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Ahora bien, ser tolerante no es una tarea sencilla para muchos. Es una lucha
constante que se enfrasca en las creencias individuales y en cmo uno est dispuesto a
aceptar la alteridad. Los otros distintos y sus creencias muchas veces se contraponen con
las propias y el slo hecho de dialogar puede parecer incorrecto. Empero la armona y la
paz no se logran con intransigencia e inmadurez. Se logran luchando como comunidad y
unidad que forja una concepcin de aceptacin mutua y respeto que culminan en la
tranquilidad del sosiego.
En cuando a grupo, creo que hablo por m cuando digo que la tolerancia es buena
cuando no hay claridad en quin es uno y en qu se cree. La tolerancia significa aceptar que
hay verdades externas que muchas veces rayan con lo que es uno y lo que encuentra en el
mundo. Es bueno claro respetar al prjimo, creer que la alteridad personal debe mantenerse
intacta, pero el slo hecho de ver bondad o certeza en los argumentos del otro y que los de
uno no estn del todo blindados, hace que no se crea en nada y que exista un relativismo
que no significa nada y que permite todo.
No quiero decir con esto que es deber de cada uno eliminar a su enemigo, pero lo que s
se debe hacer es no dejar que la simplicidad de la tolerancia haga que los valores personales
y las perspectivas polticas arraigadas a la cosmovisin del mundo se vuelvan en puntos
abiertos a la discusin y que su importancia se opaque en dilogos vacos que construyen
una igualdad obligante y mendaz.