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94 | Psicologie social de la fariia teorias, Ademiés, se nombraron docenss de otras teotias con las que se simp: zabs, aunque tara vez coincidian en su denominacidn, Una conclusién que ex- trae Klein de estos resultados cs que cuslquier esquema o clasficacién de las ‘teorias dificilmente seria aceptado undnimemente por todos. Por ejemplo, David Cheal (1991) propone una divisién de las teorfas sobze 1a familia en dos categotias: ceorfas del consenso y teorias del conflicto (que ro se refiere'a la teosfa cel conflicto), Esta divisi6n reflejaia las distinciones que pueden establecerse entre torias conservadoras y mainstream y otras teorias al temativas como las critico-radicales (Osmond, 1987). Esta divisidn reflejari, asimismo, la polarizacién de opiniones que ha cazacterizado al estudio de la fe. ailia en las thimas dos décadas, Por su parte, Keen Sh (1995) establece cuatro categorias diferenciadoras que agrupan las tedtim-de acuerdo con los te- ‘mas principales de las mismas: «estructura y fancin» incluiria las teorias don- de se enfatiza la composicién familia, los roles y las funciones de la familia en la sociedad, «sistema hace referencia a las teorfas que enfatizan la estabilidad y la interacci6a familiar; «individualismo e interacci6n» haria referencia a la centre- lidad del concepto de individualismo y autonomia en las interacciones sociales, y finalmente, «diferencia y diversidads se refiere a teotias que enfatizan lain: portancia de comprender las diferencias dentro y entre las familias basadas e condiciones socioestructurales como el género, a clase social, la raza y Ia emi dad. Autores como Boss y ottos (1993) organizan las teoriss a partir de un erite- tio estrictemente cronolégico, Wesley Butt (1995) prefiere utilizar como ctiterio organizador el planteamiento epistemolégico de la diversas teorias,identifican- do tres grupos de teories: positivist, interpretativas y crticas/emancipadoras, Finalmente, Klein y White (1996) optan por utilizar tres dimensiones como eri terio organizador delas teorias: nivel de anélisis (individual, relacional, familia, institucién), dimensiéa temporal (estitico, dinémico) y fuente de cambio (en. dégena o exégena. Nosotros, para examinar las diferentes alternativas te6ricas en el estudio de Je familia, proponemos tres grandes categorfas organizativas que tratan de av: nar tanto el criterio temético como el epistemol6gico: la familia como interac: ci6n (interaccionismo simbélico —Escucla de lowa—, teoria del intercambio, teorfa del contlicto). Esta categoria trata de reflejar la tradicin més microsocial ¢ interaccionista en el estudio de la familia, La familia como sistema (funciona. lismo estructural, teoria del desarrollo, torfa de sistemas, modelos ecoléaicos) Esta categoria trata de integrar la tradicién més holista en el estudio de la fami Finalmente, la categoria «la familia como construccién social» (fenomeno. logfa, etnometodologia, teorfa critica y enfoques feministas), trata de recoger Je aportaciones que se producen a partir de los afios ochenta, cuando comienza ¢ tener lugar un cambio de orientacién en este campo de estudio, y reflejaria le tradicién més pospositivista, 4 LA FAMILIA COMO INTERACCION La sociedad es meramente un nombre para un conjunto de indivi- duos conecrados por medio dela interaccién (Georg Simmel) La familia es una unidad de personalidades en intetacciéa (Emest W. Burgess) Introduccién En este capitulo iniciamos nuestro secorrido por el terreno, diverso y plural, dle las teorias sobre la familia, prestando atenci6n en primer lugar a aquellas que hhan representado la tradicién més microsociol6gica ¢ interaccional en el estudio de la familia. Esta tcadicién en el estudio de la familie representa una de las po- siciones dentro del debate acerca de eusles deben set las preocupactones pri- mordiales de la teorfa social, un debate que Giddens y Turner planteaa en loss. ‘uientes términos: «Algunos sostienen que debe consistir en un microandliss del comportamiento y de la interaccién en contextos situados, mientras que otros $e promuncian por métodos mis comprehensivos que se ocupen de estructuras, emergentes» (Giddens y Turner, 1990, pég. 17). La otra posicién dentro de este debate, es decir, los acercamientos tedricos que entienden la familia como una estructura emergente, la tradicin holistaen el estudio de la familia, seré objeto de arencién en el préximo capitulo. También asi, el tratar separadamente ambos conjuntos de teorias, volvemos a situamnos dentro del debate entre «quienes de fienden la reconciliacién del microandlisis y el macroandlisis; mientras que, en opinién de otros, tales sintesis son contraproducentes x, en el mejor de los casos, prematuras» (Giddens y Turner, 1990, pag, 17). No obstante, el estado de la teo- rizacién en el émbito de Ia familia parece coincidir con el diagnéstico de Turner { 96 | Psicologia social de la familia. segin cl cual «los intentos de superar la escisién que media entre Ia interaccin individual y las estructuras emergentes son prematuros. Ambos niveles son iguelmente “reales”, pero, de momento, cada uno de ellos requiere de sus pro- pios conceptos, proposiciones y modelos» (Giddens y Turner, 1990, pag. 19). La tradicién més microsociolégicaeinteraccional en la teori social encuentra quis en la figura de Georg Simmel su mas claro precedente. Su preocupacisn por os aspectos microsociolégicos de la vida social los resume Nisber (1959) de a siguiente forma: «No desdefé los elementos pequefios ¢ intimos de las asociaco- nes humanas, y nunca perdi6 de vista la primacta de los seres huranos, del indivi- ‘duo conereto, en su andisis de as insttuciones»,y del interés de Simmel porlain- teraccién dan buena prueba afirmaciones como las siguientes: «La sociedad... sélo ela sintesis o el témino general para la cotsidad de esas interacciones especfi- cas» «La sociedad es idéntica a la suma total de esas relaciones» (Simmel, 1907). Gcorg Simmel rechazaba asi la posicin holistao reslista representada por Durkheim, segiin la cual la sociedad es una entidad real, un objeto 0 un orga nismo, Para Simmel, la sociedad no constituia una unidad colectiva o corpora tiva distinta de los individues sobre los que eerce una influencis. Pero, Je acuerdo con Ritzer (1993), Simmel se sentia tambign ineémodo con la concep: cin nominalista segdin la cual la sociedad no es nada mas gue un conjunto de individuos aislados. Simmel adoptaria una postura intermedia concibiendo la sociedad como un conjunto de interacciones. Para Simmel Ie sociedad era rre- ramente un nombre pera un conjunto de individuos conectados por medio de Ie interacci6n. Las estructuras supraindividuales como el Estado, la ciudad ole familia serian cristalizaciones de esa interaccién, Simmel representa, pues, wa visién de la sociedad entendida, en términos de Rodriguez Ibéfiez (1989), «co- mmo simple expresin de un juego de interacciones entre personas» (pig. 204) La esencia de la vida socials, por tanto, Ia interaccién. Los individuos y los ‘grupos generan Is interaccién con el objetivo de logear o alcanzar sus metas y bjetivos. Las persones y los grupos que se encuentran en intersecién elaboran ciertos pacrones 0 formas cultucales para faciliter esas metas. Un ejemplo dele cteacién de esos patrones de interaccién seria la familie. Como ha sefialado José Rodriguez Ibdiiez (1989), «Simmel esté interesado cn descubrir las pautas formales de le sociedad. Pero ocurre que éstas se mani: fiestan en el curso de lo que é llama *acciones reciprocas”. La saciedad es crea- ‘ibn de formas; sin embargo, tales formas s6lo se concreten mediante procesos ‘especificos, microsociales, de socializaci6m> (pag, 153). Segin Rodrigues Iba fiez, con el principio de les acciones reciprocas Simmel alude «al hecho de que cl sentido de la identidad individual se construye forzosamente através del pe- ralelo sentimiento de pertenencia a diversos grupos. Uno se sabe uno mismo en tanto en cuanto uno se ve tamizado 0 reflejado por la imagen que se posee (0 se cree poseer ante los integrantes de los circulos inmediatos). La propia mireda La tamitia como interacoléa | 97 inteospectiva se nutre de las miradas de los portenaires de las acciones recipr0- cas, lo mismo que nuestra mirada conteibuye a forjar las identidades de dichos partenaires. Simmel esboza una vision sociologica del yo profundo que sienta tun decidido precedente de la teorfa del interaccionismo simbélico de George Herbert Mead» (pag. 157) “Y-es que, parafraseando a Amalio Blanco (1995), en esa empresa comtin —en, la que parecen haber puesto todo su empetio los cientficos sociales— que es la ‘bisqueda de la relacién entre el individuo y la sociedad, entre lo psicol6gico y lo socioldgico, en la bisqueda de un mecanismo, de un concepto de intersee- cién capaz de articular esos aparentemente irreconciliables niveles, Simmel al igual que Mead, propondré el concepto de interacci6n, Para Blanco, en Mesd «clo que resulta novedoso es la manera en que establece la relacién entre los tres elementos de su hipétesis central (sociedad-interaccién-persona), el estilo de relacidn que proclama entre ellos y las vias por las que hace discurrir dicha re Iaci6n. Es abf donde el norteamericano comienza a distanciarse resueltamente de los idealistas alemanes, en su teoria de la formacidn social del self, en su in quebrantable conviecién de a persona como fruto de la interaccién» (pag. 191). Esta relacidn entre el pensamiento de Simmel y Mead también la ha destacado Ritzer (1993); «Simmel tenfa una concepcién sobre la capacidad de las personas ‘para enfrentarse a s{ mismas mentalmente, para apartarse de sus propias accio- thes, que es muy parecida a la de George Herbert Mead y los interaccionistas simbélicos> (pag, 307). ‘Las formas de interaccién que para Simmel constituyen Ia base de Ie vida social siempre implican armonia y conflicto, atraccién y sepulsi6n. De acuerdo con Donald Levine (1371), para Simmel «el mundo puede entenderse mejor en términos de conflicco y de contrastes entre categorias opuestas». Simmel (1904), en su «Sociologia del conflicto», consideraba que el conflicto es una ca- racteristica de la estructura de los grupos y enfatizaba, ademés, el rol positive del conflicto en el logro de una mayor unidad en el grupo. Segtin Simmel, un ‘grupo completamente atmonioso no podria existit, puesto que permaneceria enteramente estitico. Es més, el conflicto también sirve para definie y consol- dar la unidad de los grupos involucrades, tanto internamente como entre ellos. Segtin Farcington y Chertok (1993), la concepcién de Simmel dela realidad so- cial puede considerarse como esencialmente «dualista», en el sentido de que tanto las tendencias hacia el orden como Jas tendencias hacia el conflicto son inevitables y componentes criticos de la existencia social. Por otra parte, en la interaceién que las personas desarrollan con el objetivo de lograr o alcanzar sus metas y objetivos encontraré Munné (1996) una de las primeras formulaciones del enfoque urilitarista en ciencias sociales. Como se desprende de este breve recortido por algunas de las ideas repre- sentativas del pensamiento de Simmel, no resulta extcaiio que su influencia se 98 | Psicologia social de ta familia haya hecho notat, como ha sefialado George Ritzer (1993), en teotias como la teorta del conflicto, el interaccionismo simbélico o le teorfa del intercambic, precisamente las teorias que se examinarén, en la medida en que se han utiliza. do en el estudio de la familia, a lo largo de este capftulo. Como subraya Ritzer (1993) en su anilisis de la obra de este autor, Georg Simmel es cl microsociélo- 4g0 mejor conocido de los que jugsron un papel significativo en el desarrollo de la investigacién sobre pequefios grupos, del interaccionismo simbélico y de la teorle del incercambio. Recientemente, Llufs Flaquer (1998) ha diagnosticado que «la familia con- temporinea se mantiene gracias a la densidad de su interaceién psicolégica» (pig. 193), un hecho que Flaquer ve apoyado con la afirmacién que Exest Bur ‘ges realizara en los afios veinte en cl sentido de que la familia era una unidad de personalidades en interaccién. Una interaccién que, a la luz de las propues tas te6ticas que analizaremos a continuacién, podria calificarse, segiin como se aie (teGricamente), como una interacci6n simbélica (interaccionismo simboi o), conflictiva (teorfa del conflicto) o interesada (teoria del intescambio).. Interaccionismo simbélico En 195/, Herbert Blumer acufiaria el término que darfa nombre a una de las perspectivas teéricas psicosociol6gicas més importantes, una perspective que seré también, histrice y actualmente, uno de los principales enfoques ted ticos en el estudio dela familia: el interaccionismo simbélico. Las ideas que ca racterizan a esta perspective tedrica nacen, sin embargo, unas décadas antes. Su aénesis hay que buscarla en los fundadores del pragmatismo norteameticano, como Charles , Pierce, William James, John Dewey y George Herbert Mead, 5 ena obra de Charles Horton Cooley y de William Tsaac Thomas. Elinteraccio- rismo simbslico incorporaré asi conceptos de James (1890) como el self social, la nocién de Cooley (1902) del self especular (el sf mismo como une imagen en espejo), el concepto de definicién de la situacién de Thomas (Thomas y Tho- ‘mas, 1928) o las idees de Mead (1954) de rol-taking o las distinciones entze el yo y-el mi como partes diferenciadas del se Como ha sefielado George Ritzer (1995), el interaccionismo simbélico seria el producto més importante de la que se ha denominado Escuela de Chicago. Bn la Universidad de Chicago, donde Mead ensefiaba filosofia, Albion B. Small estableci6 en 1892 el primer departamento de sociologia de los Estados Unidos, al que pronto se unitian figuras como la de Thomas, Robert Park o Emest W. Burgess. Small habfa estudiado en Alemanie con Georg Simmel, a igual que st sucesor en la diteccién del departamento, Robert Park, De esta form las ideas de Simmel, particularmente su interés por la accin e interacci6n, también in La famiia como interaceién | 99 tervendrian en el desarrollo de la orientaci6n tedrica de la Escuela de Chicago (Bock, 1979; Joas, 1990; Ritzer, 1993). Park, junto con Emest Burgess, utiliza- fan y diseminarian las ideas de Simmel en su Introduccion ala ciencia de la so- cieded, publicada en 1921, que, como ha sefialado Ritzer (1993), seria el primer manual verdaderamente importante de sociologi. Unos pocos alos después de la publicaciéa de este manual, Emnest Burgess publica un ensayo, hoy clésico, con al que no solo se vincula definitivamente el estudio de la familia al interac- cionismo simbélico, sino que ademés disigiré el incerés de los investigadores de Ia familia al terreno de lo psicosocial. Como ya se ha sefialado en el capitulo 1, el clisico articulo de Ernest Bur- ‘gess publicado en 1926 «La familia como una unided de personelidades en in- teracciGn», inaugure la aplicacién formal del interaccionismo al estudio de la fa milia. Un trabajo que pronto encontraria eco en otros investigadores. Por ejemplo, Leonard Cottrell (1933) partiendo del trabsjo de Burgess, publicaria un articulo, «Roles and marital adjustment», en el que se centraria en la trans: misidn intergeneracional de las expectativas de rol en la familia y et reto que plantea para cada nueva pareja negociar las diferencias que surgen con respec: to a las expectativas de rol. Estos dos autores también llevarfan a cabo un im portante proyecto de investigacién, Predicting success or failure in marriage ‘Burgess y Cortzell, 1939). Como vemos, estos trabajos, junto a otros que apa recieron también durante los afios wreiuta, wuiny los trabajos de Terman o Ber nard, iniciarian una psicosociologia de la familia centtada principalmente en los predictores del éxito en la vida matsimonialy familiar. Como han sefalado Do- herty y otros (1993), aunque los interaccionistas simbélicos tempranos como Mesdo'Thomas proponian una visin del individu ode l familia en sociedad, durante los afos treinta los fundadores dela sociologfa de la familia como Bue- gess, Cotteell, Terman 0 Bernard se centraron principalmente en los aspectos inceraccionales o psicosociolégicos de la vida familias, : Entre los primeros estudiosos de la familia desde la perspectiva del inte- raccionismo simbélico destaca también Willard Walles, una figura quizés me- znos conocida y con un impacto inicial en este area de investigacién menos lla- mative, aunque también relevante. El acercamiento de Willard Waller al estudio de la familia se caracteriz6 por el uso de métodos cuslitativos, cen- tedndose en el conflicto familiar, en el divorcio y en los procesos dindmicos de negociacién 0 «regateon entre los miembros de la familia (Waller, 1937, 1938). Como han sefialado LaRossa y Reitzes (1993), Waller fue uno de los pocos in- vestigadotes en los inicios del estudio sobre la familia que presté una conside- rable atencién al conflicto y al poder en Is familia, aunque el impacto de su tra- bajo seria reducido (entre otras cosas, moria prematuramente a los 45 afios) En este sentido, LaRossa y Reitzes (1993) han especulado sobre la posibilidad de quesi sus ideas se hubiesan tomado més sesiamente, los estudiosos de la fa- 109 | Psicologia social de la fara nnlia hubieran «descubierto» problemas como le violencia familiar mucho més pronto. ‘No obstante, el trabajo de Waller si que tendria una influencia, aunque in- directa, en este érea de investigacién, Después de la muerte de Waller, Reuben Hill, un investigador que compartia Ia orientaci6n interaccionista simbdlica de Waller, publicarfa una segunda edicién revisada del libro de este tiltimo, publi cado inicialmente en 1938, The faraly: A dinamic interpretation (Weller y Hill, 1951). En esta nueva edicién, sin embargo, Hill cambiaeia la orientacién del li bro desde una perspectiva del conflicto y orientada alos procesos en el original, hacia otta perspectiva besada en los roles. Hill también defenderia el uso de los métodos cuzntitativos en detrimento de los cualitativos. Para Hill los roles fa riliares se definen en términos de las expectativas que los otros miembros de la familia confieren a un rol determinado, y el gjuste o éxito dela familia tiene lu- gar en términos de la edecuaciGn del desempefio de rol (Waller y Hill, 1951; Steyker, 1964). La utilizacin que Hill hizo de la teoria del rol y su énfasis en los ‘métodos cuantitativos comenzarin a convertirse en caracteristicas predomi- nantes de la aplicacién del interaccionismo simbélico, tanto teérica como me- todologicamente, al estudio de la familia, Asi, el acercamiento mis estructura- lista del interaccionismo simbélico (centrado fundamentalmente en el concepto de rob) (Stryker, 1980), junco con e! interés en la comprobacién de hipotesis me- dante variables y definiciones operacionales que faciliten la recogida de datos ‘cuantitativos y el anilisis empirico, comenzasin a caracterizar el estudio de la familia desde el interaccionismo simbdlico a pertir de la década de los sesenta haste nuestros dias, Una posicién teérica y metodolégica que se corresponde con Ia escucla del pensamiento dentro del interaccionismo simbélico represen. tada por Manfred Kuhn (1964), la Escuela de lowe. Y es que si situamos el estudio de Ia familia en el contexto de la controver- sia entre las dos escuelas de pensamiento dentro de! interaccionismo simbélico, puede observarse una mayor influencia de la Escuela de Towa que de la de Chi- cago. Aunque, por supuesto, existen exeepeiones (por ejemplo, LaRossa y La- Rossa, 1981; Turner, 1970), como han sefialado LaRossa y Reitzes (1993), si se examinan los articulos que se publican en tres de las més importantes revistas sobse investigacin en el érea de la familia, el Journal of Marriage and the Fa: snily, el Journal of Family Issues y Family Relations, asi como los handbooks mis influyeates (Christensen, 1964; Burr y otros, 1979; Sussman y Steinmetz, 1987), puede comprobarse la ausencia de la Escuela de Chicago. La Escuela de Chica. 40, representada por Blumer, enfatizaba fandamentalmente los procesos inter- pretativos de la construccién social de los significados, legitimando ast la utili- zacién de metodologlas cuslitatives. De esta forma, una de las implicaciones de la ausencia de esta escuela es el mayor peso que ha adquirido la investigacién cuantitativa y el escaso uso de métodos cualitativos. Como ha sefialado Munné La famila como interacoién | 101 (1996), «el objetivo de Blumer (1969) es hacer “inteligible la sociedad moder- nna”, mientras que el de Kuhn (1964) es hacer “predicciones generales sobre In conducta social”, Esto lleva a que aquel tienda hacia una ciencia de dimensi6n, hhumanista y carécter ideogrfico, y éste en cambio hacia una ciencia més posi tivista y un cardcter nomotético» (pag. 279). En este sentido, Martindale (1979) ha argumentado que mientras que la variedad fenomenologica del interaccio~ nismo simbélico se corresponde con una filosofia interpretativa (véase el capi tulo 6), la teoria del interaccionismo simbélico, y més en particular sus enfo- ‘ques mas estruccualistas, pueden considerarse, de hecho, positvistas. Frederic Munné (1996) considera, no obstante, que, independientemente de las diferencias entre estas dos escuelas, pueden identificarse unos puntos de coincidencia que configuran un micleo fundamental de principios mas 0 menos compartidos por los interaccionistas simbélicos, principios que Munné resume cn los siguientes términos: «Lo més caracteristico y singular del comporta riento humano es que interactéta mediante comunicaciones simbélicas. Esto requiere definir la situacién en que se actéa, asi como actuar asumiendo y te- niendo en cuenta Jos comportamientos que son esperados por los demés en aquella situacién. Los significados de las acciones pueden ser mantenidos, mo- dificados o dados por los actores, los cuales son asi creadores activos de la vida social. Todo ello estructura en la persona un selfo mediador entse éta y la or- ganizacion social> (pag. 280) . Dentro del acercamiento predominante del interaccionismo simbélico al estudio de Ia familia, aunque también destacan autores como Stryker (1968), 0 [Nye (1976), desde el punto de vista de Ia elaboracién teérica Is contribucién nds relevante ba sido, sin duda, la de Wesley Burr (1973; Bure y otros, 1979). Recordemos que Wesley Burs, junto con Reuben Hill y otros investigadores, editasian en 1979 uno de los handbooks que més impacto ha tenido en el cam po de investigacién sobre la familia, En este volumen, Burt y otros (1979) cons tmuirian el trabajo més clegante y sistemético sobre el interaccionismo simbélico aplicado a as familias. Burr y otros (1979) reunieron en su tfabajo un conjunto de proposiciones tebricas directamente relevantes para la comprensidn de la fe milia desde la perspectiva del interaccionismo simbdlico, las cuales son el oxi- gen de gran parte de la claridad y del poder de esta teoria para explicar los pro- esos y la conducta familiar (Klein y White, 1996) Identidad y roles familiares De acuerdo con David Cheal (1991), el interaccionismo simbélico incorpo- ta el ideal moral de que todos los miembros de una familia deberian adoptar tuna visién idéntica de su situacién colectiva. Este ideal implies, por una parte, Ia idea de Is identidad familiar y, por otra, el concepto de unided familiar (re- 102 | Psicologia social de ia famiia flejada en el concepto de ajuste marital), ideas que ya se encontraban presentes en el trabajo pionero de Ernest Burgess, que defin‘s la familia como uria unidad de persondlidades en interacci6n. Para Burgess, Is interacci6n, que mantiene ls relaciones entre la pareja adulta y entre padres € hijo, es lo que constituye la v- da familiar. Ademés, la familia desarrolla una concepcién de sf misma que it: cluye el sentido de responsabilidad que cada micmbro dela familia tiene con los otros, responsabilidades que se definen en los roles familiares, y a nocién de Jo que la vide familiar es o deberia ser. Las personas desarrollan un sentido de identidad que se deriva de la interaccién que tiene lugar con los demés en la v- da cotidiana, incluyendo la vida familiar, donde los individuos se comprometer uns «identidad familiar» (Stryker, 1968). Una identidad que existe en la me- ida en que les personas participan en una relacién social estructurada De acuerdo con Peterson y Rollins (1987), en le interaccién familiar se aprenden un complejo conjunto de significados que permiten Ia comunicaci entre los miembros de la familia, compartir experiencias e involucrar a dos 9 ‘és personas en un proceso social especialmente intenso, De esta forma, padres e hijos tienen le capacidad de compartir significados comunes y asumir el rcl del otro. Con la adopcién del rol del otro (role-taking), los miembros de Ia fa- mnilia pueden ver tanto el mundo social como a ellos mismos desde la perspec ‘iva del otro miembro de la familia, Esta capacidad de adoptar roles y de com partir significados permite anticipar Ia respuesta de los otxos miembros de la familia y deserrollar una relacién de una intensidad especial ‘De acuerdo con el anélisis de Peterson y Rollins (1987), los padres e hijos con frecuencia se definen mutuamente como otros significativos, es decir, per sonas con quien se mantiene un vinculo afectivo y « euyas expectativas se les signa una especial importancia, Pars los hijo, los padres tienen un estatus es pecial debido a su control de los recursos (fisicos, afectivos,informacién), Para Jos padres, los hijos se definen como «otros significatives» porque su presencit altera numeroses experiencias vitales y afiaden una nueva dimensién a sus auto- conceptos, Desde la perspectiva del interaccionismo simbélico, as interaeciones padres-hijos contribuyen a la emergencia de mormas y expectativas mutuamen- te compattidas, Padres ¢ hijos desemperian sus respectivos roles desarrollindo- se asf el conjunto de expectativas mutuas que comienzan a guiar 0 constreiit sus conductas en las relaciones paterno-fliales. Si le socializaci6n padres-hijos 5 efectiva, la adopcién y desempefio de los roles se convierte en un compo- nente importante del self Los adultos se adscriben a sf mismos nuevas defini iones sociales como «padre» o «madre», que conllevan las responsabilidades y recompensas asociadas a esas posiciones, mientras que los hijos desarrollan de- finiciones de sf mismos que reflejan en qué medida estan satisfaciendo las ex pectativas parentales, Finalmente, como subrayan Peterson y Rollins, ademas de estos espectos de los roles paterno-fiisles, es importante considerar a padres La farila como interaccion | 103 cehijos como actores que tienen una considerable capacidad para estructurar su centorno social. Gran parte dela interaccién peterno-filal implica, por lo tanto, Ia creacién de roles (role-making), es deci, el proceso de improviser, explocar y juzgar lo que es apropiado sobre la base de la situacién y de las respuestas de los breos en un momento determinedo (Tuner, 1962), Para clarifies, pues, ls si tuaciones, la primera fase de la interaccin entre padres ¢ hijos implica con fre- cuencia establecer «definiciones de la situaciSm» temporales. Una fase seguida de acciones tentativas de padees e hijos que permite que sus definiciones se comparen en la realidad y se reformulen sobre la base de la experiencia (Peter- son y Rollins, 1987). Conceptos basicos Self,Un supuesto bésico del interaccionismo simbélico es que las personas ro nacen con un sentido de s{ mismas, sino que desarrollan sus autoconceptos a través dela interaccién social. De ahi la importancie de le familia en el dese rrollo de la identidad y el autoconcepto. El concepto propuesto por Mead (1934) de selfseria la representacién simbdlica de nosotros mismos tanto como stujetos el yo) como objetos (el mi). Para Mead el «yo» es la respuesta del orge- nismo a las conductas de los otros, mienteas que el «mfp seria el conjunto de ac titudes de los demés que uno mismo asume. La idea del self como objeto tiene su origen en la propuesta de Cooley del «self espejo» (looking glass self) 0 self especular, El self como objeto contiene, pues, a perspectiva de los otros. Ello significa que podemos ver nuestra conducta como un objeto (mi), asumiendo asi el rol de otra persona (por ejemplo, un nifio puede preguntarse si su con- ducta le parecer apropiada a su padre), La identidad se referira alos distintos significados que damos al self en un sol determinado (por ejemplo, dentro de los roles de esposo o exposa pueden construirse diversas identidades) Roles. De acuerdo con el andlisis de LaRossa y Reitzes (1993), roles som las snormas compartidas aplicadas a los ocupantes de posiciones sociales. Los roles constituyen sistemas de significado que cepacitan a los ocupantes del rol y a otros con los que se interactéia para anticipar conductas futuras y mantenet la regularidad en las interacciones sociales (Turner, 1970). Por ejemplo, el ral de abuelos puede conllevar la expectativa de que cuiden en ocasiones de sus nie- tos, Los roles sociales no sélo especifican conocimientos, habilidades y motiva- cidn, también especifican Ia extensin, direccién y duracién de sentimientos y emociones. Ast, como sefialan LaRossa y Reitzes, las normas asociadas con el ral parental inclayen también prescripciones sobre: a) lo que las personas deberfan ‘conocer acerca de la conducta parental; b) las habilidades que se necesitan pa- ra desempeiar el rol parental c) la motivacién que se deberia tener ante ese rol; yd) la extensién, direccién y duracién que se deberia dar al rol parental. Los 104 | Psicologia social de la feria roles son ademés flexibles, puesto que pueden construirse diversas idemtidades «en un mismo rol. Por ejemplo, el rol de esposo puede concener as idemtidades de cldados, proveedor de ingresos, compatiero o pareja sexual. Los espectos es téticos y dindmicos de la conducta de rol quedan reflejados en dos conceptot relacionados, la asuncién de roles (role-taking) y la crcacién de roles (role-me zing). La asuncién de roles permite « una persona identifica las cegulatidadee que unen a Jos ocupantes de un rol y alinear sus conduetas de rol con los signi- ficados del rol mantenidos por los otros (Tutner, 1962]. De esta forma una per sona puede ponerse en luger del otro y actuar de acuerdo con las expectativa asociadas al desempeiio de ese rol. La creacién de roles se refiere la practica de crear y modificar roles para hacerlos més explicitos. Finalmente, el estrés y cl conflicio de rol son también dimensiones importantes de los roles. El estrét de rol se produce cuando un actor no tiene suficientes recursos para desempe- far un tolo roles. También cuando los roles son miiltiples se puede producir un exeeso de expectativas que puede dar lugar al estrés. El conflicto de rol se pro. ucirfa cuando las expectativas de un rol contradicen las expectatives asociadas 1 otro rol. Este conflicto también produce estrés, al no poder descmpefiar roles contratios simulténeamente (Klein y White, 1996), Socializacién. Como subrayan LaRossa y Reitzes (1993), la asuncién y erea- cién de roles son componentes clave del proceso de socializacién. Segin estos autores, es precisamente la asociacién de la asunciéa y erescién de roles lo que hace del interaccionismo simbélico un acercemiiento nico al estudio de la so- ‘ializacién. Desde este enfoque te6rico la socializacin es el proceso de cambio ‘que una persona experiments como resultado de las influencias sociales. Al contratio que ottos acercamientos tcéricos desde los que se cnfatiza la adapta- in o conformidad a un grupo o sociedad, desde el interaccionismo simbélico decic que un nifio estésiendo socializedo implica algo mas que decir que esta siendo ensefiado a conformarse con las expectativas de la sociedad. Més bien la socializacién se considera como un proceso complejo por el cual los nifios no s6lo memorizan roles, sino que aprenden diversos roles y participan activamen: te en la formacién de sus identidades. Definicin de la situacién, Durante la intecaccién social las personas crean activamente significados no sélo del self y de los otros, sino también de las si tuaciones. El concepto de definicién de ia situacién tiene su origen en la pro- puesta de W. I. Thomas (Thomas y Thomas, 1928) de que «las situaciones defi- nidas como reales son reales en sus consecuencias». De acuerdo con Stryker y Statham (1985), una definicién de la situacién centra su foco de atencién en lo mas destacado de un escenario de interaccién y permite le organizacién preli- ‘minar de las acciones apropiadas a ese escenario, Lo importante no es si una de- finicién es valida o moralmente apropiada, sino que las personas en ese escens. rio crean sus definiciones. De esta manera, las situaciones pueden definiese de La familia como interaccion | 105 diversas formas, aunque lo importante es que, sea cual sex esa definicién, in- fluiré en la forma en que se actéie. Como sefielan LaRossa y Reitzes (1993), el proceso de creacién de una definicién de la situacién més o menos compartida es particularmente importante en el éxito de cualquier grupo. No es de extra- fiat que ya desde fos primeros estudios de los interaccionistas simbélicos como Borgess (1926) o Hess y Handel (1959) se prestara una especial atencidn sl pro: cso por el cual las families construyen la vida familiar, buscando y negociando un consenso setisfactorio, ‘Areas de investigacion y aplicacion Gran parte de la investigacién en el émbito de la familia realizada desde la perspectiva del interaccionismo simbélico puede situarse en el contexto de late: tia del sol (Burr y otros, 1979). Desde esta perspectiva la investigacién se ha centrado en la forma en que se adoptan los roles familiares, en los procesos de socializacién familiar y en Ia formacién de la identidad. También desde esta perspectiva se ha estudiado el desempeiio de los roles familiares, Ia creacién y ruptura de roles en el proceso de redefinir la vida familiar a medida que surgen ‘nuevas identidades, o en los patrones eambiantes en la vida familiar y las formas cen que se negocia y renegocia la conclucta y los significados entre los miembros Ge a familia, Ota drea ce investigacion en el tmbito de los roles ha sido cl es tudio dela diversiicacién de roles y el esrés de rol en madres tabajadoras. Fi nalmente, un émbito de apliea i el interaccionismo simbélico, con el objetivo de establecer expectativas més realistas asociadas a los roles familiares, ha sido al de le educacién families. En definitiva, de acuerdo con LaRossa y Reitzes (1993), la contribucién ‘ms importante del interaccionismo simbélico al estudio de la familia ha sido, cn primer lugar, su énfasis en la proposicién de que las familias son grupos so- Giales y, en segundo lugar, su afirmacin de que los individuos desarrollan su concepto del selfy sus identidades a través de la interaccién social, capacitén dolos pata evaluar independientemente y asignar valores a sus actividades fa miliares. La conceptuslizacién de las familias como grupos sociales y como get pos de selfs identidades en interaccién ha llevado, segiin estos autores, a los investigadores con una orientacién interaccionista simbélice 2 interesarse en ccuestiones como las siguientes: Cuail es el proceso por el que los miembros de la familia egan a una per- cepcién, mAs 0 menos compartida, del mundo (esto es, una realidad simbélica, ‘un conjunto compartido de metas, valores, ercencias y normas), —Ciémo se relacionan la geogeafia, la raza/etnicidad, la clase social, cl g¢ nero, la edad o el tiempo con los grupos familiares (c6mo differen las familias 106 | Pslootoga socal dea famiia interculturalmente, cémo difieren las familias de diferentes estratos socioeco- saémicos). —De qué forma comunican los miembros de la familia Je intimidad, qué significacién le confieren a las interacciones intimas, —Cuiles son los roles o expectativas sociales para maridos y esposes, pa dies y madres, hijo e hijas, —-Cémo se construyen, aprenden y desempefian esos roles. —Qué procesos explican tanto la forma en que los padtes socializan a sus hijos como la forma en que los hijos socializan a sus padres. —Cuil es la conexién entre la socializacién y el autoconcepto. —Qué estrategias y tcticas utilizan los miembros de la familia para cons- truir las relidades familiares y negociar las identidades de rol Criticas y timitaciones Para LaRosse y Reitzes (1993), el interaccionismo simbélico, aunque pro porciona a los investigadores de la familia un conjunto importante y rico conceptos para explorar la interaccién familias, todavia carece de un conjunto de proposiciones te6ricas interrelacfonadas que sea claro y no dé lugar a la arm bigtedad. Otra critica que destacan estos autores es la escasa atencién que el in- teraccionismo simbélico ha prestado a le dimensién emocional de la conducta humana. Por otra parte, Klein y White (1996) han sefialado que una de las princips: les eritcas al enfoque estructural es que proporciona una visién determinista del ser humano, moldeado por el sistema social. Esta visién sobresocializada del self vendria un escaso margen para adaptarse o cambiar el ambiente. Por el con- trario, una critica que se le ha realizado a la visién més interaccional es que st sobrestima la influencia de los actores en Ia creacién de roles y su capacidad py +a evitarinfluencias estructurales. No obstante, a ambos acercamientos se les ha ctiticado por su atencién excesiva al individuo y su poe atencién a la estructu- +a social mas amplia, Porque, como sefialan Kiein y White, incluso los acerca- rientos més estructuralistas (Stryker, 1980), para quienes la sociedad precede al individuo y piensen que las normas emergen de la interaccién, tienen proble- ‘mas para explicar por qué existen instituciones sociales con relativa perman cia, Asi, Smith (1995) ha sefialado que desde este enfoque te6rico se soslayan con frecuencia estructuras sociales jerérquicas tanto en la familia como en la sc- ciedad y el impacto de eses estructuras en fos significados que los miembros de Ja familia asignan a sus interacciones. En este sentido, una critica realizada al in- teraccionismo simbélico desde una perspectiva feminista ha sido Ta de que esta orientacién oscurece las relaciones asimétricas entre hombres y mujeres y que se presenta un visin «amable> de le familia que ignora la capacidad de! hom- Lafamilia como interaoci6n | 107 bre de imponer a la mujer su definicién de realidad (Glenn, 1987), También se ha criticado a esta perspectiva tedrice su visién no conflictiva de ia familia, lo uc hs levado a subrayar la necesidad de estudiar también los procesos inte. ractives que tlenen lugar en situaciones de control y de violencia doméstica (Scets, 1988). Teoria del conflicto En un orden natural donde ls personas tratan de autopreservarte y autoa- ficmarse, donde el principal interés es el interés propio, donde los intereses per- sonales colisionan con los intereses personales de los otros, y donde el estado Disico de la naturaleza parece ser la guerra de todos contra todos, ccémo es po: sible el orden sociale, se preguntaria Thomas Hobbes alli por el aio 1651 en su Leviathan. Una pregunta que podria resumic bien el interés bésico de los teéti 0s del conflicto. Para Hobbes esta tendencie bésica humane podfa controlerse y regalarse mediente el contrato social, cl Estado y sus leyes. Como han sefala- do Klein y White (1996), la mayoria de los teéricos del conflicto aceptarfan los supuestos de Hobbes de que las personas actiian en su propio interés y que el orden social necesita ser negociado y titualizado. Un orden social que no impli- ce la ausencia del contlicto, puesto que éste continga estando presente tanto en- twe grupos como entre individuos, y que necesita negociarse y manejerse para eviter consecuencias extremas como la ruptura o la violencia. En el proceso de configuracién de las teorlas del conflicto hay que mencio- nar también las ideas de Darwin sobre le lucha por la existencia y la supe: vencia del més apto y la aplicacién de les mismas por Spencer en su andlisis de la evolucién social, Se introducfa ast Ia idea de que el conflicto y I lucha eran fendmenos naturales y centrales en la vida social humans. Pero serfan Karl ‘Marx y Friedrich Engels quienes elaborarfan una teoria sistemética en la que el conflicto desempefiaba un rol fundamental (la lucha de clases) y quienes apli- catien por primera vez esta perspectiva a le reflexién sobre Ie familie (Parsing- tony Chertok, 1993). Asi,en El origen dela forilia, la propiedad privada y el Es- tado, publicado en 1884, Engels proponia que el conflicto en la familia era un reflejo del conflicto de clases en la sociedad, en el que la divisién del trabajo ba- sada en el género en los mattimonios mondgamos constituta el primer conflicto de clases en la historia, donde la mujer era la clase oprimida y el hombre la cla- se opresore. Como han sefialado Klein y White (1996), las ideas de Hobbes, Mars y Engels compartian un supuesto comtin, In escasez de los recursos, Otro pensador que como Hobbes se preguntaré cémo es posible la socie- dad fue el socidlogo alemén Georg Simmel, También Simmel considerarla que cl mundo puede entenderse mejor en términos de conflieso y de contrastes en 108 | Psicologia social de ta familia tre categorfes opuestes. Para Simmel (1959), el conflicto es una caracteristice esteuctural de los grupos humanos que, ademés, desempeiia un col positivo en el logro de una mayor unidad en el grupo. Simmel (1904) consideraba el con fliceo como un proceso constante de fuerzas asociativas y disociativas que pro porcionaban unidad y coherencia a le sociedad, Al contrario que Marx, Simme zo identificaba una causa subyacente del conflicio al control de los medios de produecién, ni tampoco consideraba ala familia como-un microcosmos de pro: cces0s que tienen lugar a gran escele. Para Simmel, cl matrimonio y la familis eran estructuras sociales claramente diferentes con propiedades sociales distin tas. Como han sefialado Klein y White (1996), al contrario que los tebricos mar- xistas, Simmel se centearia en las propicdades formales de la estructura de los ‘grupos pequefios yen la interaccién ‘Como subsaya Jetse Sprey (1979), la teoria del conflicto no es necesaria- ‘mente marxista en sus propesiciones acerca de los procesos sociales y, por tan. to, no considera necesariamente el matrimonio como una sociedad de clases en tniniatura, con una clase (los hombres) ostentando el poder y la otra clase (las ‘ujeres) siendo oprimida, La posicién marxista y la representada por Simmel constituyen, por tanto, dos enfoques diferentes en el estudio del contflicto en la familia que Klein y White (1996) resumen en la siguiente pregunta: gel conflic- to en el matrimonio y la familia es sencillamente un reflejo de procesos macro: sociales o el conflicto ex Ie fuuilia es diferente y tlene caracteristicas propias? De esta forma, algunos tedricos del conflicto han considerado el contlicto en la familia como parte de procesos sociales mis amplios, mientras que otros consi deran qu el confit en I familia es nico debid ala naturdleraaectva de los recursos. Asi, podemos identificar un enfoque més estructural y microseciolégico (que analiza el conflicto en el contexto de la interaccién familiar), de corte mas positivista, y otro enfogue més macrosocial que secoge los aspectos criticos y emancipadores de la teorfa del conflicto, de corte pospositivista y que se ha in- tegrado en los planteamientos de la teoria critica y en ciertos enfoques ferinis- tas, En este capftulo examinatemos el enfoque mas estructural y microsociolé sico de Ia teoria del conflicto, mientras que el segundo de estos enfoques seré xaminalo ene eapelo 6, enelcontexto de stots citicas y los enfoques feminists. La entrada (0 reentrada, dados los precedentes como Sitmmel) de la teoria del conflicto, en su versién més microsociolégica y estructural, en la ciencia so- cial de Ia familia no se producira hasta finales de los aiios sesenta y, sobre todo, a Jo largo de los afios setenta, De hecho, la teoria del conflicto no aparece toda, via en la revision de Broderick (1971) sobre los desarrollos tedricos més impor. tantes en la década de los sesenta, El punto de partida para muchos es la publi caci6n en 1969 del articulo de Jetse Sprey «The family as a system in conflict», La farila como interaceién | 109 aunque pare ottos el trabajo de Caplow (1968) sobre las coaliciones entte los, miembros de las familias seré un heredero directo de la tradicién estructural iniciada por Simmel. En cualquier caso, el hecho es que a lo largo de los aos setenta se produciré la publicacién en revistas prestigiosas como el Journal of. Marriage and the Family o Family Relations de numerosos articulos de investi gacién sobre diversos aspectos conflicivos de las telaciones familiares (conflic- tos padres-hijos, maritales o entre hermanos, agresién cn las celaciones familia- zs, la distribucién de poder en las familias, 0 el manejo del conflicto en la familia), asi como la publicacién de libros con un importante impacto en este campo de investigacién sobre temas como el conflicto marital y familiar, 0 so- bre la violencia familiar. Otro indicador particularmente relevante del auge que cexperimentarfa este enfoque te6rico @ lo largo de los aiios setenta seria su in- clusi6n como uno de los cinco marcos teSricos recogidas en el Cortemporary theories about the family editado por Bure y otros, en un capitulo gue precisa- mente se encargaria de claborar Jetse Sprey (1979). En este volumen Burr y ‘otros (1979) consideran que esta perspectiva no ha sido tan predominante co- mo el interaccionismo simbélico o la teoria del intercambio, que su tratamien- to se ha realizado implicitamente desde una perspectiva interaccionista y que su influencia se ha incrementado desde los afios sesenta con el declive del funcio- nalismo estructural (pég. 207). En este sentido, Alexander (1987) considera que el ataque que tecibio el funcionalismo estructucal (por su conservedurismo poli- tico, sexismo y falta de verificacién empitica) desde el espectro politico de la iz-

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