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34 Sociedad de Matemética de Chile Historia de la Geometria Oscar Pino ~ Santiago Sologuren! El viento hubo partido ya hace tiempo, mas el frio se quedé anclado en Jos huesos de todos. El silencio prestaba su ropaje solemne al momento, En el horizonte ella estaba serena y misteriosa como siempre, Antes de los hom- bres y después de ellos, inmutable y cambiante, su forma maravillaba el ojo del inerédulo y reconfortaba a quien reconocia la infinita perfeccién de su con- toro. La luna brillaba eterna y blanca, despertando en lo profundo del cerebro humano los impulsos que hicieron que una mano describiera una curva cerrada, sobre la arena, para atrapar la esencia de tan bella y lejana habitante de la noche. Quién sabe si asi nacid el circulo, la més perfecta de las formas, luna que estuvo alli en el cielo desde siempre como una esfera dibujada en la pizarra de un aula, olvidada por el borrador y que permanece discreta para recordar a Jos nifios, qué somos y qué fuimos, que vivimos en un mundo Ileno de formas, voliimenes, superficies y lineas con los que lenamos todos nuestros recuerdos, pensamientos y raciocinios, con los que poblamos nuestros suefios. Desde el instante en que aprendemos a movernos por el mundo, hacemos uso de una geometria subconsciente, rica de nociones sencillas y complejas como la distancia, la proporcién, el contorno, la extensién, el tamafio. Nadie necesita cursos de matemética para comprender y manejar los conceptos de cercano, grande, redondo, amplio, ete. Existe, si, esta geometria subconsciente de manera inherente a las relaciones naturales del hombre con su entorno, de modo tan evidente que es igualmente evidente que somos todos parte de un mundo geométrico, tantos como somos, numerosos y variados centros de sistemas de referencia, cada uno de nosotros. {Cuénto tiempo pasé desde el gesto que atrapé la esencia de la forma de la luna en una linea? {Cuéntos siglos fueron neceserios para inventar el punto? {Quién inventé el mimero y lo amarré a la distancia? Nadie podrla responder con certeza a tales preguntas, Sélo sabemos que el punto, ese ser adimensional y omnipresente, necesité milenios de intelecto para nacer, que la linea sigue escapando de los moldes mentales de nuestros afanosos cerebros y "Universidad Catélica Boliviana, Cochabamba. Revista del Profesor de Mateméticas RPM No. 5 (1997) 35 que los nombres de aquellos hombres que engendraron la idea se han perdido por siempre en los oscuros confines del pasado. {Por qué la ciencia de la forma se lama Geometrla? {Por qué lleva ese nombre terrenal, universal y griego? No tenemos otra seguridad que la duda de Herodoto quien en el siglo quinto antes de Cristo escribia: “Dijeron también que ese Rey (Sesostris) dividié la tierra entre todos los egipcios de modo que a cada uno le tocara un cuadréngulo de igual tamaiio y tomara de cada uno sus ingresos, estableciendo un impuesto que se exigia anualmente. Pero cuando el rio invadia una parte de alguno, éste tenia que ir a él notificarle lo que habfa sucedido. Enviaba entonces supervisores, quienes tenian que medir en cuanto se habia reducido el terreno, para que el propie- tario pudiera pagar sobre lo que le quedaba, en proporcién al impuesto total que se habia fijado. En esta forma, me parece que se originé la geometria y pas6 entonces a Hélade (Grecia)” Parece ser, cosa extrafia y comprensible al mismo tiempo, que la geometria, rece al borde de los ros. Del Nilo en Egipto, del Trigris y el Eufrates en Mesopotamia, del Indus y el Ganges en la India, del Hwang-Ho y el Yang-Tze en la China, En efecto, en las orillas de estos rios florecié la Geometria Empirica, De Ja familia de las cuasi-ciencias silvestres, dio frutos de belleza inigualable y también otros que quedaron verdes. Entre estos iltimos, citemos la férmula que expresa el érea de un cuadri- létero en funcidn de sus lados: A=(atoj(b+a)/4 establecida en un arranque intuitivo y temerario, por los antiguos babilonios, y que persisti6 en uso hasta comienzos de nuestra era, pues sabemos que aparece en una inscripcién hallada en la tumba de Tolomeo XI, quien murié el afio 51 antes de Cristo. Otra buena creencia, pero inexacta es la férmula que da el volumen de un tronco de pirémide de base cuadrada: V=h- (a? + 8)/2. Este viejo fruto, del cual hoy la validez ha muerto, sorprende por la tenaci- dad de su empleo, pues ya hacia 1950 afios antes de Cristo, en el pariro de 36 Sociedad de Matematica de Chile Mose, se daba, aunque en un caso particular, la descripcién de la formula correcta: V =A: (a? +0b+6")/3 Entre los buenos frutos, hay que mencionar uno conocido de todos y que se encuentra en el més antiguo trabajo chino conocido, el Chéu-pei, posiblemente del segundo milenio antes de Cristo: (2 = 4(ab/2) + (b— a2) = 2ab+ 8? + a? — 2ab = a? +0] {que, como vieron, no es otro sino el muy famoso teorema, que en occidente lamamos de Pitdgoras. Otra manera de probar el teorema de Pitdgoras de manera sencilla es la siguiente: Estos resultados son establecidos dentro de una geometria que nosotros lamamos empfrica, porque dichos resultados estén basados en una observacién Revista del Profesor de Mateméticas RPM No. 5 (1997) 37 del problema material, en una intuicién de genio y calidad y, por sobre todo, en una comprobacién experimental de su validez. Es decir, se estudia el problema, se propone una solucién tedrica y se hacen las ediciones correspondientes, para ver si la realidad avala numéricamente la solucién te6rica. No existe, en este método, rastro de deduecién ni de demostracién légica. Mas atin, por las evidentes limitaciones de los sistemas de medida y céleulo, no se distingue entre un resultado exacto y uno aproximado, siendo ambos considerados justos en un mundo en que la verdad se escribe con uno, dos o a lo sumo tres decimales de precisién significativa. Pero nuestro entorno es ciclico y cambiante. Egipto y Babilonia, decayeron con los tiltimos siglos del segundo milenio antes de Cristo y la herencia cultural del mar mediterréneo pas6 a las manos, 0 mejor dicho, a los cerebros de los griegos. Grecia es una tierra de perfiles tormentosos, hija del matrimonio del mar con la montaiia. Tierra bella como ninguna en el mundo, donde la vid y el olivo traducen en didlogo y juego, la alegrfa natural de un pueblo que tuvo el privile- gio de pensar. En esa tierra nacieron hombres de talento e inteligencia excep- cionales, entre ellos: Tales, Pitdgoras, Euclides, Arquimides, Hipécrates de Chios, Leén, Teudio, Eudemo, Sécrates, Platén, Aristételes, Budoxo, Archy- tas, Hippias, Eratéstenes y otros muchos. Los ge6metras griegos tenfan una concepcién fundamentalmente diferente a la de los egipcios y sumerios, en lo que concierne a la estructuracién del conocimiento. Ellos pensaban que la verdad sélo es alcanzable en el mundo de Jas ideas, de las formas puras e inteligibles, mientras que sobre el mundo fisico y material tinicamente es posible emitir opiniones, En otras palabras, el gran aporte griego al desarrollo intelectual y cultural de la humanidad es el haber creado un mundo paralelo al mundo fisico y haber estructurado ese mundo ideal como un modelo coherente, pleno de una arqui- tectura de normas y relaciones constantes, universales, inalterables y evidentes © deducibles: La Légica. En ese sentido para los griegos, la verdad dejaba de pertenecer al mundo de las cosas, dejaba de depender de la prueba experimental para existir con plenitud y autoridad, en tanto que consecuencia de una deduccién Iégica, Mas atin el mundo superior era, para ellos, el mundo mental y consagrarse a su cultivo era a todas Ices digno de elogio. Analicemos, para ilustrar la geometria cientifica de los griegos, uno de los 38 Sociedad de Matemética de Chile aportes de Eudoxo a esta ciencie, En esos tiempos, un problema por todos conocido y atacado era el de la cuadratura del circulo. Bs decir, el de construir, ayudados de una regla y un compés, un cuadrado cuya érea sea la misma que la de un cfreulo dado. Eudoxo estaba cierto que ambas figuras, el cuadrado y el cfrculo de misma érea, coexistfan sin duda, ya que era relativamente fécil mostrar que siempre es posible construir un poligono de érea igual a Ja de un cuadrado dado y que se puede aproximar un citculo por poligonos inscritos, tanto como se lo desee. El deducia, mostrando con ello que posefa, perfectamente la nocién de limite, que la existencia de un circulo de érea igual a lade un cuadrado era un hecho, aunque la relacién entre el radio del efteulo y el largo del cuadrado no sea un niimero, sino una magnitud. Sutil fineza de un espfritu que comprendié que eran necesarios otros instrumentos de eéleulo que los comunes a sti tiempo. En efecto, Eudoxo mostré que varias magnitudes como rafz de 3, rafz de 7, ete. no eran conmensurables con la unidad. Esto muchos afios después de que Hipasus muriese, arrojado al mar dixit, por haber divulgado que la rafz cuadrada de 2, magnitud natural, pues longitud de la diagonal de un cuadrado de lado una unidad, no era un niimero ni entero ni fraccionario, contradiciendo de este modo el dogma de la escuela pitagérica, que afirmaba que en el universo todo era mimero (para ellos en el sentido fraccionario y conmesurable) y armonfa. Pues bien, tal vez tenfan razén. Sdlo les faltaba ampliar su concepto de mimero para acoger, como se hizo poste- riormente, a los irracionales y los imaginarios. El griego que mejor asocié su nombre al de la geometrfa clésica fue, sin duda, Euclides, quien recogiendo el conocimiento geométrico de su época es- tructuré una obra, Los Elementos, que constituye la primera obra construida sobre el método axiomAtico-deductivo. La geometria pasaba totalmente de un estado artesanal a un estado cientifico e integraba la matemética como hermana melliza de la aritmética, Euclides propuso cinco postulados, verdades fundamentales que renunciaba a demostrar. Ellos son: 1. Siempre es posible construir una recta de un punto a otro. 2, Siempre se puede prolongar una recta finita a una infinita. 3. Siempre es posible construir un cfrculo de centro y de radio dados. 4, Todos los dngulos rectos son iguales entre sf Revista del Profesor de Mateméticas RPM No. 5 (1997) 39 5. Si una recta que cruza dos rectas tiene los éngulos interiores del mismo lado inferiores a dos rectos, estas iltimas prolongadas al infinito se cruzan del lado en que los éngulos son inferiores a dos rectos. Este tltimo postulado, llamado el postulado de Euclides es equivalente a enunciar: Por un punto exterior a una recta pasa una y une sola paralela a la recta dada. Desde Euclides y porque él asf lo quiso, este quinto postulado fue objeto de estudios y de puesta en tela de juicio, proceso que llevé a Gauss, Lobachevski, Bolyai y a otros al descubrimiento de las geometrias no-euclidianas, Pero antes de incursionar en ellas recordemos a Al-Mahani, quien en el siglo IX D.C. tradujo problemas geométricos al lenguaje algébrico que, para entonces, habia alcanzado una estructuracién suficiente a las necesidades del céloulo para la resolucién de ecuaciones lineales y, al menos, el enunciado, anélisis y estudio de algunas ecuaciones no lineales. Este acto de traduecién fue esencial y trascendente en las relaciones que guardarian, desde entonces, el Algebra (llamada en aquella época andlisis) y la geometria. La conjuncién del problema geométrico con el utensilio algébrico llegé a su climax con el aporte de René Descartes (1596-1650), quien numeriz6 la geometria permitiendo una tra- duceién sistemética de los problemas geométricos en problemas algébricos. La nocién de dimensidn crecié fortalecida por el descubrimiento de las estructuras algébricas y, por un tiempo, se pens6 que la geometria analitica era el ambi- ente natural de resolucién de todos los problemas geométricos. A comienzos del siglo XX, David Hilbert (1862-1943) propuso el paso a la geometria algébrica pidiendo en el II Congreso Internacional de Mateméticos (Paris, 1900) que se estableciesen sus fundamentos (Problema 15). Por esa época, sin embargo, otro matemético de una genialidad muy particular y peculiar, Georg Cantor, daba un sablazo a la dimensién numérica, demostrando que desde el punto de vista cardinal, ésta no era sino una ilusién de los sentidos. En efecto, mostré que basta una coordenada para determinar completamente un punto de FR”, Regresando a la geometria euclidiana, de larga y fecunda vida, debemos decir que recibié el aporte de los més grandes intelectos. De Arquimides a Bernoulli, de Euler a Robert Tucker, cada matemético estudi6, con pasién y entusiasmo, los mil y un misterios de la geometria euclidiana estableciendo resultados, unas veces sorprendentemente maravillosos y otras tantas maravi- losamente sorprendentes. A manera de ilustracién mostremos un botén: Giovanni Ceva (1648-1734), matemético italiano, establecié que estando 40 Sociedad de Matemética de Chile dados tres puntos A, B, C no colineales en un plano euclidiano: Una condicién necesaria y suficiente para que las tres rectas AP, BQ y CR sean concurrentes es: PB/PC-QC/QA: RA/RB = -1 En honor a Ceva, las rectas que pasan por el vértice de un triéngulo se llaman cevianas. Emile Lemoine (1840-1912), matemético francés, se interesé en un punto K interior de un triéngulo ABC, punto de concurrencia de las simedianas (rectas simétricas a las medianas con relacién a las bisectrices), las cuales verifican la ecuacién de Ceva. Este punto K tiene interesantes propiedades. En efecto, K determina dos circulos Hamados efrculos de Lemoine. El primero tiene como centro el punto medio del segmento OK, donde O es el centro del cfrculo circunscrito (interseccién de las mediatrices) y pasa por los puntos de interseccién de las paralelas a los lados construidas sobre K y los lados del tridngulo ABC. El segundo circulo deLemoine tiene como centro K y pasa por las intersecciones de los lados del triéngulo ABC con las rectas anti-paralelas de dichos lados con relacién a los éngulos opuestos que pasan por K. (anti- paralclas significa que tienen las bisectrices paralelas o perpendiculares).? ver anexo Revista del Profesor de Mateméticas RPM No. 5 (1997) 41 (AO,AB)=ang(BO,BX) ss (04 “OB)antipar(OB, BX) K recibe también el nombre de punto de Lemoine. Vayamos a saber por qué. Para terminar, Robert Tucker, matemético inglés, demostré que si construi- mos: un tridngulo homotético a ABC cuyo centro de homotecia sea el punto de Lemoine, entonces las seis intersecciones de los Iados de ambos tridngulos se encuentran sobre un mismo cfrculo, llamado cfrculo de Tucker. Regresando a Euclides, recordemos que desde la antiguedad el postulado de las paralelas causé controversia. Ciertos autores, como Proclo, sostenfan que no era un postulado sino un teorema. Desde casi sus origenes parecfa que el quinto postulado podia deducirse. Aiios pasaron, siglos, milenios y tal demostracién evadié las mentes més brillantes. Lo que si se hizo fue encontrar diferentes equivalentes a dicho postulado. Citemos tres de ellos: 1. Postulado de Proclo: Si una recta intersecta una de dos paralelas, debe intersectar también a la otra. 2. Postulado de la equidistancia: Las rectas paralelas son equidistantes en todo punto. 42 Sociedad de Matemética de Chile 3. Postulado del tridngulo: Los éngulos interiores de un triéngulo suman dos rectos, Fue Karl Friedrich Gauss quien deseando demostrar el postulado de Pro- clo, supuso que la suma de los éngulos interiores de un tridngulo no era de dos rectos, esperando llegar de esta manera a una contradiccién. Pero sus construc- ciones no Hegaban a ninguna. Con ellas no estaba generando una geometria inconsistente, sino, en sus propias palabras, “es una geometrfa curiosa, muy diferente de la nuestra, pero completamente consistente que he descubierto. El afio en que estas palabras fueron escritas fue 1824. Sin embargo, es paradégico y desconcertante que Gauss, el més grande matemético de su tiempo, tuvo temor de publicar sus resultados. Por aquella época dos otros mateméticos, el ruso Nikolai Lobachevski y el hingaro Janos Bolyai, el primero en 1829 y el segundo en 1832, siguiendo una inspiracién cercana a la de Gauss, concluyeron que si se suponia la falsedad del postulado del triéngulo no se llegaba a contradicciones sino a nuevas geometrias consistentes. A diferencia de Gauss, publicaron sus resultados. La geometria en la cual la suma de los éngulos interiores de un triéngulo tienen una suma inferior a dos rectos es llamada hiperbélica. Eugenio Beltrami (1835-1900) y Félix Klein (1849-1925), el de la botella, construyeron un modelo que puede servir para ilustrar répidamente la existencia de una geometria no euclidiana. Consideremos un disco sin su borde: CQ Los conceptos de recta entre dos puntos, punto sobre una recta entre dos puntos y prolongacién de una recta, son tomadas de la geometria cuclidiana con la restriccién de quedar dentro del marco del disco sin borde. Las cuer- das que pasan por un punto P exterior a una cuerda dada, son consideradas Jas paralelas a dicha cuerda, ya que no contienen un punto en comin. En consecuencia, el quinto postulado no se verifica Revista del Profesor de Mateméticas RPM No. 5 (1997) 43 Es fécil mostrar que siempre es posible construir una recta entre dos puntos (primer postulado). Igualmente es evidente que es posible prolongar una recta (segundo postulado). El cuarto postulado necesita la definicién de éngulo recto. Perpendicular a una recta Perpendicular a una recta que pasa por el centro. que no pasa por el centro. Es relativamente facil mostrar que dos rectas paralelas admiten una per- pendicular comin: Evidentemente el tercer postulado: “siempre es posible construir un cfrculo de centro y radio dados”, requiere una labor mas profunda, puesto que le es inherente una nocién de distancia, pero Klein encontré la manera de hacerlo mediante la frmula: (A, B) = } log [AC/AD- BD/BC| con Cy D los extremos sobre el borde de Ia cuerda que pasa por A y B. Tal vez estudiando a fondo este modelo uno pueda comprender mejor las arrogantes y a la vez profundas palabras de Bolyai: “De la nada he creado 44 Sociedad de Matemética de Chile ‘un universo”, las cuales calaron hondo en los espititus de los mateméticos ceuropeos, por varias décadas, desde que fueron proferidas. Hubo otro pensador genial, que por aquella época contribuy6 a descubrir estos nuevos universos geométricos: Georg Friedrich Bernhard Riemann (1826- 1866). El imagin6 que es posible tener una linea finita, pero sin bordes, Pro- uso considerar una esfera donde los grandes cfrculos sean las rectas, generando asi una geometrfa en la cual la suma de los dngulos de un tridngulo sumen més de dos rectos, para luego abrir la puerta a un mundo insospechablemente rico, el de la geometria riemanians. Mientras tanto el célculo diferencial e integral ya habia llegado a una etapa de madurez y era inevitable que hiciera una potente y fecunda irrupcién en el mundo de la geometria. Pero antes de describir el aporte de la geometria diferencial, recordemos brevemente las relaciones de la geometria con el arte. En el siglo XVII, el ingeniero y arquitecto Gerard Desargues (1953-1662) sensible a las necesidades de los pintores sus contempordneos, publicé (1639), un tratado sobre secciones cénicas haciendo uso de la idea de proyeccién, En efecto, para los pintores era fundamental manejar con soltura la perspectiva, ya que la visién de un objeto puede traducirse en el estudio de los rayos de luz que parten de éste y penetran en el ojo del artista, que a manera de pantalla, recibe una proyeccién del objeto que se desea eternizar en la obra pictérica. Este tratado no causé impacto en los mateméticos de la época, quienes estaban seducidos por la poderosa geometrfa analitica. Gaspar Monge (1746-1818), mis de dos siglos después, redescubrié la geometria proyectiva, sistematizando sus utensilios y creando un método que permitia la reconstruccién de un objeto espacial, una vez conocidas sus proyecciones. La geometria descriptiva, tan dtil a los arquitectos, asf formalizada, se convirtié en una buena via para formar en los estudiantes la concepeién espacial y conserva atin sus titulos de nobleza en la ensefianza secundaria de algunos pafses de Europa, como Francia y Suiza, Regresando a la historia de la Geometria diferencial, debemos subrayar que ésta tiene como columna vertebral el estudio de la nocién de curvatura. Del célculo diferencial hereda la tendencia al estudio de las propiedades lo- cales. Ya en 1731, Clairaut estudié curvas llamadas de doble curvatura y en TTL Monge introdujo la nocién de radio de curvatura, En 1826, Cauchy define claramente y da explfcitamente expresiones para la curvatura y la torsidn de las curvas izquierdas. Finalmente Frenet, (en 1847), y Serret (en 1850), demues- Revista del Profesor de Mateméticas RPM No. 5 (1997) 45 tran le equivalencia de las formulas que llevan sus nombres y que actualmente censefiamos a los estudiantes de ingenierfa en el ciclo universitario, Estudiando el caso de las superficies, relacionadas con las funciones reales a varias variables; Euler y Monge, consideraron la existencia de los planos tangentes que dieron a Riemann la posibilidad de definir satisfactoriamente, en 1854, el concepto matemético de variedad diferencial. Desde entonces, la geometria diferencial ha recorrido un largo camino y es actualmente una rama extensa y profunda del andlisis moderno. Para terminar, citemos al menos dos geometrias de reciente interés. La geometria fractal, cuyo objeto de estudio son los objetos fractales, concepto introducido por Benoit Mandelbrot en 1975 con el deseo de estudiar procesos y formas irregulares como esponjas, nubes, costas o curvas especiales, la curva de Peano 0 el conjunto de Cantor. Estos objetos de propiedades constantes por homotecia, ponen en tela de juicio a las nociones de longitud, superficie, volumen y dimensién. Efectivamente, uno de los conceptos introducidos por Mandelbrot es precisamente el de dimension fraccionaria, La geometria axiomatica, més reciente atin, esté en pleno proceso de de- sarrollo. Utiliza la nocién de colinearidad en un pequefio conjunto de axiomas de los cuales se deducen por argumentos limpidos y elegantes, una sinfin de teoremas geométricos entre los que se encuentra el Teorema de Desargues *, La teoria de categoria es el ambiente natural que permite establecer nexos naturales y sutiles entre las geometrias llamadas proyectivas y los espacios vectoriales sobre campos no forzosamente conmutatives. Uno, por no decit el creador, de esta nueva rama de matemética es Alfred Froelicher, profesor jubilado de la Universidad de Ginebra, a quien tuvimos el honor de recibir durante el primer congreso de la Sociedad Boliviana de Matemética en el afio 1992, Referencias 1, Saunders Mac Lane, “Mathematics form and Function”, 1986, Springer- Verlag. 2, Marvin Jay Greenberg, “Euclidean and non-euclidean geometries”, 1980, Freeman, 2* Edition. 5* Los tridngulos copolares son coaxiales 46 Sociedad de Matematica de Chile 3. Howard Eves, “Estudio de las geometrias”, 1969, UTEHA Méjico. 4. A. Bouvier et M. George, “Dictionnaire des Math’ematiques”, 1979, PUF. 5. Jean-Paul Collette, “Historia de las Matemdticas II”, 1986 Siglo XI Editores, 2° edicién. 6. Morris Kline, “Mathematical Thought from Ancient to Modern Times”, 1972, Oxford. ANEXO Emile Lemoine (1849-1912), A. Bouvier et M. Georges, ”Diccionnaire des Mathématiques”, 1979, Presses Universitaire de France. Se llama punto de Lemoine al punto de concurrencia de las simedianas de un triéngulo. Las paralelas a los lados del triéngulo que pasan por el punto de Lemoine, determinan seis puntos sobre los Iados del triéngulo (hexdgono de Lemoine). Estos puntos se encuentran sobre un cfrculo llamado primer circulo de Lemoine, cuyo centro es el punto medio del segmento OK, donde O es el centro del efrculo circunscrito y K el punto de Lemoine. Si para cada lado del tridéngulo, consideramos la direccién antiparalela de ese lado con relacién al Angulo opuesto y trazamos rectas, con tales direcciones, que pasen por el punto de Lemoine, obtenemos nuevamente seis puntos de interseccién con los lados del triéngulo, Existe un circulo, llamado segundo circulo de Lemoine, que pasa por esos seis puntos. Su centro es el punto de Lemoine. Revista del Profesor de Mateméticas RPM No. 5 (1997) 47 Problema: Probar que utilizando una balanza de dos platillos y pesas de 1,2,4,8,16,...,2” unidades, es posible pesar cualquier ‘cuerpo cuyo peso sea un ntimero natural. {Qué pesas de 1,2,4,8, 16,32,... Kg son necesarias para pesar un cuerpo de 213 Kg? En 1893 Sylvester mandé a la revista “Educational Times” el siguiente problema: Sea P un conjunto finito de puntos en el plano, no todos colineales. {Bxistiré al menos una linea recta en el plano que pasa por exactamente dos puntos de P? Ninguna solucién fue publicada por la revista y no se sabe si Sylvester sabia la respuesta. Cuarenta afios més tarde, el gran matemético P. Erdés, sin conocer el problema planteado por Sylvester planteé la misma pregunta y conjeturé que Ja respuesta es afirmativa. En 1943 Erdés publicé la pregunta en el American Math. Monthly y recibié varias respuestas. {Podria usted dar una? El mismo problema se generalizé al espacio: sea P un conjunto finito de puntos en el espacio, no todos contenidos en un mismo plano. Probar que existe un plano P, en el espacio tal que en los puntos de P en P, estén en no més que dos lineas de P;.

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