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carituco 6 EXCAVACION EN TERRENOS BLANDOS 4. INTRODUCCION Es necesario indicar, por muy elemental que parezca, que los tuneles 0 excavaciones subterraneas en terrenos o suelos blandos no tienen nada que ver con los tuneles en roca, puesto que los problemas y la tecnolo- gia para resolver ta ejecucién de unos y otros es muy distinta. ‘Asi mismo, tampoco es comparable la construccién de tlineles en suelos, cuando éstos se realizan en zonas urbanas o en el campo, puesto que en el segundo caso no es tan importante la subsidencia provocada, como en el primer, en el que la ejecucién puede incluir asentamientos 0 movimientos horizontales que provoquen desperfectos en edificios o instalaciones, con la consiguiente problematica que pudiera incluso desembo- car en la parada de la obra. Todo esto es mas importante si se piensa que la mayoria de los tuneles en terrenos blandos o sueltos son tuneles urbanos y, a ‘su vez, la mayoria de los tineles urbanos es necesario ejecutarlos en suelos, debido a que la mayoria de las grandes ciudades se asientan en la orilla de los rios, con las caracteristicas geolégicas que esto supone. Este tipo de tuneles tiene el problema afiadi- do de la rigidez det trazado en planta y alzado, por edificios en superficie, construc- ciones subterraneas existentes, lechos de tios, ademas de la dificultad provocada por los niveles freaticos, susceptibles de ser tebajados por el efecto drenaje, que la construccién del tlnel provoca, con el consi- Quiente peligro de subsidencias en superfi- ie, por los viajes de agua abandonados, los gases nocivos y los liquidos inflamables A continuacién se relacionan algunos de los sistemas de ejecucién mas usuales en este tipo de obras, haciendo después unos co- mentarios sobre ventajas, inconvenientes, rendimientos y problematica detectada con cada uno de ellos. 2. SISTEMAS CONSTRUCTIVOS En este capitulo se describen los sistemas constructivos mas habituales, habiéndolos agrupado de forma genérica en sistemas para ejecutar tineles, (secciones compren- didas entre los 40 m?y los 80 m?) y siste- mas para ejecutar cavernas 0 recintos de gran dimension. Es normal encontrar tuneles proyectados 0 ejecutados con combinaciones de los siste- mas que se describen a continuacién. (Las medidas y dimensiones aportadas son orien- tativas, debiendo ser revisadas en cada caso particular). 24. Tunel Normaimente se utiizan dos sistemas, el que se ha denominado ejecucién subterré- nea,sin afectar a la superficie y muy condi- cionada por lo existente por encima y-el llamado ejecucién a cielo abierto, que como su nombre indica requiere abrir el terreno desde superficie, para alojar en su interior lo que luego serd el tine! y posteriormente restituirle a su estado original. ka opcion a cielo abierto econémicamente es competi va, y tnicamente los condicionantes de superficie, viario, servicios, proximidad de edificios, etc., y plazos, determinan el siste- ma elegido 214 24.4. Ejecucién subterranea En toda esta familia de sistemas de ejecu- cién, uno de los problemas que hay que resolver previamente a su inicio es el acceso al frente, ya que el tlnel se encuentra a una profundidad determinada y habitualmente se parte de la superficie del terreno. Por tanto, requieren realizar unas rampas de ataque o acceder desde pozos verticales, con el incremento de coste y tiempo que estos trabajos previos acarrean. Otra parte comin a los sistemas es la posi- bilidad de realizarlos a seccién completa o a media seccion Seguidamente se describen cada uno de los sistemas tal y como se realizan habitualmen- te. 2.4.1.1. Método Tradicional Consta de varias fases que se van realizan- do sucesivamente, construyendo primera- mente la media seccién superior y posterior- mente el resto. Las fases son A. Boveda Se inicia la excavacién con una galeria de avance de apenas un metro de anchura, en el eje del tunel y en la clave de la seccién, con entibacién continua de tabla de eucalipto de 1,50 m de largo por 0,25 m de ancho y 0,025 m de espesor. Las tablas se van colo- cando a medida que avanza la excavacion apoyadas en el propio terreno forrando ta parte superior de la galeria, lo que supone una alteracién minima del terreno. Una vez concluida la galeria en toda su longitud, que es la longitud del avance, entre 2 m y 2,5 m, seguin el terreno, se colocan las longarinas, que son los perfiles metalicos TH que servi ran de apoyo a las tablas, disponiéndose longitudinalmente al tunel y separados un metro. Ente las tablas y la longarina se coloca una tabla corrida haciendo de falso apoyo y se- parando éstas con calas para dejar espacio ‘suficiente a las tablas de los pases /aterales siguientes. Esta tabla corrida se denomina falso. Las longarinas tienen de 3 m a 3,50 m de longitud, en funcién de fa longitud del avan- ce, y se apoyan en pies derechos de rollizo de alamo negro en sus extremos y en el centro, de 1,50 m de altura inicialmente {enanos) y 2,50 m una vez terminada la mina. Entre las dos longarinas se ponen estampidores tresillones de madera. Una vez finalizada la galeria de avance, se comienza a abrir la excavacién a ambos lados de ésta en pases, numerandose éstos con primeros, segundos, etc., segun se van alejando de la mina de avance. La ejecucién de los pases se realiza de forma analoga, pasando las tablas de entibacién a través del falso y acufadas contra la longarina ya colocada. En el otro extremo las tablas apoyan en el terreno hasta que se finaliza la excavacién del pase y se coloca la longarina ‘siguiente con su falso, que permitira pasar a su vez las tablas del segundo pase y asi sucesivamente. De esta forma se configura una particion de la seccién, en secciones de unos 3 m? con un sostenimiento unido transversalmente. Es variable el numero de pases a cada lado, en funcién del terreno, pudiendo variar la separacién de las longarinas con el fin de que los pies derechos no se claven en el terreno debido a la carga que les transmit; se suele colocar una o varias calas de tabln ‘como apoyo. Asi mismo, en cabeza se les Zuncha una pieza de perfil TH para garanti- zar el apoyo de la longarina, Inmediatamente después de ejecutada la excavacién se procede al encofrado y hormi- gonado de la seccién de boveda, con lo que se impide la deformacién del terreno, otor- gando al sostenimiento la labor de contener la deformacién instantanea del mismo. La entibacion continua permite soportar las cargas que transmiten terrenos sueltos con potencia de hasta 1,5 m, impidiendo la deformacién gradual de los suelos mas estables que pudieran existir sobre ellos. EI método aporta una gran versatilidad, ya que se pueden modificar los parametros basicos: ~ Ancho del pase. OWL UE LA EXCAACION INICIAL : J) wero ev 28 Sete dOwhtcra EC avance (3) womuconana OcL avance GG) BEG Bestaden CAVACION,Y ENTIACION wt bx Gaberia, EN CLAVE RidIGONADD OF LA SOLERA By bucavacin SR Pah 8) NESE Ral BSE ‘ Horsaci BSCE BaMER PARAMENTO Figura 1. Método Tradicional en el Metro de Madrid. siz 216 - Longitud de avance. - Densidad de la entibacion y del apuntala- miento. Normaimente se utilizan longitudes de pase desde 1 m a 2,5 m, segin el terreno atrave- sado, y anchos de pase de 1 ma 1,5m, La entibacion suele ser cuajada de forma siste- matica salvo raras excepciones. La excavacién se realiza con martillos neu- maticos y la evacuacién mediante cintas transportadoras hasta tolva y camién, B. Destroza central Una vez hormigonada la béveda, y con un desfase de unos 5 0 6 anillos, se comienza la destroza, consistente en excavar una caja central dejando un resguardo del orden de 1 1,5 men los hastiales, para que los empu- jes que la béveda transmite al terreno que sirve de apoyo no formen planos de rotura peligrosos, que pudieran dar origen al asen- tamiento y rotura de la misma. Esta opera- cién se realiza con maquina excavadora y, ademas, en ella se retiran las tierras proce- dentes de la excavacion de la boveda que vierten en la destroza a través de una o varias cintas transportadoras. Las maquinas empleadas normalmente son del tipo Cater- pillar 955 0 Pociain LC-80 con excavador frontal. C. Hastiales laterales inalizada la destroza, se ejecutaran los hastiales por bataches al tresbolillo. Su excavacién se realiza con la misma maquina que la destroza y se refina poste- riormente a mano. La entibacién suele ser ligera y poco cuajada. Se excavan médulos de 2,5 m, al igual que {os anillos, con las dos precauciones siguien- tes: la junta de los anillos debe caer aproxi- madamente en el centro del batache con el fin de no descalzar la béveda completamen- te y, en segundo lugar, nunca se excavan dos bataches enfrentados al mismo tiempo Por razones semejantes. Para encofrar se utilizan médulos metalicos. Esta operacion que parece tener poca im. portancia, cuando el terreno es relativamen. te bueno, se puede complicar y llegar a ser una de las fases mas comprometidas cuan- do existe abundancia de agua y el terreno tiene poca coherencia D. Solera o contraboveda Se realiza la excavacin correspondiente con maquina, en una longitud de 10 a 15 m (cinco anillos) para aprovechar los fines de semana, hormigonando posteriormente con plantillas para conseguir la forma de la seccién tipo. Se puede hacer en toda la luz © por mitades. Cuando el terreno presenta mucha agua se recurre a zanjas 0 pozos drenantes. 2.1.1.2, Nuevo Método Austriaco Modifi- cado Realmente no se trata del Nuevo Método Austriaco, ya que no esta basado en la filosofia de! mismo, de que el terreno coope- faa su propio sostenimiento, permitiendo su deformacién hasta un punto de equilibrio en que el sostenimiento controla dicha defor- macién, anclando éste al propio terreno. Se le llama asi porque se utilizan los elementos de sostenimiento que se usan en el Método Austriaco, pero aqui termina toda su relacién con dicho procedimiento. El tunel se realiza en dos fases de avance ¥ destroza. A. Avance La ejecucién del frente de avance, cuy seccién comprende la totalidad de la boveda més aproximadamente un metro de altura dé hastiales, se excava mediante equipos mecanicos, retroexcavadores, rozadora © pala cargadora, segtin las caracteristicas del terreno, en una longitud de avance variable entre uno y dos metros, e inmediatamenté se coloca un sostenimiento primario const tuido por cerchas de acero, de perfil omeg? (cerchas TH) separadas entre 0,5 y ut ‘metro, previamente curvadas con la seccié” de la béveda del tlinel, se unen con tresillo- apis oe ES acetic eR nes metalicos separados un metro, de re- dondo de acero de 32 mm de seccion, me- diante soldadura, y una capa continua de hormig6n proyectado de entre 15 y 20 cm de espesor, con fibras metélicas en una cuantia de alrededor de 40 kg/m’. La instalacion de este sostenimiento primario se lleva con un desfase maximo de dos metros respecto a la excavacién, que en los casos que ha sido necesario ha sido previ mente sellada y regularizada mediante una capa de 3 cm de espesor de hormigén pro- yectado. Posteriormente se hormigona la boveda con el revestimiento definitivo, con un desfase entre sostenimiento y revestimiento de unos 18 m para permitir hacer otros trabajos de mejora y consolidacién del terreno. Todo el proceso requiere una medicion sistematica de la deformacién del sostenimiento para tomar las medidas correctoras que fueran necesarias B. Destroza Se ejecuta de forma similar al método tradi- cional, continuando con los hastiales y contraboveda de la misma manera. 2.1.1.3. Método del Precorte Mecanico del Terreno Este método se ha utilizado a seccién com- pleta y se trata de un sistema patentado que se realiza en las siguientes fases: A. Formacién del sostenimiento. B. Excavacién de la seccién interior. C. Formacién de muretes laterales y contra- boveda. D. Revestimiento definitivo. A. Formacién del sosteni nto Para la ejecucion de este sistema es nece- sario disponer de! equipo de precorte de! terreno, consistente basicamente en un gran bastidor muy robusto que tiene la forma de la seccién del tinel a excavar, que esta dotado de un equipo de traslacién longitudi- 217 nal auténomo mediante gatos hidrdulicos. Sobre el bastidor se desplaza un equipo de corte de cadena, que produce en el terreno una ranura perimetral en la seccién a exca- var de 18 a 25 cm de espesor. La longitud del precorte esta. condicionada por la dimen- sién del equipo de corte y suele ser de 3.5 m. La ranura perimetral de tres metros se hace por bataches sucesivos a un lado y otro de Ja seccién, rellenandose inmediatamente con hormigén proyectado de alta resistencia inicial hasta completar el perimetro de la seccién. La forma de este anillo perimetral es tronco- cénico, para permitir el paso de la seccion del tunel, B. Excavaci6n de la seccién interior Una vez completada la seccién del sosteni- miento se excava el niicleo de tierras que queda en el interior, dejando un machén central para estabilizar el frente, pudiendo disponer en alguna ocasién de anclajes de fibra de vidrio para mejorar dicha estabilidad ‘Terminada la fase de excavacién se ejecuta un nuevo anillo concéntrico con el anterior. Los avances son de 3 a 3,5 m con un solape de 0,50 a 1,00 m entre anillos, lo que da un avance de 2,75 m. Normaimente se refuerzan los anillos con una o varias cerchas metélicas y se acodala la base con vigas metalicas 0 riostras de hormigén que quedan embebidas en la contrabéveda definitiva C.Formacién de muretes laterales y contrabéveda ‘A la menor distancia del frente, compatible con las operaciones de sostenimiento y excavacion (alrededor de unos cuarenta metros), se ejecutan los muretes laterales que empotran las bases de los anillos, sobre los que discurren luego el carro del encofra- do y se excava y hormigona la contraboveda que cierra la seccién, en tramos de cinco metros de longitud. FenateeliU_ "PRIMARIO' rE SY HOR (eDIANTE PROYECTADO EN Eb AVANCE Figura 2. Cnstucién de un tine de metro mediante el Nuevo Miedo Ausriaco. 3) sosTENIMIENTO."SECUMDARIO” BEL. AVANCE MEDIANT INICIO. DE LA EXC. ROMIGON PROYECTADD IN ZANJA DE LA D az LA ROZA PERIWETRAL EXCAVACION DE ‘CON HORMIGON PROYECTADO RELLENANDOLA EXCAVACION DEL FRENTE ¥ COLOCACION DE Las CERCHAS SE HORMIGONADO DE BOVEDA Y PARAMENTOS ‘SIERRA Y EL GUNITADO TRABAIAN A LA VEZ aT Figura 3. Construccién de un tunel mediante el Precorte Mecanico. ez 220 D. Revestimiento definitivo Finalmente mediante un encofrado conven- cional con la forma de seccién total de la béveda del tunel se hormigona el revesti- miento definitive por tramos de unos cinco metros. La separacién entre las fases se puede acortar en caso de que sea necesario por problemas derivados de la estabilidad del terreno. Todo el proceso requiere una medi- cién de la deformacién del sostenimiento para tomar medidas correctoras si fueran necesarias. 2.4.1.4, Escudos Para la construccién de tuneles en terrenos blandos e inestables, y sobre todo en suelos permeables sometidos a carga freatica, se ha debido recurrir frecuentemente a la utiizacién de escudos presurizados, exis- tiendo escasas alternativas a los mismos, a las que, sin embargo, no siempre es posible acudir. Los escudos presurizados garantizan la contencién del terreno del frente de la exca- vacién, impidiendo, ademas, la penetraci6n del agua del subsuelo al interior del tunel La presurizacién se buscé inicialmente acudiendo al empleo de aire comprimido, que se aplicaba bien a un tramo completo del tunel excavado y revestido, al que se accedia mediante esclusas, bien a la zona inmediata al frente de excavacién, que se concebia como una camara hermética. Salvo que se pueda mantener a los opera- rios fuera de la zona presurizada, esta técni- ca tiene hoy en dia importantisimas limita- ciones, derivadas de la legislacién sobre trabajos a presién y de la propia penosidad de las condiciones en las que se deben realizar las labores. Se han desarrollado otros sistemas, mas modems, que persiguen los mismos objeti- vos de sostenimiento del frente y estanquei- dad de la excavacién. El primero, del que hay abundantes realizaciones en Europa y Japén, es el empleo de los hidroescudos (Slurry Shields), que presurizan el frente mediante la inyeccién de lodos bentoniticos una cémara estanca situada tras la rueda de corte del escudo. Estos lodos sirven, ademas, como vehiculo para la extraccion del material excavado, que se realiza por via humeda mediante el bombeo del fango resultante por tuberias hasta una instalacién situada en superficie en que se regenera el lodo y se separa el inerte para su transporte al vertedero. El ditimo exponente de los escudos presuri- zados lo constituyen las tuneladoras, que desarrollan la técnica de Equilibrio a Presién de Tierras, las cuales, recogiendo las inicia- les de su transcripcién inglesa (Earth Pres- sure Balance), se conocen genéricamente como escudos E.P.B. 2.1.2. Ejecucién a cielo abierto La ejecucién a cielo abierto requiere una condicién previa, y es que se pueda ocupar temporalmente el terreno bajo el que discu- rrira el tUnel; si esta condicién se cumple y no existe ningtin condicionante de servicios, obras subterrdneas intermedias o cualquier otro impedimento, la eleccién del método a cielo abierto o subterraneo sdélo estar deter- minado por la profundidad, rendimientos, plazos y costes de una u otra solucién. Se han diferenciado dos métodos de ejecu- cion a cielo abierto entre pantallas, en funcién de si se usan como parte de la estructura definitiva del tunel 0 no. 2.4.2.1. Entre pantallas como elementos auxiliares El proceso consta de varias fases, que son: A. Construccién de muros pantallas. 8. Excavacién entre pantallas. C. Construccién de la seccién del tunel D. Relleno y restitucion de la superficie. A. Construccién de muros pantallas Se trata de una operacién convencional de construccién de pantallas, con las operacio- nes previas de murete guia para excavacion de las pantallas, excavaci6n, colocacion de armadura y hormigonado. Las pantallas suelen ser de 0,60 ma 1,00 m de espesor y las profundidades varian entre los 10 y 30 m aproximadamente. B. Excavacién entre pantallas, Se excava el terreno hasta el nivel de arrios- tramiento correspondiente, disponiendo co- dales provisionales a dicha altura, se prosi- gue la excavacién hasta llegar al nivel de contrabéveda, hormigonando la solera de la misma, C. Construccién de la seccién del tunel Apoyandose en la contrabéveda y mediante un equipo de encofrado convencional se a TERRENO NATURAL PLATAFORMA OF TRABAIO = EXECUCION OF PANTALLAS EXCANACION ¥ COLOCATION e ESTANPDORES 7 EXCAWACON ENTRE PANTALLAS H 221 hormigona la seccién completa del tunel, previa colocacién de la correspondiente armadura. Los médulos de encofrado mas usuales son de cinco metros de longitud, y su desenco- frado que condiciona el rendimiento de este método suele ser de una puesta cada dos dias. D. Relleno y restitucién de la superficie Una vez construida la seccién y colocada la impermeabilizacion, si es necesaria, sobre la boveda del tlinel, se procede al relleno sobre fa misma, recuperando los codales de arrios- tramiento provisionales colocados en la segunda fase. Posteriormente se sustituye la CConrrABovEDA ia] oRwcowno be tA SCN A RELLENO ¥ RETRADA ‘0 CooMLES iS) RELLENO y RestTUCON De TERRENO.RATURAC id Figura 4. Ejecucién a cielo abierto entre pantallas como elementos auxiliares 222 superficie a su estado natural. En algunos casos es necesario demoler parte de las pantallas como condicién para la restitucién del terreno, Este sistema también se ha empleado en tuneles a cielo abierto, ya que las pantallas son elementos auxiliares para poder llegar al fondo de la excavacién y no tienen ninguna funcién estructural con respecto al tunel. 2.1.2.2. Entre pantallas utilizandolas co- mo parte de la estructura del tunel El proceso es similar al anterior en las dos primeras fases, no asi en el resto; es eviden- temente algo menos costosa, pero garantiza peor la estanqueidad del tunel. Las fases son: A, Construccién de muros pantalla. B. Excavacién entre pantallas. C. Construccién de la béveda y relleno. D. Excavacién bajo cubierta y realizacién de contrabéveda A. Construccién de muros pantalla Es exactamente igual que en el sistema anterior. 8, Excavacién entre pantallas Es igual que en el sistema anterior pero llegando hasta el nivel de la boveda, C. Construccién de la béveda y relleno La fase se inicia picando la pantalla para empotrar la béveda en ella. La béveda, puede construirse sobre el propio terreno dandola la forma adecuada mediante exca- vacion y relleno, y una pequefia capa de mortero, sobre la que apoya la propia béve- da que se construye in situ una vez elabora- da y colocada la armadura, o mediante un encofrado que se apoya en el terreno, requi- riéndose entonces una mayor excavacion Una vez construida la béveda se procede al relleno sobre ella entre pantallas, previa disposicién de la impermeabilizacin, y recuperacién de codales, restituyendo la superficie a su estado original. Este relleno permite acodalar las pantallas para pasar a la siguiente fase. D. Excavacién bajo cubierta y realizacién de contraboveda La excavacién de la seccién del tunel al amparo de la boveda se realiza desde el propio tunel y sélo resta construir la contra- béveda empotrandola en las pantallas reali- Zadas desde superficie. Se han realizado algunas variantes sobre estos sistemas, pero basicamente no apor- tan nada nuevo a lo ya descrito, ya que fundamentalmente se diferencia de éstos en que las pantallas se han sustituido por pilo- tes 0 se ha modificado alguna de las fases. 2.2, Cavernas y recintos de gran dimen- sion Los métodos descritos a continuacion son empleados para luces de tunel superiores a los 10 mutt m. Los sistemas constructivos empleados para estas obras son impuestos por las condicio- nes del terreno, la dimensién de las obras, la profundidad a la que hay que construirlas y la disponibilidad de ocupacién temporal en superficie. Se han agrupado, como en las obras de tunel, en dos apartados, ejecucién subte- rranea y a cielo abierto. 2 |. Ejecucién subterranea El sistema esta basado en limitar al maximo la seccién de excavacion, hormigonar lo mas rapidamente posible la seccién excavada y apoyario todo en un sostenimiento continuo que impida las deformaciones iniciales del terreno. Se realizan primeramente los muros de hastiales y posteriormente la boveda que apoya en ellos. Las fases son las siguientes: A. Excavacién de galerias de hastiales y clave. “ey 4 B. Excavacién y hormigonado de semisec- cion de hastiales. C. Excavacién y hormigonado de galerias transversales de béveda. D. Excavacién de la caverna y hormigonado de la contrabéveda. A. Excavacién de galerias de hastiales y clave Se inicia el ataque de la caverna desde un Pozo 0 desde un tUnel o rampa de acceso, mediante la apertura de dos galeria latera- les, en lo que seran los hastiales de la ca- 223 g Figura 5. Ejecucién a cielo abierto entre pantallas utiizandolas como parte de la estructura del tnel, verna en la seccién superior de los mismos, con una dimensién de 2,50 x 2,50 m aproxi- madamente y una galeria en la clave de la futura caverna de menor dimensién de 2,00 x 1,50 m. Se excavan estas galerias hasta el final y se las sostiene mediante cerchas de vigas metalicas de seccién TH y entibacin de madera, similar al utilizado en el método tradicional de tuneles B. Excavacién y hormigonado de semi- seccién de hastial Desde el fondo de las galerias laterales se procede a la excavacién y hormigonado de la semiseccién del hastial, mediante pozos 224 de 2,50 m de profundidad y 5 m de longitud, prosiguiendo hasta el inicio de las galerias. C.Excavacién y hormigonado de las galerias transversales de boveda Desde las galerias de hastiales, circulando: sobre la seccién hormigonada, se realiza una galeria transversal desde cada galeria longitudinal, con la forma de la directriz de la boveda de la caverna, que conecta con la galeria de clave y de una dimensi6n de 2 a 3m de ancho y 1,50 m de altura, con un sostenimiento compuesto por longarinas me- talicas y tabla, Una vez terminada y desde la galeria de clave se procede al hormigonado de estas costillas laterales junto con la semiseccién de la galeria de hastiales y la propia galeria de clave en el ancho de exca- vado. Sucesivamente desde el fondo de la exca- vacién hacia su inicio, se van excavando y hormigonando las galerias transversales hasta tener totalmente enterrada la estructu- ra de béveda y hastiales de la cavera, D. Excavacién de la caverna y hormigo- nado de la contraboveda Una vez completadas las costillas se proce- de a excavar desde el propio tunel la caver- na y realizar la contrabéveda, por tramos de 10 ma 20 m de longitud, obteniéndose una caverna subterranea de 12 a 20 m de luz, sin haber realizado excavaciones de galerias superiores a tres metros de luz. 2.2.2. Ejecucién a cielo abierto Debido a la dimensién de las obras que nos ocupan se requieren unos trabajos previos para desviar tréfico y servicios existentes en superficie, que retrasa 0 condiciona su ejecucién. Las fases son: A. Construccion de muros pantallas perime- trales. B. Excavacién hasta nivel de anciajes 0 forjados. C. Construccién de forjados y pilares. D. Excavacién bajo cubierta y realizacion de contrabéveda. A. Construccién de muros pantalla peri- metrales Se excavan y hormigonan los muros pantalla perimetrales, cuya dimension varia desde 0,80 a 1,20 m de espesor con profundidades entre los 20 y 35 m. Ademas de la maquinaria normal, para la ejecucién de estas pantallas pueden em- plearse hidrofresas, con resultados satisfac- torios en funcién del tipo de terreno. B. Excavacion hasta nivel de anclajes 0 forjados Una vez ejecutada la viga de atado en cabe- za de las pantallas, se procede al vaciado hasta un nivel intermedio. C. Construccién de forjados y pilares Desde este nivel se construyen los pilotes de cimentacion y sobre ellos los pilares que sustentarn los forjados intermedios y la cubierta, que a su vez cumplen la misién de arriostrar las pantallas. Si es necesario desde este nivel intermedio se ejecutan las lineas de anclaje para las pantallas. ). Excavacién bajo cul de contraboveda rta y realizacion Una vez construido el forjado intermedio, se procede al vaciado bajo el mismo, bien desde pozos 0 desde las rampas que sé precisen, y se ejecuta la losa inferior que constituye la base de la caverna y sive también de arriostramiento. Cada obra en particular suele requerir una adecuacién expresa del procedimiento, para resolver los problemas que se presentan para su ejecucion. 225 EXCAVACION DE GALERIAS. 7 oP a EN HASTIALES Y CLAVE Ly on TORE NNCuRSTINE ~ otk =. 1® FASE EN HASTIALES. EXCAVACION DE LA BOVEDA EN GALERIA HORMIGONADO_DE BOVEDA Y HASTIALES: HORMIGONADO DE CONTRABOVEDA, ze6 EJECUCION DE MUROS-PANTALLA a EXCAVACION Y EJECUCION DE PILARES CONSTRUCCION DEL FORJADO DE CUBIERTA EXCAVACION BAJO CUBIERTA Y HORMIGONADO DE SOLERA Y ANDENES Figura 7. Construccién de una estacién a cielo abierto, 3. COMENTARIOS A LOS DIFERENTES METODOS 3.1, Ejecucién a cielo abierto. Ventajas e inconvenientes A. Ventajas + Se reducen las incertidumbres en cuanto a precio, plazo y seguridad. - El plazo de ejecucién de las obras es menor y mas facil de asegurar. - Se eliminan tratamientos del terreno, que en la mayor parte de los casos se hacen innecesarios, por el propio sistema de ejecucién. = Se logra mayor independencia del tipo de terreno atravesado. - Permite la ejecucién de tunel y sobre todo de cavernas con muy poca cobertura, en casos en que seria imposible ejecutar en subterréneo - Aumenta la seguridad en la ejecucién para los operarios. - Disminuye la dependencia de la mano de obra especializada, que requiere la eje- cucién subterranea. Posibilita la apertura de muchos frentes de trabajo, lo que disminuye los plazos y no paraliza la obra por aparicion de pro- blemas en el frente de ataque. Disminuye y permite un mejor control de subsidencias. ~ Disminuye la afeccion a los niveles freati- Cos, lo que incide sobre lo indicado en el punto anterior. Posibilita el aprovechamiento del espacio entre la clave del tunel y la superficie, bien para crear galerias de servicio, apar- camientos, estaciones de autobuses, sa- las de exposiciones, zonas comerciales, etc. B. Inconvenientes En obras urbanas principalmente: - Obliga a desviar el trafico, cuando el trazado discurre por calles o incluso a cerrar éstas, restringiendo capacidad y cortando algunos movimientos. - Obliga al desvio de servicios, con el consiguiente incremento econémico, de plazo y el peligro que esto acarrea. - Puede tener una incidencia clara sobre arbolado, 0 elementos arquitecténicos histéricos o de relevancia en superficie que seria necesario conservar y reponer. - Implica una mayor molestia para los ciudadanos, que han de soportar las obras. - Obliga a una buena coordinacién entre administraciones, al incidir en competen- cias de unas y otras, con el consiguiente peligro de complicacién para la obra. En cuanto a coste puro se refiere, la ejecu- cién del tunel subterraneo y a cielo abierto, ambas realizadas en condiciones éptimas, se igualan en precio, para una profundidad de contrabéveda similar a los 12 m. ‘Ain asi, y a la vista de los inconvenientes resefiados, es aconsejable, con el fin de minimizar riesgos, reducir al minimo los tramos ejecutados en tunel, haciendo por este sistema, nicamente aquellas zonas en que no pueda emplearse el falso tunel, a cielo abierto y con pantallas. A pesar de lo indicado, son muchos los casos en que es imposible la ejecucién por otro método que no sea el subterréneo, atin teniendo en cuenta ia tendencia al encareci- miento que este tipo de obras presenta respecto al resto. 3.2, Observaciones Llegados a este punto y ante la inviabilidad de ejecutar en subterraneo, pueden hacerse las siguientes observaciones - Es fundamental la eleccién de la empresa contratista, para cualquier obra, pero obviamente, con mas razén, para una ejecucién sublerranea, por los riesgos fisicos y tecnicos que esta plantea 227 - Los tuneles se caen y el accidente es posible, es un hecho probado, que no aplica aqui la tan manida frase, de uso popular entre los técnicos, de que las cosas tienden a no caerse, siendo el riesgo de accidentes en este tipo de obras muy superior a otras mas conven- cionales, lo que implica que no debe bajarse nunca la guardia. En un terreno bueno vale casi todo y el malo hay que convertirlo al menos en regular, entendiendo en esta frase que, la eleccién del método constructivo es tanto mas importante cuan peor es el terreno. - No hay tratamiento del terreno que dé mas satisfaccin y seguridad que el que no es necesario ejecutar. Se han efectua- do diferentes trabajos con resultados desiguales, por lo que ninguno aporta una tranquilidad total. - Es mejor un tratamiento desde superficie que desde el frente. A pesar de la mayor relacién longitud taladrada a longitud tra- tada que esto implica, es innegable que, los tratamientos en superficie permiten ampliar la zona a tratar e independizar los tratamientos de la ejecucién, con las ven- tajas que esto implica, en cuanto a precio y plazo, por la imposibilidad de ubicar en el frente, conjuntamente, la maquinaria de ejecucién y la de tratamiento. 3.3. Ejecucion subterranea. Ventajas e inconvenientes En cuanto a los sistemas utilizados para la ejecucion de tunel subterrdneo es necesario. hacer los comentarios que se recogen a continuacién 3.3.1. Precorte mecanico Las ventajas aportadas por el método son las siguientes: Es un presostenimiento que influye en la limitacién de la subsidencia - Es un método mecanizado de ejecucién, menos sujeto, por tanto, a los errores humanos, con lo que mejora las condicio- 228 nes de seguridad del personal en el frente de excavacién. = Cuando el terreno es autoestable la ejecucién es muy sencilla, Indicado en terrenos cohesivos y en rocas blandas. - El acabado interior del sostenimiento es muy regular y, por tanto, los excesos de hormigén del revestimiento definitivo son limitados. incluso con un calculo adecua- do podria tlegarse a disminuir el espesor total de éste. - Elimina las inyecciones de contacto y de consolidacién en el trasdés. Frente a las anteriores ventajas incuestiona- bles, se presentan algunos inconvenientes, en el caso de terrenos en que existan are- nas con poros finos y con carga de agua, 0 en terrenos que no sean autoestables. En estos casos los inconvenientes son: - Un problema en el frente paraliza la obra, sin posibilidad de atacar otros frentes, por el precio de la maquinaria, que no hace posible tener varias, salvo para tuneles muy largos. Se requiere un drenaje previo y efectivo de la zona e incluso su impermeabiliza- cién, para asegurar la estabilidad de todos y cada uno de los puntos del frente, antes de iniciarse la excavacién, La excavacién en arenas con agua puede plantear problemas de estabilidad durante la excavaci6n de la ranura anular de la prebéveda, lo que puede obligar a efec- tuar cortes de una menor anchura y a reducir la profundidad de la ranura exca- vada. Por esta raz6n, en terrenos con escasa 0 nula cohesién, las sobre-excavaciones pueden ser importantes, superiores incluso al 50%. Los avances se pueden ver reduci- dos y los solapes entre las bvedas sucesi- vas del hormigén proyectado pueden au- mentar respecto a lo previsto. En el tunel de El Goloso (Madrid), se puso en evidencia que un solape de 1 m era suficiente para el sostenimiento en el terreno compuesto fundamentalmente de arena de miga, con muy pocos problemas de agua sin presién. El intento de reducir aquel solape a 0,50 m dio resultados negativos, con sinto- mas de inestabilidad en el frente. Si el terre- ‘no presenta capas arenosas mas permea- bles, con una humedad residual, incluso después de los agotamientos e impermeabi- lizaciones previas, los solapes, anchura y profundidad de la ranura y los sobre-espeso- res del hormigén proyectado pueden ser radicalmente diferentes a los disefiados originalmente. Los problemas derivados de la inestabilidad en el frente de excavacién son los mismos Para cualquier método que se utilice, excep- tuando la excavacién con escudo de tierras 9 presurizado. Sin embargo, cuan mayor es la seccién excavada, los problemas de inestabilidad pueden ser mayores y afectar una zona mas amplia del entorno. Por esta razén, el método de Precorte, al llevar la excavacién a plena seccién, es potencial- mente mas peligroso. A estos problemas hay que ajiadir los de amortizacion de la maquinaria, en tramos, cortos de tunel a contratar. Debido a que uno de los principales proble- mas del método es la posible inestabilidad del frente, se ha demostrado como una buena practica ejecutar semanalmente un sondeo al avance, que proporciona informa- cién sobre las caracteristicas del terreno que se va atravesar y, sobre todo, de la existen- cia de bolsas de agua. 3.3.2. Método Tradicional Es.un método antiguo, no anticuado, con las siguientes ventajas e inconvenientes: A. Ventajas ~ Minima inversion inicial en instalaciones, por ser un método que sdlo requiere herramienta de mano y maquinaria tradi- cional de excavacién. - Posibilidad de avance en varios frentes, siempre que se disponga de varias ram- pas de ataque y personal especializado ‘suficiente. - Estabilidad del frente al ser un método de ataque a seccién partida y tener la posibi- lidad de entibar éste. - Adaptabilidad a casi cualquier tipo de terreno, lo que permite ejecutar sin trata- mientos previos, en zonas en las que no seria posible con otros métodos. - Gran flexibilidad de actuacién frente a imprevistos, acortando los pases, aumen- tando la entibacion, 0 tratando el terreno. - Buen control de asientos, debido al propio sistema de ejecucion con poco frente abierto, con el presostenimiento colocado inmediatamente después de excavar y con el sostenimiento definitive pegado al frente de excavacién. Precio competitive con métodos mas mecanizados, = Reduce incertidumbres de plazo al nece- sitar menos tratamientos que otros siste- mas. B. Inconvenientes = Dependencia de la mano de obra espe- cializada para la ejecucién del método. Entibadores y piquetas, cuyo nimero se ha visto reducido, en gran parte, por el parén sufrido en este tipo de obras duran- te los ultimos afios y, en parte, por la elevacién del nivel de vida y la aparicion de otros métodos menos penosos. La experiencia demuestra que, con un equi- po de profesionales, es posible formar huevos especialistas, ampliando el poten- cial humano, aunque es una labor lenta, - El método implica una elevada proporcion entre mano de obra y materiales, con el correspondiente extracoste agudizado por el incremento de los salarios y la dismi- nucién actual de la productividad en la construccion. - Provoca muchas juntas de construccién, con la consiguiente repercusién en el acabado superficial y la duracién a largo plazo de la obra. Se afiaden como ejemplo los rendimientos 229 obtenidos con el precorte y el método trai cional en el Metro de Madrid para la ejecu- cidn de tuneles y que se refiejan en las siguientes Figs. 8 a 10. | com 10 | | et Ga Gt Sim |e SS onsremom | ea | | BRess | | | TUNEL DE LINEA, METODO TRADICIONAL | | Sipe core ance ep ec ca S09 | U rexmes | | | Sea ome | sow seal TUNEL DE LINEA. METODO PRECORTE | Figura 9. Tunel de linea, Método Precorte, Foto 1. Método Tradicional. Labores en boveda y hastiales. Foto 2. Método de Precorte Mecanico. 232 i | SECON TARSAL ir ae “mas firme 2 ea tH mee, Ut, faa ae sooo Bes See Eo aya CAVERNA, | i i Figura 10. Estacion, 3.3.3. Nuevo Método Austriaco Con este sistema se han obtenido los peo- res resultados, hasta la fecha, (recuérdense los accidentes de Madrid, Londres y Mu- nich). Se reproduce a continuacién un texto de D. M. Romana en su conferencia, teoria del nuevo método austriaco (Nov. 1982). “Suele argumentarse que si el N.M.A. se aplica correctamente, los asientos en super- ficie son muy reducidos y no exceden de 30 mm (40 mm segin MULLER), por lo que se trataria de un método muy seguro para la construccién de tiineles urbanos, sin introdu- cir dafios en los edificios proximos. (MULLER, 1978) presenta varios casos de asientos caracteristicos que se resumen en la Tabla 1. MULLER (1977) cita que bajo el Ayunta- miento de FRANKFURT (ROMER HALL) durante la primera aplicacién del N.M.A. se produjo un asiento de 42 mm, del cual fue diferencial aproximadamente la mitad, ade- més de otros 44 mm de asiento producido por el descenso del nivel freatico, previo a la construccién”. Como puede verse los asientos inducidos por el Método son fuertes, siendo esto deter- minante en tuneles urbanos. Asimismo, se reproduce un texto de D. Carlos Oteo: "EI nuevo Método Austriaco de ejecucién de tuneles, debe considerarse como una filoso- fia de disefio y no como un método que usa gunita y cerchas metalicas. Dicho método pretende dejar relajar el estado tensional del terreno alrededor del tdnel -con un cierto desplazamiento- a fin de poder utilizar un sostenimiento relativamente ligero, con el que se alcance un equilibrio empujes-defor- maciones que sea aceptable (dentro de que no haya inestabilidades), sostenimiento que puede ser reforzado si las deformaciones aumentan. Para ello se usan, habitualmente, gunita, cerchas, bulones, etc., sin que ello suponga que sean elementos exclusivos de este método. EI Nuevo Método Austriaco ha dado magnifi- cos resultados en materiales rocosos en qué Jas deformaciones antes de la rotura pueden ser relativamente grandes. En suelos, estas deformaciones antes de rotura son més TABLA 1. Asientos en varios metros con el N.M.A. (Muller). CONDICIONES CURVA CIUDAD ASIENTO 1 Frankfurt 48 2 Frankturt 20 3 Bochum 72 4 Bochum 28 5 Nuremberg 10 Frentes y cerchas verticales Frentes y cerchas inclinadas Retraso varios dias en ciérre Frentes y cerchas inclinadas Frentes y cerchas verticales Terreno rocoso pequefias y hay mayor riesgo de utilizar la fi- fosofia, sobre todo en suelos incoherentes y con agua. Existen algunas experiencias eu- ropeas solo que dicen haber usado el Nuevo Método Austriaco (porque usaron gunita, cerchas y bulones), pero en suelos duros y cohesivos, con lo que es dudoso que reat mente se haya utilizado la filosofia del méto- do. Ademés, la aplicacién de gunita directa- mente en suelo incoherentes huimedos no es ‘segura, tiene mucho rebote y puede quedar mal. La esencia de! Método Tradicional no es usar madera, pies derechos de madera y longarinas metalicas. Esa esencia esté en que constituye un método de excavacion a secci6n partida (para reducir los problemas en cada momento por excavar poco a poco yen una cierta secuencia), con variantes a la hora de excavar hastiales. No implica tampoco que pueda haber o no refuerzo del terreno”. Los parrafos son suficientemente explicati- vos y aclaran la dificultad de! Nuevo Método Austriaco, sobre todo en zonas urbanas, en las que la subsidencia que el método provo- ca lo hace practicamente inviable. 3.3.4. Escudos Las ventajas aportadas por el método son: - Rapidez en tramos largos, debido a los grandes rendimientos aportados por las. maquinas, siempre que no sean muchas las paradas por montaje y desmontaje, paso de estaciones, reparaciones, cam- bio de régimen abierto a sistema de pre- sién de tierras, cambio de cortadores y otras posibles incidencias. - Seguridad para los trabajadores, que en todo momento se encuentran protegidos por una coraza de acero, alrededor y en el frente. ~ Mayor independencia de los terrenos atravesados, al ser el sistema menos susceptible a los cambios de terreno y comportamiento de éste. Reduccién de tratamientos, dado que el propio uso de la maquina es un trata- 233 miento en si, que posibilita el paso del ti- nel en terrenos por los que no podria atravesarse con sistemas convenciona- les, sin mejorar previamente las caracte- risticas de éstos. - Disminuyen los problemas relacionados con el agua, al permitir con un disefio adecuado el paso en zonas de elevada presién de agua, impidiendo los arrastres e inestabilidades que ésta provoca. Gran mecanizacién, lo que permite inde- pendizar el proceso, de la mano de obra especializada y escasa, que es necesaria en otros sistemas. - Limitacién de la subsidencia, pues al impedir la entrada de grandes pérdidas de material de excavacién se disminuyen las consecuencias que éstas provocan, - Control de estabilidad del frente, permi- tiendo incluso empujar contra él, para evitar la entrada de material al tunel, disminuyendo la posibilidad de aparicién de chimeneas. Los inconvenientes mas claros del sistema son los siguientes: Fuerte inversién inicial, provocada por el elevado precio de las maquinas, sistemas de entrada y salida de materiales, parque de dovelas, etc. - Dificil amortizacién, lo que desaconseja la inversion en tramos cortos, salvo dificulta- des especiales que encarezcan, por complicados y caros tratamientos, ta ejecucién por métodos tradicionales, - Un solo frente de trabajo, con el consi- guiente problema general para la obra, en caso de parada por problemas en el terreno o averias de la maquina. + Dificultad de introduecién de la maquina al tunel, al ser ésta voluminosa y pesada, lo que desaconseja los arrastres y sugie~ re la introduccién en vertical, con los consiguientes problemas de ocupacién de calles. Gran ocupacién, no sélo por el hueco de introduccién de la maquina, sino por la 234 necesidad de situar los acopios de dove- las y otros materiales, asi como los siste- mas de extraccién de productos de la excavacion, - Problemas con las mezclas de materiales duros y blandos, que obligan a disefiar la maquina para cortar ambos materiales, con problemas importantes de desgaste de cortadores y paradas para cambiarlos. En el caso de aparicién de materiales mas duros de lo previsto (acero, cons- trucciones enterradas) podria dar lugar a parada del frente de excavacién e inter- vencién manual con el consiguiente retra- so. Necesita mayor coordinacién en la ejecu- cién de estaciones, pues de no tener éstas excavadas al pasar por ellas obliga- tia a parar el frente de tunel o a pasar con la tuneladora, con el consiguiente extracoste en construccién y posterior demolicién del tunel ejecutado en el espa- cio a ocupar por la estacién. Dificil control de lo que se corta en el frente, con el consiguiente problema de posible destruccién de restos arqueolégi- cos, estructuras 0 instalaciones no detec- tadas previamente. Gran acopio de dovelas, con la consi- guiente ocupacién del escaso espacio existente en las ciudades. Si este acopio se reduce en zonas proximas a la entrada al tel, obliga a una buena coordinacién del transporte y acopio continuado, para la demanda que se considere minima. 3.4. Campajias geotécnicas En cuanto a los analisis geotécnicos previos a la realizacién de las obras, hay que indicar que los resultados de las diferentes campa- fias pueden ser muy distintos, dependiendo de quién los ejecute y quién los interprete, con el condicionante que esto representa Para el proyecto y para la eleccién del siste- ma constructivo mas adecuado. En general es de gran utilidad efectuar las campafias basdndose en los siguientes puntos: - Sondeos cada 50 ma lo largo de ta traza del tunel, a una distancia no superior a 10 m de la misma, con profundidad de 10 m por debajo de la cota de solera del tunel - Perforacién con diémetro superior a 80 mm y refrigeracién en seco (utilizando agua en cantidades minimas) para la obtencién de testigo continuo. - Deteccion precisa de los niveles de are- na, Para esto se pueden utilizar diversas técnicas geofisicas. - Analisis de la permeabilidad de las are- nas, mediante la realizacién muy cuidada de ensayos Lefranc de carga variable. - Estudio de la deformabilidad del terreno, mediante ensayos presiométricos en los diversos materiales del perfil geolégico. Como experiencias mas significativas sobre campafias de prospeccién efectuadas se hacen los siguientes comentarios: La deteccién de los niveles arenosos con métodos geofisicos es muy eficaz con la medicién de radiactividad natural - Los ensayos de permeabilidad Lefranc se deben realizar cuidadosamente, lo que puede suponer mucho tiempo hasta que se estabilizan los niveles de agua, con el consiguiente encarecimiento del ensayo, pero dan valores correctos, necesarios para la toma de decisiones. - Tanto el presiémetro Menard como el presiémetro Oyo dan valores del médulo de deformacién muy superior a los dedu- cidos en ensayos de laboratorio, y cerca nos a los comprobados con ta ausculta- ci6n y posterior célculo. 3.5. Rampas de ataque Hay que destacar la importancia para él buen desarrollo de la obra subterrnea que tienen las rampas de ataque, muy dificiles de ubicar en obra urbana por el poco esp cio para instalarlas de que disponen las ciudades. Es evidente que cualquier obra lineal neces tauna serie de puntos por los que acometer- la. Las rampas necesarias tienen unas secciones y longitudes importantes que indican claramente que los medios huma- nos, de maquinaria y presupuestarios nece- sarios para ejecutar estas obras auxiliares. no son en ningun caso despreciables y, por lo tanto, es muy importante adecuar el bino- mio coste-plazo a la hora de decidirse a acometerlas, Sonne 3.6. Auscultacién 3.6.1. Obras Subterraneas 3.6.1.1. Instrumentacién En obras subterraneas debe instalarse una instrumentacién dirigida a la medicién de: + Movimientos verticales: - En superficie y en obras existentes (edifi- cios, tuneles existentes, galerias), me- diante nivelacién topografica - En profundidad, mediante la instalacion de extensémetros de 3 varillas en seccio- nes de control - Enel sostenimiento provisional del tinel construido con el método de precorte, mediante la nivelacién de clavos coloca- dos en clave y hastiales. + Movimientos horizontales: - En profundidad, mediante la utilizacion de inclinémetros en secciones de control - Convergencias en el tunel excavado, medidas con cinta de precision. + Presiones: ~ Sobre células instaladas en el interior del sostenimiento provisional + Niveles piezométricos: En las capas permeables a lo largo de la raza, mediante tubos piezométricos instalados en sondeos verticales. 3.6.1.2. Movimientos verticales En cuanto a los movimientos verticales 235 producides por la construccién del tunel, podemos deducir que éstos dependen princi- palmente y en orden decreciente de los siguientes factores: - Tipo de terreno. - Presencia de agua, - Método constructivo, Es importante destacar que los movimientos obtenides con los Métodos Tradicional y Precorte son parecidos en ambos. La experiencia demuestra que con el Precor- te los movimientos son mas bruscos al paso del frente, mientras que en el Tradicionat no se detienen una vez pasado éste, estabili- zandose Unicamente al proceder a las inyec- ciones del trasdés. De ahi la importancia de ejecutar éstas lo mejor y lo antes posible. 3.6.1.3 Influencia del agua En cuanto ala influencia del agua, es impor- tante destacar que en niveles arenosos con agua a presion (0,1 a 0,15 MPa) se ha com- probado que se inicia el descenso de los niveles piezometricos cuando el frente se aproxima a distancias incluso superiores a los 20 m (caso en que dicho nivel de arena venga siendo afectado por la excavacion) En la mayoria de los casos, la cohesion de las arenas sometidas al gradiente hidraulico establecido por el efecto de drenaje del tunel ha evitado su arrastre. No ocurre lo mismo, légicamente, cuando un nivel de arena con carga de agua importante es afectado por la excavacién por primera vez. En ese momen- to,la estabilidad de la arena es mas critica, pudiendo dar lugar a sifonamientos 3.6.2. Obras a cielo abierto 3.6.2.1. Mo) ientos reales de pantallas - En cuanto a los movimientos reales de las pantallas, se evaléan mediante tres sistemas: los movimientos horizontales mediante colimacién de una alineacion de clavos en el trasdés de la cabeza de la pantalla y con lecturas de inclinémetro a lo largo de toda Ia vertical de la pantalla Los asientos, mediante nivelaciones de precisin en el terreno de trasdés de la 236 excavacién y de las fachadas de los edificios proximos. La colimacién es menos precisa que la lectura con inclinémetro y Gnicamente proporciona valores del movimiento en cabeza con margen de precisién de apro- ximadamente 5 mm pero su coste es minimo y en cualquier caso advierte la evolucién del movimiento. En el Metro de Madrid: los movimientos en cabeza de pantallas registrados con el inclinémetro y los pronosticados por el calculo coinciden sensiblemente en el orden de magnitud, unos 20 mm, para vaciados con pantalla en ménsula de 5a 6 m de altura. La relacién en tanto por ciento entre el maximo desplazamiento horizontal obser- vado y la profundidad excavada resulta ser de un 0,11%, que se situa dentro del margen empirico del 0,1 al 0,2 % para arcillas rigidas y entibacién tipo pantalla continua de hormigon armado. La medida de asientos con micrémetro y mira invar ha puesto de manifiesto que el asiento maximo detectado alcanza apro- ximadamente el 60% del maximo movi- miento horizontal, observado en cabeza de la pantalla, y se produce a 10 0 12m de distancia de ésta . Distancia # Borde excavacién (m Figura 11. Asiento en.superfcie 3.6.2.2. Piezometros Para el estudio de la evolucién de los niveles de agua es aconsejable utilizar piezémetros de cuerda vibrante. Una de sus ventajas, aparte de la comodi dad de la lectura, es la posibilidad de alojar en una sola perforacion piezémetros a distin- tas cotas sin ninguna dificultad Las lecturas de piezémetros se han mostra- do totalmente fiables cuando se ha excava- do en su entorno. 3.6.2.3. Células de carga Para tratar de evaluar las cargas que trans- mite el terreno a las pantallas se instalan células de carga en el trasdés de las mis- mas. Una vez fijado el plano de la célula en Paralelo a la armadura de trasdés de la pantalla, ésta queda a una distancia de 2 a 4 cm del terreno, espacio que queda relleno con el hormigén de la pantalla. Al no poder- se rellenar dicho espacio con un material mas homogéneo y de granulometria mas fina, el hueco puede tener grandes hetero- geneidades, desde no estar relleno en su totalidad, hasta haber quedado particulas de grava incidiendo de forma directa en la superficie de la célula. Todo ello puede suponer una transmisién de esfuerzos a través de diversos puntos, no de forma homogénea, que desvirtuaria la presién real que transmite al terreno. Normaimente los registros observados en las células instaladas son bastante variables, a diferencia de los aportados por otros apa- ratos instalados, lo que puede deberse a defectos en su colocacién. 3.6.2.4. Anclajes al terreno Con el fin de comprobar el comportamiento de los anclajes al terreno, es conveniente instalar células de carga con dos objetivos fundamentales: = Confirmar que quedan acufiados a la tension calculada. - Observar si existen variaciones de carga allo largo de su periodo de servicio. Es habitual detectar que las pérdidas de carga, tension teérica desde la que se suelta (lectura en gato) menos tensién real a que quedan acufiados los cables (lectura en célula), alcanzan un valor medio del 19% respecto ala lectura en gato desde la que se suelta, por lo que es recomendable incre- mentar un 20% la tensién de acuriamiento respecto a la tension deseable de trabajo del cable. ‘TRAMO: PRINGIPE PIO-MONCLOA AMPA P* DEL REY. ANCLAJE NY 22 130 128 120 15 Figura 12. Relajacién de anciajes. Respecto al segundo punto, en la Fig. 13 se presenta la evolucion media de la tensién en diferentes lineas de anclajes activos con el bulbo en terreno consistente. El cero corres- ponde a la tensién a que quedé acufiado el anclaje. En dichos gréficos se muestran, a lo largo del tiempo, las envolventes de la dife- rencia de tensién maxima, media y minima respecto a la de acufiamiento. La ordenada superior representa el 20 % de la carga teérica, para la cual se comprueba el anclaje en la prueba del mismo, antes de ser en clavado. La inferior representa al 10 % con que se ha incrementado la carga necesaria seguin calcul, como margen de seguridad frente a posibles pérdidas durante su vida til 3.6.2.5 Puntales Metélicos Es poco recomendable el empleo de pun- 237 Dias a origen PRIMERA LINEA DE ANCLAJES (45 & ) goa (t) SEGUNDA LINEA DE ANGLAJES (60 t ) Figura 13. Diferencia de tensiones en anclajes res- pecto ala de acuriamiento. tales demasiado sofisticados y mucho me nos si han de ser definitivos. Para observar el comportamiento del siste- ma pantalla-puntales pueden usarse uno de estos tres tipos de sistemas de auscultaci6n: + Cinta invar para medir la convergencia entre cabezas de pantallas. (A través de la deformacién unitaria deducida se pue- de estimar la tensién). - Extensémetro de cuerda vibrante para estimar el acortamiento en un punto de perfil. (A través de! médulo de elasticidad y la temperatura se obtiene la tension.) - Célula carga, para medir directamente la tensién en el puntal 3.6.2.6. Lodos Hay que destacar que se da el caso de pantallas en las que es necesario el uso de lodos para su ejecucién por la inestabilidad 238 © los arrastres de terreno provocados por el agua, lo que viene a confirmar el efecto de drenaje del tunel mencionado anteriormente, que al quitar presién de agua evita arrastres en terrenos y zonas similares. También es destacable aqui el beneficioso efecto conseguido, en algunos casos, al ejecutar pantallas de pilotes en lugar de las pantallas normales. 4. BIBLIOGRAFIA - ARNAIZ, M. (1993).: “Sistemas construc- tivos en obras en ejecucién para la am- pliacién del Metro de Madrid. Periodo 4990-1993. Jomadas Técnicas sobre la ‘Ampliacién del Metro de Madrid. 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