagénicos: el de las «togas negrass (el mundo del Derecho} y el de las «batas blancas» (de la Ciencia). ES indiscutible, también, el éxito arrollador de las técnicas de investigacion cuantitativas y las encuestas sociales; y la irrupeién de la vietima y el control social en el escenario criminolégico, que amplian—-amplian y problematizan— el objeto tradicional de esta Ciencia. A ello se afiade, desde luego, la necesaria ‘contemphacién del detite como probleme social y comunitario, coma hecho de la Sociologia de la normalidad, postulado éste (el de la «normalidad+ del delito, como fenémeno «social-) que gana un significative consenso en la doctrina y desmiente la imagen patologica del crimen, y del infractor, esgrimido por la Criminologia clasica. O, también, el subrayado de la voeacién «social» de la ‘iencia criminolégica, eoherente con un nuevo paradigma de ciencia que define elsaber cientifico como saber «practicos (préctico versus teorético, especulativo, academicista). Se observa, igualmente, un llamativo desplazamiento de los centros de interés de la investigacién criminolégica: del Ambito teGrico-doctri- nal eos modelos explicativos del crimen (etiol6gico) al émbito socioeomunitario dela prevencién y la intervenciéa;del andlisia cansal-explicativo de la crimina- lidad, al examen de os diversos modelos dereaccién y de respuesta al delito, que PROLOGO 33 evalia la calidad y rendimiento del sistema legal (de lo justicia criminal) y ‘Glabora férmulas alternativas al mismo. sta nueva edicién del Manual no puede ignorar dicha evolucién de la Criminologia, dele teoria y de la praxis criminolégica. Por ello, se revisanen su primera parte los conceptos y categorias fundamentales, especialmente la fooria de la victima y la del control social, que han generado ya una muy interesante bibliografia, durante los dos uiltimos lustros. Se ha procurado actualizar también el aparato estadistico de la obra, dando cuenta de los informes y encuestas sociales —de ambito estatal, autonémico 0 Jocal— realizados desde 1989, informes y encuestas de obligada consulta para conocer la realidad del crimen (realidad y percepcién del delito pueden ofrecer Valores muy distantes), pero cuya consuita resulta cada vez. mas laboriosa por Ja dispersién de las fuentes estadisticas que ocasiona el mapa autonémico espafiol or iltimo, ¢incorporan al Manual dos nuevas Partes, totalmente novedosas en la estructura inicial de la obra (Capitulos XXIII y XXIV), sobre prevencién del delito (anzlisis de los diversos modelos de prevencién de la criminalidad) y sobre reaccién o respuesta al crimen (exposicién de los diferentes sistemas de eolucién del problgma criminal y técnicas de intervencién en el mismo}, cuestiones ambag/que interesan a la Criminologia, cada vez més, una vez superado el estrecho modelo causal-explicativo de las ciencias y las estériles controversias doctrinales sobre la etiologia del delito. Preocupacién tematica comprensible, pues si es cierto que «estamos retornando al punto cero del saber eriminalégico» yelerimen sigue siendo «un acertijo», es l6gico que la elaboracién, de modelos te6ricos explicativos retroceda a un segundo plano en las priorida- des de esta ciencia, y ceda el paso al reto de nuestro tiempo: la prevencién de! delito y la intervencién en este doloroso problema social y comunitario. En Espafa, por cierto, la Criminologia ofrece un panorama desigual de luces yeombras. De una parte, han surgide nuevos Institutos universitarios y centros docentes donde se imparten ensefianzas especializadas ¢ interdisplinarias, de base empirica sobre el problema criminal con el reconocimiento académico de los «titulos propios» de cada Universidad. ¥ se generaliza la inclusién de esta disciplina en los planes de estudios de las licenciaturas de Derecho de las diversas Universidades, como asignatura «optativas, de acuerdo con una tendencia que parece incontestable. De otra, se observa un notable ineremento dela produccién cientifico-criminol6gica que, ademas, mejora sensiblementeen rigor metodolégico y calidad. Se publica, pues, mas y mejor, y los trabajos empiricos sobre el crimen dejan de contemplarse despectivamente por los penalistas como «género menor», No obstante la Criminologia espafiola tiene ante sf un largo camino si retende alcanzar con plenitud el «rol» que a esta disciplina corresponde en el Ambito cientifico-tebrico, en el académico, el institucional, el social. Un arduo ‘camino de autocritica y superacién, no de reivindicaciones académico-labora- Jes, corporativas, sobre el rango del titulo oel acceso al mercado de trabajo. La Criminologia espafiela no puede seguir siendo una disciplina teorética y eee 34 PROLOGO cespeculativa que da Ia espalda a los problemas acuciantes de la sociedad y al hombre de su tiempo, que olvida la naturaleza «précticas y la funcién «social» de la ciencia y predica atin rancias teorias de la «diversidade del delincuente y el cardcter patol6gico del crimen. Tiene que optar, sin reservas, por el método positivo, empirico, abandonando los dogmas sin respaldo cientifieo, perjuicios subjetivos y actitudes intuitivas que sustituyen la realidad del crimen por imagenes y percepciones viciadas de la misma. Tiene que abrazar, desde luego, el principio de la interdisciplinariedad, principio incompatible con trasnocha- das concepciones «piramidales», «jerrquicas», que pugnan con la unidad del saber cientifico y conducen a 1a denominada «barbarie de los especialistas». Ahora bien, todo ello sin absolutizar ni sobredimensionar las cuestiones «metodolégicas»: sin conceder més trascendencia al método que al objeto de la investigacién y alos fines de ésta; sin preocuparse mas de perfeccionarla pureza y rigor metodolégico de las téenicas de investigacién, de las herramientas de trabajo, en definitiva, que dela investigacién misma, en un alardedeempirismo ‘eraso y narcisista que no es ya de recibo. La Criminologia espafiola, pues, no debe abandonar el sendero de la “ciencia”, ni sucumbir a os interesados y perniciosos consejos de los hechiceroa de siempre (hoy: «forjadores de la opinién publica»); expertos manipuladores profesionales del miedo al delito, que dicen tener la receta mégica para resolver uno de los fenémenos més inquietantes que desde la noche de los tiempos fascina, apasiona y preocupa a la humanidad: el fenémeno del crimen. Pues tales consejeros siempre han abuyentado los demonios del mal a su modo: sustituyendo el diagnéstico cientifico, desapasionado, de este doloroso proble- ma social (problema, no plaga, ni tumér) y comunitarie —problema de todos, desde luego, ¥ no s6lo del «sistema legal-— por vehementes cruzadas para erradicarlo de la faz de la tierra; la empatia, por beligerantes perjuicios dogméticos y maximslismos politicocriminales; e! control y 1a prevencién racional del delito por utépicas y radicales tesis que declaran incompatibles la realidad “patolégica” del crimen con un sistema social sano, y propugnan, por tanto, el total exterminio de aquella a toda costa y a cualquier precio. Duele reconocerlo, pero una Criminclogia con tales carencins corre el riesgo de no ser tenida en cuenta por los poderes puiblicos y as instituciones, ni por los ‘operadores del sistema, ni por la propia comunidad. No contaré con el apoyo y la financiacién que la investigacin cientifica requiere, ni con el imprescindible reconocimiento académico y prestigio social. Pasara desapercibida cuando se aborden importantes reformas penales, como lamentablemente ha sucedido con el vigente Cédigo penal espaol, y quienes la cultiven acabarén refugién- dose en un coto hermético de inttiles saberes especializados incopaz de aportar uz y soluciones al hombre hoy. Sequeja, amenudo, el investigador desusoledad. Ynole faltarazén, porque la sociedad, la opinién publica —y la propia dinmica politico-electoral—> ‘esperan y rentabilizan més soluciones magicas y espectaculares, a corto plazo, del preocupante fenémeno del criminal, que diagnésticos cientifiens y desapasionados del mismo, no siempre autoexculpatorios ni tranquilizadores. PROLOGO 35 ' porPero, a menudo también, se gana a pulso el tedrico, el cientifico, dicha Jpoledad, cuando se desentiende de la realidad social e hist6rica y desprecia los lemas del hombre de su tiempo; cuando en lugar de comprometerse en la ransformacién de esa realidad se limita a redefinirle arrogantemente con su ‘eriptolenguaje de impecables conceptos y categorias formales que dificulta la transmisiOn de la experiencia cientifica a los operadores del sistema y limita al ‘gndiximo la practicidad del saber criminolégico. No debiera olvidar el investiga- ‘Bor, sin embargo, que los teéricos s6lo «siembran la semilla-, pero la ciencia tiene una trascendental funcién social: y los verdaderos cambios sociales, y el propio progreso, se realizan, se materializan, «a pie de obra», gracias ala labor de quienes se comprometen, d/a a dia, en Ia transformacién de la realidad. Permitanseme, para concluir, tres reflexiones personalles sobre e} problema criminal —u diagnéstico, prevenci6n y respuesta al mismo— que sintetizan las tesis fundamentales de esta obra. "En primer lugas, pienso que la moderna Criminologia profesa una imagen mucho més compleja del suceso delictivo, y de los factores y variables que convergen en el escenario criminal. Junto a la persona del infractor cobra hoy czeciente protagonismo la de la victima y el control social. FI delito deja de identificarse con la frfa decisién abstracta, ahist6rica, atemporal, de un arque- tipo de hombre algebraico que se enfrenta asombrosamente con ia Ley como consecuencia de alguna patologia o disfuncién que lo hace «distintov, «diferen- tes. Antes bien, se contempla como conflicto o enfrentamiento interpersonal, histérico y concreto, real, doloroso para todos, pero humano, cuasidoméstico, cotidiano: como problema social y comunitario, Por otra parte, ta Ciencia ve en el delincuente, salvo excepciones estadisticamente poco significativas, un individuo normal, un hombre mas de su tiempo, esto es, un ser condicionado, como los demés, por un complejo entramado biolégico que se transmite hereditariaments; pero muy tondicionado también por los demds, por los otros, Por st entorno, por la comunidad. Un ser, por tanto, social, comunicativo, abjertoy muy sensible a eficaces procesos continuos y dinémiicos de interaccién con otros hombres, con el medio. Un ser, pues, inacabado, receptivo, que mira al futuro, capaz de trascender sus propios condicionamientes. Porque el hombre no e8 s6lo Biologia: es, también, Historia, Cultura, Experiencia. Carece, pues, de sentido el viejo dilema: hombre o sociedad, en el momento de explicar la génesis del delito. Todo es mucho més complejo. La propia decisiGn criminal no puede entendesee formal y estéticamente, prescindiends de determinados procesos de aprendizaje y socializacién del infractor, ni de ciertas operaciones cognitivas matizadas por el contexto subjetivo de éste. Las Fancias tesis clésicas del libre albedrio absoluto dan paso, hoy, a planteamien- tos més complejos y relativizadares del suceso delictiva, que reconocen la felevancia etiolgica de una rica gama de factores y variables (territoriales, urbanisticas, ambientales, interpersonales,calturales, axiol6gicas, tz:). Todos ellog convergen e interactian en el «escenario» delictivo y contribu- ‘yen al disefio final, muy selectivo, del perfil del hecho delictivo. En segunda lugar, y por lo que a la prevencion del crimen se refiere, parece evidente la crisis de los modelos «disuasorios~ ¢ incluso «situacionales» supera- dos por modelos «etiologicose y «comunitarios» que propugnan un concepto de prevencién positiva y social, a medio plazo que no s¢ sirve de mensajes disuasorios, ni de téenicas restrictivas, cuasipoliciales, sino de prestaciones solidarias. Una prevencisn primaria concebida «etiologicamentes, esto es, que recaba y moviliza una actuacién comunitaria tendente a paliar desequilibrios, nevesitiades béisicas y situaciones earenciales, incidiendo en las raices tltimas del conflicto delictivo —no en sus sfntomas, ni manifestacianes— con una incisiva politica social y asistencial. Prevencién que no persigue la erradicacién del erimen, sina sx.control racional. Que pondera, desde Inego, el coste social — no sélo Ia efectividad— de las diversas estrategias y técnicas de intervencién. Que opera a medio y largo plazo y procura comprometer a la comunidad, pues Ja prevencidn del crimen no interesa exclusivamente al sistem legal y sus instancias oficiales, sino a todos, y todos deben corresponsabilizarse solidaria- mente en tal empresa. En cuanto a los sistemas de reaccién o respuesta al delito, es evidente la crisis de la Justicia criminal y la insuficiencia de las formulas tradicionales de enjuiciamiento. La imagen de la diosa Justicia, estatua feta de marmot, ciega, sorda y muda, que se venda los ojos... pero cifle espada, parece, sin duda, desmedida pero atieria al denunciar el formalismo de un sistema tecnocrético que decide —sancionaoabsuelve— pero noresuelve; que actiia con imperiures, ho con «auctoritas»; que impone sus criterios, sin explicar ni convencer, ni pretenderlo; que se preacupa exclusivamente de la pretensi¢n punitiva de} Estado, pero se desentiende de las expectativas de las otras partes implicadas ‘enel sucesocriminal (infractor, victima, comunidad); que, por tanto, ni resuelve dicho conflicto, niconcilia a sus protagonistas, ni pacifica las relaciones saciales generales. La solucién na puede encontrarse, sin embargo, en formulas utépicas 0 demagégicas, con pretensiones de universalidad, que propugnan una Justicia slega+ y *aldeanar, o «la devolucién del conflicto» a los propietarios del mismo, para que ést0s lo resuelvan privadamente sin intervencisn del sistema legal y las agencias oficiales de éste («ladrones de conflicto). Por el contrario, es necesarie delimitar rigurosamentz bajo qué presupuestos y en qué grupo de ‘casos cabe sustituir la actuacién de Ja maquinaria pesads del Estado —la Justicia eriminal— por la més flexible de otras {6rmulas pacificadoras de conciliacién y mediacidn. Pera con realism, de forma progresiva, ¥ sin merms, ‘ni menoscabo de las garantias irrenunciables del ciudadano (y del principio de ‘igualdad), riesgo que exhiben algunas propuestas bienintencionadas de inad- misible faz privatists. En todo caso, e8 obvio que la calidad de un sistema o formula ideal de enjuiciamiento de conflictos no se mide exclusivamente por el rigor légico de aus normas, dé su cobesture normative; ni por su rendimiento fective o capacidad disuasoria; ni por Ja profesionalidad de los operadores que {e sirven, sino por otros indicadores. Fundamentalmente, el grado de satiatae- cién de determinadas expectativas y pretensiones de los implicados en el PROLOGO “fe lema criminal: 1a resocializacion det infractor, la reparacion del daito Pala vietima, la solucién del conflicto mismo y la pacificacion de las telaciones sociales generales. : Noquiero terminareste prélogo sin antesexpresarmisincera agradecimien- a rsonas. on seat cipulos de la Catedra de Derecho Penal, los profesores de la Universidad Complutense, Dr. D. Fernando Santa Cecilia Garcia y Dr* D* Rosa Fornndez; las muy pronto Doctoras Carmen Ocaifa y Laura Pozuelo profegora tate ultima de le Universidad Auténoms de Madrid), al profesor Miguel Ferndndez-Tapia, licenciado en Derecho y Medicina, y a Cecilia Lézaro, colaboradora de mi Cétedra, Todos ellos me han prestado una ayuda de inapreciable valor que reconozco y agradezco. iPreiign, deste luego, a Julita Rodriguez Rui que ha «traducidor las més de mil trescientas paginas manuscritas con mi vieja puma estilogréfica, pasindolasfielmente este artificiomodernoal que todavia me resistoyllamman ordenador. | ‘AlGabinete Técnico de la Direccién General de la Policia, por facilitarme un. material estadistico de gran utilidad pero de dificil consulta, cuya reproduccién en el Manual agradeveré, sin duda, el estudios0. ‘AFernando Alvarez Ude Aguirre (+), médico y humanists, amigo, que vivié intensamente la vida haciendo a todos el bien, a quien dedico especialmente esta obra, coma testimonia de afecta y agradecimienta, Madrid, 1 de marzo de 1999 ANTONIO GARCIA-PABLOS DE MOLINA. Catedraitica de Derecho Penal de ta Universidad Complutense A PROLOGO A LA TERCERA EDICION La excelente e inesperada acogida que ha dispensado el lector a este ‘Tratado de Criminologia (denominacién -la de Tratado- que, por cierto, sigue pareciéndome incorrecta) super6, con creces, las previsiones mas optimistas. El autor ~lo confiese con tanta satistcecién camo sorptesa~ no padia imeginar, desde luego, cuando concerté con la Editorial su publicacién que en el aio 2001 tendria que iniciar la preparacién de su tercera edicién. Pero lo cierto es que, aun siendo una obra de unas caracteristicas muy concretas, esto es, una obra de consulta, densa, muy densa, y voluminosa, poco 0 nada amena y dirigida ~ 1a precio disuasorio~ al estudioso iniciado en esta especialidad, su segunda edicién se agot6 a los pocos meses de ver Ia luz. ‘La presente edicién, como padré comprobar el lector, no es, sin embargo, ‘una mera reimpresién, ni una versiGn corregida y actualizada de la precedente Incluye, por ejemplo, un nuevo capitulo, decasi cien paginas, sobre psicopatologia yy psiquiatria criminal en que se analiza la delictogénesis e implicaciones criminolégicas de los principales trastornos mentales. Ademds, se revisa la informacién estadistica de la obra que se recoge en sus anexos y la relativa a las encuestasde victimizacién realizadas en Espafa, capitulo V, con la inclusion de otrea encuestas posteriares. La nueva edicién, como es légico, da cuenta de la bibliografia nacional y extranjera mas reciente, y, sobre todo, aborda materias y cuestiones de especial interés nocontempladas en ediciones precedentes. Asi, yaa titulo puramente ilustrativo, cabe citar las siguientes innovaciones: en el Capitulo Il se examina la evolucién hist6rica del control social (subapartado 5.e), asi como la controvertida cuestién de las relaciones entre delito y reaccién social (2.¢.), afiadiéndose al estudio de la victima del delito dos apartados que versan, respectivamente, sobre la victimizacién psicolégica y sus variables en los diversos delitos (4.e.) y sobre la llamada violencia de género 0 malos tratos intradomésticos (4.k.d”.); el Capitulo M11 incluye un nuevo epigrafe (3.A.a.) dedicado ala Biologiacriminal y su rolen el sistema de la ciencia criminolégica; 1 Capitulo V aporta informacién actualizada sobre recientes encuestas de Victimizacion espanolas (4.A.1.d.b” y c”), resumiendo y valorando las criticas ientificas dirigidas por la moderna doctrina al aparato estadistico oficial (4.4.2',j en el Capitulo XI ve relacionan las investigaciones emp(ricas més recientes en el dmbito de la genética criminal (1), de la neurofisiologia (2), la seciobiologia y ta bioqutmica (4), anslizéndose el problema de la conducta sgresiva humana y sus fundamentos biopsicosociales (6); el Capitulo XXII ‘frece ahora datos relevantes sobre la evolucidn dela criminalidad en los otrora 40 PROLOG denominados Paises del Este (socialistas) con posterioridad al decisivo cambio politico, social y econémico que tuvo lugar en los mismos al final de los afios, ‘ochenta y comienzo de la década de los noventa del pasado siglo(4);el Capitulo XXIII, referido a la prevencién del erimen, revisa un tema de creciente interés ‘criminolégico: el de la seguridad privada y la gestién personal de la seguridad (4); en el Capitulo XXIII, también, se recogen las més significativas investi- gaciones empfricas sobre la eficacia preventiva general y preventiva especial de ta pena (3. Excurso), asi como las aportaciones doctrinales de los diltimos afios entornoaladenominada prevencion situacional (3.c.);finalmente,el Capitulo XXIV da cuenta de las conelusiones que resultan de los metaandlisis con relacién a la eficacia rehabilitadora de los diversos tipos de tratamiento (3.5) Espero que esta obra pueda ser itil parael estudiante de la Licenciatura, ya enciernes, de Criminologia, pues en ella encontrar una informacién rigurosa ¥y actualizada sobre los contenidos fundamentales de esta disciplina empirica e interdiseiplinaria: sobre sus conceptos y categorias mas relevantes, método y técnicas de investigaciGn, modelos tedricos relativos a la etiologia, génesis y prevencin del crimen y a la intervencién en la persona del infractor, ete.; asi como datos fiables sobre la criminalidad en Espaiia procedentes del aparato estadistico oficial y de otras encuestas sociales. Su versién resumida (Criminologia. Una Introduccién a sus fundamentos tedricos. Tirant lo Blanch) ha visto ya la 4" Edicién, recientemente aparecida (2001); y, en febrero del 2002, vio la luz la también 4 Ediciéa de esta misma obra, traducida al brasilefto por el Dr. D. Luiz Flavio Gomes (Criminologia. Uma Introdugao a seus fundamentos tedricos. Sao Paulo. Brasil. Edit. Revista dos Tribunais), Quiero dedicar especialmente la 3* Edicién de esta obra a mi padre, fallecido en el mes de Diciembre del 2001. Asu memoria Madrid, diciembre de 2002 ANTONIO GARCIA-PABLOS DE MOLINA Catedrético de Derecho Penal de la Universidad Complutense AbstrCrimPen ADP AIC AICPC. AIS AML AnnRevSociol ArKrim ASR BISDP BritJCrim BritJDel BritJSoc c CanJCrimThe CpCrim ClStLawR CPCr Cr DetS DJT DRiZ EDPC ABREVIATURAS UTILIZADAS “Abstracts on Criminology and Penology (hasta 1968, véase Excerpta Criminologica) (Amsterdam). ‘Anuario de Derecho Penal y Ciencias Penales (Ma- drid). Anales Internacionales de Criminologia (Paris. Anuario del Instituto de Ciencias Penales y Criminolégicas (Venezuela). ‘American Journal of Sociology (Chicago). ‘Archivos de Medicina Legal (Argentina), Annual Review of Sociology. “Archiv fisr Kriminologie (Liibeck?. ‘American Sociological Review (Nueva York). Boletin Informacién Seminario Derecho Politico (Salamanca), The British Journal of Criminology, Delinquency and Deviant Social Behaviour (Londres). The British Journal of Delinquency (Londres, hasta 1960). The British Journal of Sociology (Londres). Criminalia (México). Canadian Journal of Criminology and Corrections (Ottawa). Capitulo Criminolégico (Zulia, Venezuela). Cleveland State Law Review. Cuadernos de Politica Criminal (Madrid). Criminology: an interdisciplinary Journal (Beverley Hills, CA). Déviance et Societé (Ginebra). Deutscher Juristentag. Deutsche Richterzeitung. Estudios de Derecho Penal y Criminologia (Argenti- na). a Pe 42 EPCr ExCrim GA GrKrim HarvLR HwbKrim Wy IntJCrimPen dB JbS Jerim JR SResCrim. ISI JSPs JuS oz Kr Krimé KrimGegfr KrKrim KrSchr Kritd KZfSS L LawSocRev MedSachVerst MschrKrim ABREVIATURAS Estudios Penales y Criminolégicos (Santiago de Compostela). Excerpta Criminologica (A partir de 1969, véase Abstracts on Criminology and Penology) (Amsterdarn).. Goltdammer's Archiv flir Strafrecht (Hamburgo). Grundlagen der Kriminalistik (Hamburgo). Harvard Law Review. Handworterbuch der Kriminologie und der anderen strafrechtlichen, Hilfewissenschaften (I de., 2 to- mos, Berlin-Leipzig, 1933-1936),Handworterbuch der Kriminologie (2 de., Berlin, 1966). Informacién Juridica (Espaiia). International Journal of Criminology and Penology dustizblatt, Jahrbuch fir Sozialwissenschaf. ‘The Journal of Criminal Law, Criminology and Police Science (Chicago, 1), Juristische Rundschau (Berlin). Fournalof Research in Crime and Delinquency (Davis, Cal.) (Hackensack, N.J.). The Journal of Social Issues (Michigan). The Journal of Social Psychology (Provincetown). Juristische Schulung (Munich y Frankfurt). Juristenzeitung (Tibingen). Kriminalistik (Hamburgo). Kriminologisches Journal (Munich). Kriminologische Gegenwartsfragen (hasta 1966, Kriminalbiologische Gegenwartsfragen) (Stuttgart). Kritische Kriminologie. Kriminologische Schriftenreihe (Hamburgo). Kritische Justiz (Frankfurt). Kilner Zeitschrifi fiir Soziologie und Sozialpsychologie (Colonia y Opladen). La Lectura (Madrid). Law Society Review (Madison). Der Medizinische Sachverstiindige (Berlin). Monatsschrifefir Kriminologie und Strafrechtsreform (Colonia) (hasta 1937, Monatsschrift fur Kriminalpey- chologie und Strafrechtsreform; de 1987 a 1953, Monatsschrift fir Kriminalbiologie und Strafrechts- reform, Fieidelberg). ABREVIATURAS, 43 ‘Nueva Enciclopedia Juridica (Barcelona) Neue Justiz (Berlin). Newe.Juristische Wochenschrift(Munich y Frankfurt). Nuevo Pensamiento Penal (Buenos Aires). Quaderni di Criminologia Clinica (Roma). La Questione Criminale (Bolonia). Relaci6n Criminolégica (Venezuela). Revista de Ciencias Penales (Chile) Recht der Jugend. Zeitschrift fir Jugenderziehung, Jugendpflege, und Jugenschuts, fir Jugendfiirsorge und Jugend-strafrecht (Neuwied). Revista de Derecho Espanol y Americano (Madrid). Revista de Derecho Penal (Argentina). Revista de Derecho Penal y Criminologia (Argentina), Revista de (la Escuela de) Estudios Penitenciarios (Espafia). Revista de la Facultad de Derecho de la Universidad Complutense (Madrid) Revista de la Facultad de Derecho de la Universidad de Zulia (Venezuela). Revista General de Derecho (Valencia, Espa). Revista General de Legislacion y Jurisprudencia (Ma- arid). Revue International de Criminologie et de Police Technique (Ginebra). Rivista Italiana di Dirittoé Procedura Penale(Milin). Revista del Instituto de Investigaciones y Docencia Criminolégicas (Argentina). Revista Internacional de Politica Criminal (Naciones Unidas). Revista Internacional de Policia Criminal (Interpol). Revista Internacional de Sociologia (Espatia). Revista Juridica de Cataluia (Barcelona). Revista Policia Cientifica (Venezuela). Revista Penal y Penitenciaria (Argentina). Review of Social Economy. Revue de Science Criminelle et de Droit Pénal Compa- ré (Paris). Revista de la Universidad Nacional de Cérdoba (Ar- gentina). Schweizerische Zeitschrift fir Strafrecht (Berna). 44 SPr sq SSel SFr SG ZfStrVo ZRP 2stw ABREVIATURAS Socials Problems (Notre Dame, IN). Sociological Quarterly. Social Science Information. Sociology and Social Research (Los Angeles). Social Fores (Chapel Hill, NC). Studium Generale (Berlin). Zeitschrift fir Strafvollzug (Wiesbaden). Zeitschrift fur Rechtspolitik (Munich y Frankfurt). Zeitschrift fiir die gesamte Strafrechtswissenschaft (Berlin-Nueva York). Parte primera: INTRODUCCION vite: Capitulo I: "La Criminologia como ciencia empirica e } interdisciplinaria “h'Se puede definir la Criminologia, provisionalmente, como la ciencia gmptrica e interdisciplinaria que tiene por objeto el crimen, el delincuen- tz, la victima y el control social det comportamiento delictivo; y que aporta una informacion vélida, contrastada y fiable sobre la génesis, dindmica y variables del crimen —contemplado éste como fendmeno individual y come problema social, comunitario—; ast como sobre su prevencin eficaz, las formas y estrategias de reaccién al mismo y las técnicas de intervencién positiva en el infractor. Conellose tratande resaltar las notas diferenciales de esta disciplina frente a otros campos del saber o de la experiencia que, de algin modo, versan también sobre el delito. Por el ranga de los conocimientos que suministra, la Criminologia es una ciencia, porque aporta un micleo de conocimientos verificados (no refutados), sisteméticos, asegurados!. Por razén del método y técnicas de investigacién, la Criminologia es una disciplina empirica e interdisciplinaria: una ciencia del «ser, ofécticas*, einductiva*, en la El saber «cientfioo implica una verificacin de las hipétesis y teorias que otorgs al mismo credibilidad, rigor. Aunque, a menudo, el niicleo de conocimnientos obtenido ratifque ls xexperiencia popular-, lisitandose a formular las leyes que ‘aquélla solo wintuda-, au método y sistema distancian cualitativamente una y otra forma de conocimiento, ‘Asi, EXNER, F, Biologia criminal en sus rasgoe fundamentales, Bsrcelone Bosch), 1946, pag. 17;enigual sentido: MERGEN. A., Die Kriminologie. Bine eystematische Darstellung. Berlin/Frankfart aM, 1967 (Verlag Fv. Vahlen), pég. 3 (Tatsachenwissenschaf). SCHNEIDER. HJ, Kriminologic, 1967, W.deGruyter, Berlin-New York, pag, 89. me neste sentido, RODRIGUEZ MANZANERA, L.,Criminologin, 1982 (Edit Porrua), pag. 93, siguiendo el conocido esquema de M. BUNGE; MANNHEIM, H., «_ Domparative Criminology, I London (Routledge Kegan Paul, 1965, pg 19 ‘odoe, BONGER, W. A. Introducci « ln Criminologia, México (1943) de Cultura Eeonémica, pég. 39. OMS Fonte pari Setinicion propuesta, sin embargo, partida, a eetolégicamente necesario ar Criminologic Requit detenida y de ulteriores prec ee, Oot ¥ funciones de esta dise; constituye sélo un pu ti nt ira delimitar el ambito copes - Re ello, de una fundamentacién ina ones en torne al objeto, método, sista , , sistema Sep frmulasugestiva deb ° a sugetivade GOPPING| ing act Del 8m0: Kriminologie cd en oe Madrid Reus), 1975, hung, pig. 1 ‘Munchen. C. H. Beck’sehe G. idelberg laristischer Verig) ign dy 0,delimione Gee Mificos, Madrid (1978), Espasa Calpe, ‘TRATADO DE CRIMINOLOGIA Ia que se ha dicho gréficamente que es «un rey sin reino»®. Por ello, tembién, no puede ser ni es una definicion pacifica. En efecto, si se analizan con atencién algunas? de las definiciones convencionales de esta disciplina, podré observarse que no existe un consenso paradigmatico en la literatura cientifica sobre e} propio con- cepto, objeto, método, sistema o funciones de la Criminologia: se discre- abiertamente sobre problemas capitales", hasta el punto de que tan estéril debate" ha permitido afirmar a algin autor que es mas lo que se © Cf, MANNHEIM, H., Comparative Criminclogy, 1, Landon, Routledge-Kegan Paul (1965), pag. 18. # Entre las més conscidas definiciones de Criminologia, cabe resaltar algunas. LOPEZ REY, M.: «Ciencia que se ocupa de determinar las causas.ofactaresdel delito afinesde prevenciony de tratamienf del delincuente»(latroduccién ala Criminologia. Madrid, 1981. Instituto de Criminologia de la Universidad Complutense, pig. 131 QUIROZ CUARON A. y RODRIGUEZ MANZANERA, L.: «Ciencia sinetion, causal, explicativa, natural y cultural de las conductas antisociales» (Quiroz Cuerdn, A Evolucion de ta Criminologta, Derecho Penal contersporéneo, aimero 3 de 1965, México, D. F, pig. 17; EXNER. F.: «Biologia Criminal esta teoria del delito como aparisién en fa vida del pueblo y en la vida del particular+ (Biologia ‘Criminal. cit., pag. 15; MERGEN, A.: «La Criminologia es una ciencia factica: su isin esel anlisis empirico, natural y social de la criminalidad, del delincuente ‘y dela victima: su meta, la prevencion y lucha contra el erimen(Die Kriminolgie. i, pag. 3), KAISER. G «Criminologia es la totalidad ordenada del saber ‘experimental acerca del crimen, dal infrector de las norinas juridicas, del compor. smiento sovialmente negativoy del contre de dicho comportamiento»(Kritminologie, i, pig. 3; GOPPINGER. H. «Le Criminologla es una ciencia empirica ¢ interdisciplinaria. Se ocupa de las circunstancias de la esfera humana y social relacionadas con el surgimiento, la comisin y la evitacisn del crimen. Asi corno del tratamiento de los violadores de (a ley» (Crienivalogge, cit, pag. 1); Ld. SIEGEL: “Aproximacién cientifica al estudio del comportamiento criminal y subsiguiente ‘reaccién socal al mismo» (Criminology, 1983. West Publishing Company. St.Paul New York;. Los Angeles. San Francisco, pag. 4). Cfr. SCHNEWER, H. J., Kriminologie, W. de Gruyter. Berlin-New York. 1987, pags. 84 y ss. © Sobre problemas criminolégicos capitales objeto de abierto disenso. Vid. KAISER, G., Kriminologie, cit., pag. 4; EISENBERG, U.. Kriminologie. cit., pags. 2 y 52, MERGEN, A., Die Kriminologie. pag. 25; GOPPINGER, H., Criminologia. cit., végs. 1 y 2: RODRIGUEZ MANZANERA, L., Criminologia cit., pags. 5 y ss. En ‘Roneral, vid. Kriminologie-Heute. vol. 11 (Her. MERGEN, A, con aportaciones de ANDERSEN, Chr.; DOLEISCH, W.: ELLENBERGER, H; GLUECK, Sh; MILLO, 8; NAGEL, W. HL; VERSELE, S.C; WOLFGANG, M. E. (1961, Kriminalistik Verlag Hamburg). ‘" A juicio de VERSELE, E. (Kriminologie-Heute, cit., pag. 103), se trata de un ftuténtico «didlago de sordosr. Probeblemente deba buscarse la razén en los Prejuicioe y obsesiones de lov especalistas que no asumer la necesidaa de un is «eriticas» que representan, entre gtros, l, entre: ounce cee do nagiereenentan, ent , TAYLOR, WALTON y radical de a desviacic : : se diserepa? 'viacion y del control socials? {En qué se coincide yen qué Ciertamente, el abanico doctrinal i e cubre un rico espectro inoue en consonancia con los diversos enfoques o | Tempest Puede examinarse el crimen: biologicos, sociclost Propia autocomprensién de la Criminologia come cei lee ons sca Tas ington dela Criminologia como disciplina cenificay If Biologte criminal, cit, pla. 15. Ba: BRA. Forechuing von auasen gesehen (Mégiichkeiten der Zusamineniarbeit i Beri der Ri ischen Forschung), 1974, pg. 28. ™ tn Piimeipes de Criminologe, Paris, 1966 084, Cajaa, pap. 13. ’ wo Lesrégles de la méthode sociologique, Part (1956), pég- 35. : ‘viminologtaerftia, 1977 (Siglo XXI Kditores), México, pags. 21 y as ‘TRATADO DE CRIMINOLOGIA 51 "vSuele admitirse por la opinién mayoritaria” que ésta es una ciencia Gnipirica; y que ee debe ocupar, al menos, del crimen y de Ia persona del Gelincuente, asi como de la ejecucién de las sanciones penales, de la is y del tratamiento del infractor; pero se polemiza respecto a fodo lo restante, por lo que es muy vasto el campo de lo problemética en Ia.Criminologia. Los contornos y extensién del llamado «campo previo» éla criminalidad, \a relevancia de los andlisis de la «personalidad» del jéfractor, el significado mismo de la «reaccién social» y del comporta- miento de sus agentes, el rol y emplazamiento de la victimologia o de la criminalistica, son, entre otros muchos, temas objeto de una viva polémica. . "Pero, en definitiva, y a los efectos de una mejor comprensién del flcance de la definicién propuesta, cabe distinguir en la doctrina ‘eriminol6gica contemporénea una acepcién «restrictiva» y una acepeisn cextensiva» de la Criminologia®, o mejor: del objeto de ésta. La acepeién restrictiva cireunscribe la Criminologia a la investiga- cin del delito, de la persona del delincuente y de la ejecucién de la pena. Queda, pues, fuera de su objeto buena parte de lo que denominamos el «control social», Exponente de este modo de enfocar el quehacer criminologico serian, por ejemplo, las conocidas tipologias de delineuen- tes, los estudios monogréficos y longitudinales y las biografias descritas con arteglo a criterios psicolégicos, psicopatolégicos y psicoanaliticos. Autores, entre otros, partidarios del mismo pueden considerarse: EXNER, SAUER, MEZGER, MANNHEIM, GEERDS, PINATEL, KAUFMANN, WURTENBERGER™. Logicamente, este paradigma cientifica se aviene mejor que cualquier otro a los postulados y exigencias de la denominada «Criminologia positivista»™: de una Criminologia acritica, sumisa al orden legal; que explica el crimen etiolégicamente con férmulas biopsicolégicas, atribuyéndolo a disfunciones o patologias individuales del infractor, y que predica, en dltima instancia, unos objetivos correccionales, 1 Ofe,, KAISER, G.; Kriminologie, ct., pag. 5. 90 signa la acertada distincién de KAISER, G., Kriminologie,cit., pégs. 4 y a ‘detalZ, vid. KAISER, G., Kriminologie, cit, pags. 4 y as. iao'el término «Criminologia positivista» en ) sentido de BARATTA, A. {Cejmninalogin y dogmatica penal. Pasado y futuro del modelo integral de la ciencia Penal, en: Papers. Revista de Sociologia, nimero 13. Universidad Autonoma de ‘Barcelona 1980, page. 17 y ae.). ve [ANTONIO GARCIA-PABLOS DE MOLINA programaso estrategias trasciendan el mbito propio dela Criminologia y bundan sus raices en la Etica o en la Politica Criminal. Ahora bien, la teorfa del control y prevencién del problema criminal no puede identificarse con la beligerante y poco cientifica referencia ala «lucha contra el crimen». Quienes convierten la Criminologia en bande- ra 0 estandarte de ambiciosas «cruzadas» contra e} delito sacrifican ta autonomia y cientificidad de esta disciplina empirica en aras de progra- mas politico-criminales de poderosa carga ideologica. La degradan, por tanto, y mediatizan. Entodo caso, parece atclimaginar una Criminologia Zeoréticapura,quintaesencia del_empirismo quimicamente neutro. Pues el saber criminolégico siempre ha ‘eumplido en los paises occdentales europeds una funciin practca, delegtimacién del orden social. Dicho de otro modo: no se ha cultvadd la teotia por amorallateoria, nila ciencia por amor a la ciencia™. En todo caso y como se subraya en la definicién provisional de la Criminologia, corresponde a esta Ciencia, a su objeto, el control y prevencién de la Criminalidad, sin perjuicio de que la legitimidad y limites de los coneretos programas 0 estrategias suscite un debate politico-criminal y ético que trasciende el marco propio de esta discipli- na. En sintesis, la definicién propuesta implica una rigurosa delimita- cién metodotogica (empirismo que descarta, como no cientifico, cual- quier proceder investigador no basado en el andlisis y la observacién); significa, también, una amplia seleccion del objeto de esta disciplina, al incluir junto al delito y a la persona del delincuente, el estudio de la victima del crimen y el del control social; propugna una determinada concepcién del delito, que se examina no solo como hecho individual, sino como fenémeno social, como problema comunitario; e incorpora a las funciones tradicionalmente asignadas a esta ciencia (la explicacién del crimen y el ‘tratamiento’ del infractor) otras de creciente interés (su prevencién y el examen de los diversos modelos de intervencién y respuesta al problema del crimen). % Parafraseando la utilidad de las construcciones sociolégicas seguin LAMNECK, S., ‘Teorias de la eriminalidad, 1980 (Edit. Siglo XXI), México, pags. 161 y ss. ‘TRATADO DE CRIMINOLOGIA * ge INTITULACION: PRECISIONES TERMINOLOGICAS : nominacién (Criminologia) de esta disciplina tiene su Sie tearcee ene antropélogo francés TOPPINARD (1830-1911), ery solo adquiris carta de naturaleza gracias a la eélebre obra de GAROPALO, publicada seis avios después, en 1885. Histéricamente, qivieron gran eco otras denominaciones: Antropologia criminal”, Biolo- cryminal®, Psicologia criminal, Sociologia criminal”, que boy pueden reputarse equivocas ¥ superadas, pues responden a enfoques Pareiales o especializados de la investigacién criminol6gica. io que, en su génesis, el proceso de configuracion de ta crininslogacon disciplinaindependienvearranca dela Antropotogia, Ye la Psicologia y de la Biologia, para nutrirse después de la savia de la Sociclogia, creandose progresivamente un nieleo de conocimientos que fue venciendo el obstaculo centrifugo de los saberes fragmentarios y especielizados. Por tanto, no puede identificarse la Criminologia con ninguno de ellos. Como se ha dicho graficamente: «La Criminologia es masque la Sociologia Criminal, que ta Biologia ola Psicologia Criminal; igo mas que la Fenomenologia o la Etiologia Criminal, que la Criminalistica 0 que la Profitaxis y la Penologia, pues comprende el Inventario general de las realidades del delito, de la criminalidad, de su lucha y prevencion»™. Pero a menudo sucede, también, locontrario: que bajo la denominacién genéricadeCriminologia seesconden’ trabajose investigaciones netamente especializades, de corte psicalégico-psiquidtrico™ o sociolégico™ ® Opinign mayoritarie, Par todas, BONGER, W. A.,Introducciéa a la Criminologia, Git, pagina 39, nota 1 a % Gon ia obra de LOMBROSO, de clara significacin antropolégica, comienza a proliferar esta denominacién desde 1876. Para una referencia bibliogratica, vid. RODRIGUEZ DEVESA, J. Mt, Derecho Penal Esparol,P.G., cit, pag. 77, nota 10. % Titulo de la obra de EXNER, F., citada supra. Sobre el significade de esta denominacién, vid. DEL ROSAL, J, traductor y anotador de aqueélla, pag. 15, nota % Bata denominacién arranca de 1792 (eft. KAISER, G., Kriminologie, cit. pag. 4). Para una referencia bibliogréfica, vid. RODRIGUEZ MANZANERA, L. Criminologia, cit. pags. 64 y #8. 31 Fundamentalmeate desde la obra de FERRI. = MERGEN, A. Die Kriminologie, cit, pag. 3 Asi, ta importante obra de KAUFMANN, 1. Kriminologie, Entatebungarw saminutshange des Verbrechens, I (1971), Verlag W. Koblhammer, Stuttgart! Bertin/Katn/Maina. cus TABLUS DE MOLINA Asi, la Griminologia de KAUFMANN es, en puridad, una Psicologia o Psiquiatria, criminal. La da EISENBERGER, una genwina Sociologia criminal, 'b) Ajeno al problema de la denominacién de la Criminologia, einclaso al del «sistema» de la misma, es el de sus posibles ambitos de actuacion 9 operatividad. . Allo se refieren, en definitive, unos y otros autores euando distin. guen, porejemplo, entre una Criminologia«general»y unas¢riminologias . La Criminologia adqui- Ho precisamente autonomia ientifica, comoes sabido, cuandolacScuola Positivan generalizé 1 empleo del método empiric, es decir, cuando el andlisis, la observacién y la experimentaci6n sustituyeron a la especu- laci6n y el silogismo en el examen de la realidad criminal, dominada hasta entonces par el razonamiento abstracto, formal y deductivo. La Criminologia. segin esto, serfa una ciencia «cerérca-, si se acepta la dicotomia clasificatoria propuesta por VIEHWEG (sciencias dogmdticas~ versus Ciencias «cerdricas -en atencion alarelaciénexistente entre oroblema~y “dogma (0 sprotiemary sieoria. FERRI supo contraponer brillantemente el método que utiliza et ‘mundo del Derecho y el dela ciencia, antagonismo que explica por sisolo la vieja rivalidad entre juristas y cientificos, togas negras y batas blancas. Hablamos dos lenguajes diferentes. Para nosotros, ef método experimental {anouctivo} 0s fa lave de 1000 conocimlento; para eles odo deriva de deducciones \igicas ¥ de la opinién radicional. Para eles, fos heches deben cede su sito al ‘logism, para nosotas, s hectios mandén .. para eles, fa cionca sol aecesiia papel, pluma y lipit, y el resto sale de un cerebro relleno de lecturas de libros, mas @ menas abundantes, y hecho de ft misma matena. Para nosotres. a ciancia ‘aquiore un gasto de mucho tiempo, axaminando Uno a uno les hechos, evaluando- {es requciéndoles a un denominadr comin, y extrayendo de oles a tea nuctear ‘pata ells, un slogisme o.una andedela es sufciame para dertoler miles de hectos, En este sentido, KAISER, G., Kriminologie, cit, pégs. 6 y 7 ‘Vid., VIEHWEG. TH. Ideologie und Rechtsdogmatik, en: MAIHOFER, W.,deologie und Recht, Frankfurt, 1969 (Klosterman, V2), pAgs. 83 y ss. Mientras la propia ‘eatructurs' del pensamiento sdogmtico» hace a éate prisionero de ciertos aprioris, de guerte que ie solucién del problema se couvierte en mera prolongacién de los Dprincipioe legialativarmente consagradoe, e} denominado pensamiento scelético- lonsa cus preasisas como hipdesis do trabajo, y las modifice 0 incluso retira si parece netesario (Se trata, segin VIEHEWG, de an pensamniente véentativo: que ugna coo la actitud del investigador que se aferra a sus premises, Dpreeo de ellag). Op. cit, pag. 86, Cfr. FIGUEIREDO DIAS, J/COSTA ANDRADE, M., Criminologia, cit. pags. 99 28 ‘ANTONIO GARCIA-PABLOS DE MOLINA recabades durante aflos de observacién y antsis; para nosotros, lo contra es Ahora bien, no debe confundirse el método «empirico» con el ‘TRATADO DE CRIMINOLOGIA 19 izdcién o a la descriminalizacién —se argumenta—, resulta vo un concepto lato, material de delito; mientras que si aquélla spre la extensiGn, estructura y movimiento de la criminalidad, iciones juridico-penales cobran prioridad légica‘. vo jIjinterés por la victima como objeto de la Criminologia —y la n cientifica de una teoria de la victima— es un fenémeno ryolcado sus esfuerzos de forma exclusiva en el delincuente, abando- el estudio de la victima, que s6lo ha merecido de la sociedad Ia] ‘aispositivo-penal —el sustantivo y el procesal— surge histérica- =" gabiite, de hecho, para «neutralizar» a la victima’, disocidndola y segre- > {Aitdola de ou posicién natural junto al delincuente, a fin de recabar para & Estado el monopolio de la reaccién penal, De otro modo, como la expétiencia ha demostrado, la victima misma, los colectivos de victimas potenciales y la propia sociedad desencadenarian una politica criminal ‘emocional», en la que el Derecho Penal acabaria cumpliendo una mera ieee simbélica»*. Por otra parte, se comprende que las actuales iitaciones «prevencionistas» releguen las consecuencias del delito al &inbito extrapenal de las prestaciones sociales reparadoras y que la victima de aquél sélo interese en orden a una oportuna «profidaxisy’ ‘Mas dificil justificacién tiene el tradicional olvido de la victima por g-Parte de la Criminologia, ya que delincuente y victima son los dos : ynistas del suceso criminal. Degradarla a la condicién de tario fortuito, fungible y pasivo de aquél, carece de todo realismo, ‘Ba todos, KAISER G.,Kriminologe cit, pég. 121, Véase, también, FIGUEIRE! ‘COSTA ANDRADE, M, Criminologia, ct, pay. 90, me : Diss, J. W.. Fundamentos de Derecho Penal, Barcelona (Bosch), 1984, investiaciones empirica on relacin a citada Penal, en STEINERT, H., Uber die Funktionen des Pestachrift fir Ch. Broda, 1976, Viena, pags. 350 a 355; ARROYO » La referma de los delitos de rebelién y terrorismo (Cuadernos de 36, 1961, pags. 379 y as.) Cfr. HASSEMER, W., Fundamentos Perecha Penal, eit. pdg 96, nota 110, /HASSEMER, W...Fundamentoe de Derecho Penal, cit, pag. 96. ‘ANTONIO GARCIA-PABLOS DE MOLINA camo pone de relieve la moderna Criminologia®. Si tan lamentable laguna tiene alguna explicacién tal vez pueda ser ésta que la sociedad se «identifica» con quien realiza las conductas prohibidas y se preocupa s6lode quien «teme», segtin conocidos esquemas psicoanaliticos*. Pero es obvio que en un futuro préximo el estudio de la vietima atraeré atin més la atencién que merece, puesto qué la Criminologia dispone ya de un cierto nticleo de conocimientos sobre cuestiones trascendentales en relacién a la vietima del delito como: aptitudes y propensiones de tos sujetos para convertirse en victima, tipologia victimaria, relaciones entre delincuente y victima, grados de coparticipacién 0 correspon- sabilidad de Ja victima en el delito, influencias sociales en el proceso de Victimizaeién, daiios y reparacién, profilaxis criminal, comportamiento de la victima como agente informal del control penal, etc.". La criminalizacién de determinadas infracciones, equivocamente denomi- nadas «delitos sin victima», con «victima difusa o «invisible» (recte: delitos contra intereses generales o generalizados), abre importantes horizontes desde un punto de vista politico-criminal a la investigacién criminol6gica, anclada todavia en el marco estaticode la fenomenologia 4) Finalmente, e¥ analisis cientifico del control social de\ comporta- miento desviado ha ampliado y enriquecido el objeto de la investigacién criminotégica en los ditimos hustros". E} mérito es debido, en buena. © Vid., por todos, GARCIA-PABLOS, A. Problemas actualles dela Criminciogia cit. pig. 83; del mismo, Derecho Penal. Introduccién. Madrid, 1995 (Universidad Complutense), pags. 49ys8;y TAYLOR, I: WALTON, P.; YOUNG, J.,Criminologis Critica, 197 (Bait. Siglo XD, México, pag. 99. 9 Asi, RODRIGUEZ MANZANERA, L., Criminologia, it, pag. 78. © Vid. HASSEMER. W., Fundamentoo de Derecho Penal,cit. pégs.80 y 0s.; KAISER. G., Kriminologie,cit., pigs. 179 ys; SCHNEIDER, H. J. Vitimoligie, Wissenschatt vom Verbrechensopfer, Tabingen, 1975, pags. 10 y a8; MERGEN, A... Dic Kriminologie, cit., pags. 389 y aa; MENDELSOHN, B., Vjetimology and Contemporary Society's Trends. Victimology, en: International Journal, 1 (1976), age. 8 228; VON HENTIG, H., The Criminal and his Victim, 1948, New Flaven- Conn; recientemente: SANGRADOR, L., La victimologia y el sistema juridico- penal, n:Paicologia Social y sistema penal (Compilacign deF. JIMENEZ BURILLO yM. CLEMENTE), Madrid, Alianza Universitaria, 1986, plan. 81 » 91 1. Sobre el estado actual de los conocimientos eriminolégicos en relacién ala victima deadelitos celetivas», vid. HASSEMER, W., Fundamantos del Derecho Penal, cit, pg. 97 y rena bibliogrdfia contenida en la nota 115. % GARCIA-PABLOS, A, Problemas actuales de la Crinsinologss, et. pag. 91. TRATADO DE CRIMINOLOGIA ‘medida, al labeling approach o social reaction approach", impulsor de Gna Criminologia més dindmica e interaccionista, que desplaza el éentro de interés de aquélla del delito y el delincuente al control social, Jia propia reaccién social; de las teortas de la wcriminalidads a las dela a piminalizacién», cuestionande el propio paradigma «etiolégico». Con el manido e impreciso concepto del «control socials" —concepte sociolégico neutro, descriptivo, pero que se utiliza también con miras Iegitimadoras, unas veces, critivas, otras!® se hace referencia aciertos procesos sociales que recaban la conformidad del individuo, sometiéndo- Jes las pautas, modelos y requerimientos del grupo; cohesién, disciplina, integracién son, pues, términos gue describen el objetivo final que persigue el grupo, le sociedad, para asegurar su continuidad frente al ‘comportamiento individual irregular o desviado. Por control social se entionde, afirma graficamanta St. COHEN’, el conjunto de formas organizadas en que la sociedad respande a comportamientes y personas que contempla como desviados, problemidticas, preocupantes, ameriazantes, Mo ‘estos o indasoables de una u otra mansra»y afiade: «Esta espuesia aparece de ‘fversas formas: castigo, isuasién, tratamiento, prevencién, segregacion, justi, ‘resoeializacion, reforma 2 delensa social. Esid acompanada de muchas ideas y ‘emociones: odio, vanganza, desquite, disgusto, compasién, salvacion. benavolen- (82 0 admiracién. EI comportamiento en cuestion es clasilicado bajo diversas ‘denominaciones: crimen, delincvencia, desviacién, inoralided. pervarsidad. mal- cad, defciencia o enfermedad. La gente a la que se dinge esta respuesta es vista ‘camo monsttues, bobos, vilanos, enfermos, rebeldes 0 victinas. ¥ aquels que ‘resgonden (haciendo algo 0 estutiando la matenid) —tareas que habjtuaimante se ‘eonlunden-— san conocides como /ueces. policias, asistentes sociales, psiquatras, sieSioges, crimindlogos & sociéiogas de (a desviacida.”. "Vid. SCHUR, E. M., Reactions to Deviance: A critical Assessment, en: American Journal of Sociology, Chicago. 1969 75), pigs. 309. 322. Asi, también, CLARK, L, Y GIBBS, J-P., quienes sugieren ge analice cientificanjente no las «causas» de la ‘eaviacién, como ha hecho la Criminologia tradicional, sino 1a reaccidn o reaccio- ‘nes sociales al comportamiento desviado Soziale Kontralle: Eine Neuformulierung, ‘en: Seminar. Abweichendes Verhalten, , 1975 (Shurkamp cit., pag. 155. \ Concapta al que se denomina, despectivamente, «término Mickey Mouse» (Cf. COHEN, St, Visiones de control social, cit. pag. 17). Por qué no gusta a losjuristas ‘el concepto de control social: Vid., LUDERSSEN, K., Einfuhrung (en: Serninar. ‘Abweichendes Verhalten, 1, ct. pags. TY #8.) fr. COHEN, St, Visiones de control social.cit.,pAgs. 179s. También: BERGALLI, R, El sistema penal espatiol como el émbito menos conocido del control social. En: Control social dal delite: criticas y alternativas. Bilbao, 1991, pigs. 115 as 4, GSalbakete. Presa en Aldake Eikartaa). Vialones de contra! gocial, ct. pég 15. COHEN, St, Viaionaese-control social, cit, pig. 15. 82 ANTONIO GARCIA-PABLOS DE MOLINA Este nuevo enfoque se halla, sin duda, muy controvertio', pero incluso quienes, lo rechazan se ven obligados a admitir que no se puede estudiar ya la criminalidad prescindiendo de la «rezccidn socia/e: que la tear de la criminalidad presupone la teorla de la .: Especialmente, los radicales ycrticos, que propugnan las CH mecanismos «/epresives- (aboicionstas) y se manifestan a favor de unos ‘pontroles sociales «euros» y «positives ™. Saks El control social «activo» viene integrado, sogin tal dstinién, por aquellos, ae mocanismos que nienian prevenic un compostariatia sacialmente no deseado. Se aon atara, por tanto, 2 controles ~/nternas~ que operan preventivamente mediante JF una sutl pero eficaz labor socilizadora y tegtimadora. En ultimo término, ésta ‘ontbuye a una voluntaria intemalizacén del deber y a actitudes individuales de Conformidad, siempre voluntarias, que orientan los procesos de motivacién del friombro de! grupt. La principal agencia de socializacior pcimaria.es ta familia, de socillzacion secundaria, la escuela. eee Pero lo certo 8s que, sin restar importancia al contol interno y a la eficacia = tiolgica det racaso del control social activo en la génesis de la criminalidad® fa .”gocialzacién del indviduo resulta insuticiente. individu sigue actuando como un {yasgresor en potencia, conserva ta capacitad de interpreta as cacmas —siemgre suscoptibles de violacién— con plana autonomia, més alla atin del rol que le torresponde;¢ incluso, la de redefinirias y manipularias. neutraizando el contenido ¥ signticacién de las mismas, lo que expica que el impacto dela socializacién no btrezca una imagen homogénea sino muliforme y diferencia ‘Superado momento preventive, y Coma respuesta a fa conducta desviads, feniran ya. en accién controles sociales «/eactvas-. Estos, a su vez, suelen clasiicarse en « nformaless y «/ormales™. El control social «/nformak opera a través de gfupos primanos (va. fami, vecindad, et.) 0secundaros (vg. escuela, pesto de trabajo, parti politico. iglesis, c:) que en uridad no tienen como vbjetive bésico dicta funciéa de contra. Se seven de madios de muy dversa naturaleza, psiquica (vg. desaprobaciin, pércida el estatus ode a estima social, aislamiento, reproche. ridicuizacion, rechazo, ec) {sia (violencia) o incluso econdémica (asi, pécida del puesto de trabajo, del salar). Vid, BERGALLI, R, Control socal punitiv, cit, pig. 4 Cfi., BERGALLT, R Control social punitive, cit. pig. 4 ‘Asia favor de unos controles sociales -activess, no «reactivos-, se promuncia MELOSSI,D.,Idevlogia e Diritto Penale, en; Dei delitie delle pene, VI991, ct, ig. 30 su; VERDE, Alf., propugna un control social «positive» (en: Verso un ‘natrollo sociale «in positio» in campo minoril, en: Dei dlitie delle pene, 1983, liga. 356 y a0). sk HESS, H., 1 contrllo sociale: soieta e podere, en: Dei delitie delle pene, 3 » Paige 608 7 28. Chr. HESS, H., Il contsollo sociale ..., cit, page. 606 a 608. ‘Cir, HESS, H., Hr controtio sociale cit, page, 5089 mn, ANTONIO GARCIA.PABLOS DE MOLINA La actuacién de las instancias del control social informal se regula en normas informaies (usos, tradiciones, principles morales, criterias de reciprocidad, etc) Porque el Derecho posite representa séo el timo limite que no pueden trasgreck ‘aquéllas (prohibicién del castigo excesivo del nfo por fos padres o del maltrato de ‘aquel por los maestres en la escuela, establecimionto de causas o supuestos de ™, Las valoraciones individuales, éticas e incluso sociales no siempre permitirfan una seloceidn segura de estos comportamientos, entre otros motivos, porque pueden hallarse en eventual contradiccién con las «legates» dnicas amparadas por el refrendo coactivo del Estado. Como afirma un conocido crimindlogo norteamericano en este sentido, ni toda conducta «social- mente» desviada es «delito», ni toda adelito» es considerado por la sociedad como comportamiento «desviado»*. ‘A modo de ejemplo, bastaria recordar que dos conductas idénticas desde un unto de vista externa, biokigica, pueden merecer valoraciones radicalmente ‘contrapuestas: a relacién intima entre dos personas, no reprobada pot la sociedad, ‘puede constituc, sin embargo, deo de estupro sla mujer no ha cumphigo cierta edad o existe una relacin jarquica entre los miembros de laparoja.Y, ala inversa: ‘eL.accese camat, everiualmente teprochable entre dos personas no «/bras, pero ‘asumido por una sociedad permisiva, integra, sin embargo, una de las obligaciones recfprotas detos conyuges en el sen del matrimonio”. En consecuenca, elandlisis empiica de a criminalidad «sexua/»no puede desconoce, las defiiciones penales, ‘lignorara eventual discrepancia que a veces se produce entre éstas y as pautas ‘sociales de comportamiento porque, incluso desde un punto de vista metodolégico, careceria de! marco referencial necesario para delimitar con éxito el objeto de la investigacion y para orlentaria desde una base 0 punto de partida sélida, Ahora bien, seria erréneo deducir de esta conexién légica y pragma- tica la coincidencia radical del concepto juridico y del concepto criminolégico de delito, Como advirtid SELLINS, «/2 sujecion a estudio de! delto y de los detincuentes _y/a aceptacion de categorias y formas especticas de delto segin las respectvas Vid. por todos, GOPPINGER, H., Criminologia, cit, pag. 4 % Ast, MERGEN, A., Die Wissenschaft vom Verbrechen, 1961, Hamburg, pigs. 58 y ss, QUINNEY, Rs Criminal Behaviour Deviant Behaviour”, en: British Journal of Criminology, Delinquency and Deviant Social Behavior, London, 5, 1965, page. 388 y 905 ofr. GOPPINGER, H., Criminologia, cit “© Sobre el problema, vid., por todos, LARRY J. SIFGEL, Criminology, cit. pag. 6 @1 ‘autor cita, como ejemplo, consumo de drogas y determinadog supuestos de ‘omisiGn de socorro que, con arreglo a la logislacién norteamericane, pueden dar ugar a Ja no coincidencia de las valoraciones sociales y penales covtentada), “| Ejemplo que cita GOPPINGER, H., Criminologfa, cit., pég. 3. © SELLIN, Th, Cultura, Conflicto y Crimen. Caracas, 1969, Ediciones Efofac, pag. 21. ‘TRATADO DE CRIMINOLOGIA ~ elpuntodeviste ratte la rmvestgacsn crininotgicaeoréce, Fi ico, Los datos de fa fey penal yas datas sabe dees y* ones. Bi cen rr ca ane oe Gas caegoris i tic al en la seleccién del objeto de la iv, negara eat su atanonia cient Dino Oe ie en un apéntice instramental del Derecho Penal y ie, con vor jer aervilonente, dela relatividad y cireunstancialidad de #rin depos legates. No puede compartiree, por tanto, la conocida Ins deciromge TAPPAN (a propésito de to eriminalidad de «cuello Sree y ean fines exculpatorios) . "ta eypona condone aia defn aise de bio cect a tun jue... ésf0s 9 ls linens : persona que a sito sortenciada y condenada per wn ier. YATE ag cijetos que puede estuClar| len ho sls due Pree foe cranes do Esado Ws que delrinan of o6e0 oe 2 9) ge la Criinologie. penales, desde Ivego (pot imperativa del principio de veeniand), oo pueden Teputarse «delito» las conductas descritas en la ek y ndelincuente», la persona castigada por los tribunals de justice. Pero a efectos criminol6gicos, tal restriccién carece de fundamento ¥ sugna con el «realismo» propio de la Criminologia como disciplina Epiriea, Ni ésta circunseribe su andlisis, como se vera, a los hechos covristos en et Cédigo Penal, ni considera sindnimos los términos Pielincuente» y «condenado» 0 «reclusor; la Criminologis ha de optar por Ja sverdad real», no por 1a verdad «legal». Por ello, et eriminélogs examina legitimamente el hecho de la «prostitucion» 0 el de la (drogodependencia» —a pesar de que ni ol ejercicio de la primera ni o © Gomgumo de estupefacientes se castiguen por el Cédigo Penal—; ¥ se ‘S TAPPAN, P. R,, Whois the Criminal?, en: The Sociology of Crime and Delinquency. ‘New York, 1962 (Wiley); resaltando el aspecto positi de una definicion legals (uridico-penal) de «delitor: MICHAEL, J., ¥ ‘ADLER, M., Crime, Law and Social \ Science, New York, Harcourt, Brace, 1933, pag. 2; otros autores parten de 183 -zvudefinisionea penales, pero exigen, adémés, el efectivo funcionamiento de la maqui- ied. paria ropresiva dal Hatado, previa denuncia y eonstatacign de la violacién, 251 ee RECKLESS, W., The Grima Problem, New ‘York, Appleton-Century-Crofts, 1950, Sr rpdg, 8: KORN, 2, y McCORKLE, LL, Criminology and Penology, New York. Holt; Mo 1981, pgs 48 y w-;formulaciones todas ellaa que enlazan con el law in action al A ‘que se referia ROSCOE POUND (Interpretations of legal History, New York, Feob Macenillan, 1998,captalo Tit), Cir. HUGD. BARLOW latroduction ta Criminalagy, muse, pags. By 7. preccupa, legitimamente también, de la Hamada criminalidad «oculta 0 de la «cifra negra» de ciertas conductas delictivas, aunque en arabos supuestos el autor eluda la imposicién y cumplimiento de la pena. ‘Tampoco puede suscribirse, aunque por razones distintas, la tesis central del labeling approach, que paste de un concepto meramente definitorial de «delito». ¥ no ya porque cuestione el sustrato «ontoldgico» de} crimen, sino porque entiende que éste es una «etiqueta», resultado del comportamiento selectivo de las instancias det control social, abs- traccién hecha de la conducta misma y de las definiciones legales que la. desaprueban. Como es sabido, para la filosofia interaccionista de la reaction approach, la decisive noes la conducta crimina} o desviada (cualidad de la accién), ni la bondad de las valoraciones que la prohiben, ni el porqué dela desviacién (teorfas de la criminalidad), sino los procesos sociales de interaecién que, de acuerdo con el criterio discriminatorio del estatus social y no del hecho ejecutado, atribuyen Ia etiqueta de «delineuenten a una persona (teorias de la criminalizacién). O, dicho de otro modo, lo significative no es el werimen» en si, sino e} funcionamiento del control social cuyas instancias «creany la criminalidad, «reparten» criminali- dad:el crimen, en&i, noexiste, es un atributooetiqueta queseatribuye“, Dicha concepeién, aunque no pretenda exculpar ciertas infracciones (ala quia prohibita), sino censurar la injusta selectividad del control social, hace depender, en definitiva, de éste, del control social, la naciéa de delito (eficacia constitutive» del control social), vicio metodolégica que comparte con la antes expuesta tesis de Tappan —su antagénica— y que cierra el paso a cualquier andlisis tedrico sobre la esencia dat comportamiento criminal y factores etiolégicamente relevantes del niisme, Objeciones semejantes merecen, por ultimo, los intentos Nevados a cabo desde Ja Filosofia general, la Sociologia e incluso la Antropologia**, ‘4 Uno de sus representantes mas significativos, H. S. BECKER (The Outsiders: ‘Studies in the Sociology of Deviance, New York, 1963, Free Press, pdg. 9). afirmabe: Deviance is not a quality of the act the person commits, but rather @ consequence of the application by othere of rules and sanctions ta an offender. The deviant is one to whom the label has been successfully applied; deviant behavior is behavior that people sa label... “© Vid. LANGE, R., Wandlungen in der kriminologischen Grundlagen des Strafrechtsreform, en: 100 Jahren deuteches Rechtoleben (Festachrift. zum "TRATADO DE CRIMINOLOGEA. i or Jito, privativode la Criminologia ‘ular un concepto«materialy dedelito, orto del -juridico-formal» Guridice-penal). fis el caso, en primer lugar, del llamado delito natural. GAROFALO la datinis como «una lesién de aquolia parte dal sentice moral que conneovon ls sontinvontes atrusas lndamontales (oedad y provided) sogin lt an wads onquose encuentran atlas fazas humanas supers, cya tate Soi ean part ta acaptaci de indvituo ala sociedad. FERRly BERENNIN! cropurtoron ora term no maa precisa: “Son acciones Punbles is detomnacas Pa ios nofviguates (eporstas)y antcociales que parturban las condiciones de Pe aa malo ela dou deornedo puedo” ur meron oon ara como HURWITZ®,nvocan ol ito sumamente anbiguo aie vpoligresidad s0c%a, que adguiere Connotaciones antropologicas cuando $2 Sica par algunos como singnimo de «lembillad- 0 ~estace polgraso-": 0 froterden resoWver el problema contraponiendo les teminos -asccahdaa ¥ ‘anisociakiad” La tesis positivista del «delito natural» ha recibido justamente toda muerte de critica” es ambigus e impracticable. ¥ tan normativista — aunque pretenda no serlo— como la juridico-formal, con la dnica particularidad de que las valoraciones a las que implicitamente remite pertenecen a un dmbito sociocultural bastante mas etéreo ¢ imprecise que el del Derecho™. ‘Tampoco convencen las formulaciones iusnaturalistas, en su intento de buscar una base ontolégica al hecho criminal o de criticar el ius hhundertjabrigen Bestehen des Deutschen Jusistentages, 1860-1960, 1, Karlsruhe 1040, page, $46 a 381). ft. EISENBERG, U, Kriminalogi, cit pag 7 GAROFALO, R., Criminologis, 1885, pgs. 30 y s8. FERRI. E., Principios, pag. 358. Cfr. RODRIGUEZ DEVESA, 5. Mt, Derecho Penal Espal, P.G. (1985), pag. 74, nota 17. ‘HURWIT, S., Criminology, 1952 (London), pag. 372. - ‘Sobre el problema, vid. PINATEL, L., Criminologie, Traité de Droit Pénal et de Criminologia, 11, 2ed. (1970). Paris, piga.500yen.; MANNHEIM, H.. Vergleichende Kriminologie, Ein Lehrbuch in zwei Béniden, Stuttgart, 1974 (en otro sentido), Cf. RISENBERG, L., Kriminologie, cit.. pég. 7. ‘Ast, por todos, MERGEN, A., Die Wissenschaft vom Verbrechen. 1961, pag. 74 También RODRIGUEZ MANZANERA, L., Criminologia, cit. pags. 22 y 23. My, Vid. HENTIG, V. Crime and its condictions, 1947, Parte Primera, passim. Cfr. i: 7. RODRIGUEZ DEVESA, J. M?, Derecho Penal Espafol, P. G., cit. pag. 74 ge. Pe Cenc aertndsmente ol concent dont naturel, PHULLIFSON: Die .,_ Paradoxie der sorialen Kontrolle und die Normalitit des Verbrechens,en: Seminar. {2% Albweidhondes Verhalten, L, Suhrkamp (1975), pags. 127 y se, Ajuiciodel autor, el = 3i"° concepto de wielito» ea inseparable de un contexto sociocultural, y de unas defini- ‘21, Gomes sociales que imponen determinadas normas de comportamiento. a8 [TRATADO DE CRIMINOLOGIA 91 90 ANTONIO GARCIA-PABLOS DE MOLINA juridic I de delito a las jor que el estrecho concepto juridico-formal i ong ana investigaeién eriminologica realista y pluridi- ‘onal. ‘Sin embargo, cabe cuestionar que contribuya a una satis- autodefinicién: ‘objetiva y segura del ambito material de la ®Griminologt. - Primero, por st relativided y circunstancialidad intrinsecas. No on Primero soctas desviadas in seo per se, ni puede elaborarse a priori existe yo de las mismas: un comportamiento se define como desviado uum catflogiia en que se aparte de expectativas sociales cambiantes”, de Bo tia aocial, La desviaeién noresideen laconducta misma, sino en los demés. some “Tali is ientit ividad al concepto de rrecisién resta rigor cientifico y operativida : Saciacionn ‘Los muy diversas acepciones doctrinales del mismo™ y, vi todo, la prlijay heterogénea relacién de conductas concretas que, bre odes otras razones, han merecido la etiqueta de «desviadas» — Bor UNE gjemplo muy significativo del catélogo de San-Francisco—*, epee “prevenir al exitninélogo respecto a 108 riesgos del empleo de caentontos tan equivocos al delimitar el émbito de su quebacer cienttfico. “ jor» na ofrece tampoco una En segundo lugar, elconcepto de «desviaci i altemnativa valida al subjetivismo, al relativismo y al formalismo del concept jaridico-pensl de adelito». Contrapone simplemente a ésteotro Soncepto también. subjetivo ¥ valorativo —mucho més impreciso ¥ walativo.—®, con lo que no satisface el proyecto—por otra parte inviable, como se dijo—de formular una nocién aprioristica, objetiva y segura, ' de positum®. Prabablemente hayan sahido denunciar las insuficiencias del formalismo juridico-positivista, y el relativismo valorativo de éste: la propia experiencia demuestra que en todos los sistemas, abstraccién hecha Ge las coordenadas variables de tiempo y lugar, suele existir siempre un niicleo homogéneo y constante de valores socialmente compartidos, un consenso™. Ahora bien, no han podido explicar por qué sélo se incriminan con una pena ciertas conductas, mi tampoco 1a historicidad y circunstancialidad de las prohibiciones legales, su evolucién interna, las notorias discrepancias que separan los diversos derechosnacionales, ete. El hecho de que no se haya ofrecido ningtin criterio material y generalizador de«delito» —ni, por supuesto, un catsilogo cerrado de delitos naturales», de prohibita quia mala, ete— corrobora la imposibilidad del empeiio, En cualquier caso, si lo que se pretende es elaborar un concepto de «delito» neutro, libre de valoraciones «formales» (penales), con respaldo empirico, la teoria del delito «natural» —y sus afines— fallan (como falla, también, la «teorta de la desviacién», segun se vera después) ya que todo concepto no formal de delite aparece forzosamente unido a valora- ciones socioculturales; esto es: todo concepto no formal de delito es un concepto normative o valorativo. En efecto, en el ambito de la Sociologia se ha tratado de acufar una nocién estrictamente criminoldgica de delito acudiendo al término desviacién (conducta desviada, deviant behavior, abweichendes Verhalten, etc.)*. Por su amplitud y aparente neutralidad, parecia 5 Ast, la contraposicién: mala quia prohibita[prohibita quia mala 4 Encuantoa la efectiva constatacion de dicho consenso social en un momento dado y en una concreta sociedad, vid, GARRIDO GENOVES, V., Relaciones entre aociedad y sistema legal en: Poicalogia social ysistoms penal, cit, pga. 48 ysl autor elaciona las investigaciones empiricas que parecen demaatrar la exiatencia de tal consenso). El punto de partida de la Criminologia critica y radical es et contraria:no existe consenso alguno en la moderna sociedad plural y democratica sobre loa valorea que integran el modelo 0 disefio socal, sino conflict (vg. paradigms conflictual, el orden sesel,en conuecuencia y sogin aquellas no recibe tun refrendo expreso o técito de los ciudadsnos que derive del conocimiento del mismo y de su efectivo funcionamiento, sino —en wlio caso— un reepaldo que descanaa en la ignorancia por parte de aquélos de cules son los principios que realmente inspiran el sistema y u concreto modo de operar (tesin de POPIT2). Ce GARCIA-PABLOS, A., Problemas actuales de la Criminologia, Madrid, 1984 (Publicaciones del Instituto de Criminologi), pig, 105 y a. 5 Vid. EISENBERG, U., Kriminologie, et, pig. 7; KAISER, C.., Kriminologie, cit, pége. 118. Vid. LUDERSSEN, K., Seminar. Abweichendes Verhalten. 1, Die selektiven Normen der Gesellschaft, (Sahrkamp), 1975, pégs.7 yee (BinfUhrung) Asi, KAISER, G., Kriminologie, ct. pig. 119 5s., para quien eleonceptonorma: Ae avian earques une pes etretamente juicy, pr ell, demasiado estrecha en Ins investigaciones criminolégicas, si bien no puede sust- tuir por completo el concepto penal de delita © Vid.sen eats eontdo, WISWEDE, G., Soziologie abweichenden Verhalten, 1979, ‘Stuttgart, pags. 18 y ss; OPP, K. D., Abweichendes Verhalten und (Gevelachaftantruksuren, Darmstadt, 1974, Neuwied, pgs. 38,ys; PARSONS. T “The Soci System, New York, The Free Press of Glencoe, page. 250 y 251; MATLA, D., Etprocese de deaviacién, cit pags. 21y 28,; VOLD,G. B., Theoretical Criminology, cit. page. 268 y ea; VETER, H. J., y SILVERMAN, I. J., Criminology and Crime. ‘An Introduction (University of South Florida), 1986, Harper-Row Publishers, pigs Lys. “ Off. KAISER, G., Kriminologie, cit., pags. 118 y sa. Vid: EISENBERG, U., Keiminclogie, cit. née. 7 © Vid KAISER, G,, Kriminologie, cit, pags. 118 a 120 92 ANTONIO GARCIA.PABLOS DE MOLINA base empirica, de delito independiente de valoraciones legales para uso Privativo de la Criminologia. En resumen: la autonomla de la Criminologia como ciencia empitica interdiscipinaria obiga a la misma a autodefinir su propio objeto. Contrario.a dicha ‘autonomia seria negar tal posibilidad, haciendo coincide! concepto criminologice de delito con el derivado de ias definiciones legales (Criminologia como cierea 0 «desviada», subrayando algunas escuelas su sustrato ‘conflictual’, el significado ‘simbélico' (subcultural) de laopeién delictiva, © la relevancia decisiva de ciertos procesos sociales'de definicién y selecciGn en orden ala propia criminalizacién dela conducta (naturaleza definitorial, no ontolégica, del delito, segin conocidas tesis interaccionistas). Pienso, sin embargo, que cualquier aproximacién cientifica al crimen sugiere la conceptuacién de éste como problema social y comunitario. En efecto, el crimen noes un tumor, ni una lacra ...,ni una epidemia, ‘ céncer social, como pretenden algunos patélogos. Tainpoco un suces0, «una magnitud, un fenémeno, ni un dato, una cifra o un guarismo estadistico. Ni el justo castigo del cielo, segrin aserto, de moralistas ¥ socidlogos, para quienes «cada sociedad tiene el crimen que merece>. Ni, ‘TRATADO DE CRIMINOLOGIA 103 rel supuesto de hecho de la norma, el injusto culpable o la jé¢ juridicos, como sugieren los hombres de leyes; ni una (da ¢ irregular que se aparta de convenciones y expecta- fg, como rezan algunas conocidas formulaciones sociol6gicas. ‘es una mera ‘etiqueta’ ( labeling approach), ni un ‘accidente “in ‘cuerpo extrafio’ incrustado en el sistema social: el delito emplarse como doloroso problema social y comunitario. Un i social» y comunitario porque concurren en el mismo todos los que debe reunir un determinado fenémeno para merecer tal ‘eign, acufiada por OUCHARCHYN-DEWITT, entre otros: ‘agiva incidencia en la soci jedad, su aflictividad y negatividad, enéia espacio-temporal (no circunstancialidad) y la falta de un rose. consenso social en cu ién positiva en dicho fené: anto a su etiologia y técnicas de meno™, crimen es, ante todo, un problema «de» la comunidad, que surge feet, ih comunidad y debe resolverse «por» la comunidad. En tal sentido no ‘normal’, inseparable de ‘en el ‘axiol6gico’, ni en el meramente estadistico—se trata de un la convivencia, inextirpable, que la d debe asumir. La paz de una sociedad sin crimen, por tanto, es ‘paz ficticia e intolerante: es la paz de los cementerios o dé las jticas falsas. Asumiendo el legado incuestionable del pensamien- tural-funcionalista, no cabe ya.calificar el delito de «cuerpo al sistema social. Todo lo contrario: acompafia inexorable idamente al ser humano cualquiera que sea la concreta en que éste organice la convivencia. Hunde sus raicesen naturaleza humana y en los procesos y conflictos inherentes a ‘sociedad. Tiene, pues, faz hu i ides inseparables de mana, casi doméstica, como tantas la vida diaria y cotidiana. Hemos ‘ convivimos siempre con él. vid: VARONA MARTINEZ, G., La mediaciéa reparadora, cit., orientaciones = ones radical, ‘de inspiracién ssistémica- se desentienden riminal —del marco social y estructural de ne 104 ANTONIO GARCIA-PABLOS DE MOLINA pivaistas radicales que subrayan la base confictual interpersonal del problema ‘riminaly proponen Ia «dovotuccre de éste a sus propietaros, en el marco de una nueva -justaia atieana y «lege que susttuiia a las instancias ofciles dat sSotema (=/achoves de/conficos). La «cotitaneidad de delta es solo una formu {ue ratade expresarla absolut 'normaidad de aque, como fenémenoinseparabig. de a natraleza humana y dela convivencia social La caracterizacién del crimen como «problema social» y «comunita: rio» comporta importantes consecuencias de todo orden. Significa, en primer lugar, que el crimen afecta e interesa a la comunidad misma, a todos sus miembros (el infractor sigue formando parte de ella, es uno més), y no solo al sistema legal 0 a las instancias, agencias y operadores juridicos de éste. El problema criminal debe suscitar actitudes de corresponsabilidad y solidaridad en la comunidad, Y, desde luego, de empatéa, hacia el infractor y su mundo, para entender «desde dentro» la dimensién real y profunda de este drama tan cercano como enigmatico. Empatia equivale a capacidad de situarse en el lugar de un tercero, de ‘comprender lo que éste siente, de entender sus vivencias, valores, acttudes, ppercepciones. Empatia no es sinonimo de ‘simpatia’ hacia al intractor, de complic ddad con éste, sino de protunde interés y aprecio por el problema humano y social del ,feientia~y eflcnces on el consiguiente défcit de solidarided y eroeién da loa reeirsos comunitarioe. ‘TRATADO DE CRIMINOLOGIA 105 catién del crimen de la faz de la tierra, es una peligrosa e ilegitima Fs tuiyos elevados costes no debe asumir una sociedad sana ylibre, ‘en nombre de una mal entendida utopia. te, la naturaleza ‘social’ y‘comunitaria’ del problema criminal rel rolefectivo de la sociedad en les tres émbitosdel andlisis id, la comunidad no es un mero marco abstracto espacio- ‘sino un escenario concreto, real, histérico cuya mediacién da ‘traza las coordenadas fundamentales del suceso criminal. No s, comprender el problema criminal prescindiendo de la comu- ‘eiialquier modelo te6rico explicativo del comportamiento crimi- ide captar dicha mediacién. La prevencién de! delito ha de ser, in, prevencién comunitaria: ha de implicar a la comunidad, todos sus efectivos y recursos, solidariamente. Por ultimo, ‘fee ypia intervencién en el problema criminal, en la victima y en el 1, debe ser cada vez mAs una intervencién comunitaria. 8) Delito y reaccién social & Por més que el concepto criminologico del delito sea un concepto real, 60 -emptrico, y no «normativo», a diferencia del concepto juridico alla constancia o apreciacién del hecho criminal (dela delincuen- Ga)y el volumen de ésta dependen de una serie de operaciones y fltros, Qn definitiva, de la reaccién o control social, que evidencian su 8 cmon, on efecto, no os como cualquier objeto isico del mundo natura, cma “BREAN tee oo Nona aur cuando no ae conon a omenge natural come ataing ceroach-,n parler, \anaturaleza defniorafse eon artolgi} 9 eicaca consdiuva dol contro social este crearia ol Got. no so imtaria t clare st exstencia), nace discute ya que cticimente puede comprendese a ec el rien, y su volumen. prestndiondo por completo dela resceén social complejo process sociales do dofricony slocron= TLLESCAS,S.,.Ladelincuencia y su control: realidades: 8. ‘sucontrol:realidades fantasia, ‘Penal y Criminologia de la UNED, n’ 8, 2° época julio 2001 RATER, W., La Criminalidad—o el delincuente—a través de Sra gan isuetamiento, En: Cuadernos de Politica Criminal, BAe obra, inf, Parte Tercera, IV, 2, F.C.

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