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jueves, 22 de febrero de 2007

CLORURO DE MAGNESIO HEXAHIDRATADO

• El Cloruro de Magnesio Hexahidratado, más conocido como Bischofita, es uno de los


elementos más utilizados para estabilizar y eliminar la polución de las rutas no
pavimentadas.

Tiempo atrás, para muchos el norte chileno representaba sólo dos cosas: kilómetros de
costa y zonas tan áridas como el Desierto de Atacama. Sin embargo, para aquellos
habitantes de los lugares más inhóspitos, donde difícilmente existe alguna sombra que
los cobije; el norte no era más que desolados y polvorientos caminos que penosamente
dejaban visualizar el resto de la ruta.
No fue hasta finales de los noventa, cuando la Dirección Regional de Vialidad de la
Tercera Región –animada por los resultados que obtenían algunas compañías mineras
que utilizaban el producto, aún cuando lo aplicaban sin ninguna técnica específica -
empezó a utilizar el subproducto que dejaba la producción del litio, más conocido como
bischofita, para estabilizar aquellas rutas que difícilmente dejaban mirar el camino,
debido a la gran cantidad de polvo que se producía cuando algún vehículo transitaba por
esos recorridos.
Fue gracias al buen resultado y, en especial, al bajo costo de esta y otras medidas como
el cloruro de sodio y las capas asfálticas delgadas, entre otras, que el Ministerio de
Obras Públicas (MOP) decidió crear el programa “Caminos Básicos 5.000”, el que
consistía en mejorar la superficie de rodadura de caminos no pavimentados en todo el
país, mediante la aplicación de soluciones económicas como las anteriormente
mencionadas. “La idea de ‘Caminos Básicos’, era entregar soluciones de bajo costo para
rutas que eran de tierra. La primera meta fueron 5.000 kilómetros, los que se debían
cumplir en marzo de 2006. Sin embargo, ésta se cumplió en octubre del 2005”, recuerda
Osvaldo Aguayo, jefe de la Unidad de Caminos Básicos del MOP.
De esta manera, la bischofita, cuyo nombre comercial es Roadmag, se fue abriendo
camino dentro de un mercado que difícilmente conocía otros recursos -aparte del
cloruro de sodio (sal)-, que les permitiera estabilizar pequeñas rutas a un costo más
barato. “Desde el 2003 al 2006, se han estabilizado 2.091 kilómetros, con un monto de
inversiones de 21.700 millones de pesos, es decir, son 10.4 millones por kilómetro.
Mientras pavimentar un camino con una solución económica, cuesta 140 millones
aproximadamente”, afirma Aguayo.
Ha sido la propiedad higroscópica de este material y su composición molecular
hexahidratada, lo que la ha hecho la preferida para suprimir el polvo o estabilizar un
camino, pues la higroscopicidad tiene la capacidad de tomar y retener la humedad del
ambiente; para así mantener la humedad óptima de la base granular y, por lo tanto,
conservar cohesionado el material de la carpeta. Esta situación se produce cuando la
humedad relativa del aire es superior al 32%, sólo a partir de esto la bischofita podrá
absorberla.
Ésta es la principal diferencia entre Roadmag y la sal, debido a que el cloruro de sodio
es un compuesto anhidro sin agua molecular. Es decir, una humedad de equilibrio que
bordea el 76%. Por lo que su capacidad de mantener hidratado el camino es menor.
Es por estas características que, generalmente, se utiliza en zonas áridas donde la
probabilidad de precipitaciones es casi nula. “Al ser un elemento de alta capacidad
higroscópica, al atrapar la humedad se produce un ablandamiento en las carpetas de
rodados que contienen este material. Como precaución, en estas ocasiones se debe
cerrar el tránsito vehicular por estas rutas”, explica Carlos Jorquera, supervisor de
contratos de la Superintendencia de Ingeniería de la Minera El Tesoro, quien jugó un
importante rol en la ruta cuando se estabilizó dicha minera.
No obstante, Salmag postula que la problemática del ablandamiento de los vías, se
produce cuando en la carpeta se emplean malos materiales granulares y, la vez, por la
falta de un diseño para evacuar las aguas lluvias. “Cuando un camino está bien diseñado
y cuenta con materiales adecuados esto no se produce. Existen ejemplos de zonas con
700mm de lluvia al año y cuyos caminos con Roadmag no se ven afectados. Otro
ejemplo es que tras el invierno boliviano los caminos en la II región no sufrieron daños,
sin embargo, algunas rutas con asfalto colapsaron”, expresa José Tomás Ovalle, gerente
Técnico y Comercial de Salmag.
Por esta razón, la bischofita es uno de los principales integrantes de las carpetas de
rodadura que se han aplicado en diversos caminos nortinos, desde la I Región hasta la
IV Región. Siendo la mayoría realizados en las regiones de Antofagasta, Atacama y de
Coquimbo, ya que son las zonas más cercanas al Salar de Atacama, lugar donde la
compañía Salmag explota el material. “En la Primera Región recién están partiendo,
principalmente porque la distancias son largas. Muchas veces, producto del transporte,
los US $19 que vale la tonelada, se convierten en 30 dólares o más. En ocasiones
transportar la bischofita cuesta más que el producto en sí”, sostiene el encargado de la
unidad Caminos Básicos del MOP, Osvaldo Aguayo.

Solución Económica
Actualmente, este recurso se está utilizando tanto en la estabilización de caminos como
en el control de polvo y deshielo de los mismos. Un ejemplo de esto, es la ruta 60 Ch,
más conocida como “Paso Internacional Los Libertadores”, en el que la bischofita se
está usando para evitar el hielo en el camino, debido a que este material tiene la
cualidad de bajar el punto de congelación del agua hasta 32º bajo cero, lo que ayuda a
prevenir que los vehículos se deslicen.
En Chile hay una sola empresa dedicada a la explotación, comercialización y
realización de nuevos estudios de la bischofita, la que se creó en el año 2000, cuando las
compañías SQM y Sociedad Chilena de Litio se unieron, formando Salmag.
Cabe destacar, que esta empresa obtiene el material a través de la evaporación solar y
tiene un mercado constituido, principalmente, por Vialidad y por las grandes y
medianas mineras, como son: Codelco, Escondida, Cerro Colorado, Candelaria, SQM,
Pascua Lama y El Tesoro, entre otros. Siendo las mineras quienes más emplean este
material, tanto para la estabilización de sus rutas de servicios como en el control del
polvo de los caminos.
El caso más relevante es el convenio entre Codelco y Vialidad, cuya finalidad era la
construcción de la ruta B-400 “Baquedano – Mejillones”. De esta manera, quedaron
unidas la mina de Chuquicamata con el puerto de Mejillones, sin tener que pasar por la
ciudad de Antofagasta. Fueron 30 los kilómetros que la minera estatal estabilizó con
bischofita. “El camino que conecta Baquedano con el puerto de Mejillones salió cerca
de 1.061 millones de pesos, lo que representa menos de un quinto de lo que habría
costado pavimentarlo”, explica Aguayo.
Otro ejemplo son los 22 kilómetros que, durante el 2001, construyó la compañía minera
El Tesoro; con el objetivo de estabilizar el camino para mejorar el estándar de la ruta
principal de acceso a la mina, cuyo comienzo intersecta con la Ruta Nº 25. Debido a que
los 90 camiones, de 60 y 30 toneladas, y las 25 camionetas, tenían una escasa visión del
camino, lo que les imposibilitaba realizar un rápido transporte de los minerales
extraídos.
A diferencia de lo que muchos pudiesen pensar, la conservación de los caminos
estabilizados es una sencilla aplicación de muy poca frecuencia, es quizás esta
característica la que ha producido el éxito que actualmente tiene. Antes, cuando no se
empleaban estabilizadores, la conservación de los caminos era mucho más compleja y
sobre todo, debían realizarse con mucha frecuencia.
La razón que explica el deterioro de las rutas va más allá de las condiciones climáticas,
en especial, por las precipitaciones las que logran dañar caminos que no tienen un
adecuado saneamiento. Además, éstos se pueden producir por una defectuosa
construcción, es decir, cuando se emplean malos materiales de base. Otro factor que
puede incidir es el constante tránsito vehicular que va produciendo el deterioro de la
capa.
Por ende, es necesario que cada uno a tres años éstos se vuelvan a reacondicionar,
siguiendo las mínimas condiciones técnicas exigidas. “A veces, después de uno o dos
años, el camino está un poco acalaminado, entonces es necesario perfilar con moto-
niveladora y humedecerlo. Muy distinto sería si no tuviera nada, tendríamos que estar
pasando la moto-niveladora cada mes”, explica el jefe de la unidad de Caminos Básicos
del MOP.

Efectos Contaminantes
Otra de las grandes preocupaciones que se derivan del uso de la bischofita es la posible
contaminación de los cultivos aledaños a los caminos, donde se ha utilizado dicho
recurso, ya sea en el tratamiento supresor del polvo (TSP) o en la estabilización del
mismo. Por lo mismo, Salmag, bajo la marca “DustOne”, es quien se dedica a aplicar y
a controlar el proceso del TSP, debido a que un mal uso de este producto puede
ocasionar serios daños. “El riesgo está presente, sobre todo, cuando existen cursos de
agua cercanos a donde se está aplicando Roadmag”, explica José Tomas Ovalle,
Frente a esto, Osvaldo Aguayo, sostiene que en el MOP, están conscientes de que no se
debe instalar este material cerca de algunos tipos de cultivos que se puedan ver
afectados. Mientras que el ingeniero del Centro de Ingeniería e Investigación Vial de la
Universidad Católica, Felipe Halles, explica que “si no hay contacto directo, no existe
problema”. Por lo tanto, es necesario que existan medidas que garanticen los 1.5 metros
de distancia que debe haber entre el punto de colocación y la vegetación que se quiere
proteger. Finalmente, Salmag encargó al Instituto de Investigaciones Agropecuarias
(INIA), la realización de un estudio para poder determinar el comportamiento del
producto frente a las aguas lluvia. Este estudio concluyó, que el agua lluvia disminuye
sólo el 10% de la concentración superficial de este producto; permaneciendo el resto en
la capas inferiores a la carpeta de rodadura.

Resultados Positivos
En otro marco, el gran sueño para muchos especialistas es que Roadmag sea empleado
en la estabilización y supresión de polvo de los caminos a lo largo de todo el país. Esto
último explica las distintas pruebas que se están llevando a cabo y para comenzar a
difundir su empleo en dichas zonas. “Es tan higroscópica (bischofita) que en presencia
de lluvias se podría auto-disolver. Es decir, si se lleva al sur y si se aplica sin los
cuidados en cuanto a materiales y geometría del camino, podríamos tener resultados
desastrosos. Afortunadamente varios de los tramos experimentales están dando buenos
resultados”, comenta Aguayo.
No obstante, existen quienes plantean que, durante la época estival, las rutas turísticas
sean estabilizadas con este material, para que los turistas puedan evitar la polvareda
producida en los caminos sureños. “Si fuese por mí, estaría usándola como supresor de
polvo en la temporada seca. Los beneficios son infinitos, sólo bastaría con preguntarle a
la gente que vive alrededor de los caminos no pavimentados como les ha cambiado la
vida cuando se han realizado estas aplicaciones”, sostiene Felipe Halles, ingeniero del
Centro de Ingeniería e Investigación Vial de la Universidad Católica.
Un reflejo de dicho pensamiento, son los trabajos que se han realizado entre la VI y la
IX región, donde Roadmag ha sido empleado como supresor del polvo o, bien, en la
estabilización de algunas rutas. Según la compañía Salmag, este recurso ha obtenido un
excelente comportamiento, debido a que se ha tenido cuidado de realizar una pronta
evacuación de agua lluvia, con la finalidad de proteger al camino. Estos buenos
resultados, han ayudado a que se masifique la utilización de la bischofita en la zona sur.
Actualmente, tanto las compañías forestales como las direcciones regionales de vialidad
están ampliando su uso. En la presente temporada, entre la VI y la IX Región ya se han
aplicado cerca de 100 kilómetros de este recurso.

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