01 Granillo Ocampo Rac3bal Derecho Pc3bablico de La Integracic3b3n Cap I

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RAUL GRANILLO OCAMPO Doster en Ciencias Jucdioas y Soeiales (Facultad de Ciensias Juridensy S de la Universided de Banas Aires) Master en Derecho Internacional Comparade {Southern Methodist University, BR.UU) Profeear del Pootgrado en Dorecho Pi ‘ico do lae Univorsadce de Bolgrano y del Museo Socal Argentino (assbas de Biaonas Aisos, Argentina) y del Board of Trustees de la Escuela de Deracho de la Universidad Metodists del Sur Dallas, Texas, stad Uniden). x Presidente del Superior Tribonal de Jstiela dela Provinea de La Rij, Bx Seeretaro Lael ‘Teenie de ln. Precdeneia. de In Nacion. Ex Embajador de la Republicn Argo tins ante low Estados Unidos de Americs, x Ministza de Justia dole Nacion Derecho publico de la integracion Prologo de Jouuio Maria Sancuinernt aig Editorial Abaco de Rodolfo Depalma Capiruto Paterno INTRODUCCION A LOS SISTEMAS DE INTEGRACION § 1. La realidad de nuestro tiempo. — Es indudable que el tiempo que nos toca vivir constituye claramente una coyuntura de la historia: un punto de articulacién entre un tiempo conocido que se desva~ nece lentamente en el pasado (el tiempo de la Guerra Fria), y uno que ega inexorablemente, pero cuyas caracteristicas estén solo insinuadas ‘en la niebla del futuro, future que, por desconocido, es siempre preocu- pante, En la historia de la humanidad hemos vivido tiempos que deno- ‘minamos de “certezas y dogmas” y tiempos de “dudas y basquedas”. Sin ninguna duda, estamos viviendo uno de estos dltimos. ‘Supimos en otros momentos pensar el mundo en lapsos de tiempo ‘més pausades, casi como cambiantes fotos que se presentaban 2 nues- tra vista en forma sucesiva. Habia como un lento tranecurrir, una pau- sa entre una y otra, un lapso para reflexionar, para pensar y para pensarnos a nosotros mismos. Hoy nuestro tiempo es completamente diverso, Es una pelicula que se proyecta frente a nosotros a velocidad creciente. Esto, que los historiadores denominan la “aceleracién del tiem- po histérico”, os el resultado de una serie de factores concurrentes. Por tuna parte, la eapacidad del hombre de “achicar” el planeta, tanto en sus distancias como en su conocimiento y percepcién, en modos inimagina- bles solo cineuenta afios atrés, Por otra parte, la revolucién de las comu- nicaciones y el nacimiento del mundo de las imagenes, que han revolucio- nado las relaciones culturales entre la sociedad de distintos paises. Internet nos permite comuniearnos, casi sin costos y al instante, con dividwos situados en cualquier parte de Ia geografia mundial; prolife- ran los medios de comunicacién de masas que se dizigen mas a la comu- nidad internacional que a la comunidad nacional y cada vez gon més los movimientos sociales (ONGs) que ya no se conforman con influir en sus ‘comunidades locales, sino que buscan hacerlo teniendo a la comunidad global como objetivo, utilizando como vehiculos para ello temas de na~ turaleza global como la expansién del sida, los efectos de Ia reduccién de 32 DERECHO PORLICO DE LA INFEGRACION la capa de ozono, el respeto a los derechos humanos, las armas de des- truccién masiva, etsétera! To que para nuestros padres fue el periédico, para nesotros y nues- tros hijos lo es la televisi6n. Los criterios de bondad 0 maldad de un fenémeno y su realidad miama fluyen de Ia caja cuadrada que impera en todas partes. Parodiando a un fil6sofa, podriamos decir que *...1a eseénica del ser es ser en la televisién: lo que no es en la pantalla care- ce de existencia real...” La capacidad de conocer en ticmpo real lo que ocurre, no golo en nuestro entorno, sino también en lugares ubieados a grandes distancias, modifica totalmente nuestras percepciones de lo que somos como socie- dad y sobre quién es y dénde se encuentra nuestro pr6jimo, generando Ja sensacién de que somos miembros de una aldea global’, Estos fené- menos, 8 los que se ha dado en denominar “globalizacién”, implican el “acortamiento” fisico y mental de las distancias entre las diversas comu- nidades que habitan el mundo de hoy, de modo tal que, a causa del ™mayor conocimiento entre los hombres, provocado por los actuales me- dios de comunicacién, todo fendmeno (econdmieo, politico, cultural, social, etc.) que se produce en algiin ugar del mundo repercute inmediatamen- te, con mayor 9 menor intensidad, en el resto de las comunidadest, Diversos autores destacan que el “nuevo orden mundial”, derivado de este fenémeno que es la globalizacién, habria disuelto las fronteras de los paises y estarfamos avanzando hacia Ia conformacién de un Es- tado mundial’. Sin ir tan lejos, Barr’ destacaba que el mundo moder- no resulta harte interdependiente. Segtin él, “lo que ocurre es que atin xno hemos tenido la oportunidad de reflexionar cabalmente sobre las con- secuencias ni de eomprender que ‘se ha roto el libro de las reglas inter- nacionales’. La interdependencia, constituida por el hecho de que una crisis on algin lugar del mundo se convierta en una crisis para todos, torna risible la visién tradicional del interés nacional. Las naciones, incluso las poderosas, como Estados Unidos, son ahora afectadas profun- damente por lo que sucede fuera de sus fronteras. {Por qué ahora la inmigracién es el tema principal de Ia politica de buena parte de Euro- pay los Estados Unidos?” ~se pregunta el primer ministro inglés; “por- que la globalizacién ha hecho realidad la inmigracién masiva y sélo el de- * Sasor Mannus, Albert, “El proceso do globalizaciéa”, en AA.WV,, Historia un versal, Salvat-La Natin, Buonos Aires, 1993, 20, ps. 130 a 141. * Kuan Hate Cuex, "Phe Masses and the Media: Baudrillard's implosive postmodernism", en Theory, Culture and Society, Sage, Londres, 1981, vol 4 * Gatcano, Francesco, La globalizacién en el espeja del derecho, Rubinzal- Culzoni, Santa Pe, 2005, ps. 13 y siguientes, * Biesostax, Miguel A., Jntroduceién al derecho comunitario latinoamericano, Depelina, Buenos Aires, 1996, ps. 6 y siguientes § Biamuauian, Miguel A., ob, cit, p.7- * Biaie, Tony, Nuevos desafios para la humanidad, publicado en diatio “La Nacién’, Buenos Aires, 28/5406, p. 21. IvTRODUCCION A LOS SISTEMAS DE INTEGRACION 38 sarrollo global puede convertirla en una realidad manejable’’. En el mismo sentido destaca la Iglesia? que “las migraciones actuales consti- tuyen el movimiento mas amplio de personas, si no de pueblos, de todos Jos tiempos. Esto implica un encuentro entre seres humanos que, debi- do a diferentes motivos (econdmicos, culturales, politicos o religiosos), jams en el pasado habfa aleanzado una magnitud semejante”, E] diagnéstico de Tony Bar ea certero: no se puede mantener ya tuna visién coherente del interés nacional sin una vision coherente de la comunidad internacional. “Son retos que nos afectan a todas y que sélo pueden ser enfrentados en conjunto. Y ya no podemos esperar ver qué sucede con estos desafios globales, como en el pasado”. Al plantearse diversos problemas como el terrorismo internacional o Ia situacién del medio ambiente, Bratz seftala que “no podrfan convenirse acciones comu- nes a menos que estén basadas en valores comunes”"*; en efecto, “el derecho esta compuesto de normas y hechos pero prineipalmente, por valores, Y el principal problema no consiste en saber que el sistema jjuridico esta integrado también por valores, sino en saber eusiles gon eso valores (de dénde surgen), ya que son el fundamento tltimo y la dnica legitimacion posible del estado social y democrético de derecho. La ine terdependencia genera la necesidad de un sistema de valores comunes (..) Nuestros valores son nuestra guia (...) “debemos estar dispuostos, 4 pensar y actuar con mayor rapidez en defensa de esos valores”. EL diagndstieo es brillante. Pero habria que ver si los valores de Buatk co- inciden con los nuestros, 0 con los del resto del mundo. En medio de ello, Ia visién de una economia, de una sociedad y de tuna cultura que se globalizan, motorizadas por Ia revolucién de la tec- nologia de las comunicaciones, que nos abruman de informaeién y nos obligan a tomar determinaciones de una manera cada vez mas acelera- da, acentia el fenémeno y vuelve més intensa la sensacién de que, en conjunto, debemos coordinar esfuerzos para que los frutos de esta eco- nomfa -reitero, eada vez més global- se extiendan para alcanzar répi- damente a las capas mas desposefdias de la poblacién mundial, pues de otra manera la propia coherencia interna de los sistemas politicos actua- les (locales y globales) sera puesta a dura prueba, Percibimos “que las instituciones, las leyes, los modos de pensar y de sentir heredados del pasado, ya no parecen adaptarse bien al actual estado de cosas”, lo que conduce a que esta nueva concepcién del universo y del hombre en un 2 Biam, Tony, Nuevos desofios para la humanidad, articula citado, * Instruction del Pontificio Consejo para la Pastoral de los Emigrantes & Winorantes, Lrga Migrantes Caritas Chiat, vevsion espasols publicada por Paulina, Buenos Aires, 2004, p 85. 8 Diam, Tony, Nuevos desofios para la humanidad, art eitado, 1 Thidem, 4 Thidem. ¥ Coxcitio Varicano Il, Constitueién Pastoral Gaudium et Spos, 2* ed. Pav: nas, Buenos Alves, 1999, p 15, 34 Dentcio POBLICO DE LA INTEGRACION mundo globalizado se traduzea on la necesidad de una nueva mirada sobre el derecho, en tanto y en cuanto este ultimo es no solo norma de conducta (en el plano juridico), sino también hecho (historia, cultura, politica) y valor (coneepcién del hombre y del mundo; del bien y el mal) y, como tal, debe reflejar las nuevas realidades. § 2, Globalizacién, Concepto e historia, — Cuando se trata de definir aquello que se entiende por globalizacién™, las propuestas van mudando de contenido conforme el prisma de la ciencia desde Ia que se Jo analice. Los elementos en las definiciones varian de acuerdo a si el observador pone el acento en el aspecto cultural, econdmico, politico 0 juridieo, En ese sentido, algunos de los enunciados que se nos ofrecen gon los siguientes: Para Martin Aalborg, “la globalizacién se refiere a todos aque- los procesos por los que todos los pueblos del planeta se incorporan a tuna tiniea sociedad mundial, a una sociedad global”. Segin Anthony Giddens, puede definirse ln globalizacién “como la intensificacién de las relaciones sociales entre las distintas partes del mundo, de tal modo que acontecimientos locales en puntos separados por varios miles de millas de distancia tienen repercusiones reciprocas”"*. J.B, Stiglitz, por su parte, se pregunta: “ZQué es este fendmeno de Ia globalizacién, objeto si- multéneo de tanto vilipendio y tanta alabanza?”, a lo que responde que “fundamentalmente es la integracién més estrecha de los paises y los pueblos del mundo, produeida por la enorme reduceién de los costos de transporte y comunicacién, y el desmantelamiento de las barreras arti- ficiales a los flujos de bienes, servicios, capitales, conocimientos y (en menor grado) personas a través de las fronteras”®, Podriamos decir que la globalizacién es un proceso politico que tien- de a la integracién de los Estados, que nace a partir de un hecho cultu- rral (as innovaciones tecnoldgieas y la revolucién de las comunicaciones) y que tiene consecuencias econdmicas, sociales, culturales y politicas y ‘su corolario en el universo juridico, al haberse introducido modificacio- nes en el universo factico, 53 Como antecedentes de la globalizacién se destacan diversos indieadores que van desde la primera Rxpsicién Universal en Londres (1851), hasta ta multiplica- cién de Ia ONG internacionales (de 1117 en 1956 pasaron a ser 16.586 en 1998), pasando por la puesta en funcionamionto del sistema de telegrafo; de radios con al- ances mundiales, de teléfonoe fijos y movies, la proliferacion de la TV, ol fendmes ro de Internet, el abaratamiento de los eostas de Ios vuolos internacionsles, la crea cién en 1920 de Ia Liga de las Naciones o la ONU en 1945 (Fuente: Sholte ~2000- cit. en Sasor Masts, Alhert, “Bl proceso de globalizacién’, en Historia universal, cit, 4.20, ps. 147 y 148), "Cf Sasor Mateus, Albert, ob eit, p. 143. ° Tyidem. '§ Doidem. IvrRODUCCION A LOS SISTEMAS DE INTEGRACION 35 Ban sintesis, podemos sostenor que 1) se trata de un proceso politi- co que tiende a la integracién de las sociedades en una comunidad mun- “dial; 2) se alimenta de hechos socio-culturales (el avance teenolégico y Ix revolucién comunicacional), pero tiene sus eonseewencias radicales 3) en ¢l orden econdmaico, social, cultural, y 4) juridico de todo el globo. El término “globalizacién” parece a veces referirse a la vealidad ace tual creada por las nuevas teenologias de In comunicacion, que han Lle- vado a superar las barreras fisicas del espacio y a tornar a todos los hhabitantes del planeta en casi una unidad. En otras ocasiones parece roferirse al fendmeno de caida progresiva de las barreras aduaneras y Ia consiguiente transformacién de los multiples mereados nacionales en tun solo mercado global. Finalmente, para muchos el término refleja una descripcién negativa del fendmeno, derivada de la sensacién de que es- tamos ante una filosofia de trabajo tipica del imperialismo eeonémico, que se orienta a la ereacién de una nueva técnica de aprovechamiento imperialista de las éreas deprimidas del mundo”, o, dicho en las pala- bras de Jean Frangois Reve, “la lucha contra la globalizacién esconde tuna lucha més fundamental y antigua contra el liberalismo y por lo tanto contra los Estados Unidos, su principal representante”*. Cualquiera sea In definicién que adoptemos, es evidente que la globalizacién es por un lado un fenémeno féctieo y por el otro una idea filos6fica. Al fonémeno {iletico es dificil oponerso, puos se nos ha hecho presente de una mane- ra evidente y no depende de nuestra voluntad (“la globalizacién es un proceso irreversible, no una opeién?"), Por el contrario, In coneepcién, filos6fica que se orienta a la ereacién de un mercado transnacional, de ‘una sociedad transnacional y de una organizacién politica transnacional, evidentemente puede no ser aceptada, pues su implementacién nece- site la voluntad politica de la sociedad de nuestro tiempo, que genere (0 no) las politicas necesarias para su implementacin, Lo que indudablemente no puede dejar de hacerse es reflexionar sobre la mejor manera de que en la globalizacién puedan encontrar ade- euada proteccién la libertad y los derechos humanos, pueda consoguirse el debido respeto a la soberanfa de los Estados y puedan transferirse all gobierno de una nueva sociedad postnacional los principios democrati- cos surgidos histéricamente en los émbitos nacionales. Si bien de la slobalizacién se ocupan flésofos, socidlogos y economistas, no deberia estar ausente su andlisis a la luz del derecho, para que al hacerlo no solo * Gavaasio, Franceseo, La globalizacidn en ef espejo del derecho, Rubinzal- Culzoni, Santa Fe, 2009, ps. 12 y sx; Ginesra, Jacques, Los sistemas de integracian 4 carmienzos del siglo XXT, Montevideo, 2003, ps. 10 y siguientes ® Revet, Jean-Francois, La obstsién atnorteamerican, Urano Tendencias, Buenos Aires, 2004, p.5 4 Discurso de Kofi Annan, Secrotario General de la ONU, ante la Asamblea General sobre Gichalizacion e Interdependencia octubre de 1999): "La glabalizacion an proveso irreversible, no una opeicn”. 36 DERECHO POBLICO DE LA INTEGRACION respondamos los interrogantes que plantean In cultura y sensibilidad de los primeros, sino también la del jurista”. Es que no podemos, como sostiene con razén Exmpics1Ak, pormitir que la globalizacién politica del sistema de economia capitalista, en los términos que los paises centra- les lo han propuesto, nos convierta a lo sumo en una factoria, es decir un lugar donde se hacen negocios, cuyos réditos son exportables, descapi- talizando al pais de sus valores humanos. Si bien el término “globalizacién” parece ser una palabra de moda que tiende a deseribir un fenémeno moderno, la realidad es que este fonémeno es realmente antiguo y se ha hecho presente en varias opor- tunidades en el trénsito cultural del ser humano. Basta recordar al Imperio Romano, que conquisté gran parte del mundo conocido en aque- la época (para los romanos el mundo era Europa més los paises del Me- diterr4nco), estableciendo un nuevo orden juridico-politico, fomentando el intercambio comercial y la creacién de un nuevo paradigma econémi- co de tipo colonial, mediante un sistema impositivo y monetario unifi- eado. Si bien siempre hubo aventureros, viajantes y comerciantes que movian desde y hacia a lugares remotos y volvian Ilenos de historias exéticas, de la deseripeién de lugares extrafios y desconacidos, y gone- ralmente también Ienos de productos para vender, el orden romano implicaba mucho mas que eso, ya que donde se establecia imperaba un sistema completo en lo que se refiere a todos los ordenes de Ja vida. EI sigio xv trajo grandes descubrimientos y, con la legada de los ‘europeos al “Nuevo Mundo”, se abrieron nuevas rutas de comercio, co- menzando como consecuencia una nueva etapa en el proveso de interre- lacionamiento de los pueblos. Sin embargo, no fue sino hasta la segun- da parte del siglo xix cuando el proceso de interdependencia se expandi6 con una intensidad y una velocidad sin precedentes en la historia ani- versal, vehiculizado por la segunda revolucién industrial (sustentada en el desarrollo masivo del motor impulsado a vapor y de la electricidad)s Ja oxpansién fantastica del comercio internacional que unis, por un lado Jas naciones que se industrializaban (Inglaterra por sobre todo) que tras- ladaba sus poblaciones del campo a Ia ciudad, cesando como producto- res de alimentos y materias primas y transforméndose en mano de obra industrial. Por otro lado, habfa naciones que provefan a las grandes potencias de materias primas para sus fabricas y alimentos para sus poblaciones cada vez més urbanas (ademas de mereados consumidores para sus productos industriales). En 1829 comenz6 a funcionar la pri- mera linea de tren en Inglaterra, inaugurando una nueva era en el transporte. El tren viajaba a una velocidad de 25 km por hora, algo inimaginable en aquella época, Hacia fines del siglo xx, las vias de tren 2 Gaucano, Francesco, ob. eit, ps. 18 y 14. ® BkaeKDHLAN, Miguel A., Introduecién al derecho comunitario latinoamerica no, Depalma, Buones Aires, 1996, ps.6 y siguientes, InTopucctON A Ls SISTENAS DE BVTEGRACION a7 ya se habian extendido por casi toda Europa, y empresas europeas es- taban construyendo redes ferroviarias en Amériea, Asia y Australia, Segrin el Baneo Mundial, esta primera etapa del proceso de globa- lizacién (la iniciada en 1870) culmina en 1914. El avance tecnolégico ‘redujo los costos en el trangporte y la implementacién de politicas libe- rales produjo un aumento en el flujo de capitales y en los movimiontos migratorios, Cabe resaltar que el proceso era mas abareativo que el que vivimos en Ia actualidad, ya que no solo se globalizaba el comercio de bienes (y muy pocos servicios), como ocurre actualmente, sino también el referido a otros importantes factores productivos (capital, servicios y ‘mano de obra). Si bien resulta légica reconocer que las limitaciones tée- nicas de aquella época le quitaban la intensidad y velocidad que tione on los tiempos actuales, no es menos cierto que también en aquellos tiem- pos se hacfan presentes en la vida préetiea del hombre comtin, desarro- Ios tecnolégicos que facilitaban intensamente el interrelacionamiento, como ocurria con el motor de combustién, el teléfono, el micréfono, of graméfono, la telegrafia sin hilos, la Kimpara eléetrica, la mecanizacién de los transportes piblicos, bicicletas, maquinas de eseribir, la fibra sin- tética, los grandes periédicos, la seda artificial, la baquelita y Jos prime- 108 plasticos sintéticos®. John Kexwes', al analizar este fenémeno, sostenia que “El habitante de Londres puede pedir por teléfono, mientras saborea su té matinal, los productos mas variados, procedentes del mundo entero, on la cantidad que deseo. Seguro que siempre, dentro de un tiempo razonable, dichos productos estardn en la puerta de su casa. Puede al mismo tiempo y por el mismo medio, invertir su fortuna en materias primas y nuevas empro- sas on cualquier regién del mundo, y participar sin gran dificultad y sin problemas de los frutos y ventajas de esos negocios. También puede li- gar la seguridad de su fortuna, con la buena fe de la comunidad de una honesta municipalidad en cualquier continente’. Desde la Primera Guerra Mundial y hasta el final de la Segunda Guerra Mundial, hubo una vuelta a las politicas nacionalistas y protec cionistas que paralizé el proceso globalizador. Se redujeron el flujo de ca- Pitales, la migracién y el comercio hasta niveles similares a los de 1870. Hs interesante resaltar que durante esta period los indices esta- disticos registran un pronunciado aumento de la pobreza y la desi gualdad. El proceso se reinicia nego de la Segunda Guerra Mundial, cuando se recupers el intercambio comercial internacional y en pocos afios se alcanza los niveles previos a 1914, Sin embargo, la migracién y 4l flujo de capitales se mantuvieron en el mismo bajo nivel. Durante esta etapa el proceso de integracién se concentré en los pafses mas desa. trollados. Japon, los Estados Unidos y Europa comenzaron a negociar & % Barnactovott, Geoffrey, Intraduecisn a ta historia eontemporined, Credo, Madd, 1985, p. 75 alee ® Las eonsecuencias econémieas de la pas, Critica, Madvid, 198°. 38 DerucHo POBLICO DE LA INTRGRACION través de un acuerdo multilateral de liberalizacién comercial y se esta- bleeié con mas fuerza avin el modelo de paises en vias de desarrollo, exportadores de materias primas a los paises desarrollados En 1980 comienza la ultima etapa del procoso de globalizacién, etapa que se extiende hasta nuestros dias. La tecnologia, en las comunicacio- nes y en el transporte, avanzé a pasos de gigante, el comercio crecié a niveles nunea antes vistos hasta ese momento, convirtiéndose en el motor de Ia globalizacién, En este uiltimo sentido, se sefiala que “la tie- ra paéece haberse encogido: Internet nos permite comuniesrnos al ins~ tante desde nuestro escritorio con individuos situados en cualquier punto de la geografia mundial, ¢ intereambiar con ellos toda la informacién que la red sea capaz de soportar; proliferan los medios de comunicacién de masas que se dirigen a la comunidad internacional; cada vex son més los movimientos sociales de distinta indole que pretenden no solo influir en sus comunidades respectivas, sino sobre el orden politico mundial (o gran parte de él); el respeto universal a los derechos humanos y la salvaguar- da de la biosfera para las futuras generaciones son valores comunes a todos; nos preocupamos por la expansién mundial del sida y por los efec- tos nocivos de la reduccién do la capa de ozono do Ia estratosfera; las calles de nuestras eiudades reflajan el impacto de las migraciones trans- continentales y topamos en el dia a dia con las complejidades de la vida multicultural, En este tiempo uno de los fenémenos més interesantes de resaltar 08 el cambio experimentado on algunos paises en vias de desarrollo que supieron modificar la estructura de sus economfas. Paises como China, Brasil o la India dejavon de exportar materias primas para transfor- marse en exportadores de productos elaborados. La disminucién de ba~ rreras comerciales impuestas por los paises desarrollados y la mejora en Ja edueacién permitieron a los habitantes de dichos paises adquirir el conocimiento y la capacidad necesarios para insertarse en el mercado internacional. § 8. Dinamizadores del fendmeno, — Fl fendmeno que venimos deseribiendo se ha acclerado bruscamente en los diltimos aiios, por con- currencia de distintas cireunstaneias, que de una manera u otra han po- tenciado su intensidad y velocidad y han *empujado” a los Estados na- cionales a buscar respuestas de conjunto para problemas que, siendo internacionales en su naturaleza, solo pueden sor enfrentados exitosa- mente con medidas que también sean internacionales. a) Revotwcrén en TeCNOLOGIA. En los iiltimos veinticinco afios el mundo no solo ha visto desarrollarse la tecnologia de la informacisn y Jas comunieaciones en una forma realmente impresionante, sino que el ™ Sasor Marsus, Albert, ob, cit, ps 189 «141 IyTRODUCCION A Lo3 SISTEMAS DE INTEORACION 39 costo de almacenar, procesar y transformar esa informacién se ha visto {favorablemente impactado por reducciones fantastices en Uérminos de costos. Si bien las mediciones no son exaetas, en una forma genérica puede estimarse claramente la declinaeién del precio de estos servicios en distintos érdenes de magnitud que a finales de la década del ochen- ta aleanzaban “miles” y “millones”, proceso que en los tiltimos aiios se ha acclerado atin més. Bs, sin ninguna duida, la ganancia en efleien y costos mas importante de cualquier tipo de commodity en la historia Ge la humanidad, Bste altamente facilitado flujo de informacién est per mitiendo la produceién de bienes y servicios on una escala global, por lo que las fucrzas del mercado derivadas de esas circunstancias estén in- duciendo espontaneamente a le integracién internacional de la econo- mia, La economia de cada uns de las naciones interactia cada vez en mayor magnitud eon la de las domds: los planes econémicos de los acto- res econémicos radicados en los diversos paises se van asociando gra- dualmente de tal modo que todos ellos configuran una especie de eeono- mnia mundial, en la que si bien se advierten bloques perfectamente formalizados como los Estados Unidos, la Unién Europea, el Asia-Pact- fico, en su conjunto todos integran una economia mundial tan delicada- mente hilvanada que el progreso social, el orden y la seguridad de todas Jas naciones guardan esizechisima relacién entre si, Por otro lado, esa misma tecnologia ha hecho que seamos eapaces de percibir y pensar al mundo de una manera diferente, La idea de que el mundo estaba eonstituido por el espacio fisic visual ha sido tatalmen- te superada por la realidad de que el mundo esté constituido, ademas, por Jo que percibimos a través de las nuevas formas de comunicacion sensorial dinamizadas por la informacién electrénica codificada. Lo ‘nuevos medios audiovisuales permiten percibir eosas que ocurren a m: les de kilémetros de distancia como si ocurrieran en la puerta de entra- da de nuestra casa”. Fso hace que lo que antes ocurrfa en comarcas muy Jejanas y que por ello no motivaban el aesionar de los habitantes de otro pais o regién (eonsecuencia de que en estos allimos no se tenia précti- camente eonocimiento de ello), ahora impacte en sus vidas, como si les ccurriera a ellos mismos. Bl habitante de un pueblo remoto de Africa po- ‘ia en otros tiempos aceptar condiciones primitivas de vida (eareneia de vivienda digna, agua corrionte, luz eléetrica, ete,), en la medida en que ho conoefa que en otras partes del mundo se disfrutaba de otros grados de desarrollo (aire acondicionado, automéviles, servicios, ee.), Pero cuan- do la televisién le permitié conocer esas realidades existentes en otras regiones del mundo comenzé a aspirar a ellas y euando no puido obtener Jas en su habitat natural, so deeplazé hacia las regiones desarrolladas © Monavic, Mans, Mind Children, Harvard University Press, 1988, 2% Jusw XXIL, Enefelica Pecem in Terris, n° 130, % McLusan, citado por SaLs80, Olobalizacicn, civilizacién mundial y eulturas ‘acionates, Grupo Editor Multimedia, Buenos Aires, 1999, ps. 8, 9 y siguientes, 40 DprscHio PUBLIC DE LA INTEGRACION donde estaban vigentes, generando los enormes problemas migratorios que caracterizan al mundo de hoy, fenémenos que ningin pais puede enfrentar exitesamente en soledad y que obligan a acuerdos y politicas unificadas del concierto de naciones involueradas. Correlativamente, el conocimiento en tiempo real de violaciones groseras a Ios derechos hu- manos, ignoradas muchas veces por pueblos y gobiernos de paises del mundo desarrollado, se hizo presente en la realidad de estas comunida- des a través de la televisién y de otros modernos medios de com cacién, moviéndolas a presionar para que “su” Estado hiciera algo para restablecer la vigencia de dignidades esenciales al ser humano, con in- dependencia de los Ifmites que impone la soberania nacional o el prin- cipio de no injerencia en los asuntos internos de otros Estados, 1b) Crecnmavro ¥ MovinipAn DE TA POBLACION MUNDIAL. El mundo est enfrentando tn crecimiento sin precedentes en su poblacién, que en Ja actualidad se acerea répidamente a los 5.800 millones de habitantes y que en los préximos veinte afios puede aleanzar los 8.000 millones, con Ja particularidad que més del 96 % de eso crecimiento se registrar en Jas comunidades mas pobres™. Si se mantiene la actual forma de sene- racién y distribucién de riquezs, a las desigualdades que hoy se regis- tran entre ol estindar de vida de los pafses desarrollados (con crecimien- to casi nulo de su poblacion) y los subdesarrollados (con crecimiento muy acelerado de su poblacién) se adicionaran las necesidades crecientes que estos ultimos experimentardn en términos de alimentos, energia, servi- cios publicos, vivienda, ete., para sus nuevas poblaciones, tado lo cual agudizard y acclerard el proceso de desequilibrio, ‘Una sociedad global que siga registrando los actuales desniveles de distribucién de riqueza entre paises desarrollados y subdesarrollados implica un peligro sin precedentes para la paz y el desarrollo, por lo que a menos que la comunidad universal, a través de su economia globali- zada, extionda exitosamente sus conquistas a quienes estén on los gra- dos més bajos de Ja escala, es posible que la subsistencia de muchos, sino de todos los sistemas politicos, sea puesta en tela de juicio por proble- ‘mas migratorios o planteos politico-econdmicos do reciente magnitud, y no es de deseartar que muchos terminen conduciendo a guerras de dis- tinta intensidad, Es que si se mantienen los indices actuales de distri- bucién global de la riqueza, es realmente muy dificil de imaginar una sociedad internacional que pueda operar exitosamente si de los 8.000 millones de personas que posiblemente habitarén el mundo en los préxi- ‘mos 20 afios, casi 5.500 millones vivirén en condiciones de endémica pobreza, 1.250 millones experimentaran condiciones declinantes en sus esténdares de vida y solo 1.250 millones gozarén de la prosperidad. La violencia generada por un mundo de tales caracteristicas no podra ser * Monavie, Hans, ob, citada. IyTRODUGCION A LOS SISTEMAS DE INTEGRACION 4. controlada, ni siquiera coercitivamente, por Ia seccién préspera de esa sociodad global. Nuevamente, la capacidad de respuesta individual de un Estado nacional a este desafio es absolutamente insuficiente, La superaci exitosa solo provendra de respuestas que sean internacionales en esen- cia y que tengan a la comunidad internacional como actora. Si el éxito eeonémico debe ser considerado on los tiempos actuales como uno de los més importantes indicadores de viabilidad politica para un Estado, en- tendiendo on este concepto no solo el crecimiento, sino también una adecuada distribucisn de la riqueza, el comportamiento que lo haré po- sible debe ser implementado con la sociedad global como campo de tra- bajo, con una ereciente mayor sensibilidad hacia ol balance entre los flu- jos de riqueza y su distribucién entre los distintos pueblos y regiones del mundo”, todo lo cual simplemente vuelve impreseindible Ia actuacién ar- nica de los distintos paises del mundo, sean estos desarrollados 0 sub- desarrollados. ©) Denuwirawrenro Det poosR rotirico NactonaL. A medida que los anteriores fenémenos emergen, es indudable que a nivel nacional se est produciendo una disminueién del poder politico de los érganos que sin- tetizan el poder del Estado nacional, para controlar los movimientos econdmicos, sociales, culturales o politicos, disminucién que lo afecta hacia adentro (con nuevos actores como los medios de comunieacién, los mereados, las ONGS, etc.) y hacia afuera (todos esos actores son cada vez més internacionales en su estructura, en sus objetives y en su funcio hamiento). Bs por ello que no es un exceso sostener que las autoridades de un pafs cada voz tondrén menos independencia y autonomia para asogurar un exitoso comportamiento politico, econémico ylo social den- tro de su Estado nacional, ya que ademas de que la leenologia de la in- formacién produce una eresién del poder de control de un gobierno na- ional sobre las fuerzas que muoven la economia y la sociedad de nuestro tiempo, los nuevos actores que la realidad de la sociedad contemporanea presenta también compiten con los poderes gubernamentales cldsicos (poder ejecutivo, legisiativo y judicial) en la definicién de la agenda de tuna sociedad nacional moderna, quiténdoles la exclusividad de la que en. otros tiempos gozaran. Hoy seria inimaginable para las autoridades politicas de un Esta- do actuar on goledad y cerrar los vineulos oficiales y extraoficiales con otras naciones. Es no solo erréneo, sino una utopia carente de realidad, pensar que los medios de comunicacién no son un factor de poder fun damental de la sociedad eontemporsinca que debe ser tenido en cuenta a la hora de las decisiones politicas, econémicas, sociales o culturales; 2® senivonove, John D., The Probleme of Strategic Realignment, Booking Institut mn, Washington, 1996, p, 15. f a . i Sram da Dy oh, 42 Derecno pOBLicO DB LA INTEORACION que un ministro de Beonomia no necesita, para tomar decisiones, consul- tar el pensamiento y analizar la posible reaccién de “los mereados”; o que la agenda de una sociedad (nacional o internacional) no esta positiva © intensamente influida, ademas de por las clasicas estructuras de la de- ‘moeracia (partidos politicos), por las aspiraciones expresadas a través de multiples organizaciones no gubernamentales. Si ello de por sf obliga a os poderes politicos tradicionales (Bjecutivo, Legislative y Judicial) allevar adelante el gobierno de una sociedad nacional moderna mediante tn didlogo permanente con estas nuevas realidades de poder, también la circunstaneia de ser todos estos nuevos actores parte de organizaciones internacionales obliga a que ese didlogo no solo se ejecute hacia aden- tro de In sociedad, sino también hacia afuera. Nuevamente las carsete- risticas de estos nuevos “competidores” en el duro ejereicio de dirigir una sociedad, unido a una agenda que se globaliza, empujan hacia la nece- sidad de armonizar politicas no solo con los poderes politicos de los tra~ dicionales Estados nacionales, sino también con estos nuevos actores no ‘gubernamentales, @) NATURALEZA DE LAS AMENAZAS A LA SEGURIDAD NACIONAL. La segu= ridad de un Estado nacional moderno enfrenta peligros de distinta natu- raleza, En general esos peligros tienen como earacteristica compaitida el hecho de que casi todos ellos son motorizados por fuerzas que actian de hecho (0 se organizan voluntariamente), excediendo largamente el m- bito de un Estado nacional, Dicho en otros términos, se trata de peligros ‘que reconocen una dimensién internacional o transnacional. Es evidente ‘que esta afirmacién no impliea desconocer Ia posibilidad de la invasién fisica de un pais por otro, cireunstancia que indudablemente tiene una clara dimensi6n nacional, sino colocar a ese peligro dentro de una ai va realidad. Si tenemos en cuenta que Ta conquista solo puede tne como objetivo transformar al pais conquistado en una parte de la econo- mfa del pais conquistador, lo que ha ocurrido en el mundo en los alt:mos afios demuestra que ni siquiera una superpotencia como Rusia ha podi- do dobiegar la resistencia de una pequefia nacién como Chechenia y vol- ver al territorio “conquistado” en un ambito de desarrollo de actividades normales a una nacién oa un Estado-Nacién. Mas atin, ni siquiera los, Estados Unidos, con todo su poderio militar y econémico, han podido generar en Irak un émbito de paz y prosperidad como para volver via- ble el desarrollo de actividades econdmicas normales y superar el esta do de guerra, con todo el esfuerzo econémico y Ja inseguridad que esta situacién trae aparejada. #] andlisis de la realidad de nuestro tiempo exterioriza que la ma- yor parte de los peligros con los que un Estado nacional canvive (narco- trafico, armas de destruccion masiva, terrorismo, efecto invernadero, davios al ecosistema, etc.) reconocen wna dimensién que excede largamen- te el Ambito fisico y juridieo de un pais y que, en consecuencia, salo pue- den ser enfrentados con éxito mediante la accién concertada de la ma~ hyrnopucciGn 4 10s sisTEMAs DE INTEGRACION 43, yor cantidad de paises que sea posible. Basta pensar en términos eco- égicos, por ejemplo, para advertir que las posibilidades de éxito de un solo pats para luchar contra el efecto invernadero, la proteccién de la termodindmica de los océanos o la preservacin de especies en vias de extincién solo serdn efectivas si se las pone en préetica conjuntamente eon una respuesta de toda o Ia mayor parte de Ia comunidad internacio- nal. De In misma manera, es evidente la insuficiencia de respuestas de dimensién nacional para problemas como el nareotrafico, el terrorismo 0 Ja proliferacién de armas de destrueciin masiva, actividades que se desa- srollan simultdneamente en varios paises o en ambitos internacionales ‘y que, en consecuencia, solo pueden ser combatidas por medio de la co- aperacin entre Ia mayor cantidad posible de paises. No es un accidente de la historia que en estos tiltimos quince afios hayan proliferado los ‘onvenios internacionales tendientes a combatir el narcotréfco, el lavado de dinero, la proliferacién de armas de destruccién masiva, el crimen transnacional organizado, Ia corrupeisn, etc,, a través de acuerdos regio nales, o mediante las viltimas convenciones de In ONU. Evidentemente I sociedad global ha acentuado su cooperacién para enfrentar proble- mas que exceden el imperio de los Estados nacionales, acompaniando y retroalimentando por esta via el proceso de globalizacién. Es evidente que el erecimiento de una sociedad y de una economia global constitayen un dinamizador para que problemas previamente existentes se disparen a dimensiones que superen todos los niveles cono- cidos hasta este momento, La tecnologia, con tantos efectos positivos, también potencia la capacidad de expansién y de danos de actividades dclictivas 0 tervoristas. La posibilidad de calentamiento global por el cre~ cimiento exponencial de emisién de gases, las preocupaciones derivadas de la hidrodindmica de los océanos, la composicién atmosfériea y otras diferentes procesos, se han transformado en una fuerza eompulaiva para la definicién de poiiticas internacionales arménicas entre los paises de esta aldea global, Si bien la naturaleza no es un adversario, su capaci- dad para generar eventos catastréficos de dimensiones iguales o supe- riores a las guerras nucleares presiona para que cada vex mds la socie- dad global concentre sus esfuerzos en respuestas conjuntas y eficiontes, ¢) Dsuoceari2Act6w DE ts TECNOLOG!S, LA INFORMACION ¥ LAS FINAN: zas, La tecnologia ha generado Ia aparicién de lo quo algunos pensado- res como Thomas Frtspitan han denominado la democratizacién del acceso a la tecnologia, las finanzas y la informacién, proceso que ha eam- biado el rol que el hombre comiin desempefia en la sociedad y economia de nuestro tiempo, Basicamente, el proceso implica que lo que durante la mayor parte do la historia de Ja humanidad fue un ambito de acceso reservado a los sectores econémica o culturalmente mas desarrollados % Enusowan, Thomas, The Lewus and the Olive Tree, Farrar, Straus & Giroux, Nueva York, 2000, 44 {CO DE LA INTEGRACION actualmente est abierto a un acceso casi libre para 1a mayor parte de Is sociedad, en la medida que se trate de personas que puedan acceder y mangjar una computadora personal propia o de un tercero. Si bien en la antigtiedad la informacién fue un rea reservada a las elites gobernantes, los nuevos desarrollos teenol6gics permiten a cual- guier persona acceder a los conocimientos mas avanzados a través de Internet, utilizando la inmensa cantidad y calidad de informacién que all se acumula. No es ya necesariv pertenecer a la elite que 1a monopolizax ba en tiempos pasados o disponer del dinero necesario para pagar el derecho de acceso. El fenémeno ha nivelado no solo las distintas eapas sociales de un pais determinado, sino que ha nivelado a personas srigi- narias de paises con reslidades econémicas y culturales absolutamente diversas, En la medida que se supere el escaln minimo de acceso a una computadora personal, y s¢ posea el conocimiento necesario para nave gar en Internet -escalones que, como hemos desarrollado precedente- mente, han sufrido disminuciones impresionantes en términos de costos econémicos~ un habitante de nuestra aldea global podré educarse y ac- ceder a una informacién que esté disminuyendo notablemente las distan- cias que antes caracterizaban a la realidad educativa de los distintos paises, Si a ello le agregamos las ganancias teenologicas, tanto en la calidad y velocidad de transmision de la informacién (tecnologia satelital, fibra éptica, banda ancha, microprocesadores, ete.) como en la existen- cia de redes que compiten para su transmisién, procesariento y alma~ cenamiento a precios cada vez més insignificantes, Ia “democratizscidn” del acceso a Ia informacion es un proceso absolutamente innegabls. La mejor demostracién de esto est dada por los procesos gencrados por sitios web de eddigo abierto y uso gratuito, que permiten utilizar (Zown- loud) ylo agregar (upload) informacién a cualquier persona que lo cesee, sitios que por la calidad y cantidad de informacién que retinen han com- petido exitosamente con gigantes del software como Microsoft, IBM, Intel, eteétera® Esa masificacién (0 democratizacién) de la tecnologia y de Ja znfor- maeién ha incidido también para que el proceso de acceso a los me cados financieros, anteriormente concentrado solo en inversores de im- portante dimensién econémica, debido a la necesaria participacién de intermediarios (agentes de bolsa), que solo justificaban 1a operacién cuando el monto volvia sin signifieacién a la intermediacién, hoy se haya masificado hacia pequefios inversores que acceden a esta misma infor- macién on line, que comereian por montos muy pequefos, también on line y, por ello, sin casi ningiin costo de intermodiacién, Todo ello ha revoittcionado los llamados “mereados financicros” mediante la incorpo- racién de enormes montos de dinero, provenientes de una gran cantidad de inversores que, si bien trafican con cantidades muy pequeftas, son un ® Puspuax, Thomas, The World is Fiat, Penguin Group, Nueva York, 2005, pe, 96 y siguientes. IntRoDUCCION A LOS SISTEMAS DE INTEGRACION 45 niimero tan inmensamente grande que el negocio ha dojado de sor un club exelusivo de unos pocos grandos para transformarse en un club masivo que incorporé a los pequefios inversores, Paralelamente, las nuevas tecnologias permiten también al inversor acceso a una vaste y variada informacién, no solo sobre los mereados nacionales sino también sobre los mereados financieros de otros paises, lo que le facilita colocar su dinero en el mercado que le ofrezea mejores condiciones, sea nacio- nal o extranjero. ‘Todo ello, nuevamente, esté impulsando a que, también desde el punta de vista del acceso al conocimiento, la tecnologia y el mundo finan- ciero, las fronteras fisicas o juridieas de un pats hayan dejado de ser fronteras fisicas 0 juridicas para el flujo de conocimientos 0 inversiones, financioras. 1) La caipa nex marenio sovrérico, Cuando se escriba la historia del siglo XX, ¢1 afio 1989 constituira un hito fundamental, La caida del muro de Berlin en 1989 exteriorizé el fin de una era, caracterizade por la “gue- ra fria” y Ia confrontacién entre dos bloques encabezados por las dos su- perpotencias, los Estados Unidos por un lado y la Union Sovistica por el otro, Hasta ose momento la configuracién del mundo estaba signada por la bipolaridad y, en consecuencia, los problemas mundiales se subor- dinaban al conflicto entre Ins dos superpotencias. Si bien se habia tra- tado de conformar tn tereer estamento (paises no alineados), la realidad exa que la mayor parte de ellos adherian a uno u otro bloque. Antes de 1989 confrontaban Ia visién occidental, basada en la economia de mor- cado y en la organizacién estatal de la division de poderes, el sistema re- presentativo a través de partidos politicos competitivos entre si y una concepeién protectora de los derechos humanos, con Ia visién comunis- ta, basada en la primacfa del Estado sobre el individuo, la propiedad estatal de los medios de produecién y la inexistencia do los mencionados principios democraticos y republicanos en el orden polities. El fin de la “guerra fria” signified el triunfo del bloque occidental y, por ende, de Ja cosmovisién basada en las democracias constitucionaies y la idea ca- pitalista de la economia de mercado™, Constituy6 el fin de los regime- hes autoritarios no democrticos y, como derivacién econémica, el aban- dono y desmantelamiento de las ecmomias contralizadas o estatizadas, 1a implantacién mundial del modelo del liberalismo econémico y el afien- zamiento de relaciones globalizadas o regionatizadas y la mundializacién, de la economia”. ‘Tres mil millones de personas, encerradas en econo- mias cerradas, jerdrquieas y verticalizadas, a las que nunea se les ha- ‘bia permitido colaborar 0 competir, se vieron, en un breve periodo de % area, Rodolfo, Fuentes del ordenamiento de la integracién, Abaco, Buenos Aires, 1998, 9. 22. Rui Diaz Lannano, Reberto, Mercosur; integracién y derecho, Ciudad Argen- tina, Buenos Aires, 1998, p. 21, 46 DERECHO POBLICO DE LA INTEGRACION tiempo, libres de participar en un mercado fuertemente globalizado, een- virtiéndose en nuevos jugadores en una nueva y enorme érea de traka- Jo y un sistema de cooperacién horizontalizado de nivel global™. Es justo reconocer que estos acontecimientos criticos no fueron p.a- neados ni anticipados hasta practicamente el momento en que ellos ccurrieron, Por ello 1a masiva movilizacién que unié a las dos Alemanias, que disolvié el Pacto de Varsovia, que barvié con los gobiernos autori- tarios de Europa Central y Buropa del Este, que disolvié la Unisn Soviética y lanz6 un proceso general de regeneracién econémica en las antiguas economias que existian dentro de la “cortina de hierro”, ha sido considerado un movimiento de cardeter esponténeo que trasciende a ‘cualquier designio politico o intencién politica formulados on forma explicita, En lo que a nosotros nos interesa resaltar, ese momento critico de nuestra historia contempordnea fue generado, entre atras eausas, por la revolucién en la tecnologia de la informacién que presioné intensamen- te para una integraeién econdmica de esta area del mundo a la econo- mfa mundial eada vez mas globalizada. Es quo el drea gobernada has- ta ese momento por gobiernos no democraiticos con economias dirigidas se encontraba fuera de la globalizacién, en tanto y en cuanto esta iilti- ma se basaba en la economia de mercado, Por ello Ia introduecién repen- tina de easi un 50% de la poblacién mundial a la economia de mercado globalizada se tradujo en el relanzamiento del proceso a una velocidad nunea conocida hasta ese momento. Dicho en otras palabras, el fen6- meno de la globalizaciin se aceleré bruscamente al invadir las ideas de- moeriticas y de economia de mercado éreas que, antes de ello, les ka- ian sido vedadas, tanto por decision polities como por inconsistencia sistémica, ®) LA oLopAtr2acron DE Los DERECHOS HUMANS. Entre los elemen- tos que mas han dinamizado el proceso de globalizacion se encuentra el denominado “derecho de la integracién humanitaria’, que si bien no es un fenémeno econdmico, sus efectos sobre las tradicionales concepciones de la soboranta y el Estado-Nacién han actuado sinérgicamente con los procesos de intogracién econémica, para acelerar el proceso global y pre- parar la cultura de nuestro tiempo para aceptar cosas inimaginables no ‘muchos afios antes (fraccionamiento y casién de la soberanta; elimica- cién de la idea del Estado-Nacién como limite para la actuacién de la comunidad internacional; respeto por Ios derechos humanos exigible a nivel internacional; ete.)®. De este proceso dan cuenta no solo las gran- des convenciones internacionales, especialmente de la ONU, sino tan- bien acuerdos directos de Estado a Estado y, lo que es mas importanie, © Pusuosian, Thomas, The World fs Fat, et, ps. 96 y siguientes BuatransiAn, Miguel A., Introduecién al derecho comunitarto tatinoamerica- ‘no, Depalma, Buenos Aires, 1984, ps. 12 y siguientes, TwrRoDuccION A Los SISTEMAS DE INTEGRACION a decisiones de 6rganos supranacionales”, que frente al reconocimiento casi undnime que generan en la coneiencia de lx comunidad universal, han positivizado el respeto y Ia proteecién de los derechos humanos y Jes han dado pleno valor juridico, dotando (en algunos casos) ~a Ia au- toridad internacional o supranaeional de la que emana la norma~ de! po- der para saneionar su infraccién™. Si bien algunos pensadores (Bobbio, por ejemplo} sostienen que los derechos del hombre, por fundamentales que resulten, son derechos histéricos, esto es, nacidos de ciertas cireuns- tancias y, por ende, no todos juntos y no de una vez y para siempre, ello no implica desconocer su cariicter connatural al hombre, sino rescatar que la juridizacién de cada uno de ellos es la consecuencia de un gran acontecimiento cultural que potencia la necesidad de que el derecho se eneargue del desarrollo particularizado de algunos. En ese sentido, por ejemplo, los horrores del nazismo hicieron que algunos derechos ya re- eonocidos en un texto prineipal (Ia Declaracién Universal de los Derechos Humanos de 1948) sean desarrollados mas detallada y minuciosamente por documentos especificos (Convenciones sobre la climinacién de todas las formas de discriminacién contra la mujer, la Conveneién sobre los derechos del nifio, ote.)™. En la actualidad, la gran sensibilidad de Ia sociedad de nuestro tiempo hacia las violaciones a los derechos humanos so refleja en un proceso de juridizacién cada vez mas completo y abarcativo, que tiene como su expresién mas conereta la Convencién de Roma de 1998, que por un lado crea el Tribunal Penal Internacional y por el otro apruoba un cuerpo normative que no solo contione una ley orgénica de su funciona miento, sino normas de fondo que tipifican delitos y normas de forma que determinan el procedimiento para el juzgamiento y normas de ejecucién de las penas, Ello conduce a que en Tos tiempos aetuales pueda hablar se de un derecho de la integracién en materia de derechos humanos, caracterizado por la presencia de autoridades supranacionales, con com- petencias relativas al control de su cumplimienta y el juzgamiento de las, Yiolaciones, juzgamiento que se ejecuta por medio de drganos de natu- raleza jurisdiccional, que aplican procedimientos tipieamente judiciales ‘que se ponen en movimiento no solo por In denuncia de los Estados parte, on también por particulares a victimas de las violaciones”. Estos érga- nos supranacionales, que apliean basicamente el derecho del que nacen (ratado o convenio) y los principios y costumbres del derecho interna- ional, constituyen una expresién indudable de un verdadero derecho de Ja integracién en materia de derechos humanos, aun cuando todavia Bhanwa, Rodolfo C., Fuentes del erdenamionto de la integracién, Abseo, Bue- ‘hos Aires, 1998, ps. 25 y siguientes, Banta, Rodolfo, ab. y Toe citada, % Bonsio, Norberto, Leta dei diritti, Binandi, Torino, 1992, p. XII “© Bases, Rodolfo, y Juraromo, Jorge, La roforma constitucional de 1904 y eu contenido twitivo de ta igual dignidad humana, LL, '.1996-R, p. 942. 48 DERECHO PisLicO DH LA INTRORACION carezean de la organicidad y efectiva vigencia que caracterizan, por ejem- plo, al derecho comunitario europeo". Lo cierto es que nunca como ahora se ha planteado la necesidad de la vigencia efectiva de Ia posibilidad de juzgamiento de la conducta de Estados nacionales o de sus stibditos, por parte de tribunales internacionales 0 supranacionales, segiin sea la ca- lifeacién que otorguemos a los ordenamientos juridicos que los cabijan®, lad que se concreta como una consecuencia natural y légiea de estas dos fucrzas jurfdicas globalizadoras (en el érea de los derechos hhumanos y en el area del derecho comunitario) que actian en conjunto ¥ que estén modificando, adaptando o sustituyendo muchas de las cate- gorfas a las que nos habjan habituado el derecho constitucional, el de- recho politico o el derecho internacional. Lo dicho no implica dejar de reconocer que todavia no existe un derecho supranacional global al que todos los Estados reconozean como tal, cuyo incumplimiento genere un sistema de juzgamiento y de aplica- cin efectiva de sanciones suficientemente homogéneo e igualitario, eje- ‘eutado por un érgano judicial independiente. Existen normas sanciona- das por organismos internacionales globales (ONU) o regionales (OBA, Buropa), pero no existe la autoridad global. Estamos ante un derecho internacional de los derechos humanos, como expresién juridico-posi va del derecho de gentes, o del derecho natural, 0 derivados de la esen- cial dignidad de la persona humana, que est evolueionando para trans- formarse en una herramienta ofectiva de generacién de un ambito de proteceién contra los abusos estatales (0 también de sujetos no estata- les), derecho que a veces tiene Ia posibilidad de aplicarse compulsiva- mente (Tratado del Tribunal Penal Internacional de Roma de 1998), pero que en la generalidad de los casos solo funciona como una insiancia de juzgamiento voluntaria (Convenio Europeo para la Proteccién de los Dorechos Humanos y de las Libertades Fundamentales de 1950; Conven- cién Americana sobre Derechos Humanos de 1969; Comité de Derechos Humanos del Pacto Internacional de Derechos Giviles y Politicos de Naciones Unidas) y en muchos casos, ni siquiera provista de medios sara Ja ejecucién coactiva de sus decisiones. El fendmeno de crecimiento de este derecho de la integracién hema- nitaria, por otras vias y con un campo de accién totalmente indepencien- te del fonémeno de la integracién econémica, también ha aceleraco el proceso de globalizacién. § 4. Los sistemas de integracién econémica, — a) Concer- 70, La palabra “integracién” viene del latin integratio, onis, y de acuerdo con el diceionario de la Real Academia Espaiiola significa, entre otras # Banna, Rodolfo, Fuentes... p. 27 ® Barna, Rodolfo, La jurisdiccién constitucional de los tribunales internaciona- les, BD, € 176, p. 991. IxtRonucct6n A Los SISTEMAS DE INTEGRACION 49 ‘cosas; la “accién y efecto de integrar o integrarse, constituir las partes un todo, unirse a un grupo para formar parte de él”. La integracién a la que nos referimos es un fenémeno que se da en el escenario del sistema inter- nacional. Sus actores son los mismos que protagonizan el miltiple jue- go do interacciones en el que consiste dicho sistema, o sea, las comuni- dades politicas denominadas “Fstados” o “Estados naciones" y los grupos sociales y politicos situados en el ambito jurisdiecional de los Esta- dos. Desde este enfoque, la integracién es una de las formas de interac- cidn de dichos actores, basada en el impulso originado en el desarrollo inherente de estos y orientada histéricamente hacia la formacién progre- siva de una verdadera sociedad internacional o supranacional®. Consiste en transformar unidades previamente separadas en partes componentes do un sistema coherente que tiene como caracteristica esencial la inter- dependencia, de manera que lo que ocurra en cualquiera de sus compo- nentes o unidades produzca un cambio predecible en la otra u otras, El fendmeno de la integracién entre actores del sistema internacional esta intimamente relacionado con los fenémenos de la intoraccién y la inter- dopendencia, La interaccién es necesaria (pero no suficiente) y la inter- dependencia, siendo la més tipica de sus manifestaciones, también en for- ma aislada, ¢s necesaria pero insuficiente, ya que ni la intensificacién y diversificacién de las interacciones ni la acentuacién de la interdependen- an por si mismas la presencia de una situacién de inte- gracién. Es necesario que existan decisiones de politica que provean a la interaccién y a Ja interdependencia de un sentido y uns finalidad ex- trinsoeos, sentido consistente en que el propdsito convergente de los actores involuerados sea conseguir, por este medio, determinados objeti- vos previamente velorados, que en el plano econsémico podrian consistir en el mayor bienestatr, en el plano politico on Ia mayor seguridad y en el plano social en un mayor desarrollo de la comunidad nacional. Se trata, en definitiva, de reconocer que la integracién es el resul- tado, al mismo tiempo, del impulso expansiva inherente a los actores par ticipantes ~comunidades politicas, estructuras econémicas 0 grupos so- iales~y de una aecién deliberada que confiere al proceso una orientacién racional y un desenvolvimiento controlado y controlable*. Esto, obvia- mente, déja fuera de su enfoque a los procesos de integracién fundados on Ja fuerza, para considerar solo como tales a los que se basan en cl consen- timiento de sus actores participantes". Desde esta perspectiva, el pro © Yeiava Casmeo, Alberto, Derscho de la integracién econdrnica regional, pix bYicaciin n° 815, Banco Interamerieano de Desarrollo, distribuide por Depalia, Bue- nos Aires, 1989, ps, 1y siguientes. " Drutson, Karl, BU andlisis de las relaciones internacionales, Paidés, Buenos Aires, 1970, '© Zuxaon Castoto, Alberto, Derecho de la integracién econémica regional, eit y siguientes, ‘© Hans, Emst, Integracién internacional, en "Rev. de Politica Internacional” ‘nf 164, Instituto de Estudios Politicos, Madrid, 1979, Ps. 50 Dritscuo POsLco DE LA INTEGRACION ceso de integracién solo puede estar fundado on un sistema de normas de derecho, ya que la integracién por la fuerza se considera un proceso carente de juridicidad y que aunque en algunas circunstancias esté do- tado de cierta legalidad formal, ests privado en cambio de legitimidad. 1b) La iv7eGRACION BS UN PROCESO VoLUNTARIO, La intogracién econd- ‘mica es una opcién de politica al aleance de los pafses, en su busqueda de una estrategia de desarrollo econémico. Por ello sus beneficios ¥ cos: tos potenciales deben compararse con los de otras opciones de politica 5, en particular, con los de cualquier otra estrategia orientada a la exportacién. Para su eleccién se debe tener siempre en cuenta que eu finalidad es abolir la discriminacién entre unidades econémicas pertene ciontes a distintos Estados nacionales, aunque eventualmente ello impli- que la discriminacién en contra de unidades geogréfieas no incluidas en el proceso". Kn la coneepeién de las relaciones internacionales basadas en la clasiea dicotomfa entre interaceiones de conflicto ¢ interacciones de cooperacién, evidentemente la integracién se ubies en el segundo gru- po. De ninguna manera puede ser considerada como un fin en si mismo, sino como un medio para alcanzar el mayor desarrollo econémico y, po* esta via, contribuir al mayor bienestar general. Bl proceso se puede dar en el escenario del sistema internacional global o puede darse en el am- bito geogréfico més restringido de los subsistemas regionales. En al primer caso podemos hablar de una integracién global, mientras que en el segundo so puede hablar de una integracién regional. En ambos ca- 508 el efecto sera el mismo, esto es, fusionar ontidades politicas meno- res en entidades de mayor extensién superficial y politica, Finalmente, no debe confundirse integracién con cooperacién, qu> son procesos diferentes no solo desde un punto de vista cuantitativo, sino también cualitativo. Bs que mientras la cooperacién implica acciones destinadas a disminuir In diseriminacién, la integracién econémica com prende medidas conducentes a la supresién de la discriminacién (diferen- cin cuantitativa). Mientras la eooperacién implica que cada pats conti- nia teniendo sus propios objetivos, que se lograrfan més fécilment= mediante el trabajo conjunto con otro pais u otros paises que tambi persiguen sus propios objetivos (obviamente compatibles con el del pri- mero), la integracién implica la transformacién de los objetivos individus- les de cada pais en un objetivo Gnico para el conjunto (diferencia cuali- tativa). El fin es el mismo, esto es, el logro de una mayor calidad de vida yo desarrollo econémico y/o social, pero mientras la cooperacién lo logra mediante la realizacién conjunta de los objetivos propios de cada pais, © Baissea, Bela, The Pheory of Boonomic Integration, Londres, 1961, ps. 1 a 8; Burassa, Bela, y Srovrussbisk, Andy, Integracion econdmica de patses en iesarratte, “El Trimesire Reonémiea", vol. XLII (3), Fondo de Cultura Beonémica, Méxice, 161, juliowsetiembre de 1975, p. 575: INTRODUCCION A LOS SISTEMAS DE IVTECRACION 51 In intogracién lo hace mediante la transformacién de los objetivos indi- viduales en un solo objetivo para el conjunto™. ©) Creacion 0 DESvio pe comprcio. Para evitar que el aspecto discriminatorio de los procesos de integracion regional soa nogativo ha- cia los paises extraiios al proceso de integracién, se tiende a promover siempre un regionalismo abierto, en el sentido de que debe dejarse la puerta abjerta al ingrezo de terceros pafses y evitarse, en la medida de lo posible, que los incentives para aumentar la interaccién econdimica entre los paises miembros del sistema se hagan a expensas del resto del mundo®, Mas atin, la mejor forma de determinar la bondad de! proce so de Integracion regional ext dada por su efectos, en tanto ereador 0 jesviador de comercio. Si el proceso conduce a que un pais pasa de un fuente exterior de abastecimiento, que tiene precios mas elovados o pro ductos de menor calidad, a una mas barata o de productos de mayor calidad, estaremos en el primer caso y sin duda el proceso debe ser con- siderado beneficioso. Si, por el contrario, las normas del sistema de in- togracién conducen a que los miembros de aquel pais se vean forzados 2 comprar més caro, 0 de menor calidad, lo que antes importaban més barato o de mejor calidad, estaremos claramente en un easo de desvio de comercio y el proceso debe ser considerado negativo, Este desvio de oo- mercio es un costo de bienestar, sobre todo para los pobladores de los paises de menor desarrollo del sistema de integracién, y solo seria acep- table sila intogracién es tan amplia que, ademas, genera un crecimien- to econdmico acclerado e integral y si sus tarifas aduaneras exteriores, fon menos pratecconistas que las que existian anteriormente en los paises asociados. 4) Razowss qun worrvan 1a wreorsciOn. Las eireunstancias que conducen @ un pais a adoptar una politica de integracién son varia- das, Bésicamente debe oxistir ol convencimiento de que pertenecer al proceso de integracién no solo beneficia el interés nacional, sino que es, al mismo tiempo, positivo para el eonjunto de los paises que integran ef proceso, Desde un punto de vista positivo, esa conveniencia deriva, en pri mer término, de que el conjunto se hara presente en las negociaciones comerciales que se desarrollan en la escena internacional, con un poder de nogociacién mucho més importante que si eada uno de los paises so presenta en forma individual, pudiendo defender y priorizar los inter ses de cada uno y del conjunto, con mucha mayor eficiencia. En segun. ‘® Tauawes, Ramén, Estructura econémica internacional, Alianza, Madrid, 1984 Baur Belo Torte del integracin ecmsnica, Utes, México 19, : ‘AUD, Vicente, Mercosur, Unisn Europea, Nafta y los procesos de Integra cin regional, Aboledo-Perret, Buenos Aires, 1906, ps. 14 y siguientes i ‘Annavo, Viconte, ab, y pag. eitada precedentemente. 52 ‘DEReCHO PURLICO DE LA INTEGRATION do término, por cuanto el desarrollo de actividades econémicas en un mereado de mayor dimensién (mercado unificado por el proceso de inte- gracién), donde existe mayor compotencia y mejor uso de economias de feseala, estimula una mejor asignacton de los recureos econémicos, ayu- ‘da a la eficiencia econémica y al logro de una mayor competitividad de las distintas actividades econémicas, sin someterlas de entrada a la du- reza do la eompetencia global. Esto prepara al sector empresario para ‘competir, en un futuro cereano, en mejores condiciones con las empre- sas de mereados de mayor dimensién y en economias més desarrolladas 'y complejas, evitando los dafios que la desproteccién generada por una ‘apertura indiscriminada, abrupta e incondicional puede llegar a produ- cir en economias que todavia no han aleanzado el grado de eficiencia ne- cesario para ser competitiva a nivel global Desde un punto de vista negativo, el proceso de integracién puede motivargo on ol reconocimiento de que, en las relaciones econémicas in- ternacionales, han existido y probablemente existirén en el futuro perio- dos de fuerte tendencia al cierre de mereados nacionales y a la protec: cién do sus actividades econémicas. Ante esa realidad, Ia integracién feconémica garantiza acceso a mereados nacionales de otros Estados y evita el aislamiento internacional, eon todas las consecuencias que ello trae aparejado®, circunstancia que se potencia en momentos como el actual, en el que el fracaso de negociaciones econémicas globales (Ron- da de Doha do la Organizacién Mundial del Comercio) acentiia la nece- sidad de asegurar mercados y vuelve més apremiante analizar el mayor costo de ingresar tarde a estos procesos. Es evidente que la vida nos ensefia que se es liberal y partidario de mereados abiertos solo euando ‘se ha logrado un gran desarrollo econémico y, aun en este caso, colo en relacién a las actividades en que ce ha logrado competitividad global. Si ‘alguna duda cabe de esto, basta analizar el comportamiento actual de los paises mas grandes y desarrollados del mundo (Estados Unidos, Euro- pa, Japén), para advertir el grado de proteecidn al que someten a sus Actividades agropecuarias (en las que no son competitivos), sin importan~ tes ol daio gravisimo que ocasionan a las éreas mas pobres del mundo. ©) Divensionss ¥ ciasiricactonss. La integracién como proceso puede tener como ambito do accion el sistema internacional global (et caso tipico es el del GATT, ahora OMC), 0 puede tener como ambito de faccidn ol dmbito geogratico mis restringido de los sistemas regionales (Comunidades Europeas, ahora Unién Europea; NAFTA, Mercosur, etc). Lo primero constituiré el tipico fenémeno de la integracién mun- ™ Awwaun, Vicente, ob. cit, ps. 16 y siguientes. = Boueas, Roberto, Liberalizacion comercial e integracion regional en ef hems feria oceidentai, Documenta de Trabajo 1° 7, Institute del Servicio Extorior de La Nacién, Buenos Aires, abril de 1965, ps. 5 y siguientes, InTRODUCCION 4 LOS SISTENAS DE INTRGRACION 53, dial™ 0 “globalizacién”, mientras que el segundo constituira el mas difun- diido campo do estudio de los procesos de mtegr an eel ae cea feran en el mundo™. Si bien para muchos pensadores solo lo que os glo- bal es positivo y lo regional debe ser desechado, pucs atenta contra Ia idea de una economfa unificada, de carécter mundial, gobernada por las fuerzas del mercado, esa afirmacion no tiene en cuenta que, entre los dos ‘extremos constituidos, por un lado, por un mundo conformado por nacio- nes aisladas y en actitud defensiva y, por el otro, por un orden interna- cional unificado, se puede establecer una estacisn intermedia, constitui- da por los conjuntos regionales, continentales o de bloques de naciones, que en forma consensual se proponen reemplazar la oposieién y el con. fico, por la interdependencia, la cooperacién y la nolidaridad reeipro- cas, Para muchos partidarios de la globalizacién total, aun los Estados nacionales deben desaparecer. En ella no importa quién uno es, sino su niimero de tarjeta de crédito. No importa el idioma que se habla, sino euantos ceros hay detras del primer digito. La globalizacidn asf enten- dida es el “cuerpo mistico del mercado”, donde no importa la persons, Sno a poder adguisitive®, Por el contra, la integraciénsegional bus

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