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Capitulo 1: Definicién y concepto 19 1.2.4. Caracteristicas de la atencién Las caracteristicas més importantes de la atencién son cuatro: tiene una determi- nada amplitud, puede ser mas o menos intensa, puede oscilar, y ejerce funciones de control. Veamos en qué consiste cada una de estas propiedades. * Amplitud Mucha gente piensa que s6lo puede atender a una cosa cada vez; pero ésta es una creencia err6nea. Existe una evidencia clara de que podemos atender al mismo tiem- po a mas de un evento, un proceso de decisién 0 una respuesta. El concepto de ampli- tud o dmbito de la atencién hace, pues, referencia, a: 1) La cantidad de informacién que el organismo puede atender al mismo tiempo. Por ejemplo, si presentamos visualmente una serie de 16 letras en un perfodo muy breve de tiempo -tan s6lo 50 milisegundos-, podemos percibir (atender a) 465 letras simulténeamente. 2) Elntimero de tareas que podemos realizar simultdneamente. Incluso en el caso de llevar a cabo una sola tarea, hay veces que la cantidad de procesos impli- cados en ella es muy grande y tenemos que utilizar varios al mismo tiempo. 20 Psicologia de la atencion Ha sido muy numerosa la cantidad de investigaciones cuyo interés se ha centra- do en conocer cudl es el ambito de la atenci6n (véase Capitulo 5). Nosotros no vamos a detenernos ahora en ello. Tan s6lo queremos indicar que dicho 4mbito no es fijo sino variable, y que su tamafio depende de diversas variables. Por ejemplo, si tene- mos que realizar diversas actividades al mismo tiempo, el poder llevarlas todas a cabo de forma eficaz o s6lo una parte de ellas depende de factores tales como el nivel de dificultad de cada una de las tareas. Desde este punto de vista, la amplitud de la atencién puede verse ampliada con- siderablemente gracias al papel que ejerce la préctica. Cuando un conductor es inex- perto le cuesta conducir, hablar con su acompajiante y ofr la radio en el coche al mis- mo tiempo. Al cabo de un cierto tiempo y de conducir con relativa frecuencia bajo esas circunstancias, podré desarrollar eficazmente todas las tareas. * Intensidad Todos tenemos la experiencia de que, aun bajo las mismas circunstancias, unas veces estamos més atentos y otras veces menos. Dicho fenémeno se conoce con el nom- bre de intensidad de la atencién 0 tono atencional. La intensidad se define, pues, como Ja cantidad de atencién que prestamos a un objeto o tarea, y se caracteriza por estar relacionada directamente con el nivel de vigilia y alerta de un individuo: cuanto menos despiertos estemos menor es nuestro tono atencional; y por el contrario, cuando esta- mos bajo condiciones de alerta es cuando se intensifica dicho tono. Un hecho importante es que la intensidad de la atenci6n no siempre es la misma, si- no que puede variar de unas ocasiones a otras. Cuando se producen cambios de intensi- dad de la atencién tiene lugar un fenémeno conocido con el nombre de fluctuaciones de la atencién, y en el caso conereto de que se produzca un descenso significativo de dichos niveles decimos que se produce un /apsus de atenci6n. En cualquier caso, el tiempo que puede durar cada fluctuacién puede ser variado; desde tan s6lo unos milisegundos, has- ta horas 0 incluso dias. Cuando los cambios de intensidad de la atenci6n son cortos y tran- sitorios reciben el nombre de cambios fasicos, mientras que cuando son largos y relati- vamente permanentes se les denomina cambios t6nicos. * Oscilamiento Una tercera caracteristica de la atencién es que cambia u oscila continuamente, ya sea porque tenemos que procesar dos o més fuentes de informacién, o porque tene- mos que llevar a cabo a dos tareas y se dirige alternativamente de una a otra. Dicho fenémeno se conoce con el nombre de oscilamiento 0 desplazamiento (shifting) de la atencién. La capacidad para oscilar la atencién rapidamente es un tipo de flexibilidad que se manifiesta en situaciones diversas, pero muy especialmente en las que tenemos que atender a muchas cosas al mismo tiempo o en aquéllas en que tenemos que reorien- tar nuestra atencién porque nos hemos distrafdo. En este sentido, una linea de inves- Capitulo 1: Definicién y concepto 21 tigaci6n importante ha sido la de analizar el tiempo empleado en desviar la atencién. En capitulos posteriores veremos mas detenidamente este aspecto. Ahora tan s6lo vamos a indicar que el tiempo de las oscilaciones de la atencién puede ser variable. * Control Si bien en ocasiones la actividad mental que desarrollamos no va orientada a nin- gtin fin especifico -en cuyo caso decimos que la atencién es libre-, en la mayoria de los casos el sujeto ha de llevar a cabo tareas que le exigen determinadas respuestas y que tienen unos objetivos concretos. Cuando la atencién se pone en marcha y despliega sus mecanismos de funciona- miento de una manera eficiente en funcién de las demandas del ambiente hablamos de control atencional 0 atencién controlada. A diferencia de la atenci6n libre 0 no con- trolada, el control atencional exige en la mayorfa de los casos un cierto esfuerzo por parte del sujeto para mantenerla. Es cada vez mas numeroso el nimero de autores que enfatizan que el control es una de las funciones més importantes de la atencién (véase, por ejemplo, Baars, 1988; Logan, 1978, 1980; Norman y Shallice, 1986; Reason, 1979, 1984; Ruiz-Vargas, 1993; Shallice, 1988; Tudela, 1992). Algunos incluso afirman que es la caracteristica que mejor la define, y concepttian la atencién como un mecanismo de control que posee una serie de funciones concretas (véase Cuadro 1.1). CuapRo 1.1. Aspectos que més directamente se relacionan con el control atencional. * Dirigir la forma en que se orienta la atencién. * Guiar los procesos de exploracién y busqueda, * Aprovechar al maximo los medios de concentracién. * Suprimir al maximo las distracciones. * Inhibir respuestas inapropiadas. ‘* Mantener la atencién, a pesar del cansancio y/o el aburrimiento. 16 Psicologia de la atencién 1.23. El proceso atencional. Un ejemplo tipico: la respuesta de orientacién (RO) Desde el momento en que los mecanismos atencionales se ponen en marcha, la actividad atencional pasa por tres momentos: inicio, mantenimiento y cese. La fase de inicio, también conocida con el nombre de captacién de la atenci6n, tie- ne lugar, o bien cuando se producen ciertos cambios en la estimulacién ambiental, 0 bien cuando comenzamos la ejecucién de una tarea. En el primero de los casos, las propias caracterfsticas de los objetos (color, tamafio, novedad; véase apartado 1.4.1) captan involuntariamente nuestra atenci6n, y la manifestacién conductual més tipica suele ser la orientacion de los receptores sensoriales a la fuente de estimulacién; en el segundo, segtin el tipo de habilidades y/o destrezas que demande dicha tarea, se Capitulo 1: Definicién y concepto 17 activarén unas u otras estrategias atencionales. El estudio de la fase de captacién de la atenci6n ha sido una de las reas que mayor interés ha suscitado en la investiga- cién psicolégica, y de hecho el concepto de orientacién ha sido considerado como una de las propiedades mds importantes de la atencién (véase, por ejemplo, Ruff, 1990; Sampascual, 1985). Hay ocasiones en que ciertos objetos captan nuestra atenci6n, pero inmediata- mente dejamos de atenderlos. Sin embargo, para poder procesar la informacién que se nos presenta, para poder desarrollar eficazmente una tarea, la atencién ha de permanecer focalizada durante un cierto tiempo. Se considera que el mantenimiento de la atencién comienza cuando han transcurrido 4-5 segundos desde que se inicia la fase de captacin. La duracién de este periodo de tiempo es, por supuesto, variable. Ahora bien, cuando el perfodo de tiempo es considerablemente amplio, entonces hablamos de atencién sostenida. Finalmente, por mucho tiempo que mantengamos nuestra atencin en una infor- maci6n o en una actividad, llega un momento en que se produce un cese de la atencién. Esta fase tiene lugar, como su propio nombre indica, cuando desaparece la atencién pres- tada a un objeto, o cuando dejamos de concentrarnos en la tarea que estabamos desem- pefiando. A nivel perceptivo, una de las manifestaciones mas claras de cese de la aten- ci6n tiene lugar cuando los objetos se presentan en el ambiente de forma repetida. En estos casos, la sensibilidad neural del organismo disminuye, y se manifiesta una falta de interés para seguir prestando atenci6n al objeto. A nivel de respuesta, si la tarea ha sido excesivamente larga y hemos mantenido la atencién mucho tiempo, uno de los efectos més tipicos es la sensacién de cansancio y fatiga. Si ademas, la tarea era mon6tona, la sensaci6n de fatiga va acompafiada de la de aburrimiento. Una de las respuestas atencionales donde mejor se observa la secuenciacién del pro- ceso atencional es la conocida con el nombre de respuesta de orientacién. Dicha res- puesta, también conocida con el nombre de conducta de orientacién 0 reflejo de orien- tacién (RO) se define como la primera reaccién del organismo ante aquellos estimulos que son nuevos o significativos para él. En estos casos, el organismo presenta un patron caracteristico de cambios esqueléticos, hormonales y fisiolégicos, llamados en ocasiones componentes de la RO (Martinez-Selva, 1984), tales como orientar el cuerpo hacia la fuente concreta de estimulacién -los perros y gatos, por ejemplo, levantan las orejas 0 dirigen la cabeza- interrumpir otras posibles acciones que se estén haciendo en ese mis- mo momento, aumentar el tamaiio de la pupila, la tasa cardfaca se enlentece en un pri- mer momento y justo a continuaci6n se acelera, etc. Dichas manifestaciones siempre son las mismas, es decir, independientes del tipo de fuente estimular que la suscita. Por ello, se dice que la RO es inespecifica respecto al tipo de estimulacién que la provoca. Sin ‘embargo, la magnitud con que se producen estas manifestaciones, medida a través de la latencia y la duracién de los distintos componentes de dicha respuesta, puede variar de un caso a otro. La RO ha sido directamente implicada en diversos procesos psicolégicos tales como la percepcién y el condicionamiento (véase, por ejemplo, Cousins, 1976; Luria y Homs- kaya, 1970; Lynn, 1966; Maltzman, Langdon, Pendery y Wolff, 1977; Martinez-Selva, 1981; Razran, 1961, 1971). Pero nadie duda que es una respuesta eminentemente aten- ional. ;Cémo ha sido estudiada en el ambito de la psicologia de la atencién? 18 Psicologia de la atencién La mayorfa de los modelos atencionales que han estudiado la RO destacan su cardcter exploratorio, selectivo y no pasivo. Los primeros modelos han considerado que este tipo de respuesta esta directamente relacionada con los procesos de orien- tacién que forman parte de los mecanismos selectivos de la atencién. Sokolov (1963), por ejemplo, afirma que su funcién basica es la de aumentar la sensibilidad de los receptores sensoriales, permitiendo asf al organismo ser mas receptivo a los cambios ambientales detectados y concentrarse en aquellos que son més relevantes. Por su parte, Waters y Wright (1979) han elaborado un modelo segtin el cual la RO tiene dos componentes: un primero que facilita la entrada de la informacién sensorial y prepa- ra al organismo para procesar eficazmente dicha informacién o ponerse en marcha, y un segundo que tiene como objetivo regular la inhibici6n de respuestas cuando la estimulacion que aparece es irrelevante. Por otra parte, a partir de los aiios 70 han surgido diversos modelos que han inten- tado delimitar el papel de la RO en el procesamiento de la informaci6n. Por ejemplo, las teorias de recursos atencionales (véase Capitulo 3) postulan que su funcin basi- ca es evaluar hasta qué punto es pertinente asignar recursos a los estimulos nuevos ylo significativos (Dawson, Filion y Schell, 1989; Ohman, 1979). Segin esta hipétesis, el organismo cuenta con una serie de mecanismos preatencionales que detectan y eva- Idan los estimulos de forma automitica y sin requerir atenci6n consciente. Ahora bien, si este mecanismo preatencional identifica un estimulo como nuevo o significa- tivo, se produce una “llamada” a los recursos centrales de procesamiento y se inicia la RO, Por su parte, Spinks, Blowers y Shek (1985) postulan incluso que la RO no s6lo facilita el procesamiento de los estimulos que la suscitan, sino que es capaz de facilitar también el procesamiento de acontecimientos futuros. Una caracteristica importante de la RO es que presenta un patr6n conductual bas- tante sistematico en el que se evidencia con bastante claridad lo que hemos denomi- nado proceso atencional. Pues bien, ,c6mo podrfamos describir el proceso de inicio, mantenimiento y cese de la RO? El inicio de la RO viene determinado fundamentalmente, como ya hemos indi- cado, por el cardcter de novedad y significaci6n que tiene un estimulo. De hecho, cuan- to mas novedoso y/o significativo es un estimulo, mas intensa es la RO. También la intensidad es un factor desencadenante de relevancia en el desencadenamiento de la RO, y también en este caso, cuanto més intenso es un estimulo, mayor magnitud presenta la RO. Ahora bien, si un estimulo novedoso, significativo 0 intenso se presenta repeti- das veces, el efecto inmediato es que tiene lugar una disminuci6n en la intensidad de la RO hasta llegar a su desaparicién. Se dice entonces que tiene lugar el fenémeno conocido con el nombre de habituacién. Una de las manifestaciones mas importan- tes del fenémeno de habituacién es que se produce una disminucién de la sensibili- dad neural, lo cual significa que el organismo no deja en realidad de seguir proce- sando el estimulo; pero desde un punto de vista atencional tal vez la caracteristica més importante de la habituacién sea que hay una pérdida de interés por el estimulo y, por lo tanto, tiende a ignorarse. ‘Hemos visto qué factores influyen directamente en el desencadenamiento de la RO. Pero también existen distintas variables que hacen que esta respuesta se mantenga més Capitulo I: Definicion y concepto 19 ‘© menos tiempo cuando aparecen los estimulos novedosos y/o significativos y, en con- secuencia, el fenémeno de habituacién aparezca antes o después. En concreto: 1) La intensidad del estimulo es un factor importante en el desencadenamiento tanto de la RO como de la habituaci6n, ya que los estimulos intensos produ- cen respuestas de orientacién también intensas y, en consecuencia, menos habi- tuacion. 2) También la frecuencia de aparicin del estimulo es un factor importante. Si un estimulo es novedoso en la medida en que aparece de forma repentina, aque- los estimulos que se repiten mucho pueden provocar RO intensas pero tam- bién producen habituacién répidamente. 3) Este mismo fenémeno ocurre si tenemos en cuenta la variable ritmo de apari- ci6n del estimulo: cuando los estimulos se presentan en intervalos temporales muy regulares se produce antes el fenémeno de habituacién. Finalmente, hay ocasiones en que, una vez finalizada la RO, pueden producirse dos fenémenos. El primero de ellos se conoce con el nombre de recuperacién espon- ténea, y suele producirse cuando de pronto se omite un estimulo que previamente ha estado siendo presentado a intervalos regulares. El segundo de ellos se conoce con el nombre de deshabituacién, y tiene lugar cuando aparece la RO como consecuencia de la presentacién de otro estimulo, generalmente mucho més intenso que el primero. 164 Psicologia de la atencién 7.2.2. La respuesta de orientacién Desde la psicofisiologia, el reflejo de orientacién se ha definido como un conjun- to de respuestas fisiolégicas que tienen lugar ante estimulos novedosos o de intensi- dad moderada-baja. Desde este punto de vista, el interés por el estudio de la respuesta de orientacién se ha centrado en conocer cuales son sus manifestaciones mas impor- tantes, asi como cuales son los mecanismos neurales directamente implicados en este tipo de respuesta. Si nos centramos en primer lugar en los componentes de la RO, nos encontramos con que los m4s importantes son los siguientes: © Cambios en la sensibilidad y orientacién de los é6rganos sensoriales Cuando se produce la RO tiene lugar un descenso de los umbrales de las moda- lidades sensoriales, por lo que el organismo es mas receptivo. Este descenso puede Capitulo 7: Otras dimensiones en el estudio de la atencién 165 venir provocado por un estimulo de la misma modalidad sensorial al 6rgano que res- ponde, o a una modalidad distinta. Cuando este fenémeno tiene lugar se habla de facilitacion transmodal. Pero ademis de este aumento de la sensibilidad, se producen cambios en la orien- tacién y posicién de los érganos sensoriales: los ojos, por ejemplo se abren més y se orientan hacia el estimulo, etc. Aparecen componentes motores tales como girar la cabe- za hacia la fuente de estimulacién, a veces incluso el tronco 0 el cuerpo entero, etc. * Cambios en el sistema nervioso auténomo Las respuestas vegetativas mds importantes que acompajian a la RO son las si- guientes: a) La conductividad de la piel aumenta bruscamente. Este aumento depende de factores tales como la intensidad y duraci6n del estimulo, si bien también presenta una habituacién muy rdpida. b) Se produce una desaceleracién del ritmo cardfaco que, en ocasiones, puede ir seguida de una aceleracion. A diferencia de la respuesta electrodérmica, esta desaceleracién tiende a ser constante y no se ve influida por variables tales como las enunciadas en el caso anterior. c) También se producen una serie de cambios en la respiracién. Se suele consi- derar que tiene lugar una pausa respiratoria. Ahora bien, con estimulacio- nes auditivas muy intensas, el patr6n de respuesta es distinto (Harver y Kot- ses, 1987): tras una inspiracién muy breve tiene lugar un aumento fasico en la profundidad y frecuencia respiratoria. d) Hay una dilataci6n pupilar, que esta muy ligada al nivel de significacion que tiene el estimulo para el organismo. e) Finalmente, aumenta el tono de la musculatura estriada. * Cambios corticales El componente EEG es uno de los mas estudiados en la RO, ya que es el tiltimo en aparecer y desaparecer ante los cambios estimulares. La respuesta electroencefa- lografica mas general que tiene lugar cuando aparece la RO es una desincronizacin del ritmo alfa, si bien las caracteristicas de dicha desincronizacién dependen de fac- tores tales como la modalidad sensorial de la estimulacién, la complejidad del estimu- lo 0 la edad del sujeto. Por otra parte, dicha activacién cortical puede ser especifica 0 inespecifica del sistema sensorial que ha sido estimulado. Se distingue, asi, entre a) una desincronizacién fasica o especifica, esto es, limitada al area de proyeccién sen- sorial correspondiente al rgano sensorial estimulado, y b) una desincronizaci6n t6ni- ca 0 reaccion inespecifica que se prolonga por toda la corteza cerebral. Pero ademés de la actividad electroencefalogréfica, también se produce una acti- vidad de algunos potenciales evocados atencionales. Los que més directamente estén 166 Psicologia de la atencién relacionados con la presencia de estimulos novedosos son el N100 y el P300. Una caracteristica comin a ambos es que presentan habituacién muy répidamente. Por lo que respecta a los mecanismos neurales de la RO, las estructuras cerebra- les especialmente implicada con su desencadenamiento y habituacién son tres; a saber, la formacién reticular (FR), ciertas estructuras del sistema limbico y la corteza cere- bral. De forma mis especifica: a) Cuando diversas Areas de la FR son estimuladas, por ejemplo, se producen una serie de cambios EEG y del sistema nervioso auténomo muy semejan- tes a las que tienen lugar cuando aparece un estimulo novedoso y se desen- cadena la RO. b) Por lo que respecta al sistema limbico, las estructuras especialmente rela- cionadas con la RO son la amigdala y el hipocampo. La estimulacién y lesion de la amigdala, por ejemplo, provoca alteraciones importantes en las res- puestas vegetativas de la RO -su estimulacién eléctrica, por ejemplo, altera la tasa cardfaca y respiratatoria, mientras que una lesi6n provoca problemas de orientacién visual-. Por su parte, una lesién en el hipocampo provoca tras- tornos atencionales relatives a la orientaci6n espacial, orientaci6n de los movimientos oculares ¢ hiperactividad (Foreman y Stevens, 1987). c) Finalmente, Sokolov ha sido el primer autor que ha postulado la relacién existente entre RO y corteza cerebral. Esta relacién se evidencia especial- mente en el caso de las RO voluntarias que se producen ante estimulos nove- dosos que implican un andlisis muy detallado por parte del organismo en fun- cin de su experiencia previa. Por otra parte, cuando se producen lesiones en el c6rtex prefrontal desaparecen los cambios electrodérmicos propios de la RO y se produce un enlentecimiento en los procesos de habituacién. Los resultados més tipicos en estas investigaciones han sido los de animales lesio- nados en este drea que presentan una disminucién en los componentes auto- némicos de la respuesta de orientacién (Kimble, Bagshjaw y Pribram, 1965; Zernicki, 1972), al tiempo que una mayor dificultad para experimentar habi- tuacién conductual. 78 Psicologia de la atencién 3.7. Los modelos de automaticidad De forma casi paralela a los modelos de recursos, han surgido durante la segun- da década de los afios 70 una serie de modelos formales que suelen ser conocidos con el nombre de modelos de automaticidad (Hasher y Zacks, 1979; Posner y Snyder, 1975; Schneider y Shiffrin, 1977; Shiffrin y Schneider, 1977). Se considera que estos mode- Ios son una continuaci6n de los modelos de recursos y una critica a los modelos aten- cionales de filtro, reinterpretando estos iltimos te6rica y metodol6gicamente. Aqui nos vamos a centrar en las aportaciones de estos modelos dentro del ambi- to de estudio de la atenci6n. No obstante, queremos resaltar que estos modelos no s6lo han estudiado este proceso sino otros, como por ejemplo la memoria, la activa- jon semAntica, etc., hasta el punto de intentar ofrecer una visién global del procesa- miento de la informacién y del funcionamiento cognitivo del sujeto. Las teorfas clasicas de la automaticidad (Hasher y Zacks, 1979; Posner y Snyder, 1975; Schneider y Shiffrin, 1977; Shiffrin y Schneider, 1977) han postulado la exis- Capitulo 3: Modelos te6ricos y perspectiva historica en el estudio de la atencibn 79 tencia de dos formas de procesamiento cualitativamente distintas: los procesos auto- mdticos y los procesos controlados. Cada uno de ellos se caracteriza por poseer una serie de rasgos o criterias diferenciales que permiten establecer las diferencias entre ellos. Los mas importantes son los siguientes: 1) Atencién y/o capacidad. Mientras que un proceso automatico no consume ape- nas capacidad atencional, un proceso controlado consume una gran cantidad de recursos de procesamiento. 2) Control. Los procesos autométicos no pueden ser controlados por el sujeto una vez que han sido iniciados. Por el contrario, los procesos controlados, como su propio nombre indica, estan sometidos a la intencionalidad del sujeto. 3) Procesamiento serial versus paralelo. Se suele considerar que los procesos auto- miticos procesan la informacién en paralelo, puesto que se hallan libres de demandas atencionales, mientras que los procesos controlados operan de for- ma secuencial. 4) Nivel de ejecucién. Los procesos automiticos actiian en tareas simples cuya precision y rapidez es mayor que las de aquéllas otras que precisan de los recur- sos controlados. 5) Practica. Mientras que los procesos automaticos no mejoran sustancialmente con la practica, los procesos controlados sufren grandes cambios como conse- cuencia de ella, hasta el punto de llegar a convertirse en procesos automaticos. 6) Modificacion. Los procesos automaticos son dificilmente modificables una vez adquiridos. En cambio, los procesos controlados se pueden modificar mas facil- mente y se adaptan mejor a las situaciones novedosas. 7) Memoria. Los procesos automaticos constituyen rutinas almacenadas en el si tema de memoria a largo plazo, mientras que los procesos controlados se ubi- can en la memoria a corto plazo, entendida ésta como memoria activa. 8) Conciencia. Mientras que los procesos automdticos son procesos no conscien- tes, los procesos controlados si implican, al demandar atenci6n, un determi- nado nivel de conciencia de sus componentes. La cantidad de estudios que han intentado analizar detenidamente cada uno de estos criterios ha sido muy numeroso (Garcfa-Sevilla, 1989). Pero pronto se observ6 que era practicamente imposible considerar todos los criterios descritos a un mismo tiempo para analizar el cardcter automtico controlado de un proceso y/o tarea. Una de las razones principales era que un mismo proceso o tarea puede ser considerada como automitica o controlada dependiendo del criterio que se esté considerando (Naveh- Benjamin, 1987). Ello dié lugar a que diversos te6ricos (LaBerge, 1981; Shiffrin y Dumais, 1981; Shiffrin, Dumais y Schneider, 1981) intentaran delimitar qué criterios pueden ser considerados esenciales para calificar a un proceso. Bajo esta perspectiva, los criterios basicos que han definido un proceso como automético o controlado han sido precisa- mente los de capacidad y control (Jonides, 1985; Neely, 1977; Shiffrin y Dumais, 1981; Shiffrin, Dumais y Schneider, 1981). En palabras de Shiffrin, Dumais y Schneider (1981, p. 227-228): 80 Psicologia de la atencién ““Cualquier proceso que no usa recursos de procesamiento generales ni especificos, y cuya capacidad de procesamiento no especifico esté disponible para otros procesos es automé- tico... Cualquier proceso que demande recursos a los inputs de estimulo externo, sin con- siderar los intentos del sujeto por ignorar la distracci6n es automético” A pesar de la formulacién de estas reglas segufan subsistiendo una serie de pro- blemas. Por ejemplo, es muy dificil que un proceso 0 tarea, por el hecho de ser auto- mAtica, no exija ninguna capacidad de procesamiento. En definitiva, no se puede hablar de procesos totalmente automaticos o totalmente controlados. Diversas inves- tigaciones han observado que ambos pueden operar de forma conjunta en una mis- ma tarea (Myers y Fisk, 1987; Séinz, Mateos y Gonzélez, 1988; Schneider, Dumais y Shiffrin, 1984; Shiffrin, Dumais y Schneider, 1981), y que la mayor parte de los auto- matismos fueron en un principio procesos controlados. Como consecuencia de cllo, los te6ricos de la automaticidad comenzaron a alejarse progresivamente de una pos- tura dicotémica en la conceptualizacién de estos procesos. Han sido muy numerosas las alternativas propuestas (Kahneman y Treisman, 1984; Logan y Cowan, 1974; Myers y Fisk, 1987; Naveh-Benjamin, 1987; Schneider y Shiffrin, 1985; Zbrodoff y Logan, 1986), pero todas ellas se pueden resumir principalmente en dos: 1) Asumir que la mayor parte de los procesos son mixtos, es decir, poseen com- ponentes automaticos y controlados (Kahneman y Treisman, 1984; Myers y Fisk, 1987; Logan y Cowan, 1974; Schneider, Dumais y Shiffrin, 1984; Schneider y Shiffrin, 1985). 2) Postular que procesos automaticos y controlados no son cualitativamente dis- tintos, sino que se encuentran ubicados a lo largo de un continuum (Naveh- Benjamin, 1987; Naveh-Benjamin y Jonides, 1986; Zbrodoff y Logan, 1986), con lo que la diferencia entre procesos automaticos y controlados tan s6lo es cuestion de grado. INPUT. Procesamiento . Procesamiento RESPUESTA ESTIMULAR automitico atencional Inicio Fin Figura 3.4, Representacién de un modelo de interaccién entre procesos autométicos y controla- dos: en las primeras etapas del procesamiento actéan los procesos autométicos; en las dtimas eta- pas actdan los procesos controlados. Capitulo 3: Modelos teéricos y perspectiva historica en el estudio de laatencisn 81 I N >» Ss Fr ees rT Procesamiento R wat automatico E E — s a aa 7 E —— S mL Frame : U mee atencional (limitado) nN [oe A A nici Fin Figura 3.5. Representacién de un modelo de interaccién entre procesos automiticos y controlados. Procesos autométicos y controlados actin en cualquier etapa del procesamiento. En cualquier caso, las teorfas de la automaticidad han tenido un papel muy rele- vante en el estudio de los procesos atencionales desde el momento en que la atencién ha sido considerada un criterio basico para decidir si un proceso es automitico 0 con- trolado. Por otra parte, muchos estudios sobre atencién, sobre todo de atencién divi- dida, y de forma més especifica aquellos que utilizan el paradigma de doble tarea, han utilizado en muchas ocasiones la terminologia utilizada por las teorias de la automa- ticidad que, como hemos indicado al principio, no se circunscriben al estudio de la atenci6n sino de otros procesos psicolégicos. En este sentido, las principales investi- gaciones que sustentan las teorias de los procesos automaticos y controlados se han centrado en los siguientes temas: 1) El nivel de automaticidad en los distintos estadios del procesamiento, Teniendo en cuenta que el desarrollo de cualquier tarea implica la presencia de distintas operaciones y/o estadios ~codificaci6n, imaginaci6n, reconocimiento, decisiGn, ctc.-, diversos teéricos de la automaticidad (Hasher y Zacks, 1979; Johnston y Heinz, 1978; Posner y Boies, 1971; Treisman y Gelade, 1980) se han dedicado a analizar el cardcter automatico 0 controlado de cada uno de estos estadios. Desde esta perspectiva, aunque algunas investigaciones (por ejemplo, Logan, 1978) han intentado analizar a un mismo tiempo la naturaleza automética ver- sus controlada de los distintos estadios, la mayor parte de las investigaciones se han centrado en el estudio de estadios muy especificos del procesamiento de la informacién, siendo uno de los mas estudiados el de la codificacin (Hasher y Zacks, 1979; Naveh-Benjamin, 1987; Zacks, Hasher y Sanft, 1982). 2) La adquisiciOn del automatismo. Determinados procesos y/o tareas que en un principio son controlados pueden llegar a automatizarse. El factor mas impor- 82 Psicologia de la atencion tante que facilita este proceso de automatizaci6n es la practica, la cual permi- te en muchas ocasiones que: 4a) Algunos procesos que en un principio operan secuencialmente pueden Ile- gar a funcionar de forma simultanea como consecuencia de la practica (Fisk y Schneider, 1983; Shiffrin y Schneider. b) Dos tareas realizadas simulténeamente, de tal forma que una de ellas gene- ra interferencia sobre la otra, pueden llegar a automatizarse y no producir interferencia (Hasher y Zacks, 1979). Capitulo 2: Métodos y técnicas de estudio de la atencin = 53 2.6.1. El paradigma de priming El fenémeno de priming tiene lugar cuando un estimulo antecede a otro, de for- ma que el primero afecta a la ejecucidn del segundo. Desde un punto de vista expe- timental, este fenémeno es conocido también con el nombre de técnica de anticipa- ci6n o técnica de preparacion. El procedimiento utilizado en estos estudios ha consistido en (véase Figura 2.4): PRESENTACION DEL ESTIMULO SENAL. FASE DE. —— ESTUDIO} PRESENTACION DEL ESTIMULO DE PRUEBA PROCESAMIENTO FASE DE. wi ie PRUEBA. RESPUESTA DEL SUJETO Figura 2.4, Procedimiento seguido en el paradigma de priming. 1) Presentar un primer estimulo que se considera como estimulo sefial o estimu- lo preparador (prime). Dicho estimulo no tiene ningin valor informativo nece- sario para el procesamiento y respuesta que se ha de dar a otros estimulos que aparecen poco después. 54 Psicologia de la atencion 2) Alcabo de un cierto periodo de tiempo, conocido con el nombre de intervalo entre estimulos (IEE) se presenta un segundo estimulo presentado, el estimu- lo de prueba o estimulo objetivo. La tarea del sujeto es responder, a partir de las instrucciones dadas, al segundo estimulo y no al primero. Generalmente suele entenderse que el tiempo que media entre y el estimulo de prueba es un periodo preparatorio en el que la organismo para responder al estimulo de prueba cambia. En muchas ocasiones, el efecto que se produce en tal situacién es el de facilitar 0 inhibir el procesamiento de esa informacién posterior. En el primero de los casos habla- mos de priming positivo, mientras que en el segundo hablamos de priming negativo. En cualquier caso, el proceso de facilitacién o inhibicién se analiza comparando el ren- dimiento del sujeto cuando el estimulo de prueba o target aparece sin ningtin estimu- lo previo (condicién de linea de base) y el rendimiento cuando aparece el prime. Las variables principalmente estudiadas en el fenémeno de priming han sido las siguientes: ja sefial de aviso onibilidad del 1) Larelaci6n que se establece entre el esttmulo preparador y el estimulo de prue- ba. Si bien hay ocasiones en las que puede que no exista relacién alguna entre ambos estimulos, o puede que el prime sea un est{mulo neutro de cualquier tipo (Balota, 1983; Humphreys, 1981; Marcel, 1983), la mayor parte de los estu- dios sobre priming establecen algiin tipo de relacién entre prime y target. Cuan- do se usan digitos como estimulos, las relaciones mas frecuentes que se esta- blecen son las de similitud fisica, fonol6gica y/o seméntica (véase Cuadro 2.1). En el caso en el que se usan palabras, las relaciones mas comunes entre prime y target suelen ser: a) Una semejanza en las propiedades del cédigo fonol6gi- co de las palabras. En ese caso hablamos de priming fonolégico. b) Una seme- janza o relaci6n entre el contenido de las palabras. Se habla entonces de pri- ming seméntico. 2) Eltiempo que media entre ambos estimulos. Esta variable también es conoci da con el nombre de secuencia temporal entre estimulos 0 asincronia de pre- sentacion entre estimulos (APE; SOA: stimulus onset asynchrony). Las inves- tigaciones que manipulan esta variable parecen evidenciar que el perfodo necesario para que el prime influya sobre el procesamiento del estimulo de prueba oscila entre 250-500 milisegundos. Por encima 0 por debajo de este intervalo temporal no suele observarse efectos de priming. 3) El grado de consciencia que el sujeto tiene del prime. En muchos estudios, tan- to el prime como el target son procesados a nivel consciente. Sin embargo, otros estudios han analizado los efectos de priming en aquellas situaciones en las que el sujeto no es capaz de informar sobre las caracteristicas del prime e incluso determinar si éste se halla o no presente. Ello se puede conseguir de dos ma- neras: 4a) Presentando el prime durante un intervalo temporal muy breve. En este caso, los resultados generales observados son que, a pesar de que el sujeto no pue- Capitulo 2: Métodos y técnicas de estudio de la atencién 55 de informar sobre las caracteristicas del prime, éste afecta al procesamiento del target cuando existe algin tipo de relacién significativa entre ambos. b) Presentando el prime en condiciones de enmascaramiento. La técnica de enmas: caramiento consiste en un efecto de interferencia que un estimulo conocido con el nombre de mascara o estimulo enmascarador produce sobre otro al que el sujeto ha de procesar o responder y que es conocido con el nombre de esti- mulo critico. Dicha interferencia se produce porque la presentacién de la més- cara, o bien deteriora el procesamiento del otro estimulo, o bien impide su procesamiento consciente. La estrategia mas frecuente para producir este efec- to consiste en presentar los dos estimulos muy proximos temporalmente, pero sin que haya solapamiento entre ellos, de tal manera que la intensidad de la méscara sea mayor que la del otro estimulo. La mascara puede presentarse antes o después del estimulo. En el primero de los casos hablamos de enmas- caramiento proactivo y en el segundo de enmascaramiento retroactivo. Cuando se utiliza la técnica de priming con enmascaramiento hablamos de priming encubierto y, puesto que en estos casos la mascara se presenta tras el prime, se dice que es una forma de enmascaramiento retroactivo. En estos casos, el periodo éptimo que ha de transcurrir entre prime y mascara es de aproximadamente unos 25 milisegundos. El efecto més importante de esta situaci6n de enmascaramiento es que el individuo no puede identificar el prime. En casos muy extremos, la presen- cia de una mascara puede incluso impedir su deteccién. La mayoria de los estudios que han utilizado esta variante experimental (Balota, 1983; Mar- cel, 1983) siguen obteniendo efectos de priming significativos. 4) Modalidad de los estimulos presentados. En la mayoria de los estudios sobre priming, tanto el prime como el target suelen ser digitos muy sencillos (ntime- ros o letras) o palabras. Sin embargo, cada vez es més frecuente utilizar pri- ‘mes y targets de modalidades distintas; por ejemplo, una palabra como prime y un dibujo como target. A pesar de que ambos tipos de estimulos sean distin- tos, también en estos casos se observa que se produce un efecto significativo. CUADRO 2.2. Paradigma de priming: tipos de relacién prime-target. ‘Naturaleca del Tipo de Ejemplo Prime/Target Relacion PRIME | TARGET Identidad Fisica a a Digitos Tdentidad Nominal a a Identidad B i Categoriat Palabras Fonoléica pato palo _[Semanica perro gato 58 Psicologia de la atenci6n 2.8. Tareas de vigilancia Una tarea de vigilancia consiste en la presentaci6n esporddica e imprevisible de una sefial o estimulo, normalmente conocido con el nombre de seftal critica, a lo lar- go de un periodo de tiempo relativamente largo de una hora o mas tiempo, y la tarea del sujeto consiste en detectar dicha sefial. Como se puede observar, este tipo de tareas son relativamente sencillas, y en la mayoria de los casos tan slo exige que el sujeto permanezca atento de forma continua. Para ello, es necesario que el sujeto manten- ga unos niveles minimos de activacién y alerta. El disefio de los experimentos de vigilancia suele mantener una serie de caracte- risticas similares. Las més importantes son: 1) Aunque las sefiales pueden ser complejas, en la mayor parte de los casos son simples: un punto tenue en la cara de un tubo de rayos catédicos, un tono cor- to presentado a través de unos auriculares, o el doble salto de una manecilla en la esfera del mando de un instrumento. 2) Si bien pueden emplearse ocasionalmente seftales negativas ~por ejemplo, la ausencia de una sefal o de un tono-, lo normal es utilizar sefiales positivas. 3) Con excepcin de un ntimero muy limitado de experimentos, las modalidades implicadas han sido la audici6n, la vision, o una combinacién de ambas vias sensoriales. 4) La duraci6n de la vigilancia es, como mfnimo, de una hora, con frecuencia es de varias horas y puede llegar a ser de 24 horas. Cuando la tarea es excesiva- mente larga, se realiza en la mayorfa de las ocasiones en bloques de ensayos, con un perfodo de descanso entre ellos. En estos casos, los bloques se desa- rrollan en perfodos superiores a 30 minutos. 5) Elintervalo entre las sefiales varfa entre unos pocos segundos y alrededor de 10 minutos o més, pero el promedio suele ser de unos dos minutos de duracién. Los resultados mas caracteristicos que se obtienen cuando se llevan a cabo tareas de atencién sostenida es el fenémeno que se conoce con el nombre de funcién de decremento 0 menoscabo de la atenci6n. Dicho fenémeno consiste en que, en condi- ciones normales, al cabo de un cierto tiempo de estar levando a cabo una tarea que demanda atencién -aproximadamente tras la primera media hora~ comienzan a dis- minuir los niveles de alerta del individuo y, por lo tanto, también disminuye la aten- ciGn. El deterioro en la ejecuci6n se evalda a través de dos variables principales: a) el Capitulo 2: Métodos y técnicas de estudio de la atenci6n 59 tiempo de reaccién o latencia de respuesta; esto es, el tiempo que el sujeto tarda en informar de la sefial; y b) la precisién de la respuesta, es decir, el nmero de aciertos (porcentaje de sefiales detectadas correctamente) y errores. Pues bien, el menosca- bo de atencién se evidencia en que: 1) El sujeto tarda mas en reaccionar ante los estimulos del ambiente. 2) Se detecta cada vez peor. El ntimero de errores que el sujeto comete se incre- menta, y éstos pueden ser basicamente de dos tipo a) Errores de omision. Se producen cuando ante la presencia de un estimulo critico no hay respuesta por parte del sujeto. b) Errores de comisidn. Tienen lugar cuando damos respuesta sin que haya apa- recido la sefial critica. El fenémeno de menoscabo de la atencién es un fenémeno generalizado en las tareas de vigilancia; no obstante, el que aparezca mas o menos pronto y de forma mas o menos acentuada depende de una serie de variables tales como la modalidad sen- sorial de la seftal critica, su intensidad, duraci6n o previsibilidad de aparici6n; la com- plejidad de la tarea; etc. (véase Capitulo 5). 96 Psicologia de la atencin * Modelos de lente zoom Ya en los afios 80 han surgido una serie de modelos totalmente alternatives a los modelos de foco. Son los denominados modelos de lente zoom. Para estos modelos, a atenci6n funciona como una lente zoom que tiene distintos niveles de resolucién (Eriksen y St. James, 1986; Eriksen y Yeh, 1985; Jonides, 1983; Treisman y Schmidt, 1982). Segiin esta analogfa, cuando el Ambito de visién del foco es muy amplio, su poder de resolucién es pequefio, por lo que los objetos que caen dentro del campo de Ia atenci6n no reciben un procesamiento especialmente significativo. En cambio, cuan- do el poder de resolucién de la lente aumenta, el campo de visi6n se constrifie. En estos casos, los objetos que caen dentro del campo de la atencién pueden ser anali- zados con mucho mayor detalle y precisién que los que estén fuera del campo. Los postulados principales de estos modelos son los siguientes: Capitulo 4: Atencién selectiva 97 1) La atencién puede actuar en distintas 4reas del campo visual. Ahora bien, esta atenci6n no es la misma, sino que afecta de forma distinta a las distintas 4reas afectadas. De hecho, los estimulos que reciben mayor atencién son aquellos que se encuentran contiguos en el espacio al foco. 2) El foco no tiene un tamaiio fijo sino variable. 3) La facilitacién atencional es inversamente proporcional al tamaiio del foco: a medida que disminuye la concentracién espacial, aumenta la concentracién de recursos y el procesamiento de los estimulos que caen dentro del campo aten- cional es mas rapido, preciso y detallado. 4) La informacién que queda fuera del foco no es completamente desatendida. La analogfa de la atenci6n espacial como una lente zoom es en la actualidad bas- tante aceptada por la comunidad cientifica puesto que conjuga mejor el tema de la amplitud y la resoluci6n del foco que la analogia del foco luminoso (véase, por ejem- plo, Jonides, 1983, Eriksen y St. James, 1986), pero no ha llegado a sustituir a este iltimo conjunto de modelos puesto que también posee algunas debilidades. La més importante de todas ellas es que no est4 ni mucho menos claro que la hipétesis visual pueda ser repartida entre distintas posiciones espaciales. Por el contrario, la eviden- cia experimental parece demostrar que la atencién visual no se reparte, sino que el foco atencional cambia de posicién cuando ha de atender a distintos espacios del cam- po visual (Posner, Snyder y Davidson, 1980; Sperling y Melchmer, 1978). En términos generales, ambos tipos de modelos conviven actualmente y ninguno de ellos ha anulado totalmente al otro. Capitulo 4: Atencién selectiva 101 4.4.3, El desplazamiento de la atencién en el espacio visual En la mayor parte de las investigaciones anteriormente mencionadas el sujeto era instruido para que sus ojos permanecieran inméviles. Y es que, un hecho que es evi- dente y que se evidencia todavia mas a partir de los estudios sobre indicios espacia- les, es que la atencién cambia u oscila para focalizar su objetivo (Findlay y Kapoula, 1992; Eriksen y Murphy, 1987) y que la manifestacién conductual mas evidente de estas oscilaciones espaciales es el movimiento de los ojos, también conocido con el nombre de conducta oculomotora. ‘Sin embargo, ya indicamos en el Capitulo 1 que, si bien los movimientos oculares pueden acompaiiar a los cambios de la atencién, no tienen por qué identificarse. Esta es la raz6n por la cual la mayoria de los investigadores han intentado asegurarse que es el mecanismo de la atencién, y no el de los movimientos sacédicos oculares, el respon- sable de los resultados obtenidos. Para conseguir este objetivo se han seguido dos pro- cedimientos experimentales: o bien presentar en la pantalla un punto de fijacién antes de cada exposicién y pedirle al sujeto que mantenga la mirada fija en él, 0 bien pre- sentar tiempos de preindicio con SOA inferiores a 250 milisegundos, que es el tiempo de latencia del movimiento sacddico. El presupuesto basico, en este tiltimo caso, es que la respuesta de la atencién puede ser mas rapida que la de un movimiento sacadico. Elestudio de las oscilaciones de la atenci6n se ha centrado en dos campos principa- les; a saber, estudiar la naturaleza de dichos cambios y, en segundo lugar, analizar la velo- cidad de dicho movimiento (para una revisién sobre el tema, véase Barriopedro, 1994). Con respecto al primero de estos puntos, un tema clave ha sido delimitar si exis- te una identidad entre movimientos oculares y movimientos de la atenci6n o, si por el contrario, son mecanismos distintos. Actualmente sabemos que, cuando ambos se estudian conjuntamente se observa que la latencia de los movimientos oculares hacia aquellos objetos a los que se presta atenci6n es menor que la de los movimientos sacé- dicos de los ojos. Uno de los estudios que mejor evidencia este fendmeno es el de Fis- her y Breitmeyer (1987). Dichos investigadores han mostrado que cuando el sujeto atiende activamente a distintos espacios del campo visual lleva a cabo unos movi- mientos sacédicos répidos (express saccades) cuya latencia es tan s6lo de 75-100 mili- segundos. Sin embargo, cuando la atencién se focaliza en un objeto del campo visual, la latencia de estos movimientos se enlentece, maxime en aquellas situaciones en las que la atencién estaba fijada en otro objeto; en otras palabras, la latencia del movi- miento ocular de la atencién parece ser menor que la del movimiento ocular en con- diciones normales. Esto ha llevado a diferenciar claramente entre ambos mecanis- mos, si bien existe una estrecha relacién entre ambos. En concreto: 1) El control ocular est subordinado al mecanismo de control atencional. 2) Una de las funciones del mecanismo atencional es la de programar el movi- miento ocular, en funcién del tipo de estrategia que la atencién esté desarro- lando: exploracién y busqueda, reorientacién, etc. En cuanto al estudio de la rapidez de las oscilaciones de la atenci6n focalizada, ésta ha sido estudiada manipulando el perfodo de preindicio, por un lado, y la distancia 102 Psicologia de la atencion entre la localizacién donde aparece el estimulo y el punto de fijacién, por otro. Por lo que respecta a la primera de estas variables, manipular el intervalo temporal entre indi- cio y sefial nos permite comprobar si el foco atencional ha llegado a la posicién del estimulo en el momento de la presentacién de este ultimo. Como ya vimos en el apar- tado anterior, parece que el mecanismo de la atenci6n funciona 6ptimamente con SOA inferiores a los 200 milisegundos y que el periodo éptimo es de 50 milisegundos. Este resultado también parece obtenerse cuando se manipula la segunda de las variables mencionadas (véase, por ejemplo, Tsal, 1983). Si bien los movimientos de la atencién, al menos en tareas de orientaci6n y detec- cién visual, son incluso mas répidos que los de los movimientos sacddicos normales, sus oscilamientos pueden ser en ocasiones mucho més lentos. Es lo que ocurre cuando tiene lugar el fenémeno conocido con el nombre de inhibicién de retorno (Posner, Cohen y Rafal, 1982; Posner y Cohen, 1984) o post-efecto inhibitorio (Tassinari, Aglioti, Chelazzi, Marzi y Berlucchi, 1987). Dicho fenémeno consiste en la dificultad que tie- ne el foco atencional en volver répidamente a aquellas zonas que acaba de atender justo momentos antes. Uno de los estudios que mejor evidencia este fendmeno es el de Posner y Cohen (1984). Utilizando el paradigma de costes y beneficios en una tarea de deteccién de letras, estos autores desarrollaron el siguiente procedimiento expe- rimental: 1) Presentar un punto de fijaci6n para que la atenci6n se focalizara en dicho punto. 2) Presentar una sefial periférica que provocara el movimiento de la atencién a una posicién X. 3) Presentar nuevamente una sefial central con el fin de que la atenci6n retorna- ra al punto de fijacién. La tarea del sujeto consistfa en detectar un estimulo objetivo que era presentado a nivel periférico, bien en la posicién X, o bien en cualquier otra posicin periférica. Posner y Cohen (1984) encontraron que el tiempo de deteccién de dicho estimulo era menor cuando se presentaba en posiciones periféricas diferentes a la posicién X. La interpretacién que estos autores dieron a los resultados era que se producia un coste como consecuencia de que la posicién espacial X hab{a sido previamente atendida. Este efecto fue denominado inhibicién de retorno, y parece que tiene una duracién de aproximadamente 2 segundos. Dicho fenémeno evidencia, en definitiva, que la atenci6n tiene dificultades para retornar o volver la vista a las posiciones espaciales que acaba de atender y que, bajo ciertas circunstancias, la velocidad de los oscila- mientos de la atencién es mucho menor. 82. Psicologia de la atencién 3.8. Modelos de control atencional Los modelos de la psicologfa cognitiva de los afios 60 y 70 se centraron principal- mente en dos aspectos basicos de la atencién: seleccién y capacidad; pero obviaron otros temas importantes como es el del control atencional. Hasta esos momentos se presuponja su existencia y poco mas. Los modelos de filtro identificaron en parte selecci6n y control, y cuando inten- taban establecer dénde tenfa lugar la seleccién, presuponfan que estaban averiguan- do dénde se producia el control atencional pero nunca intentaron explicitar cual es el papel que la atencién juega en el control de la actividad cognitiva. Por su parte, los modelos de automaticidad, a pesar de darle la importancia que otorgaban al control como uno de los criterios de diferenciacién entre proceso automitico y controlado, se han interesado, como hemos visto en el apartado anterior, en intentar deli: ir hasta qué punto un proceso es automatico 0 controlado, pero no en conocer las cla- ves por las cuales se puede conseguir controlar dichos procesos. En definitiva, la atencién era considerada como un “proceso cognitivo” (Ruiz Var- gas, 1993), los modelos teéricos del momento se centraron en los mecanismos de selec- ci6n y divisin de la atencién, y el papel y la funcién del control atencional no reci- bieron un tratamiento teérico adecuado. Sin embargo, a partir de la década de los 80, la atencién comienza a conceptualizar- se como un mecanismo que es capaz de controlar la ejecucién de los procesos mentales (Logan, 1981), y es a partir de esos momentos cuando comienza a surgir todo un con- junto de modelos (Baars, 1987, 1988; Norman y Shallice, 1986; Reason, 1979, 1984; Sha- lice, 1988) que intentan sistematizar el papel de la atenci6n en dicho proceso de control. Ya hemos indicado en el Capitulo 1 cuales son las caracterfsticas més importan- tes de la atencién cuando se conceptia como un mecanismo de control. Veamos, a manera de ejemplo, uno de los modelos formales mas conocidos que ha intentado explicitar la funci6n y el lugar en el sistema cognitivo de dicho mecanismo de control; a saber, el de Shallice y colaboradores. Segtin Norman y Shallice (1986), la actividad cognitiva posee una serie de compartimentos, cada uno de los cuales cuenta con una funcién especifica; a saber: 1) Existe todo un conjunto de funciones cognitivas simples, tales como el lenguaje o las funciones visoespaciales, conocidas con el nombre de unidades cognitivas. Capitulo 3: Modelos tebricos y perspectiva histérica en el estudio de la atencién 83. 2) Las unidades cognitivas se integran e interactéan entre si, dando lugar a una serie de actividades conductuales que se activan mediante los esquemas de acci6n. Dichos esquemas estén organizados jerarquicamente, de tal forma que los esquemas de orden superior pueden incluir subrutinas inferiores. 3) Cuando desarrollamos acciones relativamente simples y bien aprendidas (por ejemplo, ir al trabajo), éstas se hallan controladas por esquemas que se activan automaticamente y que por lo tanto no necesitan de la acci6n de la atencién. 4) Por el contrario, los esquemas de accién que desarrollamos cuando el orga- nismo se enfrenta ante situaciones nuevas 0 conflictivas precisan de la accién de una estructura de control que seleccione los esquemas que son mas nece- sarios ante estas situaciones novedosas. Dicha estructura recibe el nombre de sistema atencional supervisor (SAS). EISAS se caracteriza por ser un sistema de capacidad limitada, y cuyas funciones mas importantes son: a) Activar o inhibir las estructuras que procesan la informacién. ) Activar e inhibir los esquemas mentales. c) Actuar sobre los restantes procesos psicol6gicos (percepcin, memoria, fase de decisién o ejecucién de respuestas). Este sistema acta en situaciones diversas, pero las mas frecuentes son: cuando hay que planificar o tomar decisiones, cuando a la hora de resolver un problema no existen soluciones familiares, o cuando hay que inhibir una respuesta habitual.

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