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Bt Libro de Bolsllo Alianza Editorial Madrid codturdo veid leewtea = 8, Del suefo al mito " ‘Junto al método de asoetaciones existen otros que permiten también scceder al inconaciente, EL primero, como hemos visto, nos ha hecho pene- ‘aren una capa bastante superficial, en un ineons- ciente en cierto modo relativo, en un ‘nconscient personal. Por efemplo, a enferma, euya hie murs de flebre tifoidea%, también habia potida perfec: tamente—no podemas evitar el pensatle—ser cconseiente de fos méviles de su acto, Bate caso nos ‘muestra lo que deberos representamee por Ia nocién de inconseiente personal; constituye una capa psiquiea formada de elementos que pedeian Ire «te palpi nae Carrs pn Met sa e) someiesnctadiin. Del suefo at mito a8 ser también perfectamente consclentes, pero au, por cierts motives de naturaleza muy divers se ‘mantienen inconscientes. Seta abtoreiin de acon- tecimientos de nuestra vida en el inconsciente personal es, durante nuestra existencla, moneda Corriente, Cuando concentramos toda nuestra stencién en un cierto trabajo que monopoliza la energia psiquica disponible, no podemos pensar ‘al mismo tiempo en otra tares; éta desaparece de nuestro horizonte momenténeo en un gredo tal que, al volverla a recordar, puede producrse como un choque en nosotros; dicha desaparicién completa y frecuente as debida al hecho de que -uestraenergia paiquics es impoteate para mante- nner en un grado sufisente de concieneia sn ni mero elevado de elementos. Tenemes que utlizar el potenciat de energie peiquiea del que dispone- ‘mos para iluminar intensamente lo indispenta- ble, dejando lo sccerorio en la sombre, donde, om sel tiempo, que en eada sombra pone otre més negra, ya nolo distinguimas, eayendo en desuso, Es en este dominio oscuro, en este slindero de la conclenelay, como lo Wama W. Tames, donde pene- tre la experiencia de sscciaciones. Ahora bien, no 8 preciso decir que podrfan ser también conscien- tes, Ba uno de nuestres ejemplos, el de la viuda de eincuenta y seis afc, hemos deseubierto gra clas a Ta experiencia de asociaciones que esta mujer deplora la marcha de so hijo; de esta forma ho hemos hecho més que penetrar en un domisio 19. Oa 84 Ccenitto 8 fen el que las seresreflexivas @ introspectivos se forientan sin dfiultad @ incluso més ella. Pero en ‘este cat, por ello fue necesaria una experienc de asociaciones, se trataba de tna persona lena e ansia, que no queria confesarse que habia puesto sus ojos» en su propio hijo. A los seres ‘2 fos que la debilidad moral hace dudar, yen los que el temor a la verdad predomina, les resulta ‘penoso tener que hacer, y tener que hacerse, eme- Jantes confesiones. Sin embargo, el sentido comin no puede remediar el decirse que la enferma habria podido tener conciencia de los motives de sus tribulaciones. La experiencia de las asocia- clones, desde el punto de vista cerapéutico, no ce penetrar muy profundamente, pues es pro- cise siempre paitearse Ia cuestidn esencial de ‘saber lo que hay tras ertascomplicaciones «hua nas, damtsiado humanas». Clertamente, esta mu- Jer habia bloqueado exeesivampnte a su hijo, y en ‘al fondo de si misma esperabg mantenerse como Ta tinica poseedora de aquel:hijoemante. Pero a6 era lo que motivaba on ella ese apogo tan ‘Sxconivo? Si yo tuviera que tratar 2 esta enforma no bastaria que le dijera que ha provedido a un espiazamienta afectivo y que su hijo hacts pera fella el papel de un amante de sepuesto, Esto ole feria de una gran ayuda tergpéatica, Para que nuestras entrevistas le sean provechosss, yo nece- sito ver claro en esas eapas de su alma en las que residen los motives que condicionaren su actitud Y que son ls injens ue explican por qué as cosas Ilegaron hesta ese panto, Akora bien, la experien- Dal sue al mito ss cia de atociacién, en general, no penetra @ una profundidad suficiente para proporcionar las aela- Frjones necesarias, ;Padeoisoriginariamente esta ‘mujer un viejo complejo paternal? Bsto no apere- cera claro en una experiencia de asociaciones en ia époce en que se la intent, pues los complejos ‘actuales eran los relativos al hijo, en primer lugar, ¥ no Ios relatives al padre; las revelaciones de Ia experiencia se reineron esencialmente a hij; al ‘mantenerse el complejo paternal en la sombra en tun principio, no Je entreveriamos quiad sino en ‘una experiencia ulterior, una-ver que los proble- ‘mas relativos al hijo hubieran stdo liquidedos Sélo entonces habria posibilidades de que se pi slera en evidencia. Por otra part, yo no apostera Ja cabeza a que oourriia at, aunque esta posi dad es, simplemente, la més probable y'la més favorable: sin embargo, exigitn mucho tiempo para que pudlera ser realizada, Ahore bien, el ‘lempo es en este dominio un-factor esencial, Psicoterapia, muy tempranamente, ‘de Froud, he dirigido su atencién Dacia los cuore. Los médloos de le entigdedad coneadfen us ran importancia a los suefce; euponian que éos Podfan eventualmente proporcionar informact sobre la navuraless de la enfermedad. Por too se hnan conservado un gran nimero de suefios de la antiglead, tales como los que han sido recogidos or los «Terapeutass. Formaban éstos una secta ‘que habitaba en el valle del Jordin y en las orllas el Mar Muerto; algunos de sus relate han legado 4 re | 20 > expt 8 | pet svete at mito a conolencla. Si el-reeuerde de un acontecimiento hos acosa, son, por ejemplo, fragmentos de una conversaelén Jo que acude a nuestra memoria hasta nosotros. Eran consultados habitualmente cuando, en las corte, los adivinos oficiales agote- ban su clencia 0.n9 daban, por temor a response bilidades, sino una interpretaciin edulcorada. | ‘ila dijo entonces.., yo le contesté..»; e@ as! Bats terapeutas curaban mucho gracias ala ters- | Gono un complejo hilvana un didlogo tal como se pla psfguica y se Interesaban regularmente } ha produeido otal como habria podido producirse por los suefcs, San Juan Bautista fue, probeble- | en [a realidad; igualmente tras une diepsta, uno mente, uno de ellos. sige debatiéndose a cola consigo mismo duran Los sues son manijestacones que, bien onal: | ras, enfrentando tsi y antes. No et4 UY sadee, coresponden a los compleits. El sueto { jejos esto del procedimiento propio del euefo, el barge mlentran dormimos, etado que os sume | cusljen prte con la ayuda de materiales enterir= en une inconsclenciaaparente, pero que nos deja, | pete adqulrioa,esboza sun construciones des- Sin embargo, un resto de actividad peiguica: mien- | yuea de que certs reglas onic, por el aego de tras se duermne se procedeal desarrollo dela imagi- |] 4 iterpsilén, han venido a inroducs entre el ‘acin onsen ya's ijecién incerta, desde luego, | suet ya vida dura una disconmulda, una Bor el recuerdo, NU siquiera un cierto rezone | ruptura que bre a puerta a una abigarradadiver~ Mientoe5ajeno al sues en él so hacen a voces | Gia. Si ge he vivo en el dia un epizadio im refleriones, se pregunta uno qué sigisea, de | presonante, e puede estar segur, cuando el e= donde procede o qué presende Ia imagen que se} fado psiquico es bueno, que por la nace se So- peretbe, bestando para todas estas operaciones, en | fargwat ae sueia—con otra cosa, Asi ge Ba com tal ecaién, de concencia que substen | probade que los nove raramente sufan el uno durante e Suef, Les suetios surgen en el estado | Son el otro; ai esto ccurre, a menudo es el indicio Ge conienca erepuscula debe al-reposonoctur~ | gexina situaciin problemntion, puss los euefo des ne, al igual que los complejos en plenaconcienci. Cartan en general lat imgener que suctan in Este paraleliemo que s= constata entre lor esos | presimes demasiado ttensos fe agui oto clea 4ylescompieos y que incita a comparaies ce us- | plos dela discontnuidad habital entre la Vida tra también por la fuerte sfecividad que marea | Qiummay el sueor al anctar todos mis suefos frecuentemente a las imagenes onircas y que, | durante ml expadicin por Ais, observ qbe NO como heros vist, es asimismo on atributo de los | habia soiado jamés con tn negro, sia silo con complejos. Ademés, estos, cuando nos asaltan, no | ances. Sélo conte Ia siguiente exoapcin: Se prerentan jams a nuestra Iente en su forma = completa slo algunos de sus ones legan 8 Ta Se me acreabe un negro con unas eormtt tena: —— copia All despertarme me pregunté dénde habe po- ido ver a aquel hombre: jera mi peluguero habi- ‘ual en los Estados Unidos! Durante la guerra se ‘omprobé que, mientras los soldados sofaban con su casa, todo Tha bien; en cambio, se sabia que convenia retiraries de las primeraslineas en evan- to emperaban a sofar con guerra y con explosio- tes. Ba efecto, la mayoria de los combatienten, mientras eu estado fisco se mantenlasalifacterio, sofaban con su hogar, con la vida evil 7 nunca on fa guerra. Estos ejemplos atesiguan la dise continuidad que se opone normalmente en-la pro longacién pura y simple en el suefo de los sean: tecitmientos 3" de los complejos vivides en le vida En cualquier caso podemos decir que los suetias, por la forma en que aparecen, dejan taser un Singular parenteseo con log complejos: un mal 9 puede perseguimnos durante todo el dia siguiente, estropeéndonos'el humor y Ia jornada, ‘incluso pademos despertarnos capt s de distmalar los ms penosos, Confasames comple- jos que, en el fondo, sabemas benignos—los pet os veniales—, pero callamos Is diablura que en ‘verdad importa, Hay personas que nes descubren gustosas una parte de suciedad dioléndonos: «(Vea {qué clase de individuo soy!s; pero este descubri- frlento no es a menudo més que un pretexto para fencubrir una abominacién—un verdadero pecado ‘ortal—de la que 3¢ intenta apartar al observador {oe aueios, por su parte, tratan de les hechos ‘ecenciales,espectics, afcaces, por encima de lo {gue la indole de cada uno pueda tener general- mente de débil y culpable. Por eso, el objetivo que deben proponerse les asoelaciones Libres—con las «que, porolta parte, yo estoy enteramente de scuer- do—es interpretar un suefio y no Uegar al magia Ge complejos que dermitan en todo sofante*. Por fopsiguiente, las asocisciones deben ser canali- ‘adas,limitadas ala periferia inmediata del suet, 4 los elementos que estin en relacién con éste Ep precleo reapetar el principlo'de que no hay {que retener sino los materiales que se agrupan en tomo dela repretentacién onirica a elueidar y que forman contexte y no aquellos que, graéualmen- te, pueden llegar hasta el "Bs preciso pre indir de las asoclaciones que superan excesivay mente el contenido del sueio, Cuando quien ha sofade eon tina lecomotors, por ejemplo, habla de Oo we Dal seo al ito sot fervocarril, pasa luego a Siberia, y a los bolche- wigues, para llegar ala Sociedad de Naviones, esto ts impfopio y no significa ya nada en relaci6n con fl suefio, pudiendo cada cual hacer otro tanto a parr de cualquier cosa, Lo que yo deseo saber lo que significa 14 locometora_personalmente para qulen tuvo el sueto,y pores las asociaciones po deben apartarse exayeradamente de esta 1oo0- trotora, Yo no temo, por ojemplo, preguntar al ‘ujeto, digame, entonces, lo que evora en usted ‘uns loeomoters ““Uitimamente he visto una may grande; esto «todo lo que se me ocurre “Suponga que yo no s6 en absoluto lo que es ‘use lovomotera: expliqueme lo que e ¥ To que usted piensa de ella. ‘Puede ocurrir entoncee que el sujeto del suefo ot cuente una historia muy interesante, que nos Gé una definioén que contenge eventualmente |e Signifcackén que tiene la locomotora en su suet. Pues la locomotora en el suefio es realmente una focomotora. Beta afrmacién constituye también tuna diferencia ezenoial entre mi concepotin de fos Suetiog Ua de Freud. Como dice Ia Cébela, el sue- te realmente un suefo; Jeva en sf mismo su ‘ignificecin; el eo es lo que es, entera y exclu fvamente Jo que eno es una fachads, mo es algo ‘ propésito o preparado, una engafifa cualquiera, fio una constraceion terminada‘, Cuando nos tenemos a a hipétesis de que el suelo €3 fo que ma capita 6 5 y de que se contiene integra en sf mismo, se hax ard en cada caso eapectic la limitaciin necesa- a part las asociactones libres, limitaeim que nos ard quedarnos siempre en el contexto, en la tra- ma y en las proximidades inmedistas del sueho. ‘Antes que aventurarme en la abstracciéa pre- flero mostrar, mediante wn ejemplo prictico, la forma de abordar un sueio, El suefo que me pro pongo comentar fue precedldo por otras dos que ya he referido en otro eapitulo de esta obra. EI lector puede encontrarlat en Le wtilcacién ‘prée- fica det andlisis onivico (pég. 216: «Un hom- bre de elevada posicién social.» hasta «.. que la catdotrofe se hizo realidad). ‘La anamnesia y el rélato de estos dos suetos exigioron més o menos toda la primera consulta, al final de ta cual intenté partiipar al paciente mi concepetin, que no tvs la fortuna de agraderle ‘Yo tuve la impresién de-que él creia saber mucho ‘mejor que yo lo que habia que hacer. Semejante sctitud en un enfermo ni me hace perder la calm, por lo que me limits a'deoirle: «Navuralmente, también se puede concsbir las cosas de otra forma: ile deseo un suedo repatador y una buens diges- lignts, eablendo de antemano que su demenio personal no le abandonaria asf como ast y que le ‘bligaria, martvizandole, a reconsiderar sus opi- niones. Por eso, tado lo que yo hubiera podido ‘afar habia sido superfue. Su inconsciente, me dij, le acosaré y Je molestard en sus posiciones sctuales de forma infinitamente més refinada que bet ausfo al mito 10, smis mejores discursos, Pero vayamoe al suelo que | queremos analizar més a fondo, 1 aujeo del unto hain en Ia ania on ecbpct acon La cutie pope Se'Zope ae hana Cae 7 aoe ne gee Rao A Caen emp on oe for aes Sania ie ge tne oo darorare Bie Se elie a entaay comempia cama SSC Stead or sree. be pronto eetcaa de wor pie, ano et rojo at so ‘Seve nea os cm Me ‘age pnere noc a tegen oego ac i de ats Pace que fo ne coi eat dogo Ear eovtnpton, crm ee a bos a wa Senco vo apne etme a 8 ae ao tte nose. cotta emote fe at econ Sse var nese un be con atstadano. cue mune tanner a, de ple ante st caddver, ene quo control Inega tmanstmente, Se dsplrta eo ol transcureo de ‘oe larga ecole Las imagenes de esté suetio son muy aencilas yy muy claras; jeSmo abordarlas? Yo procedo de a siguiente forma. Divido una pégina en tres tumnas;en ln de la faquieca oseribo el suefo espa- ciando sis feses sucesivas; en Ia del centro, que fun poco més ant%a, viene el context ontico {eonstituido con ays de las asocaciones Libres, tomo eros dicho mis arriba); en lade la derechs por ditime, figuran las conctusiones a las que 50 puede llegar sobre el conjunto. Tratamos, pues, suefio como al fuera una inseripeién fregmente a que acabara de eer descubierta, que no pudié= [ orton ances S cepitue 5 ramos descitrar y que Intentéramos hacer legible con Ta ayuda de informaciones y complementos fextraldos de otros dominios. Provistos de estos paralelismos, tenemos que proceder a las iterpre- taciones. La segunds columna, la del context, debe alimentarse de los materiales proporeionados por el sujeto del sueio mismo, pues 6 es el nico ‘que puede descrbir lo que ciertas cosas significan fen sf mismo, mientras que a nosotros nos es impo- sible saber, deede fuera, qué funcién ssume una ‘magen dada en su psiquismo. Un observador ex terior no podria decir a priori ante qué y cémo reacsiona ln ser, ¥ por eso los simbelos del sueko son de naturaleza esenciaimente individual, Nec sitamos encontrar en el psiguismo del que aueta e qué contexte, es decc, de qué conjunto se ha \desprendido las imgenes onirieas, qué atméstera Jas rodeaba, Ung ver establecido el sontexto, la estructura del sueio aparece mucho més clara mente y podemos arriigarnos a llegar ¢ conclu siones, Supongamos que vs hemos eserta nuestro ‘efi en la.columna de is igquierda y que ataca- ‘mas la cuestién del context. Si yo les pregunto lo que evoca en uitedes euna anja y una campesinas, estoy soguro de que muchos de ustedes pensisian que ae crata de la cea materna y de la propia madre. M pregunte, sin embargo, serta un ejemplo de la forma en que no hay que proceder, pues esta azociacién no e= Ja do nuestro sujeto; eta granja evoca en Al algo ‘muy distinto, es decir, el hospicio de SaintJac- ques, donde, en 1444, mil quinientos confederadoe | | i | | el auto al mito Eo Scammed ht pea teas eae oceans canine a oa ee Pi may dem smc te recuerda en “J Capitte 8 sa imagen dees segadores even en su mente un cusdro qu tiene en mu cas, una tograta que representa campesinos en las fanas de a cove. ha, Nada mas. «se sel origen de sea eens dem suehon Con al sangrejo> aoc que ex una especie de rmonstio, un anil hfrdo 7 fabuloso,eeracte endo pot el hecho de que nada hac sri. Sn © sueto, maniietemente, el snimal buses ur cemino dirigéndose primero hacia Ia iguiente Iuego hacia Ie derecs, La iequineda nites) naturalists, no fees favorable In cevecha tam oro, peo quel pial encusatra en eta ive én Ia muerte, sucubendo al goipe dela varie ‘mdgic. £1 aujeto del sueto destaca el ingulo ex cue encuentra, frmado por las doe dreciones, Seguldas por el montruo" ‘El combate con ef mopstrio» evoca para Jutha del ee yd dragon savas egies ie peuera.una vata ma ravillosa, unaferita de hada, 1a reain des largo reogimientos sigue sen- o costa vai. Nees contempae a mons ntrtertud aoe dh sues leva oh ¥. qu prorvcts SEB ico merce ts sun nin = oc ita, eeraees Samer on ee _ on que permitiria evitar el peligro que bak A) enti ith ‘el ato al mito on sruo muerta, pero no sabe por qué ni qué signif caeldn puede ello tener, ‘Bstos son los materiales, Cusndo se descubre ‘una ineripelén y se sac 2 la luz de! da el terreno ‘que Ia ocultaba no propercions su traduceidn 10 thismo ovurre eon el suefo y su contexto. La tr Gucelén, en un caso como en otro, es la labor de i inteligencia humana, que dispone de trozos de tragmentos, pero para la que el conjunto per rmanece problematic. Pera darle un sentido into- Tigble al sueio, es preciso coteerio con los ele rmentos de comparacin que se ofrecen gracias al fontexto, Desde cierto punto de vista, nuestro Suefio se intercala maravillosamente en 1s serie ‘ya comencada. Loe dos suefios precedentes aman tencign sobre un retorno a le javentad, sobre ‘ida sencilla, sobre la indispensable elrounspec- i lanaanee a todo vapor ¥ esperar que todo mar Shara bien, 7, en fin, sobre la prisa dafina y vane ‘Muchas de estas ideas son equivelentes entre sf ‘Bh este tercer sero, el sujeto que suena se halla enuevo en una oasa senclla, frente @ una ampe- Sina mds 0 menos maternal. Ahora bien, como Ihgmoe visto, le resulta desagradable que le recuer~ den si modesto origen social ®; siente tim poco Ge vergiienza de sus pedres campesinos y preferi- ‘ia ser hijo de algtin gran personae. as) + Capitulo 8 | pel suet at mito 0 Agu, a combenzo del sueio, el sujeto es Uevado | y ante la cul siente Ia neceidad de afrmar tanto Indudablemente su origen medesto por una even {gu eapacided personal como el gloraso porvenir ceca que contrast cen cnceplin ys orm | queda por desontade, como la potest de vide actuales y que, de modo indirecto, evees {bin su madre, que evora de un modo natural también a su metre; presisamente porgue el su: | gy anfneia 84 pasado, es ante su propio pasado Stl to en ssn san pr set tn un son rn ao Ge tar su origen nos es preciso introducir dete en} hervsto, sus ambiciones desmenuradas, alas que ‘lcuadro de conjuntoy tener en cuenta este estado | se abandona enteramente de cases. Este comienzo de suefo encubre un | — En este momento aparecen lo sogadores traba~ episodio del pasado, gracias al hospcio de Saint. {jones de a tierra que realzarel traajo simple Jacques, en, el que un combate desproporcionado | que fuera el de sus antepasades y que viven Ia contra un enemigo de superioidad aplastanteora-j exatenclacomtin de Ins gentes del camp. ‘ona, miertos heroleos, Esta evoeacién anuncia | "Beta imagen pasa répHlamente, ahuyentsta en @1 combate que va a enirentar al héroe con el | certo modo, por uns tmagen mucho mds impre- zagén; hace presagiar imaginaciones cemejantes | sionante que os va a sum en Ia mitlogi. Ona alas que se han precipitado en los mitos étnicos } falla profunda, una solucidn de continuidad separa e los nérees, imaginaciones que van a ser res- | esas da imagenes del suelo, que hasta este mo- ponsables dea failidad con la que nuestro sujeto | reno se habia movido en el dominio de la psgue ‘venceré al moratro. Tales maginaciones ta aci- | personal es decir, en el dominio de los reewerdos lidad para desembarazarse de un monstruo angus- | de ls eonflites propios del autor. Bl debate ovo, contenen, evidentemente un elemento com- | pasa de prostoa un plano més elevaio y aleansa peneador: de un orjgen social muy modesto, gue | dimensiones miteogicas; de pronto ya no se tata 5e esfuersa por olvidar, el autor del sueto se | deialucha de una ambickn exagersda, quo aspira SienteInteriormente empujado, obliga, a legar {wpa eftedra honor, frente a anes origanes ser un gran hombre, una especie de hévce, pues | tmodestee y una capacidad que sconseeria mis tos héroes han tenido siempre en la imaginacién | modestia; de todo esto, ruscamente, no queda ni de tos pusblos una dobleextirpe, humana por un] uela, dsstimas «in desplazamiznto sobre el Jado u sobrehimana por oto, ya que durante su | plano mice: nuestro profesor se converte en un infancia mamaben leche de inmortalidad. Nuestro [| Sigiedo que ya no se preocupa de ir a Leipzig, sjeto compensa ast cierto sentimiento de inferio- sina de veneer al monstruo. Aparece un elemento ridad debi, su origen; de abi sus fantarronadas | aero, inexplicable para el sueto del aueho, ae ante su posadera, que encara su propie sanilee J se encuentra de pronto trasladado a un mundo de Capitulo 8 badas, El sueio se abre sobre un horlzonte més vasto y depende de capas mis profundas del pai- quismo. Un destino individual, humana, deme siado humano, 9e encuentra Aescripeién mitica. Bs esto algo inséito y, para nosotros, muy poco familiar. Sin embargo, la me- dicina antigua—ia de los egipcios, por ejemplo— stabs femiliarizada con este problema y ¢0 esfor- ‘aba slempre por elevar 8 este plano superior la enfermedad, el estado de jnferioridad que se abate sobre el ser humano. Supongames, por ejemplo, { i que un epipcio de la antigiedad, el equivalent ‘2 un Monsieur Dupont de nuestros dias, va a pa sear y e& mordido en el pie por una vibora de las farenas; para'nosotros, cuando Monsieur Dupont ‘ha sido picado por una derpiente, se trata de un aciago aceidentey tenemos que recurrr con urgen- cia a alguna medicacién, Hl médico egipei, que fra al mismo tiempo sacercote, procedia pare la curacién-de un modo miy distinto; se esforcaba por inscer pasar al accente concreto al plano mi- tolégico, remitiéndose a algtin texto sugrado que contaba eéimo ol gran Digs Sol recorria sus domi- nos 7 cémo la Diose-Madre habia puesto en su camino, seretamente oculta entre la arena, una serpiente venenesa. HI Dios ponia el ple encims, era mordido por el reptil y gritaba de dolor; los demés dioces sontian compasion, suplicaban 2 Ia Diosa-Madre—que habia creado a reptil veneno- s6=ue creara también un contraveneno efcaz sta condescendia y curabe al Dios herido, Bste es + Del sei mito m 1 texto que el saverdote-médico le lela al enfer~ mmo, y a esto ae iimitabe al tratamiento, cayo al» ‘cance no lngramos comprender. No obstante, debe fos reconacer que al nivel piguico en que estaben. tos epipeloe de entonces este reiato constituia per~ {ectamente un procedimiento terapéutio: a ese nivel, en efecto, el hombre pola ser sumido toda ‘va féeilmente en al inéonseiente colectivo me Giante un simple relato, exyas imégenes se apode- aban de todo ou ger con una potencta tal que st ‘stoma vascular -y sus regulaciones humoreles Festablesian el equilbrlo comprometido, Esto «5 fo que expliea, por otra parte, en general, el valor fourative defo medicina mégiza al nivel primitivo, ‘mientras que nosotros no concebimes Iz posbli- ded de efieacas de esta clase més que en el plano fel dominio moral. En €asisimos, en efecto, a sesiones eemejantes y encontramos formas entera tnente semefantes. Cuando, por ejemplo, padece- thos alguna inferioridid moral, algin conflieto psiguico o una gran preocupacién, vemos a la Iplesia, escuchames el texto sagrado, las palabras falvadoras que elevan nuestro sufrimiento petso- hal ala dignidad de un sufrimfento dela eolectivi- fad, a un nivel mitico en el que no somos ya un fer Gnioo, sino en al que encarnamos al mismo tiempo la totalidad humana, la bumanidad su {riente, Nuestro problema, en cierto modo, se cuenta reauelto: se invora para este problems la fraciadivina, cuando en realidad simplemente se le ha elevado hasta un plano miftico en et que no hay problema que no tenga su solve; pues esta ma capitulo 8 _mitologia del Inconseientecolecivo esta caracter zada por una especie de derramamionto que hace ‘rotar de un modo natural un tema nueva de un motivo que acaba. En ningin punto encontramos en lun estancamiento efectivo: todas las situa- clones ditfciles Hegan a su eulminacién, se resuel: ‘yen y engendran situaciones nuevas. De este modo se desarrolla la melodia infnita de la vida, como una corriente salvadora en la que nos vemos mo- mentineamente sumergidos. Si nos abandonamos ‘un momento en est flujo soberano, no dejaremes de salir de &l con una actitud reetifieada, lo que ayuda a curar el mal moral-que padecemos Me han hecho dos preguntas. La primera se rofiere a esa madre que tva la desgracia de hacer ‘mori as hija. ‘La pasousta es Ja siguiente: i fue, para planter cestiones Sine nuan ye apne pes eae {SE Blas cients spina en ee slo Pinotean se eta profundemnte impresionado for i carded que vlna en tomo aun set En efoto oe suet, sees en un primer o- Ineo, cenien on seglda a vast Eb ares sto, pr ejemplo, sg det a > eanleato 8 exe cangrejo? La difcultad de comprender el sue- fo seria mucho menor ino apareciers. El suefo, ‘hasta ahi, tiene apariencias muy abordables: este hombre’ complicado, tanto més imbuldo de su im= portancia cuanto que sus comieneos fueton muy Inumildes, que se cree muy superior a su medio originaro, este hombre tan pagado de si mismo se ve retrotraide e su pasado modesto, Sus asc! siones nos han revelado la amplitud de sus as raciones, su esperanza de que le nombren profe- sor en Leipzig, y la ilusién de su valor personal le leva a identiioerse con loe mil quinientes sui 2s que contuvieron a Jos armagnacs en Saint ‘Tacques. ¥, de repente, en este conjunto de datos asignables 'y huranamente comprensibles surge ese cangrejo, cuya razin de ser se nos escapa por completo. Estamos un poeo como ese graniero del Oeste que al ir Nueva York por primena ves, contempla en el jardin 2doldgico un easuario, ave sin alas, y expresa su asombro con la siguiante re, fexién: «(Caray, no es posible que haya aves asi [Bata exclamacisn podria ter @ fortir! la nuestra, ues verdaderamente no‘hay cangrejos, lagartes (9 monstruos zooldgicas de dimensiones tan eolass- Jes: os una pura imaginaeién. Sin embargo, es~ preciso que observemos que si Ja realidad los ige nora, en la mitologia sf se los encuentrs. Tenemos, en Basilee, un monstruo pareeido, un Dacilisce, que, sin erabargo, ningwn basiliense ha visto Jamis vivo. Pero tales quimeras hierven en ‘nuestras imeginaciones, en las almas, que son fz fuente de toda mitoiogta, La mitelogia no tiene Det sunt tana procedencia exterior, no e¢ un hecho empiti- fe Si estos tonstrucs, estas entidades imagi tives, no figuraran en nuestros suefos, como 59 fxisten on el mundo exterior, jams se les habris Gescublerto, Bstas imagenes no habrian sido for~ fadas, estos monstruos no habrian servido de ex- presiones simbalicas si ello no respondiera en Fototos a alguna necesidad. ;Habria podido ha- blar nuestro suefo igual de un oso 0 de un teén? Barece que no, Sin duda, no habria sido suftcien~ te, solo un animal particularmente complicado & ffreal podia expresar, al, parecer, un elemento paiguieo afeno, también @, ala realidad concrets {os primitives tlenen expresiones particuares pa te expresar los fendmenos gue les parecen tan in Congruentes coma inconcebibles y que-pare ellos fon siempre de naturaleza mégica, Cuando un fanimal ve comporta de forma inusitada, 98 eman- ‘ipa de sus bites normales: por ejemplo, cuan- ‘don oso hormiguero aparece en pleno dis, siendo 8 que comnmente se le ve de noche, los prim tives sienten una terrible exctacién, més 0 me nos como si entre nototrs el rio Birse remontara fl Jura (ola Tarasea el valle del Rédano]. Blo se- tia, en efecto, muy alarmante, un fllo grave en el fonden de la naturaleza, y esto 9 1o que siemte fl primitive en el caso del-oso hormiguero; el ar tal debe ser inmolado; y e= preciso proceder a rites purificadores para aboli la incongruencis, (que podsfa, provosar alguna eatéstrofe, Antafio fn Basia se process a un gallo que habia puesto jv, acto tan-incongruente como" nefasto we + capitate 8 ues se eey6 que a ete hero hubirs so in- fubado por una rans, de hata ned tts lic, que habia tao conmigo la ren pane Yh aut que surge en nest suck ur aaa ule, incngrieni, de dmerione Slee, es dese un agtiontas due viene a mete la ee Se forma tan tnalta come insperate, Imagine ‘ones el estado da Anine corres Ge nese equ burgute de brilaste pose: vive on ins ravondle dels nde, regio por go biero adeuadoy enol gue Se puede soar Sp los ats amie ne econ fe una las co ‘era. Quied fue primeramente macs: tatag dor como es contnta sur etude os emueto puesto, logs a ser encargedo de custo rls universide, luego procter eteodiaro 3. por fn, protsorondinario. Por qué nova a Centiuat a ascension ya gue'l Creator port sor lo Ha quedo sl para los ers ambien? De esta manera eben siceder ls cuts ee undo de os hombres consents organises, fal que dere vvie del que eld promo fo Sxtrordnarin Tal eo tesco protcoy yloe Eames de ete tempi sone general sours dr como buanss personae iain adors ue cone ttuyen para ut Beado pares tenqulladores Pero, de pronto, he agi sues hombre pres d'un treorno inexplicbie {De cinfe Poste ‘nis eta enpeci de al deaturet Natariens tel peclnte ht conmltado a una mull de ‘itor lgunes ce os cals, gue ean ices, Guise tabeén pro dct quer ster, eee al mito a usted padece slmplemente una neurosis; 1a2 pa tllas no le hard nada: habré que buscar otra cosas, Finalmente, lega a mi y yo tengo que de Cirle: «Si, usted padece efectivamente une neuro si, trostornos del peiquismo.» Pero 6 no ha ten do jamés cemejante enfermedad; en sx mundo hay sitio para una earrera, pero no para wna new rosis, ineongruencia emparentada con lo nuné ‘isto y com lo extraordinario. Si fueramos pasedn donos: por lot alrodedores de Basile por el par (que de Langen-Erlen,y de pronta vigramos suréir, aproriméndcee en zigzag, un monstruo semejen- ‘tad cangrelo, mitad lagarto, sentiriamos, no silo asombro sino también angusti; ereeriamos (gue teniamos una pesailla o que nos inabiamos Truelto locos; coma minimo, nos sentiramos uum paligra inminente. No es este el caso de nues- tro sujeto, quien, dado que en su suelo se ha con vertido en tn héroe, std por ello mismo fami reado. con los dragones. Pues, quienguiera que fenge la presunctin de porar por un héroe, por tats misma presuncién desofiord al dragén com et (que tenga que combatir. Su sobrestimacién perso- fal arnontona en su alma grandes peligrs psiqut- Gos. Algo, que deberia provocer su temor, se slzx fante nuestro hombre. Pero 61 toma el peligro a Ja ligera y mata al monstruo de un goipe de vari- ta mégica, Como loges conjurar con tants fall dad aparente el inmenso peligro que le am zaba, esperamos verle como trunfador ¥ que dige: ‘La prueba no era tan terrible: jera uns bagate- fain Sin embargo, no ocurre as, y el suefio ter t ss + capi 8 ‘mina con esa nota singular de Ia necesidad que Siente de contemplar largamente al animal muer- to. 4Qué puede sigiticar esto? 2Qué piensan uste- des? Por qué esa larga maditacién ante eh cay Giver? {Por qué al suetio afade este apéndice, ‘que parece insignificante? RESPUHSTA DE UX O¥ENTE: —Eso sefale el com smlenzo de ia eracién Pnorason June: —No es un comienzo de curse i, Reseursta pe omo orate: —Manifiestemente, ese monstruo es un animal singular: quiza hay que-pensar que necesita contemplar largamente fl cadaver para ver qué clase de animal = Proresoe June: —He agut una idea ms corsee- ‘epoca do la tated on que in aoa al monstruo, se presenta ala mente ctra cot.ce i, = -RESPUESTA DF ommo Orme: —La prueba a sic do tan fécil que se queda pensativo, sin lograr separarsede ‘Pnoveson Juno: —En efecto, Slosota, examina ensstivamente Ja situacién, El suet le dice: Nadie espere que yo pueda davle a Gn enfermo una receta con todo Drevisto y que le diga: «jHaga tal o cual cosal> No 5 este mi objetivo cuando establezco un trate tmiento; pues ello equivaldsia a mantener al pa- lente en ou universo de dos dimensiones, en et (que, como infs arriba decfamos con una metéfora lhombre no tlene més que una cabecs,y doo bre- fe, universo en el que se ha movido hasta enton- tes y que no #5 ef mundo real. Un mundo tal 6 ‘on mundo infant, un mundo puerilmente razo feble. Bt rsundo real est ennstituldo por la cae falidad, por las eyes universles de In oavurelera por la sumisidn a estas leyes, por Is aceptac fle verdades ganerales y obligatoras, pero ignore Jas recetas perfectas. Si le hublera dicho © mi tnfermo: «Ahora tiene usted que frenar, que tr fnitar aus ambicloness, le habria parecido una se Cenitulo § IL pet sveso al mito 99 tonteria. Pues él es tan intaligente como yo y cree saber lo que hace. En su mundo, en el que él ha hecho wna britlante carrera, basta querer una cosa ara. poder realizarla, segin la célebre divi, que él ha hecho suya: «Donde hay unt voluntad, hay también un camino De agut a resistencia a ‘aceptar mi coneepeisn, que no le dice nada que walga la pena y que préeticemente rechaza. Pues 4 Alle parece terriblemente poco se ests atado de pies y manos y no se pueda ha- cet lo que Uno pretende, {Cree usted_—piensa Airigiéndce a mi—que por ese sueio imbécl voy 2 ahogar todas-mis aspraciones ¥ no voy a esr bir ya el gran tratade en diez volmenes que pro- ‘yeeto? Tengo derecho a hacerlo que quiera y na die me lo impediré» ‘Tal ef ta reaceién de su pei- que consciente: oon un golpe de varita migica aniquila al monstruo molésto. Hn efecto, en Iz ‘ontinuacién de isestra conversacién, se compor- 16 como ot el monstruo—la difeultad que habia en él—hublera sido suprimido 0 se hubiers vola- tlleado, Interiormente, hace caso omiso de todo Jo que le he dicho, pensando: «Eso no esté proba- do, no es cientifce, no eon ids que elegantes elu ccubraciones cuya principal artesano es el azar.» La cfenela, sin embargo, no so autoriza a s{ misma f repudiar pura y simplemente lo qué, de momen- to, cuadra mal con sus postulados; sabe que ef pao de las causas 2 loe efectos exige tiempo J {que antes de llegar & conclusiones es presiso es- perar les resutades. Por eso yo le repliqué a mi Daclente: «Como usted quiera: yo no afirmo nada: to que he aventurado no constiaye sino una pro- posiein en la esperanza de Hogar a uns mejoris, lense usted de ell To que quiere. Me doy cuenta Ge.que usted no ve en todo esto més que une trama de absurdes, pero preste atencién a su pré- ximo sueila, ;Vames a Ver lo que diré sobre ls ‘stuaclén!> St el enfermo iubiera admitid el ane damento de mis palabras y si se hublera molesta- do en reflexionsr, habia acabado por decise «Yo contravenge principlos fondamentales de Is navuraleea humana; eso equivale a lanzar un de- sefio 8 una potencia que me tiene bajo su poder Y contra Ia cual mi voluntad no puede hacer nada. Todo me dige que debo tener exidado con este pe- ligro y ser Brudente; no pensar en ello no me se- rade ninguna ayuda, puesto que, al cantrario, le reflexion ee convenientes Y, sin duds, hubris Dplanteado la euestign: «De este conflicto con una potencia a la que, uiera o no, tengo que tener en fuenta qué conelusién debe sacar? Mi situacin, ‘mi actif actual s6lo me procuran excasas satis- faceiones; tengo qué adoptar una linea de conde ta que le vaye mas a todo ml ser, que me produzca Ja sensacién de que estoy contento de mi mismo y la seguridad de-ocupar mi puesto Ieeitimo.» Quisd habria. pensado entonces que seria bueno concedes un poco més de atencién a su familia, 2 fu mujer, asus hijos, pues también aqul las cosas fan més blem renqueando. En efecto, si mujer, tamblén de origen humilde, no estaba a la altura de las ambiciones de nuestro hombre con deli de grandezn. Por ello, a pareja vivia con una cer | aa) Capito & ta tensign, Bn el fondo, mi enfermo se habia aban- donado a la ambicién con la esperanza de encon- trar en ella algo nuevo; pues no estaba satisfcho ni con lo que potefa ni can lo que era, dado que fu vida privada no tenia un puerto sentimental fen el que la tranquilidad y la alma serena resta- ‘lecieran la paz en su corazén. Se encontrabs co mo saentado entre des sllas,posicién may peco agradable y extremadaments incémoda. SI fu biera hecho caso de lo que yo le habia dicho, ha- ‘aria eomprendido que, en su situacién, no se trax taba, sin embargo, de su mujer, de su familia 0 de su edtedra en Leipzig, sino de ponerse en ar- sonia con la potenaia superior que, en los suetios ‘eters, le habia advertido lmpericsamente que fe detuviera on su carrera; que se tratabs para 61 de realizar tuna vuelta a sf mismo, de reflexionar fe los fundamentos de su ser, afin de ponerse dé ‘nuevo de acuerdo con las leyes generales de Ia ‘ida humana, Tal ver una feflexién, una meditae cién sobre él mismo, sobre la esencla de la vida, Sobre Jos motives de su descontento, le habeia Gevuelio la paz. Penetrando en ss propiss pro- fundidades Uegacfa a exa capa caracterizada por el saari, a e508 parajes donde fuye una corrente de vida eterna, corriente que atraviesa la natura- teea, en la cual ¥ por Ia cual se efectda todo-cre- tlmiento oportuno, y donde todo se realiza defor tra tan perfecta que no queda ya af ansia ni ex ‘avagancias, Semejante inmersién en uno mismo, festa vuelta al. propio ser, e6 muy conocida en Oriente, $¢ Ié concede all 1a mayor importancia quisiera iostrarlo con una brove historia; 2e 1a lebo a mi Horada amigo Richard Wilhelm, quien ‘ivi largo tiempo en China ‘Une gran sequia desolaba la regién de Kiauts- chau y los habltantes estaban desesperados. Los tatelicos hiieron procesiones expiatoris; los pro- testantes, por su parte elevaron el domingo su Fo fativa para la lava; 7 os chinos, en fin, no va~ {Elston on ofrendar wnos fuegos artifiiales. Pero {odo fae en vane; el Consejo Provincial deci enntonces llamar a un experto, chacedor de avian, fe una provincia del interior, de Shantung. Este respondié a la invitacin. Le fueron 2 reeibit a jes puerias de la ciudad, donde le preguntaron: ‘Maestro, :qué podemos hacer por U? {Qué de feasts Respondi6: «Procaradme, fuera de la ciu~ Gad, una casita en la que no me molesten> Se etre ala casita, rodeada de un pequeto jardin, Yen ella estuvo encerrado durante tres dias. Ala Tnafana del cusrto dia, cay6 nieve a grandes ¢o- pos, 1o que, en aquella eatacién, superaba todas fe esperancas de los més optimistas. El entusias- mmo fue grande y la rultitud gritaba por Ins ca fee: «(sel hacedor de luvia, es el hacedor de dJavia's Richard Wilhelm, que estaba de paso en ta ofudad, fue a visitara este hombre y le presw 6 ai le queria expllear eSmo habia Togrado 1a Huvia. El ehino le reepondis con cortesi: “No la lograde yo.- ‘por qué te liaman entonces el chacedor de vias? oh! Puedo deeirtelo, es muy sencill: yo ven- ee a + capitate 8 60 de Shantug, donde lbviasormaimente come tbe iver tunde ‘ade esate en eden ne consiguiens yo tambitn ena ene ren ie Yo vengo « Kiatschan, donde rele la sein Suet ed deny lorena ae sus ea faa tera no eden orden y ue 70 gue lege ano etd tamposn one ern, Fore neste casa donde pds ext tana: one ns Due hundit eh ti eo, Durant es ise ¢ te othe he trabajo sae msn, hasta gue Mn, he welt alana dl To: entonces nae ralmente una Yer rvsbeido Tea, he emp: doa lover. No ot of ae comprenderé toda ls profndisad do ea breve Bistora. Coprendindaa ap Brende tein aah respon fa apa fel Sangre: te mostra er un enna ples ue quire, en cleto mofo, tayare & sues Hombre para que reseaglequirs, prs gue eneuentre et Tuan y pare que su visa mason trae soqia devasadoy ob, de forea fe Fea una lava slush’ Pro ints ueto suo le ipl i Gegén nde setae ey In Galea quo toler ola sje peel 9 por to no pea nada, Ml pueda pot eon dene genie, wo ensues ef ashe Sas Tis {RET MMTE por In pretend cmnpo tenis def volun 7, evan odo posta fay bers arreglao todavia dno cede: serie a rtru,co0 Gran perscin pore, Paes ete ronso ehcrna sa etme nervico intr oui; que cata dane Cost Abra ne desprovisto de instintos, el hombre es semejente 4 una mariposa embriagada que revolotea in objeto. Este fue, por desgracia, el destino de nuestro sujeto: rechazando mis advertencing, en ontré poco interesante mi proporicién de ee rar @ los suefos siguientes; en el fondo, habia da do por descontado que yo haris desaparecer #9 neurosis por algun truco, bor encantamiento, 1 que le habria permitido perseverar en sus ambi- cosas aspiraciones. Como yo no hice nada de esto, juzg6 que yo era también un incapaz, y se puso 4 seguir la prescripetin que, en el fondo, habia fesperado-e mi: na preoeuparse por su neuresis: Yy proceguir su camino gracias a un‘esfuerzo ma- yor de voluntad."Yo le habie dicho: «Sus suetios Contienen una edvertencia, Usted. se comporta fexactamente comd s) maquinista que tiene el frenesi de la velocidad o como los Suizds que se lanzaron contra el enemigo con loca ossdia. Si Se comporta como ellos, se encaniinard hacia una fatistrofe» No quiso saber nada y cont camino con més energi, lo que tuvo como triste consecuencla el que, tres meses més tarde, per dlera su posielon y tuviera que acentar una mi cho més modesta. Asi se puso punto final a a bri- lterie carrera ambleiosamente sofiada, Fue. un caso muy Infructuoso, ef caso eterno del hombre de érito que se engrte exoperadamente'y al que su Inconsetente contradice. La contradiccion se press primera en los suetios: si el sujeto no los Sseepta, serd a la realidad 0 fo-que incumbied le wo capita 6 nisin de imponer esta aseptacién, oon todos los choques fatale que esto implica TBspero que ya hayan comprendido lo que ee 14 mis ojos la interpretacién de los suefos. Nate ralmente la interpretacién asi entendida es om- Plicada y supone muchos rodees; pero no podria ser de otra forma, pues el hombre sueta eegin lo que es y en funcién de su naturalera profunda, Los seres sencillos tienen suefios seneillos, y los ‘eres complicados, que tlenen cerebros mo die renclades, tienen cuafios complicados, Prestine ando de esto, todos los suefos tienen en eomin que preceden, en clerto modo, a la coneieneta e quies los sue. Yo, en principio, no comprendo ‘mis propios suefoz mejor que cualquier otra per- sona los suyos, pues siempre estan un poco més allé de mis expectativas y de mi aleance, y expe- rimento con alice las mismas difcultades que cualquiera. Fl saber no es una ventaja abeoluta ‘cuando se trata de los propios sueics. Los suefios de nlio pueden ser ya de uns profundidad inaud’- ta, Yo podria contarles algunos que son simple- mente fabulosos, hasta el punto que Uno se pre ggunta, emesdndose los cabellos, cdma e8 posible ue un nifio suefe cosas de las que, sin duda, no hha ofdo hablar jamés. En este orden de ideas, se constata:fendmenos anéloges en el curso de las fenfermedadgs mentales, en Jas que se producen con frecusnoia oleadas de fepresentaciones que exigen, para su comprensién, conoeimientos pro- fondos. Ocurre con los sueiae como con 1a natu. Del seo al mite 108 ‘aleza en general, que parece atestiguar una sutis infinite mientras que, en al fondo, es de uns fenclles tal que no alcanzamos a comprendera Cémo puede, por ejemplo, una luciérnaga fabri- Gar lus sin perder calor? ;Cémo es posible que tmientras muestras mejores maquinas sélo tienen ‘un rendimlento préctico del cuarenta al cincuenta por elento las que utile la naturaleza trabajen Sin pérdida? En evanto comparamos nuestras ‘bras con lot hallaagos de la naturalezs, nos ve ‘os obligads a reconoeer que no somes mis que nifs; Ia natucaleza dispone de conocimientos raravilloos; ello es igualmente elero para nace a alia, erescién de la natursleza, naturaleca bila misma, QUE pose, por ello, conoeiinientes ine Creties que lleva en st sin saberlo; conocimientos de los que nosotros, sin embargo, podemes edqu tir coneleneia concediendo a las. operaciones psi aqeas toda la atenci6n y toda Is seriedad que re- uieren, entregandonos, por ejemplo, al estudio de suefioe de la especie devaquel que hemos ct rmentado, Nuestra mirada penetra entonces coda vee més profundamente en el trasfondo, donde forprenilemos hechos que antes no nos habria- mos atrevido ni siquiera& imagina. ‘Como me estoy esforsando por hacerles capiar ex lo vivo la tGeniea del andisis y la interprets {0 onires, volvamos a un punto que hemos de- Jado hasta ahora en la sombra, Es féel interpre- far un suefo supertiialmente, de un modo apro- simado, de acuerdo con la sensacion que se tiene Ge dh, Pero en tal eato no encontraremos en él mds “~ » Capito 6 que lo que estemos dlspuestes a encontrar. Ast, evando consideramos la naturaleze superficial- rente diciendo: no es més que un guijarro 0 sdl0 ‘2 un lagario, no sorprendemos en ella gran cose: ‘mientras queai la observames car amor, sie con sagramos toda muestra atencidn, entrevemos en tonces el maravilloso secreto que constituye ese ‘mismo lagarto que antes nos parecia tan trivia Si adoptamos esta stim actitud para sbordar ‘un suefio, comprobaremos que hierve literalmen- te de significadoa y que exté pleno de cosas ina ditas. Pero, repitémosio una: vez mis, esto sélo ‘cured si le consagrammos la atencién necesaria, pues un suefio s6lo revela gu secreto silo lena- thot, como de una savis, con nuestra rellecién [Nos habia sido muy tél pasar por alto ese mons- ‘rio torpe ¢ ineémodo: pero, entonces, st sueno no nos habria ensefado nada, Un sueio, esti Uiéndolo como lo hemos hecho, puede en ocesio- nes hacer surgir poner sobre ol tapete el proble~ ‘a fundamental, crucial de'wn Individuo, cuyss rofurddades revela, extrayendo de ellas fo esen- ‘aly aetualizando en un supremo debate su con- ‘eepeidn de las cosas. Suefios:tan reveladores son iatursimente menos frecuentes en los sores que plensan de un modo seneillo, aunque yo he cono- ‘ido auefios de personas de caricter muy simple y que expresaban en los términos més simples pen- samientos infnitamente profundos. Intencionads- rente, a este respect, les He contado la historia dol chacedor de Inviay; pues, exteriormente, ela historia fs simple y modesta que se pueda ima- el set al mito ro guar, Jo que no le imple contener todo el miste~ "ogo secrete del Oriente J [Bl suefo del que ya hemos hablado tan exten samente sugiere ain otro problema. Nuestro par lente tiene coarenta:y dos aos y su neurosis ‘comena6 cuando tenfa treintay siete o treinta ¥ tcho. es decir, al comienza de la segunde mitad de la vida en ese momento critico en el que Ia psi- ‘gee, egada a au punto culminante, se vuelve—o Seberia volverse—hacia su ocaso, para descender fa pendiente que hasta alli ha sabido, Pero lo= Signor que invitan a ello escapan fécllmente a todo aquel que viva sélo une vida cerebral y Dei- ante, relegando el resto de su ser al rango de fzcasorios molestos, Hsia es Ja razén por la que Sirgen tantas neurosis entre los cuarenta y los fcuarenta y dos a6os en el hombre, y' entre los freinta y elneo y cuarenta en ls mujer, on «6 periodo de la vida en el que se diria gue empieza {ine nueva vid, 1a vida det etordecer de la existen~ ‘ia, cuando la mayor parte de los datos esenciles ‘deta époce anterior tlenden a invertiree, Las st jpremas ambiciones de la juventud no son total~ mente clertas y dejan paso a otras aspiraciones. Dero éstas som cosas que la mayoria de Ios seree fgnoran, pues norotre, el contrario que en Orien fe no tencmes para este punto de vista ni educa iin pi cultara, En cferia orasién reaicé una Gnouesta que me ablan sugerido unos te6logos Telauiva a la siguiente cuestién: Ios seres cue padeven dolores morales. jprefieren confar U8 xptalo § Fat gua a mito “ males intimos a un médico del alma o a un sacer ote? Mi euestionario cayé por azar en manos | gn de un ehino, quien responds sencillamente: de joven me confiaria al médico; de mayor me dir. a aun sabio, ‘Bn muestro suelo, el monstruo que avanza tan pronto hacia la derechs come hacia la iequierda tene una importancia especial por ei hecho de que se dirige contra el sujeto del sueto, es deci, contra Ja aetitud conseiente adoptada, contra la corrente de vida actual. Bsto habe cia; confesion que, nati ralmente, es muy desagradable de hacer, pues no ‘os gusta conceder que dentro de nosotros exsten Poteneiss cuyas vollcones son diferentes de lat suestras y que exigen ser tomadas en considers ‘dn. Se mora lo que son estas potencias pero las aborda con una desconfianza ‘insuperable, y, sin presales ms atencién, ee las reprime, Abors bien, hey muchas cosas presioas que, a primera Vista, nos parecen muy modetta «insignificantas, ero, esi Dios le da vidas, si nosotros le concede: ‘mos una atencién sufcente y le damos tiempo para desarrollars, el tosco eapullo del gusano de seda puede engenrar una magnifies maripose, Yo Ro evequé con mi.puciente este aspecto del prow Dlema, pues, a causa de su actitud mental, no he bria encontrado en ninguna simpata, Interpretande un quevo suefo tendremos ces sin de abondar iertae noclones esenciales, cor, por eemplo, la del arquetipo, expresian que de- gna una imagen originaria, que existe en el in- onseiante, El arquetipo es también una forma de * ‘comple; pero, al contrario de ls que hemos estu- lado hasta aqut, no es ya el fruto de la experien- ‘la personal: @ tn complejo innato. El arquetipo fs un centro eargado de energia. El dragén, por ejemplo, constituye una de estas imagenes crigina- as arquetipeas. SI, en el transcurso de mi exit- fencia, no encuentro al dragén que hay en mi, st Ilevo tna vida que se mantiene Ire de esta con~ trontaelén, aeabaré por sentirme a dag, un poco como si me nutriera constantemente de all= menos carentes de vitaminas o de sal, Tengo que encontrar al dragén, pues éste, del mismo modo (que el héroe,e8 un centro eargado de energis. Siel Encuentro no se produce, esta carenca provecara fon la edad una contrariedad semejante a a que ce sentir la omnisién de una necesidad natural Gel hombre. Beto puede parecer parndéjico, pero tetas imdgenes originarias—de las que hay mult!- fhude- tienen eada una.cu carga espectice, de 1a que no somes banefciarios hasta que, tras haber fas descubierto, no las hemos insorporado de una forma cualquiera. In trama de nuestra vida, El fncuentro con el dragén pusde efectarse segin an cso s Atti modaitades,stndo Io enon) se ‘haya confrontacién. Quizé consiga que se com- brenda mehr pene Siete 7 20 sunt complete ee ns Giese ene moon nae we song on ea eee Salads itera no oe qua ens pose ‘mismo, siente, ir er ea nn ediatapant ase earn Tab qule proare anes Hay sree eco eur, go pu susclsar molicaionesfundarmentaies en usa vida woe ama arr te {nbn un nd inferior 9 un mumds macs “ote be gulrrque ct nel Septal energetic, anes ents eee seria de una indiereneafahuimans, " norimgreea entlsdel ssn crs excita eeeeeeenneeeeeeeeeees dele ston oe couere i ‘eo aislado. Ba lo que sigte Yoy=al menos en aparenca-~ contadecene $ A romper as rls hasta agi ertalctis: voy « Imam unease aie oo Toma pre dieu sete y&euyo taro conoic,Interpe: rt ne sue earirarlamenten pero ml forme de precede no exter, sn embargo injtieada Sef del qe vamos a hablar ean en een Del suo al mito a Gel inconseiente colectivo y esté formado: en fseneial por tna sustancia mitolgica. Ahore b Tin suelo exté formado de materiles persone [es su interpretaeién supone.que se conozean las seociaclones del sujeto, alas que el analiste apenas st puode aftadir gran cosa, dado que pretisamente {una-personaes en su individvalldad esencislmente biversa de cualquier otra. ;No iene cada individuo Shu vida propia, sua imagenes y sus representacio- hes propias? Pero esto, quo es capital al nivel det Inconselente personal, no es ya cierto pars Tes max teriales que emanan del inconsciente colectvo linte un arquetipo, el analiste puede y debe co- ‘nencar a penser, pues depende de une estructura fomén a la condicién humana, a propésito de Ia (ual mis asoeiacionee gerd tan vélldas como Jas Gel sujeto del aueRo, Yo puedo, pues, proporeionar fos paralelismos, los materiales comparativs, en fenumen, el contexto, con la sola condicién de po- {eer un atber sufiente. En elseio de que acabs- thos de hablar, mis conocimientos han podido cor fbuir a elucidar Ia slgnifcacton untversal rmonstruo, Y esto es més o mencs c sl tqiera, pues todos hernos ofdo hablar de euentos, leyenda y mitologa Bt suefo del que me propongo hablares procede ge un joven que se encontraa entonces en el ex ‘do premonitorio de una psicsis manfacodepre- Siva, El comienan de las neurosis y de 13s psicosis wsenternente est mercado por Ia aparicién de ia por-las fn fuefos que tienen wna. gran import Cantus ¢ fndicaciones que contlenen sobre las causas y 1a signintn det rantarno qe aa oan Des como sce aitera usu tin teane fare det ncnsinte pre sevar, en Un sles Epi hana a conclenca de afer ot Sane le que pain on ontsin, popeonic te pres lies de conduct, be eos ‘ns teal o dena potted mara ase Fre por un perosoy en estado de prarbactn al caro dels cles cmene a enna I sensacin de seguridad heentea leva ey 5B enoquecniento yin netblsd ses Alo rnitan fee protunamente al neo Siena, quest sehla cnt ie prroacen Cnatrad ¢ le pervesén dela cones reblidn que proved por pare del Icons tn suet verdadero mensaje de evcunwantne Teclut mo erraro queen ites etn spaces sfstrmasnerinos ena tea te deta 1s que erelan haber sleansado na epurcnd a ravcla, por eho, coanco hat esto age luna convieeién que les parece irrefutable, pero que, resultsndo més o menos defciente pera’ Imeonsciente, provocs la rebeliin de éste, que disige un sueto capital al consciente. Los suefes que tlenen lugar al comienzo de una neurosis o de una psieois constituyen, junto con los suefce de fa primera infanea, los cues mis tes que se puedan encontrar. Subrayemos ain, a modo de preémbulo, que yo 10 conocia al seta del euefo, Fue un amigo milo, ‘édico aliensta ex una clinica, quien, encontren: Del suet al mito C o el susio particularmente significative, me to ‘comunies, Su enfermo era un francés de veintldés ‘fics, muy Inteligente y esteta. Como verin usto- Ges, la expresiones, Ia Versén del sueto, som abso~ Iutamente generales y no exigen, por asi deczio, ninguna asoeiaciSn personal, ya que fos sfmbolos ‘que utilin ton de Ia aspecie que deja habitual- Tnente a los pacientes faltes de asociaciones. Los ‘sujelos que tienen suerios de esta clase quedan bajo la impresién de su extrafieza e ignoran de énde puaden haber sacado semejante imagineri. Por otra parte, los materiales asocativos que se felacionsn oon laa pocas alusiones personales in- tluldas en el suafio me han sido comunieados, de todo que estamos en condiciones de compren- Gerla. Afadamos an que el enfermo hizo us Svaje a Expafia y que lat representaciones que juegan tun papel en el suefio son, en su mayoria, de origen espaol, Fue a raiz de este viaje cuando ‘stallé la depresién, que fue diagnosticada de psi- esis tmanfaco-depresiva. AI cabo de sels meses e fenfermo pdo salir de la clinica, pero pocos meses ‘tespués 20 sucidé, Sa depresién pareciaentonces précticamente carada y el joven puso fin s sus fdas en umn estado aparentemente tranquilo y rez0~ ‘able. Su suefo nos hard comprender por qué sé led, Bs el siguiente: va atte de Toledo ty anu eterna en ect, Tcntac eertoen con el Ta SESS Gener mani scare Be aoe ‘Sayre epame lerpente cages for Dele como (rte pcos. Coca dees, una copa de or contenu pu Bate pial es t'tave de Todo, coutins a eu onan 3s sberanta de cud, Ea er. For BC. Bite av cncontaia al pina oniee Ses de in serpent, ue so fo lnla de one at rina encontranio titer etn lore, a 3 conan tents ere fr adult: elo tania sete ston Luego yo ne anc, fo sow en in haiacton atu y hae con ae bien, ora gun venta ofundo rape, despre {ode tamor. La serpents mo dice que Sopata me pen tenece, puesto que soy un amiga de B, C. y me rungs fore a fo alo gue Jon aap pose fm camblo,dessender yo msm hats lls pare pres {hetlor negen- ate ence exgey ta embuge, {ue A ecupereprevamente at fcerndenvestas 8 ‘u tara Por eo0 le digo que se’ apodere de la espuds fon emufadra ros que en tre titriea de arias Gia nora cet Tf, tapas agro pea ‘de los. atenienaes 0 de’ los focenses de Masslla hoy arsla. Ente smigo foes ster la espada yb 21 Etter: done yo en fae oe tact a ‘de la mano Snquieréa con la sapada, coms que hizo. ero no tuvo fuersa para permaneoer em presencia do i erpentsabyagate po dor y alae at tediy snc sis ul eco see ‘Soto tet pat Por ue ue poss secoure af SET A aan i Coa He aqu Io que la primitives, que sigan la satutale e lose con mucha tina bee trian nado an gran rue, Eo oes ls ue oe Del suo al mito as fos corrientes, no cuentan a sus ojos. Pero sia fguno de ellos tiene un gran suefion, siente 1a Intuicién inmediata de su significacién coletve, dquo le hace sentir Ia necesidad de contar el eho ftodes fos que le rodean, como si taviera para filo una ebligacién moral respecto a la trib, Se eine entonces al elrealo de hombres, que s© Slentan en el suelo y eacuchan el relat del que tuvo el suefo, Clertos idiomas primitives possen ‘una expresion para el sueio ordinario y otra pare ff gran sueio, Este-comportamiento singulsr no (solo caracteristco de lee primitives se eneuen~ tra también en Europa, en Roma, donde duré basta el final de la Republica. Sabermes, por ee plo, gue la hija de un senador romano, ¢ [a que Jtinerva se le habla aparecido en sueiios, 9 pre- fgenté ante el Senado pore, de acuerdo con si Suedo, reelamar la restauracién de un temto de Minerva que 2 habia dejado que legera a un texted ruinoso, El Senado, impresionad, concedl6 fas suimes necesatlas. Hste-relato expresa clare mente la intuiclén inmemorial del cardeter cole vo del gran suefio, que no pertenece & quien. to tiene sino a ia clectividad, al pueblo, a Ia totali- fled de fos sere Si la Interpretacion de un suefio ‘arece acertada todos abtendrin con ello un pro Jyecho, cose que no se podria pretender de los pe- (queice suefiae que corrientemente se tienen. ‘Expongarmos el contexto de.este such impre- sionante, St sujeto, como-ya he dicho, ha estado fon Bupafa y, en particular largo tiemporen’To- edo, que es una.cluded dé eardcter ‘inolvidable = Captato 6 La foya de la cludad es su catedral gotice, una de Jas més bellas de Buropa; a nuestro hombre le ‘aueé una profunda impresién. Todo el que haya fenteado en una catedral gética ha sentido hasta ‘qué punto la Bad Media cistiana y su espirituali- dad estén vives todavia en ella y se tmponen al ‘isitante, Debajo de esta catadral, en cierto modo debajo del mundo eepiritual y'radiante de la ‘Edad Media, hay una cisterna euya agua oscura festd en comunicacién con el Tajo. BI Tajo rodea ‘Toledo por tres lados; como toda rio, constituye ‘un simbolo del fluir de la vida que pasa, del fuido paternal, Nosotros decimos, pr ejample: «Nuestro padre el Rins (Vater Rhein!) Si alguna ver se han fencontrada tstedes a orllas de un rio que corre tranquilo entre dae boeques y han contemplado ea cure permanente y regular, comprenderin el valor simbélico que el Tajo puede tener en nuestro fete, BI rf esté unido por un brazo subterréneo a la cisterna, que constituye ast un remanso ais- lado de Ins aguas apresuradas de la vida. ‘Toledo sigue siendo hoy una ciudad fortiiada. nel pasado fue una fortaleza de las més inexpage nablet de Espafa. Cepital de Castilla durante ‘uch tiempo, contaba en la Edad Media con dos- clantoe mil habitantes y estaba dominada por al- fefzares moros, sta ciudad, lena de murallas Ge torres, causa on el viajero una impresisn inolvi- Gable de cobeslén, de unidad, de tensién altiva ‘contra todas las influencias que provienen del txterior; es la enearnacién de una fuerza soberana: por eso la ciudad er, desde tempos inmemoriales, et suo at mato at tt sinbola del alla perfect, cpa sete eu propa plebca frente aa 6 Panes £2 Gegrgnnen, ef simbolo de Tox iaetern, tomo ts clesteJeraan,QUe e- ce jen de os ils un estado OSraero fuera delaleace del igo Sere co una somtria caveran sada told is ile Deno dels ies de la Bad Se i haber una expt, qe es eRe nse Met Sava n ngs pa snputurs¥ en dade sre te preelaa lo msteros eerean En el ania 2 Pgurna ain a serpene, La agus Se Mg hemos cho 8 popes de set Pl eeu animal de sangre ti, uh ere daa encarna a pee nero ASO brad Geomeclnt, ou ay dort ISDE ct monmuor en exes oe pea rene niga de nostro msn, capt © o- are or aempin,movtalmence enternes. Lt names jet as gue raze cro piers T= SES que dese los primers tempos const Se ae aioe: que nce ars tg de I cerplnta magic, Las pdr reat gual que la copa co oe, sabravan ree ha ale nstimabe a on8 Fe te a ye canine un Pofal oe a sea on lave de a cleat: ate oe ae am dragon slemare tiene or misin senone 4 STpaabradrageay viene de atin sate gies simplemente erpinte. BL Gr a del ia ninva eer, 2 Sin el jerado cm els om Osten a as 5 Captus mientras que en Oriente pasa por ser un animal propicio. Zn las leyendas suizas, por ejemplo, los {zagones acechan siempre en las orllas de le 0, a menudo com guardianes de fuentes, guardianes fen ceasiones demasiado amenazsdores, Aparecen ‘asl slempre en relacicn con algtn tesoro que ae le quiere sustraer: en este caso es la'llave de la luda, de la que el héroe, el amigo del sujeto el ‘suelo, debfa apoderarse. Pero esta lave no e una Have ordinaria, Bs, al mismo tiempo, un pur fal; pues las representaciones de pufal y de lave se han fundido una en otra, contaminadas reeipro- ‘eamente hasta formar las dos un todo, una unidad inimaginable. Be frecuente en los suefias que sige rnificaciones diverses estén condensadas on un Golo objeto que las expresa' todas. Lo que el in conseiente pretende formular con esta Uave-puiat no es expresable al por el pifil glo ni por la ave sola, Bstot dos objetes definen dos aspectas dife- rentes de un mismo dato inexpresable por una sola de nuestra representaciones; os area del spirit ‘consciente el encontrar el denomainador comin de estos dos objetos dispares;,E1 pula es un arma blanca que entra por ello en la categoria genérica de arma, englobada éeta aes vez en el concopto todavia més general de,tnsirumento, Hl posal, al fgual que la espada, la lanza o la fecha, es una ‘leas forjada para un fin precio, en respuesta a luna intenelén, a una yoluntad que ella indica TTodo instrumento depends, de una intencién, de tuna voluntad determinante que conereta sus me |. gestae dios de exta forma. Un telesoopio expresa la volun Ssainos os el suelo al mito tad de contactor de discern os oie I= aes pile trspaer, I vounind ‘eter he tomato cero en ee ceo feo ‘Bete de pnt. pba daca ogra obi eeenca in penetra en use deci re SR Sota acerca lnguaraants ae oto fe SESE Gum os aoe: Una ve ambien dese san intencidn de abrir una cad PeBeUST soe dos po af als son incaaces Set sea canes en ura ave. Coethe Se cecacamente en su Poet: La lave f= en ager dead, sigue ast as POTS Seas te omar ana as Madre FOE caerctonae eterno que conduc +e, 20 iB Giver ques intenldn gid, To cooce ¥ “heneneesa posto de apleaciin provi Sue eden de casos prmitivon 9 peh- acu sa que con elon gules Ik maean fan de Sonec cope sno ue les buen, com er meio, naa que conce el eb sae gy gue locas. Sila pus cl ls ee aoa a crasén ol averse, ello quere Sete gue to na tuseado, que ha qui penetra GEE Sie condulendo el pufal aa mano del seat nce 7 no al combine at pal, De See plot ce oe pisos, ol instr ets ian clferenciado de inteei6n ave re eieve de espa desu proverin > Capteae 6 Estos comentarios ponen de relieve lo que hay de comin entre un pufal y una ave: amboe bus- ‘can el punto propicio y conducen a la realizeeién de un objeto. El suefio, naturalmente, no dice cul es el elemento psiguico en nosotros que, simboli- ado por la llave-pual, esté al corriente del ca= Sino seu en eas gen estan hava Pasemos al amigo de nuestro hombre, «ese sefor B. C., que tiene por demonio protector Ia suppiente, de la que también fntigedad, el demonio individual estabe repre- sentado frecuentemente por una serpiente que a ‘menudo enearnaba, por ejemplo, el alma de [sta representacign se basa en una eoncepeli pris sitive, Los primitives, cuando han enterrado a luno de ellos, observan el montiewio de terra fresea que le recubre: et primer animal que lo pisa es considerado el depositario del alma del Aifunto y se le reverenciaré eon el mayor respete, EI amigo de nuestro sujeto as un amigo de inf ‘ia; le habia conocido cuando tenia unce siete aos, y babia sentido una viva amistad por él. Estas amistades de infancia con a menudo de naturaleza apasionada; si se las estudia de cerca y ee inver- Del sete at tiga emo estén constitudas, com frecuencia s€ fnouentre que cada tno de ls dos amigos Ra Pro SJeetado en el otro los elementos més nobles ¥ més presiosos de sa vide interior, su tes0r0 iti. Phigen de Ta expresién «Mf tesoro» del lenguale | Stectivo es éste. He, ein duda, el més bello misterio Gaede que pueda erect al aigo eve Sete capa te lo que in not are0e GIP sieng a manmo. Estas amstades de infeeis 3 ‘Tloaton recuenci enn sere, en tun Tare de alors etal, ei gr =e ooo amigo caso tiene sects. De eat idaesaat nos aeordamon, tn Goda de Tuer Shee muetcs compares egunoe pata 200 Scere aren temperaments expecialent® Slade octane, los qu queria canon seedy aos ques srl capce de eles ena ae aie BG habla id para meso eraS unamigo Waldo de ete rnd #8 or decom eo, er caps de gandes ee ton eta pes, pasa por ser nie Se Tage Po eo pute poner spleen I ota Sissi, pote pe os el > (ikcooaimente dngnaca—ya en el temo SoD esag-parn las mordeduras dela se mee na de nueeo seo puede wet eel ante te angen gue ns pe "eEaanton smitowne nan ou Poteet contin a de moeve sn represen suey vga: Ta rus ticaras ceen Pre nthletos ven amps de demon SEGRE ae ropes y ala a consderan ura wa scapttae 8 ‘serpiente; cuando un negro se pregunta con pes- Plejidad lo que debe hacer, dive, mientras se tleja Me voy a hablar con mi serpientes, queriendo decir con ello que va a hablar con su alma. La serplente, en nuestro suefio, no aélo no aparcoe Dao una luz nefasta, sino que parece ser de muy ‘buen augurio: ama al muchacho ¥ dste, manitioe- tamente; le corresponde. Et mismo motivo lo en contramos en al gran misterio de Bleusis represen tado sobre un graso fonerario célebre, en que el iniciado acarill a la serpiente de Démeter, madre de In tierra, De mismo modo, en ia mitalogia ge== rménica se endjentra la leyenda segin la. cual quien logre bofar a Ia serpiente la transformaria en una bella fen; el euento det Rey de las Rana (der Froschiahig) precede de una imaginacién andloga. Sto et nifo sin malig, e hombre no descontado, puede no asustarse cn pretencis de tuna serpiente: todes los demas seres menos Sienten un profundo terre. Bs este uno de ne se- erelos dela infancia que ve dervancce con lla fliser, al crecer, olvide el sereto de la totalidad fntanti, det nifo que sabe dejer vis en A iodo ‘un mundo tin paralzarlo con reflexions, jucoe, feondenas; del io que vive en una eapecie ce Jardin de Paraiso, donde todos ins eres execen ‘aciBcamente unos junto a otros. Desvaneldndose ‘ste seereto con Ia edad, podertos decir que aSlo Sm perfecto insensato ext an condeiones de pre sentir despues esa totaldad dlsipada y entren tars sin modo con su demonto interior. Gracias au oven amigo la serplente le dee al soto det @ Del seo al mito suo que toda Epa I pertenec. Epis entero “Eis, de nvo, an dea toad a pore Ende Sopa el pal entero, run siolo de a feted ya nparente elioa ona sere i de Toledo, Got ia serpents pie ol ae=0 bin toalifad del tr, en presse isto presse deseo~descande hasta eile dnige Roe rue in spreantepetiicn de que leve Se vr eof en ctr termine, 7 psando fin general als fer ocala en Ine Guia expindl, e instntoprofundo en nosso, Sota ararupear life, Ba verde eso crea Utes proces iucos cone tnis Per ‘Soom, La semplene, ao obsan, rama ex Fresinete al ni jen 7 sin mal pes Zopicon el puede entender, y no con el alt, ‘Tiporetsta racienast, que apes sabe ne fontlcar date ly alta de au consencla. Bn cae ‘Rus cao, ser cosets del ajto que usa Senta ene ln spas eernca, sntimiento Gor por aslo tetgun elles poo comines Siow enter te io Baba en urpiente So reps, pero sin teem igulah habs si Sher qe era BL ces alae de pete, gue representa wn probiena ceil wambién une reviviscencia de un patrimonio Shura ancl etnies nlc, Sip iaginada sep como un exci, ‘So un dosceaso a In eaveraa en que yee Triton enn gueseve samen Nuss Sico pugs, como la romenareién de entigsoe eda: tucstn. Ua hombre leno dea | | i k : a Capito 8 daa no puede parparen ell, pues se exponde at pelt de ser mordicoy envenenaco ete es pot ira pare, motive por el que nvstosujto Preflere usar de expecentes. Le hace a ie set. ent ele oma ce bar ata lao ie ceberia hacer: pero en lugar de esto. 2 oblgacon ee ine en oto tig, ena amigo de la edad adult, suet relate por st cuenta que_este revo amigo desclende Ge los ‘oro espafoie,s lor gue Toledo perenceié en tiempos. Hate mores an eran evstlane! al cone trai ran enemigos toctales de in Zein tiana dela Bdad Media, Por tant, un cescendiecte de alos no pode ser un verdadero cristiano: en fondo sigue siendo un pagano, un tahometaro, tn acverarioireducibie dela igieia Bte joven tiene una te onary el plo negra, Jo que inden ‘bien su eecendencia: En cualquier caso, el qe sun le Mofbuye con precision xn conociniento leone del expatol 0 del rabe—o del idioma porcino—paca que le permit entablar usa cnr verscin facies con a serpent, Hse amigo de ter outa simbolia la sombre del que suet, Ti de do: conoceros nusrra sombre © nolo conocenos; ener nea, tenemos fee termes n eemigy parenal a el ue proyectt- moe nesta sombre (eon la que le cargames stulamente), que la pee «nuestros ojos come Hi fuera in aye y 2 quien incumbe entramente fu responeabilad; ea nuetra saber de eo, 4 quien vilipeniamos ya gulen feprocharat todos los defectas, tes las bajezas 7 tdos ts et sueso al mito fe vyicios, que son presisamente los nuestros. Debe- ‘Hames aplicarnee una buena parte de los repro- thes con tos que sbrumamos a los demés. En vez Ge ello actuamos como si nos fuera posible 2 Noerarnes de muestra sombra; es la eterna hist sia de la paja y la vige. Bl joven de tez oseurs portador de la sombra del que sues, debe reall- Ear en l suelo, en lugar del sujeto, Io que el des- tino exige de ‘ate. Nuestro hombre prefiere des- ‘cangerse de este descenso al mundo reptiliano que Subyace « la Iglesia eristiana, en su goble oscuro, fn al joren de piel de color, cuys inmoralidad probada esté en relacién con su ascendencia pa- fama. «Que se lat entienda 41 con le serpienten Slensa, esperando engafiar de este modo al rept No obstante, temiendo que su oscuro amigo bays fede decaer en 6] las fuerzas morsles de st (aza y que ya no pueda intenfar la prueba con fxito, el sujeto del suato recurre a un rito espe Jal para dotatle de fuerza y de valor; se le acon Saja, para preparar el triunfo, que se apodere de tune eepada conservada en una fabrica de armas Suada en la otra orfla del Tajo. En efecto, esta ‘rica de armas blaneas existe y funciona tods- Mia en nuestros dias, La espada, que segin el fueho se conserva all, ertenecis a fos atentenses a los focenses ¥ tiene un origen milenerio. Una Copada, aturalmente, tiene, en Jo esencial, €l husmo significado que un pufal, sélo que 5 mis frande y constizaye aqui la cespada migica» por Errelenaa, la espada que siempre necesita el be Toe. Pensemos en Sigfido, Se trata en este ca80 a jo ee capi 8 e un instrumanto cultural que data de los tempos ‘més antiguos. Como declamos a. propésito det ‘ual, esta espada sefials una intencién; ela vo- lptad concretada, mejor ain, concretable, det hombre que, gracias ella, detiende su vida y con- ‘quits terres. La voluntad eg un antigao bien cule tural eyo meimienta colneide, en el fore, eon el origen de la cultura, Mientras Ia voluntad no existe no se puede hablar de que exista cultura ‘lguna, Por eso os manifiestamente intensato.que- rer inculcar la cultura a los negros. La volunted sélo he surgido y ha adguirido fuerza a lo largo detér milenice, y por eto ex simbolizeda siempre fon fae suefios bao forma de instrumento éronsmi- fido detde los tempos més antiguoe, de tesora 0 de arma heredada de los ontepasados. Este patri- rmonio cultural ancestral, del que es preciso que el doble del que est sofiande se apodere, debe con- ferisle una fuerza magica gracias ala cual sopor- ‘tard vietorocamente Ia prueba de la serpiente ‘Ademis, para hacerse fuerte, el amigo debe infi- ‘iree una herida, que no es ofra cosa sino una mur ‘acim mégica, un eacrifilg ritual que se encuen- tra por toda partes on las formas més diversas, ‘Pengernos en la mutllalén de Odin colgado de un ‘4rbol; quizé conozcan ustedes el notable pasaje fen el que dice: Durante nuove noches, herido por una lenza, permgnest colgado de un drbol secudlido por los vientos, scrifieado a Odin, mi ‘propia care sacrifcada a mi mismo» £1 ito ‘mutilador no de origen cristiano; es de inspira~ ign puramente pagana. El pasaje de nuestro il seo al ito a ssuefio exige, también, que se le comprenda en ste sentido: reourriendo ol suefo a una intecpre- ‘aciéntradicionalmente pagana, concibe que sea a pagano que duerme en el corazén de muestro Sujeto quien deba encargaree de\bajar hasta el |. Sragen Mas para ello precisa una ayuda de 18 Sm ae po’ aon Sree ame See Scie meen oe ote scene ome ee Sees et te me adage oc are ie ae ee glee wp ne a Set Spee ne Sine ee ee es ere ne ae ee celanececa i tne ee UeTauinieron hacerlo, peo 1a exci Son eins ee ‘ncn ac tas oie sie he ne aimee ro Saar os oe cis gn aL sea a ieee Sea ae eh er “ + captato 8 tn arsenaza de dragén. Obedece a esta orden yt Capa nano nea, pes encode 2 alampee el lade destavoabl. (De agut el dole Signo eu pale nina ster’ 0 f- ‘plore la nnioe ineonaneste menne is lage derecho exe lado conscience alt Shnno deretha ala aie Ia enscenca nerve tie Spleen, correspond ala mano iauerda Pacompetamiento) ‘Sin embargo, © pear de {hese enon preparative, el dlor el tzmor son ‘SSeine tener 7 dorinan al amo moro Sones is proc y sue ls ese sin haber Spade spotearse de pal lve de a ia utc este moments peransertonses amon yal fal singular dt sto: a sujet tbandona al mig come ere un or9 Teese’ puede ser un cuadro colgado en Is frets'an pequeto objeto arise, ura stata Ee yen ct Bt amigo e bardonado, pus aso deer, es dat, como lg te esigieante, seeisarpestirh area, privada de vida El Sao ve camo lerasran fu razon de ers SELES Coane eopbi de extatn do sal puramente Seecatin'ytochnente jens al papel de bere ere praiapente ese lado. Tae Sikian dt lezor er que sueta no ba cele se sin que Te comepondia; he fade we tiun de sjer so hasta a serpent Su Palnom ua dtegado en an aig: el efrent age vu problema vil es abandanado a une meee acmaconte de oe personalidad, C00 6 ae hace Inaccesible | | Det sue a mito eo ‘nuestro hoimbre le diers en un aparte 2 ést necegitslas come puedas, yo ys no me ocho SREY rae lavo las manos» Ye hemos comet ee ia acltud a propésito del suet anterior vate Go noe acosa un problema diel empufamas oes cgica del intalecto, que lo expulss de 1 te pensamiento, B] problema s¢ encuentta rare autematicamente abandavado a oro q4e ‘nuestro genio, 2 nuestra Som hay en Tana porcela inconseente de nuestro er, (que debe asumirlo ¥ que so Dini sabe cdraot Han visto usta, GT rarudiente de Praga? Describe de BL esueipaicologia. Se trata de un estudiante Ue col etgiultades econémicss. El diablo se Ye 28 vere Mie ofrece una importante cantided de ne7> ‘reondicién de su hat fin te pertenezea. BL ced toque posee—um expeio cast Sossz0¥8Go, Ps oe genvencijada, una Vela espada de due tna cmmigunes otras ranucias—¢l diablo puede stay 2eruand quiere, Pero ol diablo Te Tuga va scesum instante J, rlentras se e=té Ti wee el ape, el diablo Ye hace una sei 2 ‘ari fon, que desaparece y ie sigue. Ht eetudlan'e Se cupe demasiado; le resulta leo 6818 : ‘pero la pérdida verre groduce, en principio, of08 ‘in embargo, el momento de Paget ‘etadiante se prometio co ‘on pariente de é5ta Jado que el duel era inevitable sta, a, resolver, el alm fo an image fnconvententes. estaba cerca: ek foven 7 tavo una ixputa com ‘Bu futro suegr0, 60 * capituto $ 1 el estudiante una buena eapads, Ie rogs ue no Znatare a su advrsri, Natraimentn, ete Slante se comprometé por ss honors to acere tnde quo un apg, Pro legada elds el dot, Cuando edna lugar convendo onl ateros defn ciudag, una rueda de so coche ee opis ftv que condnar a ple boequetravex egaba on retro e ha ado, coand le altabe poco para Hogs, descuei6 entre lo bes on pe. Eonaje que vena aw encuentro epada en mans fi ecrcrsle vio que ere a doble y qi exaba Timplando en la tlesbe su eepada, gente de sangre uve entonce laine defo que heb fastdo. Se pet en lear, £1 duso se habia telstra yl averaro yaa mera rodeado Ge sw sangre Por lo canto, habia tncurplin = promesn, (20 qu? Porque fabia vendo su Extra al sbi. Slempre ex pre‘eiie saber lo Ge hay en nuestra sonra, para que el eblor Soe aposere dela. Posoermos ya ampli materiales que forman el contexto del suefo y que nos permiten concebir Ste como un mito det dragéa en forma individual FR} sujeto del sueio no era un sabio versado en rmitologa; sin duda, como a todos, en'sw infancia Te acunaron con exentosy leyendas. Pero, ya adul- to, no ae Ie habia courrido famés forjar semejante rnito ni habria eeperado nunca encontrario en Imaginacién, No obstante, ef suefo fo ha teniéo realmente dl; ee decir, que su inconsciente ha ex- do, con ayuda de toe materiales del propio Del suo mito sujeto y bajo una forma personal, el cuadro com ploto de un mito del dragén, con todas sus peripe- as Asi, su aituacién consciente, entonces alte fads, erstali en i las grandes lineas de este faite, 2Qué debemos pensar de ello? Signifca to ‘igulente: «Tl te encuentras en una enerucljoda, fr ia que al ser humano, si intenta vivir plena- fuente la Grbita de au vida, se ha encontrado ye Con irecuencla antes de ti, La situacidn que hoy fa tuys ha sido ye vivida, en el transcurso de fallen, un nmezo incalculable de veces.» Dsto fro que demuestra ol mito del dragén, que se e- uentra en toda la hurenidad, que exté difundido or tede la terra, sin distincién de latitudes o de Zimaa, y que se da en todes Jos pueblos igual o fn alguna varlante que se correspande con él x fedas partes encontramos 2 un héroe que realize figuna empresa exeepeional. La generalidad de hia imagen arquetipica permite afirmar con cer {fers que corresponde a una experiencis corriente ‘Ronth vivida por el hombre y repetida hasta el Infinite en el eureo de las edades; cada vex que Greer ce enfrenta con una situacién que no logra Gominas, el ineonseiente, en respuesta a ls Tepre- sencacidn de unarmisién Insoluble, de una exigen ia impracticable, reacciona—haciéndola, de este ‘Riso, revue siomapre—reproduciendo fa imagen Tpeoreida del mito del dragon, Estas imégenes a~ ‘Tootipias tlenen—va-lo hemos visto a propésito er suet enterior—una importancia que 10 per venec general y suprat ee elias, sirven para incluir en un exiro ‘vidal el e580 especfico pereo- a capil al que parece dnico'e inolble; mussrn, al wr aoe Capo, que sutrimieno de cada noes ssn a uit de ods, ave a situacin arin, imatabe,consatuye un probleme Buino sholtamente general. Hay en eo une Gna gare dolce que ceva Toda CE cepa a iprestn de tare me shoves en sap a inavio se wre sind entre or ie aus eerdoteemttioeya To hemos deho anfes— ‘sGaban eta genes arqudpeas como m= Serge Siccoun. Haclanentsever «sus enfermoe See gene tonoladoras ie ls dacubrian. st eaiScietoy em ou apntono, que a bane: Sh omere, deide sempre, haba portipado nie res Bole eveeacinse aos conmusren Sarr alg on nostrge que nos ce 1Mene, no estamoe yu snes, La ost 00" rexeiprecs un aspect de esta Men al dei Gans cous solo eens ue puedes act 1 seu co olvides vj ato qe haa Sue Feanins Eee tj sbi In encarracin SUePotate an vie come ef mundo aut, dv Bits on milons Ge sac, ha viedo fe vila ‘eitbna con edo sus subimlentoe tos ‘at i sinneoada on as nagenes unde Se ie dei extent ah, en poe de® sain eerm, eves sna imagen Gut hace Seger con fondo humana fo statin far en eprtncin die. Apne oportuni- sate equipo gor caine no conte a ol oh are dat madicine-man primitive ¥ 18 Se sp os ecerdotes médions que Le Sueeeson sa sbign el de nvesros diectores de concien sino (are eltiienta del héroesimbicn, eh ee ee pase toda ia religion erst, & DON wae Magen arquetpicn de esta case que S678) sa areto asl sufrimiento de cada wn al nice uperimniento de todos. in qué consiste 19 26 ae eeeiguacora de estas imégenes? US > rane conraoesn moral nos alejan| de ide oe instintos: Seco aféctado siente entonces una Pa sete iva, un aislamiento, una dsorientacén clon exelggenes, sakidables vienen © mostrar At ae dejjee em qué estado a0 encuentra el 9 atm prcio de a exitensa vives st 6 CAPA Te que ro que elas evoran, obtendré de 217 Be rvpneo benefieo. La. vid cotiiana 10 ate eeu en ella wtamoe—aindsponer, 20 oar aguas sos recursos de amplieadn—U0 de Josie andlogo. Cuando algin pariente neh cectintane despracia que le pone fuera de tro som genre: «No To tomes demasiado por 1° igicee o eis Ja vid, todos pasacs Pos CO weds gue te queda por pasael.n ete: De ee 9. ike tan pasar, sin que se recess SIT maior gonsclenlemente a fos arcetizoe, ¢ caer an terreno general, lo que to hace ms sence Sole Mal eompartio, slo es Talo Pal sora verbo alemén. ay. en ello Un efecto aareable que emana de los rusts. tudabie og esto sueib es presa de una Ron a “ el evel at mito oe ea eta aca y pagans Be fA) tay de gad, evuna patos ll Fe deencad gs groan en ono 6 reat ssn dein cone 7 qe SED concen emesis, una fa sos_prencuelon gp tra, un mundo ers oD ciao w= Ta Y apa, ura, mo SuPer AS mat, ue panne o8, ue a aera, tn VE ea que ha do ena aon ee 8 SP sa Depa 3 Pura estas fond ae ee oe unagen aera ae consis ie fe on eens eS ein giana ot alti eee profesion de fe ¥ ‘en la pertenen Cas ba eal, of ern 2 8 a eto aoe pes nt gaa, Hue ono i aa Mel do us a8 2 NR an a, meee, FO cre a ve cos 36 0 ei ara se Y ave nH confusién, de una partiouarizacién, de una des- fvientacién tales que ya no sabe encontrar su Camino. No se da. cuenta de la tormenta que Greve y ameneza, peta el inconsciente le dice en- tonces! eT te enfrentas con tn problema que esté ‘expresado desde siempre por el mito del dragén.» SEI suelo uliea incluso un lenguaje més espect fico ain, que rejuvenece de forma histérica las ‘Viejas imagenes primitives, asosidndoles Ia cate Ural de ‘Toledo, Casi se podria traducir su suefio fn forma de didlogo o de apélogo. Por ejemplo, fnuesteo sujeto visita al viejo Fabio, ese viejo sabio que hemos hablado hace poco, y le pregunta: Qué me pass? {Ya no me comprendo!s CiDe dénde viens? Has estado en Toledo, en ou catedral, Qué has visto alll” ;Qué es lo que te fe eausado la impresién més grofundat> Y et Wiejo sebio le hace adgulrir conciencia de. su ituaclén: atlas visto, aderaés, bajo Ie caters! Cosas muy curosas; una clsterna en la que habia, Gn dragéa, una serpiente que guardaba una cops tde oro, la’ cual contenia 1s lave de la ciudad. Se oa so comprencevapenas ate Ieguaje | Spade auesrt Se eee tearm lasing | hat ign eo coc cig eee esr ts | i Ce oye ope stones gun Be le fur qe no | eral Na ee ear Hoge fhemos estado ali seguramente aria una des.) Nos aetgaad entera, nuesra® COMETS” Cripeléa viva y sorpeendento de la época medieval i t i g fn su magnifloenca y su potenca, ¥ de esta cudad tana, se quiera ianiamo #2 e> (Goe fue In sede de la Inquisicion tras haber sido ine ganda: hala del cr Gobo gpa foe a ude Oo ibe Seda en claia coe | cubes NAA CO forma en que ; gefonalizar el Tmunde ose mesela de dos culturas, de la cultura cris- eee] 7 capita @ smundo 06 por consigulente, un dato pal ue etcpa’a lr expcactonesinsecnns Se ti pasado que, en Sus 705908 en sus concern. Gis ter tomo odo psa, un ear ree Bitamor maraado, dena ves para ep tt cuto del ertiniemo, Pero no por aloe meee Gierto que Uevamor en noire igulnete reread oul pecishBats ent pronto doe al og nla histara del mune ea. no ests que un breve instante, Fe prec oe te. Fur precede Ports lal de se, de tamer mie fot en lon que lols la cones eran it Goes istic aoe rementa a cuatro rl sce iter de Teme. Antes hablan tanszido decent incuena mia desis‘ fis de sna etna primitive tue, exten ue saat anes ese 7 Sle ie tadain etanow inpregnadoe See ei in dn contin nosotese inc clus spade demote coe aus cea find ogdnieamente con suerte Hanismo, pues Iglesia catia se ba. leo sobre la bite de un sincretimn pagan. Sin am. bargo, la continuidad histérica estd interrumpida por una flla que se expresa exterioements en el hecho de que et erftanismo, son la ensefanca religoa que rope ecb, aurgié em la historia bre de todp pasado, eomo un relampago on unl sre, Esta concepsin fu, snd, esaria, pero estay persuadido de que-es fais, es no hy nada que no tenga 3 itor 7 poco el eristianiema, sungue pretends ser una ‘evelacisn Ganica caida del cielo, deja de tener st ‘fevenir propio, siendo sus comienzos, pot o8f& ‘saridad perfect. No s6lo ciertas Ppucticas de a mira, certos detalles de ls prendas Piperdotales estén tomados del pasedo Pagano, ses que tambidn Ins Ideas fundamentals del ers- Ganismo tenen sus antecedentes historios. La fails on el aeno de la continuldad no es debida, ‘Smo hemes dich, sino a la impresion profunda Seusnda por la pretendida unicidad del eristis~ Shimo, impresién a'la que todo el mundo fa sus Tumbldo 7 que ha hecho, por decir asi, que se GAinque dna eatedral sobre wn templo paano, cayon vetigioe a orultaron tan bien que £8 Pre sorta cave en el olvido, Asi, bajo la catedral de ‘Tote hay wna cisterna que constituy’e un Z=p=e~ Tantacién tpica de un lugar antiguo de iiciacén Spon ia due ce conserva Ia serpiente benéfe, sta Y Shesentacién de ia serpiente en 1s crpta oscura weilhe imagen pagana, que ha sobrevivido incluso SoM pono de la tradicién eristiana y de t= que SBatermes una deseripeln signlfcativa que data fel siglo v después de Jesucrsto Gud poderos coneir de todas estas conldera- chonea? Maestro sueio parece deci: bajo 1a cons tpeign erisiana de is cosas subsisten los vest fos inoudables de la tradilgn pagans, vestiios ee naturalmente,faltan en la tradicién cristiano, Sits ates supervvencias son Ineriores¥oBC3"3 Piferantes al alma primitive, aD «psiquismio esPl feletr ec amasado de instinto. Pero si ests ele- nade altan en la parte superior dl psiguism0, ~ + Capitulo 8 en Ja eatedral cristina, no por ello dejan de ser todavia vivaces en los bajos fondos. Las imégenes mitoligies de su sues habrian debido lamar la steneign del sujeto sobre el hecho de que el sor pensante y sensible, ano, habia egado a una encrucijada en la que habia que adquiri coneieneia de un secreto insos- pethado hasta entonces, del secreto antiguo de la erpiente. La amistad que e sujeto del sueto tenta on ese sefor B.C, que sabia tratar a la serpiente, habia debido indicate qué actitud tents que edop- tar para abordar al dragén con provect. {Qué secrete guardaba éste? (Ante qué se ha cerrado, por consiguiente, la Telesis cristina? Qué eso fue se ha perdido de vst, olvidado y eubierto por los silos y que los antiguos conocfan atin? Bs eb secreto terrestre del elma inferior, del hombre Fhatural que no vive de forma paramente cerebral fin tienen algo que decir en €l 1a medula espinal el simpético, Se ha tratado de eseruter, de dise- ar este seereto de forma racional,y se ha'preten fldo que se trataba de eto 9 de aquallo, de seua- Tidad o de otras cosas més; pero estapa a estas ten tativas, pues implica al miso tlempo el problema de la concepelén de las cosas y resulta inabordable para todo aquel que no adogte una actitud rel [iasa no se detenga en los simbolos. Pues la com- Drension de este misterio os exige y no se podria profundizar en €l hablando s6lo con la razén y no ‘leiéndole, por ejemplo, al enfermo sino: «ilaga texto lo otro» o «Bato et bueno y aquello es msiow, también, «No tenga vergienza: vuelva s su propio ser y haga st it 0 a mito ey sea eulpas; pues todo ello Propicijeve el viento y semejantes discursos ne fe pian nada en el estado real del enfermo, (Qué cabin a ven en mono ie? Tes Set asa tS onara, enya ie nO ures te lepo, or eo consitan &t dente ace ty experts enc om peo Ut rake pamana ago de conotmieno det corprensie por ara pare su dc, Pu ws ec cu ve comprenda st Se ig iin igre a 6 cn lis ee ion ror, wenttias uM ‘aia Thamrin seietnd cede bac. 2 aceon an dake pare lS epee one del ato, C= conaucldgo panden sr rutin 2 glre 3 arena so Piglet, pore contrat au on poten sera co Teh Yo sos lz de a forma es rt sic sa de arr pile eyes ween un ec esperain, prota are SUPE on ambos one 8k hurmos acid ce meso ene amo sn ola. Peo me cots om crete, ian esate sro param apas speroe qué 201g zal pon ar un era ib iain 10 08 Ponies, Nostra <2 co Wie ceaitos a conses sare cominar ek pct OE ‘aroraera que ere wali, Pro mo oe basi ; sell, ug ra carta mosis natalia fntima, el mundo de lo infnitamente pequefio que duerme en nosotros (véase la zona central mis veura del exquema 4), que eonstituye el secreto fecuremente presentido por nuestro ser interic, pero del que nuestra conciencia lo ignora todo to- Savia, Por eso yo he profesado desde siempre que fe preciso afrontar estos dominios desde el Sngulo ‘eracional e inquiriren primer lugar lo que el in- onsciente puede decirnes de ellos. SI yo tuviera que tatar a este paciente, comenzaria nuestras Gonversaclones potiendo la visién eristiana del ‘mundo aobre el tapete; le dira: «Usted es, sin du- a, de una alta moralidad, pero vive con una con ‘cepotén de las coras que, slendo demasiado razona~ ‘le le ha hecho perder de visa ala serplente. Na- furalmente, #4 ortodoxia cristana consciente le punta que ee trata del diablo, huésped de las pro fundidedes, y que la serpiente que le encayna debe star proserita en le eubterrinens, como un peli [Froso comensal al que no hay que frecuentar, Pero Guando se est6 on los prS@romos de wna psicosis, hay por fin motives para preocuparse de esa ser- plante ala que los viejo sabioeairibuian tambien Dirtudes satvadores. , debido a que este saber se toeureclé con el tempo, xe por lo que el sueto ftevo que rectrrit al ingtrumento antiguo de conc ‘lento, ala espada diseriminadora que los anti- fguos ce Rabian forjado.» ‘ie avidado atin algo: a empuftadura de Ia es pada es roja. El rojo es ol color de la: sangre Guando la sangre est en juego, I situacién se ‘nave seria y las coartadas falaces no tienen valor. | veoc ata cme asco ners! FSF ig tai oem ve comet © eno TS oh dowel: gore amin te sb Neg tir woo Pareles S37 ene un mal del lo. ced sn go orden Dec oe roe yon doe a EE gue et rene pe ete wo eg PE de urn ge su patra ms cost, om etattalad gare 06 eS rc eo modern, pare erin 8 tne iomn 0 rar, Se es isi Topo ano a ony Gua en ioe Jgtnte 9 gue 10 SUE problema mon quienes ts Dara ¢ around 62 pcos mul er co emo pe aE clin om Sis Potnn parte do aguelios que S82 ae ‘respuesta a estas preguntas, «Qué eS Soaue 20 {Qué hemos ‘omitido? {Qué Terma parte do It ar jer un puente ET. octal, finde oe et amo abe en ses Se Spas sovesines ; tases Spestronpeaie jnales ¥ 188 cat oe ia exmbat se oye orden cualauier fstereotipad cate enrgenaificulades en UP ‘aunque no constituye una contribucién nueva a Ta cues planteada, puesto que todos la conoce- ‘mos de antemano, Ss como si se le aijera a un te feo que no deberta tener Ia fre tifoidea, que & padece precisamente y que ¢6 todo su raal, Debe- toe esforsacnos pov perder Ia costumbre del sera pitemo: «Deberia..r Beta pobre formula no car bia ya nada, Cuando un paciente viene a consul> tarme no basta que yo le Giga: «iNo deberia usted rmeterse en tales problemaa!s, pues los leva en s¢ Yes preciso que sontemo con elles. En cuanto ge ulilizan escapatorias y frases huecas, todo est, paturalmente, pesdigo; el enfermo se queda en su foche y no ae stbra jams dénde le duele la herida rl dénde yace la serpiente el momento en que se produjo nuestro sue- ‘ho, hace muchos af, yo no podia comprenierio, Sin embargo, ras haber estudlado numerosos sue fos de esta clase, tove la sensacion de que si me ‘hubiera side dado, en aquela-época, tomar el e350 en mis manos, habria podido. ayudar al joven, quien quiza no se habria suigidado, Desde enton- es, he visto numerotos casog parecidos. A menu dio la. comprensién real de un suetio como éste ayuda a que en una exstencia se produzea un cambio radical. Con seres sensibles y refinadas, srtstas o integentes, nunca se pondré demasia- da ater, Las trivialldades no sioven para ‘ada; es preciso eer serios y Hegar al fondo de las tosas, El joven habla elegido. Toledo, a la vex como meta de su viaje y como tema de su sue, por razones particulares. pal sued a ito demas olvidedo con toda sagenuidad gue Lalo eat ol age ranéa ay huni oro mundo. Nene ew rir todavia Ia huma- Meo outa tended ast eh No cus eae ste confestn, Ba mo md are Me sxpche® che LOE oe, wor slomple mot hes 1 GREE Y NX SE, ook que ata he veda TOTS Mes gins Er coro parece, Sinus O°ER a enemies de #8 fun, IE ee cree coy pos 0 gee aed ge, reed ROPER, apisiona 2 panes 7 me ns bce BES, wesc yuo a un ecreta Co Siperomeno esencial 2 cual ee pit crane He Seat wna ee, se ia cing, oS eed en it : sa ane gree contin Bt eonolso tote mer per, Pec ie ou pean Tsoi ws Se el ae eT ot, al eH ara apoderarse de [8 Wave, ae ‘malicla, es decir, mn Poem a ai sero dl sus. ae sens gue fra ow ‘ ‘como ef muchachite ave Ty conaleiém, PUES ropa est como mast ma ea cole, TU sere 7 Io a0" a ae sabido, el nifio, que no ao 7 ae ca ‘conversar arnis- tosarente co® (iu expresion ces Fpondo diegusto, Bate «=n! | | “ + Capitulo 8 embargo, algo muy natural y no es més abomninae bile que ioe animales que viven en la natiraleza circundante y que realizan fielmente la volun tad del Creador, cosa que no podriamos pretender de nosotros mismes, puesto que siempre tratarnos, com nuestros caprichos y nuestros cambios Drus- ens, de ir con rodeos ante ella. Nuestra ambicisn fo trata de tealisar la toalidad de nuestro ser; luna ambieién semefente seria poco edmoda y des agradable. Los animales, por su parte, son verda- ‘eramente ellos mismos. I animal y a planta son, [para mi, Jos aimbolos memos del sar pladoeo, To. do nos induce a inspirarnos en su ejemplo; viven J totalidad de su ser, como el nif vive la suys. Bajo el dominio de los hombres, esta inconscien plenitud, maturalmente, he desaparecido, Pero par qué Crista dijo: «Sed dulees como las palo- ‘hase Inteligentes como la serpieten? El final de cet sentenci,siena mal en nliestos odes. 1gual- mente, cuando dice: «Ama a tu préjime.., en- contramoe bello este pensamiento... pues nos dis- pensa de ocuparnos de nosotros misinas pero euan- fo afiade: «..como a ti miemor, este afiadido no tiene ya nuestra adhesion y pretendemos que el amarse a si mismo seria hacer profesin de egots- mo, ;Amarse a sf mismo! No era necesario predi- ‘arselo aos antigues, que lo hacfan de un Todo hatural. 2Y hoy? Harfamos bien en tomar en se- Fo ette a mai sh no Penance un aloe ‘inmletar es sae seta aoe sui, ae : gus aga Be Sin Soman Wed = ot S Capitilo 8 arece extrafamente al viclo, Algo originariamen- ‘buena se ha transformad en algo que no lo es a, en una escapatoria, En nuestros diss, ctale ‘quier hombre mezquino puede a respetsbilidad yendo a le iglesia y xamando a ss préjimo>, Hay en ello un estado falso de rai, un ‘mundo artifical: Estos problemas se apoderaron de nuestro jo- ven. Una fuerza creadora residfa en 6, revelada {en su suefo bien compuesto v que deberia haberie ayudado a resolver el problema. El deberia ser el hérce que desciende en persona a su mundo subterréneo, a su triste cueva oscurs, por amor ‘a a copa de are que contiene la ave que conduce 4 Ia totalidad. Jars aleanzaremos nuestra totali- fad si no asimimat las oscuridades que hay en nosotros pues no hay cuerpo ue, en su ttalidad, no proyecte una sombra ¥ esto no en virtud de clertos motives razonables, sino porque siempre fa sido asi asi e8 1 mundo! El hombre, en de terminada acepeisndho es butno; a pesar de todo Jo que ze qulera prdfender, no lo, ¥ mas val, ‘aes, tener conciencit de ello y preguntarse cémo Ineorporar de forma sdfisata este aspecto dela na- waralera humana a gu todo, Los hechos estén siempre presents, un cuande haya que interpre- tarlos entreviendo sl reversa, ;Cémo as posible, por ejemplo, que un hombre bueno tenga un hilo fgranvja o sna hija abominable? Les padres no {eben sino exelamar: «jh, pobres hljos!;De dén- de tes puede venin..?» ;Ciimo se explica que un porcentaje sorprendente de hijor ce pastores pe- a“ dat anvanity, una periesin ] ves?’ Derive sencillamente 46 so ae hacen fs ignorante, Han jee EE peta alla | sido Sbugetgtoralea, sin que se lean 200%, |oeaatoas | gexcan une, moral fentido de los valor rates oy ara Sinatra Pole eae pabrian visto obligados & proyectar ape erin ber soe Seay en o0 eine = po aan ‘cometide. frisros, no Se oslo pecan see grande y tragica verdad | Serntivamente | S28 erin de pacar que m0 pepe. Rasiocinar no air i i fen una gra ann gn na era vouuiad pare indiarnoe TS Ge Stns de DEALS CF en puerto, Sinestro 10° depen conduciznss @ meen Gabor gbiera comprendido #8

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