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En movilización: tras 518 años de resistencia y 200 años de lucha de los pueblos

19 de julio de 2010
De la Independencia a la Emancipación

Colombia, nuestra nación es fruto de las luchas


llevadas a cabo desde ayer hasta hoy, por
indígenas, afrodescendientes esclavizados,
campesinos, artesanos, estudiantes,
comerciantes e industriales pequeños y
medianos, obreros y demás trabajadores, con
los marginados y desempleados de ahora,
quienes en el curso de cinco siglos, con sus
búsquedas de sustento y libertad y con sus
manos de labor, han transformado el territorio
que ocupamos, dándoles vida a las culturas que
nos identifican.

De la Independencia a la Emancipación

Como parte de nuestra historia, hace 200 años se avizoró la ruptura del yugo colonial español. Sin
embargo, muchos de los propósitos que impregnaron la batalla con fuerza social de indios
sobrevivientes y negros rebeldes o libres quedaron truncos, pendientes de su concreción, más allá que
un gorro frigio en el escudo. Entonces, nuevas formas de dominio extranjero produjeron otras y actuales
formas de dependencia. En este marco y esta memoria, no olvidamos que en 1809 por el continente
abrió su puerta el ciclo de los alzamientos de criollos, mantuanos, contra el dominio de España en
nuestra América.

Recordamos la guerra social desatada y sellada


para Sur América y Panamá en 1825 con la
derrota del imperio invasor en la batalla de
Ayacucho (1824), y de manera culminante contra
España, décadas después, con la gesta del
pueblo cubano y sus mambises en su guerra
necesaria de 1898 en postrimerías del siglo XIX.
Dos siglos después, nuestros pueblos se miran
en el espejo de la historia para procesar sus
luchas y proyectar nuevos desafíos. Así como
ayer, con un profundo sentido latinoamericano.
Estos procesos convocan a la memoria histórica.

Llaman para un acto presente, de reconocimiento de los grandes y pequeños procesos, con
reivindicaciones puntuales o generales que tomaron la palabra, la plaza o el cabildo para expresar sus
inconformidades y proyectar su potencialidad como sujetos sociales. Hoy, desde los generadores
actuales de movilización y organización social, es posible afirmar que esta conmemoración, como todo
acto de memoria, es un problema del presente. Diversos hechos sociales han llevado a movilizar el
pensamiento y el caminar para desatar la palabra, para nombrar esta historia y recordar todos aquellos
caminos que nos conducen a coordinar nuestros esfuerzos y luchar en el presente, como acto colectivo
de dignidad popular, con una profundidad histórica de 518 años.
Memoria y vida. Las luchas para lograr la
Independencia están inscritas en procesos
continuos y diferenciados, protagonizados por
mujeres, hombres, indígenas, afroamericanos,
campesinos, habitantes urbanos… que a lo largo
de los últimos 200 años se han manifestado como
acciones emancipatorias. Libertad, dignidad,
capacidad de decisión y de proponer sobre la
propia vida, todo lo cual hoy nos exige un
esfuerzo para mostrar que el Grito de
Independencia surge de las gargantas y de la voz,
así como de los actos de un sector de la sociedad
neogranadina que no aspiraba a libertad y
soberanía, sino a mejores condiciones para sus
negocios. A la convicción y perseverancia del pueblo se deben los resultados finales de aquella jornada.

Pueblo que persiste, a pesar de 200 años de dilaciones y manipulaciones por parte de quienes detentan
el poder. Es por ello que nuestro reto está en la capacidad de construir con los mandatos negados de
aquel entonces, para –sin omitir diferencias- poner en diálogo el grito de libertad de los palenqueros,
quienes toman la decisión de fundar poblados libertos; con las defensas territoriales de los pueblos
indígenas que lucharon y siguen haciéndolo por la restitución de sus resguardos; por la liberación de la
Madre Tierra como mecanismo para proteger el sustento de su existencia política, productiva y cultural;
con los caminos de los arrochelados que subvirtieron la política del “divide y vencerás” del orden de
castas colonial, para mostrar posibilidades de componer al sujeto popular con la fundación de pueblos
de “todos los colores”.

Retomamos esta palabra y estos caminos tras


200 años de resistencias y propuestas sociales,
para articular a los pueblos en torno a los
mandatos de vida entretejidos en una palabra
común. El 19 de julio de 2010 juntamos las voces,
los mandatos, las propuestas y los caminos que a
lo largo de 518 años de resistencia y 200 años de
lucha han tejido una historia emancipatoria en
Colombia, articulados a otros territorios de
América Latina. Para ello, los procesos colectivos
y propuestas sociales aquí firmantes convocamos
a mujeres y hombres, jóvenes y adultos,
trabajadores del campo y la ciudad,
desempleados, amas de casa, estudiantes, habitantes de barrios y veredas, pueblos indígenas,
poblados campesinos y afrocolombianos… a construir los mandatos de nuestros pueblos y
organizaciones, a fin de encontrar un mandato común: aquel que, como propuesta de nueva sociedad,
pronunciaremos, defenderemos y llevaremos al Congreso de los Pueblos para convertirlo en legislación
popular legítima, de todos y para todos.

De esta manera, pugnamos por hacer realidad el sueño de una expresión autónoma, alternativa y
propositiva de los movimientos sociales de nuestro país. Somos conscientes de que éste es un tiempo
más que largo para construir otros proyectos de sociedad, incluyentes de verdad, con vocación de
justicia, y amantes de la soberanía y la integración regional, con proyección de nuestras capacidades y
nuestras riquezas ante el continente y el mundo. En esta vía, el Congreso de los Pueblos adelanta e
invita a abrir caminos para hacer esto posible porque, aún a 200 años de la que pudiera considerarse
Primera Independencia, resistimos y llamamos a los sectores sociales para señalar que, a pesar de los
injustos y dolorosos sucesos de los últimos 30 años (que tuvieron como objetivo imponer el modelo
económico neoliberal y el régimen político autoritario, a costa de una sanguinaria y relativa
desarticulación de las expresiones organizadas de nuestra sociedad), hoy los pueblos de nuestro
territorio nos esforzamos por la paz y la justicia social.

Nuestro compromiso, por tanto, responde a la deuda que las actuales generaciones tenemos con la
libertad, la justicia social, la soberanía y la reparación de la desigualdad.

Es tiempo de acción común. Llamamos a todos los inconformes, no alineados con el autoritarismo y la
barbarie del régimen, a quienes desde diferentes tendencias y expresiones de pensamiento –hasta
ahora dispersas– quieran confluir en el Congreso de los Pueblos, en una articulación que concentre sus
fuerzas contra toda forma de sojuzgamiento extranjero, a construir un nuevo espacio de convergencia
social y política que sea germen de una instancia de organización, y articulación de luchas y proyectos
de sociedad independiente, soberana e igualitaria.

Invitamos a todas las personas, en procura de una sociedad soberana, en justicia y paz, a darle cuerpo
e instalar diversas formas organizativas, así como a formar parte de esta jornada que rememora luchas
y retoma proyectos de país, con base en la búsqueda de “la mayor suma de felicidad posible para el
pueblo” o la concreción del “buen vivir” como mandato supremo de los pueblos de Nuestra América.

Esta convocatoria está abierta para que sea suscrita por todas las organizaciones sociales y políticas
que se identifiquen con la misma y estén dispuestas a su desarrollo y materialización.

Actividades

10 a.m.: Parque San Victorino: Reivindicación de la participación popular en las luchas por la
independencia, soberanía, justicia, paz y dignidad en Colombia. Valoración del liderazgo de José María
Carbonell y compañeros de gesta.
12 m.: Casa del Florero: 200 floreros, 200 Gritos de la Independencia
12:45 p.m.: Casa donde Bolívar sufrió intento de asesinato: Denuncia del atentado político, y de la
violencia, como instrumento de control y dominio por parte del Estado colombiano.
1:15 p.m.: Casa de Manuela Sáenz: Reivindicación del papel desempeñado por la mujer en 200 años
de construcción nacional.
2 p.m.: Teatro Media Torta. Acto político cultural: Lectura de documentos, Manifiesto Colombia,
Instalación Congreso de los pueblos, Emplazamiento al próximo gobierno. Intervención de grupos
musicales.

Suscriben e invitan: Minga de resistencia social y comunitaria, Movimiento por la defensa de los
derechos del pueblo – MODEP, Movimiento Magisterial Dignidad Educativa, desde abajo, Colectivo
Rumbos (Transmisora Chimbilá), Comités de obreros y trabajadores Ignacio Torres Giraldo, Asamblea
de sectores y barrios afectados por el plan centro - Bogotá, periódico Macarenazo, Federación
Universitaria Nacional –Fun –Comisiones, Consejo Comunal Barrio Potosí, Asociación por la defensa
de los derechos de los hijos del pueblo –Addhip, Federación de estudiantes de agronomía de Colombia,
Confluencia de mujeres Bogotá, Proyecto Justicia y Vida, Centro Cultural Bareke, Rebeldía Estudiantil
Organizada, Minga Urbana Techotiva, Colectivo Juvenil Gaitana, Asociación de la mujer democrática,
Proceso Nacional Identidad Estudiantil, Equipo Vientos del sur, Censat Agua Viva, Campaña de la
Independencia a la Emancipación.

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